CANTAR DE LOS CANTARES: INTRODUCCIÓN ... - ObreroFiel

«Seis otros versículos en el libro se refieren a él por nombre (1:5; 3:7, 9, 11; 8:11, .... En este artículo una discusión del la fecha y la paternidad literaria del libro no ...... Su preferencia era el cuidar ovejas, viñas y flores, en vez de jugar al golf, ir.
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CANTAR DE LOS CANTARES: INTRODUCCIÓN, BOSQUEJO Y NOTAS EXPOSITIVAS Por Sergio A. Rámirez Usado con permiso "La más grande historia de amor" Autor y Fecha Aunque la declaración del primer versículo, "el cual es de Salomón" no es conclusiva porque puede también ser traducida "el cual concierne a Salomón" o "el cual es para Salomón", existe otra evidencia que inclina la balanza en favor de Salomón como el autor del libro. «Seis otros versículos en el libro se refieren a él por nombre (1:5; 3:7, 9, 11; 8:11, 12). Es también aludido como "rey" (1:4, 12; 3:9, 11; 7:5). Que es el rey el amante a quien se hace referencia en el libro es confirmado por las referencias a su costosa litera (3:7-10) y a los carros reales (6:12). Salomón fue un amante de la naturaleza (1 R. 4:33), y las numerosas referencias en Cantar de los Cantares a la flora, la fauna, y otros aspectos de la naturaleza es consecuente con el que sea su autor. El libro, entonces, fue escrito probablemente durante el reinado de Salomón, entre el 971 y el 931 a.C. Algunos se preguntan cómo Salomón podría ser el autor de un libro que exalta la fidelidad en el matrimonio cuando él fue tan infiel, teniendo 700 esposas y 300 concubinas (1 R. 11:3). Quizá la respuesta es que la "amada" en Cantares con quien se casa fue su primera esposa. Si es así, entonces el libro puede haber sido escrito poco después de su matrimonio, antes que cayera en el pecado de la poligamia». (Deere) Propósito La determinación del propósito de Cantares está ligada a su interpretación, de la cual se hablará más adelante. El propósito del libro es triple: (1) afirmar el disfrute del amor del hombre y de la mujer en el matrimonio, (2) llamar la atención a la importancia de la exclusividad para que este amor alcance su más elevada expresión, y (3) apuntar al amor de Dios por su pueblo. En relación con el primer propósito, Ryken dice, El punto de vista del amor incorporado en Cantar de los Cantares es una de las razones para la importancia de la obra en la literatura bíblica. Para comenzar, el amor descrito en la obra es eros, sin mención del ágape. La nota principal del libro es "amor porque", no "amor a pesar de". Aunque en el uso moderno el adjetivo "erótico" implica lujuria sexual, la palabra debiera ser aplicada al Cantar de los Cantares con el sentido neutral de "lo que tiene que ver con el hombre y la mujer y tiene una fuerte dimensión física". La implicación del poema es que la atracción mutua entre los sexos es ordenada por Dios y que el sexo está diseñado para jugar un papel bueno y normal dentro de los límites establecidos por Dios. El amor en el poema es también romántico. Es sentimentalizado, altamente refinado, y conducido de acuerdo a un elaborado patrón social. Es humanamente refinado y posiblemente no podría ser considerado animal. Esta identidad distintivamente humana del amor lo aleja de la lujuria, que trata el sexo sólo como apetito físico. La tercera característica del amor presentado en la obra es que es idealizado. Se sostiene que es un sentimiento humano ennoblecedor, que involucra virtudes morales tales como la amabilidad,

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la humildad, la modestia, la alta estima de la otra persona, y la lealtad. La idealización del amor romántico despoja al poema del ascetismo, que sostiene que el amor romántico nunca es una cosa buena en sí mismo. Finalmente, el amor romántico que es celebrado en el poema ocurre dentro del contexto del matrimonio. En la medida que el amor se profundiza, es dirigido al matrimonio, y la consumación física del amor es descrita como habiendo ocurrido después de la ceremonia de bodas. En los capítulos 4 y 5, seis veces se hace referencia a la amada como "esposa". Para sumarizar, debemos decir que el ideal que es celebrado en la obra es el amor romántico de los casados. Lo que de alguna manera sorprende es que el amor no es puesto en el contexto espiritual de la fe en Dios. De hecho, el nombre de Dios ocurre sólo una vez en el poema, de pasada (en 8:6 algunas versiones no traducen "fuerte llama" sino "llama de Yahveh"). Sabemos por otros escritos de la Biblia que los escritores bíblicos no creen que un matrimonio exitoso pueda estar basado sólo o primeramente en eros, sin embargo, ágape no es el tema del poema. La explicación es indudablemente que un poeta no está bajo la obligación de escribir acerca de todo en cada poema que escribe. Este es un poema de celebración del amor erótico, y su horizonte está circunscrito a eso. La conclusión a sacar es que el amor romántico humano puede ser bueno y una cosa sagrada, aun cuando no es algo que pertenece exclusivamente a los adherentes de la fe judeocristiana. Una vez hemos hecho notar esto, es también importante recordar que "el cristianismo ha glorificado el matrimonio más que cualquier otra religión; y que casi toda la más grande literatura del amor en el mundo ha sido compuesta por cristianos". (Ryken, The Literature of the Bible) Sólo una nota de disensión en lo apuntado por Ryken: El amor que la sulamita llega a expresar se acerca mucho al concepto del amor ágape. Sólo hay que notar el progreso de su amor tal como está registrado en Cantares 2:16; 6:3 y 7:10. Principia siendo un amor donde ella se preocupa más por lo que recibe que por lo que da; continúa esperando recibir lo mismo que da, y finaliza preocupándose sólo por dar. El punto es que el amor conyugal funcionará óptimamente sólo si es sostenido por el amor de Dios. El segundo propósito del libro es poco enfatizado. Quizá esto se deba a la dificultad que entraña armonizar el principio de la exclusividad con el estilo de vida de Salomón. Pero la exclusividad constituye el desafío de la sulamita, como se verá. Es en relación con el último propósito, aunque no entendido de forma literal, que el libro halló lugar entre los Rollos o Megilloth del canon judío. «Encabeza la lista de ellos porque era usado en la primera y más grande fiesta del año - LA PASCUA. Los judíos lo llamaban el lugar santísimo de las Escrituras. Tanto Orígenes como Jerónimo nos dicen que los judíos no permitían a sus jóvenes que lo leyeran sino hasta hubiesen cumplido los 30 años». (Lawrence) Interpretación Apuntamos a continuación una traducción del importante artículo de J. Paul Tanner. LA HISTORIA DE LA INTERPRETACIÓN DE CANTAR DE LOS CANTARES Traducido de Bibliotheca Sacra, Vol. 154, #613, (Enero-Marzo 1997), pp. 23-46 J. Paul Tanner Probablemente ningún otro libro de la Biblia ha dado pie a tal plétora de interpretaciones como el de Cantar de los Cantares. Saadia, un comentarista medieval judío dijo que Cantar de los Cantares

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es como un libro para el cual la llave se ha perdido. Hace más de cien años el renombrado erudito del Antiguo Testamento Franz Delitzsch señaló, El Canto es el libro más oscuro del Antiguo Testamento. Sea cual sea el principio de interpretación que uno pueda adoptar, siempre queda un número de pasajes inexplicables, y exactamente aquellos que, si uno los entendiera, ayudarían a resolver el misterio. Y, sin embargo, la interpretación presupone desde el principio que el intérprete ha llegado a dominar la idea del todo. Así, ha llegado a ser una tarea ingrata; porque, sin obstar lo exitoso que el intérprete pueda ser en las partes separadas, sólo será agradecido por su trabajo cuando la concepción como un todo sobre la cual se ha decidido sea aprobada. Delitzsch señaló correctamente que el desafío consiste en conceptualizar la idea del todo y, no obstante, es esta precisamente la única faceta de este libro que hace la tarea tan formidable. Más recientemente Harrison hizo referencia exactamente a este asunto. Pocos libros del Antiguo Testamento han experimentado una amplia variedad de interpretaciones como el Cantar de los Cantares. La ausencia de temas específicamente religiosos se ha combinado con la lírica erótica y lo vago de trama alguna para que la obra provea a los eruditos de un terreno casi ilimitado para sus especulaciones. Comprensiblemente estos problemas llevaron al tratamiento alegórico del libro tanto por los eruditos judíos como cristianos. Este método particular, que fue popular hasta el siglo diecinueve inclusive, está ahora perdiendo seguidores. Sin embargo, a pesar de la multitud de sugerencias alternativas, ninguna otra concepción interpretativa ha ganado consenso entre los exegetas del Antiguo Testamento. La perplejidad interpretativa del libro es incluso reflejada por su colocación original en el canon hebreo, aunque este asunto es oscurecido por las traducciones al castellano. El Cantar de los Cantares aparece en los “escritos” sagrados del canon judío como uno de los cinco Megilloth (junto con Rut, Lamentaciones, Eclesiastés, y Ester). De hechos Cantares aparece primero en esta sección, y es leído en el primer festival judío del año, es decir, la pascua. La relación con la pascua, no obstante, no es accidental. El Targum judío interpretó Cantares como una figura de la historia de la nación hebrea comenzando con el éxodo, un evento asociado de la manera más natural con la fiesta de la pascua (Ex. 12). Así, la pascua fue un tiempo apropiado para leer el Cantar de los Cantares, y era leído el día octavo del festival. En la Septuaginta, no obstante, Cantares fue colocado después de Eclesiastés, una decisión que a su vez influyó para su colocación en las traducciones modernas. Cualquier solución para entender Cantar de los Cantares debe primero ser definida al nivel hermenéutico. ¿Qué principios hermenéuticos son válidos para tratar con este género literario de poesía amorosa antigua? ¿Hay garantía suficiente para alejarse de la hermenéutica gramáticohistórico-contextual? La meta de este artículo es dar un vistazo a las principales concepciones interpretativas que han sido presentadas a lo largo de la historia del libro y evaluar las bases hermenéuticas sobre las que descansan. Esto servirá como un estudio fundamental apropiado para una interpretación del libro que sea más consecuente con la hermenéutica gramático-histórico-contextual. Un segundo artículo (“El mensaje de Cantar de los Cantares”) presentará una interpretación de Cantares que sigue el acercamiento “literal-didáctico” y que no obstante ofrece una interpretación única del todo.

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LA UNIDAD DE CANTAR DE LOS CANTARES En este artículo una discusión del la fecha y la paternidad literaria del libro no será abordada, pero el asunto de la unidad del libro es un tema más pertinente. Un número de eruditos ha negado cualquier unidad esencial del libro y han concluido que Cantares es simplemente una colección de poemas de amor (con múltiples autores). Sin embargo, a la luz de la abundante repetición de palabras y frases, los refranes y temas repetidos, y la intrincada estructura del libro, es más probable que un sólo autor o editor es responsable por la obra presente. “Las repeticiones que ocurren dejan la impresión de una sola mano, y existe una mayor unidad de tema y estilo que el que sería de esperarse en una colección de poemas de varias manos y de fuentes ampliamente separadas”. Deere provee un útil resumen de los argumentos en favor de la unidad del libro. (1) Los mismos caracteres son vistos a lo largo del libro (la amada doncella, el amante, y las hijas de Jerusalén). (2) Similares expresiones y figuras de lenguaje son usadas a lo largo del libro. Ejemplos son: el amor mejor que el vino (1:2; 4:10), suaves ungüentos (1:3, 12; 3:6; 4:10), las mejillas de la amada (1:10; 5:13), sus ojos como palomas (1:15; 4:1), sus dientes como ovejas (4:2; 6:6), su encargo a las hijas de Jerusalén (2:7; 3:5; 8;4), el amado como gacela (2:9, 17; 8:14), el Líbano (3:9; 4:8, 11, 15; 7:4), y las numerosas referencias a la naturaleza. (3) Las peculiaridades gramaticales hebreas encontradas sólo en este libro sugiere un único autor. (4) El progreso del tema apunta a una obra única, no una antología. Además la novia es llamada “hermosa entre las mujeres” (1:8; 5:9; 6:1) y del novio se dijo que alimenta su rebaño “entre lirios” (2:16; 4:5; 6:2-3). A la luz de estas observaciones la evidencia señala a una composición unificada de la mano de un sólo autor o editor. EL PUNTO DE VISTA ALEGÓRICO La idea de que el Cantar de los Cantares debiera ser entendido en su sentido llano normal ha sido firmemente resistida a lo largo de casi toda su historia. Los defensores del punto de vista alegórico han sido inexorables en que debe haber algún mensaje “espiritual” en el libro que va más allá del tema terrenal de la sexualidad humana. Como resultado, los alegoristas han subrayado un sentido espiritual que subyace la lectura superficial. El resultado de este método, no obstante, ha sido una hueste de interpretaciones tan numerosa como los que siguen este acercamiento. Los intérpretes judíos entendieron el texto como una alegoría del amor entre Dios y la nación de Israel, y los intérpretes cristianos han sugerido que el libro habla del amor entre Cristo y su esposa, la iglesia. La interpretación de los detalles, sin embargo, llegó a ser muy variada y fantasiosa. El punto de vista alegórico judío Trazas de la interpretación alegórica del Cantar de los Cantares se hallan tan temprano como la Mishná judía (Taanith 4:8). Este acercamiento fue también seguido por el Targum, el Midrash Rabbah, y por los comentaristas judíos medievales Saadia, Rashiu, e Ibn Ezra. El Targum sobre Cantares interpreta el libro como expresando el amor de gracia de Dios hacia su pueblo manifestado en los períodos de la historia hebrea desde el éxodo hasta la venida del Mesías (estos períodos históricos eran supuestamente discernibles en el Cantar de los Cantares). El punto de vista alegórico cristiano (Modelo primario) Los comentaristas cristianos aplicaron un método alegórico semejante en su interpretación de Cantares, viendo al novio como a Jesucristo y a la novia como a su iglesia. Este ha sido el punto

