Comunicación Alternativa Lic.en Ciencias de la Comunicación FFyL-UNT PRÁCTICAS Y SABERES DE COMUNICACIÓN ALTERNATIVA LA COMUNICACIÓN ALTERNATIVA COMO DIMENSIÓN POLÍTICA DE LA COMUNICACIÓN Tina Gardella1 “Son cosas chiquitas. No acaban con la pobreza, no nos sacan del subdesarrollo, no socializan los modos de producción y de cambio, no expropian las cuevas de Alí Babá. Pero quizá desencadenan la alegría del hacer y la traduzcan en actos… Y al fin y al cabo, actuar sobre la realidad y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que la realidad es transformable.” Eduardo Galeano
I.- INTRODUCCIÓN Como parte y a la vez configuradores del proceso de aprendizaje, nos adentramos a reflexionar y trabajar la Comunicación Alternativa2 en su carácter de dimensión política de la comunicación. Lo hacemos a partir del diálogo que establecemos con teorías, prácticas, sujetos y colectivos de comunicación. Diálogo que lo instituimos desde un espacio comunicacional que considera a sus estudiantes uno de los actores más importantes de este proceso. Estudiantes ‘con’ y ‘en’ relación a contextos y estructuras; también con sus propias convicciones y deseos. Estudiantes que irrumpen desde su subjetividad toda propuesta de enseñanza. Por lo mismo planteamos que si hay tramas, relaciones, diálogos, intercambios, procesos colectivos de producción de sentido, es decir que, si la comunicación es poner en común recursos, saberes, conceptos, sentimientos, entre varios actores a la vez, es que la entendemos como socialización de saberes, en un intercambio permanente que supone un encuentro cultural. Y como en todo encuentro habitan múltiples entrecruzamientos, hay una dimensión absolutamente imprevisible a la que debemos prestar atención para que la novedad, lo creativo cuente con reales condiciones de posibilidad. Pero como no se trata de pura conceptualización sino de modos de ser y de estar en el mundo, pensamos a la comunicación como una práctica que nos permite entender la realidad en donde nos 1
Prof. Adj. Comunicación Radiofónica y Comunicación Alternativa, Lic. en Ciencias de la Comunicación FFyL-UNT 2 Sin desconocer la importancia del sentido de la denominación y de los debates y reflexiones que habilitan las diferencias entre “lo popular”, “lo comunitario”, “lo alternativo” y que están presentes de una u otra manera en los artículos que componen este texto, se toma el nombre de la asignatura tal como forma parte del plan de estudios de la Lic. en Ciencias de la Comunicación de la FFyL de la UNT, carrera creada en 2004. En el Plan de Estudios, Comunicación Alternativa es una asignatura cuatrimestral del 3er. Año de la Licenciatura y pertenece al área Comunicación.
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Comunicación Alternativa Lic.en Ciencias de la Comunicación FFyL-UNT encontramos para intervenir3 en ella, transformándola. Al intervenir configuramos espacio público, toda vez que hay incidencia en los sentidos sociales en disputa. Lo hacemos desde la responsabilidad y el compromiso social y político que supone considerarnos también como actores socio-políticos, desde un abordaje que -como dijo ya hace tiempo Mata (1994)- nos califica como tal; porque si en el trabajo que realizamos desde nuestras cátedras o en la relación que establecemos con organizaciones sociales no nos asumimos como un actor social de pleno derecho y nos concebimos solo como alguien que coopera o que se compromete con otro a quien reconocemos una mayor legitimidad en términos sociales y políticos, se dificultaría seriamente la construcción de verdaderas alternativas políticas plurales. Estas prácticas son relacionales en tanto remiten recíprocamente a las dimensiones desde las que se instituyen para un pensar, un sentir y fundamentalmente un hacer que transforma mientras se transforman también los propios actores. En esa articulación de prácticas que comunican, reproducen o transforman sentidos, la universidad tiene mucho por decir y por hacer, no solo desde el rol clave como actor socio-político en la democratización de la comunicación, sino también en la validación de saberes que no surgen desde su propio seno. Y porque como lo expresaran hace mucho tiempo Claudia Villamayor y Víctor van Oeyen pero la vigencia de su proyección se resignifica asombrosamente, la práctica inspira. Por ello, desde la cátedra, consideramos necesario trabajar con dos concepciones que configuran las prácticas –pensadas y actuadas- que se anhela construir desde la Comunicación Alternativa:
Una relación pedagógica que, como encuentro de sujetos en torno a experiencias a conocer y compartir, tenga como norte la construcción de una conciencia a partir de la inserción crítica en la realidad. Del individuo interpelado al sujeto constituido, pensante y emocionante.
