Boletín de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
Número 7 Junio 2014 ISSN: 2223 - 4993
© Dirección General de Medicamentos Insumos y Drogas (DIGEMID)
Editorial
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La Farmacovigilancia y la Tecnovigilancia surgen con el objetivo de investigar el comportamiento de los medicamentos y dispositivos médicos en poblaciones más numerosas que las empleadas en un estudio clínico, una vez que la autoridad sanitaria aprueba su uso. Erróneamente se cree que los productos farmacéuticos que están siendo comercializados son totalmente seguros, sin embargo la historia y el avance de la ciencia y tecnología nos demuestran lo contrario, incluso con ejemplos catastróficos que impactaron al mundo como es el caso de la Talidomida. Es en este sentido que muchos países han realizado esfuerzos para implementar su Sistema de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia destinada a recoger, evaluar y comunicar los riesgos asociados al uso de productos farmacéuticos y dispositivos médicos. El Perú no ha sido ajeno a esta tendencia, ya desde el año 1997 la Ley General de Salud, menciona la obligatoriedad de reportar las Reacciones Adversas de los Medicamentos (RAM) tanto por los profesionales de la salud como por los productores y distribuidores de medicamentos, es así que en el año 1999, DIGEMID inicia la farmacovigilancia en el Perú, sensibilizando a los profesionales de la salud y empresas farmacéuticas en el reporte de las reacciones adversa, descentralizando está tarea a través de la conformación de los centros de referencia regionales e institucionales a nivel nacional, y creando alianzas con las Estrategias Sanitarias Nacionales, para mejorar el nivel de reporte en el país. Pese a este trabajo, se ha evidenciado una gran infranotificación de RAM, debido al desconocimiento de la importancia de la farmacovigilancia, a la poca cultura del reporte de RAM, y a la carencia de un marco legal que permita una acción efectiva. En julio de este año, con Decreto Supremo 013-2014, se dictan las disposiciones referidas al Sistema Peruano de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia, con lo cual nace el compromiso de la Autoridad Nacional de Medicamentos (ANM) para fortalecer y operativizar este sistema; con la finalidad de prevenir y minimizar el riesgo asociado al uso de los productos farmacéuticos y dispositivos médicos empleados por la población peruana.
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Lima, Junio 2014 Director de la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas: César Amaro Suarez Directora de la Dirección Ejecutiva de Acceso y Uso de Medicamentos: Carmen Elvira Rojas Torres Directora del Centro Editorial: Silvia Álvarez Martell Coordinador: César Luis Avalos Capristán Editores: Equipo de Farmacoepidemiología y Farmacovigilancia
Equipo de Farmacoepidemiología y Farmacovigilancia Q.F. Silvia Álvarez Martell Q.F. Carmen Bartra Saavedra Q.F. Kelly Serrano Mestanza Q.F. Fátima Cruces Riveros Q.F. Giovanna Jiménez Fuentes Q.F. Cecilia Beltrán Noblega Q.F. Magaly Tito Yépez Q.F. William Cortez Mendoza Q.F. César Avalos Capristán Apoyo Administrativo: Sra. Manuela Chávez Maldonado Sra. Marina Joya Leturia
Q.F. Magaly Tito Yépez Jefe del Equipo de Farmacoepidemiología y Farmacovigilancia
Boletín de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
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SUMARIO
PÁGINA
Editorial
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Buzón Puntos Clave Por Christian Palomino Flores Panorama de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
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Indicadores de Farmacovigilancia (2013) La Farmacovigilancia y Tecnovigilancia en mi práctica diaria Farmacovigilancia en antimaláricos Reunión Técnica Macroregional en Farmacovigilancia, Uso Racional y Atención Farmacéutica.
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3 4–5 6 7
Entrevista Q.F. Mario Javier De la Cruz Flores Responsable de Farmacovigilancia de DIRESA Loreto.
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Panorama de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia Indicadores de Farmacovigilancia (2013) Las actividades de los responsables de Farmacovigilancia son monitorizadas y evaluadas a través de los indicadores de Farmacovigilancia en cada Dirección de Salud (DISA), Direcciones Regionales de Salud (DIRESA) y Gerencias Regionales de Salud (GERESA). Los Indicadores propuestos para el 2013 son: 1. Responsable de Farmacovigilancia. 2. Notificación de sospecha de reacciones adversas - Notificación de sospecha de RAM. - Notificación de ESAVI leves y moderados 3. Evaluación de notificación de sospecha de RAM. 4. Capacitación de Farmacovigilancia a Hospitales. 5. Capacitación de Farmacovigilancia a EESS. 6. Procedimiento Operativo de reporte de Reacciones Adversas a Medicamentos 7. Conformación de comités de Farmacovigilancia en Hospitales 8. Notificación de sospecha de reacciones adversas a medicamentos antituberculosos y antirretrovirales.
