Estimados cursistas, verán a continuación una serie de menús muy simples. Es nuestra idea acercarles una serie de platos que ustedes después podrán modificar en su forma de preparación, ya que se trata de un curso de alimentación vegetariana y no un curso de cocina. Es para nosotros base fundamental el que sepan luego de este curso como combinar los alimentos. Es lo más importante y fundamental en la alimentación. Verán que son sólo dos platos al día y esto es adrede, pues comer con hambre es esencial para mantener un cuerpo sano. Estamos acostumbrados a decir con mucha facilidad: ¨estoy muerto de hambre¨, sabemos que es sólo un modismo, una mala costumbre. La realidad es que todos los animales sin excepción, en la naturaleza, sólo comen con hambre, no por gula. Y si queremos mantener nuestro organismo limpio y sano es necesario habituarse a comer con hambre. Dos comidas son suficientes, ya que les daremos a continuación algunas formas de desayunar, aprenderemos a ¨despertar los órganos digestivos¨ luego de una noche de descanso, y llegar al almuerzo con ¨hambre¨ pero esta vez legitima. Y de igual modo a la cena, la cual distanciaremos del momento de acostarnos de un mínimo de 1
dos horas. Recuerden que el sentimiento popular de tener hambre en países desarrollados tiene más que ver con un estado de ansiedad que con hambre legitima, ya que sobrepasamos normalmente las calorías recomendadas de ingesta diaria. Cuando nos levantamos, nuestros órganos digestivos están ¨dormidos¨ y es muy común escuchar que el desayuno es el plato más importante del día pero, ¿lo es en realidad? Tal vez se haya convertido en una necesidad debido a los ritmos de vida de esta sociedad acelerada en donde ni se detiene a almorzar. Pero eso nuestro organismo dormido no lo sabe y si es importante que a una maquinaria tan fina y perfecta que le dé un buen trato. Nadie arranca su coche de mañana con temperaturas bajo cero y lo acelera al máximo, sin dejar que los sistemas de lubricación actúen en todo el motor. Esto sería acortar la vida útil del mismo. De igual modo que un auto a gasolina, totalmente moderno y electrónico no se le puede echar kerosene al tanque. De igual modo sucede con nuestro organismo. Nuestro aparato digestivo ha permanecido dormido durante muchas horas. Precisa despertarse. Lo más indicado para ello es ofrecerles lo más puro y sin forzar la digestión: nuestro segundo alimento, el Agua. Un vaso de agua apenas nos despertamos, nos hidratará, saciará y pondrá en calentamiento nuestro aparato digestivo y aparato excretor. Muchos acostumbran tomar un vaso de agua con cloruro de magnesio y se ha comprobado los enormes beneficios de ello. Siendo uno de los depuradores más importantes, además de aportarnos cantidades considerables de magnesio, en forma de sal, totalmente inocuas al organismo. A los 20 minutos, media hora podemos tomar un jugo, del que ustedes quieran. Recuerden que de ser de cítricos no podrán mezclarlos con farináceos, ya que son incompatibles. Otros preferirán tomar algún té caliente o mate cocido. Recuerden endulzar con azúcares naturales. Si sienten hambre nada mejor que comenzar el día con algunas frutas: manzanas, uvas, peras, bananas, duraznos. A media mañana pueden comer alguna fruta también, preferible frutas dulce que nos darán hidratos de carbono con azúcares de rápida metabolización, que nos aportará energía instantánea y nos sentiremos rápidamente vitalizados. Azúcares como fructosa o glucosa son las mejores y estas las encontramos principalmente en las frutas. También pueden comer un puñado de frutas secas, muy ricas en calorías y saciantes, pasas de uvas, avellanas, dátiles, almendras, nueces, etc. 2