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de vista dominante durante la mayoría de la historia de la iglesia, aunque ha perdido apoyo en el último o dos últimos siglos. No se sabe exactamente cuándo este punto de vista fue adoptado por los cristianos. Todo lo que uno puede decir es que hay evidencia de ello tan temprano como Hipólito (c. 200 d. C.), aunque sólo han sobrevivido fragmentos de su comentario. Las interpretaciones de los detalles de Cantares han sido muy variadas, pero los siguientes ejemplos son suficientes para dar el sentido general de cómo fue tratado el texto. Quien es traído a la cámara del rey (1:4) se dice que son aquellos con quienes Cristo contrajo matrimonio e introdujo a su iglesia. Los pechos en 4:5 son entendidos como el Antiguo y el Nuevo Testamentos, y “el monte de la mirra” en 4:6 se dice que habla de la eminencia a la que son exaltados los que crucifican los deseos de la carne. No es de extrañar que Orígenes llegara a ser el campeón de la interpretación alegórica de Cantar de los Cantares. Además de una serie de homilías, produjo un comentario de diez volúmenes sobre el libro. Orígenes fue influido por las interpretaciones judías y por su contemporáneo mayor Hipólito, pero también fue un producto de varias fuerzas filosóficas que trabajaban en su día, como el ascetismo y las tendencias gnósticas que veían el mundo material como mal. “Orígenes combinó lasa actitudes platónicas y gnósticas hacia la sexualidad para desnaturalizar el Cántico y transformarlo en un grama espiritual libre de toda carnalidad. El lector era amonestado a mortificar la carne y a no tomar con referencia a las funciones del cuerpo cosa alguna de las que Cantares predicaba, sino aplicar todo a las percepciones de los sentidos divinos del hombre interior”. Indudablemente este punto de vista disminuido de la sexualidad humana, tan prevalente en aquel día, encendieron las llamas de la interpretación alegórica de Cantares. A lo largo de los años hubo pocas voces que disintieras, e incluso los más grandes dirigentes cristianos sucumbieron a este acercamiento. Como Glickman señala, “Nada menos que un teólogo como Agustín sucumbió a este error, exponiendo genuinamente el punto de vista de que el único propósito de la relación sexual es procrear hijos y que antes de la caída de Adán ni siquiera para eso era necesaria”. Jerónimo (331-420), quien produjo la Vulgata Latina, alabó a Orígenes y abrazó la mayoría de sus puntos de vista. Como resultado, fue decisivo en introducir la interpretación alegórica a las iglesias occidentales. Bernardo de Claraval (1109-1153) predicó ochenta y seis sermones sobre el Cantar de los Cantares, cubriendo sólo los dos primeros capítulos. Tendía obsesivamente a la interpretación alegórica en un intento de purgarlo de cualquier “pasión carnal”. Muchos otros a lo largo de la historia se han acercado al libro alegóricamente, incluyendo a Juan Wesley, Mateo Henry, E. W. Hengstenberg, C. F. Keil, y H. A. Ironside. Puntos de vista cristianos alegóricos alternativos Otros tipos de interpretaciones alegóricas a través de los años difieren del punto de vista predominante en el que las figuras principales representan a Cristo y a la iglesia. La novia como María, la madre de Jesús. Dentro del movimiento mariológico del catolicismo romano, la novia del Cantar de los Cantares ha sido interpretada alegóricamente algunas veces como María, la madre de Jesús. Por ejemplo, “Toda tú eres hermosa, amiga mía; y en ti no hay mancha” (4:7) es usado para sostener la doctrina de la inmaculada concepción de María. Mientras que este punto de vista es antiguo, ha recibido en años recientes un nuevo impulso a través de los estudios de Rivera, quien parece haber vinculado el punto de vista alegórico de la iglesia con María. Dice que lo que es cierto de la iglesia, es cierto en manera muy especial de la que tuvo tal relación privilegiada con la iglesia.

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La novia como el estado bajo el gobierno de Salomón. Al tiempo que rechazaba la interpretación alegórica normal, Martín Lutero no fue capaz de abrazar el sentido literal erótico del libro. Así que “propuso la teoría que la novia de Cantares es el estado feliz y pacífico bajo el gobierno de Salomón y que Cantares es un himno donde Salomón da gracias a Dios por el don divino de la obediencia”. La narrativa profética de la historia de la iglesia. Johannes Cocceius (1603-1689), quien propuso originalmente el punto de vista “federal” de la imputación del pecado para la teología reformada, mantuvo una más bien innovadora interpretación del Cantar de los Cantares. Representó Cantares como una narrativa profética de las transiciones y eventos que han de pasar en la iglesia. Las divisiones del libro corresponde a los períodos de la historia de la iglesia y a las siete trompetas y los siete sellos del Apocalipsis de Juan... La exposición llega a ser particularmente completa y detallada con la Reforma y culmina con el triunfo futuro del protestantismo. El punto de vista del matrimonio místico. En adición al tratamiento mariológico, otro punto de vista surgió dentro de la teología mística católico romana. Según este punto de vista Cantares enseña “el matrimonio místico” de la unión del alma con Dios cuando la percepción amorosa de Dios llega a ser más trascendente y permanente. Supuestamente, como el alma cristiana pasa a través de una serie de estados místicos en la apropiación de su “percepción amorosa de Dios”, eventualmente culmina en un “matrimonio místico” en el que uno se disuelve en el amor de Dios y se purifica de todo amor a sí mismo. El punto de vista eucarístico. Una variante del punto de vista anterior es que Cantares se refiere a la unión mística que ocurre entre el alma y Cristo durante la sagrada comunión. Evaluación del método alegórico A pesar de la popularidad del método alegórico, sufre más de la novedad de sugerencias y la falta de consenso de significado. Las interpretaciones fantasiosas carecen de objetividad así como de cualquier medio de validación. Archer señala que las ochenta concubinas a las que se refiere Cantar de los Cantares 6:8 han sido interpretadas como ochenta herejías destinadas a plagar la iglesia, pero que no hay validación para esta sugerencia fuera de Cantares. Los dos pechos de la novia en 4:5 y 7:8 han sido interpretados como “la iglesia, de la que nos alimentamos; los dos testamentos, el Antiguo y el Nuevo; los dos mandamientos del amor a Dios y al prójimo; y la sangre y el agua. Gregorio de Nisa encontró en ellos al hombre interno y al externo, unidos en un ser sensible”. Los proponentes del método alegórico pretenden que las Escrituras usan el método alegórico en otros lugares (p. e., Sal. 45 e Isaías 51:1-17 se dice tienen connotaciones alegóricas). También dice que en otros lugares de las Escrituras se usa la relación matrimonial para describir una verdad espiritual mayor, como en los profetas donde la relación matrimonial conlleva una analogía de la posición de Jehová hacia Israel (Is. 54:6; 61:10). Bullock señala que debido a que el libro es profuso en símbolos y figuras del lenguaje, se presta fácilmente a una interpretación no literal. Esto puede ser ilustrado a partir del perceptivo análisis de Gordis de 2:4-5, “Cuando, por ejemplo, la doncella, en 2:4s., anuncia que desfallece de amor y pide ser sustentada por pasas y manzanas, está pidiendo comida concreta, sin duda, pero al mismo tiempo, por la elección de las frutas que son simbólicas del amor, está indicando que sólo la satisfacción de sus deseos puede traerle alivio”. Bullock concluye, “Tal simbolismo extravagante tiende a empujar al intérprete en la dirección de la alegoría o la tipología, porque la riqueza de los símbolos parece difícil de agotar por medio de una interpretación literal”.

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Sin embargo, el Cantar de los Cantares no hace sugerencia alguna de que deba ser interpretado alegóricamente. La presencia de figuras de lenguaje no permite a los intérpretes virar hacia un tratamiento irrestringidamente alegórico del texto. Kinlaw nota que este pequeño libro no tiene una clara línea narrativa progresiva que una esperaría regularmente en una alegoría. Más bien, este libro parece hablar de un episodio histórico en la vida de Salomón que debe ser entendido literalmente. En cuanto al uso simbólico de la figura esposo-novia en otros lugares de las Escrituras, uno debiera observar la singularidad de tales instancias. “Una objeción fundamental al método alegórico, con base a las Escrituras del Antiguo Testamento... es que cuando la relación hombre-mujer se emplea alegóricamente es claramente indicada como tal, mientras que en Cánticos no existe intimación alguna de un acercamiento alegórico”. Como Archer sabiamente notó, Salomón con su enorme harén presenta una pobre analogía del Señor Jesucristo. Tan incitadora como la interpretación alegórica de Cantar de los Cantares pueda ser a la imaginación de muchos intérpretes, tal acercamiento no se sostiene a la luz de la hermenéutica gramático-histórico-contextual. EL PUNTO DE VISTA TÍPICO El punto de vista típico es semejante al punto de vista alegórico. Este acercamiento también ve una conexión de Cantares con un más alto nivel de cumplimiento en Cristo y en la iglesia (o Cristo y el creyente), pero de una manera diferente. En el punto de vista típico existe una afirmación definida del ambiente histórico de Cantares, aunque finalmente da lugar a un nivel más alto de significado. Así el poema está basado en un incidente histórico real en la vida de Salomón con la chica de pueblo sulamita. Mientras que la alegoría niega o ignora la historicidad o realidad de la narración del Antiguo Testamento e impone un sentido espiritual más profundo y escondido en el texto, la tipología reconoce la validez de la narración del Antiguo Testamento por derecho propio, pero entonces encuentra en esa narración un vínculo claro, paralelo con algún evento o enseñanza del Nuevo Testamento que el Antiguo Testamento prefiguró. En el punto de vista típico al entorno histórico se da el crédito debido y la correspondencia entre la historia y su cumplimiento final no necesita ser tan “apretada” como en el acercamiento alegórico. La interpretación típica procede sobre la idea de que el tipo y el antitipo no coinciden exactamente;... lo celestial se imprime a sí mismo en la terrenal, pero es no obstante inmensurablemente distinto a ello. Además, la interpretación histórico-ética debe ser considerada como el trabajo propio del intérprete. Pero debido a que Salomón es un tipo (vaticinium reale) del David espiritual en su gloria, y el amor terrenal es una sombra del celestial, y Cantares es parte de la historia sagrada y de las Escrituras canónicas, no omitiremos indicar aquí y allí que el amor sostenido entre Cristo y su iglesia se proyecta a sí mismo en él. Unger defiende este acercamiento notando que la interpretación tipológica se encuentra en otros lugares de las Escrituras, particularmente en conexión con el matrimonio. El punto de vista típico recibe abundante soporte escriturístico. Tanto en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento la relación entre el pueblo del Señor y el Señor es ilustrada bajo la figura del matrimonio. Israel es la esposa de Jehová (Os. 2:19-23), divorciada actualmente en su pecado e incredulidad, pero todavía por ser restaurada (Is. 54:5; Jer. 3:1; Os. 1-3) en la más maravillosa gracia y gloria, que creemos es el aspecto del amor mutuo que es subrayado en este libro. Por otro

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lado, la iglesia cristiana se presenta como una virgen desposada con Cristo (2 Co. 11:2; Ef. 5:2332; Ap. 19:6-8) y también es reflejada como una parte de los redimidos. Hay que admitir que las Escrituras utilizan a veces el cumplimiento típico, y algunos versículos o pasajes pueden ser típico-proféticos (p. e., Sal. 22). De hecho Salomón es usado como un tipo de Cristo en otra parte (2 S. 7:12-17; 23:1-7; Sal. 72; cf. Mt. 12:42). El punto de vista típico tiene por lo tanto alguna pretensión de legitimidad y es verdaderamente más viable que el método alegórico por el simple hecho de que es mucho más moderado. La pregunta, no obstante, es no si la interpretación típica es válida sino si Cantares debe ser así interpretado. El texto mismo no da indicación de ser diseñado como tipológico, ni existe indicación alguna en el Nuevo Testamento de que Cantares deba ser interpretado o aplicado a la cristología. Así, el interpretar Cantar de los Cantares por el punto de vista típico es hacerlo siguiendo la sugerencia del intérprete, no la de las mismas Escrituras. EL PUNTO DE VISTA DEL DRAMA Durante los últimos doscientos años algunos intérpretes han visto Cantar de los Cantares como un drama. Algunos ven dos figuras principales en el drama y otros ven tres figuras principales. La hipótesis de las tres figuras pastorales A principios del siglo diecinueve Ewald, un erudito crítico alemán, popularizó el punto de vista de que la clave para el entendimiento de Cantares estaba en reconocer tres figuras principales en el libro: Salomón, una doncella sulamita, y un pastor común. Ewald dijo que la doncella sulamita estaba enamorada de su compañero pastor, y la tensión en el libro aumenta del intento de Salomón de tomarla para sí mismo. Ewald “sugirió que el rey había llevado a la fuerza a la doncella a su harim, pero que cuando ella se resistió a sus avances permitió que regresara a la localidad de su rústico amante. W. Jacobi sugirió que el propósito de Cantares era celebrar la fidelidad del verdadero amor y la doncella sulamita es la heroína del libro por permanecer fiel a su humilde esposo pastor. Pope explica la posición de Jacobi, “El rey Salomón fue impresionado por su belleza y trató de persuadirla de abandonar a su marido y entrar en el harem real, tentándola con todos los lujos y esplendores de su corte. Ella, sin embargo, resistió cada tentación y permaneció fiel a su humilde esposo”. Uno de los comentarios más dignos de mención sobre Cantar de los Cantares del siglo diecinueve fue escrito por Chrsitian D. Ginsburg. Grandemente influenciado por Jacobi, Ginsburg concluyó, “Así este Cantar registra la historia real de una mujer humilde pero virtuosa, quien, después de haber sido desposada con un hombre de circunstancias humildes semejantes, fue tentada de la manera más seductora a abandonarlo, y a transferir sus afectos a uno de los hombres más sabios y ricos, pero que resistió exitosamente todas las tentaciones, permaneciendo fiel a sus votos matrimoniales, y fue finalmente recompensada por su virtud”. La adopción de este punto de vista en 1891 por S. R. Driver dio todavía más popularidad a su interpretación. Una de las dificultades de este punto de vista es buscar determinar cuándo la novia habla a Salomón y cuándo habla a su pastor-amante. Algunos han sugerido que los “sentimientos afectuosos” representan sus palabras a su pastor-amante, y que los discursos formales son al rey. Además, se dice que los elogios a la novia en el capítulo 4 son de parte del rey en 4:1-7 y del pastor en 4:8-15. La “hipótesis del pastor” ayuda a explicar por qué el amante aparece representando un papel pastoral, y también el poema termina en su entorno norteño. Sin embargo varias críticas de este

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punto de vista arrojan duda sobre su validez. Primero, presenta la figura de un intento de seducción por el rey, quien así es presentado como el villano de la historia. Segundo, es difícil trazar desarrollo alguno del argumento. Tercero, no hay cosa alguna definida en esto que indique un cambio en las figuras masculinas. Cuarto, es poco probable que un pastor israelita hubiera tenido los medios para proveer los lujos mencionados en algunos de los pasajes asignados al pastor. Quinto, no hay problema con que Salomón sea también pastor, ya que poseía muchos rebaños (Ec. 2:7). El drama de dos personajes Hace unos cien años Delitzsch propuso que el Cantar de los Cantares tenía la forma de un drama presentando a Salomón enamorándose de una chica sulamita (e. d., Cantares es un “guión” dramático que tuvo el propósito inicial de ser dramatizado y/o cantado). De acuerdo con Delitzsch el drama consistía de seis actos de dos escenas cada uno. En este drama Salomón la tomó a su harén en Jerusalén, donde fue purificado en sus afectos de puro apetito sexual a puro amor. Así Delitzsch rechazó tanto la sugerencia de los que adoptaban la “hipótesis pastoral”, como la de los que pensaban que la esposa era la hija de Faraón. Para Delitzsch, ella era una doncella rústica de una parte remota de Galilea quien era una extraña entre las hijas de Jerusalén. Aunque era una doncella rústica, fue la heroína de la historia. Ella es un modelo de devoción simple, simplicidad ingenua, modestia sin afección, pureza moral, y prudencia franca--un lirio del campo, más bellamente adornada de lo que pudiera pretender haberlo estado en toda su gloria. No podemos entender el Cantar de los Cantares a menos que percibamos que presenta delante de nosotros no sólo los atractivos externos de la sulamita, sino también todas las virtudes que la hacen el ideal de todo lo que es más gentil y más noble en la mujer. Sus palabras y su silencio, su hacer y su sufrir, su disfrute y su auto negación, su conducta como prometida, como desposada, como esposa, su conducta hacia su madre, su hermana más pequeña, y sus hermanos - todo esto da la impresión de una alma hermosa y un cuerpo formado, por así decirlo, del polvo de las flores. Delitzsch tiene razón en su observación y estima de la novia sulamita. Su virtuosa belleza interna en efecto brilla tan elegantemente que Salomón es acercado a un amor más puro. Lo que parece paradójico, sin embargo, es que Delitzsch también haya seguido el punto de vista típico del libro, es decir, dice que el libro prefigura el misterio del amor de Cristo y su iglesia. No obstante, si la esposa es la que mostró al rey un nivel más alto de amor, ¿cómo es posible que el libro sea típico de Cristo y de la iglesia, porque la realidad es que Cristo es el que conoce la forma más elevada de amor? Aparte de esta manifiesta contradicción, otros han rechazado el argumento de Delitzsch de que Cantares es realmente un drama. Kinlaw, por ejemplo, responde que “ausencia de instrucciones para el escenario, falta de concordancia sobre cuántos personajes, o quién dice qué, la ausencia de claras señales de división en ‘actos’ y ‘escenas’, y el hecho de que la forma dramática nunca pegó verdaderamente en el este han evitado que este acercamiento gane un apoyo extensivo”. Carr señala que difícilmente existe desarrollo o progresión alguna en la trama de la historia tal como sería de esperar en un drama, aunque existen elementos de conflicto y resolución (p. e., 3:14; 5:2-7). “Los largos discursos, la falta de desarrollo del carácter de los personajes y un argumento desarrollándose hacia un clímax y resolución dramáticos, todo milita en contra de que Cantares sea considerado un ‘drama’”. EL PUNTO DE VISTA MITOLÓGICO-CÚLTICO