La evaluación de los mismos se realizó dos veces al año, las DISA/DIRESA/GERESA que remitieron la información y su fuente de verificación fueron 23 (79.3%) regiones, asimismo las que no presentaron fueron 6 (20.7%): Apurímac I, Amazonas, Madre de Dios, San Martin, Piura y Tumbes; lo cual se ve reflejado con la ausencia de numero de notificaciones de RAM y el bajo desempeño en las actividades de Farmacovigilancia como se muestra en la Tabla N° 1 y Grafico N° 1, por lo que ha permitido programar asistencia técnica en dichas regiones durante el año 2014 con la finalidad de fortalecer la Farmacovigilancia y Tecnovigilancia asimismo la sensibilización a todos los profesionales de la salud integrantes del Sistema Peruano de Farmacovigilancia sobre el perfil de seguridad de los productos farmacéuticos y dispositivos médicos. Gestión de Farmacovigilancia 2013
Tabla N° 1: Gestión de los indicadores de Farmacovigilancia 2013
GRAFICO N° 1
Fuente: Informes remitidos por DISA/DIRESA/GERESA 2013
Por: Q.F. Giovanna C. Jiménez Fuentes
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Boletín de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
La Farmacovigilancia y la Tecnovigilancia en mi práctica diaria El proceso de desarrollo de los sistemas de salud supone un claro progreso en el logro de la universalización de la cobertura de servicios de salud buscando mejorar el estado de salud de toda la población. Un sistema de salud debiera mejorar en todas las dimensiones, en especial en aquellas mas sentidas por la población o de mayor impacto económico como: acceso, seguridad, efectividad, eficiencia, aceptabilidad/centrada en el paciente, equidad y satisfacción usuaria. Ya que deficiencias en el sistema, repercuten directamente en los usuarios que resultan perjudicados por tratamientos inoportunos o ineficaces, o por defectos de seguridad en la atención. La trascendencia en términos de mortalidad, morbilidad, calidad de vida de los pacientes e impacto económico ha hecho que mejorar la seguridad de los pacientes se haya convertido en una estrategia prioritaria en las políticas de calidad de los sistemas sanitarios, transformándose en un compromiso ético permanente de los sistemas de salud con los derechos de las personas. Una atención de salud apropiada está ajustada a las necesidades en salud de toda la población, atención efectiva y basada en la mejor evidencia científica disponible; a intervenciones seguras y que no causen daño o perjuicio de ningún tipo; y a que las prioridades en la asignación y organización de los recursos se establezcan según criterios de equidad y de eficiencia económica (Ej. Costo-efectividad). Para proporcionar la máxima seguridad al paciente es necesario aplicar estrategias que desarrollen: un conocimiento adecuado de los riesgos, la eliminación de los riesgos innecesarios y la prevención y protección de aquellos que hay que asumir de forma inevitable. Porque seguridad no es igual a ausencia de riesgos, sino llevar a cabo las medidas necesarias para reducirlos al máximo posible. La OMS reporta que en países desarrollados aproximadamente un paciente de cada 10 sufre algún daño mientras recibe atención hospitalaria. El daño puede ser causado por un amplio rango de errores o eventos adversos. Se estima que en algunos países las Reacciones Adversas a los Medicamentos (RAM) representan entre la cuarta y la sexta causa de mortalidad. Históricamente, los datos sobre incidencia de RAM varían ampliamente, desde el 0.7% al 35%, que pueden ser causa significativa de morbilidad, ingreso hospitalario y muerte del paciente, así como, prolongación de la hospitalización y aumento del gasto. En los últimos años se han retirado del mercado numerosos medicamentos como consecuencia de una relación beneficio/riesgo desfavorable no detectada cuando se autorizo la comercialización, como rofecoxib, rosiglitazona, sibutramina, acido nicotínico + laropiprant, drotrecogina alfa y otros. De esto surgen dos ejes de acción fundamentales: (a) la formación adecuada en farmacología clínica y terapéutica en todos los niveles para una mejor utilización de los medicamentos, y (b) el establecimiento de un sistema de farmacovigilancia. ¿Por qué es necesaria la farmacovigilancia? Los medicamentos, bien utilizados, constituyen una de las herramientas más costo-efectivas que usan los sistemas de salud para diagnosticar, tratar o prevenir problemas de salud de la población. Los medicamentos antes de su uso o comercialización deben demostrar su eficacia y seguridad a través de ensayos clínicos para los que se utiliza protocolos de investigación clínica aprobados por entidades éticas y científicas, considerando una elevada rigurosidad en la seguridad del paciente,