recuerden la importancia de ingerir líquido, si este no está presente en el mismo alimento, como es el caso de frutas frescas. Otra cosa que jamás debemos olvidar es la higiene intestinal, poco a poco nuestro organismo ira depurándose, recuperando los movimientos peristálticos de nuestros intestinos, gracias al aporte de fibras, sentiremos la necesidad de ir de cuerpo mayor cantidad de veces. No se asusten, nacemos con lo que se llama reflejo gastrocólico, es decir defecamos a los 20 minutos aproximadamente de cada comida. A medida que crecemos este reflejo se va perdiendo, debido a los ritmos de vida, las malas costumbres, estar siempre a las apuradas. En cambio, el reflejo urinario, lo conservamos toda la vida, es normal que 10 minutos aproximadamente después de beber sintamos la necesidad de orinar. Es evidente que no se orina el líquido ingerido en tan sólo 10 minutos, es un reflejo. Por tanto nuestro objetivo será recuperar el reflejo gastrocólico. Ideal es mover el intestino por cada comida. Si tenemos dos comidas importantes iremos mínimo dos veces de cuerpo al día. De esa forma nuestro organismo se liberará de la mayor cantidad de toxinas, las cuales si no son desechadas serán reabsorbidas en el último tramo de nuestro intestino grueso junto con el agua. Por ello es necesario tomarse un tiempo al levantarse. El tiempo necesario para luego de consumir algún jugo, fruta, o alguna tostada, podamos ir a evacuar. Con ello nuestros intestinos estarán limpios, por ende también nuestra sangre, sistema nervioso y dispuesto a afrontar el día con mejor predisposición. A media tarde, en caso de sentir la imperiosa necesidad de comer algo, recurran a una fruta, o una zanahoria, estas son más nutritivas que unas galletitas, verán como rápidamente notarán lo energizante y vitalizante que son, descartando las falsas ideas de saciedad, ya que ingerir pan, galletitas, son mezclas nada saludables y que nuestras mentes llevan gravadas como saciantes. Los menús que veremos a continuación, como dijimos constan de dos platos diarios, para una alimentación sana y alcalina. Recuerden lo importante de llevar una dieta alcalina, la cual favorece la flora intestinal y la absorción de nutrientes. Es recomendable para ello agregar a nuestra dieta diaria, en las comidas o a media mañana o tarde una zanahoria, esta no sólo es altamente alcalina, sino que contiene azúcares y beta caroteno en grandes cantidades. A principios del 2014, científicos relacionaron el betacaroteno con una buena absorción intestinal. Pasemos ahora a los menús sencillos y muy completos:
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Manzanas. Luego una ensalada cruda, de lechugas, zanahorias y remolacha rallada, pepino y tomates maduros, con aceitunas negras desaladas, nueces. No es necesario mezclar los ingredientes, pueden separarlos si gustan. Y un plato de papas asadas, elegirlas las pequeñas, lavarlas y ponerlas al horno con cáscara. Luego de cocidas, simplemente cortar al medio y agregarles aceite virgen y sal marina, o coco rallado, o manteca. una buen cena de frutas. Primero comeremos las más rápidas en digerir. Frutas dulces de estación. Frutas desecadas pueden ser pasas de uvas o dátiles. Y de cuatro a seis bananas bien maduras. Es importante masticar bien, ensalivar cada bocado.
una porción de manzanas o duraznos o peras. Una ensalada cruda de apio, lechuga, rabanitos, tomates maduros y aceitunas. Como plato caliente: Arroz integral aderezado a gusto, con queso o tofu rallado y champiñones salteados. una ensalada de frutilla con ciruelas frescas y miel, para los que no consumen miel pueden endulzar si así lo desean con melaza. Seguimos con unos higos secos y una buena porción de bananas maduras. 4
Un vaso de jugo de zanahorias crudas. Es importante tomarlo despacio, ensalivarlo bien. Una ensalada de lechugas, tomates maduros. Radichas hervidas con aceitunas. Un plato de 120 gramos de soja, en grano, bien cocida, con aceite virgen, sal marina y aderezado a gusto con vegetales salteados. Recuerden que las leguminosas deben ser bien cocidas, de no ser así son indigestas. Frutas frescas a voluntad. Frutas desecadas (ciruelas). Media docena de bananas maduras.
