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Cristina se recupera: comió y caminó

na de Cristina, uno de sus principales sostenes. ... Cristina se recupera: comió y caminó. Una presidenta que ... renovados “regalos de Reyes”. Un montaje.
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POLITICA

I

Viernes 6 de enero de 2012

LA SALUD PRESIDENCIAL s MAXIMO KIRCHNER ES EL NEXO CON EL GOBIERNO

Cristina se recupera: comió y caminó Continuación de la Pág. 1, Col. 6 no hubo información sobre los estudios posteriores, fuentes oficiales indicaron a LA NACION que se le habían extraído, además, muestras de tejido y ganglios para ser analizados, mediante una biopsia, y descartar así que pudieran existir células cancerígenas en la zona afectada. Tampoco la Casa Rosada informó del tratamiento que a partir de la operación debería seguir la Presidenta, pero fuentes médicas describieron que en los primeros días ya se le aplicaría una dosis de yodo como medida preventiva para eliminar cualquier tejido tiroideo remanente. Ayer fue otro día vedado a las visitas que no fueran la familia presidencial. Ya repuesta de la anestesia, que anteayer la tuvo gran parte del día descansando en la habitación 217 que ocupa en el segundo piso del Hospital, la jefa del Estado comenzó de a poco a recibir los reportes de lo que estaba pasando en el país. Según relató un ministro a LA NACION, la Presidenta delegó en su hijo Máximo el contacto con los funcionarios. No pidió nada en especial, sino, simplemente, que su hijo monitoreara dentro del gabinete las novedades del día. Los nexos de Máximo fueron el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Ambos se ocuparon de llamar a cada ministro y después le comunicaron las novedades al hijo de la Presidenta. Cristina no llamó a ningún ministro. Tampoco sus secretarios. Por ahora, dicen en Balcarce 50.

El entorno familiar Tanto Máximo como Florencia Kirchner pasaron la primera noche de internación de la Presidenta en el Hospital Austral. Los dos se fueron juntos a la quinta de Olivos ayer por la tarde, y apenas antes de las 20.30 regresaron al sanatorio de Pilar. Estaba previsto que también durmieran allí. Tienen dos habitaciones pegadas a la de su mamá. También estuvo Giselle, la hermana de Cristina, uno de sus principales sostenes. Es médica y, por lo tanto, estuvo en contacto directo con el equipo que atendió a la Presidenta, encabezado por Pedro Saco, jefe de cirugía oncológica del Hospital Austral. Tanto el primer día como ayer Cristina sólo recibió a sus familiares directos. La acompañaron también su mamá, Ofelia Wilhelm, y su cuñada, Alicia Kirchner. La ministra estuvo ayer por la mañana y regresó a la noche para hacer una última visita. El bar de la planta baja del sanatorio sirvió para que los hijos de la Presidenta descansaran un rato. Allí se los vio ayer, según testigos. No recibieron a ningún amigo. Tampoco estuvo ningún ministro ni funcionario. Si bien camina y ya pudo ingerir alimentos blandos, la Presidenta puede hablar poco, por lo que son muy pocos los que entran a su habitación. El secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, además de Scoccimarro, volvió ayer al Hospital para organizar la comunicación oficial del parte médico, pero no vio a la mandataria. Según describieron fuentes oficiales a LA NACION, la jefa del Estado se quedará en Olivos al menos durante la próxima semana. Aún tiene los puntos tras el corte que le realizaron en el cuello. Hoy, otra vez al mediodía, habrá un nuevo comunicado. En las últimas horas, en la Casa Rosada y en el entorno de los familiares de la Presidenta sostenían que podría irse hoy mismo.

PULSO POLITICO

MARTIN

DINATALE

Un montaje perfecto para ocultar el ajuste

U RODRIGO NESPOLO

Militantes kirchneristas celebraron al mediodía el parte médico oficial, que anunció que la Presidenta se recupera sin complicaciones

El campamento, una muestra de la heterogeneidad oficialista Las agrupaciones que acompañan a la Presidenta frente al hospital tienen sus diferencias MAURICIO CAMINOS LA NACION Más allá de que se sienten parte del “proyecto nacional y popular”, reconocen que entre ellos hay diferencias de criterios, de miradas. En el “campamento del aguante” a Cristina Kirchner, frente al Hospital Austral, se respira política y visiblemente se nota la heterogeneidad de sectores que abarca el oficialismo. Todos quieren mostrarse más cerca de la Presidenta. A la izquierda de la entrada principal del sanatorio, se ubican los manifestantes que movilizaron varios intendentes del conurbano; a la derecha, el Movimiento Evita, y en la vereda de enfrente, los militantes de la JP y La Cámpora. En la calle también se ve a integrantes de Los Kumpas, Kolina, Tupac Amaru y demás agrupaciones. ¿El sindicalismo? Brilla por su ausencia. “Como acá no nos jugamos internamente por alguien, todos estamos por la operación de la Presidenta. Nos solidarizamos con ella por lo que está pasando, así que no tenemos rivalidad”, expresó a LA NACION Carlos Báez, que dice ser “referente” –y no puntero– del intendente de José C. Paz, Carlos Urquiaga. A su alrededor, está la camioneta que consiguió prestada para traer a su gente, un grupo electrógeno, comida, bebida y una carpa. “Nosotros necesitábamos marcar presencia, así que vinimos con unos 25 compañeros”, explica Báez, que afirmó haberle pedido al intendente Urquiaga que los ayude con la comida para estar en el campamento hasta mañana, cuando la Presidenta

