Apoyo de Pérez Esquivel y sorpresivos elogios de

Adolfo Pérez Esquivel se llevó la imagen de un papa “preocupado por la situación de pobreza, ham- bre y marginalidad”. Y afirmó que. “la elección del nombre ...
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EDICIÓN ESPECIAL

| Viernes 22 de marzo de 2013

Bergoglio, PaPa | El dEbatE por los dErEchos humanos

Apoyo de Pérez Esquivel y sorpresivos elogios de Hebe de Bonafini a Francisco El premio Nobel de la Paz lo visitó en el Vaticano y lo despegó por completo de la dictadura militar; desestimó las denuncias en el caso de los sacerdotes Yorio y Jalics; el mensaje de la jefa de Madres de Plaza de Mayo debilitó aún más las acusaciones Viene de tapa

El periodista acusa desde hace años a Bergoglio de no haber dado protección y de haber entregado a los sacerdotes jesuitas Francisco Jalics y Orlando Yorio, que desaparecieron en 1976 y luego fueron liberados durante la dictadura militar, cuando Bergoglio era el superior provincial de los jesuitas. “Verbitsky comete muchos errores al hacer acusaciones de ese tipo. La Corte Suprema de Justicia, a través de su presidente, dijo que no hay ningún tipo de evidencia que muestre alguna responsabilidad del actual pontífice en la desaparición de esos sacerdotes. En ese tiempo, Bergoglio no era obispo”, advirtió Pérez Esquivel, que recibió a periodistas

de varios países en la terraza de la sede que el Serpaj tiene a pocos metros del Vaticano. La audiencia con Francisco, describió, fue “cordial y emotiva”. Se reunieron a solas en la Biblioteca del Palacio Apostólico y luego Pérez Esquivel recorrió los jardines del Vaticano con el embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero. Hablaron, incluso, del acercamiento de la presidenta Cristina Kirchner al Papa, tras la reunión del lunes pasado, aunque no abordaron la propuesta para que el Pontífice interceda en el conflicto entre la Argentina y Gran Bretaña por la soberanía sobre las Malvinas ni tampoco la invitación de la man-

dataria para que Francisco visite la Argentina. “El acercamiento fue muy importante. Esperemos que esto profundice las relaciones y que éstas sean positivas”, pronosticó. Con la cúpula de la Basílica de San Pedro de fondo, el titular del Serpaj afirmó que ambos hablaron sobre derechos humanos. “Me dijo con mucha claridad que hay que buscar la verdad, la justicia y la reparación”, señaló Pérez Esquivel. Y añadió que “los derechos humanos son integrales, no hay que limitarlos a la época de la violencia y el terrorismo de Estado. También la pobreza y el medio ambiente tienen que ver con la vida de las personas”. Pérez Esquivel, que se reunió seis

veces con Juan Pablo II y una vez con Benedicto XVI, elogió la designación del primer papa latinoamericano. “Es muy significativo que la Iglesia salga del eurocentrismo”, señaló, tras revelar que en la audiencia hablaron sobre los mártires religiosos y laicos de América latina. Al respecto, adelantó que el Serpaj evocará al recordado arzobispo de San Salvador, Oscar Romero, asesinado por fuerzas paramilitares. Haciendo un juego de palabras, le dejó al Papa una frase: “Los mártires son semillas de vida. Dieron su vida para dar vida vivciendo el Evangelio”. Reveló, además, que Francisco le

había pedido que rezara por él y lo acompañara. “Es un pedido general, no es personal. Pero yo le expresé mi compromiso de acompañarlo para que su papado pueda estar al servicio del pueblo de Dios y la humanidad.” Respecto del comportamiento de la jerarquía de la Iglesia durante la dictadura militar, Pérez Esquivel hizo distinciones. “Hubo algunos obispos que fueron cómplices con la dictadura, pero no Bergoglio. Hubo pocos que nos acompañaron y fueron compañeros de lucha. La Iglesia ofreció muchos mártires religiosos, sacerdotes y laicos”, precisó el dirigente. Del encuentro en el Vaticano, Adolfo Pérez Esquivel se llevó la