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A principios del siglo veinte unos pocos eruditos sugirieron que el Cantar de los Cantares fue derivado de la adoración pagana de la fertilidad. De acuerdo a este punto de vista el poema no habla realmente del amor humano en absoluto; más bien, es o la celebración del matrimonio sagrado de una diosa en la persona de una sacerdotisa con el rey, o es la celebración de la victoria del rey divino sobre la muerte y la sequía. Los orígenes de Cantares son así vistos en la mitología y el ritual cananeos donde la unión sexual de la diosa y su una vez perdido amante son vistos como restaurando fertilidad y bonanza a la tierra. Tan temprano como en 1906, Wilhem Erbt sugirió que Cantares era una colección de poemas de origen cananeo. Estos poemas, dijo, describían el amor del dios sol Tamuz (también llamado Dod o Shelem) y la diosa luna Ishtar (bajo el nombre de Shalmith). La idea de similaridades entre el Cantar de los Cantares y las liturgias de Tamuz incluso ha sido desarrollada por Theophile J. Meek, quien sugirió que Cantares había sido derivado de los ritos litúrgicos del culto a AdonisTamuz. En apoyo de su tesis, se apeló a ciertas referencias en los profetas al culto de Tamuz (p. e., Ez. 8:14; Zac. 12:11). Poco después, Wilhelm Witterkind “conceptuó la composición en términos de una liturgia de Jerusalén celebrando la unión de Ishtar y Tamuz en el festival lunar de la primavera”. Desde luego Cantares ya no estaba en su forma original /y más ofensiva, sino había sido revisado para hacerlo inocuo y que armonizara con la adoración a Yahweh. Otros eruditos, tales como W. O. E. Oesterley y N. H. Snaith, adoptaron este punto de vista, aunque con ciertas variantes. El problema más difícil para este punto de vista es la duda de que cantos cúlticos paganos hubiesen sido admitidos en el canon de Israel, especialmente uno de un carácter generalmente inmoral. Los que han adoptado alguna forma de este punto de vista son eruditos críticos quienes fechan generalmente Cantar de los Cantares más bien tarde sobre argumentos lingüísticos. Sin embargo, este período (con sus tendencias anti - idólatras), sería el menos probable para que tal asimilación hubiera tenido lugar. Este punto de vista no merecería más mención, si no fuera por el hecho de que Pope en su comentario Anchor Bible toma un punto de vista basado en fundamentos mitológico-cúlticos. A la luz de la declaración “Porque fuerte como la muerte es el amor, duros como el Seol los celos” (8:6), Pope conectó Cantares con las fiestas funerarias del antiguo cercano oriente. Bullock resume el punto de vista de Pope como sigue, “Observando la prominencia dada al poder del amor sobre la muerte en 8:6, propone que puede haber estado asociado con las antiguas festividades funerarias en las que la vida era reafirmada de las formas más básicas, involucrando festividades pródigas y orgías sexuales”. Supuestamente es estas festividades funerarias, una reafirmación cúltica del amor se hacía a la luz del poder de la muerte, es decir, el amor es el único poder capaz de enfrentarse a la muerte. Pope explica, “La conexión del Cántico con la fiesta funeraria como expresión de la preocupación humana más profunda y constante por la vida y el amor ante el rostro presente de la muerte añade un nuevo entendimiento y aprecio por nuestros antecesores paganos quienes respondieron a la muerte con afirmaciones e incluso crasas demostraciones del poder y la persistencias de la vida y del amor”. No obstante el punto de vista de la “festividad funeraria” de Pope sufre del mismo criticismo que los otros puntos de vista cúlticos. La fuerte actitud anti idólatra de la era pos exílica hace tal inclusión en el canon hebreo todavía más difícil. EL PUNTO DE VISTA DEL SUEÑO

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Algunos eruditos han pretendido que una porción grande de Cantar de los Cantares es simplemente un sueño más que una reflexión de una experiencia real. Esto está basado en ciertas referencias dentro de Cantares a la cama, el sueño, y a “despertar”. Una de tales secciones es 3:15, donde el versículo 1 dice, “por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma”, y el versículos 5 declara, “que no despertéis ni hagáis velar al (algunas versiones dicen ‘a mi’) amor hasta que quiera”. Una situación semejante puede ser encontrada en 5:2-8, con el versículo 2 incluyendo la declaración, “Yo dormía, pero mi corazón velaba”. Además de estas secuencias de sueño, se dice que hay reminiscencias en 2:3-7 y 8:5, o 2:16-17 y en 7:11. En estos sueños y reminiscencias los protagonistas recuerdan los días de los principios de su vida como casados. La teoría del sueño fue sugerida tan temprano como 1813 por un sacerdote católico romano, Johnann Leonahard von Hug. No obstante, él llevó la teoría del sueño un paso más allá de manera que también incluía un argumento político. “La pastora soñadora representa al pueblo de las tribus del norte, el pueblo de Israel, y la carta del sueño tiene que ver con su anhelo de ser reunida con el rey de Judá en la formación de un nuevo estado salomónico”. En 1948 Freehof recogió la sugerencia de que Cantares reflejaba un sueño, aunque no aceptó la teoría de von Hug del argumento político. En una exposición más reciente de la teoría del sueño, Cantar de los Cantares 2:8-8:4 es visto como un sueño. El libro principia con la condición del matrimonio de Salomón y la sulamita, pero ella tiene miedo e inseguridad en su nuevo ambiente. La sección del sueño sirve para purgar la relación amorosa al recordar los momentos cruciales en la relación (incluyendo la boda). La sección final del libro, 8:5-14 (después del sueño), es un diálogo sobre el amor y la confianza. Las declaraciones de su amor (2:16; 6:3; 7:10) muestran supuestamente un desarrollo en el carácter y el reconocimiento de su amor. De acuerdo a este punto de vista Cantares echa la culpa a la esposa, es decir, ella es la que tiene el problema de los celos, y este tiene que ser superado por el efecto unificador y purificador del amor de Salomón. La teoría del sueño sufre no sólo de su novedad (pocos han tomado esta posición, aunque no es necesariamente reciente) sino también de otros problemas. Primero, no hay indicación clara de que el grueso del libro sea un sueño. Segundo, el propósito del libro debe ser visto a la luz de la lección y la conclusión en el capítulo 8. En esa sección la novia aparece como la “dadora de la lección” y la heroína del libro (lo que sugiere que Salomón tenía el mayor problema). Habiendo dicho esto, no obstante, es probable que 3:1-5 y 5:2-8 representen ciertamente sueños, y cualquier análisis de Cantares debe tener esto en consideración. Anteriores sugerencias en cuanto su contribución al libro necesitan más refinamiento. EL PUNTO DE VISTA LITERAL Uno de los principios básicos de la hermenéutica es que para cualquier pasaje el significado llano, normal debe ser elegido a menos que exista evidencia clara de lo contrario. Que Cantar de los Cantares debe ser entendido literalmente de la relación romántica y sexual entre dos amantes ha sido tradicionalmente el punto de vista menos popular. Sin embargo, se ha dado más atención a esta opción durante los últimos doscientos años. En la iglesia temprana Teodoro de Mopsuestia (c. 350-428) defendió el entendimiento literal de Cantar de los Cantares, sugiriendo que debería ser leído en su sentido llano como un canto erótico. La popularidad del acercamiento alegórico era tan fuerte, no obstante, que este punto de vista fue rechazado como una herejía en el Segundo Concilio de Constantinopla en el 553 d. C.

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Consecuentemente el punto de vista literal fue virtualmente ignorado durante siglos. En la era más moderna la tendencia literal puede ser trazada hasta Moisés Mendelssohn (1729-1786), pero fue Christian D. Ginsburg quien dio ímpetu al punto de vista. Aunque Ginsburg adoptó la hipótesis pastoril de los tres personajes, basó sus conclusiones en un entendimiento literal del libro. Su punto de vista es resumido por Bullock, “Así Ginsburg concluyó que el propósito del libro no es el de celebrar el amor, aunque eso sea digno de canonicidad, sino el de registrar un ejemplo de virtud, que es todavía más digno de un lugar en el canon sagrado”. Siguiendo a Ginsburg, ha habido significativamente un mayor interés en el acercamiento literal a el Cantar de los Cantares. Varias ilustraciones del acercamiento literal han sido presentadas. Una expresión lírica del amor humano Unos pocos intérpretes sostienen que el Cantar de los Cantares es muy simplemente una celebración en forma poética de la bendición del amor romántico y sexual entre un hombre y una mujer. Carr, por ejemplo, ve Cantares como una celebración de la naturaleza de la humanidad en la que hombre y mujer expresan y disfrutan su sexualidad dentro de una relación matrimonial establecida. Esta posición ha sido también seguida por Craig Glickman y Jack S. Deere. Deere ve la estructura y la unidad del libro en relación a etapas en la relación entre Salomón y su novia. “Las mayores secciones de Cantares tiene que ver con cortejo (1:2-3:5), una boda (3:65:1), y la maduración del matrimonio (5:2-8:4). Cantares concluye con una declaración climática sobre la naturaleza del amor (8:5-7) y un epílogo que explica cómo empezó el amor de la pareja en Cantares (8:8-14). El propósito del libro es exaltar el amor humano y el matrimonio. Aunque parezca extraño al principio, al reflexionar no es sorprendente que Dios haya incluido en el canon bíblico un libro que respalda la belleza y la pureza del amor matrimonial... ya que los puntos de vista del mundo del sexo es tan sórdido y lo pervierte y explota tan persistentemente y siendo que muchos matrimonios están sucumbiendo debido a la falta de amor, compromiso, y devoción, es ventajoso el tener un libro en la Biblia que hable del apoyo de Dios al amor matrimonial como saludable y puro. La dificultad que enfrenta este punto de vista (cuando Salomón y su novia son elevados como modelos del amor romántico tal como fue planeado por Dios), es que Salomón difícilmente parece ejemplo adecuado por lo que se sabe en otros lados de sus aventuras amorosas (1 Reyes 11). ¡Salomón difícilmente es un modelo de fidelidad en el matrimonio! Deere a lo menos reconoce el problema e intenta una respuesta: “Quizá la respuesta es que la ‘amada’ en Cantares... fue su primera esposa. Si esto es así, entonces el libro puede haber sido escrito pronto después de su matrimonio, antes de que cayera en el pecado de la poligamia”. Este es un intento valiente para salvar su punto de vista del libro, pero es dudoso que su sugerencia pueda resistir los detalles de Cantares mismo. Cantar de los Cantares 6:8 dice, “Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin número”. La conclusión más probable a la luz de este versículo es que la novia sulamita no fue la primera esposa de Salomón. Buscar y hallar realización en el amor Cercanamente relacionada al anterior punto de vista está la de Meredith Kline, quien sugiere que el propósito de Cantar de los Cantares es celebrar la búsqueda y el hallazgo de la realización en el amor. Lo distintivo de este punto de vista es el énfasis que pone en la estructura cíclica del libro.

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De acuerdo a Kline, el libro está desarrollado en una serie de ciclos que son paralelos en estructura. Estos ciclos son identificados por sus refranes de apertura y cierre, y cada ciclo principia con un anhelo y finaliza con un cumplimiento. Aunque estas son observaciones pertinentes sobre la estructura del libro, el propósito se encuentra más precisamente en la lección moral del capítulo final. Lo que la esposa dice en el capítulo 8 sugeriría que el propósito del libro va más allá de buscar y hallar realización en el amor. El punto de vista de la antología Varios comentaristas han tomado la posición de que Cantar de los Cantares debiera ser entendido con referencia a la expresión humana literal sexual/romántica, pero no como un documento unificado con un sólo tema y propósito. Sugieren que Cantar de los Cantares representa más bien una colección o antología de poemas de amor. Los que toman este punto de vista pueden ser distinguidos por si los ven o no en conexión con las fiestas de bodas sirias. Una colección de poemas de amor desconectados. Un punto de vista popular, sostenido por un buen número de eruditos modernos, es que Cantares celebra realmente el romance y la sexualidad humanas pero que no tiene una organización temática ya que el libro es una colección de poemas y no tanto una sola composición. Esto ha sido sugerido por J. G. Von Herder, un poeta y crítico alemán, tan temprano como 1778. Después de una cuidadosa reseña de la historia de la exégesis de Cantares por la que concluyó que todavía no había una interpretación generalmente acepado del mismo, Rowley declaró, “El punto de vista que adopto encuentra en él ninguna otra cosa sino lo que parece haber, canciones de amantes, expresando su delicia uno del otro y las cálidas emociones de sus corazones. Todos los otros puntos de vista encuentran en Cantares lo que traen a él”. Este punto de vista hace bien en dar crédito a un entendimiento más literal del libro, pero la pretensión de que Cantares es una mera colección de poemas de amor desconectados confronta un problema en que hay abundante evidencia de estructura, refranes repetidos, y recursos literarios comunes a lo largo del libro que sugieren una sola mano detrás de la composición. Carr, por ejemplo, ofrece una extensa discusión de que Cantares es una sola composición. Mención debe también hacerse del estudio de Kessler de repeticiones dentro de Cantares las que evidencian una mano común. Harrison señala adecuadamente, “Existe una mayor unidad de estilo y tema que el que sería el caso en una composición diversa de lírica de diversos autores en edades ampliamente separadas”. Una colección de cantos matrimoniales del tipo sirio “wasf”. En 1873 Wetzstein, un cónsul alemán en Damasco, publicó un estudio de costumbres matrimoniales contemporáneas en Siria en las que describía festividades de siete días que honraban al novio y a la novia. En su informe, “la novia y el novio eran honrados siendo elevados sobre la rastra trilladora y designados ‘rey’ y ‘reina’. Durante la danza festiva que seguía a la declaración de que la boda había sido consumada, un canto llamado wasf, refiriéndose a la perfección física y a la belleza de los dos, era cantado”. Entonces en 1898 Karl Budde desarrolló la teoría de Cantares como cantos de boda populares, y este punto de vista ha sido desde entonces favorecido por Otto Eissfeldt. Este punto de vista sufre de varias debilidades. Primero, involucra una presuposición enorme de la similaridad de los cantos de boda sirios de 1860 con el antiguo Judá. Segundo, la novia de Cantares nunca es llamada “reina” como sería de esperar de acuerdo con esta teoría. Tercero, como Waterman ha señalado, esta teoría involucra demasiadas supresiones, transposiciones, y

