andes tropicales - IUCN

7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos definidas como Zonas de Manejo de Cuenca . ...... Canadian Journal of Fisheries and. Aquatic Sciences, 37(1): 130-137.
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ESTADO DE CONSERVACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD DE AGUA DULCE EN LOS ANDES TROPICALES

ANDES TROPICALES

Marcelo F. Tognelli, Carlos A. Lasso, Cornelio A. Bota-Sierra, Luz F. Jiménez-Segura y Neil A. Cox (Editores)

La Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN™ Apoyado por

Acerca de la UICN La UICN es una Unión de Miembros compuesta por Estados soberanos, agencias gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil. La UICN pone a disposición de las entidades públicas, privadas y no gubernamentales, los conocimientos y las herramientas que posibilitan, de manera integral, el progreso humano, el desarrollo económico y la conservación de la naturaleza. Creada en 1948, la UICN se ha convertido en la red ambiental más grande y diversa del mundo. La UICN cuenta con la experiencia, los recursos y el alcance de sus más de 1300 organizaciones Miembro y los aportes de más de 16 000 expertos. La UICN es uno de los principales proveedores de datos, evaluaciones y análisis sobre conservación. Su extensa y diversa membresía hacen de la UICN una incubadora y un repositorio coniable de las mejores prácticas y herramientas de conservación, así como de las directrices y estándares internacionales. La UICN proporciona un espacio neutral en el que actores diversos, incluyendo gobiernos, ONGs, cientíicos, empresas, comunidades locales, grupos indígenas, organizaciones religiosas y otros pueden trabajar juntos para crear e implementar soluciones a los retos ambientales y lograr un desarrollo sostenible. La UICN trabaja con diversos socios y simpatizantes para llevar a la práctica un amplio y diverso portafolio de proyectos de conservación en todo el mundo. Estos proyectos, que combinan los últimos avances cientíicos con los conocimientos tradicionales de las comunidades locales, procuran detener y revertir la pérdida de hábitats, restaurar los ecosistemas y mejorar el bienestar humano. http://www.uicn.org/es https://twitter.com/IUCN/

Acerca de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN La Comisión de Supervivencia de Especies (CSE) es una red de más de 10 000 expertos voluntarios de casi todos los países del mundo, trabajando en conjunto para alcanzar la visión de “Un mundo más justo que valora y conserva la naturaleza”. La CSE trabaja en estrecha colaboración con el Programa Global de Especies de la UICN y sus miembros, proporcionando información y asesoramiento sobre conservación de la biodiversidad, el valor intrínseco de las especies, su papel en la salud y el funcionamiento de los ecosistemas, la provisión de servicios ecosistémicos y su importancia para los medios de subsistencia de las personas. http://www.iucn.org/theme/species/about/species-survival-commission Acerca del Programa Global de Especies de la UICN El Programa Global de Especies de la UICN apoya las actividades de la CSE y los Grupos de Especialistas y también implementa iniciativas globales de conservación de especies. El Programa Global de Especies produce, mantiene y maneja la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Es una parte integral del Secretariado de la UICN y es dirigido desde la oicina central de UICN en Gland, Suiza, con oicinas técnicas en Cambridge, Reino Unido (Unidad de la Lista Roja) y Virginia EUA (Unidad de Evaluación de Biodiversidad). http://www.iucn.org/theme/species Acerca de Conservación Internacional Centrada en una sólida base cientíica, con alianzas y proyectos demostrativos en el campo, CI apoya y fortalece a las sociedades para el cuidado responsable y sostenible de la naturaleza, nuestra biodiversidad global, para el bienestar de la humanidad. Fundada en 1987, CI emplea a más de 1000 personas y trabaja con más de 3000 colaboradores en 40 países. http://www.conservation.org/

ESTADO DE CONSERVACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD DE AGUA DULCE EN LOS ANDES TROPICALES Marcelo F. Tognelli, Carlos A. Lasso, Cornelio A. Bota-Sierra, Luz F. Jiménez-Segura y Neil A. Cox (Editores)

ESTADO DE CONSERVACIÓN Y DISTRIBUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD DE AGUA DULCE EN LOS ANDES TROPICALES Marcelo F. Tognelli, Carlos A. Lasso, Cornelio A. Bota-Sierra, Luz F. Jiménez-Segura y Neil A. Cox (Editores)

La presentación del material en esta publicación y las denominaciones empleadas para las entidades geográicas no implican en absoluto la expresión de una opinión por parte de la UICN sobre la situación jurídica de un país, territorio o zona, o de sus autoridades, o acerca de la demarcación de sus límites o fronteras. Los puntos de vista que se expresan en esa publicación no relejan necesariamente los de la UICN, o de otra organización participante. Esta publicación ha sido posible gracias a la generosidad de John D. and Catherine T. MacArthur Foundation. Publicado por:

UICN, Gland, Suiza, Cambridge, UK y Arlington, USA

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Citación:

Tognelli, M.F., Lasso, C.A., Bota-Sierra, C.A., Jiménez-Segura, L.F. y Cox, N.A. (Editores). 2016. Estado de Conservación y Distribución de la Biodiversidad de Agua Dulce en los Andes Tropicales. Gland, Suiza, Cambridge, UK y Arlington, USA: UICN. xxpp.

ISBN:

978-2-8317-1791-3

DOI:

http://dx.doi.org/10.2305/IUCN.CH.2016.02.es

Fotografía de la cubierta:

Cornelio A. Bota-Sierra (paisajes), Daniel Barroso (niño y adulto con peces) Todas las fotografías utilizadas en esta publicación son propiedad del titular de los derechos de autor (ver pie de fotos individuales). Las fotografías no deben ser reproducidas o utilizadas en otros contextos sin el permiso por escrito del titular de los derechos de autor.

Diagramado por:

zOOm diseño S.A.S - Luisa Fernanda Cuervo G.

Impreso por:

Fundación Cultural Javeriana de Artes Gráicas - JAVEGRAF

Disponible en:

UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) Global Species Programme Rue Mauverney 28 1196 Gland Suiza Tel +41 22 999 0000, Telefax +41 22 999 0002 www.iucn.org/resources/publications

El texto de este libro fue impreso en papel art alcalino neutral, que pertenece al grado de papel no ácido.

Contenidos Agradecimientos .............................................................................................................................................................................................................. vii Resumen Ejecutivo ............................................................................................................................................................................................................ix Executive Summary ...........................................................................................................................................................................................................xi Capítulo 1. La biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales: antecedentes...................................................................1 1.1 Estado global de la biodiversidad de agua dulce ................................................................................................................................................1 1.2 Estado de situación en los Andes Tropicales ......................................................................................................................................................2 1.2.1 Antecedentes generales .................................................................................................................................................................................2 1.2.2 Amenazas a los ecosistemas de agua dulce en la región..........................................................................................................................4 1.2.3 Uso regional y valoración de los ecosistemas dulceacuícolas y su biodiversidad ..............................................................................9 1.3 Objetivos de este estudio ..................................................................................................................................................................................... 10 1.4 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 10 Capítulo 2. Metodología de evaluación del riesgo de extinción de las especies ........................................................................13 2.1 Selección de los grupos prioritarios................................................................................................................................................................... 13 2.1.1 Peces............................................................................................................................................................................................................... 14 2.1.2 Moluscos ....................................................................................................................................................................................................... 14 2.1.3 Libélulas........................................................................................................................................................................................................ 14 2.1.4 Plantas acuáticas .......................................................................................................................................................................................... 14 2.2 Delimitación de la región de los Andes Tropicales ........................................................................................................................................ 14 2.3 Recopilación de datos y control de calidad ..................................................................................................................................................... 15 2.4 Mapeo de distribución de especies .................................................................................................................................................................... 17 2.5 Evaluación del riesgo de extinción de las especies .......................................................................................................................................... 19 2.6 Nomenclatura ........................................................................................................................................................................................................ 19 2.7 Áreas Clave para la Biodiversidad y vulnerabilidad de las especies al cambio climático ........................................................................ 19 2.8 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 21 Capítulo 3. Estado de conservación y distribución de los peces de agua dulce de los Andes Tropicales ...................................23 3.1 Generalidades de la ictiofauna regional............................................................................................................................................................ 24 3.1.1 Diversidad de peces dulceacuícolas ......................................................................................................................................................... 24 3.1.2 Factores geográicos que afectan la distribución de los peces de agua dulce .................................................................................. 25 3.1.3 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información .............................................................................................. 25 3.2 Estado de conservación de los peces de agua dulce ........................................................................................................................................ 26 3.3 Patrones de riqueza de especies .......................................................................................................................................................................... 28 3.3.1 Especies endémicas ..................................................................................................................................................................................... 28 3.3.2 Especies con distribuciones restringidas ................................................................................................................................................ 29 3.3.3 Especies amenazadas .................................................................................................................................................................................. 29 3.3.4 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 33 3.4 Principales amenazas para los peces de agua dulce ........................................................................................................................................ 34 3.4.1 Agricultura y acuicultura........................................................................................................................................................................... 34 3.4.2 Cambio climático y clima severo ............................................................................................................................................................. 36 3.4.3 Contaminación ........................................................................................................................................................................................... 38 3.4.4 Corredores de transporte y servicios....................................................................................................................................................... 39 3.4.5 Desarrollo residencial y comercial ........................................................................................................................................................... 39 3.4.6 Especies invasoras, genes y enfermedades .............................................................................................................................................. 39 3.4.7 Modiicación en los sistemas naturales ................................................................................................................................................... 40 3.4.8 Producción de energía, hidrocarburos y minería ................................................................................................................................. 42 3.4.9 Uso de recursos biológicos ........................................................................................................................................................................ 44 3.5 Acciones de conservación y recomendaciones ................................................................................................................................................ 45 3.5.1 Colectas y estudios taxonómicos ............................................................................................................................................................. 45

iii

3.6

3.5.2 Monitoreo y acciones ex-situ .................................................................................................................................................................... 46 3.5.3 Caudales ambientales ................................................................................................................................................................................. 47 3.5.4 Áreas protegidas .......................................................................................................................................................................................... 48 3.5.5 Estrategias de los estados andinos para la conservación de la diversidad y sus hábitats ............................................................... 49 3.5.6 Recomendaciones ....................................................................................................................................................................................... 50 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 51

Capítulo 4. Estado de conservación y distribución de los moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales .............................57 4.1 Generalidades de la malacofauna de los Andes Tropicales ........................................................................................................................... 57 4.2 Estado de conservación de los moluscos endémicos ...................................................................................................................................... 58 4.3 Patrones de riqueza de especies .......................................................................................................................................................................... 59 4.3.1 Riqueza de especies endémicas................................................................................................................................................................. 59 4.3.2 Riqueza de especies amenazadas .............................................................................................................................................................. 60 4.3.3 Riqueza de especies con Datos Insuicientes ......................................................................................................................................... 60 4.4 Principales amenazas para los moluscos ........................................................................................................................................................... 62 4.4.1 Contaminación y desarrollo urbano ....................................................................................................................................................... 62 4.4.2 Modiicación de sistemas naturales ......................................................................................................................................................... 62 4.4.3 Agricultura ................................................................................................................................................................................................... 63 4.4.4 Uso de los recursos biológicos .................................................................................................................................................................. 64 4.5 Conclusiones y recomendaciones para la conservación................................................................................................................................ 64 4.5.1 Exploración y estudios taxonómicos ...................................................................................................................................................... 64 4.5.2 Monitoreo .................................................................................................................................................................................................... 65 4.5.3 Áreas protegidas .......................................................................................................................................................................................... 65 4.6 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 65 Capítulo 5. Estado de conservación de las libélulas de los Andes Tropicales ...........................................................................67 5.1 Revisión de las libélulas en la región ................................................................................................................................................................. 68 5.1.1 Breve historia del estudio de las libélulas en la región ......................................................................................................................... 68 5.1.2 Diversidad de las libélulas en el área de estudio.................................................................................................................................... 70 5.1.3 Libélulas endémicas.................................................................................................................................................................................... 70 5.1.4 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información .............................................................................................. 72 5.2 Estado de conservación de las libélulas endémicas ........................................................................................................................................ 72 5.2.1 Especies En Peligro Crítico ....................................................................................................................................................................... 74 5.2.2 Especies En Peligro ..................................................................................................................................................................................... 74 5.2.3 Especies Vulnerables................................................................................................................................................................................... 75 5.2.4 Especies Casi Amenazadas ....................................................................................................................................................................... 76 5.2.5 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 76 5.3 Patrones geográicos de riqueza de especies..................................................................................................................................................... 77 5.3.1 Especies endémicas ..................................................................................................................................................................................... 77 5.3.2 Especies de distribución restringida ........................................................................................................................................................ 78 5.3.3 Especies amenazadas .................................................................................................................................................................................. 78 5.3.4 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 78 5.4 Principales amenazas para las libélulas ............................................................................................................................................................. 78 5.4.1 Uso de recursos biológicos ........................................................................................................................................................................ 79 5.4.2 Minería y producción de energía ............................................................................................................................................................. 80 5.4.3 Modiicaciones de sistemas naturales ..................................................................................................................................................... 82 5.4.4 Especies invasoras y problemáticas .......................................................................................................................................................... 82 5.4.5 Desarrollo residencial y comercial ........................................................................................................................................................... 82 5.4.6 Contaminación ........................................................................................................................................................................................... 83 5.4.7 Cambio climático y clima severo ............................................................................................................................................................. 83 5.4.8 Agricultura y acuicultura........................................................................................................................................................................... 84 5.5 Conclusiones y recomendaciones para la conservación................................................................................................................................ 84 5.5.1 Exploración y estudios taxonómicos ...................................................................................................................................................... 84 5.5.2 Monitoreo .................................................................................................................................................................................................... 84 5.5.3 Áreas protegidas .......................................................................................................................................................................................... 84 5.6 Referencias ............................................................................................................................................................................................................. 85

iv

Capítulo 6. Estado de conservación y distribución de las plantas acuáticas .............................................................................87 6.1 Generalidades ........................................................................................................................................................................................................ 87 6.1.1 Principales ambientes................................................................................................................................................................................. 88 6.2 Conocimiento de las plantas acuáticas en la región ....................................................................................................................................... 90 6.2.1 Limitaciones de esta evaluación y criterios para la selección de especies......................................................................................... 91 6.3 Estado de conservación........................................................................................................................................................................................ 91 6.4 Patrones de riqueza de especies .......................................................................................................................................................................... 92 6.4.1 Especies endémicas ..................................................................................................................................................................................... 92 6.4.2 Especies amenazadas .................................................................................................................................................................................. 93 6.4.3 Especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................................................. 96 6.5 Principales amenazas ........................................................................................................................................................................................... 98 6.5.1 Agricultura y acuicultura........................................................................................................................................................................... 98 6.5.2 Modiicaciones de sistemas naturales ..................................................................................................................................................... 99 6.5.3 Producción de energía y contaminación ................................................................................................................................................ 99 6.6 Acciones de conservación y recomendaciones ............................................................................................................................................... 99 6.6.1 Promover la investigación ......................................................................................................................................................................... 99 6.6.2 Potenciar su cualidad bioindicadora para el estudio integral humedal-lora................................................................................100 6.6.3 Identiicar hábitats clave - analizar la eicacia y cobertura de las áreas protegidas .......................................................................100 6.6.4 Atender los efectos del cambio climático.............................................................................................................................................100 6.6.5 Registrar periódicamente el estado de conservación de especies y hábitats en riesgo potencial...............................................101 6.6.6. Ampliar las alianzas para la conservación ...........................................................................................................................................101 6.7 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................101 Capítulo 7. Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales ...........................................................105 7.1 Introducción ........................................................................................................................................................................................................105 7.1.1 Áreas Clave para la Biodiversidad .........................................................................................................................................................106 7.2 Metodología.........................................................................................................................................................................................................107 7.2.1 Un cambio de enfoque en la delimitación de ACB de agua dulce. ................................................................................................107 7.2.2 Aplicación del nuevo proceso de delimitación de ACB de agua dulce a los Andes Tropicales. ...............................................109 7.3 Resultados del taller de consulta y delimitación de ZMC y ACB de agua dulce ..................................................................................110 7.3.1 Especies determinantes de ACB de agua dulce ..................................................................................................................................110 7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos deinidas como Zonas de Manejo de Cuenca ...................................................................................111 7.3.3 Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce delimitadas y adoptadas. ..................................................................................111 7.3.4 Área cubierta por Áreas Clave para la Biodiversidad y niveles actuales de protección. .............................................................123 7.3.5 Principales amenazas. ..............................................................................................................................................................................124 7.3.6 Actores potencialmente interesados ....................................................................................................................................................125 7.4 Conclusiones y recomendaciones....................................................................................................................................................................125 7.5 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................126 Capítulo 8. Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático de las especies de agua dulce de los Andes Tropicales .................................................................................................................................................................127 8.1 Introducción ........................................................................................................................................................................................................127 8.2 Métodos ................................................................................................................................................................................................................128 8.2.1 Antecedentes sobre la evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático.................................................................................128 8.2.2 Aplicación a las especies de los Andes Tropicales...............................................................................................................................128 8.2.3 Compilación de datos ..............................................................................................................................................................................130 8.2.4 Modelado de exposición..........................................................................................................................................................................130 8.2.5 Cálculo de vulnerabilidad al cambio climático ..................................................................................................................................131 8.3 Resultados ............................................................................................................................................................................................................131 8.3.1 Peces de agua dulce ...................................................................................................................................................................................131 8.3.2 Moluscos de agua dulce ...........................................................................................................................................................................136 8.3.3 Libélulas......................................................................................................................................................................................................141 8.3.4 Plantas .........................................................................................................................................................................................................146 8.4 Conclusiones y recomendaciones....................................................................................................................................................................151 8.5 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................154

v

Capítulo 9. Síntesis para todos los grupos taxonómicos .......................................................................................................157 9.1 Estado de conservación......................................................................................................................................................................................157 9.2 Patrones de riqueza de especies ........................................................................................................................................................................158 9.2.1 Riqueza de especies por país ...................................................................................................................................................................158 9.2.2 Centros de riqueza de especies endémicas ...........................................................................................................................................158 9.2.3 Distribución de especies amenazadas ...................................................................................................................................................160 9.2.4 Distribución de especies con Datos Insuicientes ..............................................................................................................................161 9.3 Principales hábitats para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales.................................................................................162 9.4 Principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales..............................................................................163 9.4.1 Distribución de las principales amenazas ............................................................................................................................................165 9.5 Provisión de servicios ecosistémicos por la biodiversidad de agua dulce ................................................................................................168 9.6 Acciones de conservación y recomendaciones ..............................................................................................................................................168 9.7 Prioridades de conservación de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales.....................................................................170 9.7.1 Riesgo de extinción, vulnerabilidad al cambio climático, utilización y grado de protección de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales...........................................................................................................................................................................170 9.7.2 Cobertura de las ACB .............................................................................................................................................................................172 9.8 Referencias ...........................................................................................................................................................................................................173 Apéndice 1. Ejemplo de icha de evaluación de una especie y mapa de distribución .......................................................................................175 Apéndice 2. Lista de especies .......................................................................................................................................................................................179 2.1 Peces de agua dulce ......................................................................................................................................................................................179 2.2 Moluscos de agua dulce...............................................................................................................................................................................185 2.3 Libélulas .........................................................................................................................................................................................................185 2.4 Plantas acuáticas ...........................................................................................................................................................................................187 Apéndice 3. Áreas Clave para la Biodiversidad........................................................................................................................................................189 3.1 Lista de especies determinantes .................................................................................................................................................................189 3.2 ACB existentes adoptadas ..........................................................................................................................................................................194 3.3 Áreas protegidas y sitios Ramsar existentes adoptados ........................................................................................................................194 3.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas ..................................................................................................................................................194 3.5 Actores potencialmente interesados.........................................................................................................................................................195 3.6 Ejemplo de una icha de Zona de Manejo de Cuenca...........................................................................................................................197

vi

Agradecimientos Numerosas personas han contribuido a la realización de este proyecto durante sus distintas etapas. Sus aportes proporcionaron una contribución vital para su concreción y para la realización de esta publicación. Queremos entonces expresar nuestro sincero agradecimiento a todos aquellos que contribuyeron de algún modo u otro y pedir disculpas si omitimos a alguien.

Joachim Hofmann, Ken Tennessen, Bill Maufray, Cornelio Bota-Sierra, Nelly de la Barra, Lina Mesa y Carlos A. Lasso aportaron listas de especies, bibliografía y datos geo-referenciados para la producción de mapas de distribución. Estamos agradecidos al Ministerio del Ambiente de Perú, especialmente a José Álvarez Alonso, Frida Rodríguez Pacheco y Harol Gutiérrez por su colaboración durante el taller de evaluación realizado en Lima, Perú. A la Pontiicia Universidad Javeriana de Colombia que gentilmente ofreció sus instalaciones para la realización del taller de Áreas Clave para la Biodiversidad y, particularmente, a Javier Maldonado-Ocampo y Trigal Velasquez Rodríguez por su ayuda en la organización de dicho taller. Al Instituto de Investigación de Recursos Biológicos von Humboldt, especialmente a Carlos A. Lasso, Paula Sánchez-Duarte y Lina Mesa, quienes ayudaron en la coordinación y realización de los talleres de evaluación de la Lista Roja y Áreas Clave para la Biodiversidad realizados en Bogotá, Colombia. El Instituto Chico Mendes para la Conservación de la Biodiversidad (ICMBio) de Brasil gentilmente colaboró con información de especies de peces de agua dulce evaluadas en ese país y que se distribuyen también en la región de este proyecto (evaluaciones parciales).

Todos los proyectos de evaluación de la Lista Roja de la UICN dependen de la voluntad de los cientíicos que contribuyen con sus conocimientos para realizar evaluaciones coniables sobre el estado de conservación de las especies. En muchos casos, estos expertos son miembros de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN a través de los distintos grupos de especialistas. Sin su apasionado compromiso por la conservación de la biodiversidad, este tipo de proyectos de evaluación no serían posible. Algunos de ellos son autores de varios capítulos de este reporte, otros han contribuido con las evaluaciones de la Lista Roja y/o la identiicación y delimitación de Áreas Clave para la Biodiversidad realizadas durante este proyecto o en evaluaciones previas y también los expertos que muy gentilmente han aportado su tiempo para revisar las evaluaciones. Los expertos que colaboraron directamente en este proyecto, ya sea como evaluadores o revisores, son: Natalia von Ellenrieder (USA), Rosser Garrison (USA), Hernán Ortega Torres (Perú), Max Hidalgo Del Águila (Perú), Junior Chuctaya (Perú), Vanessa Correa (Perú), Luisa Chocano (Perú), Miguel Velásquez (Perú), Paul van Damme (Bolivia), Fernando Carvajal-Vallejos (Bolivia), Mabel Maldonado (Bolivia), Jaime Sarmiento (Bolivia), Rina Ramírez (Perú), Dominique Maldonado (Perú), Edgar Goitia (Bolivia), Dennis Paulson (USA), Ken Tennessen (USA), Joachim Hofmann (Alemania), Nelly de la Barra (Bolivia), Blanca León (USA), Nur Ritter (USA), Richard Lansdown (Reino Unido), Javier A. Maldonado-Ocampo (Colombia), Carlos A. Lasso (Colombia), Elizabeth Anderson (USA), José Iván Mojica (Colombia), Francisco Villa-Navarro (Colombia), José S. Usma (Colombia), Juan Carlos Alonso (Colombia), Luz Fernanda Jiménez-Segura (Colombia), Paula SánchezDuarte (Colombia), Lina Mesa-Salazar (Colombia), Pablo Argüello (Ecuador), Pedro Jiménez Prado (Ecuador), Modesto Angel Correoso (Ecuador), Cornelio Bota-Sierra (Colombia), Fredy Palacino (Colombia), Leonardo Rache (Colombia), Bill Maufray (USA), Anabel Rial (Colombia), Esteban Terneus (Ecuador), Juan Francisco Rivadeneira (Ecuador), Roberto Reis (Brasil), Carla Polaz (Brasil), Carla Pavanelli (Brasil), Rajeev Raghavan (India), Ian Harrison (USA), Mary Seddon (Reino Unido), Manuel Lopes-Lima (Portugal).

Queremos agradecer también a nuestros colegas de la UICN, Nieves García, Arturo Mora (UICN-Sur, Quito), Kevin Smith (UICN-Cambridge), Will Darwall (UICN-Cambridge), Laura Máiz-Tomé (UICN-Cambridge), Savrina Carrizo (Reino Unido) y Jacqueline Mallinson (USA), quienes colaboraron en distintas etapas del proyecto. Un agradecimiento especial a Agustín Abba y Mariella Superina (Grupo de Especialistas en Osos Hormigueros, Perezosos y Armadillos de la UICN/SSC, Argentina), Arturo Mora, Nieves García, Jamie Carr (UICNCambridge), Kevin Smith, Richard Lansdown y Manuel LopesLima, quienes contribuyeron su tiempo y buena disposición para ayudar en la facilitación de los talleres de evaluación y Áreas Clave para la Biodiversidad. Agradecemos también al personal de la Unidad de la Lista Roja de la UICN en Cambridge, Reino Unido, especialmente a Caroline Pollock, Craig Hilton-Taylor, Jemma Window, Janet Scott y Max Fancourt por su apoyo, comentarios y revisión de las evaluaciones y los mapas de distribución de las especies. A nuestros colegas de la oicina de la UICN-US, especialmente a Carlos Méndez por su ayuda con las inanzas del proyecto. Un agradecimiento especial a Ian Harrison (Grupo de Especialistas de Peces de Agua Dulce, UICN/SSC) por su ayuda en la elaboración de la propuesta de este proyecto y por su constante apoyo durante su realización.

Natalia von Ellenrieder, Rosser Garrison, Dan Graf (USA), Fernando Carvajal-Vallejos, Javier Maldonado-Ocampo, Max Hidalgo, Hernán Ortega Torres, Luz Fernanda Jiménez-Segura,

Finalmente, queremos agradecer el apoyo de la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation (www.macfound.org),

vii

sin el cual este proyecto no hubiera sido posible. Extendemos el agradecimiento a nuestro contacto en la Fundación, Amy Rosenthal, por su ayuda y asesoramiento durante la duración del proyecto. Parte de este proyecto fue inanciado por he Betty and Gordon Moore Center for Science de Conservation International, a quien agradecemos. Las opiniones, resultados

y conclusiones expresadas en este reporte corresponden a los autores y no necesariamente relejan la posición de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, John D. and Catherine T. MacArthur Foundation, Conservation International, o de las instituciones que participaron en este proyecto.

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Resumen Ejecutivo El agua es considerada como uno de los recursos naturales más esenciales para la vida. Esto se ve relejado en el hecho de que el agua es el elemento común a la mayoría de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas1. Así, el agua conecta la salud pública, la seguridad alimentaria, la energía para todos, el bienestar del medio ambiente, la educación, el crecimiento económico sostenible y el efecto del cambio climático. Por lo tanto, el manejo adecuado del agua va a ser crucial para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y alcanzar las aspiraciones de un futuro mejor para todos los pueblos del mundo2. Precisamente, el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible se enfoca en garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos. Esto incluye la meta de proteger y restablecer los ecosistemas relacionados con el agua, incluidos los bosques, las montañas, los humedales, los ríos, los acuíferos y los lagos para el año 20201.

de agua dulce para la región. Tal como está deinida en este proyecto, la región de los Andes Tropicales incluye la región andino-amazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, además del Chocó colombiano y del noroeste ecuatoriano. Este estudio representa la evaluación más completa y exhaustiva de la biodiversidad de agua dulce de la región. Además de ayudar en la toma de decisiones en proyectos de desarrollo, la información que aquí se presenta es esencial para cumplir con las obligaciones nacionales para la protección y el uso sostenible de la diversidad biológica en virtud del Convenio sobre la Diversidad Biológica4, la Convención sobre Humedales de Ramsar5 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Como una contribución importante para el suministro de información de las especies de agua dulce de la región, el Programa Global de Especies de la UICN, junto con colaboradores locales, llevó a cabo la evaluación del estado de conservación (de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM) y la distribución de todas las especies de peces de agua dulce, moluscos, libélulas, y un grupo selecto de plantas acuáticas, endémicas de la región de los Andes Tropicales (tal como fue deinida en este proyecto). Además de la Lista Roja, se identiicaron y delimitaron Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce en la región y se evaluó la vulnerabilidad de las especies al cambio climático utilizando la metodología desarrollada por la UICN. Todo el proceso involucró la realización de tres talleres con expertos en las especies y en los ecosistemas de agua dulce de la región. En total se evaluaron 967 especies de agua dulce endémicas de los Andes Tropicales y, para cada una, se generó una icha de evaluación y un mapa de distribución. Todos los datos generados estarán disponibles en la página web de la Lista Roja de la UICN (www.iucnredlist.org).

La importancia de los ecosistemas dulceacuícolas para la sociedad y la economía se puede apreciar fácilmente al considerar la gran variedad de bienes y servicios vitales que proveen para la subsistencia humana, incluyendo provisión de agua para uso doméstico, industrial y agropecuario, provisión de energía, alimento, captación de carbono, navegación, además de servicios culturales y de recreación. La disponibilidad y calidad de estos servicios dependen de ecosistemas saludables y, por lo tanto, de la biodiversidad que apuntala estos sistemas. A su vez, el buen uso y manejo de estos ecosistemas depende del conocimiento de los mismos, incluyendo el estado de conservación de las especies que lo componen. A pesar de ser una de las regiones más biodiversas del planeta, el conocimiento de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales es escaso y fragmentario, a excepción de los peces que es el grupo relativamente mejor conocido. Además, muchos proyectos de desarrollo se están llevando a cabo o están proyectados para la región, que seguramente tienen o van a tener un impacto sobre los ecosistemas de agua dulce y la biodiversidad asociada. Por lo tanto, es necesario contar con información adecuada sobre la distribución, requerimientos de hábitat y estado de conservación de las especies dulceacuícolas para orientar la toma de decisiones en la región. La ausencia de esta información no va a permitir que la biodiversidad de agua dulce sea considerada en los proyectos de desarrollo y las consecuencias podrían ser muy graves.

Incluyendo los cuatro grupos taxonómicos, el 17.5% del total de especies para las cuales existe información suiciente para evaluar su estado de conservación, están amenazadas a nivel global. Veintitrés especies están En Peligro Crítico (CR), de las cuales tres, un pez y dos libélulas, están En Peligro Crítico Posiblemente Extinta, por tanto es urgente que las áreas de probable presencia de estas especies sean prospectadas para conirmar su presencia. Los principales factores de amenazas directas para las especies de agua dulce de los Andes Tropicales son la agricultura y la acuicultura, la contaminación, la modiicación de los sistemas naturales, la producción de energía y minería y el uso no sostenible de los recursos biológicos. Las cuencas con mayor concentración de especies amenazadas corresponden a los ríos MagdalenaCauca y Dagua en Colombia, seguido por las cuencas de los ríos Ucayali, Madre de Dios y Marañón en Perú; Napo, Pastaza y Cayapas en Ecuador, y Beni y Mamoré en Bolivia. En general, esta distribución releja el patrón de riqueza de especies endémicas y de las partes de la región que tienen mayor información. Sin

Este reporte pretende llenar algunos de los vacíos de información que existen respecto de la distribución, el riesgo de extinción y la vulnerabilidad al cambio climático de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales. Se incluye, además, la identiicación y delimitación de Áreas Clave para la Biodiversidad3 (sitios de importancia para la persistencia global de la biodiversidad)

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embargo, este patrón podría modiicarse al incluirse las especies que tienen distribuciones más allá de la región (actualmente con evaluaciones parciales).

La susceptibilidad de las especies al cambio climático fue evaluada con la metodología desarrollada por la UICN: el Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático6. Este marco se basa en la relación entre el cambio en las condiciones del clima y los rasgos biológicos y ecológicos de las especies que podrían potenciar o atenuar el impacto del cambio climático sobre las especies. El marco provee una seria de ‘reglas’ que son empleadas para clasiicar a las especies de acuerdo con tres dimensiones de la vulnerabilidad al cambio climático: Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición. Así, las especies que tienen menor potencial para persistir in-situ (Sensibilidad), que presentan mayor incapacidad para evitar los impactos negativos del cambio climático a través de la dispersión y/o cambios micro-evolutivos (Baja Capacidad Adaptativa), y cuyo entorno físico será más afectado por el cambio climático (Exposición), se las consideran más vulnerables al cambio climático. El análisis incluye la combinación de tres modelos de circulación global, dos escenarios y dos periodos de tiempo en el futuro.

Los datos derivados de la evaluación de la Lista Roja se usaron para identiicar y delimitar Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB). Para este análisis se usaron los datos de peces y libélulas (y una especie de bivalvo) debido a que son los grupos con mayor número de especies endémicas y con mejor información disponible. Las ACB se identiicaron dentro de Zonas de Manejo de Cuencas (ZMC); cuencas a escala de paisaje que proporcionan información importante sobre el contexto geográico más amplio y las necesidades de manejo de la cuenca hidrográica en la que se encuentran las ACB. Los criterios utilizados para identiicar las ACB fueron la presencia de especies amenazadas y de distribución restringida en las sub-cuencas; estas especies se denominan especies determinantes. Cuando la distribución conirmada de las especies determinantes se solapó con áreas protegidas o ACB (delimitadas para otros grupos taxonómicos) existentes, éstas fueron adoptadas como ACB de agua dulce. Cuando no se solaparon con ninguna de estas, se delimitaron nuevas ACB de agua dulce.

En general, las plantas acuáticas aparecen con el mayor porcentaje de especies vulnerables al cambio climático (40%), seguido por los otros tres grupos con casi el mismo porcentaje de especies vulnerables cada uno (11-12%). Al contrario de lo que se esperaba, se encontraron muchas especies vulnerables al cambio climático en áreas bajas y no en la región andina, donde se supone que el impacto del cambio en la temperatura sería mayor. Las plantas fueron la excepción, pero esto se puede deber a la selección de especies incluidas en el análisis, que estuvo sesgado a especies mayormente de zonas altas. Al momento de identiicar medidas de conservación para atenuar los efectos del cambio climático, los rasgos biológicos identiicados en este estudio, en conjunción con sus mecanismos de impacto, pueden proveer lineamientos importantes para la conservación efectiva de las especies.

