Desábato y Ortega atizaron el fuego de un partido

25 abr. 2010 - costado, volvió a decirse de todo con Orte- ga. El zaguero reconoció: “Nos dijimos un montón de cosas. Me saqué después del planchazo.
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Domingo 25 de abril de 2010

FUTBOL

El torneo Clausura

EL DATO Alexis Ferrero, con una máscara y lesionado Alexis Ferrero (foto) sufrió una molestia en el recto anterior derecho y se teme que se trate de un desgarro. El defensor jugó con una máscara por una lesión en la nariz. Lo reemplazó Gustavo Cabral.

Desábato y Ortega atizaron el fuego de un partido incendiario El zaguero lo ofendió y el Burrito luego le aplicó un alevoso planchazo; Villalva y Cabral, expulsados en el final Por Martín Carrasco (h.) Para LA NACION

E LA CURIOSIDAD Una bandera local en el duelo de estilos Choque de estilos futbolísticos anoche, en La Plata. Estudiantes, con la impronta bilardista, y River, con la filosofía de Cappa y su acercamiento al pensamiento menottista. Los simpatizantes locales desplegaron una bandera que decía: “Cappa = nada. Menotti, algo. Bilardo, todo”.

LA DECLARACION Cavenaghi no quiere volver con Passarella presidente “Mientras Passarella sea presidente de River, no vuelvo”, afirmó Fernando Cavenaghi, delantero de Bordeaux, de Francia, que dijo que al actual dirigente le molestó en su momento que él dijera que prefería jugar en Europa.

// FOTO BA I R ES Y J. SA N D OVA L

Viaje por la Libertadores

Rumbo a México, pero sin Verón Con dos frentes en la mira, Estudiantes también piensa en la Copa Libertadores. Hoy, a las 8, el plantel se reunirá y se trasladará a Ezeiza para embarcarse, a las 11, en un vuelo rumbo a México, donde pasado mañana enfrentará a San Luis Potosí por los octavos de final del certamen continental. La lista que dio a conocer el DT Alejandro Sabella, que dejará a varios futbolistas en el país para descansar (entre ellos, Juan Sebastián Verón), es la siguiente: los arqueros Orion y Albil; los defensores Clemente Rodríguez, Federico Fernández, Rojo, Iberbia, Germán Re y Cellay; los volantes Sánchez, Stefanatto, Benítez, Núñez, Carrusca y Enzo Pérez, y los delanteros Morales Neumann, Gastón Fernández, Leandro González y Michael Hoyos. Sobre el partido de ayer, Verón comentó: “Fue un friccionado. River es un equipo muy duro. Tenemos la presión de un equipo que pelea todo”.

Desábato cruza fuertes insultos con Ortega; en la otro foto, se retuerce de dolor tras el planchazo del Burrito

Angel Cappa, DT de River

“No fuimos menos que Estudiantes”

Angel Cappa

Como en todo vestuario de un equipo derrotado, el clima en el de River no era bueno. Caras largas de los futbolistas, que salieron del lugar en silencio y apenas anunciaron que sólo hablarían mañana en el entrenamiento que se realizará en el complejo de Ezeiza. El único que dio explicaciones frente a la prensa fue el entrenador, Angel Cappa, que analizó la derrota por 1 a 0 ante Estudiantes. “Estudiantes se encontró con un gol que no buscaba. Llegó en una ju-

gada desafortunada y la pelota se metió en el arco. Luego ellos supieron sostener el resultado.” Sobre el partido, el DT indicó: “Le jugamos de igual a igual a Estudiantes. Y destaco que no fuimos menos que ellos, que son un conjunto que pelea el campeonato. River es un equipo en formación y se está armando”. Cuando al entrenador le preguntaron qué le falta a River, contestó: “Cuatro años de trabajo, como lo hizo Estudiantes”.

l clima empezó a caldearse desde el saludo inicial entre los capitantes. Cuando le dio la mano a Sebastián Verón, Matías Almeyda lo trajo hacia él y le dijo algo con el gesto adusto, sin la cordialidad (real o fingida) que se acostumbra en esa ceremonia previa. Hace un tiempo, el volante de River había reconocido públicamente que tenía diferencias (no especificó cuáles) que lo separan del emblema de Estudiantes, con el cual compartió los mundiales 1998 y 2002, y el plantel de Lazio. De todas maneras, al final del partido, Vérón le quitó trascendencia a la situación: “No tuve ningún problema con Almeyda”. Si ese episodio fue una chispa, el incendio se propagó. Muchos jugadores perdieron la compostura. Se les empezaron a ir la lengua y las piernas. Se respiró un ambiente violento. Se sucedieron los encontronazos y las entradas desleales. En el primer tiempo, las cámaras de TV captaron una fuerte ofensa de Leandro Desábato a Ariel Ortega: “Borracho de m...”. Alguna vez, el defensor permaneció demorado en una comisaría en Brasil por frases discriminatorias al jugador Graffite. Al final de la primera etapa, varios jugadores de Estudiantes intercambiaron recriminaciones con Almeyda. Todo empeoró en el segundo período. A los 3 minutos, Ortega le aplicó un alevoso planchazo a Desábato, sin que el árbitro Pitana lo expulsara. Más grave fue que el asistente Sergio Uziga, que estaba de frente y a pocos metros del foul, no le informara nada al referí. Desábato, que debió ser atendido en un costado, volvió a decirse de todo con Ortega. El zaguero reconoció: “Nos dijimos un montón de cosas. Me saqué después del planchazo. Vino muy fuerte, no me gustó nada porque pudo lesionarme. Me arrepiento por haber dicho lo que dije, pero estaba con las pulsaciones a mil”. Ortega, como el resto de sus compañeros, se fue del estadio sin hablar. Angel Cappa, que sobre el final les dirigió gruesos insultos a los plateístas locales, se amparó en los códigos que el fútbol maneja en estos casos: “Todo queda dentro de la cancha”. “El partido fue muy friccionado, a Pitana se le fue de las manos. Yo bajé un cambio porque estaba amonestado”, agregó Desábato, en relación a la tarjeta amarilla que recibió por golpear a Ortega a modo de venganza. Salvo Villagra (recibió la tarjeta amarilla por protestar), el resto de las amonestaciones (cuatro) fueron por juego brusco. River, debido a la impotencia, cayó en el descontrol. Hasta ayer, en 15 fechas, sólo había tenido dos expulsados (Quiroga y Almeyda). Anoche sumó dos más en apenas dos minutos. Villalva y Cabral vieron la tarjeta roja directa a causa de violentas infracciones sobre Matías Sánchez. En el caso del juvenil delantero, fue su primera expulsión en 23 cotejos en primera. Todo un síntoma del nivel de crispación.