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enfoques
| Domingo 12 De enero De 2014
MI Mundo dIgItaL
Alejandro Formanchuk
En su blog “Todo significa” (www.formanchuk.com.ar/todosignifica), Alejandro Formanchuk sintetiza su vida profesional con los siguientes hashtags: #Comunicación, #Cultura2.0, #CrowdThinking y #Emprendimiento. Especializado en comunicación organizacional, asesor de empresas en 11 países, preside la Asociación Argentina de Comunicación Interna y en Twitter puede encontrárselo como @formanchuk. A continuación, sus favoritos y recomendaciones.
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http://armarideas.wordpress.com/ “El blog de Daniel Daza Prado analiza la tecnología desde la óptica de la antropología.”
www.mindjet.com “Me sirve mucho para organizar mi trabajo.”
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www.wired.com “Para leer por dónde va a salir el tiro.”
rankIng de twItteros 1 @FastCoDesing La revista y blog de diseño, innovación y negocios Fast Company’s Co. Design, en Twitter.
www.tunein.com “Para escuchar música.”
2 @JotDownSpain Perfil de la revista cultural JotDown en su versión en español. 3 @millorfernandes Página del filósofo y escritor brasileño Millôr Fernandes.
http://pensandoentic.net/ ptic/ “De Luis David Tobón: una gran licuadora de ideas disruptivas.”
el perfil
Carlos Sánchez, la mano derecha de Capitanich y su apuesta en la pelea interna con Echegaray tensidad con el correr de los días y la avalancha de conflictos, que incluyó la rebelión policial, los saqueos y los cortes de luz. Su nombramiento generó satisfacción inmediata en Echegaray, que comenzó a jactarse de que “Carlitos” era un hombre suyo designado en el vértice del poder. Cerca de Capitanich lo desmienten y sostienen, en cambio, que Sánchez es mucho “más capaz y eficiente”. Después de 20 días como su segundo en la Jefatura de Gabinete, el neuquino recibió una llamada que hubiera preferido no atender. Capitanich le ordenó que fuera a la Aduana en reemplazo de Siomara Ayerán –incondicional de Echegaray– “para fortalecer las exportaciones”. Ir a atajar penales a la Aduana no era lo que más lo tentaba, pero Capitanich lo convenció con un argumento inapelable: su lugar pasaría a ser ocupado por su esposa, la contadora y abogada chubutense Fabiana Sambanca. Sánchez y Sambanca actúan en tándem. En la función pública y en la actividad privada. Sambanca es la contadora de “Coqui” y se ocupa de confeccionar puntualmente su declaración jurada. Además, es parte del directorio del Estudio Sambanca junto a su hermano mayor Gustavo, un reconocido financista de Esquel. A comienzos de la década pasada, el matrimonio patagónico incursionó en el negocio de los medios y compró Canal 9 de Resistencia –el más importante de Chaco– junto al empresario Marcelo Linke. Poco después dejó de figurar en el directorio, pero en la provincia aún los señalan como los dueños de la señal. Según consta en el Boletín Oficial, hasta fines de 2010 Sambanca negociaba las paritarias con el Sindicato Argentino de Televisión en nombre de TV Resistencia SA. Cerca de Capitanich, sostiene que su rol se limita al de una asesoría financiera y contable. Sánchez afirma en privado que haber comprado Canal 9 fue lo “peor” que le pasó. La empresa tenía pasivos ocultos que la pareja no podía afrontar y que la obligaron a retirarse enseguida, gracias a la buena voluntad de la familia Linke. La única empresa que les queda es la financiera Banred SA, que conduce el mayor de los Sambanca y consta en la declaración de bienes de Sánchez. El perfil bajo que Sánchez mantuvo en la administración nacional contrasta con el retrato suyo que hacen los críticos de Capitanich en
Siempre cerca del jefe de Gabinete, el nuevo titular de la Aduana, con carrera en la AFIP, hace equilibrio en los cortocircuitos de sus dos jefes Diego Genoud PARA LA NACION
e
