Año 6 - Nº 346 23 de Agosto 2017 - Ciudad CCS

23 ago. 2017 - Llega al otro hemiciclo y Borges no lo atiende porque está recibiendo su lección de canto lírico. Vuelve a la ANC a contarle la novedad a Delcy ...
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23 de Agosto 2017

Año 6 - Nº 346

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Lucha de clases en el espacio Clemente Boia

@tasporai

La V Internacional, el grupo de internacionalistas irredentos e irreductibles que se reúne en el patio de la casa de mis viejos en Tabay, Mérida, me pidió que les organizara un curso teóricopráctico de redes sociales. Aunque ninguno de los militantes de ese reducto comunista tiene menos de 72 años, las nuevas tecnologías, lejos de amedrentarlos, los “convoca a no dejar ni una tecla tranquila hasta que los trabajadores no se liberen de la explotación del hombre por el hombre y de la mujer por la mujer y por el hombre”, como bien arengó Homero, el camarada colombiano, a quien correspondió las palabras de apertura del taller “La lucha de clases en el espacio”. El nombre del taller suscitó una inmediata discusión. El Tajalí, que actuaba de facilitador en sustitución del camarada Narciso, intentó en vano iniciar la clase que llevaba preparada. Claudio el chileno, Ricardo el paraguayo, Roosvelt el uruguayo y mi viejo Geppino Boia no pararon de increpar al colombiano hasta que reconoció que había omitido “virtual y digital” por razones de espacio. Al Tajalí no le tocó nada fácil. Los talleristas participantes

resultaron ser todos de la era de Guttemberg. Tipos acostumbrados al valor de la palabra, críticos, desconfiados y cesudos frente a cada información. La segunda pelea se presentó cuando algunos de los participantes descubrieron que sus teléfonos no entraban en la categoría de “inteligentes”. La tercera tuvo lugar cuando conocieron las cuentas de Twitter de algunos personajes de oposición. El ánimo general se llenó de indignación. Se escucharon promesas, insultos y desafíos como “por qué no viene ese desgraciado y nos dice eso aquí en la cara”. En eso andaba la V Internacional cuando mi pana Ramón Guerra y yo servimos el sancocho de gallina que marcaba el inicio del receso, etapa en la que los irredentos recuperaron el ánimo y comenzaron a burlarse de su aprendizaje. -Hombre -dijo Homero-, si es que yo ya aprendí a escribir tuits como Capriles. -¿Cómo es eso?- preguntó muy serio mi viejo, Geppino Boia. -Es muy fácil: “Ahora resulta que el startac de Claudio no sirve para la lucha. Nicolás, asume tu responsabilidad. Dile la verdad a Claudio”.

Las guarimbas vienen. Y vienen arrechas con la MUD.

Algunascosasescuálidas quepor balurdaspasaronaseradecas Armando Carías Aquiles Nazoa, con su genio para captar en lo cotidiano “las cosas más sencillas” y transformarlas en ternura, y en punzante dardo cuando era necesario; escribió para la historia del humorismo venezolano “Algunas cosas venezolanas que por anticuadas pasaron a ser pavosas”. Lo que no imaginó El Ruiseñor de Catuche fue que la pava referida por él, representativa de la cultura del mondongo en copita y el palo de whisky removido con el dedo, sería rápidamente superada por la balurdería escuálida, renovada categoría de lo cursi y de lo pavoso, de cuyo “ramillete” ofrecemos un delicado botón. Algunas cosas escuálidas que por balurdas pasaron a ser adecas: 1) Estar “autoexiliado” en Miami y cantar “Yo me quedo en Venezuela”. 2) Llorar leyendo los editoriales de El Nacional. 3) Decir “yo no sé dónde te vas a meter tú cuando caiga

el rrrééégimen”. 4) Decir, también, “yo no sé cómo una persona tan inteligente como tú es chavista”. 5) Prenderle una vela a la Virgen de Altamira (¡tan milagrosa!). 6) No pelarse un programa de Jaime Bayly. 7) Comprarse un paraguas para que las bombas no le caigan encima. 8) Cruzar la calle para no saludar a un amigo chavista. 9) Comprarse una bandera y borrarle la octava estrella con pintura azul. 10) Trabajar en un ministerio y marchar solo para que lo vea el jefe. 11) Ser jefe en un ministerio y marchar solo para que los empleados lo vean. 12) Comprar en Mercal y cambiar la bolsa para que los vecinos del “este del este” no se enteren. 13) Cobrar la pensión y decir “eso me lo gané yo… A mí el Gobierno no me está regalando nada”.