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modificaciones del texto. Cuarto, la estructura estrechamente conectada de todo el poema argumenta en contra de ser una antología de lírica independiente. El Punto de Vista Literal-Didáctico Varias personas han tomado la posición de que mientras Cantares debiera ser tomado literalmente con sus expresiones de bendición romántica y sexual en el matrimonio, al mismo tiempo Cantares parece comunicar una lección sobre el amor matrimonial que va más profundamente. Así Cantares es didáctico además de literal. Hay varias variaciones pequeñas, no obstante, con respecto de la naturaleza exacta de la lección moral. El matrimonio apunta a un amor más grande. Young tomó la posición de que Cantares no sólo celebra la dignidad y la pureza del amor humano sino que también apunta al amor mayor de Cristo. Cantares celebra la dignidad y la pureza del amor humano. Este es un hecho que no ha sido siempre suficientemente enfatizado. Cantares, por lo tanto, es didáctico y moral en su propósito. Llega a nosotros en este mundo de pecado, donde la lascivia y la pasión están en cada mano, donde fieras tentaciones nos asedian y tratan de alejarnos de la norma del matrimonio dado por Dios. Y nos recuerda, de una manera particularmente bella, cuán puro y noble es el verdadero amor. Esto, no obstante, no agota el propósito del libro. No sólo habla de la pureza del amor humano; sino, por su mera inclusión en el canon, nos recuerda de un amor que es más puro que el nuestro. Uno debe observar que el punto de vista de Young es diferente ya sea del punto de vista alegórico o del típico (Cantares no es un tipo, pero puede recordar a sus lectores del amor de Cristo). De manera semejante Kinlaw ha exclamado que Cantares “habla del matrimonio como debe ser”, pero parece haber algo más: “debe haber algo pedagógico y escatológico acerca del matrimonio”. Una debilidad de este punto de vista es que no toma seriamente en cuenta la lección moral en el clímax del libro en el capítulo 8, particularmente el tema de “los celos”. Hay mucha verdad en este punto de vista, pero parece quedarse un poco corto del propósito plenamente planeado por el autor al no enfocar la lección moral que el mismo autor provee. La afirmación del sexo ordenado por Dios mientras eleva la exclusividad y la fidelidad. En este punto de vista Cantares celebra lo saludable del sexo ordenado por Dios, pero también indica que el amor es más que sexo, tal como es atestiguado por los elementos de exclusividad y fidelidad en Cantares. La explicación de Laurin es aclaratoria, El mundo contemporáneo ha popularizado la infidelidad a los lazos matrimoniales, ha televisado comedias sobre el tema del adulterio, y ha dejado la impresión de que el amor se encuentra donde se halla la satisfacción de la lascivia. No así Cantar de los Cantares. Habla de la exclusividad del amor de dos personas, cada una envuelta en la otra, cada una pura, cada una fiel a la otra, cada una inocente de cualquier involucración con otros. Así la doncella le dice a su amante que ha reservado los frutos de su amor exclusivamente para él (7:13). Este punto de vista es confortante en que no sólo toma el punto de vista literal del libro en la afirmación del amor matrimonial y la unión sexual, sino que también enfatiza un ingrediente clave que hace falta en otras interpretaciones, es decir, el tema de la fidelidad y la devoción en el matrimonio. Este es un tema que surge de la lección moral en el capítulo climático del libro, y Laurin tiene razón en subrayar esto.

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No obstante, esta interpretación necesita una corrección moderada. El problema es que es difícil de creer que cada persona está “envuelta en la otra, cada una pura, cada una fiel a la otra, cada una inocente de cualquier involucración con otros”. Puede ser cierto de la novia, pero parece alejado de la verdad de Salomón. Si el libro aborda el tema de la fidelidad y devoción matrimoniales, no lo hace a través de Salomón como modelo. CONCLUSIÓN En este panorama de la historia de la interpretación de Cantar de los Cantares, un número de puntos de vista sobre el libro fueron vistos como teniendo debilidades. Verdaderamente el método alegórico no es el camino a tomar, ni tampoco algunas de las interpretaciones novedosas tales como el punto de vista mitológico-cúltico o el punto de vista de la fiesta matrimonial siria. Estos esquemas interpretativos son culpables de leer demasiadas cosas en el significado, antes que permitir que el texto hable por sí mismo. Sin más directriz del Nuevo Testamento, el mejor acercamiento para tomar--el más consistente con una hermenéutica gramático-históricocontextual--es el literal en el que Salomón y su novia son usados para abordar el tema de la experiencia romántica y sexual dentro del matrimonio ordenado por Dios. El libro, no obstante, parece decir algo más a la luz de las “pistas” y la lección moral encontrada en el capítulo 8, el clímax del libro. De donde el punto de vista literal-didáctico parece ser el mejor acercamiento para tomar. Aunque hay unos pocos que se acercan al libro con el punto de vista literal-didáctico, los reseñados en este libro parecen necesitar precisión en cuanto a cuál pueda ser esta “lección”. Laurin se acerca al subrayar la fidelidad matrimonial y la devoción, pero su reconstrucción particular de este modelo necesita ser refinado (Salomón no es ciertamente un hombre inocente de involucración con otras). Un entendimiento acertado del libro debe ser encontrado a lo largo de las líneas del punto de vista literal-didáctico, al tiempo que se enfatizan los elementos de fidelidad y devoción. No obstante, uno necesita explicar la figura histórica de Salomón como un hombre con muchas amantes. También hay validez en ver las secciones 3:1-5 y 5:2-8 como interludios de sueños, posiblemente sirviendo para dar testimonio de los sueños y aprehensiones de la novia en cuanto la relación de ambos. En efecto, la novia es la verdadera heroína del libro, un hecho atestiguado por el papel que ella tiene en el capítulo final al entregar la lección sobre el amor y sus celos. Una reconstrucción de la historia «...Es una conmovedora narración del romance de Salomón con una humilde, pero sorprendentemente bella muchacha del campo, quizá de Sunem, en el territorio de Isacar (la Septuaginta traduce "sulamita" en 6:13 como Sounamitis, "Sunemita"). Puede ser que originalmente Salomón la atrajo en la vestimenta de un pastor y llegó a conocerla mientras ella cuidaba sus ovejas en un campo adyacente. «Es posible que en la primera parte de su reinado, por lo menos, Salomón tomara tiempo de sus deberes oficiales para disfrutar de unas vacaciones en el campo (aparentemente en una finca en Baal-hamón, 8:11). Su preferencia era el cuidar ovejas, viñas y flores, en vez de jugar al golf, ir de pesca, remar, o jugar al tenis (como nuestros modernos ejecutivos disfrutan). Así que pasó algunas semanas lejos de Jerusalén de incógnito... «Mientras hacía amistad con la encantadora pastora, Salomón cayó enamorado; y ella aparentemente se enamoró profundamente de él antes de descubrir su verdadera identidad. Al asegurar su mano para el matrimonio, él la llevó consigo a Jerusalén y a los esplendores de la

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corte. Allí ella fue confrontada con sesenta esposas y ochenta concubinas que ya componían su harén, y en este ambiente del palacio se sintió avergonzada de su oscuro, y fuera de moda, bronceado, resultado de su vida al aire libre, a la cual había sido forzada por sus hermanos (1:6). «El recuerdo que Salomón escribió de este episodio profundamente significativo de su vida, en el cual experimentó la más auténtica relación de amor que pudo haber conocido, ha quedado registrado para nosotros en una maravillosamente bella forma por este consumadamente dotado poeta. Aunque por medio de su necia auto complacencia este descarriado polígamo falló en vivir de acuerdo a los elevados ideales a que esta bella muchacha le condujo, nos ha dado una inigualable expresión de la gloria de un amor que refleja el insuperable amor de Dios. "Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían" (9:7). «El poeta no ha seguido un orden estrictamente lógico o cronológico en la forma en que ha unido su material, en vez de esto, existe una técnica emocional de corriente de conciencia a través de los ocho capítulos. Esto es asemeja grandemente a la técnica retrospectiva seguida por ciertos programas de televisión de nuestros días. Pero si se tienen en mente las directrices básicas y las presuposiciones que hemos sugerido, los varios componentes caen en su lugar de una manera coherente y convincente... Y por favor, recuerda, mientras vas a través de pasajes como 4:1-5 y 7:1-9, que una mujer hermosa que ama el Señor es la obra artística maestra de Dios; y que aunque externa como esa belleza puede ser, sirve como un adecuado símbolo del atractivo espiritual del templo de Dios, que es el cuerpo de todo creyente verdadero transformado como una habitación del Espíritu de Dios. La perspectiva de la mujer encuentra expresión elocuente en 2:3-6 y 5:1016, aunque un lector varón puede no sentirse motivado emocionalmente a responder a esos pasajes como una mujer podría hacerlo. «El Cantar de los Cantares sirve como un recordatorio a todos los creyentes que Dios se regocija en la obra de sus manos y sabe cómo investirla con belleza emocionante, la que merece un aprecio completo y adecuado. Sin embargo, juntamente con esta calurosa respuesta a todo lo que Dios ha hecho hermoso - ya sea el paisaje, el cielo, el mar, los magníficos árboles, las bellas flores, o los encantos pasajeros del atractivo humano, nunca debemos olvidar de dar toda la gloria y adoración a Aquel que los ha diseñado de esa manera. Debemos siempre recordar exaltar al Creador por encima de toda su creación y por encima de todas sus criaturas». (Archer) El mensaje de Cantares Cantares está enmarcado dentro de la literatura sapiencial. Su mensaje está diseñado para comunicar una lección moral. La lección moral principal es entregada al final del libro. A pesar de que Salomón no es el mejor candidato posible para dar lecciones de moralidad sobre el amor matrimonial, lo hace aquí bajo la inspiración del Espíritu. Pero elabora la lección no en función de su propia virtud, sino en función de la virtud de la mujer que supo enseñarle la más grande lección sobre el amor matrimonial. Traducimos a continuación un segundo artículo de J. Paul Tanner. EL MENSAJE DE EL CANTAR DE LOS CANTARES Bibliotheca Sacra, Vol. 154, #614, (abril-junio 1997): pp.142-61 J. Paul Tanner Los estudiantes bíblicos han reconocido desde hace tiempo que el Cantar de los Cantares es uno de los libros más enigmáticos de toda la Biblia. Complicando el problema están la imaginería

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erótica y la abundancia de figuras de lenguaje, características que llevaron a que la interpretación alegórica del libro dominara durante tanto de la historia de la iglesia. Aunque la opinión erudita se ha desvinculado de este punto de vista, todavía no existe consenso de opinión que reemplace la interpretación alegórica. En un artículo anterior este escritor dio un vistazo panorámico a una variedad de puntos de vista y sugirió que el acercamiento literaldidáctico es el más apto para una hermenéutica gramático-histórico-contextual. El punto de vista literal-didáctico toma el libro de una manera esencialmente literal, describiendo la relación emocional y física entre el rey Salomón y su esposa sunamita, mientras que al mismo tiempo reconoce que existe una lección moral que debe ser aprendida que va más allá de la experiencia de la consumación física entre el hombre y la mujer. Laurin toma este punto de vista al sugerir que la lección didáctica descansa en el área de la fidelidad y exclusividad dentro de la relación masculino-femenina. Este artículo sugiere una nueva interpretación del libro a lo largo de los lineamientos del acercamiento literal-didáctico. (Esta es una interpretación fresca sólo en el sentido de hacer refinamientos a la tendencia establecida por Laurin). Sin embargo, la alternativa sugerida proporciona un camino distintivo en que el mensaje del libro surge y Salomón mismo es contemplado. REEXAMINANDO EL ACERCAMIENTO LITERAL El acercamiento literal al Cantar de los Cantares ha llegado a ser una alternativa popular a las interpretaciones alegórica y típica. Sin embargo la expresión “acercamiento literal” es una amplia sombrilla para un número de formas variantes. Por ejemplo, una tendencia es a considerar Cantar de los Cantares como una antología de cantos de amor separados que han sido reunidos en una colección. Esta posición sufre de la falta de una sólida evidencia y se estrella contra mucha evidencia de lo contrario. Cantares refleja un intento por un solo autor o editor de componer su pieza literaria con destreza artística y unidad retórica (algo que este artículo va a subrayar). La escena introductoria en el capítulo 1 está vinculada con la conclusión en el capítulo 8 por medio del tema de la viña y el papel de los hermanos de la sulamita. En su aparentemente discurso apologético a las “hijas de Jerusalén” (1:5-6), la novia intenta explicar la causa de su piel oscurecida: “No reparéis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; me pusieron a guardar las viñas; y mi viña, que era mía, no guardé”. Los hermanos reaparecen en 8:8-9 en lo que representan un vistazo retrospectivo que expone su compromiso de defender a su hermana más pequeña: “Tenemos una pequeña hermana, que no tiene pechos: ¿Qué haremos a nuestra hermana cuando de ella se hablare? Si ella es muro, edificaremos sobre él un palacio de plata; si fuere puerta, la guarneceremos con tablas de cedro”. A la luz de los temas sexuales y la consumación del matrimonio en el libro, el significado del lenguaje metafórico de estos dos versículos no es difícil de determinar. El enfoque de mucho del libro está en la novia en cuanto su entrada a los disfrutes del amor y del matrimonio. Los versículos 8-9 del capítulo 8 ven hacia atrás al tiempo cuando ella era una chica sexualmente inmadura, implicado por la referencia a que “no tiene pechos”. Los hermanos contemplaban el futuro de su hermana pequeña y las tentaciones que indudablemente vendrían a su encuentro en la medida que fuera a través de la adolescencia. La pregunta en sus mentes es si ella se conservaría sexualmente pura hasta el día de su matrimonio. El “muro” y la “puerta” describen las sendas alternativas que ella podría seguir en su camino hacia la madurez. Un muro sugiere un límite y una barrera que prohíbe la entrada. Una puerta, por el otro lado, está diseñada para

