Crisis de los 30. Muchos jóvenes se cuestionan la falta de logros

17 nov. 2014 - referentes Steve Jobs o el propio Mark. Zuckerberg, que en su tercera década de vida alcanzaban la cúspide del éxi- to. Con modelos como ...
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SOCIEDAD | 19

| Lunes 17 de noviembre de 2014

sociedad

Edición de hoy a cargo de Nora Bär www.lanacion.com/sociedad | @LNsociedad | Facebook.com/lanacion [email protected]

Crisis de los 30. Muchos jóvenes se cuestionan la falta de logros

Murió en Francia un genio de la matemática

Los ideales personales a veces se ven frustrados en una sociedad de consumo que exige éxitos de manera constante; los especialistas aconsejan aprovecharla como una oportunidad de cambio

recluido en una aldea de los Pirineos

Carolina Amoroso LA NACIoN

Una casa propia, una pareja estable, un trabajo apasionante y una carrera prometedora, planes de tener hijos, viajes, un auto y hasta quizás un perro para abrazar en la idílica fotografía del perfil de Facebook. Todo esto soñaron, alguna vez, muchos de los jóvenes adultos que hoy están en sus 30, o que se acercan al umbral de la década, con una sensación de frustración y desconcierto frente a todos los ideales (propios o ajenos) que abrazaron años atrás y aún no llegaron a cumplir. “A mí se me mezcló la llegada de los 30 con una crisis vocacional”, dice Carlos da Cruz, un licenciado en administración de empresas de 30 años. “Empecé a estudiar hace tres años la carrera de comedia musical y me estoy haciendo ahora preguntas acerca de mi vocación. Comencé a replantearme ahora lo que quizá me debí haber planteado a los 20... Yo pensé que a los 30 ya iba a tener resueltos un montón de temas y me doy cuenta de que mi vida aún está en construcción. Fantaseaba con estar viviendo con mi pareja, en un techo propio, y sigo alquilando. Siento que todavía estoy en lo que pensaba que eran los 24... Lo que aprendí de chiquito acerca de lo que era la adultez no está sucediendo.” Como Carlos, los jóvenes de esta generación salieron a la vida en el inicio del siglo, cuando se imponían como referentes Steve Jobs o el propio Mark Zuckerberg, que en su tercera década de vida alcanzaban la cúspide del éxito. Con modelos como éstos, la sombra de ideales inmensos, las adversidades económicas y los avatares de la vida afectiva llenan de preguntas el presente de muchos treintañeros. “Hombres y mujeres nos hacemos replanteos existenciales toda nuestra vida, pero quizás haya momentos cruciales donde tienen una intensidad mayor. Ahora, como algo muy

cada década ocurra un replanteo de lo logrado o lo no logrado”. Asegura que la llamada crisis de los 30 es un problema reciente, muy marcado por las exigencias culturales de la época. “Es un fenómeno que viene desde los noventa. Un cambio global, ni porteño ni argentino. Es un mal de época de las grandes ciudades, donde la exigencia o la vida cultural exige mucho más. La década de los 30 es la mitad de la vida, con lo cual puede apremiar el deseo de logros, sea una familia, la casa propia, un auto o cierto trabajo”, dice. Pero ¿cómo puede abordarse esta crisis? Para Jaime, de 32 años, hay que “cambiar el foco”. Cuenta que le “pegó” cerca de los 28, cuando cumplía 10 años de haber terminado el colegio. “Uno tenía la fantasía de que era enorme a los 30 y yo sentía que no había alcanzado todo eso que creía que había que alcanzar, sobre todo en lo profesional –dice–. Le conté a un amigo lo que me pasaba y él, quizá con una vida profesional mucho más exitosa, me dijo: «A mí me pasa lo mismo». Me sorprendió y nos sentamos a revalorizar lo que habíamos alcanzado.” Carlos da Cruz, por su parte, encuentra alivio en sus deseos, lejos de los viejos mandatos. “Trato de dejar de lado el deber ser y escuchar más lo que realmente quiero y, con paciencia, darles tiempo a los proyectos para que se concreten. Para todo eso, ayuda mucho hacer terapia.” El término “crisis de los 30” comenzó a utilizarse recién hace algunos años, ya que sólo se hablaba de la crisis de los 40 o de la mitad de la vida. Hoy, hay quienes hablan del colapso previo a los 30 o la crisis del cuarto de vida. En una nota publicada en The Guardian, el doctor oliver Robinson, de la Universidad de Greenwich, en Londres, explica: “Las crisis del cuarto de vida no ocurre literalmente en esa etapa de la vida. Sucede entre los 25 y los 35 años, y es más común cerca de los 30”.ß

