¡Basta con esta locura de sincerarnos!

En su discurso de ayer en Floren- cio Varela, Cristina Kirchner dedicó un párrafo a burlarse de los que se burlan del relato. Previa- mente había elogiado la ...
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página dos

| Sábado 22 de febrero de 2014

Página dos de no Creer

a primera vista

¡Basta con esta locura de sincerarnos!

¿A qué equivale el valor de WhatsApp? Facebook anunció la compra del servicio de mensajería instantánea por US$ 16.000 millones Florencia Abd y Varinia Tellería — LA NACION —

Carlos M. Reymundo Roberts —LA NACION—

V

oy a ser sincero: estoy harto de esta nueva onda del Gobierno de blanquear todo, de admitir todo, de confesar nuestros pecados como quinceañeras arrepentidas. Lo de la inflación, vaya y pase, porque la cosa no daba para más (igual, eso de multiplicar por cuatro el índice que veníamos dando desde hace años me pareció un exceso; yo hubiese ido de a poco, para disimular que fuimos tan truchos). También puede entenderse que hayamos sincerado que vamos a subir las tarifas de los servicios públicos: todo el mundo sabe que no tenemos un mango, que ya hicimos sangrar todas las cajas. No está mal, tampoco, decir de una buena vez que a Repsol no sólo no le vamos a cobrar una indemnización por daños ecológicos, como habíamos amenazado cuando le afanamos YPF, sino que estamos dispuestos a pagarle 5000 millones de dólares; somos unos vivos bárbaros, pero nos fuimos de mambo al pensar que nos íbamos a fumar en pipa a un catalán. Poniendo estaba la gansa, dice ahora Brufau mientras le pega en la cabeza a un Kicillof arrodillado a sus pies. Digamos que hasta ahí la cosa era más o menos razonable. Pero después, no sé si aprovechando que nuestra empresaria hotelera se fue a descansar a alguna de sus propiedades en el Sur (siempre pensé que las verdaderas revoluciones las hacen los ricos), sobrevino esta ola ridícula de blanquear todo. Rossi fue el primero: dijo que el país ya es productor y distribuidor de drogas, y menos mal que le apagaron el micrófono cuando estaba por decir que somos un narco-Estado. Berni, que la policía no tiene cómo luchar contra el narcotráfico; nada que la cana y los narcos no supieran, pero son esas cosas que los votantes, perdón, la gente, no debe enterarse. Y la Cancillería reconoció –lo contó Martín Dinatale esta semana en una nota– que fracasó el acuerdo con Irán por la AMIA y que ahora estamos tratando de recomponer relaciones con Israel; otra vez: si bien nadie va a sorprenderse con un fracaso de Héctor Timerman (en la Cancillería, venenosos, lo llaman “el invicto”), tampoco es cuestión de ventilar que estamos haciendo zapping entre musulmanes y judíos. ¿Paró ahí la cosa? ¡No! La marea del sinceramiento –que significa: soy sincero, ya no miento– siguió llevándose todo puesto. Que el PBI de este año va a ser menor que el calculado por los chicos de La Cámpora que trabajan en Economía. Que en realidad todavía no se alcanzó el acuerdo para rebajar el precio de los remedios que anunció Capitanich (“El que no tiene remedio es Capitanich”, se burla Kicillof). Que las naftas van a subir todos los meses. Que no conseguimos que baje la carne... ¡Basta! Estoy temblando. Mirá si, llevados por esta estúpida moda de apartarse del discurso, empiezan a sincerarse Víctor