En total se identiicaron 86 ACB de agua dulce en la región para 151 especies determinantes; 39 fueron ACB existentes adoptadas, 22 fueron áreas protegidas adoptadas y 25 fueron nuevas ACB delimitadas. La información sobre las ZMC, ACB (adoptadas y nuevas) fue mapeada y validada en los talleres y estará disponible en el World Biodiversity Database y el Integrated Biodiversity Assessment Tool. Las ACB están diseñadas para ser utilizadas a nivel local y regional, en un proceso participativo que cuente con los actores locales interesados para maximizar la implementación de las prioridades para la conservación a escala de sitio. Se espera que la información proporcionada sirva para orientar la toma de decisiones sobre la conservación y el manejo sostenible de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. Durante el proceso, se identiicaron 94 organizaciones e instituciones potencialmente interesadas en las ZMC delimitadas.

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Se espera que la información proporcionada en este estudio sobre el estado de conservación, distribución, susceptibilidad al cambio climático, así como la identiicación y delimitación de ACB de especies de agua dulce sirva para orientar y motivar políticas y acciones de conservación para proteger la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales.

Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: www.un.org/sustainabledevelopment/es/ World Bank. 2016. High and Dry: Climate Change, Water, and the Economy. World Bank, Washington, DC. IUCN. 2016. A Global Standard for the Identiication of Key Biodiversity Areas, Version 1.0. First edition. IUCN, Gland, Switzerland. Ramsar: www.ramsar.org/es Convención sobre Diversidad Biologica: www.cbd.int Foden, W.B., Butchart, S.H., Stuart, S.N., Vié, J.C., Akçakaya, H.R., Angulo, A., DeVantier, L.M., Gutsche, A., Turak, E., Cao, L. y Donner, S.D. 2013. Identifying the world’s most climate change vulnerable species: a systematic trait-based assessment of all birds, amphibians and corals. PLoS One, 8(6): p.e65427.

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Executive Summary Water is considered one of the most essential natural resources for life. his is apparent by the fact that water is the common element to most of the United Nations’ Sustainable Development Goals1. Indeed, water connects public health, food security, energy for all, environmental wellbeing, education, sustainable economic growth, and the efect of climate change. herefore, adequate water management will be crucial to meet the Sustainable Development Goals and achieve the aspirations of a better future for all people in the world2. hat is precisely why the sixth Sustainable Development Goal focuses on ensuring the availability of water and its sustainable management and sanitation for all. his includes the target of protecting and restoring water-related ecosystems, including forests, mountains, wetlands, rivers, aquifers and lakes by 20201.

freshwater biodiversity in the region. In addition to informing development decision-making, the information presented here is essential to meet national obligations for the protection and sustainable use of biological diversity under the Convention on Biological Diversity4, the Ramsar Convention5, and the United Nations’ Sustainable Development Goals1. As a major contribution towards the provision of information of freshwater species in the region, the IUCN Global Species Programme, in collaboration with local partners, conducted an assessment of the conservation status (according to the IUCN Red List of hreatened SpeciesTM) and distribution of all species of freshwater ish, mollusks, dragonlies and damsellies, and a select group of aquatic plants endemic to the Tropical Andes region (as deined in this project). In addition to Red List assessments, this report includes the identiication and delineation of freshwater Key Biodiversity Areas for the region and an analysis of the vulnerability of all species to climate change. he entire process included the development of two assessment and one KBA workshops, involving experts on the taxonomic groups being assessed and on freshwater ecosystems in the region. In total, 967 species of freshwater species endemic to the region were assessed and documented. he full dataset, including the species’ accounts and distribution maps will be available on the IUCN Red List website (www.iucnredlist.org).

he importance of freshwater ecosystems to society and the economy can be readily appreciated when considering the wide variety of goods and vital services they provide for human subsistence, including provision of water for domestic, industrial and agricultural use, energy supply, food, carbon sequestration, navigation, and cultural and recreational services. he availability and quality of these services depend on healthy ecosystems and, therefore, on the biodiversity that underpins them. In turn, the proper use and management of these ecosystems depends on our knowledge of the species that support them, including their conservation status and distribution.

Overall, 17.5% of the species for which suicient information was available to assess its risk of extinction, are globally threatened. Twenty-three species are Critically Endangered (CR), of which three, one ish and two odonates, are Critically Endangered Possibly Extinct; ield surveys are urgently required to determine whether these species are still extant. Major driver of threats are identiied as agriculture and aquaculture, pollution, natural system modiications, energy production and mining, and biological resource use. he higher number of threatened species is found in the Magdalena-Cauca and Dagua basins in Colombia; the Ucayali, Madre de Dios and Marañón basins in Perú; the Napo, Pastaza and Cayapas basins in Ecuador, and the Beni and Mamoré basins in Bolivia. his distribution largely relects the overall spatial distribution of endemic species richness and the areas within the region where our knowledge is most complete. However, this pattern could change when including all species that have distributions beyond the Tropical Andes region (currently with partial assessments).

Despite being one of the most biodiverse regions on the planet, knowledge of freshwater biodiversity in the Tropical Andes is scarce and fragmentary, with the exception of freshwater ishes which are relatively well studied. In addition, many development projects are underway or are planned for the region, which will surely have or will have an impact on freshwater ecosystems and associated biodiversity. herefore, it is necessary to have adequate information on the distribution, habitat requirements and conservation status of freshwater species to guide decisionmaking in the region. he absence of this information will hamper freshwater biodiversity to be considered in development projects in the region, and the consequences for freshwater systems could be severe. his report aims to ill some of the information gaps that exist with respect to distribution, extinction risk and vulnerability to climate change of freshwater biodiversity in the Tropical Andes region. It also includes the identiication and delineation of freshwater Key Biodiversity Areas3 (sites of importance for the overall persistence of biodiversity) for the region. As deined in this project, the Tropical Andes region includes the AndeanAmazon region of Bolivia, Peru, Ecuador and Colombia, as well as the Colombian Chocó and northwestern Ecuador. his study represents the most complete and comprehensive assessment of

Data derived from the Red List assessments were used to identify and delineate freshwater Key Biodiversity Areas (KBA) for the region. In this analysis, only data on ish and dragonlies (and one bivalve species) were used, because they are the groups with more and better available data. KBA were identiied within Catchment Management Zones (CMZ); catchments at the

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landscape scale providing important information on the wider geographic and hydrological context for efective management of the species, or critical components of species, located within the individual KBA. he criteria to identify KBA were the presence of threatened or range restricted species within a subcatchment; species meeting the criteria are called trigger species. When the distribution of trigger species overlapped with existing protected areas or existing KBA (delimited for other taxonomic groups), these were adopted as freshwater KBAs. When trigger species did not overlap any existing protected area or KBA, new freshwater KBAs were delineated.

and ecological traits that may increase or decrease its impacts on species. he approach provides a series of ‘rules’ that are used to classify species according to three dimensions of climate change vulnerability: Sensibility, Low Adaptive Capacity and Exposure. hus, the species that lack potential to persist in-situ (Sensibility) and that are less capable in avoiding the negative impacts of climate change through dispersal and/or microevolutionary change (Low Adaptive Capacity), and whose physical environment will be more altered due to climate change (Exposure), will be the ones more vulnerable to climate change. he analysis included a combination of three global circulation models, two scenarios and two time periods in the future.

Overall, 86 freshwater KBAs containing 151 trigger species were identiied; 39 were adopted existing KBAs, 22 were adopted existing protected areas and 25 were newly delineated KBAs. All information (CMZ, adopted and new KBAs) was mapped and validated during the KBA workshop and will be available at the World Biodiversity Database and at the Integrated Biodiversity Assessment Tool. KBA sites are designed to be used at the local and regional level, in a participatory process that involves the local stakeholders to maximize the conservation priority implementation at the site scale. It is expected that the information provided here will help guide the decision-making process for the conservation and sustainable management of freshwater biodiversity in the Tropical Andes of Bolivia, Perú, Ecuador, and Colombia.

Overall, aquatic plants have the highest percentage of species vulnerable to climate change (40%), followed by the other three groups, with almost the same percentage of vulnerable species each (11-12%). Contrary to what was expected, many species vulnerable to climate change are in low altitude areas and not in the Andean region, where it is assumed that the impact of changes in temperature will be higher. Plants were the exception, but this may be due to the selection of species included in the assessment, which was mostly biased towards upland species. When determining climate change-related conservation measures, the traits used in this work, as well as their inferred mechanisms of impact, can provide valuable guidance on efective actions. It is expected that the information provided here on the conservation status, distribution, vulnerability to climate change and the identiication and delineation of freshwater KBA will help guide and motivate policies and conservation actions in the region to protect freshwater biodiversity in the Tropical Andes.

he susceptibility of species to climate change was assessed using the methodology developed by the IUCN: the Climate Change Vulnerability Assessment Framework6. his framework is based on the relationship between climate change and the biological

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Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas: www.un.org/sustainabledevelopment/es/ World Bank. 2016. High and Dry: Climate Change, Water, and the Economy. World Bank, Washington, DC. IUCN. 2016. A Global Standard for the Identiication of Key Biodiversity Areas, Version 1.0. First edition. IUCN, Gland, Switzerland. Ramsar: www.ramsar.org/es Convención sobre Diversidad Biologica: www.cbd.int Foden, W.B., Butchart, S.H., Stuart, S.N., Vié, J.C., Akçakaya, H.R., Angulo, A., DeVantier, L.M., Gutsche, A., Turak, E., Cao, L. y Donner, S.D. 2013. Identifying the world’s most climate change vulnerable species: a systematic trait-based assessment of all birds, amphibians and corals. PLoS One, 8(6): p.e65427.

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Capítulo 1. La biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales: antecedentes Marcelo F. Tognelli1, Lina M. Mesa S.2 y Carlos A. Lasso2

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Estado global de la biodiversidad de agua dulce ....................................................................................................................................... 1 Estado de situación en los Andes Tropicales ............................................................................................................................................. 2 1.2.1 Antecedentes generales ....................................................................................................................................................................... 2 1.2.2 Amenazas a los ecosistemas de agua dulce en la región ................................................................................................................. 4 1.2.3 Uso regional y valoración de los ecosistemas dulceacuícolas y su biodiversidad....................................................................... 9 Objetivos de este estudio ............................................................................................................................................................................ 10 Referencias .................................................................................................................................................................................................... 10

el impacto del cambio climático (Strayer y Dudgeon 2010). Paradójicamente, todas estas actividades de origen antropogénico no son sostenibles en el tiempo y, a corto y mediano plazo, terminarán afectando el bienestar humano. La estrecha relación entre los medios de vida humanos y la biodiversidad de agua dulce quedó plasmada en un estudio reciente a nivel global, donde se muestra que grandes áreas, tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo, estarían experimentando un alto riesgo en la seguridad de la provisión de agua dulce para los humanos y para la biodiversidad (Vörösmarty et al. 2010). Esto demuestra la urgencia de desarrollar una estrategia de manejo integrada de los ecosistemas de agua dulce que detenga la pérdida de biodiversidad y mejore la seguridad de agua dulce para los humanos. Los fundamentos de esta estrategia estarían dados por las metas de Aichi 12 (“para 2020, se habrá evitado la extinción de especies amenazadas identiicadas y se habrá mejorado y sostenido su estado de conservación, especialmente el de las especies en mayor disminución”) y 14 (“para 2020, se habrán restaurado y salvaguardado los ecosistemas que proporcionan servicios esenciales, incluidos servicios relacionados con el agua, y que contribuyen a la salud, los medios de vida y el bienestar de la población, tomando en cuenta las necesidades de las mujeres, las comunidades indígenas y locales y las personas pobres y vulnerables”) de la Convención sobre Diversidad Biológica (www.cbd.int/sp/targets/default.shtml).

1.1 Estado global de la biodiversidad de agua dulce Los ecosistemas de agua dulce ocupan menos del 1% de la supericie global, pero albergan aproximadamente el 10% del total de las especies conocidas y un tercio de las especies de vertebrados (Balian et al. 2008). La biodiversidad de estos ecosistemas, además, juega un papel vital en la provisión de recursos para los humanos, incluyendo alimento, forraje, medicinas, además de otros servicios indirectos como el control de inundaciones, iltración de agua, reducción de contaminación, recreación, entre otros (Strayer y Dudgeon 2010, Russi et al. 2013). Sin embargo, la biodiversidad de agua dulce está siendo afectada a nivel global por una serie de factores que pone en peligro su persistencia (hieme et al. 2010, Vörösmarty et al. 2010, Collen et al. 2014). Esto se puede ver relejado en el reporte publicado recientemente del Índice del Planeta Viviente, donde se muestra que la abundancia de las poblaciones de especies de agua dulce bajo monitoreo disminuyó en promedio un 76% entre 1970 y 2010; casi el doble de la reducción de las poblaciones terrestres y marinas, que disminuyeron 39% (WWF 2014). Esta disminución fue aún más marcada en la región Neotropical, donde el promedio de reducción poblacional fue del 83% (WWF 2014). Las causas de la pérdida de biodiversidad de agua dulce son variadas, pero los principales factores de amenaza más extendidos son la degradación del hábitat, contaminación, alteración del lujo y extracción de agua, sobrepesca e introducción de especies exóticas; las cuales seguramente se verán agravadas por

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El primer paso para contener o disminuir la pérdida de biodiversidad de agua dulce es conocer el estado de conservación de las especies. Existen varios métodos para evaluar el riesgo de extinción de las especies, pero la Lista Roja de Especies

IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia.

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más certero con el que se cuenta a escala continental): ríos costeros tropicales y subtropicales, ríos de tierras altas tropicales y subtropicales, ríos y arroyos de montaña y ríos tropicales y subtropicales de llanuras de inundación y complejos de humedales.

Amenazadas de la UICN (en adelante referida como Lista Roja) se ha establecido como el estándar global (UICN 2012). Inicialmente, las evaluaciones globales de grupos completos realizadas utilizando la Lista Roja se enfocaron en especies mayormente terrestres (p. ej. mamíferos, aves y anibios), por lo que existía un vacío de información sobre la biodiversidad de agua dulce. Solo recientemente se han completado evaluaciones de la Lista Roja de la biodiversidad dulceacuícola de varias regiones del mundo que han venido a llenar este vacío de información (Darwall et al. 2011, Freyhof y Brooks 2011, Molur et al. 2011, Allen et al. 2012, Darwall et al. 2014, Smith et al. 2014). Estos estudios han servido para conirmar el alarmante estado de conservación en que se encuentra la biodiversidad de agua dulce en distintas regiones. Por ejemplo, el porcentaje de la biodiversidad de agua dulce en alguna de las categorías de amenaza de la Lista Roja (teniendo en cuenta solamente las especies para las cuales existe suiciente información para evaluar su estado de conservación) es el siguiente: 21% de las especies de África (Darwall et al. 2011), 17.8% de las especies de los Ghats Occidentales de India (Molur et al. 2011), 19.1% de las especies de la región del Mediterráneo oriental (Smith et al. 2014) y 13% de las especies de la región de Indo-Burma (Allen et al. 2012). Al presente, no ha habido ninguna evaluación de la Lista Roja para la biodiversidad de agua dulce del Neotrópico (a excepción de peces y algunos cangrejos de agua dulce en evaluaciones nacionales), una de las regiones más diversa en cuanto al número de especies totales y endémicas.

La región de los Andes Tropicales incluye un gran rango altitudinal que va desde aproximadamente, los 65 m s.n.m. en las tierras bajas del Amazonas hasta los 5500 m s.n.m. en la cordillera de los Andes. Esto abarca una gran variedad de ecosistemas que incluyen desde los bosques inundables en la llanura amazónica, hasta el pajonal altoandino de la puna húmeda, pasando por bosques subandinos, bosques montanos, bosques de yungas, bosques altimontanos, bosques altoandinos, páramos y valles interandinos, ( Josse et al. 2009). Los sistemas de agua dulce también presentan una gran diversidad de ambientes, incluyendo sistemas altoandinos, por encima de los 3000 m s.n.m., con humedales, lagunas de origen glaciar, vegas, bofedales y las cabeceras de los principales ríos que drenan hacia la cuenca amazónica (Maldonado et al. 2012), o hacia el Caribe en Colombia o hacia el Océano Pacíico en Colombia y noroeste de Ecuador. Entre los 700 y 3000 m s.n.m. hay menos lagos y lagunas y predominan los ríos, arroyos y quebradas de aguas con corrientes rápidas, alternando con pozas y rabiones “o rápidos” (Maldonado et al. 2012). Por debajo de los 700 m s.n.m. se encuentra el piedemonte andino o amazónico con ríos de aguas claras, blancas o negras, de mayor caudal y de corrientes más lentas, que se van atenuando a medida que descienden, y por debajo de los 300 m s.n.m. tienen amplias llanuras de inundación y también se encuentran lagunas de origen luvial, cochas y charcas de aguas permanentes o temporarias. En la zona del Caribe colombiano hay complejos de ciénagas con una dinámica de pulsos de inundación asociada a la alternancia de temporadas lluviosas y secas (Molina-Giraldo et al. 2007). La franja litoral de la región Pacíica desde la mitad de Colombia hacia el norte, es escarpada en forma de acantilados con un clima que va desde muy húmedo en Utría y Juradó, a pluvial en San Juan, Baudó y Alto río Atrato, generalmente con ríos cortos de aguas cristalinas que drenan directamente al mar. La porción sur presenta importantes valles subxerofíticos estrechos y longitudinales a la cordillera occidental, en gran parte de la cuencas de los ríos Dagua y Patía. El resto de la red hidrográica incluye ríos cortos con dirección oriente-occidente, que en la parte baja son planos formando extensos manglares. El clima en esta franja litoral es cálido y va de muy húmedo a pluvial en la ecoregión de Amarales-Dagua (West 2000, Mesa et al. 2016).

1.2 Estado de situación en los Andes Tropicales 1.2.1 Antecedentes generales Tal como está deinida en este proyecto (y como es mencionada de aquí en adelante), la región de los Andes Tropicales incluye la región andino-amazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, además del Chocó colombiano y del noroeste ecuatoriano (Figura 1.1). El área cubre parte de dos de los 35 hotspots de biodiversidad globales, los Andes Tropicales y TumbesChocó-Magdalena (Mittermeier et al. 2005). Los hotspots de biodiversidad son áreas del planeta que poseen una excepcional riqueza de especies endémicas (≥ 1500 especies de plantas) y han perdido más del 70% de su hábitat original (Myers et al. 2000). El área de este proyecto se extiende, de sur a norte, unos 3600 km (desde los 20° S hasta los 12°30’ N) y cubre una supericie de 2 754 775 km2 (equivalente al área de Argentina) e incluye aproximadamente 51% del hotspot de los Andes Tropicales y 58% del hotspot Tumbes-Chocó-Magdalena (Figura 1.1).

En el área de los Andes Tropicales hay 23 humedales de importancia global, reconocidos como sitios Ramsar (Figura 1.2) (www.ramsar.org). Los sitios Ramsar son seleccionados por su rareza o por ser únicos a nivel global y por su importancia para la conservación de la biodiversidad. Nueve de esos sitios están en Ecuador, cinco en Bolivia y Perú y cuatro en Colombia. A continuación se indican los nombres de los sitios por país. Bolivia: Bañados del Izozog y el Río Parapetí, Laguna Concepción, Río Matos, Río Blanco y Río Yata; Perú: Humedal Lucre-Huacarpay, Reserva Nacional Junín, Reserva Nacional

El área de esta evaluación también incluye la totalidad o parte de nueve ecorregiones de agua dulce, que son grandes áreas que abarcan uno o más sistemas que contienen un conjunto característico de comunidades naturales y especies de agua dulce (Abell et al. 2008, WWF y TNC 2013) (Figura 1.2, Tabla 1.1). Estas ecorregiones representan cuatro de los tipos principales de hábitats identiicados en el mundo (a pesar de obviar muchas particularidades geográicas, es el acercamiento biogeográico

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Figura 1.1 Mapa de la ubicación de la región de los Andes Tropicales (tal como fue deinida en esta evaluación) y los hotspots de biodiversidad.

Laguna en Complejo de Humedales del Otún, uno de los sitios Ramsar en Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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Figura 1.2 Mapa mostrando las ecorregiones de agua dulce (WWF y TNC 2013) y los sitios Ramsar incluidos en la región de los Andes Tropicales.

Pacaya-Samiria, Complejo de Humedales del Abanico del Río Pastaza y Lagunas las Arreviatadas; Ecuador: Sistema Lacustre Yacuri, Sistema Lacustre Lagunas del Compadre, Parque Nacional Cajas, Complejo Llanganti, Complejo de Humedales Ñucanchi Turupamba, Reserva Biológica Limoncocha, Laguna de Cube, Reserva Ecológica de Manglares Cayapas-Mataje y Reserva Ecológica El Ángel; Colombia: Laguna de la Cocha, Complejo de Humedales Laguna del Otún, Delta del Río Baudó y Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena-Ciénaga Grande de Santa Marta.

la población humana y el desarrollo económico (Vörösmarty et al. 2010, Russi et al. 2013) y la región de los Andes Tropicales no es una excepción a este patrón (CEPF 2015). El riesgo en la seguridad hídrica para las personas y para la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales es evidente a partir de un estudio global reciente donde se resumió la intensidad combinada de las amenazas generadas por los humanos (Figura 1.3 a y b) (Vörösmarty et al. 2010). El estudio recopiló datos espaciales sobre 23 factores de estrés en los sistemas de agua dulce agrupados en cuatro temas “perturbación de cuencas, contaminación, desarrollo de los recursos hídricos y factores bióticos”, los cuales indicarían que más del 80% (4.8 billones de personas) de la población mundial está expuesta a altos niveles de riesgo en cuanto a seguridad hídrica. Para el caso particular del área de este proyecto, se observa que el mayor riesgo, tanto para los humanos como para la biodiversidad, se da en el área

1.2.2 Amenazas a los ecosistemas de agua dulce en la región Los ecosistemas de agua dulce son los más amenazados del planeta y están cada vez más afectados por el impacto del crecimiento de

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Tabla 1.1 Ecorregiones presentes en los Andes Tropicales (adaptado de Abell et al. 2008, WWF y TNC 2013).

Ecorregión

Tipo Principal de Hábitat

Delimitación

Justiicación

Vertiente del Pacíico norandino-Río Atrato

Ríos costeros tropicales y subtropicales

Incluye todos los ríos de la vertiente del Pacíico, desde el Golfo de San Miguel, en el oeste de Panamá, hacia el sur a través del Darién panameño, del Chocó de Colombia, y todo el Ecuador occidental hasta la cuenca del río Piura, en el norte de Perú. Incluye también la cuenca del río Atrato que desemboca en el Caribe.

Esta ecorregión comprende un conjunto de peces transandinos distintivos a nivel de especie y, a veces, de género, respecto a sus congéneres en la región cisandina. El alto nivel de alopatría lo convierte en uno de los conjuntos más singulares de peces de agua dulce en el continente suramericano.

Magdalena-Sinú

Ríos de tierras altas tropicales y subtropicales

Esta ecorregión incluye todo el sistema de drenaje del río Magdalena y el río Cauca, que abarca la vertiente oriental de la Cordillera Occidental; las dos vertientes de la Cordillera Central y la vertiente occidental de la Cordillera Oriental y la parte sur, sur-oriental del Macizo de Santa Marta. También incluye el drenaje del río Sinú, enmarcado entre las serranías de Abibe al oriente, la de San Jerónimo al suroccidente y la de San Jacinto y Montes de María al nororiente. Así, este drenaje es independiente de las cuencas tributarias del Magdalena-Cauca, desembocando directamente al Caribe (Galvis et al. 2012).

Esta ecorregión está dentro de la región ictiológica del Magdalena, ejempliicada en Géry (1969) y Ringuelet (1975). Contiene un conjunto único de especies de peces, alto grado de endemismo a nivel de especie y la presencia de varios géneros endémicos no relacionados. La cuenca del río Sinú guarda una gran similitud faunística con la parte baja de las cuencas del Magdalena-Cauca y Atrato, no obstante, presenta un número de endemismos importante (Mesa et al. 2016).

Drenajes del Caribe en América del SurTrinidad

Ríos costeros tropicales y subtropicales

Esta ecorregión se extiende desde las laderas norte y este de la Sierra Nevada de Santa Marta, la península de la Guajira al noreste de Colombia, a través del norte de Venezuela hasta la Península de Paria, drenando la vertiente norte de los Andes en Perijá sierras de la costa e isla de Trinidad.

Esta ecorregión abarca un grupo de drenajes que luyen directamente al mar Caribe, e inlcuyen un conjunto único de peces, aislados de otros grandes sistemas luviales en el norte de Suramérica. Se encuentra principalmente en la provincia ictiológica Costa del Caribe, identiicada en Ringuelet (1975).

Altos Andes del Amazonas

Ríos y arroyos de montaña

La ecorregión incluye drenajes a lo largo de la vertiente oriental de los Andes por encima de los 800 m, que vierten en la cuenca del Amazonas. Se extiende desde el río Caguán en Colombia hacia el sur hasta el río Grande, aluente del Mamoré en Bolivia.

Esta ecorregión está comprendida en la provincia ictiológica Norandina deinida por Ringuelet (1975) y dentro de la región ictiológica Andina deinida por Géry (1969). Contiene especies distintivas de bagres astroblépidos de gran altura. También se distingue por los ríos que desembocan en la cuenca del Amazonas.

Piedemonte de la Amazonia occidental

Ríos y arroyos de montaña

Esta ecorregión abarca una zona de transición entre las tierras bajas del Amazonas y los Andes en la parte occidental de la Amazonia, incluyendo drenajes entre la cuenca del río Apaporis en el norte y la cuenca del Marañón hacia el sur.

Esta ecorregión se encuentra en la provincia ictiológica Amazonas delimitada en Ringuelet (1975), y más ampliamente dentro de la región Guayano-Amazónica (Géry 1969, Ringuelet 1975).

Tierras Bajas del Amazonas

Ríos tropicales y subtropicales de llanuras de inundación y complejos de humedales

Esta ecorregión incluye la llanura de inundación del Amazonas y aluentes que luyen a través de los terrenos de baja elevación de la cuenca sedimentaria del Amazonas, entre el Escudo Brasileño al sur, el Escudo de Guayana al norte y el piedemonte andino hacia el oeste.

La ecorregión está dentro de la región ictiológica Guayano-Amazónica y más concretamente dentro de la provincia ictiológica Amazónica (Géry 1969, Ringuelet 1975). Contiene una composición única de comunidades ricas y diversas de fauna de grandes ríos de tierras bajas, asociadas a la extensa planicie de inundación estacional del cauce principal del Amazonas.

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Ecorregión

Tipo Principal de Hábitat

Delimitación

Justiicación

Piedemonte UcayaliUrubamba

Ríos y arroyos de montaña

Esta ecorregión abarca una zona de transición entre las tierras bajas del Amazonas y los Andes en la Amazonía occidental a lo largo de la cuenca del Ucayali-Urubamba. Incluye partes de la cuenca inferior y superior de los ríos Ucayali, Aguaytía, Pachitea, Tamaya, Urubamba, Perené, Ene, Tambo y Apurímac, entre 250 y 750 m de altitud.

Esta ecorregión está en una zona de transición entre la región ictiológica Guyano-Amazónica y la región ictiológica Andina (Géry 1969, Ringuelet 1975).

Piedemonte MamoréMadre de Dios

Ríos de tierras altas tropicales y sub-tropicales

Esta ecorregión incluye la porción occidental superior del sistema del río Madeira, desde el drenaje Beni-Madre de Dios en el norte hasta la cuenca del río Mamoré en el sur.

Esta ecorregión está dentro de la región ictiológica Guayano-Amazónica, y más concretamente dentro de la provincia ictiológica Amazónica (Géry 1969, Ringuelet 1975).

Guaporé-Iténez

Ríos de tierras altas tropicales y sub-tropicales

Esta ecorregión incluye todo el drenaje Guaporé-Iténez aguas arriba de Costa Marques, incluyendo la cuenca del río San Itonamas.

Esta ecorregión está dentro de la región ictiológica Guayano-Amazónica, y más concretamente dentro de la provincia ictiológica Amazónica (Géry 1969, Ringuelet 1975). Abarca la parte sur de la cuenca del río Madeira, el mayor aluente del Amazonas.

Río Tuichi, tributario en la cuenca alta del río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

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Figura 1.3 Intensidad relativa de la incidencia de las amenazas para la seguridad del agua en: a) humanos (teniendo en cuenta las inversiones beneiciosas en infraestructura y b) biodiversidad de agua dulce. Datos de Vörösmarty et al. (2010), disponibles en www.riverthreat.net.

andina y el piedemonte andino de Bolivia, Perú y Ecuador y en casi en toda la cuenca de los ríos Magdalena-Cauca en Colombia (Figura 1.3 a y b).

también en la conversión de hábitats para esta actividad y las consecuencias que trae aparejado, tales como la erosión de suelos y sedimentación de cauces y la contaminación por los productos agroquímicos que escurren hacia los cuerpos de agua o drenan a las aguas subterráneas. Las actividades de agricultura en el hotspot de los Andes Tropicales se concentran principalmente en los valles interandinos de Colombia y Ecuador y, en menor medida en Perú y Bolivia (CEPF 2015). En la región Amazónica de los cuatro países incluidos en este estudio, la pérdida de bosques originales en el periodo 2000 a 2013 y la acumulada histórica (entre paréntesis) alcanzó el 3.1% (7.3%) en Bolivia, 2.4% (9.9%) en Colombia, 1.2% (10.7%) en Ecuador y 2.0% (9.1%) en Perú (RAISG 2015). La agricultura y la ganadería aparecen como las principales causas de la deforestación reciente en Bolivia y Perú, mientras que en Colombia es la agricultura y la minería ilegal y en Ecuador la explotación de petróleo (RAISG 2015).

La vulnerabilidad de la biodiversidad dulceacuícola surge del hecho de que el agua dulce es un recurso que puede ser extraído, desviado, contenido o contaminado por los seres humanos de manera que ponen en peligro su valor como hábitat para las especies (Dudgeon 2012). La extracción de agua para agricultura es uno de los principales usos por los humanos, con un promedio de 70% a nivel global, y pudiendo ser mayor al 90% en países en vías de desarrollo (WWAP 2015). De acuerdo con los datos del programa AQUASTAT de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (www.fao.org/nr/ water/aquastat/main/index.stm), el uso de agua para regadío y ganadería en los países de la región de estudio varía entre 54% y 91% (Bolivia 91%, Colombia 54%, Ecuador 81% y Perú 89%). En comparación, el promedio de utilización del agua para energía es de 15%. Se espera que la demanda de agua en todos los sectores de la producción crezca a medida que aumenta la población y, para el 2030, el déicit de agua a nivel global podría ser del 40% (WWAP 2015).

El efecto de la contaminación de cuerpos de agua dulce por pesticidas usados en agricultura no había sido cuantiicado hasta ahora, pero un estudio reciente (Stehle y Schulz 2015), muestra que las concentraciones de pesticidas legalmente permitidas podrían reducir en hasta un 30% la riqueza de macroinvertebrados acuáticos. En una revisión global sobre la aplicación de pesticidas, incluyendo más de 800 publicaciones en 73 países, los autores

El impacto de la agricultura sobre los ecosistemas acuáticos no solo se releja en la extracción de agua para riego, sino

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Alteración de la ribera, alta carga de sedimentos y agricultura de arroz en la región de Natagaima, cuenca alta del río Magdalena. Foto: © José Iván Mojica.

encontraron que en más del 50% de los casos la concentración de insecticidas excedía los niveles permitidos (Stehle y Schulz 2015). Esto tiene importantes implicaciones para las regulaciones y control de la aplicación de pesticidas. En otro estudio donde se modeló la escorrentía potencial de agroquímicos desde campos de cultivo a nivel global, se identiicaron hotspots de contaminación por insecticidas que representan un alto riesgo para los cuerpos de agua (Ippolito et al. 2015). El mapa de escorrentía potencial de insecticidas que se presenta en ese estudio muestra que los ecosistemas dulceacuícolas de toda la región andina de los Andes Tropicales y la cuenca de los ríos Magdalena-Cauca están en muy alto riesgo de contaminación como consecuencia de las actuales prácticas agrícolas (Ippolito et al. 2015).

habitan. Esto presenta un gran problema para la fauna y también para los humanos, ya que el mercurio y otros contaminantes derivados de la minería no son biodegradables y se acumulan en los tejidos animales (p. ej. peces) que luego son consumidos por las personas. Estudios recientes muestran que las poblaciones humanas que se alimentan de pescado en las áreas afectadas por minería tienen concentraciones de mercurio superiores a lo sugerido por organismos de salud (Gracia et al. 2010, Yard et al. 2012, González-Merizalde et al. 2016). El relieve de la región andino-amazónica, sumado a la elevada disponibilidad de agua, hace que el área tenga un alto potencial para la generación de energía hidroeléctrica. Efectivamente, el 73% de la electricidad en los países andinos (Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia) proviene de la energía hidroeléctrica (Comunidad Andina 2010). Y, si bien el represamiento de ríos provee una importante fuente de energía y agua para riego y para consumo, también tiene impactos sociales y ambientales signiicativos. Las principales consecuencias de la construcción de represas son la fragmentación de los ríos y la regulación del lujo agua, produciendo una disminución de la conectividad natural y cambio físico-químicos en el agua que alteran los procesos ecológicos (Finer y Jenkins 2012, Grill et al. 2015). Estos cambios, invariablemente, reducen la biodiversidad de agua dulce y bloquean el movimiento de las especies migratorias (Winemiller et al. 2016). En el caso particular de los peces de agua

La contaminación de los cuerpos de agua por minería y petróleo es particularmente importante en la región amazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, mientras que en este último país, la minería ilegal también impacta fuertemente en la vertiente del Pacíico. El incremento en el precio global del oro generó una explosión de la minería, en gran parte ilegal, en varios de los países andinos. Por ejemplo, en el Departamento Madre de Dios en Perú, al menos 30 000 personas trabajan en las minas de oro (Fraser 2009, Ashe 2012). Sin embargo, el número real se desconoce porque la mayoría de las actividades mineras en esa área son ilegales. El uso de mercurio en este tipo de minería contamina las aguas y los organismos que allí

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Actividades mineras en el río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

dulce, esto podría tener importantes efectos en las pesquerías, dado que muchas especies de gran valor migran cientos de kilómetros en respuesta a los pulsos de agua estacionales (Pelicice et al. 2015, Duponchelle et al. 2016). Por ejemplo, el desarrollo hidroeléctrico en los ríos andinos de la cuenca Magdalena-Cauca en Colombia ha generado cambios en los sistemas acuáticos que han inluido en la estructura de los ensamblajes de peces y en la dinámica de migración-reproducción de las especies importantes para la pesca artesanal y comercial ( Jiménez-Segura et al. 2014). Esto, a su vez, impacta sobre el bienestar de las comunidades locales y regionales, dado que dependen de la pesca como principal fuente de alimento y de ingreso económico. Por lo tanto, se necesita una planiicación estratégica integrada, a nivel de cuenca, con el objetivo de encontrar un equilibrio entre el aprovechamiento de los recursos hídricos para la generación de energía y el impacto sobre la biodiversidad y los ecosistemas dulceacuícolas (Finer y Jenkins 2012, Grill et al. 2015, Winemiller et al. 2016).

