Rectoría

Ceremonia de Inauguración del Ciclo Escolar 2017-2018 Doy la bienvenida y agradezco la amistosa presencia del doctor en Derecho Eruviel Ávila Villegas, gobernador constitucional del Estado de México, formidable impulsor y gran aliado de la universidad pública. Nos distingue con su amistad y representación ante la quincuagésima novena Legislatura

local, el diputado

Vladimir

Hernández

Villegas,

presidente

de esta

soberanía, a quien agradecemos las gestiones que realiza en favor de la Universidad Autónoma del Estado de México. Nos honra con su compañía, el magistrado, doctor en Derecho Sergio Javier Medina Peñaloza, presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado de México, con quien tenemos una valiosa colaboración académica. Saludo con afecto la grata presencia de la licenciada en Ciencias Políticas Elizabeth Vilchis Pérez, secretaria de Educación del Estado de México, a quien agradecemos su generosa contribución a los proyectos académicos que comparten nuestros sistemas de educación superior. Destaco

la

grata compañía del profesor Fernando

Zamora

Morales,

presidente

municipal constitucional de Toluca, quien siempre ha mantenido una atenta y solidaria colaboración con nuestra universidad en diversas tareas desarrolladas en la capital del Estado de México. Del mismo modo, valoro la amable presencia del Mtro. Adrián Torres Becerril, delegado de la Secretaría de Educación Pública en el Estado de México, dependencia con la que compartimos la voluntad de formar a las nuevas generaciones con un enfoque contemporáneo. Destaco

la

presencia,

que

es

un

signo

de

una

trayectoria

universitaria ejemplar, del doctor Carlos Manuel Arriaga Jordán, y del alumno Daniel Alejandro López Jalil, representantes del personal académico y de los alumnos, respectivamente, quienes

han

sido reconocidos

con

la Presea

“Ignacio

Ramírez

Calzada” y la Presea “Ignacio Manuel Altamirano Basilio”, versión 2017.



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Rectoría

Saludo la grata presencia de la Doctora Silvia Cristina Manzur Quiroga, Directora General del Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología y egresada de esta Facultad a quien agradecemos siempre la generosidad con que privilegia a su Alma Mater. Doy la bienvenida a los representantes de los medios de comunicación, cuya labor es indispensable para que la sociedad mexicana conozca los logros de la universidad pública. Saludo con especial afecto la presencia de los Secretarios de Docencia, Administración y de Rectoría, de la Universidad Autónoma del Estado de México, cuyo profesionalismo está presente en la realización de esta ceremonia. También, con cariño y gratitud, reconozco la presencia de la Decana y del Cronista de nuestra Universidad, así como del Defensor de los Derechos de los Universitarios. Agradezco el cordial recibimiento del maestro en Ciencias de la Salud Julio Basilio Robles Navarro, director de esta Facultad de Odontología, amable anfitrión y coordinador de esta ceremonia. Aprecio la hospitalidad de la comunidad universitaria de esta Facultad de Odontología; alumnos, profesores y trabajadores, muchas gracias por su calidez y generosidad. Toda inauguración académica constituye un momento de feliz celebración, sobre todo cuando el inicio de un nuevo ciclo viene precedido de trabajos cuyo resultado nos genera confianza en el porvenir. Para los universitarios es motivo de dicha y esperanza el inicio de un nuevo ciclo escolar, pues sabemos que lo mejor que le puede pasar en la vida a un joven es llegar a la escuela, llegar a la universidad, llegar a un lugar donde existe un ambiente que lo impulse a ser mejor persona, donde puede aprender a ser y a buscar lo mejor para sí y para sus semejantes. Esta es una de las convicciones de los universitarios: nuestra lealtad y nuestra confianza en la educación, en la formación que brinda nuestra Casa de Estudios para que nuestros jóvenes se desempeñen exitosamente en el mundo laboral.



