12
ULTIMA PAGINA
I
PALABRAS
Viernes 3 de agosto de 2012
AUTORRETRATO
NATACION
Un espacio experimental en busca de la entrevista soñada: el elegido se interroga y se fotografía Despierta a ese plano de tu vida que suele estar dormido. Reacciona y date cuenta de que, con tan sólo un poco de atención, puedes hacer que tus días sean mucho más parecidos al ideal que sueñas. Es que hay otra cosa, allí mismo y al alcance de tu mano. Hay algo más que el trajín cotidiano, tantas veces rutinario y alienado. Esa llama que titila olvidada en tu interior, ignorada o desconocida. Con apenas un poco de dedicación, puede transformarse en la intensa luz de un faro e iluminar el mejor de tus caminos. No te hace falta pasar por una experiencia mística o religiosa. Esa luz interior forma parte de ti, creas en ella o no. Está siempre allí, la sientas o no. Más aún, casi podría decirte que es al revés, y que eres tú quien forma parte de ella. Recuérdalo. Recuérdate. Recuerda tu verdadera esencia, tu verdadero ser. Dale el lugar que se merece y tu vida brillará con la intensidad de tu propia luz interior. Ahora que estamos de acuerdo en que conectarte con tu ser interior puede darle a tu vida un enfoque totalmente nuevo y positivo, la pregunta siguiente quizá sea: ¿cómo? Empieza estableciendo un diálogo. A la noche, por ejemplo, ya en la cama y antes de dormir, o sentado a solas en un sillón antes de acostarte, cierra los ojos y respira profundo un par de veces. Relájate y empieza a conversar mental y silenciosamente con tu ser interior. Como si estuvieses hablando con un amigo, con tu mejor amigo, con tu amigo del alma. No importa si nunca hablaste con él o si hace mucho tiempo que no lo haces. Dile lo que te surja desde el corazón, con amor y sentimiento. Si al principio te sientes algo ridículo, no te preocupes, ya se te pasará. Si tu diálogo suena a monólogo, persevera y ten paciencia; ya te responderá. Pero no esperes que sus respuestas lleguen como una voz interior que resuena en tu mente. No suele ser así como funciona. Estate atento, en cambio, a las señales. Mantente alerta durante los próximos días y algún hecho raro, poco común, algo fugaz y llamativo, algo que alguien dirá o hará, o algo que verás o sentirás te llamará la atención en un chispazo de lucidez, como un flash de una foto nocturna.
Fragmentos del libro de Gabriel Sandler, Susurros para el alma
Aquí, el creador de la oniofobia Músico, subtitulador y comentarista de radio en sus ratos ocupados, Sebastián Rubin tuvo un momento libre y se prestó al juego de ser entrevistador y entrevistado a la vez. Y modelo y fotógrafo, también al mismo tiempo –Rubin, en el medio se lo conoce como un tipo exigente, puntilloso. ¿Autoritario tal vez? –Bueno, una cosa es que no te guste que apoyen cosas calientes en la mesa del comedor o que te saque un toque de quicio la impuntualidad, y otra muy distinta querer invadir Polonia.
–En eso le doy la derecha, sin ánimo de hacer un juego de palabras. ¿Es cierto que desarrolló un método infalible para detectar quién juega bien el tenis y quién no? –Sí.
–¿Podría explayarse un poco en el tema? –No.
–Como músico de rock, si es que lo suyo puede definirse así, ¿qué cosas siente que tiene pendientes?
–Nunca pude dejarme el pelo largo, creo que un día de éstos me rebelo y me lo dejo crecer, y cuando digo el pelo me refiero al único cabello que me queda, lo demás es césped artificial de los años 80 que conseguí en un mercado de pulgas.
–Es bien sabido en su círculo de amigos que gusta de inventar palabras o neologismos. El gran público quiere saber: ¿cuál de estos términos es el que más lo enorgullece? –Yo diría que oniofobia. Estoy en una cruzada permanente por el exterminio de la cebolla de la faz de la Tierra.
–Volvamos a la música. El nombre de su banda, Rubin y Los Subtitulados, remite a su otra actividad laboral, la traducción y subtitulado de películas. ¿Cuál ha sido su película favorita a la hora del trabajo? –Teatro de lujuria, una porno gay húngara con unos diálogos de una profundidad inesperada.
–Hablando de recursos periodísticos que rozan con la imbecilidad, ¿se copa con un ping-pong, Rubin? –A mí siempre me copó más el metegol-entra, pero dele nomás.
–Al final resultó un poco nazi usted, aunque sea en el sentido culinario del fascismo.
–¿Un momento del día?
–Y usted al final resultó bastante idiota a la hora de hacer preguntitas.
–¿Una canción de Roberto Carlos?
Gaturro Por Nik
Humor petiso Por Diego Parés
Matías Ola hace olas
–Las 11.27 de la mañana.
–La distancia.
–¿Un secretario de la Primera Junta? –Paso.
–¡Correcto! ¿Un miembro del staff de Tinelli? –Lanchita Bissio.
–¿Una patología cutánea? –El impétigo, por afano.
–Y la última pregunta: ¿siempre anda con bufanda adentro de su casa? –No siempre, pero me gusta andar vestido cuando estoy en casa, es una tara que tengo.
–Gracias, es un gusto hablar con usted. –Te entiendo, es un placer escucharme.
Producción: Valentina Ruderman
BUENOS AIRES (EFE).– Unir continentes a través de la natación es la meta del argentino Matías Ola, que esta semana, en el estrecho de Bering, estrenó un proyecto de cruces intercontinentales. Unir el mundo se llama el desafío de este nadador tucumano que concibe este esfuerzo con un objetivo solidario y un enfoque científico, deportivo y social. “Yo era nadador de competición, y cuando me pasé al mundo de la travesía en aguas abiertas empecé a elegir tramos cortos con la idea de nadar también en el fin del mundo, el sur de la Argentina. Así salieron las uniones entre continentes”, cuenta. Su principal dificultad será la temperatura del agua sin la protección de un traje de neoprene, para lo que se entrenó en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). Aunque Ola comenzó su proyecto con otros nadadores en el estrecho de Bering, planea otros cinco cruces, todos solo. La iniciativa prevé unir Asia y Oceanía, nadando entre Papúa Nueva Guinea y Australia; Asia y Africa, cruzando el golfo de Aqaba entre Jordania y Egipto; Africa y Europa, a través del estrecho de Gibraltar, antes de regresar al estrecho de Bering, para terminar, a fines de 2013, en el sur argentino. Además de deportiva, su meta es social: promocionar la Argentina y llamar la atención sobre la falta de equipamiento deportivo en las provincias del interior. “Yo, como tucumano, tuve que venir a Buenos Aires para tener un lugar adecuado para entrenarme, porque en el interior no hay suficiente equipamiento”, dice Ola, que tiene como padrino de su proyecto al juez Raúl Zaffaroni, aficionado a la natación.
Batu Por Tute
Jim, Jam y el otro Por Max Aguirre
Macanudo Por Liniers
La foto que habla Por Nik