Diagnóstico Departamental Guaviare
Procesado y georeferenciado por el Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH Vicepresidencia de la República Fuente base cartográfica: Igac
Introducción El departamento de Guaviare limita al norte con Meta y Vichada, al oriente con Guainía y Vaupés, al sur con Vaupés y Caquetá, y al occidente con Caquetá y Meta. El territorio está conformado por la capital departamental, San José del Guaviare, y por los municipios de El Retorno, Calamar y Miraflores y habitan en el departamento 81.411 habitantes, de los cuales 50.676 se encuentran en las cabeceras municipales y 30.735 en áreas rurales. En Guaviare, se encuentran ubicados también indígenas de las etnias Tucano, Cubeo, Guayabero, Guahibo, Desana, Caravana, Puinave, Yuruti, Tariano, Siriano, Nukak Makú, Piratapuyo, Carijona, Tuyuca y Guanano, principalmente. La comunicación del departamento con los principales centros administrativos del país es bastante compleja, puesto que sólo existe una vía terrestre que lo conecta con la red vial nacional, que va de San José del Guaviare a Villavicencio; los municipios del departamento se comunican
entre sí por medio de una carretera no pavimentada que pasa por las cabeceras municipales de los municipios de San José, El Retorno y Calamar; al municipio de Miraflores, sólo es posible llegar por vía aérea o fluvial. Estas condiciones particulares elevan los costos del comercio y dificultan el acceso a diversos bienes, tales como los servicios de salud, educación y a nuevas oportunidades laborales. Lo anterior se ve reflejado en la información del censo 2005, según el cual el 61,3% de la población ubicada en el área rural del departamento posee necesidades básicas insatisfechas –NBI-, a diferencia de lo que ocurre en los cascos urbanos, donde el 34,1% de los hogares tiene NBI 1. Ahora bien, la situación de derechos humanos en Guaviare se encuentra estrechamente relacionada con la histórica debilidad de la presencia estatal en sus territorios, 1
Dane. Resultados Generales. Censo 2005
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Diagnóstico Departamental Guaviare el insuficiente desarrollo de la agricultura y la industria y el aprovechamiento de estas condiciones por parte de los grupos armados al
margen de la ley para impulsar allí una economía basada en el cultivo, procesamiento y comercialización de la coca.
Distribución de la población en las áreas rurales y urbanas municipales. Nombre de municipio San José del Guaviare Calamar
Población CENSADA COMPENSADA 2005 Urbano (Cabecera)
Rural (Resto)
Total
35.095
10.478
6.679
2.879
45.573 9.558
El Retorno
7.311
11.163
18.474
Miraflores
1.591
6.215
7.806
Fuente: Censo 2005
En la primera década del siglo XX, la economía del Guaviare estuvo relacionada con el transporte y comercio de caucho, pieles y pescados por los ríos Ariari, Guayabero y Guaviare hacia Villavicencio y Bogotá. A comienzos de los años cincuenta, llegaron al departamento campesinos de Tolima, Huila, Meta, Cundinamarca y Boyacá, huyendo de la violencia que se había desatado en estos departamentos, quienes, siguiendo sus costumbres crearon las condiciones para una incipiente agricultura de arroz y plátano. Posteriormente, gracias a una campaña iniciada por medios radiales, se promovió la colonización del Guaviare, especialmente de El Retorno, para reducir la población en los principales centros urbanos y diversificar la economía nacional. Sin embargo, la escasa oferta interna en el departamento, además de la precariedad de las vías de comunicación y las grandes distancias entre los lugares de producción y los centros comerciales, hicieron difícil el despegue de la agricultura en el departamento.2
selvático y la abundancia de ríos caudalosos, permitieron que se desarrollara su cultivo y comercio. En este escenario, traficantes con amplia experiencia se ubicaron en el departamento junto con sus estructuras armadas, regulando la compra de insumos, la siembra y la comercialización del alcaloide, y movilizando su propia mano de obra desde otros lugares del país.3
En la década de los setenta, los comerciantes que impulsaron la bonanza marimbera en la Sierra Nevada de Santa Marta, llevaron semillas a la Serranía de la Macarena y, posteriormente, hacia los ríos Guayabero y Guaviare. A diferencia de lo sucedido en la Costa Atlántica, no hubo bonanza marimbera en Guaviare; no obstante, los conocimientos de los indígenas sobre la planta de coca y las opciones que brindaba el terreno
La llegada de este frente guerrillero al departamento estuvo relacionada con la Séptima Conferencia de las Farc en la región del Guayabero, donde se acordó aumentar el número de frentes y combatientes, crear un cerco por la cordillera oriental, que separara al centro del país de la Orinoquía y la Amazonía y fortalecer sus finanzas a través del negocio de la coca y su
A finales de esta década, la sobreoferta de coca en el departamento produjo la caída en los precios de compra y venta, lo que condujo a que muchos traficantes y un buen número de población flotante abandonaran el Guaviare; otros cultivadores decidieron retomar la agricultura y obtener ganancias tanto de la economía legal como de la ilegal. A pesar de ello, a comienzos de los ochenta, se presentó una reactivación del negocio, pero esta vez con la participación del frente 1 de las Farc que había ingresado desde la región del Ariari en el Meta hacia San José.
3 2
Molano, Alfredo. Selva Adentro. Una historia oral de la colonización del Guaviare. El Áncora Editores. Edición 1999.
Un ejemplo de este tipo de traficantes fue “Patadegansa”, quién heredó sus contactos y fortuna de Efraín González, alias Siete Colores. Ibid.