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admitir a otros y dar acceso al interior. Como guardianes del honor de la familia, los hermanos querían que su hermana creciera como un “muro”, queriendo decir con esto que resistiera los avances de sus pretendientes y que se guardara casta a sí misma. Si llegaba a ser una “puerta” (que sucumbía fácilmente a los avances), los hermanos reconocieron que tendrían que hacer un esfuerzo extra para aislarla, de manera que pudieran estar seguros no llegara a estar en una situación donde fácilmente cediera a los deseos del momento. El vistazo retrospectivo de 8:8-9 está en contraste con 8:10, que ve a la chica en su tiempo de madurez. Ella dice, “Yo soy muro, y mis pechos como torres, desde que fui en sus ojos como la que halla paz”. El alcanzar la madurez sexual (habiendo avanzado desde “no” tener “pechos” hasta “pechos como torres”), ella puede decir para su crédito y alivio de sus hermanos, “Soy muro”. Es decir, guardó la pureza sexual hasta el día de su matrimonio. Permaneció una virgen casta, por lo que fue bendecida “como la que halla paz”. Mientras que “paz” puede sugerir su bienestar y la estima en que su esposo la tenía, uno no puede pasar por alto lo que parece ser un juego de palabras en el texto hebreo. A los ojos de Salomón ella es vista como una que halla una conexión provocada por la aparición del nombre en el versículo siguiente (para no menciona que ella es una ¿?). En 8:11-12 el tema de la viña llega a ser prominente. “Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó a guardas, cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto. Mi viña, que es mía, está delante de mí; las mil serán tuyas, oh Salomón, y doscientas para los que guardan su fruto”. Aparentemente las viñas en el capítulo 1 eran en realidad de Salomón, las que posó bajo arrendamiento para su cuidado y cosecha. En retorno, él recibiría cierta cantidad de dinero, en este caso, mil siclos. Incluso en este reconocimiento de la propiedad de Salomón, hay un cuidadoso juego en el tema de la viña. Salomón tenía su viña terrenal, pero metafóricamente ella tenía su viña, es decir, su propia persona y amor sexual, que ella había guardado con cuidado a través de toda su vida. Ni Salomón ni nadie más podría “poseer” ésta, porque sólo a ella pertenecía para dar a quien ella quisiera. En la medida que la historia se desarrolla, ella voluntariamente entrega ésta, su posesión más preciada, a Salomón. A la luz del contexto (8:8-9), que habla de la preocupación de los hermanos por su castidad, la referencia en el versículo 12 a “las doscientas para los que guardan su fruto” es probablemente un reconocimiento de que los hermanos merecen crédito no sólo por el cuidado de la viña literal de Salomón, sino también por la vigilancia de su “viña” también. En su deseo por proteger su pureza sexual ellos la mantuvieron ocupada en la labor de la viña para eliminar el tiempo ocioso y mantenerla cerca de su mirada vigilante. Así la problemática introducción a la viña y sus hermanos en el capítulo 1 es resuelta en el capítulo final, donde el autor ha encuadrado artísticamente su composición. Este ejemplo de técnicas literarias sirve para descartar el punto de vista de la antología y sostiene el acercamiento literal-didáctico por medio de subrayar la preocupación de la esposa de preservarse a sí misma exclusivamente para el esposo. LA CONSUMACIÓN FÍSICA La característica más obvia de Cantar de los Cantares es la naturaleza sexualmente explícita de su material, sensitivamente disfrazada en lenguaje figurativo. Si la consumación física de la relación matrimonial fuera todo lo que estuviera involucrado, no obstante, uno podría esperar que la historia concluyera en el capítulo 4. Como muchos han reconocido, el día de la boda de Salomón (3:11) ocupa un espacio largo y central en el libro, es decir, la sección del 3:6 al 5:1. Esta subdivisión mayor del libro se desarrolla en tres movimientos: 3:6-11 La procesión del día de la boda

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4:1-15 4:16-5:1

La alabanza de la novia por el novio La consumación física de la relación

En la última parte de esta unidad existe una elaboración del tema del huerto, en donde el huerto es usado como una figura del amor íntimo sexual de la novia. El rey exaltó la virginidad de la novia y su fidelidad en guardarse solamente para él: “Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía; fuente cerrada, fuente sellada. Tus renuevos son paraíso de granados, con frutos suaves. De flores de alheña y nardos; nardo y azafrán, caña aromática y canela, con todos los árboles de incienso; mirra y áloes, con todas las principales especias aromáticas. Fuente de huertos. Pozo de aguas vivas, que corren del Líbano” (4:12-15). El fruto y las especias del huerto se refieren a los placeres del amor sexual de ella, pero este “huerto” ha sido guardado sellado toda su vida--esperando por ese hombre especial a quien un día se daría acceso. La alabanza y delicia de él en ella son recibidas con una respuesta mutua en 4:16: “Levántate, Aquilón, y ven, Austro: Soplad en mi huerto, despréndanse sus aromas. Venga mi amado a su huerto, y coma de su dulce fruta”. No hubo refreno de parte de la novia para alejar a Salomón; él fue bienvenido a su “huerto”. En la tercera elaboración del tema del huerto (5:1), la consumación física es completa y el rey expresó su satisfacción: “Yo vine a mi huerto, oh hermana, esposa mía; he recogido mi mirra y mis aromas, he comido mi panal y mi miel, mi vino y mi lecho he bebido”. Entonces, al cerrar esta sección un inserto adicional es incluido para “legitimar”, por así decirlo, la propiedad de este intercambio íntimo dentro del marco del matrimonio: “Comed, amigos; bebed en abundancia, oh amados” (5:1b). Con respecto a 3:6-5:1 uno puede pensar que esta fue la relación perfecta llevada a cabo en perfecta armonía. No obstante, la estructura literaria revela que no todo es ideal. Esto no sugiere que no hubo exaltación de la belleza de la consumación de los dos personajes principales. En efecto, hubo--gran gozo y placer mutuo fue alcanzado. Dos adultos habían efectuado su compromiso en matrimonio delante de Dios y habían legítimamente participado de las bendiciones físicas. No había vergüenza aquí, porque fueron animados a comer y beber “abundantemente”. Sin embargo, algunas corrientes escondidas complican esta relación, un problema que es reflejado por la estructura literaria en la que “el día de la boda” es colocado. LAS SECCIONES DEL SUEÑO: INDICIOS DE TENSIÓN Una de las teorías interpretativas de Cantar de los Cantares es la “teoría del sueño”, sugerida en 1813 por un sacerdote católico romano. El sugerir que una gran parte del libro es en realidad un sueño es ir demasiado lejos. No obstante, ciertas secciones pequeñas reflejan realmente un sueño. Esto es evidente en 3:1-5 y otra vez en 5:2-8, unidades con impactantes paralelos semejantes. En 3:1 es sugerido un sueño por la primera línea, “Por las noches busqué en mi lecho al que ama mi alma; lo busqué y no lo hallé”, y otra vez en 5:2 por la línea de apertura, “Yo dormía, pero mi corazón velaba”. Que ella dormía es también una conclusión lógica en la medida que es muy improbable que la esposa del rey sea golpeada y herida por los guardas de la ciudad, y que su manto le sea quitado (5:7). Las dos secciones tiene varias características paralelas: (1) Cada uno empieza con una línea intimando un sueño por términos tales como “cama” y “dormía”. (2) En cada caso la novia sale a la ciudad en la noche buscando frenéticamente por su amante (a quien no puede hallar). “Lo busqué y no lo hallé” (3:1), y “lo busqué, y no lo hallé” (5:6). (3) En ambos casos ella

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encuentra guardias de la ciudad en su búsqueda (3:3; 5:7). (4) Ambas secciones concluyen con una exhortación a “las hijas de Jerusalén”. Tales paralelos no pueden ser simplemente desechados como meras coincidencias. Lo que es más intrigante es el hecho de que estas secciones paralelas de sueños encuadran perfectamente a la unidad del día de la boda de 3:6-5:1. La sección de 3:1-5 precede al día de la boda (3:65:1), que a su vez es seguido por la sección del sueño de 5:2-8. No obstante, los pasajes del sueño y también incluyen diferencias importantes. En la primera sección de sueño (3:1-5) la novia encuentra eventualmente al que ama, pero en la segunda (5:28), no lo hace. En la primera ella habla brevemente con los guardas de la ciudad, pero en la segundo es maltratada por ellos. Esto sugeriría que el segundo sueño está en progreso en relación al primero. En el primer sueño ocurren algunas importantes repeticiones. “Al que ama mi alma” ocurre cuatro veces. Las ideas de “buscar” y “encontrar” ocurren cada una cuatro veces. Existe una preocupación obvia en el sueño con encontrar al que ella ama, como si estuviera temerosa de perderlo. Esta inseguridad también es reflejada en 3:4 por sus acciones cuando lo halla: “Lo así, y no lo dejé”. Esto contrasta con el segundo sueño, en el que ella no lo halla. Paradójico a su deseo de estar con el que ama su alma y el temor latente de perderlo, ella parece precipitar el “malentendido” en el segundo sueño. Él llegó a su recámara, pero ella dio una excusa para no dejarlo entrar, en contraste con su sueño anterior. El hecho de que su evitarlo en su sueño sigue inmediatamente a la sección de la consumación (4:16-5:1) hace esto todavía más sorprendente. ¿Existe algo en su relación que la molesta, una preocupación que sale a flote en sus sueños? ¿Es ella la responsable de su indiferencia? El contexto más amplio del libro ayuda a responder estas preguntas. MÁS SEÑALES DE PROBLEMAS EN LA RELACIÓN Dos importantes pistas en el libro pueden ser vinculadas a los sueños y a los aparentes temores e inseguridad que la novia parece estar experimentando. Uno de estas precede inmediatamente al primer sueño y la otra sigue inmediatamente al segundo sueño. La primera señal de problemas ocurre en 2:15, “Cazadnos las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne”. En hebreo existe una interesante simetría en estas líneas: En la primera línea, la palabra “zorras” ocurre dos veces, con las dos ocurrencias colocadas juntas. La misma peculiaridad sucede en la segunda línea con la palabra “viñas”. Este recurso llama la atención al versículo. Existe cierta incertidumbre, no obstante, respecto de quién habla y a quién lo hace. Hay acuerdo general de que el versículo 14 es de los labios del rey, mientras que el versículo 16 es de los de la novia... El verbo imperativo “cazadnos” que inicia el versículo 15 en hebreo es un masculino plural. Esto arroja cierta vaguedad en el versículo, pero indica que no es a la novia a la que se habla (aunque ella puede ser la que habla). Delitzsch tomó la posición de que la esposa era la que hablaba, ya que el versículo era realmente “una responsabilidad del viñador”. La elaboración en el tema de la viña parece apuntar atrás a 1:6 y a la labor de la novia en las viñas. La mayoría de los comentaristas está de acuerdo en que la petición (o exhortación) pertenece a la relación del rey y de la novia, aunque no hay consenso en cuánto qué pueda ser la preocupación. De la manera en que las zorras eran conocidas por sus tendencias destructivas en los campos de cultivo, así algo molestaba la relación de amor de Salomón y su novia. Delitzsch

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se contentó con dejar el problema vago y sin especificar. “Los viñedos, bellos con botones fragantes, señalan al pacto de amor; y las zorras, las zorras pequeñas, que pueden destruir estas viñas unidas, señalan a todos los enemigos grandes y pequeños y a las circunstancias que amenazan roer y destruir el amor en botón, cuando ha alcanzado la madurez de su disfrute”. Deere toma la posición de que la esposa pide al esposo que tome la iniciativa en resolver los problemas que eran potencialmente dañinos a su relación. Glickman sugirió que las “zorras” pueden ser cualquier número de cosas que presentaran algunos problemas potencialmente destructivos para su relación. Las zorras representan tantos obstáculos o tentaciones como han plagado a los amantes a través de los siglos. Quizá sea la zorra del deseo descontrolado que introduce un peso de culpa entre una pareja. Quizá sea la zorra de la desconfianza y los celos que quiebra el vínculo del amor. O puede ser la zorra del egoísmo o el orgullo que rehúsa reconocer la falta delante del otro. O puede ser un espíritu no perdonador que no aceptará las disculpas del otro. Un problema con estas sugerencias es que no apelan al contexto inmediato o al lejano del libro. Por otro lado un problema mucho más obvio se ha venido precipitando desde el principio del libro. Por ejemplo, en 1:3 la novia declara en relación al rey, “A más del olor de tus suaves ungüentos, tu nombre es como ungüento derramado, por eso las doncellas te aman”. ¿Quiénes son estas doncellas que aman a Salomón? La novia de Salomón ha sido metida en las “cámaras” del rey (1:4) y se le ha permitido que se siente a su mesa (1:12) e incluso que adorne la casa del banquete (2:4). Se le ha concedido el alto honor de entrar al palacio del rey. No obstante, ella no se encuentra del todo cómoda allí, porque había muchas mujeres presentes que se le quedaban mirando y que la hacía sentirse conspicua. Esta es la razón por la cual se dirige a las “hijas de Jerusalén” con las palabras, “No reparéis en que soy morena, porque el sol me miró” (1:6). Estas mujeres dijeron del rey en 1:4, “Nos gozaremos y alegraremos en ti; nos acordaremos de tus amores más que del vino”. Observando esta situación en el palacio, la novia nota en la línea final de 1:4, “Con razón te aman” (e. d., estas mujeres aman al rey). Todo esto sugiere que las “zorras” de 2:15 significan cosa alguna a la luz del contexto precedente, pueden referirse a estas “otras mujeres” que frecuentaban la corte de Salomón. El segundo indicio de problemas en la relación es visto después del segundo sueño, cuando las mujeres de la corte son mencionadas en 6:8, “Sesenta son las reinas y ochenta las concubinas, y las doncellas sin número”. ¿Quiénes son estas mujeres y cuál es su conexión a Cantares? Uno puede argumentar que “reinas” eran simplemente mujeres entre la nobleza de Jerusalén (más que “reinas” en matrimonio legal con el rey), pero eso poco explica las doncellas. La idea que estas mujeres componían el harén de Salomón es verdaderamente razonable. Tuvo “setecientas mujeres reinas, y trescientas concubinas” (1 Reyes 11:3). La diferencia de cifras entre Cantar de los Cantares 6:8 y 1 Reyes 11:3 es explicada por la simple y sencilla razón de que reflejan diferentes momentos en la vida de Salomón. Delitzsch dijo que los tres grupos (reinas, concubinas y doncellas) reflejaban la composición del harén de Salomón en el principio de su reinado. Similarmente Kinlaw, Murphy, y Knaith han tomado la posición de Cantar de los Cantares 6:8 es una referencia al harén de Salomón, aunque no todos los comentaristas concuerdan. IDENTIFICANDO A LAS “HIJAS DE JERUSALÉN” Existe poco acuerdo sobre la identidad de las “hijas de Jerusalén” mencionadas en 1:5; 2:7; 3:5, 10; 5:8, 16; y 8:4. Harrison rechaza rápidamente las sugerencias de que sean o el harén de