(Dudgeon 2012). Debido a que, en general, las especies de agua dulce tienen distribuciones aisladas, el impacto de las variaciones en la temperatura o condiciones físico-químicas del agua producto del cambio climático podría ser muy grande, ya que no pueden adaptarse a través de movimientos compensatorios hacia hábitats más fríos o hacia áreas más altas (Strayer y Dudgeon 2010). Para el caso particular de los Andes Tropicales, no existen prácticamente estudios del efecto del cambio climático sobre la biodiversidad de agua dulce (Schoolmeester et al. 2016). Sin embargo, a nivel de bioma, se estima que el páramo será uno de los más afectados por el cambio en el clima, con una pérdida del 31% predicha para el 2050 (Tovar et al. 2013). Dado que este bioma es muy importante en la provisión de agua para las millones de personas que viven aguas abajo, su pérdida traería consecuencias graves para el bienestar humano (Armijos y de Bièvre 2014). 1.2.3 Uso regional y valoración de los ecosistemas dulceacuícolas y su biodiversidad

Además del impacto directo de los factores de amenaza mencionados, el cambio climático actuará de manera sinérgica, potenciando las consecuencias sobre los ecosistemas dulceacuícolas. El efecto del cambio climático sobre estos ecosistemas tendrá impactos signiicativos, no solo sobre la biodiversidad, sino también sobre las poblaciones humanas que dependen de los servicios ecosistémicos que suministran

La importancia de los ecosistemas dulceacuícolas para la sociedad y la economía se puede apreciar fácilmente al considerar la gran variedad de bienes y servicios vitales que proveen para la subsistencia humana, incluyendo provisión de agua para uso doméstico, industrial y agropecuario, provisión de energía,

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alimento, captación de carbono, navegación, además de servicios culturales y de recreación. Si bien es muy difícil establecer un valor monetario a estos servicios, distintas estimaciones estarían indicando que el valor de los bienes y servicios provistos por los ecosistemas de agua dulce rondaría entre 4 y 15 trillones de dólares estadounidenses por año (Millenium Ecosystem Assessment 2005, Constanza et al. 2014).

La pesca artesanal es fundamental para las economías rurales, contribuyendo a la seguridad alimentaria y el alivio de la pobreza. Por ejemplo, los peces de agua dulce representan más del 50% de la ingesta de proteína animal en comunidades rurales de Perú (McClain et al. 2001). Efectivamente, se ha demostrado que la pesca artesanal en la Amazonía peruana provee una red de contención para las comunidades rurales en los casos de desastres ambientales, tales como inundaciones e incendios (Coomes et al. 2010). La pesca continental comercial es también una importante fuente de ingresos para las economías regionales y nacionales en los países andinos. Para Colombia, por ejemplo, se estima que esta actividad involucra a más de 150  000 pescadores que en la última década aportaron 17.3% de la producción nacional, relejada en ingresos económicos (40% de un salario mínimo) y soporte alimentario (Gutiérrez et al. 2011). Sin embargo, este recurso se estima que ha disminuido en un 60% (Gutiérrez et al. 2011). Finalmente, la pesca ornamental también representa fuentes de ingresos importantes para las comunidades locales y regionales. Sin embargo, a pesar de la importancia y del potencial que representan para la región, el conocimiento sobre las especies explotadas como ornamentales es pobre (Agudelo et al. 2011).

Los lagos, lagunas y humedales de altura, por ejemplo, en los páramos, jalcas y bofedales actúan como reguladores y reservorios hídricos de las aguas provenientes del deshielo de glaciares, que luego es utilizada por las comunidades para consumo, riego y producción de energía. Sin embargo, las actividades humanas en estas regiones están generando modiicaciones en el uso de la tierra que alteran la hidrología y tienden a reducir la capacidad de regulación de caudales de los sistemas naturales (Crespo et al. 2014). Además, los retornos inancieros de actividades tales como pastoreo y plantaciones de pino en los ecosistemas de jalca, son menores que los servicios ecosistémicos suministrados, especialmente la provisión de agua (Raboin y Posner 2014). Estos estudios ponen de relieve la importancia de estos ecosistemas y la necesidad de un uso sostenible de los mismos.

1.3 Objetivos de este estudio Pescadores en la subienda (migración de peces desde las ciénagas hacia la cabecera de los ríos) en Bocas del Carare, río Magdalena, Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

La carencia de información básica sobre la distribución, estado de conservación y vulnerabilidad al cambio climático de la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales representa un impedimento para que sea considerada en los planes de manejo y conservación regionales y nacionales. Por ello, los principales objetivos de este estudio son: a) Compilar información para evaluar el estado de conservación, distribución y vulnerabilidad al cambio climático de la biodiversidad de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas acuáticas) de los Andes Tropicales. b) Identiicar y delimitar Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce que sirvan para orientar las prioridades de conservación en la región. c) Almacenar, gestionar, analizar y difundir ampliamente la información compilada a través de la Lista Roja de la UICN y sus miembros y socios, para que pueda ser utilizada en proyectos de investigación, conservación y desarrollo.

1.4 Referencias Abell, R., hieme, M.L., Revenga, C., Bryer, M., Kottelat, M., Bogutskaya, N., Coad, B., Mandrak, N., Balderas, S.C., Bussing, W. y Stiassny, M.L. 2008. Freshwater ecoregions of the world: a new map of biogeographic units for freshwater biodiversity conservation. BioScience, 58(5): 403414. Agudelo, E., Sánchez, C., Rodríguez, C., Bonilla-Castillo, C.A. y Gómez, G. 2011. Diagnóstico de la pesquería en la cuenca del Amazonas. En: C.A. Lasso, F. de P. Gutiérrez, M.A. Morales-Betancourt, E. Agudelo, H. Ramírez-Gil y R.E. Ajiaco-Martínez (eds.). II. Pesquerías continentales de Colombia: cuencas del Magdalena-Cauca, Sinú, Canalete, Atrato, Orinoco, Amazonas y vertiente del Pacíico. Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia, pp. 143-166. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia.

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12

Capítulo 2. Metodología de evaluación del riesgo de extinción de las especies Marcelo F. Tognelli1, Kevin G. Smith1 y William R. T. Darwall2

2.1

2.2 2.3 2.4 2.5 2.6 2.7 2.8

Selección de los grupos prioritarios ....................................................................................................................................................13 2.1.1 Peces..............................................................................................................................................................................................14 2.1.2 Moluscos ......................................................................................................................................................................................14 2.1.3 Libélulas .......................................................................................................................................................................................14 2.1.4 Plantas acuáticas ..........................................................................................................................................................................14 Delimitación de la región de los Andes Tropicales ...........................................................................................................................14 Recopilación de datos y control de calidad ........................................................................................................................................15 Mapeo de distribución de especies ......................................................................................................................................................17 Evaluación del riesgo de extinción de las especies .............................................................................................................................19 Nomenclatura........................................................................................................................................................................................19 Áreas Clave para la Biodiversidad y vulnerabilidad de las especies al cambio climático ...............................................................19 Referencias.............................................................................................................................................................................................21

2.1 Selección de los grupos prioritarios

Aunque las plantas y los peces de agua dulce proveen claros beneicios para mucha gente en distintas partes del mundo, ya sea como alimento o fuente de ingreso ( Jufe-Bignoli y Darwall 2012), los beneicios provistos por los otros grupos taxonómicos son indirectos y no fácilmente visibles y cuantiicables, pero no por ello menos importantes. Dado el amplio espectro de niveles tróicos y funciones ecológicas que abarcan estos cuatro grupos taxonómicos, la información sobre sus distribuciones y estado de conservación, una vez combinada, va a proporcionar un indicador sumamente útil del estado general de los ecosistemas dulceacuícolas en el área de estudio.

En general, las evaluaciones del riesgo de extinción de las especies se han enfocado en un número limitado de grupos taxonómicos, ya sea por su utilidad para la población humana, o bien por tener especies carismáticas, tales como los mamíferos, aves y anibios. En el caso de especies dependientes de ecosistemas de agua dulce, las aves y los peces son los que han recibido mayor atención. Por lo tanto, es necesario tener un enfoque más integral a la hora de compilar la información y tener en cuenta a aquellos grupos que, si bien no son carismáticos, son representativos de la cadena alimentaria en los ecosistemas dulceacuícolas y esenciales para mantener el funcionamiento saludable de esos sistemas. Sin embargo, no es práctico evaluar el estado de conservación y distribución de todas las especies de agua dulce, por lo que se necesita hacer una selección de grupos prioritarios a evaluar. En función de esto, se seleccionaron los siguientes grupos taxonómicos para evaluar: peces de agua dulce, moluscos de agua dulce, libélulas y plantas acuáticas. Estos grupos se seleccionaron porque son representativos de distintos niveles tróicos de los ecosistemas de agua dulce y porque se considera que poseen un nivel razonable de información para su evaluación. En el caso particular de este reporte, se incluyen solamente las especies endémicas del área de estudio, dado que las que ocurren también en otras regiones solo tienen una evaluación parcial (i. e. falta evaluar su rango fuera del área de estudio).

1 2

El estado de conservación y distribución de estos grupos taxonómicos ha sido evaluado en otras regiones del mundo. Por lo tanto, las evaluaciones realizadas en el contexto de este proyecto regional, van a contribuir a llenar vacíos de información en la cobertura global de evaluaciones de la biodiversidad de agua dulce. Evaluaciones de la biodiversidad de agua dulce en otras regiones se han llevado a cabo en África (Darwall et al. 2011), varias regiones de Asia (p.ej. Allen et al. 2010, 2012, Molur et al. 2011), y Europa (Smith y Darwall 2006, Riservato et al. 2009, Cuttelod et al. 2011, Freyhof y Brooks 2011, Smith et al. 2014). Los reportes de estas evaluaciones están disponibles en línea para bajar desde el siguiente enlace: http://www.iucn.org/theme/species/our-work/ our-work/freshwater-biodiversity/what-we-do. Las ichas de evaluación y los mapas de distribución de las especies se pueden ver en el sitio web de la Lista Roja de la UICN (www.iucnredlist.org).

IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA. Email: [email protected] IUCN Global Species Programme. he David Attenborough Building. Pembroke Street, Cambridge, CB2 3QZ UK

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2.1.1 Peces Sin lugar a dudas, los peces de agua dulce son el grupo más relevante dada su importancia para los humanos. Se estima que los peces de agua dulce proveen aproximadamente un 6% de la ingesta de proteína animal anual consumida por los humanos (FAO 2007). Esto es especialmente importante para la seguridad alimentaria en áreas rurales remotas, tal como lo indica el hecho de que ~38% de las pesquerías de aguas continentales proviene de los 71 países de menor ingreso y con déicits alimentarios (Welcomme 2011). Los peces ornamentales son también una importante fuente de ingreso para los pescadores locales. Por ejemplo, en el año 2010, Colombia exportó aproximadamente 19 millones de ejemplares por un valor de 8.5 millones de dólares estadounidenses (Ajiaco-Martínez et al. 2012).

Macho de Teinopodagrion temporale, especie endémica de la Cordillera Central de Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

A los ines de esta evaluación, se deine como peces de agua dulce aquellas especies que pasan todo, o una parte crítica de su ciclo de vida en agua dulce. En esta evaluación se incluyen 666 especies de peces endémicos de los Andes Tropicales. Previo a esta evaluación, solamente había 17 especies endémicas incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN para la región.

los ambientes acuáticos y a la pérdida y degradación de hábitats terrestres, pudiendo actuar como indicadores de la condición de ambientes de agua dulce y ribereños (Oliveira-Junior et al. 2015, Golieri et al. 2016). En esta evaluación se consideraron 216 especies de libélulas endémicas de los Andes Tropicales. Previo a esta evaluación, solamente había 41 especies endémicas incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN para la región.

2.1.2 Moluscos Los moluscos son uno de los grupos más diversos y amenazados dentro de las especies de agua dulce (Darwall et al. 2011). En general, no son carismáticos y no son tenidos en cuenta, excepto cuando se mencionan a algunas especies como invasoras o vectores de parásitos de enfermedades para el ganado o las personas. En algunos casos, sin embargo, algunas especies son consumidas por las poblaciones locales y representan una importante fuente de ingesta de proteínas. El valor de los moluscos para los ecosistemas dulceacuícolas no es apreciado, pero juegan un papel esencial en el funcionamiento y mantenimiento de estos sistemas, principalmente por su contribución a la calidad del agua y reciclado de nutrientes a través de su alimentación por iltro, consumo de algas y en menor medida, como alimento para otras especies en el ecosistema (Vaughn et al. 2004, Vaughn 2010, Prather et al. 2013). Debido a que la mayoría de las especies en la región de estudio tienen distribuciones relativamente amplias, que van más allá de los Andes Tropicales, solo se evaluaron 34 especies endémicas de moluscos de agua dulce en este proyecto. Antes de esta evaluación, solo había 12 especies incluidas en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN para la región.

2.1.4 Plantas acuáticas Las plantas acuáticas son componentes vitales de los ecosistemas de agua dulce, proporcionando alimento, oxígeno y hábitats para muchas otras especies. También son un recurso natural de gran importancia, suministrando beneicios directos para las personas a nivel global. Por ejemplo, muchas especies son muy apreciadas por su valor nutritivo, medicinal, cultural, propiedades estructurales o biológicas. Son además clave en la prestación de servicios ecosistémicos, tales como iltración de agua y reciclado de nutrientes (García-Llorente et al. 2011). Aquí se deine una planta de agua dulce como una planta que depende de ambientes acuáticos, y que no ocurriría si no existieran estos humedales, ya sean permanentes o estacionales. Para la selección de las especies de plantas se consideró su endemismo y estado de conservación. En total, se evaluaron 51 especies de plantas acuáticas endémicas de la región de estudio, de las cuales solo una estaba previamente incluida en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN.

2.2 Delimitación de la región de los Andes Tropicales

2.1.3 Libélulas Las larvas de la mayoría de las especies de libélulas dependen de ecosistemas de agua dulce. Al desarrollarse en el agua, juegan un papel fundamental en lo que respecta a la calidad del agua, el ciclo de nutrientes y la estructura del hábitat acuático. Además, como son predadores voraces, suelen ser consideradas importantes en el control de especies de insectos plaga. A pesar de que su ciclo de vida no está estrictamente restringido a los ecosistemas dulceacuícolas, son susceptibles a modiicaciones en

El área de los Andes Tropicales, tal como está deinida en este proyecto, responde a la delimitación del área de interés de conservación de la John D. and Catherine T. MacArthur Foundation, quien generosamente inanció su realización. Así, la región de los Andes Tropicales incluye la región andinoamazónica de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia, además del Chocó colombiano y del noroeste ecuatoriano (Figura 2.1). Tal

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Figura 2.1 Área de estudio del proyecto, incuyendo la división política de los países (en blanco) y las principales ciudades.

alimentan la cuenca del Amazonas. Estos ríos abastecen de agua a las principales ciudades de la región y sustentan las actividades agropecuarias, industriales y de producción de energía de los aproximadamente 60 millones de personas que allí habitan. El mapa de la igura 2.2 muestra las cuencas de los principales ríos en el área de los Andes Tropicales, tal como se deinen en este proyecto.

como se mencionó en el capítulo anterior, el área de estudio es casi equivalente a la supericie de Argentina y cubre un poco más del 50% de cada uno de dos de los “hotspots” de biodiversidad más importantes en la región Neotropical, el hotspot de los Andes Tropicales y el de Tumbes-Chocó-Magdalena. El área es uno de los lugares de mayor biodiversidad y endemismo del planeta. Por ejemplo, aproximadamente el 40% de las especies de peces de agua dulce en las montañas de los Andes tropicales son endémicas (Anderson y Maldonado-Ocampo 2011).

2.3 Recopilación de datos y control de calidad

La región es también muy importante en la provisión de agua dulce, concentrando aproximadamente el 10% del agua dulce del planeta (Comunidad Andina 2011). Por encima de los 3500 m de altitud, los páramos, humedales y glaciares absorben y almacenan el agua, que se libera luego durante el año, y bajan desde los Andes para formar las cabeceras de los grandes ríos que

La evaluación del estado de conservación de la biodiversidad de agua dulce requiere de la recopilación de datos e información de la mejor calidad disponible. Los datos fueron compilados por el personal de la Unidad de Evaluación de la Biodiversidad, a partir de información publicada en revistas cientíicas y reportes

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Figura 2.2 Mapa de los Andes Tropicales mostrando las principales cuencas.

Participantes del taller de expertos para evaluar la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales llevado a cabo en Lima, Perú en abril de 2014. Foto: © Nieves García.

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técnicos. Para cada especie se genera una icha de evaluación en el sistema de ingreso de datos en línea de la UICN, el Servicio de Información de Especies (SIS por sus siglas en inglés). En esa icha se ingresan los datos y la información requerida para la evaluación (Tabla 2.1), incluyendo campos de texto (p. ej. descripción de la distribución geográica de la especie, tendencia poblacional, hábitats y ecología) y campos donde se codiica la información con base en un esquema de clasiicación predeterminado (p. ej. para los factores de amenazas se utiliza el estándar de clasiicación del Consorcio para Medidas de Conservación basado en Salafsky et al. (2008)). Para mayor información sobre los esquemas de clasiicación que se usan en la Lista Roja de la UICN, se puede ver el siguiente enlace: http://www.iucnredlist.org/technicaldocuments/classiication-schemes.

el riesgo de extinción de cada especie utilizando los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN. En el caso particular de este proyecto, se realizaron dos talleres de evaluación, uno en Lima, Perú en Abril de 2014 y el otro en Bogotá, Colombia en Octubre de 2014.

2.4 Mapeo de distribución de especies Las distribuciones de las especies fueron mapeadas utilizando la capa digital HydroBASINS (Lehner y Grill 2013), una capa digital estandarizada a nivel global que delimita las cuencas hidrográicas de ríos y lagos en 12 niveles (anidados) de resolución. La mayoría de las distribuciones fueron mapeadas usando las sub-cuencas del nivel 8, mientras que para las especies con distribuciones más restringidas se usaron las sub-cuencas del nivel 10. El área de los Andes Tropicales incluye 3348 subcuencas de nivel 8 con un área promedio de 822 km2, y 19 718 sub-cuencas del nivel 10 con un área promedio de 140 km2. Todos los análisis presentados en este reporte se hicieron utilizando la capa del nivel 8, que se muestra en la igura 2.3.

Las ichas compiladas para cada especie, junto con los mapas generados (ver siguiente sección para mayor información), son revisadas por los expertos en cada grupo taxonómico en talleres de evaluación. Allí se editan, corrigen o agregan datos e información sobre las especies evaluadas y se procede a evaluar

Tabla 2.1 Campos de datos requeridos en el Servicio de Información de Especies (SIS) para compilar la evaluación del riesgo de extinción de una especie. (texto) = campo de texto; (EC) = Esquema de Clasiicación predeterminado. Campos

Información y datos requeridos

Taxonomía

Niveles taxonómicos

Distribución geográica Población Hábitats y ecología Uso y comercialización Amenazas

Información general (texto) Información general (texto) Información general (texto) Información general (texto) Información general (texto)

Medidas de conservación

Información general (texto)

Evaluación de la Lista Roja

Criterios y categoría de la Lista Roja (EC)

Bibliografía

Referencias

Sinónimos

Nombres comunes

Países de ocurrencia (EC)

Región biogeográica (EC)

Tendencia poblacional (EC) Tipos de hábitats (EC)

Sistema (EC)

Utilización (EC)

Tendencia de colección/ extracción (EC)

Patrones de movimiento (EC)

Amenazas (EC) Acciones de conservación necesarias y existentes (EC) Justiicación de la categoría asignada (texto)

Investigación necesaria y existente (EC) Nombres de revisores y evaluadores

Fecha de evaluación y revisión

Participantes del taller de expertos para evaluar la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales llevado a cabo en Bogotá, Colombia en octubre de 2014.

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lago, las sub-cuencas fueron seleccionadas como las unidades espaciales para el mapeo porque, en general, se considera que son la unidad de manejo más adecuada en los sistemas de agua dulce (Watson 2004).

Los mapas fueron generados a partir de puntos de colecta de las especies (localidades geo-referenciadas donde fueron colectadas), recopiladas de la bibliografía y a partir de bases de datos compartidas por los expertos. Los puntos de colecta fueron extrapolados a las sub-cuencas de HydroBASINS, donde se consideró a la especie como presente. Los mapas fueron luego revisados por los expertos durante los talleres de evaluación y, en muchos casos, se modiicaron basados en su conocimiento y/o datos de campo no publicados. En algunos casos, no existen especímenes en colecciones o museos que puedan conirmar la presencia de una especie en una sub-cuenca, pero esta se puede inferir a partir de la opinión de los expertos y la especie se codiica como “posiblemente presente” en esa sub-cuenca.

Los mapas de riqueza de especies (p. ej. especies endémicas, especies amenazadas), se realizaron superponiendo las distribuciones individuales de cada especie y computando el número de especies en cada sub-cuenca. En el caso de los mapas de riqueza de especies amenazadas, se computaron el número de especies en todas las categorías de amenaza (VU, EN y CR) por sub-cuenca. En algunos casos, para evaluar el grado de restricción en la distribución de las especies, se presentan mapas de endemismo ponderado corregido. Para calcular el índice de endemismo

A pesar de que se reconoce que la distribución de las especies no se extiende en toda la cuenca o sub-cuenca de un río o

Figura 2.3 Sub-cuencas de la región de los Andes Tropicales del nivel 8 de la capa HydroBASINS (Lehner y Grill 2013).

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presenta un ejemplo de la icha de evaluación para una especie y el correspondiente mapa de distribución

ponderado (EP), cada especie fue ponderada por el inverso de su rango (1/nº de sub-cuencas donde ocurre), de tal manera que cada especie endémica de una sub-cuenca tiene un peso máximo de 1; si una especie está presente en tres sub-cuencas, tiene un peso de 0.33. Para calcular el valor para cada sub-cuenca se sumaron los valores de peso para todas las especies en la subcuenca, de modo que las sub-cuencas con un alto número de especies de distribución restringida tienen un valor más alto que las que tienen un número menor de especies de distribución restringida (Crisp et al. 2001). Luego, para corregir la correlación con la riqueza de especies y para generar el índice de endemismo ponderado corregido (EPC), el endemismo ponderado (EP) se divide por el número total de especies en la sub-cuenca (Crisp et al. 2001).

2.5 Evaluación del riesgo de extinción de las especies Figura 2.4 Categorías de la Lista Roja de la UICN a nivel global.

El riesgo de extinción de las especies fue evaluado utilizando la versión 3.1 de los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN (UICN 2012). Las nueve categorías posibles para una especie se muestran en la igura 2.4. Para la estandarización con estudios internacionales y para evitar confusión con las especies que ya están evaluadas en la Lista Roja, se mantiene la sigla de la categoría en inglés (p. ej. CR para En Peligro Crítico). Como se observa en la igura, si el estado de conservación de una especie no ha sido evaluado, la categoría que le corresponde entonces es No Evaluada (NE). Cuando se procede a evaluar una especie, se determina si existe suiciente información para utilizar los Criterios y Categorías de la Lista Roja. Si no hay suiciente información, la especie se incluye en la categoría Datos Insuicientes (DD). Sin embargo, si existe suiciente información, se procede a usar los umbrales cuantitativos de los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN (resumidos en la tabla 2.2) y determinar la categoría correspondiente.

2.6 Nomenclatura La taxonomía de algunos grupos es controvertida y puede cambiar constantemente debido a la aparición de nueva información o nuevas técnicas moleculares. En muchos casos, es difícil encontrar una jerarquía taxonómica consensuada para un grupo. En este proyecto se utilizó la taxonomía adoptada por la Lista Roja de la UICN que, en la medida de lo posible, utiliza listas de especies publicadas. Para el caso de los peces se sigue la clasiicación del Catálogo de Peces, un catálogo en línea mantenido por la Academia de Ciencias de California (Eschmeyer 2016). Para las libélulas, generalmente se sigue la Lista Mundial de Odonatos mantenida en el sitio web de la University of Puget Sound (Schorr y Paulson 2016). Al momento, no hay una taxonomía única ampliamente aceptada para los moluscos, por lo tanto se consulta al Grupo de Especialistas de Moluscos de la UICN. Para las plantas, generalmente se sigue la Lista Mundial de Familias de Plantas Selectas del Jardín Botánico Kew (WCSP 2016), pero para casos más especializados se consulta la Lista de Helechos y Licóitas del Mundo (Hassler y Schmitt 2016) o Algaebase (Guiry y Guiry 2016). Para mayor información sobre los estándares taxonómicos de la Lista Roja de la UICN ver: http://www.iucnredlist.org/technical-documents/informationsources-and-quality#standards.

Una especie está En Peligro Critico cuando se considera que está enfrentando un riesgo de extinción extremadamente alto en estado silvestre. Una especie está En Peligro cuando se considera que está enfrentando un riesgo de extinción muy alto en estado silvestre. Finalmente, una especie está en la categoría Vulnerable cuando se considera que está enfrentando un riesgo de extinción alto en estado silvestre. A las especies que se encuentran en alguna de estas tres categorías (VU, EN, o CR), se las denomina como especies “amenazadas”. Para mayor información sobre la aplicación de los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN, dirigirse al siguiente enla-ce desde donde se pueden consultar varios documentos relacionados:http://www.iucnredlist.org/technical-documents/ categories-and-criteria. Las ichas de las especies incluidas en este reporte pueden ser revisadas en formato pdf desde el sitio web de la Lista Roja de la UICN (www.iucnredlist.org). Los mapas de distribución también pueden ser vistos en línea o bajados en formato digital desde la página web. En el Apéndice 1 se

2.7 Áreas Clave para la Biodiversidad y vulnerabilidad de las especies al cambio climático En el marco de este proyecto también se identiicaron y delimitaron Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) de agua dulce de los Andes Tropicales. Las ACB son sitios de importancia para la persistencia global de la biodiversidad, que pueden ser

19

Tabla 2.2 Resumen de los cinco criterios (A-E) utilizados para determinar la categoría de amenaza de una especie

20

protegidos bajo distintas categorías de manejo y diferentes mecanismos de gobernanza. La metodología empleada y los resultados obtenidos se detallan en el capítulo siete de este reporte.

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También dentro de este proyecto, se realizó una evaluación de la vulnerabilidad de la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales al cambio climático. Para ese análisis, se empleó la metodología desarrollada por la UICN donde se evalúa la susceptibilidad de las especies al cambio climático en función de los rasgos biológicos y ecológicos de las mismas. La metodología empleada y los resultados obtenidos se detallan en el capítulo ocho de este reporte.

2.8 Referencias Ajiaco-Martínez, R.E., Ramírez-Gil, H., Sánchez-Duarte, P., Lasso, C.A. y Trujillo, F. 2012. IV. Diagnóstico de la pesca ornamental en Colombia. Serie Editorial Recursos Hidrobiológicos y Pesqueros Continentales de Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Bogotá, D. C., Colombia. Allen, D.J., Molur, S. yDaniel, B.A. 2010. he Status and Distribution of Freshwater Biodiversity in the Eastern Himalaya. IUCN, Cambridge, UK and Gland, Switzerland, and Zoo Outreach Organisation, Coimbatore, India. Allen, D.J., Smith, K.G. and Darwall, W.R.T. 2012. he Status and Distribution of Freshwater Biodiversity in Indo-Burma. IUCN, Cambridge, UK and Gland, Switzerland. Anderson, E.P. and Maldonado-Ocampo, J.A. 2011. A regional perspective on the diversity and conservation of tropical Andean ishes. Conservation Biology, 25(1): 30-39. Comunidad Andina 2011. El agua de los Andes. Un recurso clave para el desarrollo e integración de la región. Secretaria General de la Comunidad Andina, Lima, Perú. Crisp, M.D., Lafan, S., Linder, H.P. y Monro, A. 2001. Endemism in the Australian lora. Journal of Biogeography, 28(2): 183-198. Cuttelod, A., Seddon, M. and Neubert, E. 2011. European Red List of Non-marine Molluscs. Publications Oice of the European Union, Luxembourg. Darwall, W.R.T., Smith, K.G., Allen, D.J., Holland, R.A, Harrison, I.J., y Brooks, E.G.E. (eds.). 2011. he Diversity of Life in Arican Freshwaters: Under Water, Under hreat. An analysis of the status and distribution of reshwater species throughout mainland Arica. Cambridge, United Kingdom and Gland, Switzerland: IUCN. Eschmeyer, W.N. (ed.). 2016. Catalog of Fishes: Genera, species, references. Disponible en: http://researcharchive.calacademy.org/research/ ichthyology/catalog/ishcatmain.asp. Freyhof, J. y Brooks, E. 2011. European Red List of Freshwater Fishes. Luxembourg: Publications Oice of the European Union. García-Llorente, M., Martín-López, B., Díaz, S. y Montes, C. 2011. Can ecosystem properties be fully translated into service values? An economic valuation of aquatic plant services. Ecological Applications, 21(8): 3083-3103. Golieri, B., Hardersen, S., Maiolini, B. y Surian, N. 2016. Odonates as indicators of the ecological integrity of the river corridor: Development and application of the Odonate River Index (ORI) in northern Italy. Ecological Indicators, 61: 234-247. Guiry, M.D. y Guiry, G.M. 2016. AlgaeBase. World-wide electronic publication, National University of Ireland, Galway. Disponible en: http://www.algaebase.org.

21

Arroyo tributario de la parte alta de la cuenca del río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

Capítulo 3. Estado de conservación y distribución de los peces de agua dulce de los Andes Tropicales Luz Fernanda Jiménez-Segura1, Hernán Ortega1, Junior Chuctaya2, Pedro Jiménez Prado3, Fernando M. Carvajal-Vallejos4, Juan Francisco Rivadeneira5, José Iván Mojica6, Lina M. Mesa S.7, Paula Sánchez-Duarte7, Javier A. Maldonado-Ocampo8, Vanessa Correa2, Luisa Chocano2, Miguel A. Velásquez2, Max Hidalgo2, José Saulo Usma9, Carlos A. Lasso7, Elizabeth P. Anderson10, Francisco Villa-Navarro11 y Marcelo F. Tognelli12

3.1

3.2 3.3

3.4

3.5

3.6

Generalidades de la ictiofauna regional ..............................................................................................................................................24 3.1.1 Diversidad de peces dulceacuícolas ...........................................................................................................................................24 3.1.2 Factores geográicos que afectan la distribución de los peces de agua dulce .........................................................................25 3.1.3 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información ....................................................................................25 Estado de conservación de los peces de agua dulce ...........................................................................................................................26 Patrones de riqueza de especies ...........................................................................................................................................................28 3.3.1 Especies endémicas......................................................................................................................................................................28 3.3.2 Especies con distribuciones restringidas ...................................................................................................................................29 3.3.3 Especies amenazadas ...................................................................................................................................................................29 3.3.4 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................33 Principales amenazas para los peces de agua dulce ............................................................................................................................34 3.4.1 Agricultura y acuicultura ............................................................................................................................................................34 3.4.2 Cambio climático y clima severo ...............................................................................................................................................36 3.4.3 Contaminación............................................................................................................................................................................38 3.4.4 Corredores de transporte y servicios .........................................................................................................................................39 3.4.5 Desarrollo residencial y comercial .............................................................................................................................................39 3.4.6 Especies invasoras, genes y enfermedades .................................................................................................................................39 3.4.7 Modiicación en los sistemas naturales .....................................................................................................................................40 3.4.8 Producción de energía, hidrocarburos y minería .....................................................................................................................42 3.4.9 Uso de recursos biológicos .........................................................................................................................................................44 Acciones de conservación y recomendaciones...................................................................................................................................45 3.5.1 Colectas y estudios taxonómicos ...............................................................................................................................................45 3.5.2 Monitoreo y acciones ex-situ ......................................................................................................................................................46 3.5.3 Caudales ambientales ..................................................................................................................................................................47 3.5.4 Áreas protegidas ..........................................................................................................................................................................48 3.5.5 Estrategias de los estados andinos para la conservación de la diversidad y sus hábitats .......................................................49 3.5.6 Recomendaciones........................................................................................................................................................................50 Referencias.............................................................................................................................................................................................51

1 2

Grupo de Ictiología. Instituto de Biología, Universidad de Antioquia. Medellín, Antioquia, Colombia. Email: [email protected] Departamento de Ictiología, Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Av. Arenales 1256, Jesús María, Lima, Perú. 3 Pontiicia Universidad Católica del Ecuador Sede Esmeraldas. Esmeraldas, Ecuador. 4 Asociación FAUNAGUA (Instituto de Investigaciones Aplicadas sobre Recursos del Agua). Cochabamba, Bolivia. 5 Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Central del Ecuador. Campus El Dorado; Iquique N14-121 y Sodiro, Quito, Ecuador. 6 Instituto de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. 7 Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia. 8 Unidad de Ecologia y Sistemátca (UNESIS), Laboratorio de Ictiología, Departamento de Biología, Facultad de Ciencias, Pontiicia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia. 9 WWF-Colombia. Carrera 35 Nº 4A-25, Cali, Colombia. 10 School of Environment, Arts & Society. Florida International University. 11200 SW 8th St. Miami, FL 33199, USA. 11 Facultad de Ciencias. Universidad del Tolima. Ibagué, Colombia. 12 IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.

