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y a lo largo de los sesenta se les llamó a gritos, porque la in ...... piedra y esconder la mano, presionar a los más débiles, injuriar, ..... grito económico. “Todos ponen precio a nuestra vida”, es el grito que re sume las frustradas aspiraciones del Mundo Rural en este sen tido. Y cuando parece que el Gobierno va a negociar ...
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CORINTIOS XIII

C O R I N T I O S XIII REVISTA DE TEOLOGIA Y PASTORAL DE LA CARIDAD Núm. 16 Oct./Diciembre 1980

Todos los artículos publicados en la Revista “Corintios XIII” han sido escritos expresamente para la misma, y no pueden ser reproducidos total ni parcialmente sin citar su procedencia. La Revista “Corintios XIII” no se identifica necesaria­ mente con los juicios de los autores que colaboran en ella.

C O R IN T IO S X I I I

REVISTA DE TEOLOGIA Y PASTORAL DE LA CA­ RIDAD

S UMARI O

Núm. 16 Oct./Diciembre 1980 DIRECCION Y ADMINIS­ TRACION: CARITAS ESPA­ ÑOLA. San Bernardo, 99 bis Madrid-8. Aptdo. 10095 Tfno. 445 53 00

Presentación..................................................

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JESUS SORRIBES “Historia y evolución del mundo rural”. (Situación actual, problemas y perspec­ tivas de futuro).............................................

1

Joaquín Losada (Director)

JAIME LORING “Objetivos y resultados de una política agraria ” ..........................................

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R. Alfeerdi S . Ambrosio M. Fraijó R. Franco F.íbáñez J.M. Osés

JOSE CARRION y ANTONIO MATE “Derechos humanos y mundo rural”. (Mundo rural, mundo alienado) . . . . . . .

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EDITOR: CARITAS ESPA­ ÑOLA COMITE DE DIRECCION:

R. Rincón A, Torres Queiruga

Felipe Duque (Consejero Delegado) IMPRIME: Servicios de Reprode Cárítas Española

grafía

DEPOSITO LEGAL M-7206-1977 ISSN 0210-1858 SUSCRIPCION PARA 1981: España: 800 Ptas. Ejemplar suelto: 275 Ptas.

LAZARO SANZ VELAZQUEZ “La presencia de la Iglesia en el mundo rural” ............................................... 101 Experiencias Bibliografía

.................. 133 .................................

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Escriben en este número............................. 199

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PRESENTACION

Hay muchas razones para abordar el tema del campo. Tema permanente y siempre pendiente de nuestra historia. Protagonista de nuestros enfrentamientos fratricidas de los úl­ timos ciento cincuenta años, los políticos de hoy han decidido S(aparcarlo” en aras de problemas más acuciantes o espectacu­ lares, con su dosis de miedo a despertar uno de nuestros demo­ nios patrios: las agitaciones campesinas. Pero como los pro­ blemas estructurales, ancestrales, de nuestro campo siguen ahí, no podrán ser soslayados indefinidamente por los administra­ dores de la democracia. La cuestión agraria no surgirá con el alboroto o la crispación de antaño, porque el campo y los campesinos significan cada día comparativamente menos res­ pecto al resto de la sociedad española. Mas si queremos que el campo no sea un nuevo volcán, chico o grande, hemos de enfrentar todos su realidad como un potencial aporte a la solución de otros grandes problemas na­ cionales, como el paro o la nueva configuración políticoadministrativa de España. Nunca los campesinos fueron invitados a colaborar en la solución de los problemas nacionales. En la misma ucuestión agraria” los campesinos no fueron los protagonistas, sino el campo de batalla que, como en toda guerra, es siempre seguro perdedor. En la restauración democrática que vivimos, los

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campesinos están ausentes como fuerza social o tienen que ga­ narse su escasa presencia a pulso. Parece evidente, sin embargo, que los campesinos orga­ nizados deberían ser un factor decisivo en la concretización de algunos procesos autonómicos, como Galicia, Extrema­ dura, Castilla-León, Castilla-La Mancha, Aragón, Andalucía... ¿Alguien cree que Andalucía reconquistará su dignidad como pueblo si los jornaleros y las fuerzas políticas no resuelven el secular problema del latifundismo y sus consecuencias estruc­ turales? El triste y previsto resultado del referéndum gallego ¿no indica que, mientras los campesinos gallegos no hablen eficazmente, hasta que no sean de verdad animados a tomarse la palabra, la autonomía gallega continuará siendo una mala tragicomedia con los mismos autores-caciques de siempre? En el tema del paro, los campesinos son, sobre todo, víc­ timas inermes de su régimen (iespeciaV} de Seguridad Social Durante décadas fueron nuestro ejército industrial de reserva, la cantera de mano de obra dócil y barata para Europa y la España industrializada. ¿Es justo dejarles ahora en los pueblos sin expectativas y sin seguro de desempleo? ¿No podrán los campesinos, que tanto saben de crisis permanente y de eco­ nomía de subsistencia, enseñamos a los demás, por encima y por debajo de las ortodoxias económicas, a vivir en tiempos de crisis y a organizar formas alternativas de economía? Pero para eso el campo no pide limosnas, ni siquiera está bien visto el seguro de desempleo. El campo necesita ayuda económica, pero sobre todo imaginación, creatividad y unas cuantas me­ didas legales y administrativas fundamentales. CORINTIOS XIII no pretende descubrir nada nuevo en este sentido. No es de su incumbencia. Con este número que­ remos brindar un estímulo a la reflexión de los militantes cris­

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tianos del mundo rural. También queremos servir de acicate a quienes, viviendo en el medio rural, no son más que funciona­ rios de la Iglesia o del Estado, pero que no han descubierto su vocación de sal de la tierra, de educadores y compañeros del duro bregar campesino. Hay tres reflexiones de fondo sobre el campo que, inevi­ tablemente, han analizado el presente como fruto necesario del pasado. Son variaciones sobre el mismo tema, que obvia­ mente implican repeticiones por un lado y matices interpreta­ tivos diversos por otro. La tercera de ellas, sobre “los derechos humanos y el mundo rural”, es ya fruto del trabajo pastoral y educativo de sus autores y nos sirve de puente para el cuarto trabajo sobre “la presencia de la Iglesia en el mundo rural”, que nos sitúan en el espíritu de las cuatro experiencias que reseñamos, que tienen todas como denominador común el ser una manera nueva de hacer comunidad, de hacer Iglesia en el mundo rural. Hacia la multiplicación de experiencias nuevas de promoción del mundo rural apunta el quehacer de Caritas. No son experiencias de Caritas, porque^ haciendo honor a su nombre, Caritas no quiere poseer nada. Las apo­ yamos y las difundimos porque, con sus carencias y sus logros, anuncian el reino de justicia, de paz y amor insertándose sin miedo en los establos, los silos, las judías, los sindicatos y las cooperativas, en la línea de los textos del magisterio eclesiás­ tico reseñados. Nos hubiera gustado incluir otras muchas, como