imagen de un papa “preocupado por la situación de pobreza, hambre y marginalidad”. Y afirmó que “la elección del nombre de Francisco no es casualidad: es un programa de vida”. Ponderó la condición de pastor del papa Francisco –“eso lo diferencia de otros pontífices”, dijo– y, con informalidad y humor, sentenció: “Los argentinos tenemos ahora el mate, el dulce de leche, Maradona, Messi, un premio Nobel y el papa Francisco”. Al avanzar el día llegaría el mensaje de Bonafini (ver aparte), tal vez la señal de respaldo más explícita que recibió el papa argentino desde el ala izquierda del kirchnerismo.ß

“Don Francisco, no sabía de su trabajo” Lo dijo Bonafini; en 2007 había tildado a Bergoglio de “fascista”

Francisco recibió ayer en el Vaticano a Pérez Esquivel, quien lo había defendido públicamente

IMAGEN DE TV

Cristina relató su viaje a Roma y dijo sentirse “más argentina que nunca” La Presidenta detalló vía Twitter su visita al Papa e intercaló referencias sobre Néstor Kirchner y Hugo Chávez; contó que habló con Francisco de la trata de personas y el trabajo esclavo y de las Malvinas y San Martín No es la primera vez que Cristina Kirchner apela a las redes sociales para relatar viajes y sensaciones. Vía Twitter, la Presidenta detalló ayer su visita a Roma para la entronización del papa Francisco, un hecho que la hizo sentir “más argentina que nunca”. Después de la gélida carta enviada el día de la elección de Jorge Bergoglio como papa, la Presidenta dio un giro y se acercó a la Iglesia. El cambio también se evidenció en los 32 mensajes que escribió desde su cuenta de Twitter, @CFKArgentina. “El lunes 18 llegué a Santa Marta, Vaticano. Me había invitado a almorzar el nuevo papa. Un argentino en la silla de San Pedro. Al ingresar me invadió una tranquilidad perfecta y me sentí, por primera vez en ese lugar, más argentina que nunca”, escribió la jefa del Estado. Se conmovió al recordar su última visita al Vaticano. Fue en 2005, cuando asistió junto con Néstor Kirchner a la asunción de Benedicto

XVI. Luego, intercaló dos mensajes vinculados a lo que fueron los funerales de Hugo Chávez, en Venezuela. “Esa marea humana conmovida”, escribió. Pero luego todas las referencias fueron sobre su viaje a Roma. “Cuando estoy con Francisco le digo que como Megafón lo esperan batallas celestiales. Se ríe”, relató Cristina, que contó luego que se trata del libro preferido del ex arzobispo de Buenos Aires, a quien le “encanta” Leopoldo Marechal. “Un papa muy lector, como todo jesuita. Clásicos universales y clásicos argentinos. Porque además es un jesuita argentino”, lo elogió la Presidenta. Hasta ayer no se conocían detalles sobre los temas acerca de los que conversaron durante el almuerzo de dos horas que tuvieron el lunes pasado en el Vaticano. Había trascendido sólo la versión de Cristina Kirchner a través de una fugaz conferencia de prensa, en la que se destacó el pedido presidencial para que

el Papa intercediera en la puja con el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas. “Lo invité a que visite la Argentina, su país. Me habla de Malvinas, de la Patria Grande, de San Martín, de Bolívar. El Papa, se entiende? [sic]”, escribió la Presidenta. Y en un par de mensajes siguientes, agregó: “Habla de los jóvenes, dice que logramos algo que no se veía desde hacía tiempo, que la juventud se interese por la política. Me pega en el corazón. Me habla de la trata de personas y el trabajo esclavo y le comento los avances logrados, aún falta mucho. Todo el compromiso [sic]”. Casi sobre el cierre de su metralla de tuits, Cristina contó que el Papa le agradeció mucho por la visita. “Le pregunto si acaso pensó que no iba a venir”, escribió la jefa del Estado, intentando transmitir lo amigable que parece haber sido el diálogo con Bergoglio, a quien definió de “humilde” y con quien tomó mate cocido, según sus mensajes.