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Diagnóstico Departamental Guaviare comercialización hacia los países vecinos. El frente 1 de las Farc, uno de los primeros y más fuertes de esta agrupación guerrillera, fue enviado por órdenes del Secretariado a ejercer dominio sobre todo el territorio del Guaviare, una vez se crearon en Meta nuevos frentes como el 7, 26, 27, 31, 39, 40 y 44. A lo largo de la década de los ochenta y comienzos de los noventa, el frente 1 de las Farc, y en menor medida el frente 7, incrementaron su presencia en todos los municipios del Guaviare, convirtiéndose en el actor armado ilegal con mayor predominio. Durante este proceso, la violencia se convirtió en el principal medio de esta agrupación para hacer funcionar la economía ilegal, pues sirvió para negociar y disputarse territorios con los narcotraficantes de la región y permitió la efectividad del pago del gramaje por parte de los raspachines y procesadores. Para contrarrestar esta situación, el Gobierno de Virgilio Barco creó en 1989 el Batallón de Infantería No.10 “General Joaquín París”, adscrito a la Séptima Brigada del Ejército, con sede en San José del Guaviare. Ante el progresivo dominio de la guerrilla, los traficantes de drogas reaccionaron creando grupos de seguridad privada que se enfrentaron a las Farc, dejando como consecuencia un incremento en la tasa de homicidio departamental, que pasó de 59 homicidios por cien mil habitantes (hpch) en 1995 a 132 hpch en 1996, y continuó aumentando en 1997, cuando alcanzó 143 hpch. Como respuesta, el Gobierno de Ernesto Samper declaró por decreto presidencial que los departamentos del suroriente se convertirían en zonas especiales de orden público, lo que implicó nuevas medidas como la restricción del ingreso de insumos para el procesamiento de coca y se propuso la fumigación de los cultivos ilícitos en la región. Los grupos de seguridad privada de ese entonces no estuvieron unificados bajo un mismo mando ni se dieron a conocer con una misma denominación; sin embargo, sentaron las bases para el ingreso de las Autodefensas Unidas de Colombia – AUC- al departamento, quienes entre 1997 y 1998 incursionaron a Maripipán (Meta), que limita con San José del Guaviare, con el fin de apoderarse de esta estratégica zona, con hechos atroces como las masacres de Mapiripán y la de Puerto Álvira – corregimiento de este municipio -, que dejaron un
elevado número de personas muertas y víctimas de desplazamiento forzado4. El accionar de las AUC se hizo aún más evidente entre 1999 y 2001 con la formación del frente Héroes del Guaviare, al mando de Pedro Oliveiro Guerrero alias Cuchillo, del bloque Centauros de las AUC, y con el comienzo de una campaña para apoderarse de las riberas de los ríos Guaviare e Inírida, principalmente en los municipios de San José del Guaviare y El Retorno, aptas para el cultivo, procesamiento y comercialización de la coca, así como para la adquisición de armamentos y municiones. Esta campaña dio lugar a una disputa entre esta agrupación y los frentes 1 y 7 de las Farc. Según testimonios de habitantes de la región, es posible que las cifras oficiales no den cuenta de la totalidad de los homicidios y de las desapariciones forzadas perpetradas en este escenario, pues los cadáveres de varias víctimas fueron arrojados al río Guaviare para desviar la atención del Gobierno nacional sobre ese fenómeno. Esta disputa continuó hasta finales de 2003, debido al apoyo que recibieron ambos actores ilegales, en materia de armamento y combatientes provenientes de otros departamentos. Las Farc recibieron refuerzos de los frentes 44, 39 del Meta y del 16 de Vichada, mientras que las autodefensas contaron con el respaldo del grueso del bloque Centauros. De manera paralela a la expansión de las autodefensas en el nororiente del departamento, las Farc fortalecieron su dominio social y económico en los cascos urbanos y áreas rurales de Calamar y Miraflores, aprovechando la desmilitarización de los municipios de La Macarena y Vista Hermosa en Meta, en el marco de la Zona de Distensión – ZD -5. Esta expansión se hizo 4
La masacre de Mapiripán ocurrió entre los días 15 y 20 de julio de 1997, cuando aproximadamente 200 integrantes de las Accu ingresaron al casco urbano del municipio y a las zonas rurales del mismo, en especial, a la inspección de Policía La Cooperativa, asesinando a aproximadamente 49 personas y provocando el desplazamiento forzado del 70% de la población. En mayo de 1998, miembros de esta agrupación ilegal ingresaron a la inspección de Policía de Puerto Álvira (Mapiripán) y ultimaron a un elevado número de personas, saquearon sus viviendas y torturaron a sus habitantes, generando el desplazamiento forzado de más de 400 personas. 5 Asimismo, para desacreditar las labores la aspersión aérea de cultivos ilícitos y reivindicar su dominio territorial ante la opinión pública nacional y departamental, en 1998, integrantes
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Diagnóstico Departamental Guaviare sentir en Guaviare a través de hechos como la toma de la estación de Policía de Miraflores en 1998, el sabotaje permanente de las elecciones y su presencia y control social en las áreas urbanas y rurales; además, fue bastante marcada en municipios cercanos a la ZD en Meta, como Puerto Rico y San Juan de Arama, y en Caquetá en El Doncello, Puerto Rico y El Paujil. Ante esta situación, en febrero de 2002, el Gobierno dio por terminada la ZD e inició la operación Tanatos, en la que se movilizaron cerca 7.000 soldados, para retomar el control de los 42.000 km2 que ésta abarcaba.
De otro lado, se frenó la expansión de las autodefensas, las cuales en 2004 intentaron ingresar a Calamar, y en el marco de las negociaciones del Gobierno nacional con los principales líderes de las AUC, en 2005, se logró la desmovilización colectiva de 1.135 hombres y mujeres del bloque Centauros de las AUC en el corregimiento Tilodirán del municipio de Yopal en Casanare. De igual manera, el 11 de abril de 2006, en el municipio de Puerto Lleras en Meta se desmovilizaron 1.765 combatientes pertenecientes a los frentes Héroes del Llano y Héroes del Guaviare.