una porción de melón o peras o manzanas. Luego una ensalada de remolacha y zanahorias crudas ralladas, con aceitunas negras. Chauchas hervidas, papas hervidas o asadas, con aceite virgen y sal marina, aderezadas con provenzal(ajo y perejil picados). una ensalada de frutas, cerezas, frutilla, damascos; elegirlos maduros y dulces. Luego unos dátiles. Alcauciles hervidos o al horno con una ensalada de hojas verdes tiernas y aceitunas negras, aderezada a gusto.
una porción de melón o manzanas, según época del año. Una ensalada de zanahorias ralladas, diente de león, cebolla y repollo crudo, cortado bien finito, con aceitunas y nueces. Un plato de arroz integral, con aceite virgen, sal marina, o manteca. No abusar con ningún condimento, ni aceites, ni sal. Una pizca de ellos es suficiente. una porción de melón o manzana o pera. Una ensalada de lechuga y tomate maduro, elegir siempre tomates perita que si bien son 5
menos ricos en sales minerales, son alcalinos. Este consejo es especialmente para la cena. Un plato de chauchas hervidas con aceitunas y nueces o almendras; y un plato de sémola o trigo entero bien cocido, aderezado a gusto. Siempre recomendaremos lo más simple como una pizca de sal marina y una cucharita de aceite virgen. Para aquellos que quieran saborizar, elijan condimentos que no sean picantes especialmente en la cena, de manera a no irritar las mucosas gástricas. Ejemplo: perejil fresco.
una abundante ensalada cruda. Una porción de arvejas tiernas con zapallitos cocidos y zanahorias ralladas. Un plato de papas hervidas con cáscara o asadas. Manzana. Frutas dulces, de estación a voluntad (pueden ser uvas). Bananas o batatas dulces asadas. Cuidar la masticación.
una porción de melón o manzana o pera. Una ensalada de lechuga y zanahorias ralladas con brotes de soja y aceitunas negras. Un plato de mazamorra de soja en grano, sola o condimentada con aceite y sal marina, perejil, etc., evitando siempre muchas mezclas. Terminar con una buena manzana dulce. Damascos y uvas negras. Frutas desecadas. Bananas o un plato de arroz integral o de otro cereal integral, pueden agregarles algunos hongos frescos, sean crudos o cocidos, sal marina y aceite de oliva virgen.
una porción de manzanas o peras. Una ensalada cruda. Una porción de arvejas tiernas con zanahorias. Papas asadas o un plato de arroz integral u otro 6
cereal, elegir uno de ellos tener cuidado de no mezclar feculentos con cereales ni cereales entre sí. A los cereales integrales pueden agregarles hongos frescos con perejil, aceite y sal marina. Frutas frescas de estación, a voluntad. Alcauciles hervidos o al horno con una ensalada de hojas verdes y tomates, con aceitunas a gusto. Dátiles o pasas. Manzanas.
Frutas sub ácidas. Una ensalada de repollo morado tierno cortarlo bien fino, con tomates y chauchas hervidas y aceitunas negras. Un plato de arroz integral con dos cucharadas de coco rallado o queso rallado. Higos o uvas negras. Castañas frescas o secas hervidas. Algunos dátiles o pasas de uvas o de higos.
una porción de manzanas o peras. Una ensalada cruda de lechugas, zanahorias, cebolla y aceitunas. Un plato de tallarines o fideos verdes (con espinacas), aderezado con salsa de tomates frescos, condimentos suaves a voluntad, pueden agregarles hongos, queso rallado o Tofu molido desecado con algo de sal marina, aceite o manteca. una ensalada de frutas o una porción de uvas negras. Hasta media docena de bananas. Una o dos manzanas
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una porción de manzanas o peras. Una ensalada cruda. Un plato de zapallitos rellenos con puré de papas y huevo, o queso de soja o rellenos con una mezcla de pan rallado y la pulpa del zapallito, aceite y sal marina. Papas asadas con su cáscara. Mandarinas o bergamotas o peras. Pasas de higos. Un plato de arroz integral cocido con cebolla picada y perejil, con una pizca de sal marina y aceite. Media palta (aguacate) o una manzana.