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Salomón o un coro profesional. Algunos han dicho que son “quizá amigas o ‘amigas de la novia’ (1:5; 2:7; 3:5, etc.); habitantes de Jerusalén, que describen el desfile nupcial conforme se acerca a la ciudad (3:6-11); y ciudadanas de Shulam (8:5)”. Deere sugiere “que se refieren más probablemente a las habitantes de Jerusalén”. Para él, no obstante, la función que tienen en Cantares es más importante que su identidad. El coro es un recurso literario en Cantares por el cual la amada y su amante expresan sus emociones y pensamientos más cabalmente. Por medio de la alabanza a Salomón (el verbo es singular masculino) en Cantar de los Cantares 1:4 las “hijas” parecen concordar una con la otra en que la pareja tenían un romance ideal. Después de reconocer que las “hijas” podrían servir en el papel de un coro que avanza la acción haciendo preguntas retóricas o comentarios interpretativos de la acción entre los personajes principales, Carr parece favorecer la idea de que las “hijas” podrían ser usadas en el sentido de carácter (cf. 1 S. 14:52), es decir, mujeres que exhibían las características de las chicas de la ciudad. La petición de “cazadnos las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas” señala un problema en la relación, y a la luz de 1:2-6 y 6:8-9 el problema más probable sería la tensión que la esposa sentiría en relación con las mujeres del harén de Salomón. Si esto es así, el elemento de “inseguridad” de las secciones de los sueños es un reflejo de su preocupación por su relación en el harén del palacio. A pesar de la atención que ella recibía como la esposa más reciente, en su subconsciente existía el sentimiento desesperanzado de que no podía esperar tener al rey sólo para ella. Esta no es una de esas historias en las que la pareja perfecta se enamora, se casa, y vive feliz para siempre. Esta es una historia en la que una pareja se enamora, se casa, y ¡ella tiene que ajustarse al hecho de que la mayoría de las noches del año él estará durmiendo con otra mujer! Bajo estas circunstancias, la salud de la relación se encuentra en espantoso riesgo, un asunto al que ella está tremendamente sensitiva, pero no él. Bien puede ser que las “hijas” sean las mujeres numeradas en 6:8-9:... Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin número; mas una es la paloma mía, la perfecta mía; es la única de su madre, la escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la alabaron. ...Leyendo esto, uno puede pensar que la palabra “doncellas” ocurre dos veces, pero no es así. La primera vez que ocurre “doncellas” (v. 8) es una traducción de una palabra hebrea, pero la segunda vez que ocurre (v. 9) es una traducción de otra. Esta última palabra hebrea es la palabra común para “hijas”, y es la misma palabra usada en otros lugares en Cantares en la frase “hijas de Jerusalén”. En el versículo 9 el verbo inicial (“la vieron”), funciona doblemente para las dos líneas. Los otros verbos, (“la llamaron bienaventurada”) y (“la alabaron”), cada uno de los cuales concluye una línea, son lexicográficamente semejantes (términos de alabanza y bendición) y son paralelos. El resultado es que “hijas” es precisamente paralelo con “reinas” y “concubinas”. Así

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que los dos primeros términos para el harén son las “hijas de Jerusalén” a través de todo el libro como un término alternativo para las mujeres del harén, sea que sean “reinas”, “concubinas” o “doncellas”. LA ESTRUCTURA LITERARIA Como ha sido observado, el libro está encuadrado en una inclusión que involucra a los “hermanos” y la “viña”, y en corazón del libro está el día de la boda, encuadrado por dos secciones “sueños” con paralelos notorios. Otros han observado que el libro está caracterizado por la presencia de recursos chiásticos, paralelismos, y la repetición de palabras, refranes, y temas que surgen en coyunturas clave. Se han hecho numerosos intentos de identificar la estructura del libro a la luz de los aspectos retóricos. Los estudios de Exum, Shea, Webster, y Dorsey han sido especialmente iluminadores. A pesar del detallado análisis al que ha sido sometida la estructura literaria, no hay consenso, y los resultados son contradictorios. Evaluando el trabajo de Exum, Murphy ha concluido, “Estas observaciones en manera alguna refutan el caso que Exum hace para el diseño artístico de Cantares, pero ilustran las dificultades encontradas en los análisis retóricos detallados. El problema es determinar si sí o no recursos estilísticos diminutos son evidencia verdadera de estructura, pesándolos a la luz de otros factores, tales como un contenido aparentemente incongruente y la falta de secuencia coherente, los que pesan en contra de la unidad literaria”. El punto de Murphy tiene su razón. Mientras que recursos literarios han sido usados para buscar identificar el diseño literario del libro, este acercamiento ha sido útil en determinar las unidades apropiadamente paralelas. Lo siguiente ilustra varios intentos de notar los paralelismos en el libro. Exum Shea A 1:2-2:6 B 2:7-3:5 C 3:6-5:1 B´ 5:2-6:3 C´ 6:4-8:3 A´ 8:4-14

A 1:2-2:2 B 2:3-17 C 3:1-4:16 C´ 5:1-7:10 B´ 7:11-8:5 A´ 8:6-14

Webster A

1:2-2:6 2:7-3:5 B Interludio 3:6-11 4:1-7 4:8-15 C 4:16-6:3 B´ 6:4-10 6:11-7:10 A´ 7:11-8:3 8:4-14

Dorsey A

1:2-2:7 B 2:8-17 C 3:1-5 D 3:6-5:1 C´ 5:2-7:10 B´ 7:11-8:4 A´ 8:5-14

Aunque el espacio no permite un análisis detallado de estos hallazgos, existe un peligro inherente en el criticismo retórico en forzar un patrón en un intento de deducir un esquema general. Dorsey, por ejemplo, arguye por una composición de siete unidades en las cuales las

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unidades primera y última consisten en siete unidades menores. Al hacer esto, no obstante, debe argumentar que 8:5b es una unidad distinta que 8:5a y que 8:6-7. Concluye que Salomón está hablando en 8:5b y la esposa habla en 8:6-7, pero esta conclusión es gramaticalmente problemática, porque 8:5b principia con la línea “Debajo del manzano te desperté”. El pronombre “te”... es masculino en hebreo--no femenino. En otras palabras la esposa está hablando a Salomón, y así el versículo 8:5b-7 son una unidad, no dos. Dorsey ha notado esto, pero para defender su posición, tiene que optar por una lectura siriaca que sostiene el sufijo femenino. De no haber sido por su búsqueda de siete secciones menores en su última sección, esta opción crítica probablemente no habría sido propuesta. Mientras el libro tiene numerosas repeticiones de palabras y frases clave, inclusiones, y paralelos, la dificultad está en saber cuánta importancia darle a la macro estructura. Por ejemplo, varios eruditos han notado paralelos de la primera sección (1:1-2:7) con la sección final del libro (8:5-14). Sin embargo, uno también puede decir que la segunda sección mayor (2:8-17) tiene paralelos observables con la última también. Cantar de los Cantares 2:8 empieza con un anuncio de que el novio viene: “¡La voz de mi amado! He aquí él viene”, que tiene algunas semejanzas con 8:5, “¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado?” Y 2:17 (que termina con la segunda sección) contiene la línea, “Vuélvete, amado mío; sé semejante al corzo, o como el cervatillo”, y la sección final concluye de manera semejante: “Apresúrate, amado mío, y sé semejante al corzo, o al cervatillo” (8:14). Aunque la naturaleza de la macro estructura es difícil de averiguar, los elementos retóricos son útiles para delinear las unidades mayores del libro. Los siguientes párrafos discuten algunos de estos elementos. 1:2-2:7 Dorsey demuestra admirablemente la característica chiástica séptuple de esta sección, en la que un discurso más largo de la esposa enmarca la unidad entera. 1. El discurso largo de la joven mujer expresando su deseo de estar con su amado en su hogar (1:2-7) a. Aparte de las “hijas de Jerusalén” b. “El rey me ha metido en sus cámaras” c. Palabra-tema: “amor” d. Mención de “vino” (1:2, 4) 7. El discurso largo de la joven mujer expresando su deseo de estar con su amado en su hogar (2:3-7) a. Aparte de las “hijas de Jerusalén” b. “El rey me ha metido en sus cámaras” c. Palabra-tema: “amor” d. Mención de “vino” (2:4) 2:8-17 Esta sección está compuesta de tres unidades menores. La esposa habla en 2:8-9, Salomón habla en 2:10-14, y la esposa habla otra vez en 2:15-17. También hay varias repeticiones de palabras en estas unidades menores que sirven para encuadrar la sección completa: “mi amado”, “corzo”, “cervatillo”, y “montañas”.

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3:1-5 y 5:2-8 La naturaleza retórica de estas unidades ha sido discutida antes en conexión con las secciones de sueños. 3:6-5:1 A la luz de la declaración en 3:11 (“ved al rey Salomón... en el día de su desposorio”), la mayoría concuerda que esta sección del libro trata con la boda de Salomón y su esposa, que es seguida por la consumación de la relación. Las secciones de sueños encuadran esta sección. Dentro de la sección de la boda de 3:6-5:1, cinco secciones menores son identificables. La primera (3:6-11) describe la procesión de la boda, siendo el pensamiento clave anticipación. La sección final (4:16-51) describe la consumación física, siendo el pensamiento clave realización. En medio hay tres secciones en las que Salomón alaba a la novia: en 4:1-7, la alaba por su belleza física, en 4:8-11 la alaba por lo excitante de su amor, y en 4:14-15 la alaba por su virginidad. Cada sección de alabanza es limitada por una palabra o frase repetida: 4:1, “Tú eres hermosa, amiga mía” 4:7, “Toda tú eres hermosa, amiga mía” 4:8, “Ven conmigo desde el Líbano, oh esposa mía” 4:11, “El olor de tus vestidos como el olor del Líbano” 4:12, “Huerto cerrado eres, hermana mía, esposa mía... fuente sellada” 4:15, “Fuente de huertos” 5:9-6:13 Aunque los eruditos no están de acuerdo sobre dónde principia y termina la sección que sigue a la boda, 5:8 puede terminar la sección del sueño, con el inicio de una nueva sección en 5:9. De la manera que la primera sección de sueño terminó con un “conjuro” a las “hijas de Jerusalén” (3:5), palabras semejantes concluyen la segunda sección de sueño (5:8). Además 5:6-6:13 incluye varias preguntas y respuestas, reflejando un intercambio incómodo entre la esposa y las “hijas de Jerusalén”. 5:9 5:10-16

Pregunta: Las “hijas de Jerusalén” preguntan, “¿Qué es tu amado más que otro amado?” Respuesta: La esposa alaba la belleza y atractivo de Salomón.

6:1

Pregunta:

6:2-3

Respuesta:

6:4-9

Salomón:

6:10

Pregunta: Las “hijas” (se supone) preguntan, “¿Quién es ésta que se muestra como el alba... imponente como ejércitos en orden?” Respuesta: La esposa (?) se va al huerto en el valle.

6:11-12

Las “hijas de Jerusalén” preguntan, “¿A dónde se ha ido tu amado... y lo buscaremos contigo?” La esposa dice que él ha ido a su huerto a apacentar sus ganados y a recoger lirios. Alaba a la esposa (“imponente como ejércitos en orden”), pero se llama la atención a otras mujeres.

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6:13

Conclusión:

Las “hijas” le piden que vuelva, pero aparentemente Salomón las reprende amablemente (lo que termina la interacción entre la esposa y las “hijas”).

7:1-8:4 El material de 7:1-8:4 consiste primeramente del diálogo entre la esposa y Salomón. En 7:1-9a, Salomón alaba su belleza, y en 7:9b-8:2 ella responde expresando su deseo de él. La sección concluye en 8:3-4 con su deseo del abrazo del amado y una admonición a las “hijas de Jerusalén”. Esta sección de 7:1-8:4 es sorprendentemente semejante a la conclusión de la primera sección mayor (1:2-2:7). 2:6

2:7

“Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace” “Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén por los corzos y por los cervatillos del campo. Que no despertéis ni hagáis velar al mi amor, hasta que ella quiera”

8:3

“Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha

8:4

me abrace” “Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén

Que no despertéis al mi amor, hasta que ella quiera”

8:5-14 La pregunta en 8:5, “¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado?” señala el principio de la última sección. Esto es semejante a la pregunta que inició la sección de la boda, “¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo?” Con base a estas observaciones, emerge una estructura general que corresponde al desarrollo cronológico de la relación. La sección 3:6-5:1 registra el día de la boda y la consumación física de la relación. La sección 1:2-3:5 describe la fase anterior a la boda, y 5:2-8:4 describe las complicaciones posteriores a la boda. Esto deja 8:5-14, que permanece como la conclusión al libro y posee la clave del mensaje del libro.

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LA CONCLUSIÓN DEL LIBRO (8:5-14) La conclusión principia con un refrán retórico reminiscente del que abrió la sección de la boda, “¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado?” A continuación de esta pregunta está una homilía provista por la esposa en 8:5b-7. De los diez versículos en la sección de la conclusión, sólo uno de ellos es claramente dicho por Salomón, el 13. La mayoría de los versículos en la conclusión son dichos por la esposa, e incluso la contribución de los “hermanos” (vv. 8-9) es probablemente un reflejo de la anterior supervisión de ellos sobre la vida de ella. Si el cúmulo de la conclusión del libro viene de la esposa, y si ella es la que provee la lección moral, entonces la mayoría del libro debiera haber sido visto a través de sus ojos. La lección moral de la esposa está dirigida a Salomón. En 8:6, ella ruega, “Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo”. La palabra para “sello” y “señal” se refiere a una piedra labrada usada para autenticar un documento u otra posesión. Podía ser colgada de la nuca por una cuerda (sobre el corazón) como en Génesis 38:18. La palabra puede también referirse a un “anillo sello” que se llevaba en la mano (en Cantar de los Cantares 5:14 “mano” es usada para decir “brazo”). El “sello” era algo muy apreciado por el dueño y podía ser usado simbólicamente para una persona a la que uno valuaba. En Ageo 2:23, el Señor dijo a Zorobabel, “te pondré como anillo de sellar, porque yo te escogí” (cf. Jer. 22:24). La esposa estaba pidiendo a Salomón que la atesorara, que la considerara como un sello valioso. Pero, ¿por qué querría ser como un sello sobre el corazón de él? ¿No era su esposa legal por matrimonio y era atesorada por él? La respuesta es dada en 8:6, “Porque fuerte como la muerte es el amor; duros como el Seol los celos”... La partícula yki introduce la razón para la petición. ¿Por qué quería ser como un sello sobre su corazón? Porque el amor tiene un lado celoso. “Celos” no deben ser vistos como una actitud carnal, porque la misma palabra es usada de Dios y sus celos por lo que legítimamente le pertenece. En Proverbios 5:34 la palabra es usada en el contexto del adulterio en el que se dice del esposo celoso, “los celos son el furor del hombre”. Hay un sentido, entonces, en el que uno puede estar legítimamente celoso de lo que legalmente le pertenece. Esto es particularmente cierto de la relación matrimonial. En 8:6 “amor” paralela a “celos”, frecuentemente incluye mucho más que el placer sexual; también incluye las emociones y el profundo lazo de compromiso entre dos individuos (notar el uso de “amor” en Dt. 6:5). En Cantar de los Cantares este amor incluye legítimamente el deseo celoso, y la implicación más obvia es que la esposa estaba celosa del amor de Salomón. Sin embargo este es también un amor verdadero, un amor que desea ir más allá de los placeres físicos de la intimidad sexual. A lo largo del libro se ha dado mucha atención al aspecto de la intimidad sexual, pero ahora en la conclusión las expectativas de ella van mucho más allá que esto. “Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos. Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor, de cierto lo menospreciarían” (8:7). Con esta homilía, la esposa ha entregado la gran lección moral del libro. DESCUBRIENDO LOS DETALLES La estructura literaria del libro ha subrayado el día de la boda y la consumación sexual como el centro del libro (3:6-5:1). A lo largo de esta sección, una excitación creciente llega a su clímax en 4:16-5:1 cuando es disfrutada la bendición de la unión matrimonial. Uno pensaría que la historia terminaría en ese punto, ahora que la relación ha alcanzado su más profundo disfrute físico. Pero ese es el punto: Este libro no es sólo acerca del disfrute del sexo ordenado por Dios en el matrimonio. Ese es ciertamente parte del mensaje del libro--que dos personas pueden