Con el inicio de la Política de Defensa y Seguridad Democrática del Gobierno de Álvaro Uribe, y con ella del Plan Patriota, se desarrolló la operación JM, con el fin de recuperar el control, en principio militar pero también institucional, del sur del país, con particular énfasis en los departamentos de Caquetá y Guaviare, puntos neurálgicos a la hora de desarticular a la guerrilla de las Farc.
En 2006, no obstante, empezó a hacerse evidente la confrontación entre nuevos actores armados irregulares y las Farc. A pesar de las desmovilizaciones del bloque Centauros de las AUC y de los frentes Héroes del Llano y Héroes del Guaviare, se siguieron presentando disputas por el control de recursos provenientes del narcotráfico. Se tuvo conocimiento del enfrentamiento entre una nueva agrupación armada conocida como Los llaneros o Los cuchillos, conformada por algunas personas que no se desmovilizaron y pertenecían al bloque Centauros de las AUC, narcotraficantes y nuevos combatientes, y los frentes 1 y 7 de las Farc. Al parecer, esta nueva agrupación tiene por objetivo apoderarse de las áreas aledañas a los ríos Vichada, Guaviare e Inírida, que comunican al centro del país con el oriente y las fronteras internacionales, que sirven de vías para traficar armas, insumos químicos y, también, sacar grandes cargamentos de pasta base de coca.
En este escenario, el departamento se convirtió en uno de los principales centros de operaciones de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, compuesta por miembros de la Armada, el Ejército y Fuerza Aérea, y se establecieron allí la Brigada Móvil No. 7, con sede en Calamar y la Brigada Móvil No. 10, con sede en Miraflores. En ese mismo año, las estaciones de Policía de Calamar y Guaviare fueron reinauguradas. Gracias a estas acciones, las Farc fueron obligadas a salir de los cascos urbanos de Calamar y de Miraflores, lo que constituye un éxito para el Estado, pues los anteriores eran sitios de recuperación, apoyo logístico y cultivo de esta agrupación y procesamiento de coca, especialmente Miraflores. Es importante señalar, sin embargo, que a pesar de lo anterior, la población rural se ha visto especialmente afectada por las retaliaciones de esta agrupación guerrillera para evitar su colaboración con la Fuerza Pública y mantener su dominio sobre la cadena del narcotráfico.
de la Farc hostigaron la base antinarcóticos de San José del Guaviare, utilizando cilindros de gas cargados con explosivos; en 1999, guerrilleros atacaron las bases de la Policía en Miraflores (Guaviare) y Uribe (Meta), dejando como consecuencia un elevado número de civiles muertos y de militares secuestrados.
A continuación, se presenta un análisis sobre la dinámica del homicidio, secuestro, desplazamiento forzado y minas antipersonal en Guaviare entre 2003 y 2006 y un breve resumen comparativo de la situación del primer semestre de los años 2006 y 2007.
Homicidio En el periodo estudiado, se presentó un leve incremento en la tasa de homicidios del departamento, al pasar de 83 homicidios por cien mil habitantes (hcph) en 2003 a 86 hpch en 2006; a lo largo de estos cuatro años, la tasa departamental supera el promedio nacional. No obstante, es importante resaltar una notable
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Diagnóstico Departamental Guaviare
Tasas de Homicidio nacional y de Guaviare 2003-2006 120 100 80 60
97 83 53
40
75 45
39
86
37
20 0 2003
2004
GUAVIARE
2005
2006
NACIONAL
Fuente: CIC- Policía Nacional Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República
mejoría con respecto al pico registrado durante 2001 (140 hpch). Es así como entre 1999 y 2001, se presentó un incremento en la tasa de homicidios departamental que pasó de 43 hpch en 1999 a 97 en 2000 y a 140 hpch en 2001, principalmente en los municipios de San José del Guaviare y El Retorno, como consecuencia de la incursión del bloque Centauros de las AUC y las disputas entre esta agrupación y las Farc por el control de las riberas de los ríos Guaviare e Inírida. Estos ríos favorecen la comercialización de los insumos para la producción de estupefacientes y de armas y la realización de retenes fluviales utilizados por los grupos armados irregulares para abastecerse de bienes y alimentos.
otros en la vía que conduce a El Retorno, en la inspección La Libertad, dejando un saldo de 21 personas asesinadas en este último municipio.
Entre 2003 y 2006, el municipio más afectado fue San José del Guaviare, donde fueron cometidos 137 de los 332 homicidios del periodo, seguido por Calamar donde se presentaron 90 víctimas, Miraflores que registró 61 y, por último, El Retorno, donde fueron perpetrados 44.
En 2004, los homicidios en la capital y en El Retorno disminuyeron en 58% y 72%, al registrar 28 y 6 homicidios respectivamente; mientras que en Calamar y Miraflores se incrementaron en 129% y 100%, al presentarse 39 y 25 víctimas, respectivamente.
En 2003, las disputas territoriales entre las Farc y el frente Héroes del Guaviare continuaron, ahora con el apoyo de estructuras irregulares que actuaban en otros departamentos. Las Farc recibieron refuerzos de los frentes 16, 39 y 44 y las autodefensas movilizaron hombres desde la región oriental de Meta. En este marco, fueron perpetrados 67 homicidios en San José del Guaviare, algunos en cercanías al casco urbano, y
El caso de los dos primeros municipios tiene que ver con el probable repliegue de las Farc hacia las zonas rurales de estos municipios, en especial de San José del Guaviare, cesando en buena medida las muertes por cuenta de los enfrentamientos con las autodefensas, así como con la disminución en los homicidios selectivos cometidos por las autodefensas, con el fin de debilitar las bases sociales de la guerrilla.