Hugo, Barone, los de Carta Abierta, o si Verbitsky decide que es hora de volver al periodismo de investigación. Mirá si Madres y Abuelas cuentan la verdad de su sumisión a nuestra causa. Mirá si Echegaray blanquea quiénes fueron los que blanquearon guita con el blanqueo. O si se desboca Boudou (no lo creo, porque suele bromear con que de tanto repetir cosas dictadas ya le cuesta largarse a hablar solo). O si Moreno sale de su catacumba romana y revela la fórmula mágica que aplicaba para medir la inflación. O si Lázaro Báez, Dios no lo permita, un día se planta y dice: “Vengan, les voy a mostrar qué hay detrás de la cava de mi casa de Río Gallegos, y les voy a hablar de mis negocios con los Kirchner”. Es un escenario de terror. Tengo pesadillas en las que Oyarbide explica las cosas que tuvo que hacer para salvar a Néstor y a Cristina en la causa por enriquecimiento ilícito; Jaime le muestra al mundo sus propiedades, aviones y yates; los relatores del Fútbol para Todos, los mensajes que les obligan a leer durante los partidos; De Vido nos habla de las licitaciones y del reparto multimillonario de subsidios; Scoccimarro, del rating de los discursos por cadena; Milani, de cómo construyó su fama de buen represor, y también de cómo construyó su

Casi dos YPF El Gobierno aceptó pagar a Repsol US$ 5000 millones por el 51% de las acciones, lo que llevaría el valor de la petrolera a algo menos de US$ 10.000 millones

WhatsApp se valuó en US$ 19.000 millones. Facebook pagará US$ 16.000 millones, más US$ 3000 millones en acciones para los dos empleados

Más del o presupuesto anual de la ONU para ayuda a humanitaria

Un préstamo para Ucrania El presidente de ese país dijo que aceptaría un préstamo de Rusia de US$ 15.000 millones. Esto provocó protestas y decenas de muertes

La ONU pidió para 2014 la suma de US$ $ 13.000 millones para a operaciones de ayuda da humanitaria en todo o el mundo

Diez años de cadenas, de construcción de un discurso, no pueden ser tirados por la borda

Tres veces el costo de recuperación de Filipinas luego del tifón

Cuatro rascacielos rld como el World Trade Centerr

maravillosa casa de La Horqueta; la SIDE, de la vasta red de espionaje sobre opositores, empresarios y medios independientes; diputados y senadores, de cómo se aprueban las leyes a libro cerrado y bolsillo abierto; gobernadores, intendentes, artistas, periodistas, deportistas, dirigentes sindicales, en fin, todo un coro de gente nuestra lanzada a una demencial carrera para ver quién cuenta más verdades. Diez años de cadenas nacionales, de magia, ingenio y creatividad no pueden ser tirados por la borda. Me aterra el fantasma de que hordas de personas que dicen que ya no soportan el peso de la culpa reducen a escombros el edificio del relato. Alguien tiene que parar esta locura. Estamos tan trastornados que D’Elía, probablemente uno de nuestros más lúcidos intelectuales, un predicador de la paz, esta semana, dando rienda suelta a instintos que no le conocíamos, pidió que fusilen a un dirigente opositor venezolano por protestar en la calle. Insisto, hay que parar esto. Que intervenga ya mismo Zannini. O Máximo. En realidad, mejor que intervenga Cristina, una luz en las penumbras de nuestra necedad. Con ella no corremos riesgos. Nunca se permitiría el desliz de decir la verdad.ß

La reparación podría costar US$ 6000 millones

Teniendo en cuenta que cadatorre tiene un costo de US$ 3940 millones, construir las cuatro costarían US$ 15.760 millones

Más que el PBI de Islandia Que es de US$ 12.133 millones

Evolución del número de usuarios de cada aplicación, desde su aparición En millones

WhatsApp 419

400 300 200

Facebook 145 Gmail 123

100

Twitter 54 Skype 52

0

Año 0

Año 1

Eduardo Fidanza

1. Cristina difundió su sueldo: cobra $ 48.366 por mes. 2. Otro límite al proyecto de una justicia militante. 3. Sadismo del Gobierno con los jubilados. 1. Las mejores fotos del verano 2014. 2. Capitanich volvió a pelearse con un periodista de TN. 3. CFK pidió que en Venezuela respeten la “voluntad popular”.