Una finalidad política como dimensión de los procesos donde se debate y se disputa, en diálogo no ajeno al conflicto, proyectos de cambio social que abrevan en los principios tradicionales de
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“Intervenir implica ‘venir entre’ un grupo de sujetos y una situación significada como problemática (Rozados: 2009). El término remite no sólo a una “externalidad” sino también a cierto centralismo autoritario de quien cree tener el saber y ser dueño de la verdad; sin embargo fue tomando un cariz de construcción colectiva y participativa tanto por un cambio en la conceptualización de la práctica académica como, y fundamentalmente, por la propia comunidad de trabajo que supo y pudo poner límites, resistir a manejos externos, empoderarse y construir sus propios caminos y territorios.
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Comunicación Alternativa Lic.en Ciencias de la Comunicación FFyL-UNT las políticas de comunicación en Latinoamérica. De luchas por continuar a proyectos colectivos a tramitar. Desde lo académico, la construcción de esta comunicación solo es posible en un diálogo permanente de la universidad con la comunidad en tanto se trabaja ‘con’ la comunidad y no ‘para’ la comunidad. Ese abordaje pone a la universidad en el rol de gestionar redes de relaciones, pensadas en su articulación institucional y política con otros espacios públicos o no. También supone prácticas que configuran un proyecto; prácticas que, solo desde esa configuración en un proyecto, pueden operar como dispositivos de transformación. Por otro lado, esas redes de articulación y relación son imposibles de concretar sin propiciar y realizar un verdadero diálogo de saberes. El diálogo de saberes, como proceso de encuentro cultural y político de los actores en juego, es el reaseguro del reconocimiento del capital cultural y político de los actores locales en territorio, pero además es la certificación de nuevos modos de construcción del conocimiento por fuera de las lógicas disciplinarias y académicas. Los procesos de las prácticas en redes de articulación en un entramado de diálogo de saberes también son una forma de construir una pedagogía otra; un proceso de aprendizaje donde, más allá de la experiencia y el abordaje por fuera del “profesionalismo” de la comunicación, se pueda pensar una relación pedagógica como un encuentro de subjetividades y de saberes. Relación que permite prestar atención no solo a lo que hacemos sino a lo que nos sucede…. a cómo se posibilitan los encuentros en los que se comparte esas subjetividades y esos saberes. (Hernández: 2.000). Solo desde ese lugar se podrá trabajar desde una perspectiva comunicacional que, a decir de Claudia Villamayor (2006), no significa planificar porque la comunicación va más allá de ese supuesto; significa crear condiciones para que las personas se comuniquen y sean ellas sujetos de derecho a la comunicación. Para encarar ese diálogo con perspectiva comunicacional, es importante tener en claro qué saberes se reconocen en la práctica, cuáles son los saberes que construye la academia, cómo se vinculan ambos y ver qué tipo de producción conjunta tiene lugar a partir de los contextos sociopolíticos cambiantes.