En ese año, aumentaron en 114% los contactos armados por iniciativa de la Fuerza Pública contra las autodefensas y contra miembros de los frentes 1 y 7 de las Farc en El Retorno, al pasar de 7 en 2002 a 15 en 2003, en medio de operaciones para frenar el avance de la confrontación hacia el municipio de Calamar, y proteger la única carretera que comunica a la capital con estos dos municipios. En este contexto, se elevaron las cifras de miembros de grupos armados ilegales y soldados muertos en combates.
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Diagnóstico Departamental Guaviare En Calamar y Miraflores, esta agrupación guerrillera se vio obligada también a salir de los centros urbanos ante su incapacidad para enfrentar militarmente a la Fuerza de Tarea Conjunta Omega y la instalación de las Brigadas Móviles No.7 y No. 10. La manera de mantener un relativo dominio sobre estos territorios ha consistido entonces en fomentar el miedo en los habitantes, a través de homicidios selectivos y desapariciones forzadas.
rurales. En San José del Guaviare y El Retorno, el número de personas asesinadas continuó en aumento, registrándose 52 en el primer municipio y 29 en el segundo. Lo anterior se enmarca en la disputa territorial entre la banda de Los Cuchillos y las Farc, y responde a hechos específicos como el homicidio de personas que no desean ingresar a las filas de los Cuchillos, los homicidios contra bases sociales del bando contrario y enfrentamientos armados.
En 2005, el departamento registró la cifra de homicidios más elevada de todo el periodo estudiado, con incrementos en los municipios de San José del Guaviare, que alcanzó los 42 homicidios, Miraflores que presentó 36 y El Retorno con 34.
Por último, es importante mencionar las permanentes denuncias de los habitantes del departamento sobre la ocurrencia de desapariciones forzadas, tanto por parte de grupos de autodefensas como de las Farc. Según testimonios, los cadáveres son enterrados en fosas comunes en áreas rurales alejadas de los centros municipales o son arrojados a los ríos Guaviare e Inírida.
En el caso de Miraflores y Calamar, se observa una continuación en la estrategia de las Farc de atacar a la población civil, ahora con tres fines: evitar la colaboración de los habitantes con la Fuerza Pública, mantener el control de los cultivos de coca y de las vías para la comercialización de precursores y armamento y poner en entredicho la pertinencia y efectividad de las acciones de Fuerza Pública. En los cascos urbanos, los homicidios fueron principalmente selectivos y funcionaban con la información que suministraban los milicianos, y en las zonas rurales, los homicidios se realizaron a partir de los señalamientos contra los agricultores y raspachines, que se encontraban en lugares donde el Ejército había logrado hacer presencia o que se desplazaban al casco urbano de manera regular. En la capital departamental y en El Retorno, la muerte de Miguel Arroyave, líder del bloque Centauros de las AUC en 2004, y la desmovilización de gran parte de los integrantes de esta agrupación en ese año en el Meta generó algunas modificaciones en la dinámica de la confrontación. No obstante, la no desmovilización del frente Héroes del Guaviare en ese año favoreció la continuación de la confrontación entre los frentes 1 y 7 de las Farc y esta estructura. En 2006, se redujeron los homicidios en Calamar y en Miraflores, al pasar a 15 y 21 homicidios respectivamente, mostrando una mayor consolidación de la Fuerza Pública, ya no sólo en los cascos urbanos, sino también en las áreas
A lo largo del periodo, no se presentaron homicidios de alcaldes ni ex – alcaldes; sin embargo, en 2006, guerrilleros de las Farc asesinaron al concejal de Miraflores, Yesid Garcés Martínez del Partido Liberal. Por otra parte, en 2005, personas sin identificar le quitaron la vida a Iván Rodríguez Gutiérrez, maestro no sindicalizado. Es importante mencionar la delicada situación de la etnia Nukak Makú a raíz de la disputa por el control sobre los cultivos de coca que protagonizan los grupos armados al margen de la ley. Como resultado de esas disputas, dos indígenas fueron víctimas de homicidios en noviembre de 2005 en San José del Guaviare; además, los indígenas se vieron forzados a desplazarse para evitar que estos grupos los usaran para sembrar coca en dichos territorios. A pesar de los esfuerzos hechos por el Gobierno nacional en 2006, los indígenas no han podido retornar a sus territorios, donde han estado por décadas, poniendo en grave peligro la supervivencia de esta etnia. Por último cabe mencionar que el 28 de enero de 2006, se registró una masacre en el municipio de San José del Guaviare a manos de las Farc, en la que 4 personas resultaron muertas.
