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CIENCIA / SALUD
I
Martes 24 de marzo de 2009
CIENCIA EXPERIMENTAL Y TALLER ARGENTINO-NORTEAMERICANO
Y MATEMATICA EN JUEGO
Aumenta el uso de nanomateriales
Hallan una fórmula para resolver el sudoku
Se están probando para fabricar retinas artificiales, detener hemorragias y absorber sustancias contaminantes LAURA GARCIA OVIEDO PARA LA NACION SAN CARLOS DE BARILOCHE.– El investigador argentino Orlando Auciello, que trabaja en los Laboratorios Nacionales Argonne, de los Estados Unidos, está desarrollando un dispositivo de ciencia ficción: un microchip experimental que funciona como retina artificial para que las personas ciegas puedan ver, aunque sea parcialmente. Pero lo particular del caso es que en su último ensayo lo probó con un nuevo ingrediente, el diamante ultrananocristalino, que para ser fabricado es manipulado en una escala de 1 a 100 nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro). El diamante ultrananocristalino es sólo uno de todo un abanico de materiales que los científicos modifican en escalas infinitamente pequeñas para dotarlos de nuevas propiedades, como un mayor grado de fortaleza. La última semana, una reunión científica realizada en esta ciudad –el US-Argentina Workshop on Nanomaterials– pasó revista precisamente a estos nanomateriales, que, además de utilizarse en microchips, ya se usan de modo experimental como cicatrizantes de heridas y “esponjas” anticontaminantes, entre muchas otras aplicaciones, “Ya hay personas que recibieron un primer prototipo de retina artificial y ahora estamos probando un segundo tipo de diseño de microchip recubierto con ese nanomaterial de diamante, con el fin de que sea más eficiente”, dijo Auciello en su presentación. Auciello vive desde hace más de 30 años en los Estados Unidos y colabora en el equipo encabezado por el prestigioso médico Mark Humayun. Por su parte, el equipo dirigido por Galen Stucky, de la Universidad de California en Santa Bárbara,
Material nanoporoso
Orlando Auciello desarrolla un diamante nanocristalino
Nanotubos de carbono
desarrolla materiales diseñados con nanotecnología que son capaces de detener las hemorragias causadas por diferentes tipos de heridas. En especial, el grupo trabaja en un nanomaterial de silicio que ayuda a hacer más rápida la coagulación de las heridas. El equipo de Stucky, que también participó de esta iniciativa argentino-estadounidense, logró identificar cómo los cambios en las propiedades estructurales y de superficie de óxidos metálicos influyen en la respuesta de coagulación de la sangre. Pero, por ahora, en el terreno expe-
el ambiente. “Fabricamos una especie de esponja con agujeros nanométricos, un «nanoqueso gruyere» que puede, por ejemplo, capturar moléculas contaminantes”, contó a LA NACION. “En un gramo de óxido de titanio, y gracias a sus nanoagujeros, logramos tener de 200 a 300 metros cuadrados de superficie expuesta, algo equivalente a una cancha de tenis”, detalló Soler Illia, quien expuso su trabajo durante el taller. Otra área de estudio en la que se experimenta con los nanomateriales
rimental, los investigadores piensan que este mismo nanomaterial podría servir para transportar antibióticos y proteínas terapéuticas. Lo cierto es que la bionanomedicina es tan sólo uno de los múltiples campos donde se está experimentando con ese tipo de materiales. Sin ir más lejos, el doctor Galo Soler Illia, investigador del Conicet y de la Comisión Nacional de Energía Atómica, está trabajando en el desarrollo de un material nanoporoso de óxido de titanio con propiedades “amigables” para
es la energía. Thomas Moore, profesor de química del Centro de Bioenergía y Fotosíntesis de la Universidad Estatal de Arizona, experimenta en el campo de la eficiencia energética desde un ángulo biológico. “En nuestro laboratorio, nos inspiramos en la biología para hacer fotosíntesis artificial con ayuda de la nanotecnología. Si bien ya se sabe cómo transformar energía solar en electricidad, nuestro desafío es convertir la energía solar en combustible”, contó Moore. Para ello, en la actualidad, se experimenta con celdas de fotobiocombustible, que funcionan con reacciones químicas disparadas con la luz, y que usan etanol e hidrógeno. Pero Moore destaca que por ahora aún hay muchos obstáculos para sortear. El taller donde se expusieron estas novedades fue organizado por Lía Pietrasanta, directora del Centro de Microscopias Avanzadas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, y por Heather Maynard, del Departamento de Química y Bioquímica de la Universidad de California, de Los Angeles. “El objetivo fue promover el encuentro de investigadores y estudiantes de ambos países para intercambiar experiencias, discutir sobre los últimos avances en el área de nanomateriales y fortalecer la cooperación entre los participantes”, comentó Pietrasanta a LA NACION. El encuentro, que tuvo 82 participantes, recibió el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de nuestro país y de la embajada y el Departamento de Estado de los Estados Unidos. Entre los planes de los organizadores, está la idea de realizar un segundo taller en la Argentina, en 2010, y otro al año siguiente, en los Estados Unidos.