reciente, por lo que dicen nuestros pacientes, aparece una crisis que se acerca a los 30, que surge cuando la persona siente que no ha cumplido con los ideales que se había trazado, ya sea en el trabajo o en los afectos”, explica María de las Mercedes Amado de Zaffore, psicoanalista y miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA). “Se vive en una sociedad de consumo y, muchas veces, los ideales personales y el mundo afectivo entran en conflicto con esos paradigmas sociales. Entonces, quien no tiene éxito, tal como lo concibe la sociedad, siente un fracaso. Pero es importante saber que una crisis es cambio y que, muchas veces, se toca fondo para salir a una vida mejor –agrega–. En los 30, la soledad de pareja o laboral puede ser dolorosa y hay que elaborar el duelo de lo que aún no está. Es la única forma de poder salir.” Por su parte, la doctora Beatriz Zelcer, vicepresidenta de la APA, prefiere el término “replanteo existencial” para hablar de la crisis de los 30. Mientras sostiene que a esa edad tiene “más peso lo profesional”, observa que en las mujeres sin pareja los interrogantes sobre la vida afectiva cobran gran relevancia. “Aparece mucho en las mujeres de treinta el tema de no poder conseguir pareja o el mito de que no hay hombres”, dice. Su observación se confirma en casos como el de Laura, licenciada en Comunicación: “Estoy a menos de un año de cumplir 30 y no tengo la vida que me imaginé que iba a tener a esta edad. Sé que las comparaciones no convienen, pero a veces siento que hay algo mal conmigo, porque de mis amigas la que no está casada tiene planes de casarse pronto. Algunas ya tienen hijos y yo ni siquiera tengo novio”. Para Mario Molina, que preside la Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fepra), “hay algo mítico que hace que al llegar a

GrOtheNDIeCk. Vivía

NUEVA YoRK (The New York Times).– Alexander Grothendieck, un matemático que abrió nuevos rumbos en el campo conocido como geometría algebraica y que desarrolló las bases teóricas para resolver algunos de los problemas más complejos, murió el jueves en Ariège, en los Pirineos franceses, a los 86 años. Dueño de una personalidad desconcertante, Grothendieck dejó la matemática en la cumbre de su creatividad, en los años setenta, y vivió en reclusión desde los noventa. Era considerado “el más grande matemático del siglo XX”. En un comunicado difundido el viernes, el presidente François Hollande lo calificó de “personalidad extraordinaria”. La geometría algebraica es un campo de la matemática pura que estudia las relaciones entre las ecuaciones y los espacios geométricos. Grothendieck contestó preguntas concretas de esta área descubriendo principios universales que arrojaban luz sobre ellos. Sus resultados fueron aplicados en áreas tan diversas como la genética, la criptografía y la robótica. “Tenía una capacidad para la abstracción extremadamente poderosa, casi de otro mundo, y la usaba con exquisita precisión”, escribió Allyn Jackson en un ensayo biográfico de 2004 para la revista de la Sociedad Norteamericana de Matemática. Hijo de un anarquista judío y fotógrafo callejero, y de una aspirante a escritora, Grothendieck había nacido el 28 de marzo de 1928. A fines de los años 40 ya era considerado uno de los matemáticos europeos más destacados. Enseñó en la Universidad de San Pablo, en la de Kansas y en Harvard. Se había casado por lo menos una vez, con Mireille Dufour, con la que tuvo tres hijos. Tenía otros dos con otras mujeres, pero no se tiene información sobre sus sobrevivientes.ß

COMUNIDAD

Historias solidarias

El desafío de encontrar un hogar lejos del hogar La Casa de Ronald McDonald ofrece un lugar para las familias que deben separarse durante el tratamiento de un hijo Teresa Zolezzi

FUNDACIÓN LA NACIoN

El diagnóstico prenatal en el cuarto mes de embarazo llevó a Nadina Martínez Rocha a dejar su ciudad de origen, Puerto Madryn, para mudarse a Buenos Aires: tenía que enfrentar el tratamiento indicado y darle a su hija, Danah, una mejor calidad de vida. Ella tiene mielomeningocele, la forma más grave de espina bífida, una malformación congénita que afecta la médula espinal y que, en 11 años, la obligó a pasar por más de 40 cirugías. Ante eso, encontrar un techo y contención durante las prolongadas estadías en Buenos Aires se convirtió en una necesidad básica familiar. La respuesta llegó de la mano de la Casa de Ronald McDonald, una organización sin fines de lucro dedicada, desde hace 20 años en el país, a brindar programas que mejoren la salud y el bienestar de los niños. Integra la red de organizaciones Ronald McDonald House Charities, que desde 1974 ofrece ayuda a siete millones de familias en 58 países. “Nuestro lema se basa en el hogar lejos del hogar y el foco de nuestro trabajo es lograr que la familia esté unida. Está comprobado que el 30% de la recuperación de un niño depende del soporte emocional de su familia”, resume su directora ejecutiva, Guillermina Lazzaro. Con ese espíritu, la entidad benefició a más de 80.000 chicos argentinos.