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Diagnóstico Departamental Guaviare
Secuestro Secuestros en Guaviare 2003 - 2006 12
11
10 8 6
4
4 2
1
2
0 2003
2004
2005
2006
Fuente: Fondelibertad Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República
Entre 2003 y 2006, la situación del secuestro en el departamento de Guaviare muestra una notable mejoría, en comparación con la dinámica que se presentó en el periodo 1998-2001, al pasar de 82 plagios durante todo el primer cuatrienio a 18 en el siguiente, lo que equivale a una disminución de 78%. Sin embargo, en 2005 se produjo un notable incremento, debido a la realización de secuestros masivos. El elevado número de plagios entre 1998 y 2001 está estrechamente relacionado con los hechos ocurridos entre el 3 y el 5 de agosto de 1998 en el municipio de Miraflores, cuando guerrilleros del frente 1 de las Farc atacaron la base antinarcóticos de la Policía durante aproximadamente 28 horas, dejando como consecuencia un elevado número de muertos y 76 miembros de la Fuerza Pública secuestrados, algunos de los cuales llegaron en el transcurso de la toma para prestar apoyo a los demás uniformados. Gracias a la mediación de la Cruz Roja Internacional, en 2001, 66 plagiados fueron liberados en los departamentos de Meta y Antioquia, mientras que los 10 restantes permanecen en cautiverio. En los años analizados en este informe, no se presentaron hechos de este tipo ni en Calamar ni en Miraflores, ya que las Farc se vieron obligadas a salir de los cascos urbanos y a replegarse hacia las zonas rurales ante la instalación de las Brigadas
Móviles No. 7 en Calamar y 10 en Miraflores, el fortalecimiento de las estaciones de Policía en estos municipios y el apoyo de las Fuerzas Militares que conforman la Fuerza de Tarea Conjunta Omega. En este contexto, Calamar pasó de 3 plagios entre 1998 y 2001 a ninguno entre 2003 y 2006, y Miraflores pasó de 76 secuestros a no registrar ninguno. Sin embargo, el 28 de noviembre de 2005, el municipio de San José del Guaviare, se registró un secuestro masivo, cuando guerrilleros del frente 7 de las Farc instalaron un retén ilegal en el sitio conocido como Buenos Aires en la carretera que conduce a El Retorno, en el que detuvieron a comerciantes, agricultores y propietarios de estos dos municipios. En el momento de los hechos, 15 de los 22 retenidos fueron liberados, mientras que 7 continuaron en cautiverio, hasta que personas cercanas pagaron la suma de 25 millones de pesos por cada uno. En diciembre de ese año, miembros de este mismo frente secuestraron en retenes ilegales a otras tres personas, de las cuales 2 permanecen en cautiverio. Según testimonios de las víctimas, en un comienzo, el retén tenía por objetivo amedrentar a las víctimas por negarse a pagar las llamadas vacunas a la guerrilla, señalándolos de presuntos colaboradores de las autodefensas. Sin embargo, en el trascurso del plagio, se decidió obtener también beneficios económicos del mismo.
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Diagnóstico Departamental Guaviare De acuerdo con lo anterior, los principales responsables de los secuestros en Guaviare han sido las Farc y autores no identificados. Los plagios cometidos por esta agrupación guerrillera han tenido varios objetivos, entre los que se encuentra desacreditar las acciones de la Fuerza Pública y del Estado encaminadas a recuperar el control y la seguridad en los municipios del Guaviare, que como se ha dicho en repetidas ocasiones, poseen un elevado número de hectáreas con cultivos de coca y vías fluviales que favorecen la comercialización de la pasta de coca. De igual manera, ha buscado ejercer presión sobre la población civil y evitar su colaboración con la Fuerza Pública y con los grupos de autodefensas. Por último, aunque en menor medida, han logrado obtener recursos por la liberación de sus víctimas, aunque el grueso de sus fuentes de financiamiento proviene en el departamento del mismo negocio del narcotráfico. Los autores sin establecer, por su parte, utilizaron los secuestros con propósitos exclusivamente económicos, aprovechando la circulación de comerciantes de diversas procedencias del país tanto en San José del Guaviare como en la carretera que lo comunica con los otros municipios del departamento.
Desplazamiento forzado6 Entre 2003 y 2005, se presentó un incremento en el número de personas víctimas de desplazamiento forzado en el Guaviare; no obstante, en 2006, los desplazamientos forzados llegaron a la cifra más baja del cuatrienio. En 2003, San José del Guaviare registró un total de 2.290 personas desplazadas, cifra que equivale a más del 50% de los hechos del periodo, seguido por El Retorno con 891 víctimas. Esta situación responde a los homicidios y a las permanentes amenazas que recibieron, principalmente, los agricultores y comerciantes, por parte del frente Héroes del Guaviare de las autodefensas y los frentes 1 y 7 de las Farc en el marco de la disputa
territorial sostenida entre éstos, al ser tildados de colaboradores del bando contrario. Los desplazamientos se produjeron en las veredas Caño Makú, Guanapalo, Charrrasquera, Charras y Boquerón de San José del Guaviare y en la inspección de la Libertad en El Retorno. El mayor número de desplazamiento se dio en 2004 y en 2005. Así, entre 2003 y 2004 aumentaron en 14% y de este último año a 2005, se incrementaron en 4%, alcanzando la cifra más alta del periodo. San José del Guaviare continuó siendo el municipio más afectado, seguido por Miraflores. El tercer municipio fue Calamar y el cuarto El Retorno. El notable aumento en el desplazamiento en Miraflores y en Calamar en estos dos años está vinculado con la salida de los habitantes de sus sitios de vivienda en las zonas rurales ante las intimidaciones de Farc para evitar la colaboración de los habitantes con las tropas de las Brigadas Móviles instaladas allí. Además de lo anterior, la siembra de minas antipersonal, las amenazas, las elevadas tasas de homicidio y la presunción de casos de desaparición forzada, han contribuido a la salida de los habitantes En esos años, se hizo notable también que como resultado de las aspersiones aéreas a los cultivos de coca y las acciones de la Fuerza Pública en materia de destrucción de laboratorios, cristalizaderos y la incautación de insumos para la producción de base de coca, se han reducido las opciones de trabajo para algunos cultivadores y productores. Debido a lo anterior, esta población ha abandonado sus chagras y se ha movilizado hacia los cascos urbanos municipales, principalmente, a San José del Guaviare y Miraflores, buscando apoyo del Gobierno municipal, haciéndose pasar en algunos casos como víctimas de desplazamiento forzado.
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En el presente informe y por instrucciones de la Agencia Presidencial para la Acción Social, las cifras dan cuenta de la fecha de expulsión de la persona y no la de declaración, tal y como se reportaba hasta la fecha.