con el fin de atenuar los problemas que pudieran surgir con el nuevo medicamento. Estos protocolos utilizan un número limitado de pacientes, durante un tiempo determinado, que generalmente es corto, y bajo condiciones bastante controladas. Ensayos Clinicos de Fase I (Grupos o pocas decenas de pacientes), Fase II (decenas o cientos de pacientes), Fase III (cientos o miles de pacientes) todos sometidos a condiciones controladas y seguimiento estricto. Sin embargo, una vez autorizados por las autoridades reguladoras, los medicamentos se comercializan ampliamente siendo utilizados por millones de personas que pueden ser ancianos, niños, embarazadas, personas de raza negra, amarilla, blanca o mestiza, pacientes con patologías concomitantes, y sobretodo usados en la vida cotidiana de los pacientes dentro de su propio contexto de hogar, trabajo, etc. Totalmente fuera de control estricto de los ensayos clínicos. La experiencia demuestra que muchas reacciones adversas, interacciones con alimentos o medicamento, y factores de riesgo no salen a la luz sino varios años después de la comercialización de un medicamento. De aquí la necesidad de que una vez introducido el fármaco en el mercado, se establezca un sistema de vigilancia especializado. Para prevenir o reducir los efectos nocivos en el paciente y mejorar así la salud pública, es fundamental contar con un sistema de farmacovigilancia bien organizado. El Perú crea el sistema de Farmacovigilancia el año 1999, liderado por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID), el cual desde el 2002 forma parte del Centro Mundial de la OMS en Uppsala, Suecia. Sin embargo, como en la mayoría de los países de América Latina es imperfecto y aun débil, presentando las mismas deficiencias que en los países desarrollados: subnotificación; notificación redundante de efectos adversos ya conocidos; conflictos de intereses por las vinculaciones entre prescriptores, dispensadores e industria farmacéutica; y sobretodo, falta de motivación por parte de los profesionales de la salud para cumplir con las notificaciones o realizar estudios de farmacovigilancia activa.
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¿Cómo hacerlo? Para desarrollar las actividades de farmacovigilancia se emplean diversos métodos: a) Un sistema de notificaciones espontaneas basado en la identificación y detección de las sospechas de reacciones adversas, de preferencia no descritas anteriormente que generan hipótesis sobre la relación de causalidad entre la administración de un fármaco y la aparición de un determinado efecto indeseado, por parte de los profesionales de la salud en su práctica diaria, y el envío de ésta información a un organismo que la centraliza (Metodología utilizada por los Centros participantes del Programa Internacional de Farmacovigilancia de la OMS). En nuestro caso, las sospechas de RAM son informadas por cualquier profesional de salud a través de las denominadas “hojas amarillas” mediante la farmacia o el comité de farmacovigilancia de los establecimientos de salud o los establecimientos farmacéuticos hacia los Centros de Referencia designados, donde son evaluados y reportados a los centros nacional y mundial. La notificación sistemática de RAM y su análisis estadístico permanente permite generar alertas o “señales” sobre el comportamiento de los medicamentos en la población de nuestro país o región. Se conoce que el éxito o fracaso de cualquier actividad de farmacovigilancia depende de la notificación de sospechas de reacciones adversas. b) Procedimientos de farmacovigilancia intensiva o activa, basados en la recolección sistemática y detallada de datos sobre todos los efectos perjudiciales que pueden suponerse inducidos por medicamentos en determinados grupos de población. Estos métodos se dividen en dos grandes grupos: - Centrados en el medicamento; - Centrados en el paciente. Aunque la experiencia en el Perú es aún incipiente, en la actualidad se han iniciado esfuerzos de vigilancia intensiva con las estrategias sanitarias nacionales de Tuberculosis, VIH/SIDA e inmunizaciones. c) Estudios Epidemiológicos, cuya finalidad es comprobar una hipótesis, es decir, establecer una causalidad entre la presencia de reacciones adversas a los medicamentos y su empleo. Pueden ser: - Estudios de cohorte; - Estudios de casos y control.
