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crucero experiencia De Bretaña a Noruega en un Figaro

KIDS FOR SEA Embarcar su familia en un Figaro, soltar los amarres y poner rumbo al norte lejos de los estereotipos de la cómoda navegación familiar. De Bretaña a Noruega en un velero de regata, los 6 miembros de la tribu Fabbri , de los cuales 4 son niños, redefinen el marco de la aventura náutica familiar.

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i muchos de nosotros hemos soñado en emprender un viaje largo, pocos lo llegaremos a intentar. Demasiado caro, falta de tiempo, barco inadaptado, niños demasiado jóvenes, escuela por el medio, peligros externos… La lista de excusas podría ser infinita y más aun con 4 niños de entre 1 y 7 años. Pero la familia Fabbri se desmarca por una capacidad de afrontar las pruebas y las adversidades que representa un viaje en latitudes frías a bordo de un barco muy depurado. A pocas horas de subir al avión para ir a navegar a Noruega, Nicolas Fabbri comparte con Skipper una experiencia sorprendente tanto por su formato como por sus numerosas enseñanzas.

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Skipper: ¿Cómo decidió emprender su aventura y por qué desde la Bretaña? Nicolas Fabbri: Mi mujer y yo venimos del mundo de la montaña. Yo soy guía de alta montaña y ella acompaña expediciones. Somos bretones de adopción. Los dos mundos se parecen mucho, tanto por los valores como por los ambientes que en él se generan. El velero siempre nos ha parecido un excelente medio de locomoción para viajar en familia y compartir momentos inolvidables. ¿Qué mejor manera para apropiarse

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los lugares y los paisajes? Empezamos navegando en el Mediterráneo durante un año con un velero de 25 pies, acompañados por nuestros primer hijo, Leo, en 2008. Fue una revelación. Costa azul, Cerdeña, Sicilia… Siempre compaginando el navegar con deportes como la escalada y el parapente para unir nuestros mundos. Al año siguiente,

Córcega fue nuestro terreno de juego a bordo de un Mini 6.5. Más eficaz, más técnico. Nuestros otros dos chicos aprendieron a caminar encima del Pogo. SKP: Un velero de regata para aventuras en familia… ¡Muy original! N.F.: Teníamos ganas de un velero rápido y deportivo aunque en nuestro caso también era algo espartano, es cierto. El Figaro con tan sólo 9 m, comparándolo con el Mini, ¡nos parecía muy grande! El aspecto financiero es primordial. Por un coste razonable, el Figaro es un velero que ha demostrado ser muy seguro y competente. Liberarse del confort para vivir aventuras familiares sin apartar la seguridad. SKP: ¿Cómo gestionaron el aspecto de seguridad a bordo? N.F.: Viniendo de la alta montaña como profesionales, estamos acostumbrados a la gestión del riesgo. El Figaro se impuso a nosotros por sus aspectos serios y sólidos. Está pensado para solitarios, lo que se aplica muy bien a nuestra configuración: un adulto está con los niños mientras el otro está al timón. Solemos decir “pequeño barco, pequeños problemas”. La practicidad del barco es un elemento clave de la seguridad. Lo queríamos conservar ligero para sus capacidades náuticas. Hemos reemplazado los lastres para aumentar el almacenamiento, mejorado las canastillas para que sean mas confortables para los niños. Diría que la seguridad a bordo pasa ante todo por la educación de los niños. Por suerte hicieron sus primeros pasos en un barco, están acostumbrados a vivir sobre el agua. Cuando las condiciones se tuercen, pasan la mayoría del tiempo dentro acompañados por un adulto. Muy pocas veces es-

El calor humano en estas latitudes es muy grande. Al ver un barco pequeño de regata se desatan las curiosidades, pero cuando se asoman las cuatro cabezas infantiles, las reacciones son siempre positivas y con grandes manifestaciones de solidaridad.

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tamos los dos fuera. La seguridad es la prioridad número uno. El espacio interior se habilitó para aumentar el espacio vital, ancla y cadena a pie de mástil entre otras cosas. ¡Las necesidades se hacen en un cubo! SKP: ¿Cómo afrontaron éstas latitudes? N.F.: Los noruegos dicen “no hay mal tiempo, solamente ropa mala”. Y es cierto que bien equipados no sufrimos mucho. El tiempo en verano era similar al de la Bretaña, los niños manejaron los caprichos del tiempo con mucha facilidad. Lo que nos empujó a repetir la experiencia de pasar meses haciendo cabotaje verano tras verano. En invierno dejamos el barco en seco y volvemos a nuestra rutina. El poco oleaje de los fiordos se adaptan muy bien a una navegación segura en familia pero sus vientos contrarios te obligan a estar siempre atento. Si sumamos una escasa cartografía de los fiordos, reunimos condiciones muy originales para navegar.

SKP: ¿Cómo se han preparado a nivel de auxilios? N.F.: Aunque no estábamos lejos del mundo habitado, teníamos que estar preparados para afrontar cualquier situación que se pudiera presentar. Una enorme y completa farmacia a bordo es básico. Además previamente nos habíamos formado en medicina de urgencia. Nuestra experiencia profesional nos ayuda mucho. No es ninguna proeza sino una aventura extremadamente planificada cuando te llevas a toda tu familia contigo. Los niños se comportan muy bien por su gran capacidad de adaptación. Además, al ser cuatro, se comportan como un equipo. Hemos pensado el velero como un medio de transporte en el mar, pero es ante todo el medio para pasar mucho tiempo en tierra. Los niños necesitan desembarcar y experimentar en tierra. La prudencia es un factor clave, por lo tanto pasamos mucho tiempo en tierra esperando condiciones meteorológicas favorables a la navegación. Los niños aprenden, sustituyen la paciencia explorando y así evitamos la incomodidad de las condiciones más duras. SKP: ¿Qué consejos daría a alguien tentado por esta experiencia? N.F.: Probar primero con pequeñas distancias. Así uno verá que no necesita un barco equipado para dar la vuelta al mundo o disponer de un año sabático. “Pequeño tiempo y pequeña distancia” al principio; luego que amplíe según su propio ritmo. Recordar que el aspecto económico no es un freno porque el velero se convierte en su casa flotante. N. Massines

Compartir su forma de vivir Desde el principio los Fabbri han compartido su forma de vida mediante videos, para que la gente se diera cuenta de la progresión de las navegaciones. Eran los niños quienes contaban a la cámara sus experiencias una vez a la semana y como tuvo mucha repercusión, han decidido seguir con ello. Se ha convertido de forma natural en un contenido de niños para niños difundido a través de las escuelas. Una producción vídeo pedagógica apoyada por el marinero Tanguy de La Motte a su vuelta de la Vendée Globe con “Iniciatives Coeur”. La financiación les ha permitido realizar contenidos de gran calidad. Han recibido apoyos materiales también por parte de Tribord, para la ropa náutica, realizando un retorno sobre la calidad de la ropa familiar y orientada a niños en condiciones extremas. Cuentan también con una colaboración con la Oficina de Turismo de Noruega “Visit Norway” para la producción y la difusión de los videos. www.kidsforsea-over-blog.com / www.facebook.com/kidsforsea