TELAM

Militantes de diferentes agrupaciones se concentran en Pilar recibiría el alta médica. “Cada uno quiere demostrar su presencia, su capacidad de convocatoria, su bandera. Más allá de que haya disputas internas”, dijo a su vez Fabián Pitronasi, subsecretario de Educación de José C. Paz, y dirigente de Los Kumpas, que responde también al ex intendente del partido Mario Ischii. “Por ahí puede haber diferencias políticas internas, pero bienvenido sea que estén. Que esto sea una

batalla o una guerra está distante”, atajó Pitronasi. Reconoce que tanto Ischii como Urquiaga son sus conductores, pero más allá de que la zona está plagada de banderas con sus nombres, afirmó: “A ellos no le pedimos nada para estar acá”. Las diferencias también se notan en la estructura que montó cada agrupación. Con un camión equipado como una casa rodante –incluso con televisores de plasma y escenario incluido–, el Movimiento Evita es una

Boudou casi no se movió del Banco Nación Recibió a ministros y funcionarios en su despacho, pero evitó declaraciones y apariciones públicas Con más calma después del debut formal al frente del Poder Ejecutivo, Amado Boudou cumplió ayer con su rutina de controlar el rumbo de la gestión desde su oficina en el Banco Nación. En el segundo día de internación de Cristina Kirchner, no hubo contratiempos en la administración. Hubo sí contactos telefónicos del presidente en ejercicio con los ministros para definir una postura respecto del debate por la decisión de Mauricio Macri de aumentar las tarifas del subterráneo. El único que se refirió al asunto, cauto, fue el ministro del Interior, Florencio Randazzo, quien aclaró que se trata de una “potestad del gobierno porteño”, aunque difiere del líder de Pro en la concepción sobre el Estado. Después, hubo orden de no retomar la discusión, según reconstruyó LA NACION. Boudou casi no se movió del edificio y anoche, pasadas las 21, continuaba una reunión con el ministro de Salud, Juan Manzur, para coordinar políticas sanitarias y acciones vinculadas con las campañas de vacu-

na presidenta que acaba de ser operada y cientos de simpatizantes rezan por su salud; encuestas que muestran a un gobierno con el 70% de valoración positiva; un vicepresidente que sólo cumplirá un papel decorativo y el jefe del gobierno porteño opositor al que se lo presenta como el único culpable de un aumento en la tarifa de subtes. Todas las piezas encajan perfectamente en la Argentina de 2012, que, sigilosamente, avanza con un plan de ajuste sin que se adviertan sobresaltos. “¿Hacia falta a un día de la operacion a la Presi sacar un DNU q agrede salarios d trabajadores estatales! Kien kiere instalar la confusion?” (sic), se preguntó el jefe del gremio de judiciales, el kirchnerista Julio Piumato, en su cuenta de Twitter, al conocer el decreto por el que se revisarán 300.000 salarios de estatales que perciben pagos adicionales. La respuesta nadie se la acercó a Piumato, pero ya fue diagramada desde la Casa Rosada antes de que Cristina Kirchner ingresara en el quirófano: el esquema de ajuste en las provincias y en el Estado nacional se activará ahora aprovechando la elevada popularidad de la Presidenta. “Si no avanzamos ya con el recorte de gastos después quizá sea tarde”, se sinceró ante LA NACION un destacado ministro. La sangría ya comenzó en ocho provincias con planes de “emergencia económica”, ajustes fiscales y reformas jubilatorias. Ahora se extendió a la Nación. Se reducirá el régimen de jubilaciones especiales de la Justicia, por decreto recortarán pagos adicionales, hay paralización de la obra pública; se prevé una revisión minuciosa de los contratados y el ciudadano común se llevará más sorpresas al abrir las facturas de servicios públicos. El ajuste comenzó a rodar mientras los militantes kirchneristas levantaban sus banderas de “Aguante morocha” frente al Hospital Austral. Sin embargo, la maquinaria comunicacional K funcionó a la perfección: hasta ahora, el único culpable de los ajustes y aumentos de tarifas se llama Mauricio Macri, que debió hacerse cargo del servicio de subtes –estaban en poder de la Nación– y al no contar con presupuesto para subsidiarlo tuvo que incrementar en un 127% el boleto. Por el momento, los únicos “indignados criollos” son Moyano y algunos de sus aliados en la CGT. No tantos. El Gobierno se encarga de “bajarle el precio” al camionero, como le gusta repetir a un funcionario del Ministerio de Trabajo. La Casa Rosada ya entabló diálogo con otros jefes gremiales, como Lescano o Pignaneli. Moyano sabe de esas traiciones. No por casualidad empezó a tender puentes con piqueteros antikirchneristas y con la CTA no oficialista. Se abrazan por espanto y no por amor, diría Borges. El esquema de “sintonía fina” que diagramó la Presidenta encuentra su excusa perfecta desde el poder: hay que evitar el azote de la crisis mundial. Aunque hay otros elementos. Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal, este año el déficit primario del Estado será de $ 16.000 millones. A esto hay que agregarle la acumulación excesiva del gasto y el pago de US$ 8000 millones de la deuda. Los vencimientos de pago más complicados serán en marzo, abril, junio y agosto. Quizá para esos meses el kirchnerismo tenga en sus manos otro show de distracción y prepare renovados “regalos de Reyes”.