¿Cuál es mi responsabilidad? Nuestra responsabilidad como profesionales sanitarios no es solamente proporcionar una atención de salud, sino garantizar de que esta atención sea lo más segura posible, por ello es importante cumplir con las buenas prácticas de farmacovigilancia, en la que los profesionales debemos: Realizar las notificaciones de sospechas de reacciones adversas o problemas relacionados con medicamentos registrándolo en base al principio de veracidad de los datos suministrados. Documentar rigurosamente todas las notificaciones cuando la gravedad de la reacción adversa sospechada así lo requiera o aun más cuando no se hubiesen registrado precedentes de ella (señalarla como novedosa). Asegurarse de que la información sobre cualquier sospecha de reacción adversa u otro problema relacionado con medicamentos pueda corroborarse verificando su autenticidad y coherencia con los documentos originales, de ser posible. Proteger la confidencialidad de los registros que pudieran identificar a las personas involucradas, respetando su privacidad y las normas de confidencialidad. Tratar la información manteniendo la fiabilidad de los datos con palabras iguales o similares a las empleadas en la notificación. Cumplir escrupulosamente los plazos establecidos para la comunicación de sospecha de reacciones adversas graves, para asignarles la máxima prioridad. Todos los profesionales sanitarios tenemos el deber de comunicar con celeridad a los órganos competentes en materia de farmacovigilancia las sospechas de reacciones adversas de las que se tenga conocimiento y que pudieran haber sido causadas por medicamentos, interacciones entre medicamentos, plantas medicinales, alimentos u otras sustancias consumidas por el paciente. Por otro lado, las empresas farmacéuticas en la actualidad, tienen la obligación de presentar un “plan de gestión de riesgo” que planifique y detalle el seguimiento a ejecutar de un fármaco que ingresa al mercado, o cuando por riesgo sanitario se identifique algún producto que debe ser monitorizado. Esta exigencia, implementada por las ARN de países de alta vigilancia sanitaria, ha hecho que varias empresas transanacionales implementen ya la medida en el país. Como se observa, ésta disciplina junta en un trabajo mancomunado a los prescriptores, dispensadores, fabricantes, comercializadores, pacientes, establecimientos de salud y comunidad en general. 1 Por: Dra. Amelia Villar López 1
Villar A. y col. DIAGNOSTICO Vol. 53(1) Enero – Marzo 2014. Farmacovigilancia y Tecnovigilancia.
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Boletín de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
Farmacovigilancia en antimaláricos La malaria (paludismo, terciaria) sigue siendo un problema importante de salud pública en más de 100 países. El paludismo es una enfermedad causada por un parásito Plasmodium, trasmitido por la picadura de un mosquito infectado. Sólo el género Anopheles del mosquito transmite el paludismo. Los síntomas comunes de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómito y/o dolor de cabeza. La forma clásica de manifestación en el organismo son "fiebre, sudoración y escalofríos" que aparecen 10 a 15 días después de la picadura del mosquito. Se distribuye en las zonas tropicales y subtropicales, En el Perú, la malaria por P falciparum es principalmente endémica en Loreto, Piura y Tumbes, en cambio la malaria por P. vivax se distribuye en todo el país, observándose casos esporádicos en los valles de la costa sur de Ica a Tacna. Existen diversos medicamentos disponibles para el tratamiento de la malaria pese a que existen limitados datos provenientes de los ensayos clínicos. Los esquemas terapéuticos son la cloroquina y primaquina para el tratamiento de la malaria por P vivax y P malarieae y para el tratamiento por P falciparum no complicado los esquemas electivos según el nivel de respuesta debido a que ha desarrollado una muy diseminada resistencia y actualmente se recomienda una terapia de combinación y el área geográfica siendo: sulfadoxina/pirimetamina + artesunato; mefloquina + artesunato y quinina + clindamicina + primaquina. Todavía, está previsto que en los próximos años, más de 10 nuevos productos irán llegar al mercado, hecho que ciertamente necesitará de una farmacovigilancia adecuada para identificación de su perfil de seguridad post-registro. Sumemos a esto que la realidad social de los países conduce al uso de los medicamentos para el tratamiento de la malaria sin supervisión médica. El tratamiento