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entrar al pacto matrimonial y completamente disfrutar su intimidad física--pero el libro tiene una trama más profunda. La estructura literaria también dirige la atención a las dos secciones de sueños que forman una inclusión al día de la boda. Estos sueños revelan una inseguridad y una reserva en su relación. A la luz de la mención de las numerosas reinas y concubinas en 6:9, hay poco de qué extrañarse. Toda su vida, ella se mantuvo virgen para el hombre con quien se casaría (4:12-15). Incluso sus hermanos la vigilaron cuidadosamente para asegurarse que esto fuera así (8:9). Ella estaba preparada para ser una esposa leal y fiel, pero Salomón finalmente llegó a tener setecientas esposas y trescientas concubinas (1 Reyes 11:3). No es de extrañar que sea ella, no él, quien entregue la lección moral del libro. Él conoció el lado físico del mismo, pero aparentemente no conoció el amor que ella apreciaba. Una vez ha sido reconocida esta tensión dentro del libro, muchos de los detalles empiezan a tener sentido. Ella lo anhela, pero anhela tenerlo sólo a él (sin la intimidación amenazadora de otras en el harén de Salomón). Salomón también estaba entusiasmado por ella, pero era ciego a la consideración de la posibilidad de una relación exclusiva. Así exclamó en 2:2, “Como el lirio entre los espinos, así es mi amiga entre las doncellas” (lit. “hijas”). La palabra “viña” habla a veces de los viñedos literales de Salomón, pero en otras ocasiones sugiere el amor que Salomón y la esposa experimentan. Conocedora de sus rivales femeninas, la esposa sugiere en las etapas tempranas de la relación, “Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas que echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne” (2:15). Este problema sale a la superficie inmediatamente después del matrimonio, y esta es la razón (a la luz del contexto más amplio del libro) para la fría recepción de la esposa en la sección del segundo sueño (5:2-8). Ella lo ama verdaderamente, pero la continuación de esta situación es emocionalmente paralizante para ella, y ella sufre de un espíritu herido. Legítimamente lo deseó todo él para ella, lo que explica su cariño para decir, “Yo soy de mi amado y conmigo tiene su contentamiento” (7:10; cf. 2:16; 6:3). Si ella pudiera lograrlo, se escaparían al campo y disfrutarían de su amor sin las complicaciones de la vida de palacio (7:11-8:2). CONCLUSIÓN E IMPLICACIONES Salomón fue un hombre de muchas amantes, y el Cantar de los Cantares es un registro de una de las relaciones que descolló sobre las demás. Un amor fiero se desarrolló entre Salomón y una mujer sulamita anónima a la que se hace referencia como la esposa. Su trasfondo era extraordinariamente divergente. Él creció en las cortes reales de Jerusalén, mientras que ella estaba acostumbrada a trabajar en los viñedos bajo el sol calcinante. Él había conocido a muchas mujeres (tampoco su padre David había sido monógamo), mientras que ella se había guardado virgen bajo la cuidadosa vigilancia de sus hermanos. Salomón pudo ofrecerle una vida en la corte real, pero ella tenía algo mucho mayor que ofrecerle a él. Le podía enseñar un amor piadoso basado en el compromiso, un amor que necesitaba ser mutuamente exclusivo para alcanzar su máxima expresión. Tal amor era costoso (8:7). Era más que lo que el dinero podía comprar, más de lo que incluso Salomón era capaz. Así, ella se convierte en la heroína del libro, y ella (en vez de Salomón) proporciona la homilía moral en la conclusión del libro. Desafortunadamente Salomón siguió el camino de muchos reyes mundanos, estableciendo grandes harenes para propagar el linaje real. Como resultado demasiadas mujeres - las “hijas de Jerusalén” - competían por su atención. Ella hizo un denodado intento de amarlo en tal

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contexto, pero supo que había un nivel más elevado al que su relación podía ascender si tan sólo pudieran ser exclusivamente el uno para el otro. Esto fue lo que la llevó a solicitar, “Ponme como un sello sobre tu corazón” (8:6). El desarrollo de su vida había sido uno de pureza moral, reteniendo su virginidad para la satisfacción exclusiva del que llegara a ser su esposo. Ella estaba preparada para ser exclusivamente suya. Él, no obstante, tenía un obstáculo mayor que sobrepasar. Él necesitaba reconocer el efecto detrimento que su estilo de vida imponía en el desarrollo de su relación. En este punto de vista literal-didáctico, la relación de Salomón y su esposa debe ser entendida literalmente (hablando de forma aprobadora de su bendición marital), pero también presenta una importante lección: Existe un nivel del amor más allá de la satisfacción física, un amor que es exclusivo y posesivo, que no tiene lugar para intrusos. Sólo dos pueden ascender solos, pero al hacerlo encontrarán que son “sus saetas, saetas de fuego; sus llamas, llamas de JAH” (8:6, BLA). El Cantar de los Cantares vuelve atrás al diseño prototípico de Dios en el huerto del Edén de un hombre y una mujer, en matrimonio, una relación que Dios diseñó para ser mutuamente exclusiva. Este libro, entonces, presenta un mensaje de lo más relevante y urgente para hoy.

Obras Consultadas Archer, Gleason L. Encyclopedia of Bible Difficulties. Grand Rapids, Michigan: Zondervan Publishing House, 1982. Deere, Jack S. Song of Songs. Tomo I de The Bible Knowledge Commentary. Ed. por John F. Walvoord y Roy B. Zuck. Wheaton, Illinois: Victor Books, 1985. Lawrence, John W. The Heart Books of the Old Testament. Menphis, Tennessee: Open Door Bible Church, 1973. Ryken, Leland. The Literature of the Bible. Grand Rapids, Michigan: Zondervan Publishing House, 1974. Wilkinson, Bruce y Boa, Kenneth. Talk Thru the Bible. New York: Thomas Nelson Publishers, 1983. BOSQUEJO Y NOTAS DE CANTARES “Querida, mi esposo es todo un ángel”. “Qué suerte tienes, querida, el mío todavía está vivo”. I.

EL PRÓLOGO: LA ALABANZA DEL AMOR (1:1)

«El título hebreo Shir Hashirim viene del capítulo 1, versículo 1, "Cantar de los cantares". Este es el superlativo y habla del canto más exquisito de Salomón. El título griego Asma Asmaton y el latino Canticum Canticorum también significan "Cantar de los cantares" o "el mejor cantar". El nombre Cantares se deriva de la Biblia latina. Debido a que Salomón es mencionado en el capítulo 1, versículo 1, el libro es también conocido como Cantares de Salomón». (Wilkinson y Boa)

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“Cantar de los Cantares”, el más excelente de todos los cantares que Salomón escribió (1 R. 4:32: “Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco”). De todos ellos, sólo este halló lugar en el canon como libro inspirado. II.

EL DESARROLLO DEL AMOR (1:2-3:5)

“Esta sección contrasta grandemente con las otras dos secciones mayores. Aunque en esta sección abundan las expresiones de deseo sexual, los amantes ejercen gran refreno. Sin embargo, después de la noche de bodas (3:6-11) hay una marcada ausencia de refreno sexual en Cantares. Así, esta sección apunta al hecho de que en el amor romántico debe observarse dominio propio”. A.

INTRODUCCIÓN: LA EXPRESIÓN DE ANHELO, INSEGURIDAD Y ALABANZA (1:2-11) 1.

EL TEMA DEL ANHELO (1:2-4)

Cantares comienza con un soliloquio por la amada, en donde ella expresa su gran deseo por el afecto físico del amado. El cambio entre la tercera y la segunda persona es una característica de la poesía del Antiguo Cercano Oriente. “Mejores que el vino”: las manifestaciones físicas de afecto son vistas como enervantes y causantes de gozo. “Nombre”: referencia al carácter del amado, de donde el atractivo es más que físico. El amor no es ciego. “Ungüento” = “perfume”, lo que es atractivo y placentero. “Doncellas” = “hijas de Jerusalén”. Puede ser referencia a las habitantes de Jerusalén que funcionan como el coro en el cantar. El coro es un artificio literario por medio del cual los amantes expresan sus emociones. Pero más probablemente se refiere al harén de Salomón. “Me ha metido”, otra traducción, “que él me metiera”. Más en armonía con el contexto de refreno de la sección. 2.

EL TEMA DE LA INSEGURIDAD (1:5-8)

La amada había servido como pastora bajo las órdenes de sus hermanos. Se había criado al aire libre. La piel bronceada no estaba de moda y el hecho de ser morena hacía sentir insegura a la sunamita en un ambiente donde las mujeres eran más blancas debido a estar recluidas en palacio. La inseguridad hace que ella anhele la cercanía del amado (7). Sabe que en él puede hallar el apoyo emocional que necesita. Salomón responde (8). Ella puede encontrarlo siguiendo un camino trillado. El punto es que ella ha ido a él antes con su necesidad, y puede seguir haciéndolo. En él siempre hallará el apoyo que necesite. 3.

EL TEMA DE LA ALABANZA (1:9-11)

La respuesta de Salomón a los sentimientos de inseguridad de la sunamita es la alabanza. Ella se ha sentido insegura porque en la comparación con otras puso su atención en aquello en que no las aventajaba, el color de la piel. Salomón no sólo llama la atención al área donde ella es más favorecida, sino que dice que va a tomar medidas para realzar esa área con adornos. “Yegua” = lo que comúnmente se usaba para tirar de los carros eran caballos. Una yegua entre ellos sería algo muy codiciable. Eso es lo que la sunamita es para Salomón, alguien muy codiciable. B.

EL CRECIMIENTO DEL AMOR Y SU INTENSIDAD (1:12-3:5)

Esta sección presenta una progresión en el cortejo de los amantes. 1.

ALABANZA MUTUA (1:12-2:6)

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a)

LA AMADA ALABA AL REY (1:12-14)

Salomón ha alabado la belleza de ella. El reconocimiento de lo positivo en ella por parte de él, la anima a ella a reconocer lo que en él es digno de alabanza. “Mi nardo” = referencia al Rey, quien reclinado resulta muy atractivo a ella. “Pechos” = él es una fuente constante de deleite para ella, como lo sería un colgante que constantemente despide perfume, o un ramo de flores aromáticas que perfuma un oasis en el desierto. b)

EL AMANTE RETORNA LA ALABANZA (1:15)

La alabanza estimula la alabanza. Salomón insiste en recordarle a ella su belleza física y su belleza espiritual. La referencia a los “ojos como palomas” habla del carácter de la sunamita. Ella es de carácter apacible. Una vez más, el amor romántico no enfoca exclusivamente el físico de la persona amada. c)

LA AMADA RECONOCE EL ATRACTIVO DEL AMANTE (1:16-17)

Prosigue la alabanza tanto del físico “hermoso” (“el hombre es como el oso...”), como del carácter: “dulce”. La tendencia de los hombres es tratar a las mujeres con aspereza (Col. 3:19, “Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas”; Pablo prohíbe algo que es habitual). La sunamita halla que Salomón la trata a ella con dulzura, con ternura, con suavidad, sin aspereza ni irritación. d)

LA AMADA HABLA DE SÍ MISMA (2:1)

Aunque parece fuera de lugar que la sunamita se alabe a sí misma, el punto es que ella quiere reconocer que Salomón ha ayudado a su autoestima. Ya no se siente insegura. La alabanza la ha ayudado a verse con nuevos ojos, la ha ayudado a enfocar lo positivo. “Sarón” es un valle fértil en Israel que se extiende entre Cesarea y Jope. e)

EL AMANTE CORROBORA LO DICHO POR LA AMADA (2:2)

Salomón toma la figura que ella ha usado y la elabora. La sunamita no es sólo un lirio de los valles, uno de muchos, sino un “lirio entre los espinos”. Él encuentra la belleza de ella sobresaliente y notoria, al punto de que las demás doncellas son como “espinos”. f)

LA AMADA RESPONDE A LA ALABANZA DEL AMANTE (2:3-6)

La última alabanza de Salomón ha sido una comparación, así que ahora ella también lo compara a él con un manzano entre los árboles silvestres. Es como una sorpresa inesperada y apetecible. Elaborando esta comparación la sunamita habla de tres elementos del amor romántico que transmiten seguridad y estabilidad emocional a la mujer. La “sombra” habla de la protección que él le ofrece. Tal elemento está ausente de la relación donde existe rivalidad entre él y ella. El “paladar” habla de la intimidad en la relación (cf. Sal. 34:8). La “bandera” habla del orgullo o satisfacción que él deriva de dar a conocer su amor por ella. No es algo de lo cual se avergüence. El resultado de tal amor es “enfermedad”, “debilidad extrema” que habla del deseo que ella tiene de ser abrazada. 2.

EL REFRÁN (2:7)

También aparece en 3:5 y 8:4. Es la palabra del libro a los solteros. La contemplación del disfrute del amor romántico por algunos puede despertar deseos en aquellos que todavía no pueden dar expresión al mismo. Los que se andan abrazando y besando por todos lados son descorteses porque no toman en

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consideración a los que observan. Es como estar dándose un banquete en presencia de personas que quizá tienen el estómago vacío. El punto del refrán es que hay pasiones que no deben de ser despertadas si no pueden ser satisfechas. Recordemos que Dios “todo lo ha hecho hermoso en su tiempo” (Ec. 3:11). 3.

UNA VISITA AL CAMPO (2:8-17)

Se describe poéticamente el florecimiento del amor en términos de una invitación a gozar de la belleza de la primavera. a)

LA AMADA DESCRIBE LA LLEGADA DEL AMANTE (2:8-9)

Salomón cortejó a la sunamita visitándola en su tierra natal, en el norte de Israel. Ella ha estado atenta a su llegada y es capaz de identificar su voz desde lejos. Por la descripción que se hace aquí de Salomón es evidente que cuando cortejó a la sunamita él era joven y ágil. Ella describe figurativamente el atractivo que halla en su fuerza y juventud. El amor rejuvenece. b)

SALOMÓN LA INVITA A PASEAR POR EL CAMPO (2:10-13)

“Amiga mía”. Una vez más, la relación romántica no está basada sólo en lo físico, sino en la afinidad de caracteres que es descubierta mediante el trato frecuente. La invitación es a disfrutar de la llegada de la primavera aquí descrita como para hacer referencia también al estado de la relación. Al amor añade frescura a la percepción de la realidad. Todo parece más limpio y brillante. c)

SALOMÓN LA ANIMA A QUE SE APARTEN Y ESTÉN SOLOS (2:14)

El aislamiento para el desarrollo de la intimidad es una necesidad no sólo durante el cortejo, sino también en el matrimonio. Salomón no se cansa de escucharla. Su voz para él es placentera y agradable, “dulce”. El atractivo que él halla en ella es físico, “rostro”, y emocional, “voz”. Se pone énfasis en la vez más que en las palabras. La razón es que con las palabras comunicamos ideas y con el tono de la voz, sentimientos. d)

LA AMADA PIDE AL AMADO QUE TOME LA INICIATIVA EN RESOLVER ALGUNOS PROBLEMAS (2:15)

Ni siquiera la relación de amor más excelente a nivel humano está exenta de tensiones. Todos somos distintos y todos tenemos que hacer ajustes al relacionarnos íntimamente con alguien más. “Zorras” puede referirse poéticamente a elementos destructivos que pueden dañar el fruto que la relación de amor empieza a evidenciar, en el contexto de Cantares, particularmente el harén de Salomón. Los problemas y las tensiones tienen que ser reconocidos, tratados y superados para que el crecimiento de la relación no se vea mermado. La disposición a resolver los problemas juntos es señal de madurez. e)

LA AMADA REAFIRMA LA CONFIANZA DE MUTUA PERTENENCIA (2:16-17)

Los problemas no la han hecho dudar de la mutua pertenencia. En este momento el enfoque de ella está en su ganancia personal. “Mío” viene antes que “suya”. Los pensamientos de posesión mutua la llevan a desear intimidad física. Parece que ella plasma aquí sus pensamientos. Pero debido a que el matrimonio no se ha consumado, ambos ejercen dominio propio.