23

3.1 Generalidades de la ictiofauna regional

durante la elevación de los mares y posterior acumulamiento por dispersión hacía las tierras bajas) (Hubert y Renno 2006).

3.1.1 Diversidad de peces dulceacuícolas

La dinámica geológica de Suramérica tropical tuvo impactos signiicativos en la reorganización de los sistemas hidrográicos especialmente en el Cenozoico medio y tardío. Esta transformación hidrográica a su vez tuvo efectos importantes sobre toda la fauna de peces presente en lo que hasta ese entonces se reconocía como la cuenca del Proto-Amazonas-Orinoco y La Plata, y que posteriormente se coniguró en el sistema tri-partito de la cuenca del Amazonas, Orinoco y La Plata (Albert y Carvalho 2011). Producto de estos eventos y reorganización hidrográica, y los respectivos procesos de especiación, extinción y dispersión a los que se vieron enfrentados los peces allí presentes, es que los peces dulceacuícolas neotropicales hoy en día representan una quinta parte de la ictiofauna mundial (Vari y Malabarba 1998).

Los cambios paleogeográicos y paleoambientales en el Neotrópico generaron un patrón biogeográico complejo en la ictiofauna actual (Albert et al. 2006). Esta complejidad puede ser explicada por medio de varias hipótesis que involucran procesos a distintas escalas espacio-temporales: hipótesis del gradiente (gradiente de ambientes escarpados); hipótesis paleogeográica (los cambios geológicos resultan de la orogenia andina durante el Terciario); hipótesis de ríos (fragmentación de la fauna terrestre como consecuencia del establecimiento del actual drenaje del Amazonas durante el Terciario tardío); hipótesis de disturbio-vicarianza (el enfriamiento climático llevó a hábitats ecológicamente insostenibles); hipótesis del refugio (luctuaciones climáticas del Pleistoceno llevaron a fragmentaciones y coalescencia en los ecosistemas boscosos); hipótesis del río-refugio (refugios realzan la diferenciación alopátrica a través de los ríos) y la hipótesis del museo (las especies originadas por diferenciación alopátrica en el bosque de montaña

Esta enorme riqueza de especies no se distribuye uniformemente en la región. La mayor riqueza está asociada a la cuenca del Amazonas con cerca de 2700 especies reconocidas; una ictiofauna dominada por especies del superorden Characiphysae y sus órdenes Siluriformes, Characiformes y Gymnotiformes.

Imagen del río Magdalena, el más importante de Colombia, con el Parque Nacional Los Nevados de fondo. Foto: © Lina Mesa.

24

En la región de los Andes se estiman entre 400 y 600 especies (Maldonado et al. 2012) y, de estas, 311 especies están por encima de los 1000 m (Schaefer 2011).

altura (De La Barra et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2016). Los sectores de los ríos entre los 100 y los 300 m de altura son los más ricos en especies, posiblemente debido a que en estas altitudes las cuencas tienen una alta heterogeneidad de sistemas acuáticos como pequeños ríos, quebradas, lagos de inundación amplios y rasos, canales de conexión, cauces meandricos profundos y amplios, todos ellos conectados estacionalmente durante los periodos de lluvia.

3.1.2 Factores geográicos que afectan la distribución de los peces de agua dulce La orogenia de los Andes es de gran importancia para comprender la evolución de las cuencas y sus patrones biogeográicos, debido a que gran parte de la diversiicación de los peces dulceacuícolas ocurrió durante la dinámica hidrológica, que generó nuevas divisorias de aguas en Suramérica durante el Cretáceo tardío y el Cenozoico (65 Ma) (Lundberg et al. 1998, Montoya-Burgos 2003). La distribución geográica actual de la ictiofauna andina está deinida tanto por procesos históricos (p. ej. barreras geográicas) como ecológicos, principalmente los relacionados con la aparición de nuevos sistemas acuáticos así como tipos de aguas de origen cordillerano con gradientes de productividad biológica. En la actualidad, la ictiofauna está limitada por factores geológicos y climáticos que condicionan su ecología, como son la geomorfología de la cuenca, el clima, el tipo de hábitat y la química del agua (Albert et al. 2012).

3.1.3 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información La composición de especies de la ictiofauna andina y su uso como recurso pesquero han sido los temas más recurrentes dentro de las publicaciones realizadas en las diferentes regiones de los Andes Tropicales. Aún persisten grandes vacíos de información en temas como la ilogeografía, taxonomía y sistemática de grupos complejos (ej. géneros Astyanax, Astroblepus, Trichomycterus) principalmente por sus problemas de deinición taxonómica (Schaefer et al. 2011), ecología de las especies, respuestas isiológicas al ambiente, respuestas a condiciones de estrés, así como también respecto al papel funcional de las especies dentro de los sistemas acuáticos.

Si bien la región andina representa el 9% del área total de Suramérica (Schaefer 2011), dentro de ella hay una elevada diversidad de paisajes deinidos por montañas con alturas que van desde los 200 hasta los 6500 m s.n.m. y amplios valles interandinos que reciben los aportes de las cuencas de ríos que luyen por sus vertientes. En la actualidad el paisaje andino está representado por cordilleras que corren paralelas en dirección sur-norte, y dependiendo de su conformación puede dividirse en tres regiones: región sur, región centro y región norte (Hungerbühler et al. 2002).

Existen revisiones que incluyen el estudio de los peces de las cuencas andinas (Fowler 1911, Eigenmann 1914, Eigenmann 1918, Eigenmann 1921, Eigenmann 1922, Pearson 1924, Fowler 1940, Fowler 1941, Fowler 1943, Böhlke 1958, Ovchynnyk 1967, Cope 1869, Dahl 1971, Lauzanne y Loubens 1985, Miles 1971, Barriga 1994, Schaefer 2011, Barriga 2012, Jiménez-Prado et al. 2015, Jiménez et al. 2016) y que han servido de referente para el avance en el conocimiento de los peces de la región. En los Andes nor-occidentales existen listados de especies para cuencas especíicas, Magdalena-Cauca (Villa-Navarro et al. 2006, Ortega-Lara et al. 2006a, Maldonado-Ocampo et al. 2008, Jaramillo-Villa et al. 2010, Castellanos-Morales et al. 2011), San Juan y Mira en la vertiente al océano Pacíico (Ortega-Lara et al. 2006b, Maldonado-Ocampo et al. 2012), ríos en el piedemonte orinoquense (Urbano-Bonilla et al. 2009, Urbano-Bonilla y Maldonado-Ocampo 2013), Río Putumayo y sus aluentes en Colombia, Ecuador y Perú (Barriga et al. 2016). En Ecuador se destacan el listado de especies de Barriga (2012) que determina las especies de peces del territorio ecuatoriano, así como la Guía de peces para aguas continentales en la vertiente occidental del Ecuador ( Jiménez-Prado et al. 2015) que revisa las especies que ocurren en la vertiente del océano Pacíico y brinda información de algunos aspectos ecológicos y uso de las especies. En Perú se destaca el listado de especies de los ríos de la Cordillera del Cóndor, aluentes del río Marañón (Ortega 1997, Ortega et al. 2007); en la zona centro de los aluentes Cordillera Azul, río Pachitea (Alverson et al. 2001, Palacios et al. 2008) y en la zona sur de los ríos Urubamba, Inambari y del arco de Fitzcarrald (Ortega et al. 2001, Hidalgo y Quispe 2004, Palacios y Ortega 2009, Carvalho et al. 2011, Albert et al. 2012). En el contexto boliviano, los trabajos de Pearson (1924) y Fowler (1940, 1943) marcaron un hito sobre el conocimiento inicial de los peces en

En los Andes el número de especies de peces cambia a lo largo del gradiente de elevación ( Jaramillo-Villa et al. 2010, JiménezSegura et al. 2013, Carvajal-Quintero et al. 2015, De La Barra et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2016). El mayor número se encuentra en las zonas bajas y el menor en las altas y, aunque el número de especies es menor en las zonas altas, la diversidad beta y el endemismo son mayores en estas elevaciones (CarvajalQuintero et al. 2015, De La Barra et al. 2016). La distribución de la ictiofauna a lo largo de los cauces de ríos andinos está inluenciada por la pendiente longitudinal del cauce, por la temperatura y la velocidad del agua asociadas con la elevación ( Jaramillo-Villa et al. 2010, Carvajal-Quintero et al. 2015, De La Barra et al. 2016) y por la altura de la columna de agua asociada con los ciclos de lluvia ( Jiménez-Segura et al. 2016 en prensa). Estas características físicas de los sistemas acuáticos inducen a la conformación de ensamblajes de especies propios en elevaciones particulares, conigurando una zoniicación en la estructura y un marcado reemplazamiento de especies (Carvajal-Quintero et al. 2015, De La Barra et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2016). Aunque el número de especies está relacionado negativamente con la elevación, este patrón se rompe en algunos rangos de

25

Cauce principal del río Santiago a la altura de Concepción en el noroeste de Ecuador. La cuenca Santiago-Cayapas vierte sus aguas al Océano Pacíico y tiene una alta densidad de peces. Foto: © Pedro Jiménez Prado.

La cuenca del río Beni en Bolivia alberga numerosas especies de peces; muchas de ellas endémicas y amenazadas. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

las cuencas de los ríos Beni y Mamoré, y más tarde Lauzanne y Loubens (1985), Lauzanne et al. (1991), Sarmiento y Barrera (1997), Carvajal-Vallejos y Zeballos-Fernández (2011), y Carvajal-Vallejos et al. (2014a) completaron el panorama para estas mismas cuencas mencionadas y otras como el Abuna, Madera, Orthon, Madre de Dios e Iténez o Guaporé.

de los Andes Centrales. En Bolivia, las áreas que requieren más muestreos son las partes altas de los ríos Kaka, Alto Beni, en la cuenca del río Beni, Grande e Ichilo en la cuenca del río Mamoré y Parapetí en la cuenca del río Iténez.

3.2. Estado de conservación de los peces de agua dulce

Igualmente, existen recopilaciones importantes sobre composición de especies y su autoecología en las cuencas dentro de los tres ramales andinos noroccidentales arriba de los 500 m de altitud (Maldonado-Ocampo et al. 2005) así como en la cuencas del Chocó Biogeográico (Maldonado-Ocampo et al. 2012) y en la vertiente andina hacía el Catatumbo (Galvis et al. 1997). En el Perú destaca la lista de especies de los Andes, con especial referencia a especies registradas a altitudes superiores a los 1000 m de elevación (Ortega 1992) e ictiofauna endémica (Chocano 2005). En Bolivia los trabajos más completos que se conocen son los de Carvajal-Vallejos y Zeballos-Fernández (2011) y Carvajal-Vallejos et al. (2014) para las cuencas principales de la cuenca amazónica boliviana, desde sus partes más altas hasta las porciones más bajas. En Ecuador el listado reciente de especies dulceacuícolas deine la distribución geográica de especies andinas y de las estribaciones de la cordillera (Barriga 2012). En la vertiente del Océano Pacíico Jiménez-Prado et al. (2015) recopilan información del estado de conservación de las especies registradas en las cuencas andinas ecuatorianas y, en la cuenca alta del río Pastaza Rivadeneira et al. (2010) reportan información sobre las especies endémicas y la distribución de especies comunes. A pesar de estos esfuerzos en Ecuador, aún es escasa la información sobre varios aluentes, en particular en sectores arriba de los 1500 m de elevación en las vertientes del río Amazonas y en las cuencas del Pacíico (ríos MiraMataje, Santiago-Cayapas y Esmeraldas). En Perú, se requiere la exploración de las cuencas del río Marañón y Huallaga así como de los ríos de la vertiente del Pacíico y de los lagos altoandinos

De las 666 especies de peces endémicas de la región de los Andes Tropicales evaluadas, 13 se categorizaron como En Peligro Crítico (CR), 28 En Peligro (EN), 33 Vulnerable (VU), 36 Casi Amenazada (NT), 341 Preocupación Menor (LC) y 215 Datos Insuicientes (DD) (Figura 3.1). Estos resultados muestran que el 16.4% del total de especies para las cuales existe información suiciente para evaluar su estado de conservación (i.

Figura 3.1 Número de especies de peces de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales en cada categoría de la Lista Roja.

26

e. excluyendo las categorizadas como DD), están amenazadas (i. e. en las categorías VU, EN o CR), mientras que el 8.0% están Casi Amenazadas (NT) y el 75.6% fueron evaluadas como Preocupación Menor (Figura 3.1). El 32% del total de especies evaluadas fueron consideradas como Datos Insuicientes (i. e. no existe suiciente información disponible para evaluar su riesgo de extinción), resaltando el inadecuado conocimiento de la distribución, hábitats y ecología, población y amenazas de los peces de la región.

Todos los órdenes taxonómicos de la región andina tropical tienen especies dentro de alguna categoría de amenaza; los Siluriformes y Characiformes son los órdenes con mayor número de especies amenazadas con 37 y 18 especies, respectivamente. Las familias con mayor número de especies amenazadas son Loricariidae, Characidae, Rivulidae, Astroblepidae, Trichomycteridae y Heptapteridae (Tabla 3.1). Una lista de todas las especies por orden y familia, incluyendo la categoría asignada se presenta en el Apéndice 2.

Tabla 3.1. Número de especies de peces de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales por Orden y Familia en cada una de las categorías de la Lista Roja. CR: En Peligro Crítico, EN: En Peligro, VU: Vulnerables, NT: Casi Amenazadas, LC: Preocupación menor, DD: Datos Insuicientes. Orden

Familia

DD

LC

RAJIFORMES

POTAMOTRYGONIDAE

CHARACIFORMES

NT

ANOSTOMIDAE

2

7

BRYCONIDAE

2

7

2

2

1

CHARACIDAE

63

110

7

7

3

CRENUCHIDAE

3

6

CURIMATIDAE

1

4

1

1

2 10 14 1

191 9

2

1

8 2

IGUANODECTIDAE

1

1

LEBIASINIDAE

2

9

PARODONTIDAE

1

2

1 1

12 4

1

1

2

2

1

1

ASPREDINIDAE

2

1

3

ASTROBLEPIDAE

24

12

AUCHENIPTERIDAE

2

5

5

4

2

47 7

CALLICHTHYIDAE

12

21

2

CETOPSIDAE

2

4

2

DORADIDAE

1

4

HEPTAPTERIDAE

15

9

1

1

1

3

30

LORICARIIDAE

37

54

4

5

11

2

113

1

1

3

PIMELODIDAE

1

PSEUDOPIMELODIDAE

4

TRICHOMYCTERIDAE

6

22

APTERONOTIDAE

3

7

GYMNOTIDAE

2

HYPOPOMIDAE

1

BATRACHOIDIFORMES

BATRACHOIDIDAE

CYPRINODONTIFORMES

CYPRINODONTIDAE

1

36 8 5

4 4

2

3

1

1 1

1

5 1 2

1

2

POECILIIDAE

6

2

RIVULIDAE

13

8

3

4

1

CICHLIDAE

15

32

1

3

1

1

27

3 8

1

ACHIRIDAE

38 11

1

2

GOBIIDAE PLEURONECTIFORMES

Total

2

TRIPORTHEIDAE

PERCIFORMES

CR

CYNODONTIDAE

SERRASALMIDAE

GYMNOTIFORMES

EN

1

PROCHILODONTIDAE

SILURIFORMES

VU

2

31 52 1 1

3.3 Patrones de riqueza de especies

Huallaga, Aguaytía y Pachitea), Urubamba y Madre de Dios (y los tributarios Inambari y Tambopata) en Perú, las cuencas de los ríos Beni y Mamoré en Bolivia, y las cuencas de los ríos Cayapas, Esmeraldas y Napo en Ecuador (Figura 3.2).

3.3.1 Especies endémicas De las 666 especies de peces de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales, se pudieron generar mapas de distribución coniables para 656 especies. Los análisis de riqueza de especies están basados en las distribuciones por sub-cuencas (usando la capa de HydroBASINS) de estas especies. En función de esto, vemos que la mayor concentración de especies de peces se da en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia, particularmente en las partes altas y medias de estos ríos, incluyendo algunos de sus tributarios (Nechí, Sogamoso, La Miel, Porce, Opón y La Vieja) y el altiplano de la Sabana de Bogotá, además del río Dagua en la vertiente Pacíica (Figura 3.2). Le siguen las cuencas de los ríos Ucayali (y sus tributarios

El patrón de riqueza de especies endémicas varía cuando se evalúa a nivel de cuencas (tal como fueron deinidas en la igura 2.2 del capítulo 2). La región con mayor número de especies endémicas es la vertiente andina amazónica, en particular las cuencas de los ríos Ucayali y Amazonas en Perú. Siguiendo el orden de magnitud, se encuentran las cuencas alta y media de los ríos Magdalena y Cauca y, la cuenca del río Atrato, en Colombia. En Ecuador, la cuenca con mayor número de especies evaluadas es la del río Napo y en Bolivia la del río Mamoré (Figura 3.3). Sin embargo, cabe resaltar que estas cuencas tienen tamaños muy dispares y esta diferencia en área inluencia los patrones a esta escala.

Figura 3.2 Patrón de riqueza de especies endémicas de peces de agua dulce (número de especies por sub-cuenca) en los Andes Tropicales.

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Figura 3.3 Patrón de riqueza de especies endémicas de peces de agua dulce (número de especies por cuenca) en los Andes Tropicales.

Ejemplos de especies con distribuciones restringidas se dan en los géneros Anablepsoides, Ancistrus, Apistogramma, Astroblepus, Bryconamericus, Corydoras, Hemibrycon, Hyphessobrycon y Trichomycterus, entre otros.

3.3.2 Especies con distribuciones restringidas Para distinguir entre las sub-cuencas que albergan un gran número de especies con distribuciones amplias de las que albergan especies con distribuciones restringidas, se usó el análisis de endemismo ponderado corregido (ver Capítulo 2 para una explicación de su cálculo). Este índice le da importancia a las especies con distribuciones restringidas y las pondera por la riqueza de especies en cada sub-cuenca. En función de esto, se observa que los índices altos de endemismo ponderado por riqueza se presentan en la parte alta de la cuenca del río Iténez en Bolivia, en las partes altas de los ríos Pachitea, Huallaga y Marañón y en los ríos Nanay e Itaya en Perú, en la cuenca del río Santiago y las partes altas de los ríos Napo y Pastaza en Ecuador y en las cuencas de los ríos Putumayo, Caquetá, Mira, bajo Patía, Baudó y Sogamoso en Colombia (Figura 3.4).

3.3.3 Especies amenazadas El mayor número de especies amenazadas se observa en la región noroccidental, en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, en particular los sectores medios y altos, también en las cuencas del río Atrato (región Caribe) y San Juan y Patía (región Pacíica) de Colombia y en la cuenca del río Esmeraldas (región Pacíica) de Ecuador (Figura 3.5). Para la región central de los Andes, las cuencas de los ríos Marañón, Amazonas, Huallaga, Ucayali y Madre de Dios en Perú, y Madre de Dios, Mamoré, Beni e Iténez en Bolivia presentan entre una y cuatro especies bajo amenaza.

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Figura 3.4 Distribución de endemismo ponderado corregido de peces de agua dulce en los Andes Tropicales.

El río Lebrija en Santander (Colombia) es un importante aluente de la cuenca media del río Magdalena. Foto: © Lina Mesa.

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Se resalta que el sector alto del río Ucayali presenta la mayor riqueza, entre seis y siete especies amenazadas. En la región del alto Amazonas colombiano y ecuatoriano no se identiicaron especies andinas dentro de alguna categoría de amenaza.

De las especies categorizadas En Peligro Crítico (CR), algunas son trasandinas como Pimelodus grosskopii que se distribuye en las cuencas de los ríos Sinú, Magdalena y Cauca (vertiente Caribe) y Sturisomatichthys renatum y Astroblepus ubidiai en los ríos de la vertiente Pacíico (ríos Mira y Cayapas) de Ecuador. Ocho especies se localizan en las cuencas altas de la vertiente amazónica de los Andes. Dentro de esta región Aphyolebias claudiae, Knodus shinahota y Phreatobius sanguijuela se distribuyen en el Amazonas boliviano (ríos Mamoré e Iténez) y, en la región de la Amazonia peruana, Anablepsoides speciosus, Aposturisoma myriodon, Astroblepus formosus, Nannostomus mortenthaleri y Rhamdella montana.

La marcada diferencia en el porcentaje de especies amenazadas en Colombia respecto a las cuencas de otros países, puede deberse a dos condiciones: a) la ictiofauna es la mejor conocida de la región y b) en la región andina de Colombia se concentra la mayor parte de la población humana, en territorios ocupados históricamente y las diferentes actividades de este poblamiento, principalmente la deforestación y contaminación deben haber contribuido fuertemente al deterioro de los sistemas acuáticos presentes, provocando fuertes amenazas a la conservación de las especies.

La etiqueta “Posiblemente Extinta” se usa para identiicar aquellas especies en la categoría En Peligro Crítico que podrían

Figura 3.5 Patrón de riqueza de especies amenazadas de peces de agua dulce (número de especies por sub-cuenca) en los Andes Tropicales.

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Orestias polonorum (EN) es conocida solamente de dos lagos en los Andes peruanos entre 4000 y 4200 m s.n.m. Foto: © Mikael Lundberg.

Brycon alburnus, especie Casi Amenazada (NT) endémica de la vertiente occidental de Ecuador. Foto: © Ronald Navarrete.

El bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum) es una de la especies amenazadas (EN) por la sobrepesca en la cuenca del Magdalena en Colombia. Foto: © Luz Fernanda Jiménez-Segura.

Pez graso de la Laguna de Tota (Rhizosomichthys totae). Esta especie no ha sido colectada desde 1958, por lo que se cree que podría estar extinta. Foto: © Colección de peces Instituto de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Colombia.

estar extintas, pero que es necesario conirmar su extinción (i. e. se necesitan muestreos exhaustivos en el área de su distribución, en el hábitat adecuado y durante las horas/temporadas adecuadas). En la región de los Andes noroccidentales se considera como Posiblemente Extinto al pez graso de Tota (Rhizosomichthys totae), especie conocida únicamente en el Lago de Tota en los Andes de Colombia (a 3000 m de altitud, con sólo dos registros comprobados: colectada y descrita en 1942, y un ejemplar capturado en 1958 y depositado en el ICN). Aunque en 1999 se hizo una búsqueda de la especie en el lago sin resultados positivos (Mojica et al. 2012a), por comentarios de habitantes de la zona existen sospechas de que aún podría habitar en las profundidades de este lago.

Las especies categorizadas En Peligro (EN) se concentran principalmente en la Amazonia, particularmente en la región peruana y boliviana: Ancistrus marcapatae, Chaetostoma changae, C. daidalmatos, C. loborhynchos, C. stroumpoulos, Oligosarcus schindleri, Otocinclus cocama, Orestias gymnota, O. polonorum, Panaqolus albivermis, Potamotrygon tigrina, Trichomycterus taeniops y T. weyrauchi; en la Amazonia ecuatoriana y colombiana no se registran especies dentro de ésta categoría de amenaza. En las cuencas del Caribe en la región norte de los Andes, se incluyeron en esta categoría ocho especies: Ancistrus tolima, A. vericaucanus, Austrofundulus myersi, Brycon labiatus, Creagrutus nigrostigmatus, Gymnotus ardilai, Parodon alfonsoi y Pseudoplatystoma magdaleniatum. Para la vertiente del

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Océano Pacíico siete especies: Astyanax daguae, Chaetostoma lepturum, C. palmeri, Cichlasoma gephyrum, Imparinis spurrellii, Pseudocurimata patiae y Trichomycterus unicolor.

cinilabra, Astroblepus latidens, A. supramollis, Attonitus bounites, Chaetostoma branickii, C. marmorescens, Hyphessobrycon nigricinctus, Knodus longus, Spectrolebias pilleti y Tahuantinsuyoa chipi. El bocachico (Prochilodus magdalenae) no fue evaluado en este reporte, pero en el Libro Rojo de los Peces de Colombia igura como Vulnerable (Mojica et al. 2012).

Como especies Vulnerables (VU) se categorizaron: Andinoacara biseriatus, Brycon fowleri, B. moorei, Bryconamericus tolimae, Cynopotamus atratoensis, Ichthyoelephas longirostris, Leporinus muyscorum, Hypostomus wilsoni, Genycharax tarpon, Pimelodella macrocephala y Trichomycterus transandianus en las cuencas del Caribe. En la vertiente Pacíico diez especies: Andinoacara biseriatus, Apteronotus spurrellii, Astroblepus heterodon, A. ventralis, Genycharax tarpon, Gymnotus henni, Hypostomus annectens, Pseudochalceus longianalis y Trichomycterus regani. En la vertiente andina del Amazonas, 17 especies se asignaron a ésta categoría: Anablepsoides lineasoppilatae, A. parlettei, Ancistrus bolivianus, Aphyolebias obliquus, Apistogramma

3.3.4 Especies con Datos Insuicientes Las especies con Datos Insuicientes (DD) en general corresponden a especies raras dentro de la ictiofauna, es decir, con baja frecuencia de captura, que habitan en cuencas poco exploradas, o que han sido recientemente descritas. Esto hace que sean especies con información limitada sobre su distribución, ecología, tendencia poblacional y las amenazas que podrían estar experimentando. El número de especies con Datos Insuicientes

Figura 3.6 Patrón de riqueza de especies de peces de agua dulce con Datos Insuicientes (número de especies por sub-cuenca) en los Andes Tropicales.

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representa cerca de un tercio del número de especies endémicas aquí analizadas. En Colombia, la mayor cantidad de especies con Datos Insuicientes se encontraron en las cuencas de la vertiente del Pacíico, los ríos Mira, Patía, Anchicayá, Dagua, Baudó, Juradó y San Juan; y en la vertiente Caribe, la cuenca alta del Sinú, Ranchería, ríos de la Sierra Nevada de Santa Marta, cuenca del río Atrato, así como la cuenca media del río Cauca y Magdalena, en particular en los ríos La Miel y Sogamoso.

se desarrollan alrededor de economías basadas en ganaderías extensivas y la agricultura, la extracción de minerales sin regulaciones o estudios técnicos apropiados de su compatibilidad ambiental, la generación de energía hidroeléctrica, así como el uso de los peces como recurso proteico (incluyendo el cultivo de especies introducidas), son las principales fuentes de amenaza a la conservación de la ictiofauna andina tropical (Galvis y Mojica 2007, Jiménez-Segura et al. 2016).

En la vertiente amazónica, existe poca información (o está incompleta) de aquellas especies presentes en las cuencas altas de los ríos Caquetá, Morona, Pastaza, Santiago, Napo, Guayas y drenajes menores de la vertiente Pacíico, Marañón, Huallaga, Ucayalí, Urubamba, Orthon, Beni y Mamoré. La mayor concentración de especies con Datos Insuicientes se encuentra en la cuenca alta de los ríos San Juan, Atrato, Caquetá, cuenca alta de Ucayali, Beni, Iténez y Mamoré y río La Miel (cuenca media del Magdalena) (Figura 3.6).

En función de la evaluación de la Lista Roja de las 666 especies de peces endémicos de los Andes Tropicales, se encontró que la contaminación es el principal factor de amenaza, afectando al 55.4% de las especies amenazadas y Casi Amenazadas (NT) (Figura 3.7). Los otros factores importantes de amenaza para los peces de agua dulce son la agricultura y acuicultura, modiicaciones de los sistemas naturales y uso de los recursos biológicos (cada uno con 28%) y producción de energía y minería (26%).

Casi un tercio del total de especies analizadas no tienen datos suicientes para deinir su categoría de amenaza. La ausencia de información es más evidente dentro del grupo de los Batrachoidiformes y Pleuronectiformes (100% de las especies sin información), Cyprinodontiformes (45%), Siluriformes (34% de las especies) y Characiformes (29%). Cerca del 75% de las especies de la familia Poeciliidae no tienen información, así como tampoco el 67% de las especies de Aspredinidae y el 50% de las especies de Astroblepidae y Heptapteridae (Tabla 3.1).

3.4.1 Agricultura y acuicultura Agricultura. El desarrollo de la industria agropecuaria conlleva deforestación, cambio en la estructura y en las características físico-químicas del suelo, aporte por escorrentía de agroquímicos y pesticidas a los cuerpos de agua, reducción en el caudal debido a captación para distritos de riego y, a la pérdida de lagos dentro del plano lateral por desecación y relleno. En Ecuador, el uso principal del agua de los ríos está dirigida hacía el riego de cultivos. Se estima que más del 80% de las captaciones del agua en Ecuador tienen esta inalidad (Anderson et al. 2011) así que muchos ríos andinos en Ecuador dejan de luir durante periodos de lluvias escasas (Buytaert et al. 2006). En Colombia, se estima que el sector agrícola usa el 46.6% del volumen total de agua que se utiliza en el país, el sector pecuario 8.5 %, para generación de energía 21.5%, para uso doméstico 8.3%, en la industria 5.9% y 4.6% con ines acuícolas (IDEAM 2014). Además, en ciertas regiones de Colombia, los extensos cultivos de palma africana (Elaeis guineensis) y de plátano (Musa paradisiaca) vienen desviando buena parte del caudal de los ríos León (cuenca del río Atrato), San Jorge y Cesar para regar

3.4 Principales amenazas para los peces de agua dulce Las poblaciones humanas en los Andes han aprovechado los ríos para satisfacer las demandas de agua y energía. Históricamente el impacto humano ha sido más fuerte en las zonas más altas, sin embargo un aumento en la colonización de áreas más bajas (500-2500 m s.n.m.) ha extendido la inluencia humana sobre los ecosistemas acuáticos (Anderson et al. 2011). En general, la deforestación, contaminación y las demás actividades que

Figura 3.7 Principales factores de amenaza que afectan a las especies de peces de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) endémicas de los Andes Tropicales.

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En las zonas norte y sur de Perú se desarrolla una agroindustria importante, los cultivos son productos de exportación que requieren de grandes cantidades de agua (como por ejemplo los espárragos en Ica y el arroz en todo el norte peruano) y son en parte los responsables de la drástica reducción del nivel freático de los ríos más importantes en el sur y de la salinización de los suelos en el norte. En el caso de las zonas agrícolas que en su mayoría se encuentran en la macro-región norte, la extracción se realiza a través de la construcción de canales de derivación de los lujos supericiales, desviando un gran porcentaje del caudal hacia los diferentes cultivos (Proyecto Olmos, trasvase del río Huancabamba, tributario del río Marañón; Banco Central de Reserva del Perú 2013). Las empresas extractivas e industriales emplean camiones cisterna que cargan con el agua del río a los centros de operación o bombean el agua directamente del río; así mismo, algunos proyectos mineros utilizan aguas subterráneas para sus operaciones, mientras que otras complementan su abastecimiento mediante la extracción de aguas subterráneas desde el subsuelo local (Tovar et al. 2006). Las cuencas de los ríos Madre de Dios y de la costa norte de Lima son de las que se extrae la mayor cantidad de agua para las actividades agrícolas.

Contaminación de cauce por desechos urbanos e industriales en aluente del río Bogotá. Foto: © José Iván Mojica. sus suelos. Adicionalmente, éstos agricultores y los ganaderos han secado extensas áreas de ciénagas en las zonas inundables en las cuencas de los ríos Magdalena-Cauca, Cesar y San Jorge para ganar terreno para sus cultivos y animales.

Las ciénagas en las zonas inundables de las cuencas que drenan al Caribe colombiano suelen ser desecadas para agricultura y ganadería. Foto: © Luz Fernanda Jiménez-Segura.

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Deforestación para agricultura y sedimentación en la región de Natagaima, en la cuenca alta del río Magdalena, Colombia. Las actividades agrícolas en las cercanías del río producen sedimentación por erosión y también contaminación con agroquímicos. Foto: © José Iván Mojica.

Acuicultura. La presión pesquera en interacción con las varias otras amenazas previamente descritas ha llevado a que los “stocks” pesqueros de especies endémicas del Neotrópico sean cada vez menores y a que la sociedad busque en la cría de peces una alternativa para suplir sus necesidades de proteína y de ingresos económicos. Sin embargo, la escasa inversión de los Estados en investigaciones dirigidas a construir paquetes de producción de éstas especies, ha conllevado al uso de especies foráneas como base de la piscicultura regional. En los años 50 del siglo pasado se dio comienzo al cultivo de ciprínidos provenientes del Asia en particular de la carpa (Cyprinus carpio), luego se promocionó el cultivo de salmónidos norteamericanos (Oncorhynchus mykiss, Salmo gairdneri), desde hace unas cuatro décadas ingresaron cíclidos africanos (Tilapias) de los géneros Coptodon y Oreochromis y, otro recientemente traído a Colombia desde el Asia, el silúrido carnívoro conocido como Basa (Pangasius spp).

los últimos 20 años. Adicionalmente, es la especie por excelencia en la pesquería artesanal que se desarrolla en buena parte de los embalses colombianos por debajo de los 1000 m de elevación ( Jiménez-Segura et al. 2011). Los cultivos intensivos de estas especies bien sea en estanques en tierra o dentro de los embalses provocan cambios en la calidad del agua debido a los aportes de fósforo y nitrógeno que son liberados en la descomposición de aquella comida (concentrado) que no fue consumida por los peces coninados. Estas nuevas condiciones ocasionan escenarios de hipereutroia y crecimientos masivos de algas que pueden ocasionar reducción en la concentración de oxígeno y la proliferación de hongos y bacterias que afectan la epidermis de los peces. 3.4.2 Cambio climático y clima severo La modiicación en la distribución de la temperatura en el planeta resultado de diversos factores de origen antrópico (acumulación de gases con efecto invernadero, perforación de la capa de ozono), ha llevado a que se modiique la distribución de las lluvias en el tiempo y en el espacio. Cambios en la distribución de lluvias hacen particularmente vulnerables a los sistemas andinos tropicales dado que en ellos la temporalidad de las lluvias inluye fuertemente en el caudal y en el régimen de lujo de los ríos (Vuille 2013). Pero no solo es el cambio en la distribución de las lluvias debido a la modiicación en la distribución de la

Actualmente la tilapia (Coptodon rendalli) y la trucha (Oncorhynchus mykiss) son las especies con mayor producción en los países andinos; la producción de Tilapia ha logrado que Colombia y Ecuador se encuentren entre los principales productores a nivel mundial (FAOSTAT; http://faostat3.fao. org). En Colombia el cultivo en cautiverio de ésta especie ha ocupado extensas áreas de tierra y de agua dentro de los embalses (ej. el embalse de Betania reportó una productividad de cerca de 50 000 t/año) llevando a que la producción se haya triplicado en

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temperatura lo que genera afectaciones, es la interacción con las otras múltiples modiicaciones que se hacen directamente en las cuencas (deforestación, gases liberados por las extensas áreas de los embalses, entre otras), las que generan que ciclos como el ENSO (Ciclo del Niño) sean más intensos y tengan mayores repercusiones en la biota acuática y, en la población humana que depende de ella y que habita en áreas ribereñas.

de incubación de embriones, oferta de alimento y condiciones de hábitat para larvas, juveniles y adultos) se modiiquen generando cambios en el reclutamiento de las poblaciones. Las condiciones asociadas con la reducción en el caudal también hacen que los peces migratorios sean más vulnerables a la extracción por pesca debido a que los métodos se hacen más efectivos.