Frutas dulces de estación. Un plato de sémola, o trigo recién molido, servido con aceite o con manteca o alcauciles hervidos acompañados de una “vinagreta” y ensalada a gusto. Unos grisines o galletitas integrales de un solo cereal. una porción de manzanas o peras. Una ensalada cruda con chauchas o radicha hervidas y aceitunas. Un plato de arvejas con zanahorias ralladas y brócoli cocido al vapor. O papas hervidas o asadas.
Frutas sub ácidas (cerezas, ciruelas, peras, uvas dulces, arándanos, kakis, limas y naranjas dulces, manzanas sin acidez, mamones). Una ensalada cruda. Un plato de espinaca o coliflor, o repollitos de Bruselas hervidos, con aceite y sal. Un plato de arroz integral. Frutas de estación. Frutas desecadas o dátiles. Un plato de Alcauciles hervidos, con ensalada de zanahorias y remolachas ralladas y cebolla morada, con aceite y sal marina. Manzanas dulces. 8
Frutas dulces. Sopa de cebada molida integral o de avena integral. Un plato de chauchas hervidas, con ensalada de zanahorias y remolachas ralladas y cebolla morada, con aceite y sal marina. Orejones de ciruelas o de duraznos cocidos. una porción de melón o peras. Una ensalada cruda variada con aceitunas negras. Un plato de porotos de soja, o sémola de trigo, o de maíz recién molidos cocidos, con salsa de tomates frescos, con aceite y sal marina.
una porción de duraznos o manzanas. Una ensalada cruda de lechuga con zanahorias crudas. Aceitunas negras. Un plato de espinacas cocidas al vapor con aceite y sal marina. Un plato de arroz integral. 4 o 5 Nueces. una porción de manzanas o peras. Una ensalada cruda de zanahorias ralladas con tomates, chauchas hervidas y aceitunas negras. Un plato de papas hervidas aderezadas a gusto y con ajo picado.
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Peras. Una ensalada cruda de lechuga, con remolacha rallada. Un plato de zapallitos cocidos al vapor con arvejas tiernas, al ajo y aceite. Un plato de Sémola de trigo (cuscus) recién molido con salsa de tomate, tofu molido desecado o un poquito de queso gruyere rallado. Galletitas o grisines integrales. una porción de manzanas o duraznos o peras. Una ensalada cruda de tomate perita, lechuga, zanahorias. Una porción de chauchas hervidas con aceite y sal, si lo desean un poquito de ajo. Papas asadas. Una manzana cruda.
Uvas negras. Un plato de batatas dulces asadas con cáscara, con una ensalada de hojas verdes. Un plato de Alcauciles hervidos, con ensalada de zanahorias y remolachas ralladas y cebolla morada, con aceite y sal marina. Higos desecados. Dátiles. una porción de manzanas o duraznos o peras. Una ensalada cruda de lechuga, zanahorias, pepino y aceitunas negras. Una porción de chauchas hervidas, al aceite. Papas hervidas o asadas con su cáscara. 5 o 6 Nueces.
una porción de duraznos o manzanas. Una ensalada cruda de zanahoria y cebolla. Un plato de sémola de trigo recién molido o trigo integral entero. Acompañado de acelgas hervidas y saltadas con cebollas y especias a gusto. Almendras. Uvas negras. Duraznos. Bananas. Higos desecados o dátiles. Puede ser en ensalada de frutas o a gusto. 10
una porción de peras o manzanas. Una ensalada cruda de lechugas con tomates y aceitunas negras. Chauchas hervidas con aceite y sal. Un choclo tierno, aderezado a gusto con aceite o sal, cuando es muy tierno su sabor es muy agradable y dulzón. Un plato de arvejas con papas hervidas, una pizca de sal marina y aceite. una porción de manzanas o peras o duraznos. Una ensalada cruda de remolacha, zanahoria y lechuga con aceitunas. Un plato de lentejas o de soja, si se desea agregar ajo, perejil, levadura de cerveza, aceite y sal. O un plato de zapallitos y zanahorias saltados con aceite.
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