décima semana internacional de la comunicación - Uniminuto

27 ago. 2016 - Facultad de Ciencias de la Comunicación de UNIMINUTO. ... inimaginable un medio de comunicación masivo que se limite a transmitir-.
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DÉCIMA SEMANA INTERNACIONAL DE LA COMUNICACIÓN DEL 23 AL 27 DE AGOSTO DE 2016 IMAGINA LA PAZ

CONVOCATORIA DE PONENCIAS Las propuestas deberán incluir: - Título - Resumen de 300 palabras en español - Datos personales (nombre, correo electrónico, teléfono) - Datos institucionales (cargo e institución) - Información sobre las ponencias: 

Las ponencias deben ser originales y no haberse publicado anteriormente.



Los trabajos contarán con una extensión máxima de 10 páginas a doble espacio, letra times new roman 12.



El resumen y la ponencia deberán ser enviadas por correo electrónico en un archivo Word.

Plazo máximo de envío: 18 de mayo de 2016.

DÉCIMA SEMANA INTERNACIONAL DE LA COMUNICACIÓN DEL 23 AL 27 DE AGOSTO DE 2016 IMAGINA LA PAZ Objetivo General Analizar y debatir la manera cómo la comunicación aporta a la construcción de una cultura de paz en Colombia, desde la educación, el periodismo, lo gráfico, lo audiovisual, lo organizacional, y el desarrollo para el cambio social. Objetivos Específicos 

Fortalecer el concepto de comunicación y sus procesos, siendo éste el principio de formación académica de cada uno de los programas de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UNIMINUTO.



Estudiar las maneras como la comunicación es fundamental en los procesos de perdón y reconciliación, y en la construcción y re-construcción del tejido social.



Elaborar conjuntamente la manera como “la paz” comienza desde nosotros como personas y como colectividades; y cómo la formación como comunicadores, aporta a la consolidación de una cultura de paz y a la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Justificación Hablar de cómo se puede poner la comunicación al servicio de la construcción de una cultura de paz en Colombia, es tocar la fibra de lo cultural, y de lo que la sociedad colombiana ha asimilado hasta el día de hoy como “el deber ser”. Es hablar de la comunicación como herramienta fundamental en un proceso de desintoxicación social, y de formación de una sociedad con amplios valores culturales, y dispuesta a entrar en un proceso de perdón y reconciliación.

Es necesario para ello, entender que “el matrimonio entre cultura y comunicación mantiene relaciones paradójicas y a menudo incomprendidas en nuestra sociedad contemporánea. A primera vista, sabemos que no hay cultura socialmente existente que no tenga un plan intrínseco de difusión y, por tanto, una comunicación fehaciente ante determinados sectores sociales, por pequeños que estos sean. A sensu contrario, si es difícil pensar una comunicación que no tenga aspectos creativos y deje de transmitir valores de cultura, más aun resulta inimaginable un medio de comunicación masivo que se limite a transmitirintocable- la cultura realizada en otro lugar, aunque sólo sea porque la programación crea un nuevo sentido” (Bustamante, 2006).1 Se deduce a partir de esto, que no es posible pensar ambos términos por separado, en los procesos de desarrollo individual y por ende, social. Es importante analizar en medio de los problemas coyunturales que enfrenta Colombia, si los procesos de comunicación están contribuyendo con la solución del conflicto, o si por el contrario, se está arraigando aún más en los colombianos la polarización entre sectores a favor y en contra del proceso. Durante la Décima Semana Internacional de la Comunicación de UNIMINUTO, se analizará el papel de la comunicación en el desarrollo de un proceso de perdón y reconciliación, posterior a la firma del Acuerdo de Paz con los grupos al margen de la ley. “Este Acuerdo para la terminación del conflicto y la construcción de una paz duradera, pone de manifiesto que la paz es un proceso de construcción colectiva. Sabemos, entonces, que la prolongación de la guerra dependerá de grandes núcleos de colombianos y colombianas que han acumulado toda clase de poderes:

1

BUSTAMANTE, ENRIQUE: Diversidad en la era digital: la cooperación iberoamericana cultural y

comunicativa. Disponible en http://www.oei.es/pensariberoamerica.

económico, político, académico, religioso, cultural, mediático. Sectores que jugarán un papel determinante en el éxito o fracaso del proceso de paz”.2 Se identificará cómo desde la individualidad y desde la formación como comunicadores –desde la educación, el periodismo, lo gráfico, lo audiovisual, lo organizacional, y el campo del desarrollo para el cambio social-, se puede aportar a la construcción de una sociedad en paz. A partir de esto también es necesario reforzar en los asistentes al evento, el concepto de comunicación, y evidenciar cómo se está concibiendo desde cada una de sus áreas. De este modo, a continuación se explicará el abordaje que se le ha dado desde cada uno de los programas académicos de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de UNIMINUTO: 