inapropiado, dosis incorrectas, interacciones medicamentosas, uso en pacientes con enfermedades concomitantes tales como VIH, tuberculosis, desnutrición y anemia dificultan el diagnostico de los eventos adversos, dificultando la identificación adecuada del perfil de seguridad de los medicamentos antimaláricos.2,3 Desde el año 2006 al 2013, el Centro Nacional de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia ha recepcionado un total de 110 notificaciones de sospecha de reacciones adversas a medicamentos antimaláricos, en las que se describieron un total de 206 RAM. De acuerdo a la gravedad, todas las notificaciones fueron no serios (leve y moderado). La distribución de acuerdo al grupo etáreo fueron adolescente 2%, adulto 32% y desconocido con 66% y según
sexo: femenino 49%, masculino 46% y desconocido 5%. Los antimaláricos mayormente notificados fueron la Cloroquina y Cloroquina/Primaquina con 42 reportes entre otros como se observa en el Grafico N° 2. La distribución de las RAM notificadas y clasificadas por sistema y órganos fueron a nivel del sistema gastrointestinal seguido por trastornos de la piel y anexos entre otros como se muestra en la Tabla N° 2. Tabla N° 2: Distribución por Sistemas y órganos de las RAM antimaláricos
Fuente: Base de datos nacional (Vigiflow).
En la Tabla N° 3 se observa la distribución de las RAM a antimaláricos mas notificadas, fueron prurito en 16.02% seguido por mareo en 13.59% del total de las RAM notificadas al Centro Nacional de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia, de las cuales, la mayoría se encuentran descritas en la literatura. Tabla N° 3: Distribución de la RAM antimaláricos, notificadas al Centro Nacional de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
Reacciones adversas a medicamentos antimaláricos
Cloroquina Cloroquina / Primaquina Primaquina Artesunato Mefloquina / Artesunato Quinina Mefloquina
42 42 15 6 3 1 1 0
10 20 30 40 50
Fuente: Base de datos nacional (Vigiflow).
Las regiones que remitieron notificaciones de RAM antimaláricos al Centro Nacional de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia en los periodos del 2006-2013 fueron: Loreto, seguido por Tumbes entre otros como se observa en el Gráfico N° 3.
GRAFICO N° 2 2 Resolución
Ministerial Nº 076-2007/MINSA NTS N° 054-MINSA/DGSP-V.01 “Norma Técnica de Salud para la atención de la Malaria y Malaria Grave en el Perú” Health Organization - WHO. A practical handbook on the pharmacovigilance of antimalarial medicines – OMS. 2008. Disponible en: http://www.who.int/medicines/technical_briefing/tbs/handbook_antimalarialpharmvigilance.pdf
3 World
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RAM antimaláricos notificados por regiones
100 80 60 40 20 0
83 16
7
2
1
1
La Farmacovigilancia intensiva tiene como objetivo principal realizar el seguimiento regular de los medicamentos utilizados por el Ministerio de Salud en sus intervenciones sanitarias a fin de asegurar su adecuado perfil de seguridad y una temprana respuesta frente a las RAM identificadas por lo que es necesario la participación integral de los profesionales de la salud, gobierno e industria farmacéutica que se transformen en aliados poderosos para los sistemas de salud pública, por medio de su incorporación como una estrategia de monitoreo de los medicamentos utilizados en cada estrategia sanitaria nacional.
GRAFICO N° 3
Por: Q.F. Giovanna C. Jiménez Fuentes
Reunión Técnica Macroregional en Farmacovigilancia, Uso Racional de Medicamentos y Atención Farmacéutica La Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID) a través de la Dirección de Acceso y Uso de Medicamentos (DAUM) realizó la “Reunión Técnica Macroregional en Farmacovigilancia, Uso Racional de Medicamentos y Atención Farmacéutica” del 23 al 25 de abril del 2014 en la ciudad de Lima. En las ponencias se contó con la participación de: Med. Luis Enrique Miguel de la Cruz (especialista en Supervisión Sanitaria de la SUNASA), Med. Edith Venero Bocangel (Equipo de la Dirección de Gestión Sanitaria de la Dirección General de Salud de las Personas), y personal de los Equipos de Farmacoepidemiología y Farmacovigilancia, Uso Racional de Medicamentos y Atención Farmacéutica. Entre los asistentes se contó con la participación de los representantes de Farmacovigilancia, Uso Racional y Atención Farmacéutica de las DISAS y DIRESAS, así como de sus respectivos hospitales:
Lima Callao San Martín Loreto Huancavelica Junín
Pasco Ica Ucayali Huánuco DISAS de Lima con sus respectivos hospitales.