En su primera aparición pública luego de su viaje a Roma, Cristina Kirchner volvió a mencionar a Francisco. Lo hizo ayer durante un acto en la Casa Rosada en el que se refirió a un obsequio que le había dado el Papa. Se trata de una rosa blanca. “Es el símbolo de Santa Teresita, a la que siempre le rezo”, contó la Presidenta que ésa fue la explicación de Bergoglio sobre el regalo. Ayer, la jefa del Estado dijo que entregará la rosa blanca a la iglesia de El Calafate, cuya patrona es Santa Teresita del Niño Jesús. A través de Twitter, mencionó, además, a “Lito, el párroco de Calafate, mi cura preferido”. Sorprendió ayer el momento en el que Cristina Kirchner mencionó al Papa. Desde la Casa Rosada, tomó distancia de la crisis económica que atraviesa Europa y se focalizó en el caso de Chipre. Y dijo: “Han nombrado a un papa argentino y nos dicen que estamos aislados. La Argentina está muy bien vista desde afuera”.ß

Prometen un debate amplio del Código Civil La oposición no podía creer lo que escuchaba. “El nuevo Código Civil y Comercial no será de un partido o de un espacio político determinado: será de este Congreso”, enfatizó ayer la diputada ultrakirchnerista Diana Conti, quien sorprendió a todos con esta postura poco frecuente en un oficialismo acostumbrado a imponer sus criterios a fuerza de su mayoría. La escena transcurrió al finalizar la reunión de la comisión bicameral para la reforma, actualización y unificación de los códigos Civil y Comercial. En ese encuentro, Conti

anticipó que a principios del mes próximo el kirchnerismo presentará su propuesta de dictamen para compatibilizarla con el resto de los bloques. “Hemos trabajado en algunas reformas. Se van a sorprender”, insistió Conti. Los opositores se retiraron satisfechos. “Increíble. Parece que lo del Papa les pegó fuerte y ahora se pusieron buenitos”, bromeaban. Si bien Conti no lo explicitó, la intención del oficialismo es aprobar el nuevo Código Civil y Comercial antes del 25 de mayo, cuando se cumplirán

los diez años de mandato kirchnerista. Según el oficialismo, será un texto “fundacional” pues incluirá reformas en materia de matrimonio, divorcio, fertilización asistida, adopción y sociedades, entre otros puntos. Durante la reunión, el diputado Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados de la UCR, bregó por llegar a un entendimiento general. “Cuantas más coincidencias encontremos entre los bloques, vamos a lograr una norma de mayor legitimidad”. En cambio, la peronista opositora Graciela Camaño admitió sentir

“temor” al trabajo de cada bloque por separado y pidió “un tiempo lo suficientemente extenso para poder participar del dictamen” del Frente para la Victoria. Que éste no sea un Código del oficialismo, sino de todos los argentinos”, exigió Camaño, a lo que Conti respondió que “va a ser el Código de este Congreso Nacional”. Más polémica, Liliana Parada (FAP) consideró que “es imposible poder acompañar” el proyecto tal como está planteado, “más allá de los avances en materia de familia”, a causa de algunos puntos “retrógrados”.ß