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Comunicación Alternativa Lic.en Ciencias de la Comunicación FFyL-UNT Si como dice Freire solo aprende verdaderamente aquel que se apropia de lo aprendido, transformándolo en aprehendido, con lo que puede, por eso mismo, reinventarlo; aquel que es capaz de aplicar lo aprendido/aprehendido a las situaciones existenciales concretas, será cuestión de estar atento a la relación de los comunicadores-educadores-educandos con esa realidad aprehendida a través de la práctica social y en la que nos reconocemos como sujetos políticos capaces de transformarla. Precisamente a partir de las prácticas sociales y la producción de conocimientos, surgen nuevos conceptos, nuevos objetos, nuevas técnicas y lo que es más importante, nuevos sujetos de conocimiento que construyen un nuevo saber. Involucrados en la construcción de esos nuevos saberes y en la constitución de nuevos sujetos de conocimiento, miramos y nos adentramos, cual “oficio de cartógrafo”4, a los distintos temas/problemas que atraviesan, tensan y configuran la Comunicación Alternativa. Desde esas problemáticas la cátedra propone las siguientes dimensiones de reflexión/acción:
El carácter latinoamericano de una Comunicación Alternativa que surge asociada a movimientos político-culturales de transformación que confrontan el orden social vigente con la historización y principales desplazamientos de sus teorías, estudios y prácticas. (Capítulo I)
El carácter relacional de una Comunicación Alternativa que se construye en las impugnaciones y resistencias contra-hegemónicas, pero también en las tensiones y conflictos que suponen las propuestas de construcción de poder desde las prácticas emancipatorias. (Capítulo II)
El carácter dialéctico de una Comunicación Alternativa que se erige como tal desde la tensión entre los circuitos productivos de la información y las experiencias de cambio social a las que no se puede obviar, controlar, censurar, y/o disciplinar. (Capítulo III)
El carácter liberador de una Comunicación Alternativa que abreva en lo educativo como formación del pensamiento crítico y como proyecto político a través de la problematización de la concepción liberal dicotómica de educador-educando. (Capítulo IV)
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Término que acuñó Jesús Martín Barbero (2002) en, “Oficio de cartógrafo: travesías latinoamericanas de la comunicación en la cultura”, Santiago de Chile, Fondo de Cultura Económica.
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El carácter interpelador de la Comunicación Alternativa en relación a la potencia de las radios comunitarias para la democratización de la comunicación, la construcción de ciudadanía y el desarrollo local y territorial de su comunidad. (Capítulo V)
El carácter articulador de la experiencia audiovisual entre los colectivos político-sociales y la cultura, con un fin político y transformador que le otorga clara dimensión político-cultural a la producción audiovisual de la región. (Capítulo VI)
Cada una de estas dimensiones es reflexionada desde su doble condición de abordaje conceptual y de práctica social problematizada, además, en la identificación de las tensiones sociales, históricas y políticas que las sustentan y constituyen. Por lo mismo, integran esta propuesta la reflexión sobre una serie de prácticas y/o articulaciones con diversas organizaciones de la sociedad. Las formas de articulación son diferentes en tanto dan cuenta de posicionamientos, experiencias, conocimientos; como todo encuentro, es un encuentro de sujetos situados. Tanto un Voluntariado, un Blog o un Programa Radiofónico, son dispositivos para poner en relación a los estudiantes con la Fundación Mate Cocido, Radio Universidad, la Agrupación H.I.J.O.S. Tucumán, la revista Contrapunto o el Colectivo La Palta. Todas desarman pensares, haceres y sentires. Todas arman y se abren para nuevos pensares, otros haceres, mejores sentires. Todas dan cuenta de experiencias y prácticas como horizonte de expectativas de todos los que nos adentramos en sus complejos pero asombrosos entramados de transformación. Todas las prácticas tienen la alegría de ese intento de probar y certificar que la realidad sí es transformable en tanto trabajo colectivo de anhelos y materialidades concretas. Como este libro. Por ello, el agradecimiento a Claudia Villamayor que con su prólogo hila el sentir comprometido más profundo de cada texto, a los profesores Eva Fontdevila, Rodrigo Campos Alvo y especialmente a María Marta Lobo que se encargó de una cuidadosa edición de los escritos, a los ayudantes estudiantiles Mikaela Domínguez y Santiago Romero, a los tesistas y egresados de la Lic. en Ciencias de la Comunicación que aportaron sus trabajos y entusiasmo y a Liliana Lizondo que trajo otras categorías para pensar un campo siempre en constante movimiento y permanente discusión.
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