Pastillas HOSPITAL GARRAHAN
TRASPLANTES
Abren el primer banco público de tejidos
Convocan a donantes de células de médula
(DyN).– El hospital Garrahan inauguró ayer el primer Banco Multitejido público del país, que procura, almacena y distribuye tejidos cardiovasculares y pulmonares, membranas amnióticas, huesos y piel. A cargo del doctor Oscar Shwint, puede abastecer la demanda de pacientes de todas las edades en el país. “Trabaja con el Incucai y recibe material de chicos de 6 meses de edad hasta personas de 65 años”, dijo el doctor Ezequiel Ballester Becú.
El Incucai instalará mañana, de 10.30 a 17, una carpa en Diagonal Norte y Cerrito para brindar información sobre la donación de células de la médula ósea utilizada para trasplante y realizará una colecta de sangre. Esta iniciativa de la Red de Hemoterapia porteña apunta a promover la donación voluntaria de sangre y la inscripción al Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas, que cuenta con 39.789 inscriptos. Informes: 0800-555-4628.
El creador es James Crook, de los EE.UU. LONDRES (The Sunday Times).– Es cruel, incluso diabólico, y es la solución para el sudoku. Aunque despierte la furia de los fanáticos de este juego, un científico norteamericano reveló ayer la fórmula para resolver cualquier problema de sudoku, no importa cuán difícil sea. James Crook, profesor emérito de la Universidad de Carolina del Sur, publicó su “algoritmo de lápiz y papel para resolver el sudoku” en el sitio de Internet de la Sociedad Norteamericana de Matemática. Aunque su trabajo se extiende a lo largo de nueve páginas, el algoritmo se reduce a cinco pasos. Los fanáticos están consternados. Colin Dexter, autor de las novelas policiales del Inspector Morse, dijo: “Lamento que alguien haya descubierto cómo resolverlo. Le quita toda la diversión.” Nina Pell, una joven de 21 años que estudia Matemática en la Universidad de Sheffield y es bicampeona del campeonato nacional británico de sudoku, agregó: “El método es similar a mi propia estrategia y confirma que lo estoy resolviendo correctamente”. El doctor Gareth Moore, que compila problemas para la revista Sudoku Pro, dijo: “El algoritmo de Crook puede funcionar, pero la diversión del sudoku es el pensamiento lógico que convierte un problema intimidante en un ejercicio que se puede disfrutar”. El algoritmo de Crook es la primera prueba matemática sobre cómo resolver este problema. Ni siquiera Howard Garns, el arquitecto de Indianápolis que diseñó el sudoku, en 1979, podía prometer tanto. Sin embargo, no está todo perdido. El sistema de Crook exige que los jugadores marquen las celdas vacías de la grilla con todos los posibles números restantes y que, luego de comparar conjuntos de números, remonten un “árbol” de opciones que eventualmente los lleva a la solución. La “contra” de esto es que lleva siglos –generalmente, una hora–. Mientras tanto, a través de la lógica y la intuición, cualquier jugador entrenado puede resolver la mayoría de los problemas de sudoku... en 20 minutos o menos.