En el norte de los Andes se consideran vulnerables a las condiciones generadas por el cambio climático global, a las cuencas de la vertiente al Océano Pacíico y al mar Caribe así como también la mayoría de las cuencas de la vertiente amazónica, con excepción de las de los ríos Pastaza, Napo, Morona, Parapetí, Yata, Orthon y Acre, por el estado de conservación de sus bosques. En la Amazonia andina, la vulnerabilidad se asocia con la predicción de mayores precipitaciones en lapsos menores de tiempo; esto puede generar fuertes crecientes en tiempos de transito cortos y potenciar procesos erosivos (Fundación Bustamante De La Fuente 2010).

Los ecosistemas montañosos arriba de los 1000 m de altitud son particularmente frágiles al cambio climático. Sus suelos son los receptores y acumuladores de agua. Dentro de estas zonas se encuentran los humedales, lagos y lagunas que son las nacientes de los principales ríos (Maldonado et al. 2011). La ictiofauna “de montaña”, presenta adaptaciones para resistir condiciones extremas como bajas temperaturas, fuerte velocidad del agua, pendiente pronunciada, baja productividad ( Jaramillo-Villa et al. 2010), pero no está preparada para la reducción drástica del volumen de agua y a un posible aislamiento de sectores de los cauces debido a la reducción del lujo de agua. En estas regiones se encuentra el mayor número de endemismos de las diferentes cuencas hidrográicas a las que pertenecen. Las especies de los géneros Astroblepus, Orestias y Trichomycterus reúnen la mayoría de las especies registradas por encima de los 1000 m s.n.m. (Chocano et al. 2011, Ortega et al. 2012), por lo tanto, serían vulnerables al cambio climático.

En las zonas bajas de los Andes (altitudes menores a 1000 m) la reducción en el caudal durante las fuertes temporadas secas y el cambio en su régimen hace que los tiempos requeridos para que las poblaciones de las especies de peces se renueven (temporalidad en las migraciones, estímulo al desove, tiempo

Laguna a más de 3000 m s.n.m. con frailejones y vista del Paramillo de Santa Rosa en Colombia. Estas lagunas de altura son muy vulnerables al cambio climático. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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El retroceso de los glaciares debido a la elevación de la temperatura global puede afectar directamente la composición de especies de los ecosistemas acuáticos debido a cambios en el suministro de agua. Así sucede, por ejemplo, con los humedales que dependen y se alimentan directamente del agua procedente del deshielo de glaciares (p. ej. los bofedales en el Perú). Las especies acuáticas adaptadas a estas condiciones son extremadamente vulnerables a la extinción ya que, a diferencia de las especies terrestres, su distribución altitudinal no les permite desplazarse a mayores altitudes en busca de un hábitat de corriente glaciar inexistente, lo que hace a las especies que habitan este tipo de hábitats especialmente vulnerables a los efectos del cambio climático.

intensiva (Mariano et al. 2010) y pesticidas usados para el control de plagas en cultivos agrícolas así como en fumigaciones aéreas de glifosato para reducir los cultivos de coca. Estos ingresan a los cuerpos de agua por escorrentía. Otros eventos que aportan a esta contaminación son los derrames de combustibles (gasolina y petróleo) que se suceden a lo largo de la red de transporte. Los cambios en la calidad del agua que son generados por algunas de estas causas o por la interacción de todas, generan cambios importantes en la proporción de sales (nitratos, fosfatos) y en el balance ácido-alcalino, que generan procesos de óxido-reducción que consumen el oxígeno disuelto en el agua, causando condiciones de anoxia (Dourojeanni 1992, McClain et al. 2001, Mariano et al. 2010). La presencia de xenobióticos (hidrocarburos, mercurio, arsénico, compuestos de pesticidas y herbicidas) dentro del agua afectan a su vez, la tasa respiratoria de los peces, y en el caso de algunos compuestos que no pueden ser degradados, se depositan en el tejido provocando bioacumulación y bioconcentración (en los organismos) y biomagniicación (en la red tróica), con efectos importantes en las condiciones de salud de los peces y inalmente de la población humana que los consume (Palacio 2007, Barry et al. 2007).

3.4.3 Contaminación Las condiciones de la masa de agua en términos de sus características químicas y físicas son frecuentemente modiicadas por la descarga de vertimientos residuales sin tratamiento previo, provenientes de diversas industrias (incluyendo la minería legal e ilegal), del procesamiento de coca (Dourojeanni 1992), descargas domésticas (residuos orgánicos) de las ciudades y poblados (McClain et al. 2001), contaminación por piscicultura

Contaminación por minería y desechos en río andino de Bolivia. Foto: © Mabel Maldonado.

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Debido a que buena parte de la población humana se ha asentado sobre la cordillera andina y sus actividades económicas las realiza allí, son pocas las cuencas andinas ajenas a estas fuentes de contaminación. Sobre la vertiente amazónica en Bolivia, las cuencas de Parapeti, Yata, Orthon, Mamoré, Iténez y Acre tienen pocas amenazas a la calidad de agua, en particular por vertimientos de algún tipo. En las otras cuencas andinas se observan varias fuentes de amenaza a la calidad del agua. La contaminación por derrames de hidrocarburos, lavado de pesticidas y liberación de xenobióticos es común en ríos andinos en la vertiente amazónica del Perú (Pastaza, Apurímac, Marañón, Napo, Morona, Urubamba y Madre de Dios) (Tapia 2008, Ashe 2012, Asner et al. 2013, Roach et al. 2013, Rodbell et al. 2014), en la región norte (ríos Catatumbo, Cesar, Cauca, Magdalena), en los ríos Mira y Dagua en la vertiente colombiana al Pacíico, y en los ríos Santiago-Cayapas y Esmeraldas en el Ecuador. Los residuos vertidos a pequeños cuerpos de agua luego del procesamiento de la coca afecta todas las cuencas a lo largo de los Andes colombianos (exceptuando los ríos Cesar y Ranchería) y peruanos, especialmente en los valles de los ríos Apurímac, Ene, Mantaro y Pachitea (Dourojeanni 1992); así como aluentes del río Huallaga, en especial, el río Monzón (cercano a la ciudad de Tingo María). Los vertimientos orgánicos afectan todas aquellas cuencas andinas que tienen desarrollo de centros poblados del norte de los Andes, de la Amazonia ecuatoriana y peruana.

encauzar el río y esto repercutir en el ingreso de larvas de especies migratorias durante las temporadas de crecidas. 3.4.5 Desarrollo residencial y comercial El crecimiento de la población y su concentración en urbes es evidente en la región andina. La construcción de vivienda urbana ha venido en aumento y está asociada al crecimiento de la población. La deforestación, la cobertura del suelo con asfalto y el uso de los cauces de los ríos como redes de drenaje de desechos, son las principales consecuencias del crecimiento de las ciudades sobre los sistemas acuáticos naturales y de su biota asociada. La deforestación y las capas de asfalto reducen la capacidad del suelo para retener el agua precipitada durante las lluvias, lo que repercute en mayor escorrentía y menor recarga de acuíferos. En Colombia, las dos principales ciudades (Bogotá y Medellín) reúnen el 36% de la población colombiana. Éstas ciudades se encuentran arriba de los 1000 m y su expansión se ha dado hacía las laderas de cadenas montañosas irrumpiendo sobre pequeños cursos de agua y humedales, fundamentales para la conservación de pequeñas especies de peces (Astroblepus spp, Chaestostoma spp, Trichomycterus spp, Grundulus bogotensis) endémicos de la región. La protección de estos ambientes corresponde a las autoridades locales y regionales (CAR, Corporaciones Autónomas Regionales), pero ha sido deiciente y los constructores avanzan sin control. En territorio peruano, se deriva agua de las zonas de las cabeceras (lagos y lagunas) y de las cuencas altas de los ríos considerados en este análisis (algunos de los cuales son represados). La totalidad de las aguas de desagüe de la región costera peruana no son reutilizadas, sólo en algunos sectores cuentan con tratamientos antes de desembocar en el mar. La extracción de agua se realiza de manera importante en las cuencas de los ríos Madre de Dios y de la costa norte de Lima, donde también ocurre la construcción de diques y reservorios de captación de agua.

3.4.4 Corredores de transporte y servicios La construcción de vías de transporte terrestre o la adecuación de vías luviales para promover transporte de carga irrumpe en la conformación del sustrato de los cauces de ríos y quebradas, en el balance hidrológico del cauce con su plano lateral y en algunos casos, en el aislamiento de los sistemas debido a la construcción de diques que interrumpen el continuo. Adicionalmente, en los países andinos, el desarrollo de la industria (petróleo, carbón, energía eléctrica), ha inluido en la construcción de vías de transporte terrestre, abriendo camino a procesos de colonización, deforestación y modiicación de sistemas acuáticos.

3.4.6 Especies invasoras, genes y enfermedades La amenaza de las especies introducidas para la piscicultura en los países andinos no está en que estas especies se hayan convertido en base de la alimentación humana, sino en que cada vez es más recurrente su presencia en los sistemas naturales debido a escapes de las estaciones de piscicultura, provocando desequilibrio en la red tróica de los ambientes acuáticos.

En Colombia, la Ciénaga Grande de Santa Marta, declarada en 1977 como Santuario de Flora y Fauna dentro del Sistema de Parques Nacionales y como sitio Ramsar en 1998, ha sido afectada por la construcción de la Troncal del Caribe en 1974. Esta vía interrumpió el lujo Ciénaga Grande de Santa Marta con el mar Caribe eliminando la población de manglares presente en este sector y de paso su función como área de cría para la biota acuática. Recientemente, el gobierno busca ampliar esta vía, incrementando la afectación sobre el sistema. Actualmente en Colombia se vienen desarrollando obras y dragados para habilitar cerca de 500 km del cauce principal del río Magdalena entre la ciudad de Barrancabermeja y Puerto Salgar para la navegación de grandes embarcaciones para el transporte de carga. Aun no se ha deinido el impacto de estas obras de profundización del canal pero es factible que la relación hidrológica río-lagos del plano lateral pueda verse modiicada por algunas de las actividades para

Las malas prácticas de manejo por parte de los piscicultores han llevado a su presencia en los sistemas naturales y en algunos casos a la dispersión de organismos que generan enfermedades en los peces nativos (Castro et al. 2014). La invasión de la trucha es un ejemplo de como una especie carnívora puede ser una amenaza real a la ictiofauna por depredación directa o indirecta. El hábitat de la trucha son aquellos ríos por encima de los 1200 m de elevación. En estos sistemas, la trucha tiene como fuente de alimento a individuos de peces endémicos (p. ej. géneros Trychomycterus y Astroblepus, y la especie Grundulus bogotensis),

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así como también a la fuente de alimento para estos peces (i. e. invertebrados acuáticos). Recientemente ejemplares del pez carnívoro Basa (Pangasius pangasius), nativo de India, Myanmar, Bangladesh y Pakistán, han sido capturados por pescadores en la cuenca del río Magdalena. Las especies de Coptodon, nativas de África, son particularmente abundantes en los embalses del trópico andino, y vienen presentando una afección bacteriana conocida como estreptococosis, que no sólo genera elevadas mortalidades de ejemplares de tilapia sino también dermatitis en las personas que están en contacto con ejemplares enfermos dentro de las piscícolas. Aún no hay evidencias de la afectación de ésta bacteria en las especies nativas.

a través de su agencia para la Pesca (Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca) decidió declarar a Coptodon rendalli, Oreochromis niloticus y Onchorhynchus mykiss como especies “domésticas” y promociona su cultivo en embalses y lagos de inundación. Esto se contrapone con la política nacional para la conservación de la diversidad biológica y para el manejo de las especies introducidas deinidas por el Ministerio del Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible y sus institutos asociados. En Bolivia, la introducción de Colossoma macropomum (proveniente de piscicultura de Brasil), Poecilia reticulata, Brachyplatystoma juruense, Arapaima gigas, Cichla spp y Semaprochilodus sp. en las tierras bajas de la cuenca amazónica, son una amenaza a la conservación de la ictiofauna nativa. De manera similar, en la porción andina de la cuenca amazónica boliviana, la presencia de las truchas (Onchorhynchus mykiss, Salmo trutta), la carpa común (Cyprinus carpio) y el pejerrey (Odonthestes bonariensis), representan una amenaza a las poblaciones de especies del género Orestias y a Oligosarcus schindleri (Van Damme et al. 2009; Carvajal-Vallejos et al. 2009; Carvajal-Vallejos et al. 2014b).

No solo las especies provenientes de África, Asia y Europa han sido importantes en la piscicultura de los países andinos. Existen otras especies amazónicas y de la Orinoquia como la cachama negra (Colossoma macropomum) y la cachama blanca (Piaractus brachypomus), que han sido trasplantadas a otras cuencas y ya se encuentran dentro de las capturas de pescadores en los ríos Atrato, Magdalena-Cauca y San Jorge, debido a escapes de ejemplares provenientes de pisciculturas. La presencia de especies foráneas invasoras en los sistemas naturales no se ha originado únicamente en el interés como recurso proteínico, la acuarioilia, el control biológico y la pesca deportiva han sido también importantes. Es por esto que no es extraño encontrar dentro de las capturas de monitoreos ictiofaunísticos o, dentro de las mismas capturas de los pescadores, ejemplares del guppy (Poecilia reticulata), pejerrey argentino (Odontesthes bonariensis), tucunare o pavón Cichla spp y de mojarra barbona (Trichogaster pectoralis). La presencia de estas especies ornamentales es recurrente en todas las cuencas andinas tropicales; aunque aún no se registran estas especies en las cuencas de los ríos Parapetí, Acre, Orthon, Iténez, Morona, Napo, Santiago, Putumayo, Caquetá, San Juan, Ranchería, Sinú, Catatumbo, San Jorge y Cesar, es posible que ejemplares de éstas especies ya se encuentren dentro de éstos sistemas.

Los repoblamientos con especies nativas promovidos por la autoridad ambiental en los países andinos para compensar impactos generados por los embalses que generan energía eléctrica son fuente de preocupación debido a las prácticas asociadas con la endogamia (el entrecruzamiento de padres con hijos) y al origen geográico de los parentales usados para producir los juveniles. La reducción en la variabilidad génica, producto del cruzamiento de padres con hijos (endogamia), potencia la generación de juveniles homocigotos en los que pueden hacerse evidente rasgos recesivos o deterioros genéticos. Los repoblamientos con ejemplares de bocachico (Prochilodus magdalenae) realizados en la cuenca del río Magdalena a inales del siglo pasado con juveniles obtenidos de parentales provenientes de la población del río Sinú y viceversa, son una fuente de contaminación genética (introgresión génica debido a hibridización) que puede estar conformando una subpoblación de la especie dentro de la cuenca (Lamprea et al. 2004).

Si bien existen varios documentos que deinen la presencia y distribución de las especies introducidas (exóticas y/o trasplantadas) en la región andina (Ortega et al. 2007, Van Damme et al. 2009, Carvajal-Vallejos et al. 2009, Gutiérrez et al. 2012), no hay evidencias contundentes de la inluencia que tienen sobre el estado de conservación de las especies nativas, salvo que, la presencia de algunas de estas especies se asocia con la reducción en las poblaciones de ciertas especies nativas (Caraballo 2009). Es posible que las estrategias de vida (cuidadoras de prole, dieta detritívora y carnívora, formadoras de nido) de muchas de estas especies foráneas les permitan colonizar eicientemente sistemas lacustres como lagos y embalses, pudiendo llegar a competir por fuentes de alimento o también por hábitat para la reproducción.

3.4.7 Modiicación en los sistemas naturales Las cuencas andinas tropicales tienen varias afectaciones a la conectividad longitudinal, lateral y vertical en la red hídrica. El incremento en la carga de sedimentos en el agua, la remoción del sustrato en los cauces, la reducción en el volumen de agua, el encauzamiento de quebradas y ríos, y la fragmentación del continuo por instalación de diques y presas son resultado de la construcción de vías luviales y terrestres, de la extracción de minerales preciosos, de la tala del bosque, de la ampliación de la frontera agropecuaria y la generación de energía eléctrica. Estas afectaciones modiican la estructura y conexión de los sistemas acuáticos dentro de la red hídrica ocasionando el aislamiento de las poblaciones de especies de peces e interrumpiendo el lujo génico, así como también las condiciones para la oferta de alimento, para el desove y el desarrollo de larvas y juveniles.

En Colombia, durante la década pasada, se construyó una normativa interesante para el control y manejo de éstas especies; sin embargo, a inales del año 2015, el Ministerio de Agricultura

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La modiicación de las condiciones de las redes hidrográicas tiene importantes repercusiones en el reclutamiento de las poblaciones de especies de peces y en todas las cuencas andinas tropicales la conservación de la red hidrológica está amenazada. Una de las evidencias más conspicuas es la reducción en la captura de los pescadores de la cuenca del río Magdalena-Cauca. Las especies reclutadas en la pesca en esta cuenca son migratorias y, bajo condiciones hidrológicas particulares, estos individuos utilizan cada uno de los diferentes nodos dentro de la red (lagunas, caños de conexión, cauces principales y cauces de tributarios) para la migración, la maduración de gónadas, el desove, la incubación de embriones y la sobrevivencia de la prole. Si estos nodos pierden su conexión y sus características se afectan, la red que garantiza el reclutamiento de las poblaciones se debilita. Las cuencas dentro de la vertiente amazónica en la región de Bolivia son las que menor afectación tienen. Allí, aunque el área de los lagos dentro del plano lateral inundable se ha reducido, la red permanece conectada (salvo en el río Mamoré) y la estructura de los nodos se mantiene.

de aguas continentales, ya que conducen a impactos ecológicos y sociales negativos severos, tanto aguas arriba como aguas abajo de la ubicación de cada represamiento. Dependiendo del tiempo de vida y de la dimensión de cada proyecto, se convierten en una amenaza, tanto para el ecosistema terrestre como para el acuático, y por ende para las poblaciones de peces del río y la cuenca, ya que generan modiicaciones diversas de los hábitats físicos y químicos, produciendo a su vez cambios en las comunidades biológicas existentes y en el funcionamiento ecológico de los ríos, llevando incluso a la desaparición de especies sensibles y perjuicios para las poblaciones humanas (Aguilera y Pouilly 2012). El encauzamiento de los ríos no es una práctica común en los Andes, sin embargo, se observa en las cuencas de los ríos Magdalena, Cauca, y en todas las cuencas dentro de la región amazónica del Perú (excepto los ríos Morona, Napo/Coca). En Colombia, hay sectores de los ríos que han sido encauzados (cuenca alta del río Porce, río Bogotá, río Cañaveralejo) en aquellos sectores que atraviesan las ciudades de Medellín, Bogotá y Cali. Estos encauzamientos buscan reducir el desborde del río durante las crecientes y el movimiento del cauce sobre su plano lateral pero generan una barrera a la dispersión longitudinal y lateral de los individuos.

En Perú, la construcción de embalses para la producción de energía y los represamientos para el abastecimiento de agua son una fuerte preocupación en relación a la conservación de los peces

La represa de Santo Antonio en el río Madera en Brasil podría tener efectos negativos en Bolivia ya que es una cuenca transfronteriza. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

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dólares estadounidenses; éstos embalses cubren el 27% de los territorios titulados por el Estado a las comunidades indígenas. El proyecto Inambari también fue concebido en el marco de promoción del Acuerdo Energético Binacional Perú-Brasil. El embalse proyectado tiene una extensión aproximada de 400 km2, cubriendo principalmente bosques primarios e inundaría cerca de 100 km de la carretera interoceánica sur, generando pérdidas de recursos ya invertidos cercanos a los 360 millones de dólares estadounidenses. Este embalse afectará a 8000 personas, los territorios de comunidades nativas y al Parque Nacional Natural Bahuaja-Sonene. Ráez-Luna y Dammert Bello (2012) airman que los impactos que se producirán son dramáticos en términos de la hidrología, geomorfología, ciclos biogeoquímicos y biológicos en las cuencas afectadas.

3.4.8 Producción de energía, hidrocarburos y minería Generación de energía eléctrica. El uso de agua como fuente de energía eléctrica es común a toda la franja andino-amazónica, desde Colombia hasta Bolivia. En la región se listan 113 embalses (24 en Bolivia, 39 en Colombia, 50 entre Ecuador y Perú) con diferentes capacidades de generación de energía eléctrica. Si bien este número es bajo a nivel mundial, su localización dentro de la red hidrológica ha conllevado a diversos cambios en la dinámica de los sistemas acuáticos ribereños (Finer y Jenkins 2012, JiménezSegura et al. 2014a). La planiicación del desarrollo hidroenergético que los países localizados sobre los Andes Tropicales vienen haciendo para la construcción de embalses futuros es una alerta importante en términos del impacto que generarán a la biodiversidad, no solo en la conectividad de la red hidrológica, sino en las consecuencias en el largo plazo en la distribución de nutrientes y sedimentos en las zonas bajas de los ríos. También en la conservación de peces con condiciones de hábitat muy especíicas a las zonas de montaña y en la sostenibilidad de los recursos pesqueros basados en especies migratorias.

En el 2005 el estado boliviano promulgó un decreto supremo en el cual declara de interés y prioridad nacional la deinición de una política nacional en materia de aprovechamiento integral de las cuencas hidrográicas del país. Actualmente, hay prioridad para impulsar el aprovechamiento hidroeléctrico de la cuenca del río Beni y están siendo evaluados dos grandes proyectos que se construirían en la cuenca alta (sector Angosto del Bala) y en la cuenca baja (sector Cachuela Esperanza) y, en la cuenca del río Mamoré, se viene impulsando el proyecto de Rositas sobre el río Grande.

En Colombia se planea duplicar la capacidad instalada hacía el año 2027 con la construcción de cerca de 200 nuevos embalses ( Jiménez-Segura et al. 2014a), en Ecuador se están analizando 60 futuros embalses, en Perú 152 proyectos (Finer y Jenkins 2012, Arana 2012) y en Bolivia, diez. Con excepción de Colombia, buena parte de éstas iniciativas se concentran en las cuencas del piedemonte amazónico. A pesar de las consecuencias que tiene construir un embalse dentro de una red hidrográica tropical andina, los gobiernos encuentran en el desarrollo hidroeléctrico una forma de mantener la economía de sus países buscando en los bancos internacionales posibles apoyos de inanciamiento en detrimento de la diversidad biológica dentro de sus sistemas naturales. Para mayor detalle sobre las implicaciones del desarrollo hidro-energético en Colombia consultar JiménezSegura et al. (2014a).

Hidrocarburos. La industria petrolera en los países andinos está próxima a cumplir un siglo. Actualmente, Colombia y Ecuador son los países andinos que más producen petróleo en Suramérica. Las malas prácticas en operaciones relacionadas con la exploración (p. ej. uso del “fracking”), explotación y daños accidentales o intencionales a oleoductos, conducen inevitablemente a la modiicación en el nivel freático y a la contaminación de suelos y cursos de agua debido al derrame de petróleo. La presencia de petróleo dentro del agua modiica la tasa respiratoria de la ictiofauna, genera daños en su epidermis y, afecta la producción de periiton, macroinvertebrados y sedimentos que son alimento para los peces. En Colombia, Avellaneda (1998) contabilizó 646 000 km2 el área de producción de petróleo, siendo la cuenca del río Magdalena la que tiene mayor representatividad (40%). La red de transporte de petróleo atraviesa la cuenca del MagdalenaCauca desde tres nodos (región del Caquetá y Putumayo y dos desde el oriente -piedemonte del río Meta y del río Catatumbo) en dirección al mar Caribe, involucrando a lo largo de su recorrido las cuencas de los ríos Cauca, Carare, Opón, San Jorge, y Cesar. En Ecuador existen tres áreas de producción: Esmeraldas (nor-occidente), la Libertad (sur-occidente) y Shushuindi (nor-oriente), que involucran las cuencas de los ríos SantiagoCayapas, Esmeraldas y Napo, respectivamente. Adicionalmente, el oleoducto Transecuatoriano a lo largo de sus 500 km atraviesa las cuencas del piedemonte amazónico, Napo y Esmeraldas. En Perú existen dos regiones de explotación de hidrocarburos, la primera al oriente sobre las cuencas de los ríos Madre de Dios, Ucayali, Urubamba y Ene. La segunda que comprende el oleoducto Norperuano que viaja atravesando las cuencas de ríos del piedemonte amazónico, entre ellos los ríos Santiago, Pastaza,

Las futuras represas romperán el lujo unidireccional de cinco de los seis principales tributarios andinos del río Amazonas (Caquetá, Madeira, Napo, Marañón, Putumayo y Ucayali). Los ríos que se ven más amenazados son los que nacen en Ecuador y el norte de los Andes peruanos. Más de la mitad (81) de todas las represas planiicadas se encuentran en el río Marañón y sus tributarios (incluyendo los ríos Huallaga, Pastaza y Zamora) en Ecuador y Perú. Gran parte de la energía hidroeléctrica existente para Ecuador proviene de cuatro grandes represas en dos aluentes del norte del Marañón, pero el resto del sistema del río es de lujo libre (Finer y Jenkis 2012). En Perú, la declaración del Estado peruano 020-2011-EM del 26 de abril de 2011 declara de interés nacional y social la construcción de 20 Centrales Hidroeléctricas en la cuenca del río Marañón que generarán un potencial aproximado de 12 430 MW y generarían una inversión de hasta 15  000 millones de

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Corrientes y Marañón. En Bolivia las regiones de exploración se concentran sobre las cuencas de los ríos Beni y Mamoré.

diversas investigaciones sobre la bio-acumulación de metales pesados en los peces (Mosquera-Lozano et al. 2005, ManceraRodríguez y Álvarez-León 2006, Marrugo et al. 2007, Trujillo et al. 2010, Álvarez et al. 2012, Lozano y Rivas 2015) y su impacto en las poblaciones humanas expuestas (Olivero-Verbel et al. 2011; Marrugo-Negrete et al. 2013), particularmente en las cuencas del río Sinú, San Jorge y Magdalena-Cauca. Estos estudios muestran dos resultados importantes: a) la concentración del metal pesado dentro del tejido está asociada con la dieta del pez; especies carnívoras (p. ej. Hoplias malabaricus, Pseudoplatystoma magdaleniatum, Sorubim cuspicaudus, Salminus ainis) son las que tienen las mayores concentraciones, seguidas por las omnívoras (p. ej. Leporinus muyscorum, Pimelodus spp.) y en último lugar, las detritívoras (p. ej. Prochilodus magdalenae, Curimata mivartii, Cyphocharax magdalenae) y, b) los peces carnívoros presentan concentraciones muy por encima del límite permisible para peces de consumo humano (0.5 µg/g según la Norma 1443 del ICONTEC).

Minería. Las actividades de extracción de minerales ocasionan deforestación, cambios en la estructura del suelo y en la conformación del sustrato de los ríos. Así mismo, vierte xenobióticos a los cursos de agua (ej. mercurio, arsénico, plomo, zinc, etc.), aumenta la carga de sedimentos producto de la deforestación, afecta el nivel freático y reduce el caudal por captación de agua. En Colombia la cuenca MagdalenaCauca produce el 93% de la producción nacional de minerales metálicos y el 90% de minerales no metálicos (Departamento Administrativo Nacional de Estadística). La extracción de oro en el período 2003-2014 de la cuenca del nor-occidente de los Andes fue de alrededor de 846 t (UPME 2016). Esta actividad económica ha sido responsable de la disposición no adecuada de muchos desechos contaminantes en los sistemas acuáticos. Como ejemplo de su magnitud, en 1996, para producir 17.7 t de oro se vertieron a ríos y quebradas 108 t de mercurio, 253 t de cianuro, 3485 t de plomo, 12 119 t de zinc y 310 t de cobre (Uribe y Escobar 2001).

En Bolivia, la contaminación del agua por mercurio no solo proviene de la actividad minera sino también de la composición del suelo amazónico (Pouilly et al. 2004). Por actividad minera, la cuenca con mayor afectación es la del río Pilcomayo (Van Damme et al. 2009). En el Perú y particularmente en Madre de Dios, se calcula que hay más de 30  000 mineros operando con equipos cada vez más pesados y soisticados, como cargadores frontales, camiones y dragas de diverso tipo. Esto genera conlictos de índole ambiental y social; el 99% de las operaciones mineras son informales, y numerosas áreas

El mercurio ha sido objeto de estudio debido a su impacto en la salud de poblaciones de mineros que lo usan para amalgamar el oro y que inhalan sus vapores o vierten directamente a los cursos de agua durante el proceso. Las personas expuestas a bajas concentraciones han desarrollado alteraciones en las funciones del sistema nervioso, particularmente en el desarrollo de los fetos y en los niños pequeños (Lebel et al., 1996). En Colombia existen

Alteración de cauce, extracción de material para construcción y deforestación en el Río Cucuana, aluente del río Magdalena, en el departamento del Tolima, Colombia. Foto: © José Iván Mojica.

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mineras se superponen con áreas naturales protegidas, sus zonas de amortiguamiento o con tierras de pueblos indígenas. Se calcula que estas operaciones han destruido más de 32 000 ha de bosques y han contaminado varios ríos de la región con mercurio y otros residuos contaminantes. La contaminación afecta a las comunidades nativas debido a que el pescado es la fuente más importante de proteína. Se estima que un indígena que consume 2 kg semanales (cantidad promedio de consumo de pescado en selva baja en comunidades nativas) del pez mota Calophysus macropterus, estaría superando en 2347.9% (más de 24 veces) la concentración máxima de mercurio en sus tejidos permitida por la Organización Mundial de la Salud (Brack et al. 2011).

que transitan por diferentes países (Usma et al. 2013). En ríos andinos trasnacionales como el Madera, Mamoré e Iténez, la legislación entre ellos no es coherente y ocasiona problemas en la gestión internacional para la protección de éstos recursos trasfronterizos. Los métodos inapropiados de pesca como son el uso de barbasco (planta tóxica), dinamita y redes de mallas con tamaños pequeños, son prácticas comunes en las cuencas de la región andina tropical, con algunas excepciones en las cuencas de los ríos Mamoré, Iténez, Acre, Pastaza y Catatumbo. A las malas prácticas de pesca se le suman condiciones sanitarias precarias para su preservación, generando problemas en la conservación del producto y la pérdida de buena parte de la producción. Un ejemplo del deterioro en la producción se encuentra en las cuencas andinas de la región norte (ríos Magdalena-Cauca, Atrato). En ellas la producción pesquera ha caído a más de una décima parte en los últimos cincuenta años (Galvis y Mojica 2007, Lasso et al. 2011b).

3.4.9 Uso de recursos biológicos La población humana ha utilizado a los peces como fuente de proteína en su dieta desde sus comienzos, así que la explotación de este recurso está directamente relacionada con la demanda, y ésta con el crecimiento de la población. Aunque la población humana que habita los Andes Tropicales no es consumidora asidua de peces, el consumo per capita de pescado se ha triplicado en los últimos años en la región (FAO 2014) y ha ocasionado mayor presión sobre la ictiofauna. Cada vez son más especializados los métodos de captura; la pesca se realiza en ambientes y en momentos del año donde los peces son vulnerables y no existe una aplicación efectiva de la normatividad pesquera, ni dentro de los países ni entre ellos, como es el caso de especies migratorias

El uso de los peces como ornamento es también un asunto de preocupación para la conservación. En Colombia se identiican cerca de 430 especies de peces usadas como peces ornamentales y un 12% provienen de cuencas andinas (Ajiaco-Martínez et al. 2012). Si bien el número de especies extraídas de esta región no es alto, la regulación a esta actividad pesquera es incipiente y el desconocimiento de la biología de estas especies y el impacto de la extracción de sus ejemplares es desconocido.

Pesca con atarraya en la cuenca del río Santiago en Ecuador. Foto: © Pedro Jiménez Prado.

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generan conlictos de competencia de las autoridades. El caso de las especies ornamentales es uno de ellos: la autoridad ambiental deine unas especies como amenazadas y la autoridad pesquera determina la cuota de explotación de algunas de esas especies sin información poblacional que sustente dichas cuotas. La deinición del bagre rayado del Magdalena (Pseudoplatystoma magdaleniatum) y del capitán de La Sabana (Eremophilus mutisii) como especies amenazadas es tal vez, una de las pocas resoluciones que han generado impacto en la gestión para su protección. En el primer caso, las autoridades nacionales, empresa privada, universidades y ONGs se han unido para gestionar la ordenación de su pesca en la cuenca Magdalena-Cauca y, en el segundo, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible ha diseñado el “Programa nacional para la conservación de Eremophilus mutisii en Colombia”.

3.5 Acciones de conservación y recomendaciones Los análisis de riesgo de extinción, categorización o recategorización, tienen como objetivo llamar la atención de los gestores sobre las especies que se encuentran amenazadas y, apoyar la deinición de prioridades y áreas clave para la conservación, tanto de las especies como de los ecosistemas. De los países andinos considerados en este documento (Colombia, Bolivia, Ecuador y Perú), Colombia ha publicado dos libros sobre las especies de peces dulceacuícolas amenazadas del país (Mojica et al. 2002, 2012b). En 1996, investigadores bolivianos realizaron el primer acercamiento a la deinición de animales amenazados (Sarmiento y Barrera 1996). Posteriormente, en colaboración con la UICN generaron la lista de Fauna Amenazada y deinieron acciones de protección, conservación y uso (Flores y Miranda 2003) y, en el año 2009, se elaboró el Libro Rojo de la Fauna Silvestre de Vertebrados de Bolivia, generando una lista de las especies de peces bajo amenaza (Van Damme et al. 2009). En el caso de Perú, se encuentra actualmente en proceso de validación la primera lista de categorización de especies amenazadas (Ministerio de Medio Ambiente, en preparación).

