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correspondencias visuales - Centro Cultural Recoleta

Each decision is determined not only by trial and error, but by the artist's work to make a discourse consistent with previous works, thus constructing a personal ...
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OBRAS

UBICACIÓN EN LA SALA

1/3 Correspondencia Cássio Vasconcellos–Marcelo Brodsky, 2007-2009

76/92 Correspondencia Martin Parr–Marcelo Brodsky, 2006-2008

4/33 Correspondencia Horst Hoheisel–Marcelo Brodsky, 2007-2008

93/101 Correspondencia Martin Parr–Marcelo Brodsky, 2006-2008

34.1/34.15 Libro de acero,*correspondencia Pablo Ortiz Monasterio–Marcelo Brodsky, 2007–2008

102/105 Correspondencia Martin Parr–Marcelo Brodsky, 2006–2008

35.1/35.15 Libro de acero,*correspondencia Pablo Ortiz Monasterio–Marcelo Brodsky, 2007–2008 36/39 Correspondencia Cássio Vasconcellos–Marcelo Brodsky, 2007-2009

1 2 33 32 31 30 29 28 27 26 25 24 23 22 21 20 19 18 17 16

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Sala C

40/58 Correspondencia Manel Esclusa–Marcelo Brodsky, 2006-2008 58/75 Correspondencia Manel Esclusa–Marcelo Brodsky, 2006-2008

Curadora: Valeria González Fotos: Marcelo Brodsky. Traducción: Marcelo Brodsky. Producción y edición: CeDIP. Diseño: Andrea González

Formato digital disponible en la página del CeDIP en www.centroculturalrecoleta.org [email protected]

FICHAS.#72

CORRESPONDENCIAS VISUALES MARCELO BRODSKY, MANUEL ESCLUSA, CÁSSIO VASCONCELLOS, PABLO ORTIZ MONASTERIO, MARTIN PARR, HORST HOHEISEL

Sala C Centro Cultural Recoleta, Buenos Aires 15 de mayo al 7 de junio de 2009

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CORRESPONDENCIAS VISUALES. Marcelo Brodsky - Manel Esclusa - Cássio Vasconcellos - Pablo Ortiz Monasterio - Horst Hoheisel - Martin Parr.

1+1=3 Marcelo Brodsky El fotógrafo es un creador solitario. Carga su instrumento y mira, elige de la realidad un peda-

No la palabra, sino las imágenes como forma de comunicación. Su polisemia admite distin-

zo, lo pone en el rectángulo, dispara. El pensamiento acompaña cada movimiento del dedo

tos cursos de acción posibles ante cada encrucijada. El diálogo visual no tiene diccionario. No

sobre el gatillo. El ojo interpreta la realidad, codifica, decodifica, construye, deconstruye, inven-

remite a un diálogo anterior, ni se basa en una tradición sólida y estructurada, literaria. El diálo-

ta. El ojo observa, investiga, busca en soledad el momento exacto, intuye, selecciona, imagina.

go visual muta, se sacude con rapidez, tiene un tiempo propio, y raíces en la cultura visual del

La soledad del fotógrafo se reitera en el momento de la edición, cuando ya concluidos los

que lo protagoniza.

disparos, toca quedarse con las mejores imágenes. Es un proceso íntimo, personal, en el que

La correspondencia pasa por momentos fluidos y de estancamiento, de comunicaciones

intervienen los años de experiencia, la sensibilidad, la intuición, los libros mirados, las mues-

inmediatas a otras lentas, postergadas. Sin perder el carácter lúdico, pasa por momentos difí-

tras que se recorrieron, los diálogos sobre otras imágenes que estuvieron sobre la mesa, el cami-

ciles. Hay duda, provocación, espontaneidad. Hay sorpresa, placer, frustración.

no propio indicando el próximo paso: quedarse con una.

Si el autor se libera de su Yo creativo como principal referente y ensaya una construcción

El diálogo visual entre dos creadores rompe el centro en el Yo del autor y plantea algo distin-

visual a dos manos, un modo de ver compartido, la fotografía y la creación de imágenes se acer-

to. Lo que determina cada decisión no son sólo los ensayos, los proyectos personales, la elabora-

can a la interpretación musical. El resultado es un dúo de imágenes sin partitura, improvisado.

ción de un discurso coherente con las obras anteriores y las próximas en la construcción de una

Una composición visual, una narrativa subjetiva, que invita a una interpretación abierta. Una

identidad visual propia. La correspondencia no es un soliloquio, sino que se sostiene con un inter-

poética que sugiere imágenes a un tercero, al que ve, para que se relacione con ellas a través

locutor, un otro que también mira, que también elige, que también fotografía, dibuja, piensa.

de su propia mirada. Hay suma de tres, un número mucho más grande que uno.

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VISUAL CORRESPONDENCES. Marcelo Brodsky - Manel Esclusa - Cássio Vasconcellos - Pablo Ortiz Monasterio - Horst Hoheisel - Martin Parr.

1+1=3 Marce lo Brodsky The photographer is a solitary creator. She loads his camera and observes a scene; then she chooses a fragment of reality, frames it and shoot. Thought accompanies every movement of the finger on the shutter button. The eye interprets reality, codifies, de-codifies, reality, encoding, decoding, constructing, deconstructing, inventing.The eye watches, investigates, seeks the precise moment in solitude; it uses its intuition, selecting and imagining. The photographer’s solitude appears again when it's time to edit; after taking the shots, she must select the best images. It is an intimate, personal process, one involving sensitivity, intuition, years of experience, the books read, the exhibitions visited, the dialogues regarding other images that once were on the table, and the next stop on one's own personal path - a path that must be chosen. Visual dialogue between two creators shatters the center of the author’s self and presents something different. Each decision is determined not only by trial and error, but by the artist's work to make a discourse consistent with previous works, thus constructing a personal visual identity. Correspondence is not a soliloquy; it involves another person who also chooses, who also takes photographs, draws, thinks.

Not words but images as a means of communication.The polysemy of images opens up different courses of action at each crossroads.There is no dictionary for visual dialogue. It does not refer to a previous dialogue, neither is it based on a solid and structured literary tradition. Visual dialogue changes; it moves quickly, at its own pace; its roots plunge into the visual culture of those who enact it. Correspondence passes through fluent and stagnant moments, at times immediate, at times slow, protracted communications. Without losing its playful nature, it moves through difficult moments. There is doubt, provocation, spontaneity. There is surprise, pleasure, frustration. If the author frees himself from the weight of being the main reference in his own creative self and attempts a shared visual construction, photography and the creation of images become similar to musical interpretation. The result is a duet of images without a musical score, an improvisation; a visual composition, a subjective narrative which is open to interpretation. It is a poetic that brings images to mind for a third party, the onlooker, allowing her to associate these images for herself. The sum, then, yields three, a number much higher than one.