Comunicación Social – Periodismo

El campo de la comunicación se comprende como un escenario o territorio, donde se tejen redes entre diferentes contenidos, por lo tanto también entre conocimientos y en ellos, lugares de indagación y aproximaciones a las formas de comprender la comunicación social y el periodismo. Al menos se ha fijado la mirada en tres escenarios que históricamente le han dado sentido a diferentes tramas o formas de entender la comunicación. La primera de ellas, surge con el interés por comprender los medios de comunicación masiva, posteriormente se configura un interés por aproximarse al mensaje que es transmitido en diversos escenarios o mediante diversos mecanismos, finalmente se genera un gran interés por comprender el fenómeno de la mediación. Estos tres escenarios, son los principales componentes que configuran o articulan la red que brinda sentido al campo de la comunicación social y el periodismo, escenarios que se orientan cada vez más en comprender el fenómeno comunicacional en el sujeto, aproximándose entonces cada vez más a los procesos intersubjetivos. (PCP 2015) 2

http://www.fundacionparalareconciliacion.org/detalle_ed.php?id=MTA=



Tecnología en Comunicación Gráfica

El nacimiento de la Comunicación Gráfica como disciplina se puede situar con diferentes cambios que se han generado dentro de la comunicación y del diseño, la aparición de la imagen como concepto y del papel de la tecnología dentro de la construcción de procesos comunicativos, han generado cambios de paradigma en la disciplina creando nuevas apuestas conceptuales del diseño gráfico y de la comunicación. Dentro de estas apuestas, lo gráfico adquiere modos diferentes en los que interactúa, su única finalidad ya no es solamente expresiva y compositivas, adquiere dimensiones comunicativas que le permiten representar y crear escenarios donde la gráfica dinamiza procesos comunicativos que se dan y que se soportan a partir de la imagen. La concepción de la comunicación desde la epistemología definida por la FCC de UNIMINUTO, la cual a su vez, está alineada a la Escuela Latinoamericana de la Comunicación ELACOM. Uno de sus principales exponentes, Martín-Barbero, postula que la comunicación es un proceso cultural, humano, que se hace entre iguales, pero también entre diferentes, en donde el otro tiene la capacidad de producción y comprensión de mensajes, en este caso visuales, donde las significaciones y sentidos son dinámicos y están en constante cambio. El Facultad de Ciencias de la Comunicación entiende que el objeto de estudio de la comunicación se centra en la “expresión e intercambio de la capacidad simbólica” (Martínez, B. 2012) en donde el ejercicio comunicativo es inherente a la cultura, la cual es el espacio para generar los procesos de intercambio y mediación humana. Este objeto de estudio se manifiesta en “todas aquellas formas expresivas de la condición

humana

que

trascienden

indiscutiblemente

cualquier

mediación

tecnológica o determinación del discurso” (Martínez, B, 2012). A partir de esto es que la comunicación gráfica se entiende como una de estas formas expresivas, ya que “la imagen es expresión, síntesis y resultado de las relaciones sociales”

(Vigostky citado por Salas, 1934) y por otro lado, en términos de Eco: las sociedades se construyen a partir de signos y símbolos. Por lo tanto, el programa comprende la comunicación como un proceso inherente al ser humano, de relación y de reconocimiento, que en su dinámica, transforma y afecta la vida de los sujetos que intervienen, y que está inmerso en un contexto complejo y mutante. Este objetivo puede lograrse a través de distintos medios como por ejemplo la escritura o el habla, además los avances científicos y tecnológicos han brindado a través del tiempo, la posibilidad

de mejorar los procesos comunicativos entre

seres humanos. Sin embargo, es importante mencionar que la comunicación trasciende la posibilidad de producir y comprender mensajes, pues como afirma Omar Rincón: “La comunicación es un modo de producir sentido social, de afirmar o transformar percepciones y representaciones, de conectar con promesas de futuro y de buscar las formas narrativas del mundo. Así, la acción mediática recrea, renueva, recontextualiza los ritos y las creencias humanas para producir un paisaje simbólico…” (Rincón, 2006, 13) En este sentido, la construcción de sentido compartido a través de imágenes se puede entender como una de las formas más pertinentes para lograr objetivos de comunicación en términos sociales y culturales de la actualidad. Es decir, en una época en la que la información es bombardeada en el espacio social a través de distintos medios, la imagen se convierte en uno de los recursos más acertados para generar impacto y respuestas efectivas en los procesos de comunicación, especialmente en el sentido de la conformación de la cultura.



Tecnología en Realización Audiovisual

La Tecnología en Realización Audiovisual, aborda la comunicación desde dos dimensiones del lenguaje: es el producto resultante de la interacción sociocultural –desde los análisis de Vigotsky-, donde la relación de un individuo con sus semejantes por medio del lenguaje en cualquier narrativa (oral, escrito, corporal, etc) se presenta como base de la comprensión del y con el otro, del mundo y de la producción de relaciones sociales. Lo anterior también se sustenta en la especificidad del lenguaje audiovisual, entendido como un código de comunicación que a través de varios canales permite establecer una relación expresiva entre el emisor y el receptor. En este punto, el uso de las herramientas por parte del realizador audiovisual debe ser apropiado para que se puedan crear narraciones enmarcadas en este código. Los lenguajes audiovisuales están compuestos por planos, composiciones y movimientos de cámara entre otros, que se constituyen en los diversos signos que componen el lenguaje audiovisual, desde el abordaje que brinda Christian Metz en su análisis de la sintagmática cinematográfica. Tomando como referente lo anterior, la intención comunicativa del realizador se concibe como la necesidad de decir, de mostrar o de expresar un mensaje, y que parte del mismo tenga su origen en una emoción o un sentimiento y esté soportado en un proceso de reflexión que busque generar un efecto intencional en su audiencia. Se puede decir entonces que la intención comunicativa se concibe como una mediación, desde la perspectiva de Jesús Martín Barbero, como el intersticio entre la producción y recepción en las que se crean y recrean significados, sentidos y percepciones.



