¿A QUÉ DISTANCIA ESTÁS DE DIOS PARA SER LIBRE? Por Norberto Quezada Cuando la Biblia analiza la culpa lo hace desde la perspectiva del perdón. Lo que vemos en el profeta Isaías (6:1-8) no es más que el descubrimiento de la culpabilidad del ser humano frente a la soberanía de Dios. Es el Dios justo, absolutamente Santo, que se revela al profeta y le dice: “... es quitada tu culpa y limpio tu pecado”. ¡Qué interesante! Culpa y pecado son sinónimos. Y cuando Dios quita la culpa, quita también el pecado. De manera que la libertad comienza con el perdón. Marghanita Laski, una de las más conocidas humanistas y novelistas seculares de Inglaterra, poco antes de morir dijo a la televisión: “Lo que más envidio de ustedes los cristianos es el perdón; yo no tengo nadie que me perdone”. Se le preguntó a un prestigioso psiquiatra en Inglaterra sobre el estado de sus pacientes y dijo: “El día que mis pacientes entiendan la verdadera dimensión del perdón, la mitad de ellos estarán libres del hospital para siempre”. En su amor para con los pecadores como nosotros, Dios entró en nuestro mundo en la persona de su Hijo; quien, luego de vivir en perfecta justicia, se identificó en su muerte con nuestra injusticia. Cargó con nuestro pecado, nuestra culpa, nuestra muerte, a fin de que nosotros fuésemos perdonados. Este escrito es una contribución del grupo de autores evangélicos cubanos denominado “Pluma Evangélica”. Tiene su sede en Jatibonico, Sancti Spíritus, Cuba. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.