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Rectoría

Pero también, la universidad pública es un lugar donde todos aprendemos a practicar el valor de la tolerancia, examinar críticamente nuestra forma de ser, en suma, a vivir en una sociedad más abierta, más libre y democrática. Los universitarios nos formamos para comprender y apreciar la realidad, desde la racionalidad de la ciencia, libre de dogmas y de la comodidad de los usos y costumbres. Sabemos que una educación basada en la obediencia no le sirve a una sociedad

que necesita

encontrar

nuevas

soluciones para resolver

día

a

día los complejos desafíos que nos plantea la versátil realidad contemporánea. Es por ello que de la universidad deben egresar personas que puedan pensar por sí mismas,

que

tengan curiosidad

para proponer,

con

e

imaginación,

capacidad

responsabilidad, iniciativas que

reflexiva

equilibren

la

y

aptitud

competencia

disciplinaria y el alto sentido ético de la profesión. Por

tanto,

la

Universidad

debe

ser

un

laboratorio

donde se ensayen

y

discutan las formas más modernas de enseñanza, donde la libertad de cátedra sea el espacio para analizar y

resolver

los

desafíos

que

implica

promover

un

aprendizaje que potencie la energía creativa, la capacidad inventiva y solidaria, de tal modo que los alumnos interactúen con el mundo real del trabajo y contribuyan a la sociedad. El desafío de la docencia contemporánea reside en generar una enseñanza que fortalezca virtudes cívicas para la democracia, pues las sociedades democráticas sólo pueden superarse a sí mismas si están construidas por ciudadanos dispuestos a poner el bien común por encima de los intereses personales o de grupo. Por ello, la Universidad es el lugar donde trazamos los mapas que habremos de recorrer en el futuro, la Universidad es la inteligencia, la conciencia e inspiración para una sociedad más civilizada, más humana y más responsable con el planeta que habitamos. Estas reflexiones ilustran la idea de que la educación superior de calidad es una inversión, como lo ha venido sosteniendo nuestro Gobernador, el Dr. Eruviel Ávila Villegas, pues el Estado y la sociedad recuperan los recursos destinados a la formación universitaria, cuando aumenta la productividad de los trabajadores con mayor nivel educativo, quienes pagarán sus impuestos y cuyo diario trabajo impactará en el desarrollo económico y social del país.



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Gracias a la preparación académica que distingue a nuestro Gobernador existe en la administración pública estatal, la profunda convicción de que la educación superior, además de una inversión económica, es la mejor inversión social, ya que la formación profesional no se reduce a la cantidad de escuelas, al número de aulas, de profesores o de alumnos; la educación también ofrece respuestas cualitativas a la sociedad.

La educación nos da una comprensión de la historia, de la actualidad y de los retos de la humanidad; es donde se fomenta un aprovechamiento sostenible de la naturaleza, así como el respeto a los derechos y libertades fundamentales; es, donde se crea una ciudadanía más plena y se construyen convivencias pacíficas. Así ocurre hoy en esta célebre Facultad de Odontología, donde damos la bienvenida a toda

la comunidad

universitaria para iniciar el ciclo

escolar 2017-2018 y

donde

presenciamos la entrega de infraestructura educativa del Gobierno del Estado de México a nuestra Alma Mater. Recién hemos cortado en esta facultad del listón inaugural de la Clínica de Odontogeriatría, que dará servicios de atención primaria, de admisión y urgencias a unas 870 personas adultas mayores por semana. Se trata de una obra que muestra la sinergia de los distintos campos del conocimiento científico que se alojan en la UAEM como son demografía, gerontología y odontología. Además de esta Clínica de Odontogeriatría, hoy inauguramos —en esta Facultad— la ampliación de dos edificios y la construcción de aulas para la formación de los técnicos superiores universitarios

en

Prótesis

Dental.

Asimismo,

se

entrega

la

nueva biblioteca para la Facultad de Ciencias de la Conducta, la ampliación del Centro de Investigación en Ciencias Médicas y la remodelación de un edificio académico para alumnos y profesores en el Centro Universitario de Atlacomulco. En todas estas obras podemos apreciar la voluntad de proveer los espacios y las más modernas tecnologías para un proceso de enseñanza-aprendizaje acorde con un mundo cada vez más interconectado y con la generación de nuevo conocimiento para una sociedad donde el uso intensivo de éste se erige como un poderoso motor económico y social.



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Todo esto, desde luego, es posible por el esfuerzo cotidiano de todos los universitarios y porque contamos con un gobernador convencido de que la universidad pública tiene que educar

con

calidad

a

más

personas, tiene

que producir

conocimiento socialmente pertinente y tiene que demostrar sus logros en el mayor beneficio de los ciudadanos. La UAEM inicia este ciclo escolar con una renovada infraestructura que consolida su servicio educativo y que nos permite recibir.



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