En términos de conservación de hábitat, en Colombia el Consejo Nacional de Política Económica y Social (CONPES) identiicó como área andina de interés especial a la cuenca del Lago de Tota y recientemente el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible propuso al río Bita (vertiente del río Orinoco) como un río “protegido” (Andrade 2011) y se aguarda la aprobación de esta igura. También existen Planes de Ordenación y Manejo de Cuencas Hidrográicas (POMCA) que promueven el manejo integral de las cuencas del país y un Portafolio de Conservación para la Cuenca del río Magdalena (Téllez et al. 2012). Adicionalmente, existen acciones de compensación deinidas en las licencias ambientales aprobadas dentro del sector minero-energético, en las que se obliga a las empresas a destinar presupuesto para el estudio y conservación de la biodiversidad. Un primer resultado conocido de estas acciones de compensación es el plan para la protección de la población de Lebiasina multimaculata en la región de Santander. Así, en Colombia, aunque existen muchas iniciativas, normas y planes para conservar la diversidad de peces y sus hábitats, éstas no son exitosas en la mayoría de los casos debido a que los peces habitan sistemas de interés para diversos sectores de la economía nacional. Esto hace necesario que las diversas estrategias dirigidas a la conservación de la ictiofauna vayan de la mano con el desarrollo económico y social de la región, no solo en Colombia sino en todos los países dentro de los Andes Tropicales.

Deinir la lista de las especies amenazadas es un primer paso, pero lo más importante es tomar acciones en pro de la conservación de dichas especies y su hábitat, buscando disminuir las amenazas que sobre ellas existen. En Colombia en la mayoría de los casos, una vez que las especies son categorizadas, las listas y su análisis se transforman en instrumentos de política pública, que desafortunadamente aún no tienen un efecto real para su conservación. Los mecanismos para que estos sean efectivos deben ser acordados e implementados de manera articulada entre la autoridad ambiental (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Corporaciones Autónomas Regionales y la autoridad pesquera) y la sociedad civil, que es la usuaria del recurso natural. La participación de la academia, de los institutos de investigación y de las organizaciones no gubernamentales podría ser fundamental como proveedoras de información estratégica en la toma de decisiones y veedoras de su éxito. La publicación de los libros de peces dulceacuícolas amenazados en Colombia ha sido de bajo impacto para el desarrollo de algunas medidas de conservación y uso sostenible incorporadas en la gestión de éste recurso natural (Sánchez-Duarte y Lasso 2013). En general, estas medidas se dirigieron a algunas pocas especies, hacía algún hábitat particular y se generaron pocas investigaciones aplicadas en pro de la conservación y gestión del recurso. Al inal, las acciones de manejo y conservación recaen nuevamente en la libre voluntad del pescador, así como en la efectividad de las acciones de la Autoridad de Pesca en Colombia (AUNAP).

3.5.1 Colectas y estudios taxonómicos En varios de los países andinos, los datos de desembarques pesqueros constituyen la única fuente de información sobre “stocks” y tendencias poblacionales de las especies de peces de consumo. Aunque es una información valiosa para el conocimiento de la dinámica de la población de algunas especies de interés económico y de seguridad alimentaria, el número de especies de interés pesquero solo representa un pequeño porcentaje de la riqueza de especies real. Es por esto que las expediciones cientíicas que realizan diferentes instituciones para hacer inventarios son vitales para el conocimiento y protección de las especies y de sus hábitats.

Las Resoluciones de Especies Amenazadas listan las especies con preocupación en su conservación pero no queda clara la inluencia de éstas resoluciones hacia la conservación de las especies y se

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La creación, el crecimiento y el mantenimiento de las colecciones biológicas (museos de historia natural) es uno de los primeros pasos para la conservación de especies amenazadas. Las colecciones biológicas son el acervo de la diversidad biológica, son las bibliotecas de la vida. En su mayoría, las colecciones persisten gracias a la perseverancia de los investigadores, más que al apoyo de sus instituciones. Los museos se alimentan de las exploraciones en áreas donde el estado de conocimiento es mínimo o nulo y en regiones particulares por su geología y riqueza de ecosistemas. Estas exploraciones han revelado la presencia de especies nuevas y/o endémicas (de los distintos grupos biológicos) y han proporcionado sustento para la designación de áreas protegidas o de manejo especial.

que el conocimiento que se tiene de la gran riqueza de pequeños ríos en las vertientes de los ramales andinos es aún limitado. También el sector alto de la cuenca del río Sinú esta inexplorado así como las vastas planicies de la cuenca del río Atrato y los pequeños ríos dentro de la vertiente al Pacíico. El Museo Field de Chicago ha auspiciado y desarrollado numerosos inventarios rápidos biológicos y sociales en áreas propuestas para conservación en el Perú, considerando las necesidades de protección que serían importantes de implementar para las comunidades locales. Una de estas evaluaciones se realizó en las cercanías al río Putumayo (límite peruanocolombiano), en el área propuesta Ampiyacu, Apayacu, Yaguas, Medio Putumayo durante la estación seca (Hidalgo y Olivera 2004), la cual permitió la creación del Área de Conservación Regional Ampiyacu-Apayacu (2007). El inventario realizado en Megantoni en el año 2004 permitió la creación del Santuario Nacional Megantoni, reportándose una especie nueva de bagre descrita por Fernández y Quispe (2007) que fue dedicada al área de estudio (Trichomycterus megantoni). Ese mismo año se evaluaron los ríos Yaquerana y tributarios del Gálvez (cuenca alta del río Yavarí) y se realizó un muestreo puntual en el río Blanco (cuenca Ucayali), cuyos resultados permitieron la creación de la Reserva Nacional Matsés. Adicionalmente, con base en los resultados obtenidos de inventarios desde el 2005 en los que se describieron especies nuevas como Hemibrycon divisorensis (Bertaco et al. 2007), se decretó en 2015 la creación del Parque Nacional de Sierra del Divisor.

En la región andina se cuenta con 32 colecciones de peces (20 en Colombia, dos en Perú, cinco en Bolivia y cinco en Ecuador). En Colombia, destacan las del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia (ICN), la del Museo del Instituto Alexander von Humboldt (IAvH) y las de las Universidades del Tolima y Javeriana. En la ciudad de Quito (Ecuador) se encuentran la colección del Museo de Zoología de la Escuela Politécnica Nacional, el Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales el Museo de la Zoología de la Pontiicia Universidad Católica del Ecuador. En Guayaquil, está la colección de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Guayaquil y en Cuenca, la Colección Zoológica de la Universidad del Azuay. En Perú hay dos colecciones de peces: la del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y, a nivel regional, la colección del Instituto de Investigaciones de la Amazonia Peruana (IIAP). En Bolivia existen colecciones de peces en el Museo Nacional de Historia Natural en La Paz, en el Museo de Historia Natural Noel Kempf Mercado en Santa Cruz, en el Centro de Investigaciones de Recursos Acuáticos de la Universidad Autónoma del Beni en Trinidad, en el Museo de Historia Natural Pedro Villalobos del Centro de Investigaciones y Producción para la Amazonía (Universidad Amazónica de Pando) y en el Museo de Historia Natural Alcides D’Orbigny (MHNAD) en Cochabamba; el MHNAD posee la colección más grande de peces andinos bolivianos.

Los esfuerzos de investigación de estas áreas andinas se han centrado en un trabajo regional cooperativo que involucra biólogos del Perú, Bolivia, Colombia, Brasil y los EE.UU. A pesar de que existen esfuerzos importantes (muchos de ellos con recursos de países de otras latitudes) para hacer inventarios y que aún existen extensas áreas inexploradas y vulnerables a la acción del desarrollo económico, la falta de investigaciones que ayuden a resolver los problemas taxonómicos asociados con la identiicación correcta de los taxones es una preocupación real para los planes de conservación. Debido al poco conocimiento pre-existente de estas regiones y los tiempos involucrados en describir nuevas especies, la precisión en la identiicación es baja y en la mayoría de los casos se toman decisiones basadas en identiicaciones erróneas. Existen grupos que por su compleja sistemática y poca investigación de campo, requieren de una dedicación particular en conservación y estudios especíicos. Las familias Astroblepidae y Characidae (géneros Astyanax, Bryconamericus y Rhoadsia) requieren revisiones. Así que es necesaria la unión de esfuerzos nacionales e internacionales para fortalecer las herramientas de identiicación, incluso vinculando las nuevas técnicas moleculares a las que utilizan la morfología tradicional.

Existen vastas regiones en los Andes Tropicales aún inexploradas. En la vertiente andina occidental en el Ecuador, hay numerosos tributarios dentro de la Reserva Cotacachi Cayapas que cuenta con bosques aún en buen estado de conservación pero de difícil acceso. Adicionalmente se requiere de mayor atención a la gestión en el manejo de la Reserva por parte del Estado (central y local) ya que la deforestación y la colonización a estas áreas sigue avanzando ( Jiménez-Prado y Rebolledo-Monsalve 2015). Aunque en Colombia se ha hecho un gran esfuerzo por conocer la ictiofauna, recientemente Pelayo (2016), basada en la revisión de los datos disponibles en el sistema global de información biológica GBIF, airma que apenas se ha caracterizado la ictiofauna en el 17% de las cuencas en la región andina dentro del país. En la cuenca del río Magdalena-Cauca, los inventarios se han concentrado en algunos ríos que han sido modiicados por el desarrollo de infraestructura o para la generación de energía, así

3.5.2 Monitoreo y acciones ex-situ Los recursos deinidos para la inversión en ciencia y tecnología en estos países andinos son muy bajos, por esto han delegado el

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conocimiento y monitoreo de la diversidad a los proyectos de infraestructura y, la innovación tecnológica a las empresas del sector privado. En Colombia, el monitoreo a los desembarcos pesqueros que realiza la Autoridad Nacional de Acuicultura y Pesca (AUNAP), es tal vez el único esfuerzo que se ha mantenido desde el año 1970 y que permite deinir la tendencia en la producción pesquera del país.

características biológicas y en relación a la distribución de especies en zonas altoandinas del proyecto (Hidalgo et al. 2013). En los diseños de la carretera Interoceánica entre Brasil y Perú se registraron más de 250 especies de peces, y mediante un monitoreo periódico, se podrá deinir si la construcción de esta carretera ha modiicado la diversidad biológica de esta zona. Monitoreos a la actividad minera en los departamentos de Cajamarca y Ancash han permitido obtener valiosa información para la conservación de ecosistemas acuáticos. También existe un programa de monitoreo para conocer la presencia y abundancia de especies invasoras importantes como la “tilapia” y la “trucha arco iris”, el cual debería ser implementado en áreas naturales con alto riesgo tales como en la parte baja del río Huallaga para la primera, y en zonas de cabecera de cuenca (como en el lago Junín) para la segunda. En Bolivia no se hacen monitoreos a la ictiofauna andina, sin embargo, en los últimos años ha crecido el interés por conocer la composición y estructura de las comunidades de peces en cuencas con potencial para el aprovechamiento hidroeléctrico, para así tener un escenario previo a la intervención y tener criterios para monitorear su cambio.

Las licencias ambientales otorgadas a los sectores de vías y minero-energético por las autoridades competentes en cada uno de los países andinos, vinculan la caracterización y monitoreo de la diversidad de las regiones intervenidas, como acciones de obligatorio cumplimiento. Hasta ahora y con pocas excepciones, los resultados de estos monitoreos son pobres, pues utilizan variables respuesta y diseños de muestreo que no dimensionan el cambio del sistema acuático en función de la intervención realizada. Los métodos y el diseño muestral son deinidos por la autoridad ambiental y, debido a que ésta no siempre cuenta con profesionales especializados en estudios sobre la ictiofauna, las orientaciones resultan ser poco efectivas. Adicionalmente, las empresas del sector de infraestructura y minero-energético no tienen la capacidad técnica requerida, así que se ha creado un mercado dominado por empresas de consultoría cuyos servicios buscan apoyar la gestión de los requisitos contenidos en las licencias ambientales. Con pocas excepciones, estos servicios carecen de calidad y rigurosidad cientíica debido a que reducen costos para ganar los contratos, vinculando a profesionales con experiencia mínima en el tema o incluso, a estudiantes de nivel de pregrado. El resultado se releja en que no se monitorea adecuadamente la diversidad y no se cuantiica el cambio real de los sistemas acuáticos; pero sí se cumple con la licencia. En algunas ocasiones, las empresas vinculan a institutos de investigación del estado o a universidades a estos programas de monitoreo y, además de conocer y cuantiicar el cambio, se obtienen otros productos (escritos cientíicos, libros de divulgación, fortalecimiento de los laboratorios).

3.5.3 Caudales ambientales El tema de caudales ecológicos y ambientales ha recibido atención a nivel mundial desde el año 2000. A la fecha se conocen cerca de 200 métodos que buscan estimar la cantidad de agua que debe mantener un río para sostener los diferentes usos (Izquierdo y Madroñedo 2013). En la región de los Andes Tropicales tomó gran relevancia desde que se conoció el plan de expansión hidro-energético de los países andinos. El caudal ambiental supone que existe un régimen hidrológico único (frecuencia, duración y magnitud) y de calidad del lujo del agua esencial para sostener a los ecosistemas acuáticos y su biota asociada así como para mantener los servicios ecosistémicos que proveen a los humanos. Es un concepto que surge de la necesidad de manejar ríos alterados o con planes para su alteración, en particular hacia la regulación de sus caudales, bien sea para generación de energía eléctrica, acueductos o distritos de riego. Debe ser considerado dentro de un contexto de manejo integrado de una cuenca hidrográica, y como parte de una estrategia holística de protección de ecosistemas acuáticos y su biota.

En Colombia, el sector hidroeléctrico en colaboración con diversas universidades y ONGs lleva monitoreando el cambio de la ictiofauna en varios de sus embalses en los ríos Porce, Sogamoso, La Miel, Guarinó, alto Magdalena y Cauca, mostrando resultados interesantes sobre el cambio en la dinámica de la ictiofauna y de la pesca artesanal; algunos de ellos ya publicados en revistas cientíicas (López-Casas et al. 2016, Barletta et al. 2016, Jiménez-Segura et al. 2014a, Jiménez-Segura et al. 2014b, ParejaCarmona et al. 2014). En Ecuador, la Universidad Católica de Esmeraldas y el PRAS-MAE (Programa de Remediación Ambiental del Ministerio del Ambiente del Ecuador) están realizando un monitoreo de la actividad minera luvial y su efecto en la ictiofauna dentro de la cuenca Santiago-Cayapas y, se ha encontrado importante información que permitirá procesos de regulación y en algunos casos de reparación de zonas degradadas. En el Perú, el desarrollo del gasoducto de Camisea con el Museo de la Universidad San Marcos (MUSM) ha permitido estudiar la ictiofauna del río Urubamba desde el año 1996; adicionalmente se han valorado los posibles efectos del gasoducto sobre las

La complejidad de los ecosistemas acuáticos andinos y su dependencia de eventos climáticos regionales y globales, hace indispensable que los países andinos conozcan de la mano de profesionales caliicados y en escalas temporales de un mínimo de seis años (vinculando al menos un ciclo “El Niño”), la diversidad biológica, los procesos ecológicos así como los servicios ambientales que se suceden en la cuenca antes de analizar la viabilidad de propuestas de infraestructura y, en caso tal, deinir las condiciones de uso del caudal que permitan mantener la integridad física y biológica de los sistemas acuáticos involucrados. En Colombia, las directrices para ijar los Regímenes de Caudales Ecológicos (RCE) se concretan en el Artículo 21 del proyecto

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de Ley del Agua 365 del año 2006, que designa al Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) para supervisar su diseño. Es así como los Planes de Manejo y Ordenamiento de Cuencas deben involucrar las estimaciones de la cantidad máxima de agua que se puede utilizar para otros servicios sin afectar las características del cauce y de la biota presente en los cuerpos de agua. Desde el año 2008 se viene diseñando un método único para la estimación de un caudal mínimo aceptable para mantener la dinámica de los sistemas acuáticos andinos colombianos. La Universidad Nacional de Colombia comenzó la tarea de diseñar un método único para sistemas andinos y que sirva para todos aquellos proyectos que requieran el uso del agua. En el año 2010 el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Rural incorporó estos lineamientos para la estimación en la Política Nacional para la Gestión Integral del Recurso Hídrico. Se conocen de estimaciones de caudales ambientales para el río Palace (Diez Hernández y Ruiz Cobo 2007), para pequeñas centrales para la generación de energía eléctrica en el departamento de Antioquia (Diez Hernández y Olmeda Sanz 2008), en ríos del departamento del Quindío (Bustamante-Toro et al. 2007), río Chuza (Tellez com. pers., citado en Anderson et al. 2011) y en el río La Miel con curvas de preferencia de Ichthyoelephas longirostris y la aplicación de caudales ambientales para la sobrevivencia de la población (Parra Rodríguez 2012).

ecológico. Ochoa (2010) realizó un análisis de sistematización de métodos para la estimación de caudales en esta región. En Bolivia, el concepto de caudales está siendo introducido progresivamente a la legislación boliviana y estudios de evaluación de impacto ambiental, sin embargo, todavía existen pocos estudios que incluyan a los peces; algunas iniciativas se están desarrollando para los ríos Ñancahuazú (tributario al río Mamoré) y Parapetí (tributario al Iténez) pero aún no se conocen resultados.

En Ecuador el tema de caudales ambientales se menciona en el Acuerdo Ministerial No 155 del 2007 pero no deine normas para estimarlo; en este país la Secretaria Nacional del Agua (SENAGUA) gestiona la estimación de los caudales. El artículo 318 del capítulo V de la Constitución Política delega en la autoridad del estado la obligación de la estimación de éste caudal. En ese territorio se conocen experiencias en ríos del sistema Papallacta (Fossati y Calvez 2006), río Pastaza (Moreno 2008, citado en Anderson et al. 2011) y el río Topo (ENTRIX no publicado, citado en Anderson et al. 2011). En Perú, el artículo 53 de la Ley 29338 de 2009 deine que para entregar una licencia para la captación de agua se requiere la estimación del caudal

En Colombia, el total de hectáreas protegidas inscritas en el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas (RUNAP) representa el 8.2% de la supericie continental y marítima del país (Vásquez y Matallana 2014). De las 59 áreas protegidas con que cuenta actualmente el país, cerca de 35 se encuentran dentro del área andina. A pesar de la enorme diversidad íctica, el país no cuenta con un parque nacional natural que incluya a los peces dulceacuícolas entre sus objetos de conservación, así como tampoco existen áreas protegidas dedicadas especíicamente a su protección y aprovechamiento sostenible (Mojica et al. 2012b); de hecho, la ictiofauna en estas áreas es desconocida. Aunque la mayoría de los parques naturales tienen sistemas luviales

3.5.4 Áreas protegidas Las áreas protegidas como están concebidas en la actualidad han sido diseñadas para proteger fauna de vertebrados “visibles” a la sociedad (aves, mamíferos, reptiles), pero no asegura que los ecosistemas acuáticos entendidos como un continuo sean efectivamente salvaguardados. En general, los límites regionales de estas áreas no se establecen con un criterio biológico e hidrológico en conjunto que responda a la conservación de la ictiofauna, que se dispersa continuamente a lo largo de los cauces de los ríos. Generalmente estas áreas responden a intereses de divisiones políticas y administrativas pero no biogeográicas; incluso es posible airmar que en los países andinos aún no existe la concepción de un Parque Nacional que involucre la cuenca completa de un río.

La Laguna del Otún es un embalse natural a 3950 m de altura en el Parque Nacional Los Nevados, Colombia. Las aguas de deshielo del Nevado de Santa Isabel (al fondo) alimentan la laguna. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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como límites, estos ríos no forman parte de sus objetivos de conservación (Hurtado et al. 2013). Sánchez-Duarte y Lasso (2013) indican que la igura de Parques Nacionales Naturales no son las más adecuadas para la protección de grandes peces. Por un lado son insuicientes en cobertura, y por otro incluyen un área muy limitada de la distribución de las especies, que por lo general son los grandes ríos que forman parte de los límites de los parques. De igual forma, la extensión de los aluentes o tributarios interiores no son suicientes para garantizar su protección. Estas iguras podrían beneiciar a aquellas especies que no presentan comportamientos migratorios (p. ej. Potamotrygonidae, Arapaimidae, Osteoglossidae) pero no aquellas especies migratorias y de amplia distribución (Pimelodidae, Prochilodontidae, Curimatidae).

gigante” (Lujan et al. 2010), cuyo holotipo proviene de este parque y habita las cuencas del Ucayali, Amazonas y Alto Purús. En Bolivia hay 60 áreas protegidas y 22 Parques Nacionales; éstos últimos representan el 16.4% (183 000 km2) del territorio boliviano. Dentro de la zona andina se encuentran el Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Madidi, la Reserva de La Biósfera y Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, Área Natural de Manejo Integrado Apolobamba, el Parque Nacional Carrasco, Parque Nacional y Territorio Indígena Isiboro-Sécure y, el Parque Nacional y Área de Manejo Integrado Amboró. Aunque estas áreas protegidas fueron creadas basándose en los sistemas terrestres, los cuerpos de agua que se encuentran dentro de ellas juegan un rol importante para la conservación de las especies de peces presentes y de sus hábitats. Las reservas presentes en la cuenca alta del río Beni (p. ej. Parques Nacionales Cotapata, Altamachi y Madidi), son estratégicas para la conservación de las especies de peces endémicas que albergan.

En el Ecuador existen aproximadamente 50 áreas naturales protegidas (20% del área del país; http://www.ambiente.gob.ec/ areas-protegidas-3/), dentro de varias categorías de conservación y que contemplan una gran representatividad de ecosistemas continentales; sin embargo, todos ellos están aislados y casi todos con inluencia directa de grandes asentamientos humanos. En la Amazonia, existen varias áreas protegidas, algunos ejemplos: Parque Nacional Yasuni, Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno, Parque Nacional Cayambe Coca, Reserva Ecológica Antisana, Parque Nacional Sumaco Napo Galeras, Parque Nacional Sangay, Parque Nacional Llanganates, y Parque Nacional Podocarpus. Sin embargo, estas áreas no tienen un enfoque especíico en ambientes acuáticos, y muchos de los ríos que las recorren están sujetos a alteraciones e inluencias humanas al exterior de las áreas protegidas.

3.5.5 Estrategias de los estados andinos para la conservación de la diversidad y de sus hábitats En Colombia el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible publicó en 2012 la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos (PNGIBSE) que tiene como objetivo promover la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos de manera que se mantenga y mejore la resiliencia de los sistemas socioecológicos a escalas nacional, regional, local y transfronteriza, considerando escenarios de cambio y a través de la acción conjunta, coordinada y concertada del estado, el sector productivo y la sociedad civil. Esta política enmarca y orienta conceptual y estratégicamente todos los demás instrumentos ambientales de gestión (políticas, normas, planes, programas y proyectos), existentes o que se desarrollen para la conservación de la biodiversidad en sus diferentes niveles de organización; además de ser base de articulación intersectorial y parte fundamental en el desarrollo del país. Adicionalmente, se encuentra en revisión del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible la Política Nacional de Cambio Climático que se presentará al Senado de la República para su aprobación. El país alberga algunos complejos designados como áreas Ramsar tales como el Delta del río Baudó y Delta río del San Juan, Laguna de la Cocha, Lagunas del páramo Chingaza, Laguna del Otún, la Ciénaga Grande de Santa Marta y la Estrella Fluvial Inírida.

En Perú existen 77 áreas protegidas que abarcan cerca de 200 000 km2 dentro de ocho categorías y representan cerca del 10% del área continental del país. En las cuencas de los ríos Ucayali y Madre de Dios hay Parques Nacionales, Reservas Comunales, Zonas Reservadas y Reservas Nacionales y, en el piedemonte de la cuenca del Amazonas, se encuentra un área de Reserva Nacional. Los ecosistemas acuáticos de casi todas las áreas naturales protegidas de la Amazonia han sido estudiados a nivel de inventario de especies, lo mismo que en algunas áreas de los Andes tales como los lagos Junín y Titicaca. En la Amazonia, los listados de especies de peces y el buen estado de conservación de los cuerpos de agua han sido usados como argumento que respalda los objetos de conservación. La Reserva Nacional Pacaya–Samiria es un excelente ejemplo de conservación de la biota acuática, el cual comprende extensas áreas de humedales y gran número de hábitats acuáticos encontrados en selva baja. Esta área protegida fue creada para proteger al “paiche” (Arapaima spp.), tortugas y caimanes, los cuales eran fuertemente cazados por la población local. El Parque Nacional Cordillera Azul, que presume uno de los más grandes esfuerzos interregionales, contiene una biota muy diversa, numerosos hábitats acuáticos y probablemente numerosas especies endémicas (Alverson et al. 2001). Una nueva especie de pez, Hypostomus fonchii fue descrita a partir de su hallazgo en el Parque Nacional Cordillera Azul y se cuenta con la descripción de Panaque schaeferi “carachama

En Ecuador, bajo los principios de conservación de la naturaleza promovidos a nivel mundial y a nivel latinoamericano, desde 1970 se han emitido varias normas legales. La Ley para la Protección de la Fauna y Recursos ictiológicos estuvo orientada exclusivamente a su aprovechamiento como recurso extractivo. En 1973, se crea el departamento de Áreas Naturales y Recursos Silvestres dentro del Ministerio de Agricultura y Ganadería, con la inalidad de manejar áreas protegidas. Después de la irma de varios acuerdos internacionales, en temas de conservación

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y manejo de la biodiversidad, y tras la creación del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE-Ecuador), en 1996 se empieza a reconocer a la ictiofauna como un recurso natural parte de la biodiversidad y no solo como un recurso extraíble. En la actualidad, la legislación ambiental regula todo tipo de actividad extractiva y dados los innumerables trámites, a veces es más expeditivo hacer investigación en recursos pesqueros que en diversidad. Este país se adhirió a la Convención Ramsar en 1991 y a la fecha alberga dieciocho sitios. En las zonas bajas se encuentran las Reservas Ecológicas Limoncocha y El Ángel y, varios complejos de Manglares. Arriba de los 3000 m s.n.m. el complejo de humedales Ñu Canchi Turu, Llanganti, el sistema de Lagunas del Compadre y el Parque Nacional Cajas, entre otros.

mediante la Ley 1580 de 1994. Adicionalmente es signataria de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestres (CITES) y la ratiicó mediante Ley No. 1255 de 1991 y se adhirió a la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (Ramsar) mediante la Ley No. 2357 de 2002; ese mismo año se aprobó la Estrategia Nacional de Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad. Éste país alberga el mayor número de sitios Ramsar del mundo, protegiendo bajo esa iniciativa cerca del 14% de su territorio. En las zonas bajas se encuentran sitios Ramsar como los ríos Matos, Yata, Blanco y Parapetí, los bañados de Izozog, la laguna de Concepción y el Pantanal boliviano. Arriba de los 3000 m de elevación se encuentran los lagos de Poopo y Uru Uru, la cuenca endorréica del Tajzara y la laguna Colorada o de los Lípez.

En Perú, por Decreto Supremo No 009-2014-MINAM se aprobó la Estrategia Nacional de Diversidad Biológica al 2021 y su Plan de Acción 2014-2018, principal instrumento para la gestión de la biodiversidad del país. Esta estrategia tiene entre sus objetivos estratégicos (OE) mejorar el estado de la biodiversidad y mantener la integridad de los servicios ecosistémicos (OE1) promoviendo y priorizando las estrategias de conservación in situ de ecosistemas naturales, la recuperación y manejo adecuado de especies amenazadas así como la conservación de la diversidad genética in situ, estableciendo como metas que para el 2021 se hayan elaborado e implementado al menos 15 planes de conservación de especies amenazadas y que se hayan desarrollado al menos 10 programas de conservación in situ y ex situ (Ministerio del Ambiente del Perú, 2014). La Estrategia Nacional ante el cambio climático (Ministerio del Ambiente del Perú, 2015) es otro de los documentos que releja el interés del estado peruano en atender al cambio climático a partir de la preocupación por sus efectos adversos en el ámbito nacional que se observan en el retroceso glaciar y en el acceso a los recursos hídricos asociados. La disponibilidad de agua también ha sido asociada con el recurso para generación de energía hidroeléctrica, así que deben realizarse estudios sobre las fuentes de agua y considerar los efectos colaterales negativos para así generar energía de forma eiciente y sostenible ambientalmente. Perú alberga dentro de su territorio once sitios Ramsar, algunos de ellos en las zonas bajas (Humedales del abanico del río Pastaza y la reserva Nacional Pacaya-Samiria) y otros arriba de los 3000 m s.n.m. (Lagunas de Arreviatas, Reserva Nacional de Junín, Humedal Lucre, Bofedales y laguna de Salinas, la laguna del Indio y el Lago Titicaca).

3.5.6 Recomendaciones El desarrollo económico no debe ir en contravía de la protección y la conservación de los sistemas acuáticos. La participación de los diversos sectores que conforman la sociedad en los procesos de decisión y de la gestión de planes de exploración y explotación de los recursos naturales, es vital para llegar a acuerdos para el desarrollo económico y social. Así las cosas y en coherencia con lo expresado en los anteriores párrafos, se hacen las siguientes recomendaciones: 





En Bolivia, la autoridad responsable de la formulación de las políticas ambientales y de su gestión, es el Viceministerio de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambios Climáticos, el cual depende del Ministerio de Medio Ambiente y Aguas. La Ley de Medio Ambiente No. 1333 de 1992 en su Artículo 1 establece “La presente Ley tiene por objeto la protección y conservación del medio ambiente y los recursos naturales, regulando las acciones del hombre con relación a la naturaleza y promoviendo el desarrollo sostenible con la inalidad de mejorar la calidad de vida de la población”. El gobierno ratiicó el Convenio sobre la Diversidad Biológica



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Aplicar las políticas nacionales de conservación y cumplir con los compromisos internacionales para el manejo de las áreas naturales y la conservación de la biodiversidad; debe ser una prioridad para los países andinos. La mayor riqueza con la que cuentan son sus recursos naturales. Apoyar económica e institucionalmente el desarrollo de investigaciones de amplia cobertura, en el tiempo y en el espacio, dirigidas a conocer la composición de la ictiofauna y las condiciones del medio acuático en el que habitan dentro de las cuencas andinas. No delegar el conocimiento de la ictiofauna a los reportes realizados por estudios puntuales en el tiempo y en el espacio desarrollados por empresas promotoras de los proyectos de infraestructura. Este conocimiento es estratégico en la toma de decisiones para lograr el desarrollo económico del país en consenso con la conservación de los cuerpos de agua, fuente de vida para la población humana. Las políticas de los diferentes ministerios de los Gobiernos deben estar articuladas de manera que se logre el desarrollo de la sociedad en los países andinos, sin menoscabar la conservación de los sistemas naturales y su biota. Conformar una red andina de profesionales que promueva el conocimiento y la conservación de la ictiofauna. Involucrar dentro de esta red de conocimiento a los pescadores artesanales, dueños de un saber obtenido desde el ejercicio diario de su actividad pesquera. Esta red puede ser un grupo de apoyo para las autoridades ambientales de los países andinos que permita avanzar en la ordenación de las cuencas y las decisiones de licenciamiento ambiental.















Utilizar la información sobre Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce provistas en este reporte (Capítulo 7), para delimitar áreas de protección y manejo, que incluyan dentro de su territorio la totalidad del área de algunas cuencas estratégicas para la conservación de la diversidad acuática. También, identiicar y delimitar áreas para la producción de biomasa para los pescadores artesanales e involucrar a la comunidad local dentro del diseño e implementación de estas estrategias de conservación. Incorporar nuevos métodos de análisis para deinir la efectividad de las áreas de conservación en términos de la conservación de la ictiofauna. Reconocer como bibliotecas de la diversidad íctica a las áreas protegidas y sitios Ramsar actuales que involucren redes hidrológicas y, delimitar nuevas áreas protegidas y de conservación que incorporen en su totalidad a cuencas de ríos que sean representativos de la diversidad de peces andinos. Esto permitiría que, con el apoyo de instituciones que realizan investigaciones y museos de historia natural, se salvaguarde la diversidad genética de la transformación inherente al modelo actual de desarrollo económico de la sociedad humana. Reconocer a los Museos de Historia Natural como una fuente importante de información y como el acervo de la riqueza de peces y, en consecuencia, fortalecerlos en términos inancieros e institucionales, en el corto y largo plazo, tanto para sus funciones de conservación ex situ como para sus labores de investigación (más inventarios, resoluciones taxonómicas de especies problemáticas). Apoyar institucional y inancieramente iniciativas para avanzar en el conocimiento de las condiciones de hábitat (p. ej. condiciones de lujo y caudal) involucradas en las diferentes estrategias de vida de la ictiofauna andina y su respuesta ante los cambios en éstas condiciones. Esto permitirá tener elementos para diseñar planes de compensación, mitigación y restauración apropiadas y efectivas. Aplicar las políticas ambientales nacionales y transnacionales destinadas a la protección de sistemas acuáticos importantes para los peces migratorios, así como destinar recursos para recuperarlos y protegerlos. Destinar recursos inancieros e institucionales para apoyar las iniciativas de ordenación trasnacional para el uso de especies altamente migratorias en procesos de gestión de largo plazo.

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Agradecimientos A los ictiólogos Mabel Maldonado, Carla Valverde, América Zeballos, Paul Van Damme, Jaime Sarmiento, Pablo Argüello y Juan Carlos Alonso por sus aportes a la construcción de las áreas de distribución e identiicación de amenazas.

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Pescadores en el río Sinú, Colombia. Foto: © Fernando Trujillo.