Ariel Torres

¿Publicidad o propaganda? El Gobierno debe acatar lo dispuesto por la Corte y cesar de premiar con cifras millonarias a los medios que repiten el discurso oficialista. Página 32

mañana

OPINIóN

“El bolsillo sigue siendo la víscera más sensible y el castigo vendrá por allí.”

editoriaLes

especial BaFWeek. Un toque autóctono para la gran semana de la moda, que promete un viaje a las raíces del diesño argentino. Revista

Francisco Olivera

OPINIóN

De la eDición online

“El agravamiento de la situación económica llevó al Gobierno a reforzar la defensa empresarial del modelo.”

Adriana Anzillotti

SáBADO

PROPIEDADES

“¿Pueden funcionar las regulaciones tradicionales con tecnologías que cambian tan rápido?”

“¿Piensan los ejecutivos mudar sus empresas a espacios de mayor nivel a pesar de las circunstancias actuales?”

en esCaLa

La frase deL día

77 “prisioneros de conciencia” reportados en lo que va del año

sergio romero

Un “preso de conciencia” es el que está encarcelado por su manera de pensar, posición política, orientación sexual, religión, etc., que no haya recurrido a la violencia. Amnistía Internacional actualmente trabaja sobre 77 casos para pedir su liberación Fuente: cifras reportadas a Amnistía Internacional / LA NACION

Año 3

Año 4

Fuente: CNN en español / LA NACION

Lo destaCado

Las notas más Leídas De la eDición imPresa

Año 2

Asia 55 casos Europa (3) América (1) África (17)

G. Ferro

“El Gobierno tiene que hacer la tarea el fin de semana para ofrecer algo mejor el lunes” Del secretario general de la UDA sobre la paritaria docente. Página 10

miniaturas

pantaLLas

Cristina, entre el relato y el puro cuento

Cortar el cordón umbilical de la TV

Pablo Mendelevich

Ernesto Martelli

n su discurso de ayer en Florencio Varela, Cristina Kirchner dedicó un párrafo a burlarse de los que se burlan del relato. Previamente había elogiado la calidad del hospital Presidente Néstor Kirchner, al que catalogó como uno de los cinco más importantes de Latinoamérica. “La gente se viene a Varela a curarse”, dijo. No es su caso. Por motivos nunca explicados, la Presidenta sólo se atiende de sus problemas de salud en instituciones privadas: el Hospital Austral, la Fundación Favaloro y el Sanatorio Otamendi. Conducta presidencial que, al parecer, no está relacionada con la cartilla: en el mismo discurso, para sumar respaldo al argumento de que la salud pública es de excelencia, la Presidenta informó, por cadena, que uno de los médicos que la operaron de la cabeza (ella dice “capocha”) en la Fundación Favaloro, también es médico del Hospital Kirchner. ¿Relato y puro cuento significarán lo mismo? Agosto de 2012, palabra de CFK: “Yo creo que hay sistema de salud pública cuando los presidentes se atienden en los hospitales públicos. Lo demás es puro cuento”.ß

l dato, publicado por la revista Variety, es elocuente: el 2% de quienes vieron House of cards, la serie protagonizada por Kevin Spacey, consumieron la temporada completa en los primeros dos días que estuvo en Netflix. El contraste con el tiempo que lleva ver una temporada de una serie de la TV por cable (13 capítulos semanales en más de 3 meses) es un signo de época y conecta con la gran polémica de la industria de contenidos de las últimas semanas. Los protagonistas del fenómeno tienen nombre: los que se deciden a “cortar el cordón”, es decir, independizar su consumo de contenidos televisivos (series, películas, eventos deportivos) del sistema de la TV paga. La fusión entre TimeWarner y Comcast, una de las principales redes de cable e Internet de Estados Unidos, dio la señal de alerta: cada vez más gente se plantea dejar la tarifa plana de 600 canales. Los “cord cutters” hacen cuentas (cable vs. Internet + Netflix + estrenos en iTunes + eventos en Pay Per View) y son la avanzada de un fenómeno: ahorro en la economía doméstica, activismo de consumidor y confianza en el entorno digital.ß

—LA NACION—

—PARA LA NACION—

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