Twitter La CróNiCa dE CriSTiNa Y EL PaPa @CFKArgentina: “El lunes 18 llegué a Santa Marta, Vaticano. Me había invitado a almorzar el nuevo papa. Un argentino en la silla de San Pedro. Al ingresar me invadió una tranquilidad perfecta y me sentí, por primera vez en ese lugar, más argentina que nunca. Llevaba un collar de perlas pequeñas, las más blancas que tengo [...]. Cuando estoy con Francisco le digo que como Megafón lo esperan batallas celestiales. Se ríe «Es mi libro preferido, me encanta Marechal». [...] Un papa muy lector como todo jesuita. Clásicos universales y clásicos argentinos. Porque además es un jesuita argentino. Antes de pasar al comedor vuelve sobre sus pasos y me dice: «Tengo algo especial para usted y quiero que lo guarde». Me entrega una rosa blanca. «Es el símbolo de Santa Teresita, a la que siempre le rezo», me cuenta. Es su santa preferida. [...] Me agradece mucho que haya ido. Le pregunto si acaso pensó que no iba a venir. «Y uno nunca sabe», me contesta humilde. [...] Me habla de Malvinas, de la Patria Grande, de San Martín, de Bolívar… el Papa, ¿se entiende? Habla de los jóvenes, dice que logramos algo que no se veía desde hacía tiempo, que la juventud se interese por la política. Me pega en el corazón. [...] Llego al hotel y me avisan que llamó Lito, el párroco de Calafate, mi cura preferido... Lito dice que Sta Teresita del Niño Jesús, nombre de la santa de la rosa, es la patrona de Calafate”.

Hebe de Bonafini se sumó ayer al lote de funcionarios y referentes del kirchnerismo más duro que, detrás de la presidenta Cristina Kirchner y al ritmo del clamor popular, pasaron de la crítica feroz a la adoración por el papa Francisco. La presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo sorprendió con una carta de dos párrafos que se difundió por la tarde. “Permítame que me dirija a usted como Don Francisco, ese Francisco que descubrí ahora”, comienza la carta fechada ayer en La Plata. Bonafini admitió que su opinión sobre el flamante Papa cambió sustancialmente en los últimos días. “Don Francisco, no sabía de su trabajo pastoral, sólo sabía que el máximo dirigente de la iglesia argentina habitaba en la Catedral; esa Catedral que cuando marchábamos y pasábamos por delante, le cantábamos: «Ustedes se callaron cuando se los llevaron»”, relató. Enseguida, contrapuso: “Hoy, ante mi sorpresa, escucho a muchos compañeros explicar de su entrega y trabajo en las villas”. Aludió incluso a la posibilidad de que el papado de Francisco marque una nueva era. “Me alegro infinitamente al saber de su trabajo y siento esperanzas de un cambio en el Vaticano”, afirmó. El giro de Bonafini sorprende más que otros por su histórico enfrentamiento con la Iglesia Católica y por el tenor de las críticas que hasta hace pocas horas le dedicó a Bergoglio. El jueves pasado, un día después de la elección del ex arzobispo porteño como papa había dicho: “Sólo tenemos para decir: «Amén». Las Madres sólo tuvimos relación con los sacerdotes del Tercer Mundo. La iglesia oficial es opresora”. En 2007, en un comunicado de Madres firmado por ella, había tildado a Bergoglio de “fascista”. “La basura va junta, [Mauricio] Macri, [el ex jefe del Ejército, teniente general Roberto] Bendini y Bergoglio. Son de la misma raza y de la misma ralea. Son fascismo, son la vuelta de la dictadura. Son la dictadura misma”, decía aquel texto. Meses después, en enero de 2008, Bonafini encabezó una marcha a la Plaza de Mayo que terminó con la toma de la Catedral. Más allá de lo inédito de la manifestación, la dirigenta sorprendió cuando, tras levantar la toma, aseguró: “Nos clausuraron los baños de la Catedral y tuvimos que improvisar uno, detrás del altar”. Lejos de aquellas escenas y sentencias, en su carta de ayer Bonafini elogió sin vueltas a Bergoglio y replicó argumentos que kirchneristas de paladar negro expusieron en los últimos días. Antes de despedirse con un “abrazo respetuoso”, celebró la “posibilidad” de que el Papa beatifique al padre Carlos Murias, proceso que Bergoglio aprobó antes de dejar el Arzobispado de Buenos Aires. Además, aprovechó para hacerle llegar (“Me atrevo a enviarle”, escribió) la lista de “sacerdotes y obispos del Tercer Mundo desaparecidos y asesinados” para que “los recuerde por su entrega en la lucha por la patria”.ß