Capítulo 4. Estado de conservación y distribución de los moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales Carlos A. Lasso1, Modesto Correoso2, Manuel Lopes-Lima3, Rina Ramírez4 y Marcelo F. Tognelli5

4.1 4.2 4.3

4.4

4.5

4.6

Generalidades de la malacofauna de los Andes Tropicales ...............................................................................................................57 Estado de conservación de los moluscos endémicos .........................................................................................................................58 Patrones de riqueza de especies ...........................................................................................................................................................59 4.3.1 Riqueza de especies endémicas ..................................................................................................................................................59 4.3.2 Riqueza de especies amenazadas ................................................................................................................................................60 4.3.3 Riqueza de especies con Datos Insuicientes ............................................................................................................................60 Principales amenazas para los moluscos .............................................................................................................................................62 4.4.1 Contaminación y desarrollo urbano .........................................................................................................................................62 4.4.2 Modiicación de sistemas naturales ...........................................................................................................................................62 4.4.3 Agricultura ...................................................................................................................................................................................63 4.4.4 Uso de los recursos biológicos....................................................................................................................................................64 Conclusiones y recomendaciones para la conservación ...................................................................................................................64 4.5.1 Exploración y estudios taxonómicos .........................................................................................................................................64 4.5.2 Monitoreo ....................................................................................................................................................................................65 4.5.3 Áreas protegidas ..........................................................................................................................................................................65 Referencias.............................................................................................................................................................................................65

de materia y energía de la columna de agua al bentos (Strayer et al. 1999). Adicionalmente, muchas especies son “ingenieros de ecosistemas” (Gutiérrez et al. 2003), no solo por el efecto indirecto de su alimentación iltradora en el caso de los bivalvos ya que incrementan la transparencia del agua y por tanto de la vegetación acuática sumergida, sino que contribuyen a cambios en los sedimentos (p. ej. oxígeno y materia orgánica disponible), mediante la producción de conchas y aportan substrato para otras especies (Vaughn y Hakenkamp 2001, Johnson et al. 2013, Spooner et al. 2013).

4.1 Generalidades de la malacofauna de los Andes Tropicales Los moluscos de agua dulce están ampliamente distribuidos en Suramérica y pueden ser muy abundantes en algunos hábitats (Cummings et al. 2016, Pereira et al. 2014). La malacofauna acuática continental de la región de los Andes Tropicales es sin duda muy rica pero desconocida a la vez. La diversidad isiográica, ecosistémica, altitudinal y la presencia de varias vertientes o cuencas hidrográicas separadas por los ramales de las cordilleras andinas y sus piedemontes entre otros factores, explican en gran parte esta enorme riqueza y por supuesto, un elevado nivel de endemismo.

Son a su vez, excelentes herramientas para la identiicación y delimitación de humedales. Muchas especies pueden ser utilizadas como bioindicadoras dada su extrema sensibilidad (especialmente los estadios larvales) a la alteración del hábitat, fragmentación, contaminación y cambios en los regímenes de lujo de agua y estructura de las comunidades de peces hospedadores (Geist 2010). Su nivel de endemismo es

Los moluscos acuáticos (caracoles y almejas, ostras de agua dulce y mejillones de río), son un elemento clave en el lujo de energía y en el equilibrio de los ecosistemas acuáticos continentales. Sus hábitos alimenticios del tipo iltrador permiten la transferencia

1 2 3 4 5

Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia. Universidad de las Fuerzas Armadas ESPE. Av. General Rumiñahui s/n. Sangolquí, Quito, Ecuador. CIIMAR-Interdisciplinary Centre of Marine and Environmental Research. University of Porto, Portugal. Museo de Historia Natural, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Apartado 14-0434, Lima-14, Perú. IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA

57

importante, y juegan un papel clave en las comunidades acuáticas al ser presas de peces de interés comercial, así como procesadores de materia orgánica (algas, periiton, etc.) (Haag 2012, Longo y Lasso 2014). Para el ser humano representan una fuente de alimento (proteínas) especialmente en áreas remotas y en particular para las comunidades indígenas. También representan valor para el hombre como ornamento (conchas y perlas), iltran y clariican el agua (Haag 2012).

la malacología de Ecuador, es lógico esperar que estas cifras aumenten según se vayan llenando los vacíos de información y los sesgos de muestreos en el país. Para el Perú, de acuerdo al trabajo de Ramírez et al. (2003), se reconocen 129 especies de moluscos dulceacuícolas, que incluyen 89 especies (69%) de gasterópodos y 40 especies de bivalvos (31%). Entre los primeros destacan las familias Hydrobiidae (26 sp.) y Ampullariidae (25 sp.) como las más diversas, seguidas de Planorbidae (20 sp.), mientras que las diez familias restantes no alcanzan las cuatro especies. Respecto a los bivalvos, Mycetopodidae es la familia más rica (20 sp.), seguida por Hyriidae (12 sp.), familias típicas de tierras bajas de la vertiente oriental y amazónica. Las otras tres familias restantes no llegan a las seis especies. El endemismo de este país es alto, con 36 especies endémicas: 14 especies de hidróbidos, 6 especies de ampuláridos y 9 especies de pulmonados en conjunto. Por último, de los bivalvos se reconocen siete especies endémicas. Es necesario hacer notar que en cuanto a la sistemática de las especies presentes en el Perú, así como de los otros países de la región, la descripción de prácticamente todas las especies está basada tan solo en la concha, y los estudios anatómicos recientes están develando nuevas especies dentro de las consideradas de amplia distribución, con localidad tipo fuera de Perú (Ampuero, A. y Ramírez, R., datos no publicados). Entre los moluscos de la Amazonia peruana, los gasterópodos del género Pomacea son muy cotizados no sólo por los pobladores nativos, sino también en las ciudades, donde hasta se expenden en los mercados de abastos con el nombre común de “churos” (Castro et al. 1976, Padilla et al. 2004); algunos bivalvos también son consumidos como es el caso del “tumba cuchara” (Anodontites trapesialis), en los departamentos de Loreto y San Martín (Medina y Mendieta 1994).

Los moluscos también pueden actuar como vectores de parásitos responsables de enfermedades de carácter zoonótico. Por ejemplo, en zonas del litoral de Ecuador se han reportado casos de meningitis eosinóila (causada por el parásito Angiostrongylus cantonensis) por ingestión de moluscos nativos como Pomacea lineata, e introducidos como P. canaliculata. La presencia reciente de este parásito en Ecuador y el hallazgo parasitológico en hospederos deinitivos e intermediarios constituye el primer registro de infección natural de ratas con este parásito y la descripción del primer foco natural en Ecuador y en Suramérica (Muzzio 2011, Solorzano 2014, Correoso et al. 2015). En Colombia se han reportado cerca de 60 especies (21 bivalvos y 40 gastrópodos) (Linares y Vera 2012), pero esta cifra probablemente sea mucho mayor dados los vacíos de información y muestreos en el país, así como problemas derivados de la complejidad de algunos grupos, en particular de las especies crípticas. A nivel de cuencas, la más rica en especies es la cuenca del Magdalena-Cauca (46 sp.), seguida del Caribe (36 sp.), Orinoco (29 sp.), Amazonas (13 sp.) y inalmente Pacíico (2 sp.), lo que obviamente es un claro ejemplo de la falta de muestreo en esta última vertiente (Lasso y MoralesBetancourt 2014). En Ecuador, los estudios e investigaciones de moluscos luviales son aún insuicientes y la información existente permanece desactualizada respecto a los países vecinos (Colombia y Perú), aunque se considera que su biodiversidad es muy afín desde el punto de vista biogeográico a estos dos países. Históricamente, existen referencias antiguas que demuestran su alta biodiversidad. Por ejemplo Jousseaume (1887) y Germain (1910) de la Segunda Expedición Geodésica Francesa, reportan tres familias de gasterópodos luviales: Ampullaridae, Melanidae (= hiaridae) y Unionidae para Ecuador continental (acorde a la sistemática de la época). Los reportes más relevantes de este periodo son del género Pomacea (= Ampullaria) con 11 especies citadas. Más recientemente, en base a colectas y referencias bibliográicas, Correoso (2002, 2008) reconoce 13 familias luviales, mayormente de la clase Gasterópoda y en menor proporción de Pelecypoda (Bivalvia), destacándose la gran diversidad de la familia Ampullaridae con más de veinte especies de Pomacea nativas y una introducida P. canaliculata (MAE 2011, Correoso 2011, Correoso et al. 2015). Estas cifras de moluscos dulceacuícolas no representan la totalidad de moluscos acuáticos ecuatorianos, sino que más bien muestran el escaso conocimiento que se tiene de ellos, principalmente por falta de colectas cientíicas sistemáticas de amplias áreas del país, fundamentalmente en la zona amazónica u oriental y la costa, y en los cuerpos de agua de la Sierra. Dadas las condiciones de

En el caso boliviano la información es sumamente escasa y apenas se conocen unas pocas referencias sobre trabajos con moluscos, especíicamente bivalvos (ver p. ej. Maldonado y Goitia 1996, Ituarte 2007). Con ese precedente se revisó el listado más actualizado y completo de los moluscos de Suramérica (Simone 2006), de donde se pudo concluir que para Bolivia hay al menos unas 30 especies de moluscos conirmadas, pero esta cifra dista mucho de la realidad ya que hay muchas especies de amplia distribución, por ejemplo en la Amazonia, que probablemente estén presentes en Bolivia y que no han sido registradas. No obstante, se reportan entonces con seguridad 24 especies de gasterópodos, con predominio de planórbidos (9 sp.) y ampuláridos (8 sp.). Le siguen los bivalvos con 6 especies registradas.

4.2 Estado de conservación En este estudio se evaluaron 34 especies de moluscos endémicos de los Andes Tropicales, de las cuales ocho son bivalvos y 26 gasterópodos. Del total de especies evaluadas, seis se encuentran en alguna de las categorías de amenaza (VU, EN, CR), 1 Casi Amenazada (NT), 7 en Preocupación Menor (LC) y 21 en la categoría de Datos Insuicientes (DD) (Figura 4.1). Entre las

58

especies amenazadas y Casi Amenazadas, dos estarían en Peligro Crítico (CR), incluyendo un bivalvo y un gasterópodo; tres serían vulnerables (VU), incluyendo un bivalvo y dos gasterópodos y una especie de gasterópodo como Casi Amenazada (NT) (Tabla 4.1). Ninguna especie fue incluida en la categoría En Peligro (EN). Las especies amenazadas fueron un bivalvo, la ostra del río Magdalena (Acostaea rivolii) y un gasterópodo (Pomacea ocanensis) ambas caliicadas como En Peligro Crítico (CR) y distribuidas en la cuenca del Magdalena-Cauca (A. rivolii) y Catatumbo (P. ocanensis), río que drena inalmente al Lago de Maracaibo en Venezuela. No obstante, no se puede descartar que P. ocanensis esté presente también en la cuenca del Magadalena dado los problemas inherentes a la localidad tipo. Tres especies, que incluyen a la almeja del río Sinú (Diplodontites olssoni) y dos caracoles (Pomacea palmeri y Pomacea quinindensis), del Magdalena-Cauca y Pacíico, respectivamente, se clasiicaron como Vulnerables (VU). Hay una especie de caracol considerada como Casi Amenazada (NT) (Pomacea expansa), de la vertiente Pacíica ecuatoriana (Tabla 4.1).

Figura 4.1 Número de especies de moluscos endémicos de los Andes Tropicales en cada una de las categorías de la Lista Roja de la UICN. CR: En Peligro Crítico; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada; LC: Preocupación Menor; DD: Datos Insuicientes.

Siete especies fueron categorizadas como Preocupación Menor (LC), incluyendo cinco bivalvos (Castalia ecarinata, Anodontites colombiensis, Diplodontites cookei, Diplodontites pilsbryana y Pisidium iquito) y dos gastrópodos (Pomacea aldersoni y Lithococcus multicarinatus). Por último, 21 especies, incluyendo un bivalvo (Sphaerium aequatoriale) y 20 especies de gastrópodos, fueron caliicadas como Datos Insuicientes (DD).

La ostra del río Magdalena (Acostaea rivolii) está En Peligro Crítico ya que ha sido extirpada de la mayor parte de su distribución original. Foto: © Jorge García.

4.3 Patrones de riqueza de especies 4.3.1 Riqueza de especies endémicas De las 34 especies endémicas de los Andes Tropicales evaluadas, 15 se distribuyen en Colombia (con 3 especies compartidas con Ecuador, 1 con Perú y 1 con ambos países), 13 se distribuyen en Ecuador (con 1 especie compartida con Perú), 11 en Perú y una especie en Bolivia. Los países con mayor nivel de endemismo son Colombia y Ecuador con 10 y 9 especies endémicas

Tabla 4.1 Especies de moluscos de agua dulce endémicas de los Andes Tropicales Amenazadas (CR y VU) y Casi Amenazadas (NT).

Distribución

Categoría UICN de la Lista Roja

Acostaea rivolii

Colombia

CR

Ampullariidae

Pomacea ocanensis

Colombia

CR

Mycetopodidae

Diplodontites olssoni

Colombia

VU

Ampullariidae

Pomacea palmeri

Colombia

VU

Ampullariidae

Pomacea quinindensis

Ecuador

VU

Ampullariidae

Pomacea expansa

Ecuador

NT

Familia

Nombre cientíico

Etheriidae

59

respectivamente, lo que corresponde al 55% del total de especies evaluadas. Le siguen Perú con 8 especies (24%) y Bolivia con una sola especie endémica.

de la cuenca del río Magdalena, en la cuenca del Catatumbo (Maracaibo), en la cuenca del río Sinú en Colombia y en la cuenca del río Esmeraldas en Ecuador (Figura 4.3).

Del total de especies evaluadas, solo se pudieron generar mapas de distribución para 29 especies (i.e. no se tiene suiciente información sobre la distribución de 5 especies). El patrón de distribución de riqueza de especies endémicas muestra una mayor concentración en las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia y del río Marañón en Perú (Figura 4.2).

4.3.3 Riqueza de especies con Datos Insuicientes Más del 50% de las especies evaluadas de moluscos de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales no tienen información suiciente para aplicar los criterios de la Lista Roja (asignadas a la categoría de Datos Insuicientes = DD). La mayor concentración de especies con Datos Insuicientes se encuentra en la parte alta de la cuenca del río Cauca en Colombia y en el río Marañón en Perú (Figura 4.4). Cabe resaltar que las 5 especies para las cuales no se pudieron generar mapas de distribución se encuentran también en la categoría de Datos Insuicientes.

4.3.2 Riqueza de especies amenazadas Las especies clasiicadas en categorías de amenaza (VU y CR) se encuentran principalmente distribuidas en la parte alta y media

Figura 4.2 Distribución por cuenca de la especies de moluscos de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales.

60

Figura 4.3 Distribución por cuenca de la especies de moluscos de agua dulce amenazados de los Andes Tropicales.

El río Opia en Colombia es la única cuenca donde todavía se encuentra la ostra Acostaea rivolii (CR). Foto: © Gladys Reinoso

61

Figura 4.4 Distribución por cuenca de las especies de moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales en la categoría de Datos Insuicientes.

Las principales amenazas que impactan a los moluscos de agua dulce amenazados y Casi Amenazados (NT) de los Andes Tropicales son, en orden decreciente, la contaminación del medio acuático, la modiicación de los cuerpos de agua, la agricultura, el desarrollo urbano y comercial acelerado y mal planiicado, y por último, la extracción desmedida de los recursos (sobrepesca) (Figura 4.5). Estas amenazas podrían estar interrelacionadas e incluso actuar de manera sinérgica.

comercial trae consigo una degradación e incluso pérdida total del hábitat. La agricultura, especialmente los arrozales, y en algunas ocasiones las actividades pecuarias, además de transformar totalmente el paisaje, generan contaminación por el uso de agroquímicos. En ciertos casos es común el uso de molusquicidas. Por ejemplo, en Ecuador a partir del 2008, se empezó a aplicar una fumigación intensiva con pesticidas usuales y molusquicidas para intentar controlar las poblaciones del caracol introducido Pomacea canaliculata, que ya representa una plaga en la costa del país, y que está afectando en gran medida a los moluscos nativos y al resto de la fauna acuática (Correoso et al. 2015).

4.4.1 Contaminación y desarrollo urbano

4.4.2 Modiicación de sistemas naturales

Las principales fuentes de contaminación acuática para los moluscos son los vertidos de aguas residuales domésticas y urbanas y los eluentes agrícolas y forestales. El desarrollo urbano y

Las modiicaciones de los sistemas naturales tienen que ver principalmente con el uso y manejo de los ecosistemas acuáticos en la región. La alteración de los cuerpos de agua incluye varias

4.4 Principales amenazas para los moluscos

62

Figura 4.5 Principales amenazas que afectan a las especies de moluscos de agua dulce amenazados y Casi Amenazados (NT) de los Andes Tropicales.

actividades como la construcción de represas, trasvases de cuencas, canalización, regulación de caudales, sustracción de agua para riego e incluso desecación de humedales. Muchas de estas actividades están relacionadas con el uso de agua para agricultura y ganadería. Finalmente, el resultado de estas modiicaciones trae consigo la modiicación, alteración e incluso la remoción del fondo o sustrato de los cuerpos de agua. De esta manera, los moluscos al ser especies bentónicas y iltradoras y/o raspadoras, son mucho más vulnerables frente a estos impactos.

4.4.3 Agricultura

Una de las principales actividades agrícolas que afectan a los moluscos de agua dulce en la región son los cultivos de arroz. Estos, no solo representan la conversión del hábitat natural, sino que también requieren de mucha agua y, como se mencionó anteriormente, demandan del uso de varios agroquímicos (ej. fertilizantes y plaguicidas).

Contaminación por vertimiento de eluentes en el río Frío, Colombia. Foto: © Mario Suarez.

63

Las construcciones de diques en el río Opia afectan a la ostra Acostaea rivolii (CR). Foto: © Gladys Reinoso.

4.5 Conclusiones y recomendaciones para la conservación

4.4.4 Uso de los recursos biológicos

Algunas especies de moluscos, en particular los caracoles del género Pomacea, son objeto de extracción, que los ha llevado a niveles de sobrepesca en sitios puntuales. Por ejemplo, en algunas regiones de Ecuador, particularmente en las provincias de Pastaza, Orellana y Napo, algunas especies de pomáceas suelen ser usadas por las comunidades nativas como fuente de alimento. En Colombia, la ostra del río Opia (Acostaea rivolii) también es objeto de pesca artesanal para consumo humano (LópezDelgado et al. 2009). En el Perú son consumidos diversas especies de Pomacea y al menos una de bivalvo (Anodontites trapesialis).

4.5.1 Exploración y estudios taxonómicos

Teniendo en cuenta que más de la mitad de las especies evaluadas en este estudio fueron categorizadas como Datos Insuicientes (DD), la primera conclusión que emerge de este análisis es la necesidad de contar con más información sobre la distribución y ecología de los moluscos en los Andes Tropicales. También las estrategias de historias de vida y la isiología básica de las especies, incluyendo ciclos reproductivos, crecimiento y madurez sexual, deben ser investigadas para un manejo y conservación más efectiva. Por ejemplo, conocer sobre los peces hospedadores claves para la reproducción de especies de las familias Hyriidae y Mulleriidae, así como otros aspectos como la capacidad de dispersión y resistencia a la desecación de los gasterópodos.

Las amenazas arriba mencionadas también han creado las condiciones propicias para el establecimiento de especies introducidas (exóticas y trasplantadas) que en algunos casos se han convertido en invasoras. En Colombia se han reportado tres especies introducidas: Tarebia granifera, Melanoides tuberculata y Corbicula luminea (Gutiérrez et al. 2012). En Ecuador se han reportado Melanoides tuberculata, Corbicula luminea y Pomacea canaliculata (Correoso 2008). En el Perú Melanoides tuberculata ha invadido los ríos de la costa y al presente se encuentra también en algunas partes de la Amazonia (Ramírez et al. 2003, Pino et al. 2010).

Muchos de los registros corresponden únicamente a referencias bibliográicas muy antiguas y no hay recolecciones recientes, por lo que se recomienda realizar inventarios exhaustivos (trabajo de campo) en la región, a in de actualizar la información. De la misma forma, es necesario adelantar trabajos de índole taxonómico dado el desconocimiento o la complejidad de

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Plantaciones de arroz y ganadería en la cuenca del río Sinú, Colombia. Foto: © Carlos A. Lasso.

algunos grupos (ej. caracoles del género Pomacea, varios bivalvos y micromoluscos en general).

(Pisidium iquito) se encontraría en un área protegida en Perú. Ninguna de las especies identiicadas como amenazadas o Casi Amenazadas estaría presente en áreas protegidas. Estos vacíos de conservación podrían deberse a la falta de información sobre la distribución de las especies, o bien a que efectivamente el grado de protección de los moluscos de agua dulce es actualmente muy bajo. Por lo tanto, es de vital importancia que se generen planes para la conservación de las especies amenazadas, ya sea a través de la creación de nuevas áreas protegidas o de convenios con propietarios privados. En la actualidad solo la ostra del río Magdalena (A. rivolii) cuenta con un plan de acción en Colombia (López-Delgado et al. 2009), el cual a pesar de su formulación parece no haber sido tan efectivo para la conservación de la especie (Villa-Navarro com. pers.).

4.5.2 Monitoreo En la actualidad, solamente una de las especies de moluscos evaluados, el bivalvo Acostaea rivolii (CR), tiene una propuesta de monitoreo de sus poblaciones (López-Delgado et al. 2009). Por lo tanto, es de suma importancia que este tipo de trabajos se realicen para las otras especies que se han identiicado como amenazadas o Casi Amenazadas en este reporte. Sería importante también monitorear las poblaciones y ampliación de las distribuciones de las especies de moluscos introducidas, así como también el impacto sobre las especies nativas (ver Gutiérrez et al. 2012 para mayor detalle).

La conservación de este grupo de organismos debe verse de manera integral con otros grupos biológicos como por ejemplo los peces, ya que muchas de las amenazas son prácticamente las mismas. Más aún, en el caso de los bivalvos su dispersión depende en gran medida de los peces como agentes de dispersión o vectores.

4.5.3 Áreas Protegidas La mayoría de las áreas protegidas han sido establecidas en áreas privadas, en paisajes con valor escénico o han sido deinidas con base a especies carismáticas de aves o mamíferos, y han dejado de lado las especies de agua dulce (Darwall et al. 2011). Por ello, no es una sorpresa que de las 34 especies evaluadas, tan solo una

4.6 Referencias Castro, N., Revilla, J. y Neville, M. 1976. Carne de monte como una fuente de proteínas en Iquitos, con referencia especial en monos. Revista Forestal del Perú, 6: 19-23.

65

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Capítulo 5. Estado de conservación de las libélulas de los Andes Tropicales Cornelio Andrés Bota-Sierra1, Bill Maufray2, Fredy Palacino-Rodríguez3, 4, Joachim Hofmann5, Kenneth Tennessen6, Leonardo Rache7 y Marcelo F. Tognelli8

5.1

5.2

5.3

5.4

5.5

5.6

1 2 3 4 5 6 7 8

Revisión de las libélulas en la región ...................................................................................................................................................68 5.1.1 Breve historia del estudio de las libélulas en la región .............................................................................................................68 5.1.2 Diversidad de las libélulas en el área de estudio .......................................................................................................................70 5.1.3 Libélulas endémicas ....................................................................................................................................................................70 5.1.4 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información ....................................................................................72 Estado de conservación de las libélulas endémicas............................................................................................................................72 5.2.1 Especies En Peligro Crítico ........................................................................................................................................................74 5.2.2 Especies En Peligro......................................................................................................................................................................74 5.2.3 Especies Vulnerables ...................................................................................................................................................................75 5.2.4 Especies Casi Amenazadas ............................................................................................................................................................... 76 5.2.5 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................76 Patrones geográicos de riqueza de especies .......................................................................................................................................77 5.3.1 Especies endémicas......................................................................................................................................................................77 5.3.2 Especies de distribución restringida ..........................................................................................................................................78 5.3.3 Especies amenazadas ...................................................................................................................................................................78 5.3.4 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................78 Principales amenazas para las libélulas ...............................................................................................................................................78 5.4.1 Uso de recursos biológicos .........................................................................................................................................................79 5.4.2 Minería y producción de energía ...............................................................................................................................................80 5.4.3 Modiicaciones de sistemas naturales ........................................................................................................................................82 5.4.4 Especies invasoras y problemáticas ............................................................................................................................................82 5.4.5 Desarrollo residencial y comercial .............................................................................................................................................82 5.4.6 Contaminación............................................................................................................................................................................83 5.4.7 Cambio climático y clima severo ...............................................................................................................................................83 5.4.8 Agricultura y acuicultura ............................................................................................................................................................84 Conclusiones y recomendaciones para la conservación ...................................................................................................................84 5.5.1 Exploración y estudios taxonómicos .........................................................................................................................................84 5.5.2 Monitoreo ....................................................................................................................................................................................84 5.5.3 Áreas protegidas ..........................................................................................................................................................................84 Referencias.............................................................................................................................................................................................85

Grupo de Entomología, Universidad de Antioquia (GEUA), Medellín, Colombia. Email: [email protected]. International Odonata Research Institute, Gainesville, Estados Unidos de América. Grupo de Investigación en Biología (GRIB), Universidad El Bosque, Bogotá, Colombia. Laboratorio de Artrópodos del Centro Internacional de Física, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. Instituto para el Estudio de Ecología del Paisaje y Análisis de Datos (alauda), Hamburgo, Alemania. Florida State Collection of Arthropods, Gainesville, Estados Unidos de América. Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, Colombia. IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.

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y los norteamericanos Philip Calvert, los primos Edward Bruce y Jesse H. Williamson y Clarence Kennedy, quienes continuaron la tarea taxonómica basándose principalmente en colecciones de museo (Donnelly 1998). Sin embargo, las exploraciones realizadas directamente por odonatólogos aumentaron, destacándose los viajes de los naturalistas Philip Calvert y los primos Williamson (Calvert y Calvert 1917, Williamson 1918). Después de la segunda mitad del siglo XX, odonatólogos como Sidney Dunkle, Oliver Flint, Jerry Louton, Dennis Paulson, Rosser Garrison, Ken Tennessen, Bill Maufray, Jerrell Daigle, Natalia von Ellenrieder, Joachim Hofmann y otros más, viajaron a la región. Empezaron a aparecer más publicaciones sobre ecología e historia natural aunque aún el tema principal en la mayoría de publicaciones sobre la región era la descripción de especies.

5.1 Revisión de las libélulas en la región La región evaluada en este trabajo bajo el nombre Andes Tropicales responde a la delimitación creada por la fundación inanciadora MacArthur. Esta área no incluye a Venezuela, pero incorpora toda la región andina, amazónica y el Chocó biogeográico en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.

Macho de Teinopodagrion croizati (Megapodagrionidae), especie endémica de la vertiente Pacíico de los Andes en Colombia y Ecuador. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Macho maduro de Erythrodiplax umbrata (Libellulidae), una de las primeras especies descritas en la región por Linnaeus en 1758. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

5.1.1. Breve historia del estudio de las libélulas en la región

En Bolivia hubo dos recolectores durante el siglo XX, el naturalista alemán Jose Steinbach, quien recolectó principalmente en las provincias de Santa Cruz y Cochabamba desde su arribo al país en 1904 hasta su muerte en 1930 (Vegter 1986). Luego, el norteamericano Robert Cummings recolectó en el área de Buena Vista en 1959 y 1960; la mayoría de sus colecciones se encuentran depositadas en la Colección de Artrópodos de la Universidad de Florida (FSCA en Gainesville), donde han sido debidamente curadas, pero es poco lo que se ha publicado. Entre 1998 y 2003, un grupo de odonatólogos norteamericanos encabezados por Ken Tennessen hicieron cinco expediciones para explorar la fauna de ese país. Entre los integrantes estuvieron Bill Maufray, Steve Valley, Jim Johnson y Jerrell Daigle. En 2010 la colombiana Vanessa Amaya junto con la boliviana Julieta Ledezma publicaron el listado de Anisoptera del Museo de Historia Natural Noel Kempf Mercado (Santa Cruz De La Sierra), registrando 149 especies para el país (Amaya y Ledezma 2010). No se conoce ningún boliviano dedicado al estudio de las libélulas.

En esta región las primeras especies de libélulas fueron descritas por Linnaeus (sueco) y Fabricius (danés) en el siglo XVIII, sin embargo, la verdadera exploración solo empezó hasta la segunda mitad del siglo XIX, cuando diferentes casas comerciales en Europa y Estados Unidos como Staudinger & Bang-Haas, Cosmos & Co. y Rolle enviaban recolectores a América del Sur en busca de insectos (Ris 1918, Hofmann 2009), principalmente mariposas y escarabajos. Aparte de estas empresas también hubo varios recolectores comerciales como John Hauxwell, Antone Fassl, Feliks Woytkowski y otros más. El Barón Edmond Selys de Longchamps (belga) compró varias de estas colecciones y empezó su descripción sistemática, sentando las bases para la odonatología moderna con la ayuda de varios colegas. Entre ellos, se destacó Hermann A. Hagen (alemán), quien a inales del siglo XIX se estableció en Cambridge (Massachusetts) y fundó la escuela odonatológica norteamericana (Donnelly 1997) que trajo consigo una enriquecedora serie de intercambios, viajes e investigaciones a la región. Durante la primera mitad del siglo XX algunos de los investigadores que más aportaron al conocimiento de las libélulas en esta región fueron el suizo Friedrich Ris, el británico John Cowley, el alemán Erich Schmidt

En Colombia se destacan la expedición hecha por los primos Edward y Jesse Williamson entre diciembre de 1916 y febrero de 1917, quienes se internaron desde el Caribe hacia el centro del país a través el río Magdalena y recolectaron 8553 especímenes

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que llevaron al Museo de Historia Natural de la Universidad de Michigan (Williamson 1918). Además, las colecciones realizadas por Antone Fassl (lepidopterólogo) quien entre 1908 y 1911 atravesó el país realizando colectas desde el puerto de Buenaventura en el Pacíico, pasando por las tres ramas de los Andes y sus valles interandinos hasta llegar a la Orinoquia (Ris 1918). Estas colecciones llegaron a manos de Friedrich Ris y en su mayoría se encuentran en el Museo de Historia Natural de Frankfurt. Estas dos expediciones fueron la base para la descripción de la odonatofauna colombiana. El primer estudio de libélulas realizado por un residente fue el del Hermano Lasallista Apolinar María (francés), quien en 1938 gracias a la ayuda del español Longinos Navás publicó el primer catálogo de Odonata para Colombia (María 1938). Desafortunadamente la colección base para este trabajo fue incinerada durante los violentos sucesos políticos en 1948, retrasando el estudio del orden en el país casi 40 años. En la década de 1980 se retomó el estudio de las libélulas en el país a través de sus larvas (Arango y Roldán 1983) y la descripción de nuevas especies (Cruz 1986). En el siglo XXI se crea el Grupo Colombiano de Odonatología (GCO), compuesto por un grupo de diez estudiantes, asesorados principalmente por investigadores en el exterior como Natalia von Ellenrieder (argentina), Jurg De Marmels (suizo), Rodolfo Novelo (mexicano), Rosser Garrison (norteamericano), entre otros. Diversos estudios han surgido desde la creación del grupo, principalmente enfocados en conocer la biodiversidad del país, aunque también empiezan a hacerse estudios en conservación, ecología y evolución.

hallazgos de más de 20 años de trabajo de campo. Durante las décadas de 1930 y 1940 (siglo XX), las expediciones de ClarkeMcIntyre proveniente de la Universidad de Michigan produjeron la mayoría del conocimiento sobre la región del alto río Napo y a partir de este material se describieron un sinnúmero de nuevas especies en los siguientes 50 años. En las décadas de 1970 y 1980, hay una ola de expediciones de investigadores norteamericanos entre los que se destacaron Minter Westfall Jr., Sidney Dunkle, Ken Tennessen, Ken Knopf, Dennis Paulson y Peter Drummond III, principalmente en el área de Limoncocha. Una segunda ola empezó en la década de los 1990, en ella se destacaron Bill Maufray, Ken Tennessen, Rosser Garrison, Jim Johnson, Jerrel Daigle, Bill Haber y David Wagner. El material recolectado por estos investigadores se encuentra depositado en colecciones norteamericanas, y a partir de éste se han descrito una gran cantidad de nuevas especies y se han compilado los registros que hacen posible esta evaluación.

Macho de Euthore fassli (Polythoridae), especie endémica de la Cordillera Occidental en Colombia, descrita en reconocimiento al explorador alemán Antone Fassl por Ris en 1918. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Pareja en cópula de Lestes jerrelli (Lestidae), una especie presente en Colombia, Ecuador y Perú, cuya descripción ejempliica los resultados de las exploraciones en Ecuador. La etimología escrita por Tennessen en su descripción indica que la especie fue nombrada en honor a Jerrell J. Daigle en reconocimiento a sus aportes a la odonatología en el Nuevo Mundo y por su entusiasmo para estudiar las libélulas. Foto: © Cintia Moreno-Arias.