Uno de esos niños es Danah. La casa en Buenos Aires fue su primer hogar a los 22 días de vida. Allí celebró varias navidades y cumpleaños, asistió a la escuela hospitalaria y hasta hizo nuevos amigos. “Es un lugar que nos vio reír y llorar. Siempre recibimos calidez de su gente, sobre todo cuando las noticias no eran buenas. Éste es nuestro segundo hogar”, asegura su mamá. Mientras Danah se divierte en la sala de juegos repleta de muñecos y entretenimientos, Nadina explica cómo llegaron a la casa, que alberga a 30 familias por día (cuatro personas por grupo). “En el Hospital Italiano nos ofrecieron vivir a dos cuadras, en la Casa de Ronald McDonald. Cuando la conocimos, nos dimos cuenta de que era el lugar para Danah, tanto por cuestiones habitacionales, de higiene, como de contención.” Basta recorrer la casa para confirmarlo: madres que preparan la comida de sus hijos en una cocina amplia, padres que lavan la ropa en el lavadero, chicos que crean coloridos dragones con distintos materiales o que se divierten en la sala de juegos o de computación, y, también, residentes que se relajan en la biblioteca o el jardín. Un lugar con personas que tienen que separarse de sus afectos con la incertidumbre y el desorden que provoca una enfermedad. Todos pueden mantener sus costumbres y eso ayuda a sobrellevar el tratamiento de un hijo de manera más tranquila.

“La casa tiene todo lo que necesitás. Te brindan hasta las cosas mínimas, como un paraguas para que no te mojes si llueve –dice Nadina–. Llegás y sólo te tenés que ocupar de la salud de tu hijo.” También destaca el apoyo de los voluntarios para alegrar a los chicos con títeres o actividades recreativas. En el último taller de manualidades, la consigna era dibujar un superhéroe, y Danah dibujó a su mamá. La admiración es mutua y Nadina la deja al descubierto: “Rompió todo tipo de barreras. Su físico siempre le puso obstáculos y, sin embargo, ni la silla de ruedas ni la traqueotomía son un límite para ella. Sus ganas de vivir lo superan todo. Eso nos ayuda a seguir adelante”. También sirve el apoyo de las familias con las que conviven. “Te dejás de mirar el ombligo y empezás a preocupar por el que está al lado. Nos damos contención mutua, compartimos las alegrías y las tristezas. Surgen amistades, nos contagiamos las tonadas”, dice y ríe. La organización también tiene una casa en Mendoza y otra en Córdoba, una Sala de Padres de Terapia Intensiva en Buenos Aires y en Córdoba, una Sala Familiar de Neonatología en Buenos Aires y una Unidad Pediátrica Móvil. Quienes estén interesados en colaborar o saber más sobre la Casa de Ronald McDonald pueden ingresar en el sitio www.casaronald.org.ar.ß

Ayúdenos a encontrarlos Niños Si sabe algo de estos chicos, comuníquese con MISSING CHILDREN por el 0800-333-5500 o visite www.missingchildren.org.ar

Adultos Comuníquese con el (011) 4450-8204 o www. personasperdidas.org.ar

YESICA ROXANA BRIZUELA. 11 años. Falta desde 20/12/13. Residencia: Mendoza

SERgIO vALASEk. 54 años. Falta desde 08/08/14. Se retiró de una clínica de Quilmes (PBA) sin recibir el alta médica

SERgIO JELDRES. 20 años. Falta desde 02/11/14. Residencia: La Plata

MARTINA ARIANA DUTRA. 13 años. Falta desde 19/04/14. Residencia: Caseros (PBA).

Para dar una mano Agua y alimentos La Escuela La Concepción, de la zona de las islas del Tigre, posee una matrícula de 280 alumnos desde jardín de infantes hasta el nivel secundario. Para superar las últimas inundaciones, solicita la donación de agua mineral y todo tipo de alimentos no perecederos para el comedor escolar y las familias de la zona. Quienes deseen colaborar pueden comunicarse con Soledad al teléfono (011) 6162-9395, con Mona al (011) 156736-1417 o con Agustina al (011) 154446-0322 o escribir a [email protected]

Chapas y aberturas El Comedor Comunitario Pekenitos, de Rafael Calzada, en la provincia de Buenos Aires, alimenta y ofrece contención a más de 70 chicos de familias de bajos recursos. Solicita la donación de puertas, ventanas, chapas, tirantes y otros materiales para ampliar su sede destinada a talleres educativos, además de ayuda para el transporte de las donaciones. Los que deseen colaborar pueden comunicarse después de las 16 con Juan al (011) 153957-1185 o con Iris al (011) 4220-6657

Elementos de laboratorio La Escuela de Educación Secundaria N° 23 de Gregorio de Laferrère (PBA) posee una matrícula de 1200 alumnos de familias de escasos recursos económicos. Necesita la donación de balanzas, probetas, tubos de ensayo, portaobjetos, morteros, lupas y otros elementos para poder equipar el laboratorio de ciencias naturales. Quienes deseen colaborar con la escuela pueden comunicarse con su secretario, Alejandro, a los teléfonos (011) 4457-5741/0792 o escribir a [email protected]

¿Querés conocer otras formas de colaborar? Consultá los Clasificados Solidarios para donar y ser voluntario. Todos los días en el suplemento clasificados de tu diario y en www.hacercomunidad.org/dona