ARCHIVO

En su interinato, Boudou mantiene una agenda sin exposición

nación masiva, confiaron fuentes oficiales a LA NACION. Desfiló por allí, a la mañana, la titular provisional del Senado, Beatriz Rojkes de Alperovich, para evaluar cuestiones legislativas. Más tarde, arribó el titular de la Sindicatura General de la Nación, Daniel Reposo, con objeto de ultimar detalles respecto de la iniciativa aprobada por el Congreso por la que se regula la comercialización del papel para diarios. Avanzar en ese terreno fue un encargo presidencial. Ayer, el vicepresidente en ejercicio del Poder Ejecutivo volvió a encontrarse con el ministro de Economía, Hernán Lorenzino. Trataron, entre otros, asuntos de política fiscal y evolución de los mercados. Ese contacto será habitual durante los 20 días de licencia de la Presidenta, tras ser operada en el Hospital Austral. Durante la jornada, Boudou también se reunió con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. El funcionario, de máxima confianza de Cristina Kirchner, sobrevuela las diferentes áreas desde su despacho en la planta baja de Balcarce 50.

de las más visibles en el campamento de la avenida Perón al 1500, en Pilar. “Los compañeros querían estar cerca de la puerta para que Cristina vea el respaldo, así que trajimos el camión el lunes. Si no, íbamos a quedar como a tres cuadras”, expresó Juan Luna, responsable local del movimiento que pertenece a Emilio Pérsico. “Que nosotros estemos acá ahora, puede llamar la atención. El intendente [de Pilar, Humberto Zúccaro] si quiere marcar presencia no dejaría que otro ocupe este lugar, pero esto no es un acto”, reflexionó Luna. “En un acto es más feroz la disputa por el espacio y la mejor ubicación; hasta hay piñas. Acá hubo discusiones, pero no pasaron a mayores.” En la vereda de enfrente están La Cámpora y la JP, en un local donde antes funcionaba un lavadero. El martes, cuando operaron a Cristina Kirchner, pasaron por allí el presidente de Aerolíneas Argentina, Mariano Recalde, y el diputado Andrés Larroque, pero ayer no hicieron acto de presencia. Nadie de la agrupación quiso dialogar con LA NACION, pero este diario supo que José Molina, dueño del local y cercano al intendente Humberto Zúccaro, es amigo de Larroque. Eso explica quizás las banderas de la JP con la firma del jefe comunal. “Si La Cámpora está en un local alquilado, nosotros traemos una carpa. Ellos tienen más suerte, pero nos vamos a mostrar igual”, lanzó un dirigente que pidió permanecer en el anonimato. Otro, a su vez, lanzó: “¿Punteros, acá? La mayoría de las agrupaciones locales de intendentes viene manejada por punteros políticos, aunque no todos.”

En Twitter La recuperación de la salud de la Presidenta, luego del segundo parte médico, suscitó buenos augurios en la red social, aunque también reavivó debates políticos.

@Luis_Delia LUIS D´ELIA, “Mientras nuestra @CFKArgentina se recupera en Pilar Macri y Scioli «sanos» juegan al fútbol en Mar del Plata. Vos que opinas?”

@JulioPiumato JULIO PIUMATO, “Ahora que estamos más Trankis por la salud de la Presi empiezan preocupaciones x subtes tarifas y salarios!”

@GustavoPulti GUSTAVO PULTI, “Dejamos el saludo de los marplatenses y el deseo de una pronta recuperación a los colaboradores de @CFKArgentina. Fuerza presidenta!!!”

@JPMendozaK JUVENTUD PERONISTA DE MENDOZA, “El segundo parte médico de ntra presidenta @CFKArgentina. Nos alegra y nos motiva a seguir trabajando con más fuerza por Mendoza”

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