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Diagnóstico Departamental Guaviare Desplazamiento Forzado en Guaviare 2003-2006 6000 5000 4000 3000
4789
4607
4056
3549
2595
2033
2000
1957
1000
1522
0 2003
2004
2005
2006
Receptor
Expulsión
Fuente: Sipod – Acción Social Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República
En 2006, se redujo en 26% en número de personas expulsadas en San José del Guaviare, que pasó de 2.443 a 1.962 víctimas, y en Miraflores que pasó de 1.242 a 562. Durante ese año, se registraron más desplazamientos en El Retorno que en Calamar; en el primero se presentaron 527 personas y en el segundo 498. Es posible afirmar al respecto que en los municipios de Miraflores y Calamar las causas del desplazamiento se mantuvieron relativamente similares; en San José del Guaviare y en El Retorno los campesinos y los indígenas se han visto especialmente afectados por la utilización de sus territorios como sitios de repliegue de la guerrilla, por la expansión de la banda de los Cuchillos por los corregimientos de El Capricho y Charras, y las disputas entre esta banda y las Farc por el control de las zonas cercanas a los ríos Guaviare e Inírida. Es importante también aludir a la grave situación de desplazamiento forzado que han vivido los indígenas Nukak Makú. Según información de la Agencia Presidencial para la Acción Social, el desplazamiento de los Nukak Makú se ha venido dando desde hace varios años, pero fue a mediados de 2003, cuando tomó trascendencia la llegada de un grupo de esta comunidad que se asentó en la reserva indígena de Barrancón, ubicada en San José del Guaviare, donde permanecen otras etnias. A finales de 2005 y comienzos de 2006, un grupo de 76 personas salieron de Araguato, un caserío ubicado en el Medio Guaviare, pasando por el corregimiento de Tomachipán hasta llegar a la capital
departamental, sumándose a unas 500 personas que han huido de la selva y se encuentran en la capital.7 En materia de recepción, se observa que a San José del Guaviare llegó más del 90% de la población en condición de desplazamiento forzado, al concentrar 7.200 de las 8.107 personas recibidas en el departamento. Esto puede estar relacionado, de un lado, con la debilidad administrativa de los municipios expulsores para atender el fenómeno y las víctimas a mediano y largo plazo, y la mayor capacidad de respuesta por la concentración de entidades y de programas, en especial en materia de reubicación en la capital departamental. Por otro lado, se percibe una mayor sensación de seguridad en San José. La dinámica de desplazamiento es principalmente interveredal, tanto en San José del Guaviare como en los otros tres municipios, lo que se demuestra al advertir que 7.514 de las 8.107 provenían del mismo Guaviare. Tal situación es posible debido a la vasta extensión de cada uno de ellos y la lejanía de los cascos urbanos de algunas zonas rurales. Por último, es importante mencionar que Guaviare recibió víctimas de desplazamiento forzado, principalmente del departamento de Meta, y en menor medida, de Vaupés, Vichada, Arauca, Santander, Cundinamarca y Valle del Cauca. 7
Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional. Los nukak makú quieren retornar a su tierra. Ver: http://www.accionsocial.gov.co/contenido/contenido.aspx?catID =127&conID=691
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Diagnóstico Departamental Guaviare Eventos por Minas Antipersonal en Guaviare 2003 - 2006 60
57
50 40
39
30 20 10 0
18
8
2004
2005
3 2003
24
10
ACCIDENTES
5 2006
INCIDENTES
Fuente: Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República.
Minas antipersonal8 Entre 2003 y 2006, se registró un significativo aumento en los eventos por uso de minas antipersonal en Guaviare, con respecto a la situación que se presentó entre 1998 y 2001, al pasar de 2 a 164. San José del Guaviare fue el municipio más afectado, al registrar un total de 74 eventos, seguido por Calamar que presentó 41, El Retorno con 30 y Miraflores con 19. En los años señalados, los frentes 1 y 7 de las Farc aumentaron la instalación de minas antipersonal, con el propósito de frenar el avance de Fuerza Pública hacia las zonas rurales, donde se encuentran replegados desde 2004, cuando el Estado retomó el control sobre las cabeceras municipales, y proteger los cultivos de coca, los laboratorios para su procesamiento y las rutas para el transporte de sustancias ilícitas, armas, municiones y alimentos. Esta agrupación ha usado también las minas antipersonal para herir a la población civil y llamar la atención nacional sobre las zonas que concentran buena parte de las ofensivas militares. A pesar de lo anterior, desde 2004, soldados del batallón Joaquín París y las Brigadas Móviles No. 7 en Calamar y No. 10 en Miraflores con el apoyo de tropas adscritas a la Fuerza de Tarea Conjunta 8
Según la Ley 759 de 2002, se entiende por accidentes por Map o Muse “un acontecimiento indeseado causado por minas antipersonal, que genera daño físico y/o psicológico a una o más personas” y por incidentes “un acontecimiento relacionado con minas antipersonal, que puede aumentar hasta un accidente o que tiene el potencial para conducir a un accidente”.
Omega (FTCO), incrementaron las medidas de neutralización en contra de las minas antipersonal. En el caso de San José del Guaviare, tales operaciones se ven reflejadas en el incremento en los incidentes, al pasar de 4 en 2003 a 28 en 2004, que equivale a un aumento de 600%. En Calamar, el incremento se prolongó hasta 2005 pasado de 7 incidentes en 2003 a 11 en 2004 y a 17 en ese año. En el municipio de Miraflores, donde en 2003 no se registró ningún incidente, en 2004 se presentaron 10. El incremento en los incidentes en estos municipios ha ido acompañado del aumento en los accidentes por Map, especialmente, en 2004, cuando empieza a funcionar la FTCO, siendo San José del Guaviare el municipio más afectado, al concentrar 21 de los 26 accidentes ocurridos en el periodo. Al igual que los eventos, entre 2003 y 2006 el número de víctimas por Map aumentó notablemente, al pasar de 1 víctima entre 1998 y 2001 a 49 en el periodo estudiado. Como se observa en la tabla, en Guaviare la población civil y los miembros de la Fuerza Pública se han visto afectados casi por igual por las minas antipersonal, pues del total de víctimas, el 53% fueron militares y el 47% restante fueron civiles. A pesar de que las minas han sido instaladas por los grupos irregulares con el fin de causar daños a sus contrincantes, especialmente a la Fuerza Pública, también han sido usadas para afectar a la población civil, generar desplazamiento forzado y desacreditar las operaciones militares en la región ante la opinión pública nacional e internacional. Así mismo, han buscado amedrentar a los habitantes que han decidido abandonar el cultivo de la coca y unirse a los planes dispuestos por el Gobierno nacional para generar opciones legales de trabajo. Los lugares que han registrado el mayor número de víctimas son el corregimiento de Cachicamo, la vereda El Diamante y los sitios conocidos como Caño Bonito y Caño Negro, en el municipio de San José del Guaviare, donde las Farc han instalado minas en cercanías a las escuelas y a las viviendas de los pobladores. Los territorios entre los municipios de Calamar y Miraflores, que concentran buena parte de los cultivos de coca del departamento, han sido minados también, generando desplazamiento forzado.