ra el candidato que Jorge Capitanich tenía en mente para reemplazar a Ricardo Echegaray, mucho antes de que la tempestad intestina se desatara en el Gobierno por el impuesto a los bienes personales. El contador Carlos Alberto Sánchez es la mano derecha del jefe de Gabinete y conoce como pocos las reglas de la AFIP, un área en la que pesó fuerte en los últimos cinco años. Desconocido incluso por funcionarios y dirigentes del kirchnerismo, su nombre es sinónimo del gobernador de Chaco. Nacido en Neuquén hace 47 años, el actual director general de la Aduana es el hombre de mayor confianza del jefe de ministros y se mueve siempre en sintonía con sus pasos. En el Ejecutivo, en el Senado o en Chaco. Se conocen desde hace más de dos décadas y la amistad es tan estrecha que lleva a los detractores del chaqueño a considerarlos parte de una sociedad. Aunque en el Gobierno hay quienes lo mencionan como reemplazante de Echegaray, Sánchez afirma que el estruendoso cortocircuito público de esta semana entre sus dos jefes lo tomó por sorpresa. Según dice, la desautorización que el recaudador le propinó a “Coqui” en conferencia de prensa no fue premeditada, sino parte de un malentendido entre dos funcionarios que se llevan bien. El titular de la Aduana “admira profundamente” a Capitanich y dice tener una excelente relación con Echegaray. Pero responde ciegamente al primero. Creyente fervoroso educado en un colegio salesiano, Sánchez es el mayor de siete hermanos. Su padre es un productor agropecuario que le enseñó la austeridad y su madre es Graciela Fanti, una escritora que recorrió el mundo tras los pasos del Santo Sudario. Conoció a Capitanich en los tempranos 90, cuando los dos eran estudiantes del interior que cursaban
en Buenos Aires. El ahora jefe de Gabinete hablaba entonces del peronismo y el rol del Estado, y Sánchez afirmaba tener la solución para terminar con la desocupación en la Argentina: bajar el costo laboral y ofrecer incentivos fiscales para el sector empresario, algo que –según admite– más tarde llevó a la práctica Domingo Cavallo con algunas modificaciones. Sánchez estaba tan convencido de su fórmula que le escribió una carta a Carlos Menem y se la dejó en la Casa Rosada. Lugar estratégico Egresado de la UBA pero con posgrados en la usina ortodoxa del CEMA, lleva ya 22 años como funcionario público. Ingresó en el Estado en 1990 con un contrato temporario y no paró de ascender. Siempre se destacó por su rapidez y eficiencia. Fue el primero en comprarse una notebook Epson cuando los empleados de la entonces DGI todavía no sabían usar el DOS. “Carlitos”, como le dicen los allegados al chaqueño, ya había ocupado un lugar estratégico en los cinco meses de 2002 en los que su amigo hizo la primera incursión en la Jefatura de Gabinete, durante el interinato de Eduardo Duhalde. Fue coordinador del gabinete fiscal y siguió más tarde a “Coqui” cuando asumió como senador nacional. Regresó al organigrama de la AFIP en tiempos de Alberto Abad. Los funcionarios de carrera sostienen que Sánchez es un “buen tipo”, de perfil bajo, que nunca movió un expediente sin consultar al gobernador de Chaco. “No hacía ostentación de poder. No formaba parte del riñón de Echegaray”, dice un hombre que lo tuvo a su cargo. Sánchez asumió como vicejefe de Gabinete a fines de noviembre pasado, pero no alcanzó a cumplir más de dos semanas en el cargo. Apenas tuvo tiempo para llamar a Horacio Rodríguez Larreta y coordinar con él el primer encuentro entre Capitanich y Mauricio Macri, piedra basal de la etapa de diálogo que perdió in-
quién es b Nombre y apellido Carlos Sánchez b Edad 47 años b Fidelidad Nacido en Neuquén, estudió en la UBA con Capitanich, a quien acompañó en Chaco, en el Senado y en el Ejecutivo. En 1990 ingreso en el Estado e hizo una larga carrera en la DGI y la AFIP. b Sociedad conyugal Con su mujer, Fabiana Sambanca, que es contadora de Capitanich, compraron el Canal 9 de Resistencia y son dueños de una financiera.
