espectáculos | 7
| Viernes 17 de octubre de 2014
Acuña y Moguillansky: de submarinos y submundos
Un escarabajo en el museo
Mis docuMentos. Otra brillante página de este ciclo curado por Lola
Arias que culmina este fin de semana con Leopoldo Estol y Liza Casullo Alejandro Cruz LA NACION
En su tercer año de vida volvió Mis documentos, el ciclo de lecturas performáticas curado por la directora y cantante, actriz y gestora cultural, y dramaturga y presentadora del mismo ciclo, Lola Arias. Como ya es costumbre, la cita es en el Cultural San Martín. En Mis documentos no hay artilugios ni escenografías ni puestas de luces ni nada de esas convenciones de lo teatral. A lo sumo: una mesa, una silla, una lámpara de escritorio, una compu y una pantalla en la que se proyecta lo que cada narrador/expositor/performer activa ahí, en vivo, haciendo público historias privadas o haciendo público relecturas de historias públicas ya transitadas. El narrador/expositor/performer podrá ser un cineasta, un actor, un escritor, un artista plástico, un músico. A lo largo de estas tres tempora-
das ya hubo momentos mágicos en este entramado que coquetea con la exposición académica, sin serlo. El pasado fin de semana, por ejemplo, los que tomaron la iniciativa, los conductores del viaje, los expositores fueron Luciana Acuña y Alejo Moguillansky, Ella es bailarina y coreógrafa (una de las fundadores del grupo Krapp). Él, cineasta. Como es costumbre desde hace el momento que decidieron vivir juntos y compartir su cotidiano en una casa de Paternal, lo que cada uno hace está ligado con el otro (de hecho, vienen de montar Por el dinero, una desopilante e inteligente performance). En este caso, el resultado de ese cruce de miradas lo llamaron Vidas dobles: strippers y submarinos. Él cuenta aquella experiencia de estar filmando tres días adentro del submarino ARA Salta. El resultado es una cantidad de imágenes sueltas, entre claustrofóbicas y desopilantas. Observa con atención a esos
hombres uniformados devenidos en niños jugando a una guerra que sólo existe en la hoja de una rutina que intentan cumplir al pie de la letra con cierto aire heroico. Mientras, unos y otros, capitanes y pichis, fuman sin parar en medio de un aparto de hierro ubicado a 130 metros bajo el nivel del mar. Ella indaga otro submundo: el de la noche, el de un baile al servicio del cachondeo. Por eso aparecen imágenes de strippers, ¿niños y niñas jugando a ser objetos sexuales?, para una obra que está en proceso, en elaboración. Entre ambos recorridos, la vida en paralela de ambos, los mensajes de textos, lo cotidiano, los pedidos de ayuda, la contención y cómo todo ese otro submundo se cuela en lo que hacen como artistas. El resultado es una experiencia personal, biodramática, sencilla en su planteo y de enorme contundencia. Algo que, en perspectiva, parece definir a este ciclo en su conjunto.
Submarino, Luciana Acuña, Alejo Moguillansky En esta tercera edición ya pasaron Tálala Rodríguez, Ulises Conti, Iosi Havillo y esta gente de submundos y submarinos. Hoy, será el turno del artista visual Leopoldo Estol. Desde hace años, él da clases en la villa 21. Presentará su mapa personal de esa peculiar geografía urbana. Mañana,
s. cartasso
siempre a las 21.30, tomará la posta la actriz y cantante Liza Casullo. Ella revisitará su historia familiar a partir de datos que aparecen en un libro escrito por su padre: Nicolás Casullo. De esto modo concluirá la tercera edición de un ciclo empeñado en desempolvar viejos documentos.ß
Mañana, el cineasta Alejo Moguillansky (el mismo de la premiada Castro) estrena su última película: El escarabajo de oro. Como sucedió en su trabajo anterior, El loro y el cisne, actúa su pareja: la bailarina Luciana Acuña. Y actúa su banda de amigos: Walter Jakob, Rafael Spregelburd, Mariano Llinás, Matthieu Perpoint y siguen los nombres. Entre los amigos y la pareja se cuela la sueca Fia-Stina Sandlund. Ella es la codirectora de esta película de viaje que se reformula, se pone en crisis y se reinventa en su propio andar trazando una satírica crítica sobre los mecanismos de coproducción artística. Tema que Acuña/Moguillansky ya habían transitado en Por el dinero, experiencia escénica que –no casualmente– tomaba elementos de esta película que se presentará los sábados, a las 20, en el Malba (Figueroa Acorta 3415); y los domingos, en el BAMA, a las 19 (Rodríguez Peña 1150).