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Diagnóstico Departamental Guaviare
Víctimas por uso de minas antipersonal en Guaviare 2003 y 2006 Condicion
Estado Herido Civil Muerto Herido Militar Muerto Total general
2003 2 2 0 0 4
2004 0 0 12 2 14
2005 17 0 3 1 21
2006 2 0 7 1 10
Total general 21 2 22 4 49
Fuente: Programa Presidencial para la Acción Integral contra las Minas Antipersonal. Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República.
Situación primer semestre 2007 Entre enero y junio del presente año, se registraron disminuciones en todas las variables analizadas, con excepción de la situación de los civiles heridos por minas antipersonal. Los homicidios se redujeron en un 15% en el municipio de El Retorno, que pasó de 19 a 13, seguido por Miraflores que pasó de 15 a 11 y por Calamar bajó de 11 a 9. En San José del Guaviare aumentaron los homicidios, al ser cometidos 29 en el primer semestre de 2006 a 30 en el mismo periodo de 2007. En 2006, miembros de las Farc cometieron un homicidio colectivo contra 4 pobladores de San José del Guaviare, mientras que en el presente año, no se han presentado delitos de esta índole. En cuanto a las autoridades locales del departamento, es posible anotar que si bien no han sido blanco de homicidios, sí han estado permanentemente amenazados por los actores armados ilegales, especialmente, cuando no permiten la imposición de sus reglas. En la coyuntura electoral de 2007, miembros de las Farc realizaron un atentado contra un candidato a la alcaldía que se encontraba realizando campañas en una vereda cercana al casco urbano de Calamar. En estos meses, no se registraron tampoco homicidios de maestros sindicalizados, no sindicalizados, sindicalistas de otros sectores ni de periodistas. Tampoco se presentaron homicidios de indígenas; no obstante, vale la pena mencionar la situación de riesgo de las etnias Guayabero y Nukak Makú por la presencia de la banda de los Cuchillos en cercanías a sus resguardos y la
utilización de estos territorios por parte de las Farc para esconderse. Los secuestros bajaron en un 100% en comparación con el primer semestre de 2006, cuando un agricultor y un comerciante fueron secuestrados por delincuentes comunes en El Retorno y en San José del Guaviare, con fines económicos. En materia de desplazamiento forzado se produjo, de igual manera, una disminución de 34%, al pasar de 1.971 a 1.307. La mejoría más significativa se dio en Calamar, donde se habían presentado 353 víctimas en el primer semestre de 2006 y en 2007 se registraron 141. Luego se encuentra San José del Guaviare, que pasó de 1.123 a 704, seguido por Miraflores que bajó de 243 a 175. En El Retorno, la cifra de desplazamiento aumentó de 252 personas a 287. En materia de minas antipersonal, se presentó una reducción en los incidentes y accidentes, sin embargo, el número de víctimas aumentó después de que en la vereda Barrancos, miembros de la etnia Nukak-Makú activaron accidentalmente un artefacto explosivo, resultando heridos 16 indígenas.
Conclusión Como se mencionó al inicio de este informe, la situación de derechos humanos en Guaviare se encuentra estrechamente relacionada con la débil presencia estatal que por mucho tiempo vivió el departamento, con la falta de oportunidades laborales y con el aprovechamiento por parte de
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Diagnóstico Departamental Guaviare los grupos armados al margen de la ley para desarrollar allí una economía basada en el cultivo, procesamiento y comercialización de la coca. Desde la década de los setenta, los frentes 1 y 7 de las Farc fortalecieron la economía ilegal en Guaviare, haciendo uso de las características naturales del departamento que combinan las selvas húmedas de la Amazonía con los llanos de la Orinoquía, así como la existencia de los ríos caudalosos como el Guaviare y el Inírida, que permiten el transporte de alimentos, armamento y drogas hacia los países que tienen frontera con Colombia por el oriente. Así mismo, han aprovechado la escasez de ofertas laborales y las altas utilidades de los negocios ilícitos para ejercer una especie de monopolio sobre la economía de buena parte del departamento, en donde campesinos cultivan y procesan la coca, los traficantes la venden en los centros urbanos y la bonanza permite el sostenimiento de actividades de lujo, que sin ella no serían posibles. A finales de los noventa, las Autodefensas Unidas de Colombia, a través del frente Héroes del Guaviare del bloque Centauros, entraron a disputarle a la guerrilla el control del negocio y de los territorios estratégicos, dejando como resultado, hacia 2003, un incremento en los homicidios selectivos, en el desplazamiento forzado y en posibles desapariciones forzadas. Desde 2004, empieza a hacerse visible la operación JM del Plan Patriota con la instalación las Brigadas Móviles No. 7 en Calamar y No. 10 en Miraflores, así como las acciones de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega, en materia de aspersiones aéreas de cultivos ilícitos, destrucción de laboratorios y cristalizaderos para la elaboración de base de coca y la captura de miembros de agrupaciones armadas ilegales9. Gracias a la iniciativa de la Fuerza Pública, las Farc se vieron obligadas a salir de los cascos urbanos de Calamar y Miraflores y han visto diezmadas las ganancias del negocio del narcotráfico, pues cada vez es más difícil el transporte de insumos para la elaboración de la base y su comercialización.