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4.

EL TEMOR DE LA AMADA DE PERDER A SU AMANTE (3:1-4)

El rey volvió a Jerusalén dejando a su amada en el campo. “Mi lecho”, parece indicar que lo que ella relata es un sueño. En su sueño, fue a la ciudad a buscarlo. Cuando lo encontró, lo llevó a la casa de su madre, el lugar más seguro para ella conocido. 5.

EL REFRÁN (3:5)

Marca el fin del período del cortejo. Quizá la boda sea vista como una recompensa a la paciencia de la amada. III.

LA CONSUMACIÓN DEL AMOR (3:6-5:1) A.

LA PROCESIÓN NUPCIAL (3:6-11)

Los matrimonios del Antiguo Cercano Oriente se consolidaban por medio de contratos civiles y no tanto por ceremonias religiosas (Rt. 4:10-11). Las bodas se realizaban en los hogares y no en el templo. La figura central en la celebración de bodas era la procesión de la casa de la novia a la del novio, escoltada por el novio. A esto seguía una fiesta que duraba una semana o más. El matrimonio se consumaba la primera noche. En Cantares no se describe sino la procesión (3:6-11) y la noche de bodas (4:1-5:1). 1.

EL AUTOR DESCRIBE EL CORTEJO (3:6)

Aquí Salomón se ve a sí mismo como narrador de los eventos. “Incienso”: perfume costoso. Toda la procesión habla de lujo y pompa, todo de acuerdo a la ocasión. Lamentablemente, lo opuesto al secretismo con que hoy se realizan las bodas, quizá por falta de compromiso, si no entre los cónyuges, sí de estos con la sociedad. 2.

LOS AMIGOS DEL NOVIO (3:7-8)

La descripción es quizá de la guardia real de Salomón, quien no quería correr riesgos viajando al campo a recoger a la novia. 3.

LA CARROZA DE SALOMÓN (3:9-10)

Estaba hecha de lo mejor. Salomón ofreció a su esposa lo mejor que tenía. 4.

LA INVITACIÓN A COMPARTIR EL GOZO (3:11)

La boda debe ser una ocasión para regocijo compartido. Los novios son parte de una comunidad que debe ser incluida en la celebración. B.

LA NOCHE DE LAS BODAS 4:1-5:1 1.

LA BELLEZA DE LA AMADA (4:1-7)

El novio habla primero. Tres veces llama “hermosa” a la esposa (v. 1, dos veces, y v. 7). En el Antiguo Cercano Oriente las mujeres no llevaban velo sino la noche de las bodas, y se lo quitaban en la cámara nupcial. (Gn. 24:65; esto explica que a Jacob le dieran gato por liebre, (Gn. 29:19-25). “Palomas”,

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referencia a los ojos detrás del velo; la comparación habla de la tranquilidad de su carácter, así como de su inocencia. “Cabras”, que en Palestina eran negras, v. 4. “Torre”, su aspecto era principesco e imponente; v. 5: suavidad; v. 6: Referencia a caricia. V. 7, Salomón le atribuye a su amada una belleza perfecta. 2.

LA PETICIÓN DEL REY (4:8)

Quizá Salomón pide que ella deje los pensamientos y recuerdos de su casa en “Líbano” y se concentre en él. En los vv. 8-12 le llama “esposa” cinco veces. Es la noche de bodas. 3.

LA ALABANZA DEL REY DEL AMOR DE SU AMADA (4:9-11)

Ella atiende el ruego del amado y se concentra en él. “Prendiste”: ella le ha robado la capacidad de autodeterminación. “Hermana”, “parienta”, han llegado a ser de la misma familia. “Amores”: expresiones físicas del mismo. En esta descripción, cuatro de los sentidos están involucrados. V. 11: la amada se da a sí misma libremente. No es pasiva. ‘Miel y leche”, descripción de Canaán. Habla de la abundancia de gozo que en ella encuentra. 4.

LA ALABANZA POR PARTE DEL REY DE LA PUREZA DE LA AMADA (4:12-15)

V. 12: Alabanza de la virginidad de ella. Extendiendo la metáfora del jardín Salomón expresa a su amada cuánto aprecia su pureza. Como un jardín valioso, atractivo y deseable. V. 15: El agua de la fuente es accesible a Salomón y satisface su deseo. 5.

LA CONSUMACIÓN DEL MATRIMONIO (4:16-5:1)

V. 16: Ella lo invita de forma poética a poseerla. 5:1: Salomón dice que el matrimonio ha sido consumado y que él lo ha disfrutado. “Comed”: Quizá la voz de Dios aprobando la relación que él ideó en el huerto del Edén (Gn. 2:24). IV.

LA MADURACIÓN DEL AMOR (5:2-8:4)

“Esta sección del Cantar de los Cantares trata del crecimiento en el matrimonio. La intimidad, el gozo y el deseo físico de su noche de bodas no desaparecen, como es común en muchos matrimonios. Ellos nutren su vida mutua de modo que el gozo de la vida matrimonial se incrementa en vez de decrecer. Esto no significa, no obstante, que no encontraron problemas potencialmente dañinos a la relación” (Buzzell). A.

LA INDIFERENCIA Y SU SOLUCIÓN (5:2-6:13)

La esposa se ve presa de una especie de apatía y ésta es reflejada en un sueño 1.

EL PROBLEMA: LA INDIFERENCIA DE LA ESPOSA Y LA AUSENCIA DEL ESPOSO (5:2-8)

En un sueño la esposa recibe la petición de su amado, “ábreme” (5:6). El hecho de que no la llame “esposa mía” parece indicar que algún tiempo ha pasado entre 5:1 y 5:2. Ella responde con una excusa, “estoy lista para dormir”. Tal pretexto revela indiferencia y apatía. Él insistió y luego se fue. La compasión es despertada en ella, se levanta a abrirle, pero él ya se ha ido. En el primer sueño los guardias la han ayudado a buscarlo (3:3), pero esta vez la confunden con un criminal. Es evidente que la

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conciencia le está jugando malas pasadas. Ella se sentía culpable. En el v. 8 les pide a las doncellas de Jerusalén que le ayuden a buscarlo. 2.

EL ATRACTIVO DEL AMANTE (5:9-16)

A la pregunta de las hijas de Jerusalén ella responde con una descripción del amado que es en realidad una alabanza detallada de sus atributos. Al final de la descripción que hace, descubre que su indiferencia hacia él ha desaparecido, “deseable”. Para mantener vivo el romance es necesario hacer un inventario regular de las cualidades del cónyuge. 3.

EL AMANTE EN SU JARDÍN (6:1-3)

A la pregunta de las hijas de Jerusalén ella responde que el amado ha ido a su jardín. De aquí se deduce que ella sabía dónde encontrarlo, y que la separación no ha sido tanto física como emocional. “Apacienta”, 2:16. 4.

LA RECONCILIACIÓN: LA ALABANZA DE LA AMADA POR EL AMANTE (6:4-13) a)

LAS PALABRAS DEL AMANTE (6:4-10)

Las primeras palabras de la reconciliación son alabanza. Prácticamente tenemos aquí una repetición de la alabanza de la noche de las bodas. Con esto Salomón le dice a ella que su amor no ha disminuido. b)

LAS PALABRAS DE LA AMADA (6:11-13)

Estos versículos cuentan la historia de la reconciliación desde el punto de vista de ella. V. 12: Es un versículo de difícil interpretación porque el hebreo puede ser traducido de varias formas. Parece ser que cuando ella escuchó las primeras palabras de él, quedó sobrecogida de gozo. “Sulamita”, femenino de “Salomón” = “pacífica”. “Dos campamentos” = Mahanaim, al este del río Jordán. B.

LA ALABANZA DE LA AMADA Y DE SU AMOR (7:1-10)

El amor de la pareja continúa madurando. Aquí el lenguaje es más atrevido e íntimo que el usado en la noche de bodas. Tal incremento en la libertad sexual es parte de un matrimonio saludable. 1.

LOS ENCANTOS DE LA AMADA (7:1-7)

Muchas de las figuras del lenguaje no hacen referencia a imágenes visuales, sino a otras cualidades de las comparaciones usadas. V. 2: “Montón de trigo”: más que una apariencia masiva, la referencia es probablemente a satisfacción que le proporciona, como el pan al hambriento. V. 6: Conclusión, donde se alaba la belleza perfecta de la amada. 2.

EL DESEO DEL AMANTE (7:8-9)

El esposo expresa el deseo del dulce e intoxicante fruto del amor de ella. V. 9: Ella habla expresando el deseo de satisfacer el deseo de su esposo por ella. 3.

EL REFRÁN DE POSESIÓN MUTUA (7:10)

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Este refrán describe el crecimiento del amor. Al principio, el énfasis está en lo que ella saca de la relación (2:16). Más adelante, el enfoque cae en lo que ella da, pero no queda de lado lo que saca (6:3). Ahora, todo el peso cae en lo que ella da. La convicción de pertenecerle a él que ella tenía venía del contentamiento que él encontraba en ella. La posesión sexual da seguridad a la esposa. C.

UNA INVITACIÓN DE LA AMADA (7:11-13)

Aquí ella toma la iniciativa en el juego amoroso. Usa la imagen de la primavera para decir que su amor continúa tan fresco como siempre. “Mandrágoras”, frutas parecidas a las manzanas con supuestos poderes afrodisíacos (Gn. 30:14-16). D.

EL DESEO DE LA AMADA POR UNA INTIMIDAD MAYOR (8:1-4)

En el Antiguo Cercano Oriente las expresiones públicas de amor sólo eran bien vistas entre parientes. Ella deseaba que él le mostrara su amor todo el tiempo. Vv. 2-4: Ella, jugando, se pone el papel de hermana mayor o incluso en el de madre. El punto es que el afecto de ella hacia él va más allá de lo puramente erótico. Lo ama como a un pariente y a un amigo. V.

EL DESAFÍO DEL AMOR (8:5-7) A.

UN CUADRO DEL AMOR (8:5)

“Desierto”: (1) Recuerda las peregrinaciones del pueblo de Israel por 40 años. El punto es que los dos han superado pruebas muy grandes (1:5, 6; 2:15; 5:2-7); (2) Imagen de la maldición de Dios (Jer. 22:6; Jl. 2:3). Sugiere que han superado una crisis de falta de armonía que es resultado en última instancia de la maldición del Edén (Gn. 3:16). “Manzano” = habla del amor y el romance. B.

UNA EXPLICACIÓN DEL AMOR (8:6-7) 1.

UNA PETICIÓN DE LA AMADA (8:6A)

En el Antiguo Testamento el sello era usado para expresar la posesión de algo muy preciado. Ella le pide ser la posesión más valiosa de él, una posesión que influya en sus pensamientos (corazón) y sus acciones (brazo). 2.

UNA EXPLICACIÓN DEL PODER DEL AMOR (8:6B-7)

Tenemos aquí un resumen de la naturaleza del amor descrito en Cantares. Es un amor universal e irresistible como la muerte; exclusivo y posesivo, como el sepulcro; apasionado, como el fuego; invencible y perseverante como las muchas aguas y los ríos. Este amor es posible porque es sostenido por el Creador: “fuerte llama” es mejor traducido por “la verdadera llama del Señor”. 3.

LA APLICACIÓN PRÁCTICA (8:7B)

La declaración final sobre el amor: es inapreciable. El mero hecho de pensar en compararlo es ridículo. El amor verdadero sólo puede ser dado. En última instancia, es un don de Dios.

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VI.

EL EPÍLOGO: EL COMIENZO DEL AMOR (8:8-14)

La amada explica cómo recibió el regalo del amor. Es un vistazo retrospectivo al principio de la relación. 1.

CÓMO LA AMADA FUE CUIDADA POR SUS HERMANOS SIENDO JOVEN (8:8-9)

Los hermanos hicieron planes definidos de preparación del matrimonio de su hermana, “Cuando de ella se hablare”. “Muro”: si ella demostraba ser casta, de buen carácter y juicio, le darían libertad.: “Torre”: adorno de la cabeza. “Puerta”: si, por el contrario resultaba ser insensata, le restringirían los movimientos. 2.

LO INNECESARIO DE LOS CUIDADOS (8:10)

El testimonio de la amada es que ella fue casta: “muro”, por lo que no necesitó las restricciones que sus hermanos pensaron. Habiendo crecido, llegó a ser para su marido aquella que pudo darle “paz” (shalom), “contentamiento”. 3.

CÓMO FUE QUE SE VIERON POR PRIMERA VEZ (8:11-12)

Aparentemente Salomón la vio por primera vez en una viña que había arrendado a los hermanos de ella. Localización desconocida. Mil shekels, unas 25 libras de plata, para el dueño. Cada uno de los hermanos recibiría 200 shekels, 5 libras de plata como salario. Ella trabajó en la viña. “Delante de mí”: para dar. Aún sus posesiones. 4.

LA PERMANENCIA DEL ROMANCE (8:13-14)

Estas palabras recuerdan anteriores palabras amorosas de los días del cortejo y muestran que el amor no había perdido su intensidad. «El Cantar de los Cantares es un bello cuadro de la aprobación de Dios al amor físico entre el esposo y la esposa. El matrimonio debe ser monógamo, permanente, una unidad de auto entrega, en el cual los esposos permanecen intensamente devotos y entregados el uno al otro, y se deleitan el uno en el otro... «El Cantar de los Cantares muestra que el sexo en el matrimonio no es "sucio". El atractivo físico mutuo de un hombre y una mujer y la satisfacción de esos anhelos en el matrimonio son naturales y honrosos. Pero el libro hace más que exaltar la atracción física entre los sexos. También honra las cualidades placenteras en la personalidad de los amantes. Además, la pureza moral anterior al matrimonio es alabada (4:12). El sexo prematrimonial no tiene lugar en los planes de Dios (2:7; 3:5). La fidelidad antes y después del matrimonio se espera y se honra (6:3; 7:10; 8:12). Tal fidelidad en el amor matrimonial ilustra el amor y el compromiso de Dios con su pueblo». (Deere) ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.