14) Esperar a que “este Gobierno caiga para desinfectar el Teresa Carreño”. 15) Declararse perseguido (a) político (a) para conseguir la Green Card. 16) No comer arepa pelada porque “eso no sabe a arepa”. 17) Leer “El Especulador Precoz” escondido en el baño. 18) Bloquearle VTV a todos en la casa. 19) Seguir usando “la trocha” porque el viaducto “es otra mentira del Gobierno”. 20) Declamar “Las uvas del tiempo” cada 31 de diciembre, cambiando la parte que dice “Madre, esta noche se nos muere un año” por “Madre, este año salimos del Chavismo”.

Desde Washington, Luis Florido llama dictador a Henry Falcón, porque quiere repetir como gobernador del estado Lara: “Si quieres le aplicamos la carta de la OEA”, le dijo Almagro a Florido.

En las eleccione s escoger los can primarias para d no se quemarán idatos de la MUD, lo se quemarán lo s votos, s candidatos.

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Por lo visto Trump es puro en gaño- dijo Julio Borges. Engaño somos nosotros, Julio a nuestra gente hasta el cans , que hemos engañado ancio.- Ramos Allup

El ingrato trabajo del mensajero de la paz Clodovaldo Hernández El Especulador Precoz, siempre presente en los grandes eventos deportivos, les trae hoy una crónica del patriótico trabajo de Anselmo John, el mensajero que intenta mantener las comunicaciones entre la Asamblea Nacional y la Asamblea Nacional Constituyente. Se trata de un genuino atleta, pues varias veces al día debe desplazarse a gran velocidad entre los dos hemiciclos, llevando y trayendo recados. “Anselmo, vaya donde Borges y dígale que está invitado a venir a una sesión especial de armonización de poderes”, le dice Delcy Rodríguez, y John agarra la carta y cruza raudamente el pasillo que separa a las dos Asambleas. Aunque es una corta distancia, para llegar rápido debe hacer más regates que Messi, pues el pasaje se la pasa lleno de asomados y sin oficio. Llega al otro hemiciclo y Borges no lo atiende porque está recibiendo su lección de canto lírico. Vuelve a la ANC a contarle la novedad a Delcy, quien lo envía de nuevo, con la instrucción de entregarle la invitación a quien quiera esté a cargo de aquel negocio (nunca mejor dicho). Pira Anselmo y se la entrega a Guevara, quien, con aire telenovelesco, hace añicos el papel. Su asistente lo graba en ese acto de valiente rebeldía y lo sube a “TuTubo”. Retorna el auxiliar de mensajería a toda velocidad (debe llegar antes de que el video se vuelva viral) y le entrega los pedacitos a Delcy, quien exclama, recordando al Comandante: “¡Ah muchacho pa’ bobo!”

Por sugerencia del zamarro Isaías, la directiva decidió ordenar al mandadero olvidarse de los mascachicle y entregarle la invitación a Ramos. Sale disparado el atleta hacia la zona de conciliábulos y trapisondas, pateadero habitual del viejo zorro. Intenta entregarle la notificación, pero el diputado enciende su motor triple X, el que tiene debajo de la lengua: “¡Sacúdete de aquí, muerto de hambre, ganapán, patibulario, lamesuelas...”, y sigue ametrallando epítetos mientras Anselmo John corre de vuelta hacia la ANC con la sensación de haber sufrido un atentado con puputov. La directiva constituyente manda de nuevo al ya agotado mensajero de la paz, con el mandato de pegar la invitación en la puerta del hemiciclo, como se

La Comisión de la Verdad le duele mucho a la oposición. Temer dice que no puede hacer nada por Brasil, porque está muy preocupado por Venezuela.

hace en los casos legales conflictivos. Eficiente como pocos empleados públicos, John lo hace, pero nota que las cámaras de toda la prensa internacional lo están grabando. Y antes de que tenga tiempo de volver al hemiciclo protocolar, ya los cdm de la CÑN muestran al mundo “el momento en que la dictadura madurista disuelve al Parlamento democráticamente electo”. Delcy pide que le den agua y consuela al extenuado atleta: “Anselmo, trata de entender: en velocidad, nadie le gana a la canalla mediática”.