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Ver: Golpe a las finanzas de las Farc en el Guaviare. En: Agencia de Noticias Ejército (ANE), jueves 02 de diciembre de 2004; Miraflores, verde esperanza. En: Alfredo Díaz. Escuela de Relaciones Civiles Militares. ANE.
En este contexto, uno de los principales retos que debe enfrentan el Gobierno departamental y los municipales en el futuro es la creación de ofertas de trabajo legales que sean viables y que arrojen el dinero necesario para la subsistencia de los campesinos, situación que resulta compleja, especialmente en Miraflores, donde no existen vías terrestres de comunicación que faciliten la comercialización de productos. Otro desafío que tienen las autoridades locales es la supervisión de la salud sexual de sus habitantes, sobretodo, en los municipios que por cuenta de las bonanzas cocaleras, tuvieron un aumento en la actividad de las zonas de tolerancia. Otro tema importante tiene que ver con el fortalecimiento del sistema carcelario, pues las personas capturadas por todo tipo de delitos tienden a ser remitidas a la cárcel de San José del Guaviare, que no cuenta con la infraestructura adecuada para ello. Al igual que en el departamento de Meta y Caquetá, específicamente, en municipios de tradicional presencia de la guerrilla, la Fuerza Pública debe enfrentar el reto de la creación de un clima de confianza con la población civil de los municipios de Calamar y Miraflores. Sin ello, los habitantes se ven cohibidos para denunciar la presencia de los actores armados ilegales por temor a ser interrogados sobre sus vínculos con los mismos. Para finalizar, es importante anotar dos aspectos relacionados con la situación de 2007. Por una parte, se hace necesario el fortalecimiento en materia de soldados profesionales, armamento y medios de transporte del Batallón de Infantería No. 24 General Luis Carlos Camacho Leyva en Calamar, que reemplazó a la Brigada Móvil No. 7 en el marco del Plan Consolidación del Gobierno Nacional, pues los habitantes temen una arremetida de las Farc. Por otra parte, se debe tener especial cuidado con los enfrentamientos entre la nueva banda delincuencial conocida como Los Cuchillos y los frentes 1 y 7 de las Farc, que puede dejar como consecuencia el desplazamiento forzado y homicidios de indígenas de los resguardos Nukak Makú, Charco Caimán, Mocuare, Barranco Ceiba y Laguna Araguato en San José del Guaviare.
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Diagnóstico Departamental Guaviare Anexos NÚMERO DE HOMICIDIOS Y TASA DE HOMICIDIOS EN LOS MUNICIPIOS DE GUAVIARE 2003 - 2006 2003 MUNICIPIO SAN JOSE DEL GUAVIARE CALAMAR EL RETORNO MIRAFLORES
2004
2005
2006
N° homicidios
Tasa
N° homicidios
Tasa
N° homicidios
Tasa
N° homicidios
Tasa
67 17 21 0
107 79 96 0
28 39 6 25
44 176 27 118
42 34 17 36
64 150 74 165
52 15 29 21
77 65 123 94
Fuente: Policía Nacional Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República
CIFRAS SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS EN GUAVIARE 2003 - 2006 2.003 2.004 2.005 Variables Homicidios 105 98 129 Víctimas de masacres 0 0 0 Casos de masacres 0 0 0 Homicidios de maestros sindicalizados 0 0 0 Homicidios de maestros no sindicalizados 0 0 1 Homicidios de sindicalistas de otros sectores 0 0 0 Homicidios de alcaldes y ex alcaldes 0 0 0 Homicidios de concejales 0 0 0 Homicidios de indígenas 0 0 0 Homicidios de periodistas 0 0 0 Secuestros 1 2 11 Desplazamiento forzado 4056 4607 4789 Eventos por MAP y MUSE 21 67 47 Civiles Heridos por MAP y MUSE 2 0 17 Civiles muertos por MAP y MUSE 2 0 0 Militares Heridos por MAP y MUSE 0 12 3 0 2 1 Militares Muertos por MAP y MUSE
2.006 117 4 1 0 0 0 0 1 0 0 2 3549 29 2 0 7 1
Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República
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Diagnóstico Departamental Guaviare
CIFRAS SITUACIÓN DE DERECHOS HUMANOS EN GUAVIARE COMPARATIVO ENERO - JUNIO 2006 Y 2007 Variables Homicidios Víctimas de masacres Casos de masacres Homicidios de Alcaldes y exalcaldes Homicidios de Concejales Homicidios de Indígenas Homicidios de sindicalistas de otros sectores Homicidios de Maestros Sindicalizados Homicidios de Maestros No Sindicalizados Homicidios de Periodistas Secuestro Desplazamiento Forzado Eventos por MAP y MUSE Civiles Heridos por MAP y MUSE Civiles muertos por MAP y MUSE Militares Heridos por MAP y MUSE Militares Muertos por MAP y MUSE
Ene - Jun 2006
Ene - Jun 2007
74 4 1 0 0 0 0 0 0 0 2 1.971 10 2 0 7 1
63 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1.307 7 16 0 2 0
Variación en el periodo -15% -100% -100% 0% 0% 0% 0% 0% 0% 0% -100% -34% -30% 700% 0% -71% -100%
Procesado: Observatorio del Programa Presidencial de DH y DIH, Vicepresidencia de la República
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