“Reunión Técnica Macroregional en Farmacovigilancia, Uso Racional de Medicamentos y Atención Farmacéutica” 23 al 25 de abril
“Reunión Técnica Macroregional en Farmacovigilancia, Uso Racional de Medicamentos y Atención Farmacéutica” 23 al 25 de abril
Por: Q.F. Cecilia Beltrán Noblega
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Boletín de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia
ENTREVISTA Responsable de Farmacovigilancia – DIRESA Loreto Q.F. Mario Javier De la Cruz Flores En el desarrollo de las actividades de Farmacovigilancia, ¿Cómo se ha dado el proceso en las estrategias sanitarias en tu región? Estas actividades se han desarrollado en función del Procedimiento Operativo Institucional (POI), en donde se describen todas las actividades y tareas a desarrollarse en el ámbito de la Farmacovigilancia. Asimismo, cabe recordar que las reacciones adversas a medicamentos en general, medicamentos antimaláricos y otros; pueden ser frecuentes. Es por ello que es responsabilidad del personal de salud de los servicios de salud, así como de los responsables de la administración del tratamiento, prevenir, diagnosticar y brindar una adecuada atención a los pacientes que las presenten. Actualmente, en nuestra región, se aplica la notificación espontánea como método para notificar las reacciones adversas a medicamentos en general, antimaláricos y antituberculosos; debido a que este método resulta útil en la detección de reacciones adversas que sean específicas o sucedan con una relación temporal sugerente con el uso del medicamento. Asimismo, es importante recordar que más allá de las obligaciones legales, el fundamento de la notificación espontánea es el compromiso mutuo de los profesionales de la salud y los pacientes de hacer accesible la información. Es por ello que se han llevado a cabo diferentes reuniones técnicas de capacitación con los responsables de farmacovigilancia y con los responsables de las estrategias sanitarias de los establecimientos de salud.
Participantes de la Reunión Técnica “Fortalecimiento de la Farmacovigilancia y Tecnovigilancia en Establecimientos Farmacéuticos Públicos y Privados del Ámbito de la DIRESA Loreto”
¿Cuáles fueron las principales limitaciones para el desarrollo de dichas actividades? A nivel del sector público la principal limitante detectada fue el insuficiente presupuesto, sin dejar de lado la falta de contratación de personal profesional destinado a las actividades de Farmacovigilancia y Tecnovigilancia. Asimismo, en el sector privado, la principal limitante fue el temor por parte del profesional notificador para reportar las sospechas de reacciones adversas a medicamentos. Esto se debe muchas veces al desconocimiento que tiene el profesional de la salud sobre el beneficio que implica notificar una sospecha de reacción adversa, este beneficio conlleva necesariamente a una prevención de problemas de salud asociados al uso de medicamentos.
Hospital Regional de Loreto Felipe S. Arriola Iglesias
Frente a las limitaciones observadas ¿Qué actividades se realizaron y cuáles fueron los resultados? Las limitaciones se fueron superando poco a poco, de tal forma que en el 2013 se inició con la designación del responsable de Farmacovigilancia en la Red Maynas Ciudad, luego se incorporó al responsable de Farmacovigilancia de la Red de Salud Alto Amazonas. En el 2014, ya se cuenta con la participación de un responsable de farmacovigilancia en la Red de Salud de Caballococha, así como en los establecimientos del primer nivel de atención de las periferies. También es importante mencionar que al cierre del año 2013, sólo se contaba con responsables de Farmacovigilancia en los establecimientos de salud públicos, actualmente, en algunos establecimientos de salud privados ya se cuenta de responsables de Farmacovigilancia, entre ellos: Cadenas de boticas, Clínicas, Droguerías, entre otros más. Asimismo se realizó la Asistencia Técnica denominada “Fortalecimiento de la Farmacovigilancia y Tecnovigilancia en Establecimientos Farmacéuticos Públicos y Privados del Ámbito de la DIRESA Loreto”, en el mes de marzo del presente año, por parte de profesionales de DIGEMID.
Por: Q.F. Cecilia Beltrán Noblega