Chaco. El radicalismo sostiene que solía presentarse como “socio” del gobernador. Puede haber contribuido a eso el rol de Sambanca, que trabajó junto al gobernador en temas de presupuesto entre 2007 y 2010. Desde la oposición señalan a Sánchez como uno de los funcionarios clave para que la AFIP aprobara el plan de facilidades que favoreció a la ex Ciccone. Sánchez –que en ese momento ya era director general de Recursos de la Seguridad Social– niega cualquier injerencia en el tema. La Coalición Cívica le apuntó nuevamente a mediados de 2013. Elisa Carrió le pidió al fiscal Guillermo Marijuan que solicitara medidas de prueba por el desplazamiento de funcionarios de la AFIP que investigaban facturas apócrifas de empresas inexistentes. Sánchez era entonces el subdirector general de Operaciones Impositivas de la AFIP. Aunque se presenta como un cuadro técnico, el contador amigo de Capitanich tiene vocación política. Desde su puesto en la AFIP comenzó a tender puentes con los intendentes de Neuquén en busca de alguna candidatura a mediano plazo. Sánchez lo niega rotundamente, pero a su lado admiten que le “fascinaría ayudar a su provincia”. Dependerá en parte de la suerte del jefe de Gabinete: Sánchez camina siempre en el mismo sentido que su jefe.ß
reaLIsMo trágIco (en dos MInutos)
La revolución K, contra las cadenas de frío Diego Sehinkman PARA LA NACION
e
s una cuestión de aritmética emocional: si a la expectativa (que el Gobierno se relance anunciando medidas razonables) le restamos la realidad (lo que efectivamente se anunció) nos queda una diferencia muy grande llamada desilusión. De a poco, hasta los más creyentes van pasando de la fase de negación a la de aceptación y duelo: no es que este gobierno no quiere, es que no puede. Basta con mirar el nuevo control de precios. Nació muerto. Los que quieran pasar a darle el último adiós tienen que hacerlo ahora, porque en diez minutos cierran el cajón de tomate. En la creencia de que la inflación es causada básicamente por las “pa-
trañas al interior de la cadena de comercialización”, el ministro de Economía amenazó a los productores con un revólver liberal. Dijo: “En caso de que hubiera un problema estacional que no se pueda solucionar de otra manera, vamos a permitir las importaciones para que los precios sean respetados”. Curioso: Kicillof es keynesiano, pero “estacionalmente” cavallista. Si uno lee con atención el libro de los libros, entiende que hizo muy bien la Presidenta en dar marcha atrás con la suba descomunal de Bienes Personales que anunció Echegaray. El horno no está para bollos. Si uno humaniza el mito, la chispa final que enciende al pueblo de Galilea, oprimido por los ocupantes romanos, es un impuestazo del Imperio. Así las cosas, Jesús de Nazaret fue, antes que Redentor, el
hombre que capitalizó el enojo de la gente y la organizó para encabezar una rebelión fiscal. Cristina sabe que no anda con suerte. En marzo pasado, desde Flores, le salió un papa. No sea cosa que ahora, desde un Parque Avellaneda sin luz y furioso, le salga un hijo de Dios (que Milani haga inteligencia, hay muchas carpinterías en la zona). Cómo cambió el debate. La batalla cultural cedió ante la batalla terrenal. En dos meses pasamos de “¿qué modelo de país querés dejarles a tus hijos?” a “¿qué modelo de grupo electrógeno querés dejar señado?”. Los cortes son tan transitorios, hay tanta fe en De Vido, que la Casa Rosada ya gastó cuatro millones de pesos en un sistema de baterías para asegurarse luz de emergencia. Pero hay quienes dicen con mali-
cia que, antes que la Rosada, la casa donde no puede faltar luz es la Casa de Moneda. Esa planta impresora fue transformada en el marcapasos de la economía. Latimos con cada plancha nueva. Esos billetes de cien tienen que llegar humeantes al cajero aunque tengamos al Chocón tosiendo. Mientras tanto, Jorge Milton Capitanich empezó a entender que, aun gastada por 6 años de uso, la lija de Olivos conserva intacto su grano grueso. Luego de un mes, el sillón de Rivadavia de Coqui es aserrín. Le dijeron que lo querían para un afiche, creyó que era para 2015 y hoy su cara viaja en la luneta del ajuste. Guillermo Moreno fue arrojado del globo aerostático como una bolsa de arena con la ilusión de ganar altura. No funcionó. El próximo parece ser Ricardo Echegaray. Pero
¿sobra arena o falta gas? ¿Cuál es el plan? ¿Apurar la liquidación de divisas de las cerealeras, más cepo a la importación (salvo tomate), prorrogar el blanqueo? Todo ya fue hecho y fracasó. ¿Por qué funcionaría ahora? Cuando Néstor Kirchner llegó a la presidencia en 2003, había 10.500 millones de dólares de reservas. Una hipótesis es que el Gobierno piense: “Alquilamos el auto con menos de
un cuarto de tanque. ¿Por qué no lo podemos devolver igual?”. El estruendo del arranque del grupo electrógeno los despierta del sueño emancipatorio. La Patria no tiene luz para sus heladeras. Hasta aquí, la única cadena que rompió esta revolución kirchnerista es la cadena de frío.ß Twitter @diegosehinkman