Especialización en Comunicación Educativa

En la reconfiguración del campo C-E-C la Comunicación ocupa un lugar central. Es el lugar de anclaje de los demás elementos –Educación y Cultura- para construir la relación. Ante todo la comunicación es una estrategia para la supervivencia y la continuidad del género humano, hasta el punto que quienes no se comuniquen bien ponen en riesgo su vida, siendo en consecuencia absolutamente necesaria. La materia prima de la comunicación es el „contacto‟. A la base somos animales que nos relacionamos y manifestamos corpóreamente, también mediante gestos y palabras, predominantemente mediante lenguajes no-verbales, en los cuales las emociones ocupan un lugar determinante, siendo capaces de expresar más directamente las vivencias. No siempre comunicamos para seducir o para convencer

discursivamente,

ni

siquiera

para

contar

historias,

sino

que

esencialmente comunicamos en el sentido de estar presentes en el colectivo, como en un organismo vivo en el que me encuentro conmigo mismo a través del otro; y donde es posible compartir con alguien diferente. Paralelamente “el control de los códigos otorga el poder”. (Llobet, 2005) Las formas de juntarse que practican hoy los seres humanos (en particular los jóvenes) proponen modos de reencantamiento del mundo, de devolverle su magia y misterio, de liberarlo de la racionalización que introdujo la modernidad, auténtica venda que impide comprender sus ricas experiencias, sus rituales y nuevas mitologías y que nos encierra en la “jaula de hierro” de la razón instrumental (Weber, 1983), lejos de la socialidad de la vida comunitaria, humanamente sensible. Para hacerlo, para introducir sentido en sus vidas, usan recursos como la música y las interacciones comunicativas mediadas tecnológicamente, las celebraciones colectivas, los símbolos aparentemente triviales, pero capaces de conmoverlos, de rescatar las ansías de una vida plena, de permitir la superación de la soledad y de los miedos que rondan, así como la afirmación de sus fugaces alegrías.

Tanto el grupo como el barrio o el pueblo o la vereda son espacios de interacciones afectivas y simbólicas, espacios cargados de sentidos (la calle, las plazas, los escenarios de expresión de las culturas). “La adhesión al grupo parece posibilitar una ampliación de dominio del espacio urbano además del barrio, creando territorialidades transitorias, en una ciudad que los excluye y relega a las periferias […] La sociabilidad para los jóvenes parece responder a sus necesidades de comunicación, solidaridad, democracia, autonomía, intercambios afectivos e identidad.” (Dayrell, 2005:141) La pregunta por la comunicación desde la dimensión de la creación (la estética) es también una pregunta por la afectación de cuerpos (con base en la categoría „affectus‟, de Spinoza (2001): la comunicación es afectar, conmover, tocar al otro, hacerle algo a alguien; los afectos serían las capacidades que tiene un cuerpo para entrar en la acción, mediante prácticas o ejercicios constantes de transformación de la expresión, en tanto esta compone dinámicamente campos de fuerzas, donde se encuentran acciones, movimientos, cuerpos que actúan y se entrecruzan, afectando a otros con sus acciones, afirmando la vida. En la dimensión estética se produce permanente impacto sobre la sensibilidad, se afectan mutuamente cuerpos en un acto creador que renueva el cuerpo social hacia otro estado, hacia otras formas de sentir y pensar. Existen, pues, tres escenarios básicos para entender la comunicación: cuerpo, mediaciones técnicas y territorio. Los tres nos acercan a la comprensión de la comunicación en la cotidianidad de los actores sociales. La complejidad del campo C-E-C exige una lectura trasversal, un recorrido que intente hacer la topología del territorio. 

Maestría en Comunicación para el Cambio Social

La comunicación, la “otra”, es el espacio desde el que transformar y desde el que enunciar el discurso otro, el que busca romper la dominación y la dependencia y

plantear otras alternativas desde las múltiples culturas y diversidades. Todo ello desde un pensamiento y una apuesta netamente latinoamericanos. Es mirar la comunicación desde una perspectiva crítica, con una propuesta horizontal, dialógica y participativa. Porque, como dice el maestro Martín Barbero, “si comunicar es compartir la significación, participar es compartir la acción.” En ese compartir y en esa acción se tiene que hacer fuerte una comunicación comprometida que cuente con las otras experiencias, con las otras narraciones y con las alteridades. La comunicación tiene que despertar conciencias y construir estrategias para romper los silencios y difundir las otras palabras.