En Ecuador los primeros registros fueron provistos por McLachlan entre 1869 y 1888. Al empezar el siglo XX, Currie publicó los resultados de su expedición a Galápagos, seguidos rápidamente por las publicaciones de Philip Calvert sobre la fauna Neotropical entre 1906 y 1909. El naturalista ecuatoriano Francisco Campos es considerado el padre de la odonatología ecuatoriana y publicó la primera lista de especies para el país en 1922 y continúo trabajando sobre ésta en 1925 y 1927, incluyendo los reportes de la literatura de la época y sus propios

En Perú se recolectaron insectos entrando por la zona oeste del país, abarcando hasta el Amazonas y sus aluentes. Las primeras muestras odonatológicas de tales viajes fueron las que reporta Henry Walter Bates, quien recolectó desde 1848 hasta 1859. Debido al aumento del interés en estudiar la lora y fauna en el propio país y la instalación de instituciones de historia

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natural, se organizaron a comienzos del siglo XX desde Lima un número creciente de expediciones. Hasta mediados del siglo XX, seguían siendo europeos la mayoría de los coleccionistas y de los investigadores de la naturaleza en Perú. En 1933 el inglés John Cowley, recopiló el primer listado de libélulas del Perú pero no fue publicado. En 1942 El alemán Erich Schmidt publicó el primer catálogo de especies para el país, que fue completado por el letón Janis Rácenis en 1959. Numerosos investigadores norteamericanos y europeos han participado activamente durante el último siglo en la exploración de la odonatofauna peruana; en la actualidad se destacan los estudios del alemán Joachim Hofmann, el holandés Tim Faasen y los norteamericanos Dennis Paulson y Rosser Garrison, entre otros. En los últimos 15 años la mayoría de estudios en el norte de los Andes son taxonómicos (p. ej. Paulson 2003, De Marmels 2006, Garrison 2007, Hofmann 2009, Palacino-Rodríguez 2009, Amaya-Vallejo y Novelo Gutiérrez 2012, Daigle 2014), en algunos casos se incluyen aspectos de historia natural (p. ej. De Marmels 2007, Pérez-Gutiérrez 2007, von Ellenrieder y Garrison 2008, Tennessen y Johnson 2010, Pérez-Gutierréz 2012, BotaSierra y Wolf 2013, Rache et al. 2013, Bota-Sierra 2014a, Kondo et al. 2015) y en algunos se incluyen análisis ilogenéticos y/o biogeográicos (p. ej. De Marmels 2001, von Ellenrieder 2003, Palacino-Rodríguez et al. 2014). También hay algunos estudios comparativos en morfología y ecología, principalmente de tipos de hábitat (p. ej. Altamiranda et al. 2012, Palacino-Rodríguez et al. 2015), ciclos de vida (p. ej. Velásquez et al. 2009, Casallas et al. 2012), y un par de estudios de dinámica de poblaciones (Sánchez y Realpe 2010, Altamiranda-S. y Ortega-M. 2012, Palacino-Rodríguez et al. 2012). En conservación se ha trabajado en construcción de listas rojas (Paulson 2004, Paulson y von Ellenrieder 2009). Además, se han empezado a hacer estudios usando técnicas moleculares o morfométricas para responder preguntas evolutivas (p. ej. Sánchez et al. 2010, Sánchez et al. 2015, Suárez-Tovar y Sarmiento 2016).

Hembra juvenil de Mesamphiagrion gaudiimontanum (Coenagrionidae), especie endémica del norte de la Cordillera Central en Colombia, una de las especies descrita en los últimos años. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

5.1.2 Diversidad de las libélulas en el área de estudio En esta región se han reportado 838 especies, agrupadas en 16 familias (Figura 5.1), de acuerdo con las clasiicaciones propuestas por Ware et al. (2007) y Dijkstra et al. (2013). Esta cifra constituye aproximadamente el 15% de la fauna global, lo cual probablemente aumentará en los próximos años debido al incremento en la investigación en esta área. El país con mayor cantidad de especies registradas es Perú con 553, seguido de Ecuador 408, Colombia 389 y Bolivia 346 (Tabla 5.1). Al relacionar estos datos con el área de cada país, Ecuador tiene aproximadamente un cuarto del área de los otros y sin embargo es el segundo con mayor cantidad de registros, lo que en gran medida se puede deber al mayor esfuerzo de muestreo realizado allí (Tabla 5.1). Así mismo se puede explicar la gran diferencia de Perú con Colombia y Bolivia, países que tienen áreas similares. 5.1.3 Libélulas endémicas En la región se registran 216 especies endémicas (25.8% de las especies de la región). Por países, Perú con 57 especies es el que

Figura 5.1 Número total de especies y de especies endémicas por familia en los Andes Tropicales.

70

tiene mayor número de especies endémicas y Bolivia con 13 el menor, lo que coincide con las riquezas reportadas (Tabla 5.1). Sin embargo, resalta que Colombia es el país con mayor porcentaje de especies endémicas (12.1%) lo cual muestra la riqueza potencial de este país que hasta hace algunos años era considerado terra incognita (Paulson 2004). La cantidad de endemismos por unidad de área muestra a Ecuador como el país con mayor densidad de especies endémicas en la región, casi cuatro veces más que los otros países. La cantidad de especies endémicas registradas para Bolivia es comparativamente baja, lo cual se debe en parte a la gran cantidad de especies compartidas con Perú (15 especies) y al escaso muestreo realizado en este país (Tabla 5.1).

Macho de Progomphus pygmaeus, especie perteneciente a la familia Gomphidae, la representante del suborden Epiprocta con mayor aporte de especies endémicas. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Macho de Mesagrion leucorrhinum (incerta sedis). Esta especie endémica de Colombia, es uno de los seis representantes del grupo monoilético Heteropodagrion, distribuido desde Ecuador hasta Panamá y cuya taxonomía aún no es clara. Foto: © Cornelio Bota-Sierra. Macho de Gomphomacromia fallax (Synthemistidae), especie con distribución en los Andes desde Bolivia hasta Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

La familia Coenagrionidae se destaca por ser la que presenta el mayor número de especies endémicas, con 76 representantes aporta el 35.2% de especies endémicas en el área de estudio. Las familias Philogeniidae y el grupo monoilético Heteropodagrion, cuyo estatus taxonómico aún no es claro por lo que aparece como Incerta sedis (Dijkstra et al. 2013), son grupos cuyas especies cuentan con distribuciones restringidas y están fuertemente ligadas al área de estudio por lo que la proporción de especies endémicas sobre el número de registros de especies en el área es muy alto, 88.4% (23 endémicas / 26 totales) y 83.3% (5 endémicas /6 totales) respectivamente (Figura 5.1).

En cuanto a la distribución por taxa, el suborden Epiprocta, cuyos integrantes son comúnmente llamados libélulas, aporta el 43.6% del total de las especies presentes en la región. Sin embargo, solo el 17.5% de las especies endémicas pertenecen a este linaje. Las familias con mayor número y/o proporción de endemismos son las del suborden Zygoptera cuyos integrantes son comúnmente llamados caballitos del diablo, con el 56.4% de especies registradas en el área y el 82.5% de especies endémicas.

Tabla 5.1 Especies endémicas por país en los Andes Tropicales. País

Endémicas

Total

% especies endémicas

Área (millones de km2)

Endémicas/área (km2) x 100 000

Bolivia

13

349

3.72

1.099

1.18

Colombia

46

389

12.08

1.142

4.02

Ecuador

46

409

11.24

0.283

15.51

Perú

52

553

9.40

1.285

4.04

71

siguientes publicaciones: Machado (2009), Bota-Sierra et al. (2010), Rojas-Riaño (2011), Pérez-Gutiérrez y MontesFontalvo (2011), Bota-Sierra (2012), Pérez-Gutiérrez (2012), Bota-Sierra y Wolf (2013), Rache et al. (2013), BotaSierra (2014a, b), Bota-Sierra et al. (2015). La lista de Perú se enriqueció al combinar las bases de datos del Instituto Internacional para la Investigación en Odonata (IORI) con las de los investigadores Dennis Paulson, Joachim Hofmann, Rosser Garrison y Natalia von Ellenrieder. Esto ha permitido la actualización del listado de especies para la región (Tabla 5.2). Estos números cambiarán en un futuro cercano debido al interés creciente en este grupo de insectos y al reconocimiento de nuevas especies por parte de los especialistas.

5.1.4 Limitaciones en la disponibilidad y coniabilidad de la información Colombia y Perú cuentan con listas de especies nacionales publicadas en revistas cientíicas (Hofmann 2009, PérezGutíerrez y Palacino-Rodríguez 2011). En Ecuador se conocen múltiples trabajos que están siendo compilados y actualizados con los datos adquiridos durante las expediciones de los últimos años por Bill Maufray y Ken Tennessen. En Bolivia hay menos información disponible pero Ken Tennessen se encuentra compilándola (Tabla 5.2). Durante la elaboración de este trabajo se revisaron y añadieron a la lista del 2011 para Colombia, datos provenientes de las

Tabla 5.2 Disponibilidad de los datos por país. País

Especies conocidas sin describir

Total (endémicas y amplia distribución)*

Última lista

Bolivia

6*

349*

146a

Colombia

15*

389*

335b

Ecuador

30*

409*

133c

Perú

40-60*

553*

481d

*Datos de: Bolivia,Tennessen (sin publicar); Colombia, Bota-Sierra (sin publicar); Ecuador, Maufray y Tennessen (sin publicar); Perú, Hofmann y Paulson (sin publicar). aAmaya y Ledezma (2010). bPérez-Gutiérrez y Palacino-Rodríguez (2011). cCampos (1922, 1925). dHofmann (2009).

Entre las 138 restantes, 21 especies (15.2%) se encuentran dentro de alguna de las categorías de amenaza: En Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN) o Vulnerable (VU), además de otras cinco especies (3.6%) consideradas Casi Amenazadas (NT) (Figura

5.2 Estado de conservación de las libélulas endémicas De los endemismos reportados, siete son especies compartidas por los cuatro países, diez son compartidas por tres de ellos, 42 por dos y el resto, 157 especies solo se encuentran en alguno de los países (Tabla 5.1).

Figura 5.2 Número de especies de Odonata endémicas de los Andes Tropicales en cada una de las categorías de la Lista Roja de la UICN. CR: En Peligro Crítico; EN: En Peligro; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada; LC: Preocupación Menor; DD: Datos Insuicientes.

De las 216 especies evaluadas, 78 entraron en la categoría de Datos Insuicientes (DD); un porcentaje relativamente alto del total de especies evaluadas (36%), lo que releja el escaso conocimiento de una gran parte de las libélulas de la región.

Hetaerina aurora, especie endémica de la región, reportada desde Perú hasta Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

72

Tabla 5.3 Especies de Odonata endémicas de los Andes Tropicales en las siguientes categorías: CR: En Peligro Crítico; EN: En Peligro; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada. Familia

Nombre cientíico

Categoría UICN de la Lista Roja

Coenagrionidae

Metaleptobasis gibbosa

CR

Megapodagrionidae

Heteragrion peregrinum

CR

Perilestidae

Perissolestes remus

CR

Platystictidae

Palaemnema croceicauda

CR

Platystictidae

Palaemnema edmondi

CR

Aeshnidae

Rhionaeschna caligo

EN

Coenagrionidae

Acanthagrion williamsoni

EN

Coenagrionidae

Drepanoneura donnellyi

EN

Coenagrionidae

Mesamphiagrion demarmelsi

EN

Coenagrionidae

Mesamphiagrion gaudiimontanum

EN

Coenagrionidae

Mesamphiagrion nataliae

EN

Coenagrionidae

Mesamphiagrion santainense

EN

Coenagrionidae

Telebasis lammeola

EN

Megapodagrionidae

Heteragrion calendulum

EN

Megapodagrionidae

Philogenia monotis

EN

Coenagrionidae

Mesamphiagrion ovigerum

VU

Coenagrionidae

Mesamphiagrion rosseri

VU

Coenagrionidae

Telebasis farcimentum

VU

Megapodagrionidae

Philogenia cristalina

VU

Megapodagrionidae

Teinopodagrion temporale

VU

Polythoridae

Cora lugubris

VU

Coenagrionidae

Argia rosseri

NT

Coenagrionidae

Protallagma hofmanni

NT

Coenagrionidae

Protoneura macintyrei

NT

Megapodagrionidae

Philogenia helena

NT

Megapodagrionidae

Teinopodagrion vallenatum

NT

5.2, Tabla 5.3). La mayoría de las especies evaluadas se encuentran en la categoría de Menor Preocupación (81.2%) (Figura 5.2). Generalmente, estas son especies que tienen distribuciones amplias, son relativamente frecuentes y presentan pocas o ninguna amenaza importante que estén causando reducciones signiicativas en sus poblaciones. Una lista de todas las especies por orden y familia, incluyendo la categoría asignada, se presenta en el Apéndice 2.

De las 21 especies amenazadas, cinco fueron categorizadas como En Peligro Crítico, diez En Peligro y seis como Vulnerable (Figura 5.2, Tabla 5.3). Colombia aparece como el país con mayor número de especies amenazadas (16), tres de ellas En Peligro Crítico. Le sigue Ecuador con cinco especies amenazadas, de ellas dos En Peligro Crítico. En Perú y Bolivia no se identiicaron especies amenazadas (Figura 5.3). Es posible que la situación en estos dos países sea consecuencia del número de especies con Datos Insuicientes (Figura 5.3),

73

Figura 5.3 Número de especies amenazadas, Casi Amenazadas y con Datos Insuicientes por país. La distribución de diez especies con Datos Insuicientes es compartida por Perú con Bolivia (5 especies), con Ecuador (2 especies), con Colombia (2 especies) y con Bolivia y Ecuador (1). CR: En Peligro Crítico; EN: En Peligro; VU: Vulnerable; NT: Casi Amenazada; DD: Datos Insuicientes.

lo que se conigura en un llamado urgente a la investigación en Odonata y sus amenazas en estos países.

Perissolestes remus solo se conoce de su localidad tipo en la vertiente Pacíico de los Andes ecuatorianos (provincia de Santo Domingo). La localidad fue absorbida por la ciudad de Santo Domingo y aunque se ha hecho un esfuerzo considerable para encontrar la especie en localidades cercanas, no se ha tenido éxito.

5.2.1. Especies En Peligro Crítico Heteragrion peregrinum es una especie endémica de la Cordillera Central colombiana en la cuenca media del río Magdalena. En 1917 fue recolectada por los primos Williamson, quienes en una semana recolectaron 50 individuos (Williamson 1919), lo que muestra que la especie era abundante. Durante los últimos 15 años, se han realizado diversas expediciones en el Magdalena medio incluyendo la localidad tipo y la especie no ha sido reportada. De acuerdo con esto, la especie es considerada En Peligro Crítico Posiblemente Extinta.

5.2.2 Especies En Peligro Acanthagrion williamsoni es endémica del Valle del Magdalena (Colombia) donde se ha registrado en dos localidades a ambos lados del río, pero no se ha reportado en ninguna de las pocas reservas naturales en la zona, que está expuesta a fuertes presiones por agricultura principalmente.

Metaleptobasis gibbosa es una especie solo conocida de los humedales boscosos en Los Copales, entre Mera y Shell (Pastaza, Ecuador). La única localidad donde se ha reportado la especie fue convertida en una zona urbana y varias expediciones en localidades cercanas no han re descubierto la especie. Palaemnema croceicauda es endémica de la Cordillera Central colombiana en la zona del Magdalena medio. Fue descubierta en 1917 por los primos Williamson (Calvert 1931) y solo ha sido reportada una vez más en 2012 durante un estudio de impacto ambiental para la construcción de un embalse en el río Samaná Norte. Si esta obra se lleva a cabo el único hábitat conocido para la especie en la actualidad podría desaparecer. Palaemnema edmondi es un caso similar al de Heteragrion peregrinum. Esta especie solo fue recolectada en 1917 por los primos Williamson en la zona del Magdalena medio. Durante los últimos 15 años, se han realizado diversas expediciones en el área incluyendo la localidad tipo y la especie no ha sido reportada nuevamente. Esta especie también es considerada En Peligro Crítico Posiblemente Extinta.

Pareja de Drepanoneura donnellyi en tándem (Coenagrionidae). Esta especie endémica del piedemonte magdalénico al norte de la cordillera Central en Colombia, ha sido evaluada en la categoría EN debido a procesos de minera, expansión agraria y deforestación de su hábitat. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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Drepanoneura donnellyi es endémica de la Cordillera Central colombiana en la zona del Magdalena medio. Aunque se han reportado recientemente nuevas localidades para la especie, ninguna se encuentra en un área protegida y la zona tiene fuertes presiones por minería, tala y expansión agrícola.

Rhionaeschna caligo es endémica del complejo de páramos de Santa Inés, al norte de la Cordillera Central en Colombia, y enfrenta amenazas por expansión agrícola y cambio climático. Telebasis lammeola es endémica de la región amazónica en las provincias de Napo y Pastaza (Ecuador), donde solo se ha reportado en tres localidades, en un área en la que la expansión agrícola está causando una disminución constante en la cantidad y calidad de los hábitats disponibles.

Heteragrion calendulum es endémica del norte de la Cordillera Central colombiana. Aunque se conocen dos localidades para la especie, su presencia en la actualidad solo se ha reportado en una de ellas pues no ha sido encontrada en la localidad tipo nuevamente.

5.2.3 Especies Vulnerables Cora lugubris es endémica de las cordilleras Central y Occidental en Colombia donde habita quebradas con cobertura boscosa entre los 1700 y 2300 m s.n.m. A lo largo de su distribución se encuentra amenazada por agricultura y minería, principalmente.

Mesamphiagrion demarmelsi habita ecosistemas lénticos del altiplano Cundiboyacense, una de las zonas con mayor población en Colombia, por lo que experimenta fuertes presiones antrópicas por agricultura, expansión urbana y contaminación.

Mesamphiagrion ovigerum es endémica de la cordillera Oriental en Colombia donde habita quebradas entre los 2500 y los 2900 m s.n.m., y está amenazada principalmente por agricultura.

Mesamphiagrion gaudiimontanum es especialista de turberas en el complejo de páramos de Santa Inés al norte de la Cordillera Central en Colombia. Enfrenta amenazas por expansión agrícola, minería y cambio climático.

Mesamphiagrion rosseri es endémica de la Cordillera Central de Colombia donde habita pequeñas charcas en el interior y borde de bosques de niebla. Enfrenta amenazas por tala y expansión agrícola.

Mesamphiagrion nataliae es endémica del altiplano Cundiboyacense, una de la zonas con mayor población en Colombia, por lo que experimenta fuertes presiones antrópicas por agricultura, expansión urbana y contaminación. A pesar de estar en uno de los lugares con mayor esfuerzo de muestreo, la especie solo se conoce de sus localidades tipo y en expediciones recientes no se ha vuelto a registrar. Mesamphiagrion santainense es una especie rara endémica de las tierras altas del norte de la cordillera Central en Colombia donde cuenta con una distribución bastante restringida. Las quebradas en las que habita han sido invadidas por truchas (Oncorhynchus mykiss), y además enfrenta presiones por agricultura y minería. Philogenia monotis es endémica de la vertiente Pacíico de los Andes ecuatorianos (provincia de Santo Domingo) y no se ha vuelto a reportar en su localidad tipo que fue absorbida por la ciudad de Santo Domingo; sin embargo, se ha reportado en dos localidades cercanas; lamentablemente estas se encuentran amenazadas por extracción de madera y expansión urbana.

Macho de Cora lugubris (Polythoridae), especie endémica de las cordilleras Central y Occidental en Colombia. Evaluada como VU. Foto: © Adolfo Codero Rivera.

Macho de Mesamphiagrion ovigerum (Coenagrionidae). Especie endémica de la cordillera Oriental en Colombia, evaluada como VU. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Macho de Mesamphiagrion santainense (Coenagrionidae), endémica de las tierras altas del norte de la cordillera Central en Colombia, ha sido evaluada como EN. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

75

Philogenia cristalina es endémica de la Cordillera Central colombiana en la zona del Magdalena medio. Aunque se han reportado nuevas localidades para la especie recientemente, ninguna se encuentra en un área protegida y la zona tiene fuertes presiones por minería, tala y expansión agrícola. Teinopodagrion temporale es endémica de la Cordillera Central en el Valle del Magdalena, Colombia y no se ha reportado en ninguna de las pocas reservas naturales de la zona, que tiene fuertes presiones por agricultura y minería principalmente.

Macho de Protallagma hofmanni (Coenagrionidae). Esta especie endémica de la Cordillera Blanca en Perú ha sido evaluada como NT. Foto: © F.-J. Schiel.

Telebasis farcimentum es endémica del sur de las cordilleras Central y Occidental en Colombia donde habita humedales entre los 1000 y los 1700 m s.n.m. A lo largo de su distribución se encuentra amenazada por agricultura y expansión urbana.

Macho de Telebasis farcimentum (Coenagrionidae), especie endémica de las cordilleras Central y Occidental en Colombia que ha sido evaluada como VU. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

5.2.4 Especies Casi Amenazadas Argia rosseri es endémica de Bolivia (departamento de Santa Cruz) donde solo se conoce de una localidad. En el momento no hay amenazas identiicadas a su conservación, pero hay una probabilidad grande de que esto suceda, ya que la especie habita un área sin protección que potencialmente será explotada en el futuro. Esta especie, aparentemente, es sinónimo de Argia jujuya lo que modiicaría su distribución geográica (N. von Ellenrieder com. pers. 2016); en caso de ser así, el estado de conservación de ésta especie deberá ser re-evaluado.

Macho de Philogenia helena (Philogeniidae). Esta especie endémica de la cordillera Oriental en Colombia ha sido evaluada como NT. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Protoneura macintyrei es endémica de la vertiente Pacíico en la provincia de Los Ríos en Ecuador, donde se conoce de tres localidades que no están protegidas. Aunque aún no experimentan procesos de degradación del hábitat, estas localidades podrían ser afectadas por la expansión de la frontera agrícola.

Protallagma hofmanni esta especie endémica de las tierras altas de la Cordillera Blanca, en la que habita un pequeño aluente de la laguna Querococha (4000 m s.n.m.) y no se han encontrado más poblaciones de la especie a pesar de haber muestreado zonas similares en el área. Aunque se encuentra dentro del parque nacional Huascarán, existen presiones por ganadería en el parque que de no ser controladas podrían poner a esta especie en riesgo de extinción.

Teinopodagrion vallenatum es endémica de la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia. A pesar de ser una zona protegida, esta área ha sufrido fumigaciones con glifosato para erradicar cultivos ilícitos, y no existen estudios del efecto de estas acciones en las poblaciones de la especie. 5.2.5 Especies con Datos Insuicientes

Philogenia helena es endémica de la cordillera Oriental de Colombia y se ha encontrado en zonas de amortiguación de parques naturales. Sin embargo, a lo largo de su distribución enfrenta fuertes presiones por agricultura.

Perú encabeza la lista de especies dentro de la categoría Datos Insuicientes con 34 especies, seguido por Ecuador, Colombia

76

y Bolivia con 17, 14 y 10 especies, respectivamente. Entre estas especies hay diez que a pesar de ser compartidas por más de un país se encuentran en esta categoría (Figura 5.3). Especies que se encuentran en zonas con fuertes presiones antrópicas son de especial importancia pues podrían estar enfrentando serias amenazas a su supervivencia. Es el caso de Archilestes chocoanus cuya única localidad conocida podría estar afectada por minería (Pérez-Gutiérrez 2012) o Ischnura mahechai cuya única localidad conocida se encuentra en el altiplano Cundiboyacense en una de las áreas más pobladas en la región.

es relativamente bajo y disímil; prueba de esto es el elevado número de especies con datos deicientes, lo que lleva a un sesgo en el análisis. Sin embargo, se puede observar algunos patrones que pueden cambiar con el incremento en la generación de información de buena calidad en un futuro cercano. 5.3.1. Especies endémicas Aunque la riqueza de las comunidades de libélulas suele ser mayor a menor altitud, la riqueza de especies endémicas no sigue el mismo patrón en los Andes Tropicales. Las áreas de distribución de las especies suelen estar ligadas a complejos procesos evolutivos y ecológicos. El gradiente altitudinal presente en los Andes provee un escenario con diferencias marcadas y estables a lo largo del tiempo entre áreas que se encuentran en espacios relativamente pequeños (Ghalambor et

5.3 Patrones geográicos de riqueza de especies A la hora de analizar estos datos es muy importante tener en cuenta que el esfuerzo de muestreo en la mayor parte del área

Figura 5.4 Mapa de la riqueza de especies endémicas por subcuenca.

77

al. 2006), lo que causa que el área de distribución de muchas especies sea bastante restringido, particularmente en las partes altas y medias de las montañas, resultando así en un gran número de especies endémicas y uno de los lugares del planeta con mayor biodiversidad.

Datos Insuicientes, como es el caso del departamento Junín (Perú) o la cuenca del río Esmeraldas (Ecuador), lo que puede revelar que es necesario hacer más muestreos para comprobar estos datos. 5.3.3 Especies Amenazadas

Como se puede observar a continuación, algunas especies endémicas de los Andes tienen áreas de distribución mayores que otras (Figura 5.4 y 5.5), lo cual se debe a diferentes características de cada especie, que han evolucionado bajo diferentes condiciones y muchas veces en ecosistemas únicos. Por ejemplo, cada una de las tres ramas de la cordillera en Colombia tiene un origen diferente, por lo tanto sus edades y composiciones geológicas son completamente diferentes, así como sus biotas.

En la igura 5.6 se observa que solo se reportan especies amenazadas en Ecuador y Colombia. La mayoría de ellas están en Colombia, en particular dentro de la región del Magdalena medio donde hay fuertes presiones antrópicas, principalmente por actividad agrícola y minería. Así mismo, las libélulas que se distribuyen entre los 1000 y los 3000 m de altitud en los Andes colombianos están amenazadas, pues la mayoría de los asentamientos urbanos en este país tienen la misma distribución. Esta es también una fuerte amenaza en las zonas de Santo Domingo y Pastaza en Ecuador.

En Colombia resalta el valle interandino del Magdalena (Magdalena medio), por la alta riqueza en especies endémicas, especialmente en su región húmeda, también el norte de la Cordillera Central, principalmente el complejo de páramos de Santa Inés. En Ecuador se observan las áreas con mayor riqueza de especies endémicas de todo el norte de los Andes en la parte alta de los ríos Napo, Pastaza y Morona y su descenso hacia los planos amazónicos, de donde se reportan entre 18 y 25 especies endémicas. En Perú, se observa un patrón similar al de Ecuador con mayor riqueza de endémicas en la vertiente Amazónica de los Andes particularmente en los departamentos de Huánuco y Junín y se destaca un área amazónica de endemismo en el departamento Madre de Dios, donde se encuentra el Parque Nacional del Manu que ha sido cuartel de múltiples investigadores, y es conocido mundialmente como el lugar con mayor riqueza de libélulas del planeta (Paulson 1985). En Bolivia se vuelve a encontrar mayor riqueza de especies endémicas hacia el piedemonte Amazónico, en los departamentos de Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra; sin embargo, sobresale una zona con alto número de endémicas en las tierras altas cerca de La Paz.

Llama la atención que Perú, a pesar de presentar el mayor número de especies endémicas de la región (104) y endémicas del país (52), ninguna de ellas fue incluida en alguna de las categorías de amenaza. Esto, seguramente está relacionado con la falta de información para muchas de las especies ya que, es el país con mayor número de especies con Datos Insuicientes (34). 5.3.4 Especies con Datos Insuicientes Al comparar las iguras 5.6 y 5.7, se observa un contraste preocupante a medida que dejan de aparecer especies amenazadas de norte a sur y se observan cada vez más especies con datos deicientes para la evaluación. Este resultado es evidencia de la necesidad de explorar éstas áreas para conocer la realidad de estas especies, que por sus reducidas áreas de distribución podrían estar bajo algún riesgo de amenaza.

5.4 Principales amenazas para las libélulas

5.3.2 Especies de distribución restringida

Los odonatos dependen de los ecosistemas acuáticos y del bosque; sus larvas crecen dentro del agua y los adultos voladores muchas veces son especialistas de dosel, sotobosque y áreas abiertas, entre otros. Esto hace que sean muy sensibles a las perturbaciones de los hábitat acuáticos y terrestres cercanos.

Para distinguir entre las cuencas que albergan especies endémicas con distribución relativamente amplia de las sub-cuencas que albergan especies que solo se encuentran en la sub-cuenca, o expresar el grado de endemismo de cada sub-cuenca, se usa el análisis de endemismo ponderado corregido (Figura 5.5), el cual calcula el valor de riqueza de especies ponderado por el rango (ver Capítulo 2). Al observar los patrones de este análisis, se ve que la mayoría de áreas con gran riqueza de especies endémicas de la igura 5.4, en realidad no son centros de endemismo pues a pesar de contar con un gran número de especies únicas del área, estas tienen distribuciones relativamente amplias.

Las poblaciones y/o especies de odonatos pueden verse amenazadas por causas naturales o antropogénicas (Paulson, 2011). En el caso de las perturbaciones naturales, la frecuencia e intensidad con la que ocurren a lo largo del tiempo es similar y posibilitan un lapso de tiempo en el que las especies pueden recuperarse del efecto ocasionado por dichos fenómenos (Conell 1975). Las actividades humanas por el contrario, no muestran este patrón y lo que regularmente se observa es que la presión que ejercen sobre los ecosistemas es cada vez mayor y hace que los hábitats acuáticos y terrestres de los cuales dependen los odonatos, estén desapareciendo o presenten un nivel grave de degradación. Esta situación se presenta en todo el mundo a una

En la igura 5.5 se observan al menos 24 cuencas con un alto grado de endemismo distribuidas a todo lo largo del área. Estas son de gran importancia para la conservación de la diversidad pues son ecosistemas que ofrecen condiciones para la presencia de especies únicas. Es importante resaltar que algunas de estas se traslapan con las áreas donde se encuentra mayor cantidad de especies con

78

Figura 5.5 Mapa mostrando el índice de endemismo ponderado corregido de libélulas por sub-cuenca.

tasa acelerada (Corbet 2004) y se estima que una de cada diez especies está en peligro de extinción (Clausnitzer et al. 2009), situación conirmada en este estudio en donde al evaluar 216 especies encontramos 21 amenazadas.

5.4.1 Uso de recursos biológicos La tala de bosques es una de las principales amenazas (Figura 5.8). Ocurre en las modalidades de tala y cosecha de madera para subsistencia y tala a gran escala para ines comerciales, ambas son prácticas ampliamente extendidas en el norte de los Andes y afectan fuertemente a las libélulas pues una gran cantidad de especies son especialistas de bosques.

En la igura 5.8 se pueden ver los principales factores de amenaza para la supervivencia de las libélulas amenazadas y Casi Amenazadas (NT) en la región. Se observan ocho factores de amenaza, entre los que se destaca la pérdida de hábitat por expansión agraria por ser la mayor amenaza con cerca al 50% de las especies en riesgo, seguida por la producción de energía y minería que afectan cerca del 40% de las especies; el uso de los recursos biológicos con un 30% de especies afectadas y el desarrollo residencial y comercial cerca del 20%. Aunque el resto de los factores afectan menos de un 20% de las especies, pueden ser de gran importancia a nivel local.

Los ecosistemas acuáticos son bastante sensibles a la luz, así al retirar los árboles que dan sombra a las quebradas, no solo se disminuye la capacidad de almacenamiento y captación de agua de la cuenca, sino que también se acaba con la entrada de hojarasca y aparecen nuevos organismos acuáticos como algas que crean una dinámica completamente diferente en las comunidades acuáticas (Vannote et al. 1980), lo que lleva a la

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Figura 5.6 Mapa de riqueza de especies amenazadas por subcuenca.

desaparición de las libélulas con larvas especialistas de este tipo de hábitats. Además, los adultos de la mayoría de estas especies son especialistas de bosque, ya sea de sotobosque o de dosel, y no podrán realizar sus actividades normales de caza y reproducción sin éste, lo que hace que la deforestación sea devastadora para la comunidad de libélulas especialistas de estos ecosistemas. 5.4.2 Minería y producción de energía Es una de las principales amenazas para los odonatos en la región. Esta actividad deteriora condiciones de los ecosistemas como la calidad y la cantidad de agua y cobertura vegetal. La minería se desarrolla en buena parte del territorio colombiano, en más del 50% de los departamentos (Castillo et al. 2013), incluyendo ecosistemas de alta diversidad como los páramos, ecosistemas emblemáticos por sus endemismos y zonas de alta biodiversidad

Minería de oro dentro de una quebrada en la cuenca del río Cauca (Colombia). Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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Figura 5.7 Mapa de riqueza de especies en la categoría de Datos Insuicientes (DD).

Figura 5.8 Principales factores de amenazas sobre las especies de Odonata amenazadas y Casi Amenazadas (NT) en los Andes Tropicales.

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como el bosque lluvioso tropical en el Chocó biogeográico. Éstas áreas son explotadas legal e ilegalmente principalmente con la minería de oro, cuya producción pasó de 15.5 t en 2007 a 66.2 t en 2012 (Castillo et al. 2013).

colonizar rápidamente sistemas acuáticos donde se vuelve dominante, disminuyendo la abundancia y diversidad de otras especies de macróitas, lo que está directamente relacionado con la disminución de la riqueza de especies de odonatos (Mabry y Dettman 2010). Por su parte, la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) es reconocida entre las 100 especies invasoras más peligrosas del mundo (Global Invasive Species Database 2016). Esta especie se encuentra incluida en la lista de especies invasoras de Colombia (Gutiérrez 2006) y Perú. Uno de los grandes problemas que genera esta especie es que tiene una dieta carnívora y debido a escapes de las piscifactorías hacia los cursos de agua naturales, se ha convertido en la especie dominante de los sistemas acuáticos por encima de los 1200 m, reduciendo las poblaciones de especies nativas, entre ellas las de odonatos (una de sus principales presas), que no han desarrollado mecanismos defensivos contra este voraz depredador.

La producción de energía en sí no es tan problemática en esta región, pues la mayoría se obtiene de centrales hidroeléctricas que no contaminan mucho o gastan recursos durante el proceso. El problema es que en muchos casos se modiican los sistemas naturales construyendo represas gigantes (ver sección 4.3). 5.4.3 Modiicaciones de sistemas naturales Las principales modiicaciones de los sistemas naturales en los Andes Tropicales son la construcción de grandes embalses con ines hidroeléctricos o como reservas de agua para grandes ciudades, la extracción de agua para riego y la desecación de ciénagas y humedales para ampliar el área para agricultura y el pastoreo. Estas perturbaciones traen consigo la desaparición o fragmentación de los hábitats disponibles para los odonatos. Palaemnema croceicauda (CR) es un ejemplo de este problema, esta especie endémica de Colombia y solo se ha reportado en dos localidades. Una de ellas desapareció por expansión agrícola, la segunda también podría desaparecer, pues se está analizando la viabilidad de construir un embalse para generar energía que inundará el bosque en el que esta especie habita.

Trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss) en lagunas tan aisladas como las de los páramos (Laguna de Páez, Páramo de Santurban, Colombia). Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

5.4.5 Desarrollo residencial y comercial Los efectos negativos producto del desarrollo residencial y comercial se basan principalmente en dos aspectos. El primero de ellos es la contaminación ocasionada por los alcantarillados y los desperdicios tóxicos de las industrias. El segundo aspecto se relaciona con el crecimiento de los asentamientos humanos que expande espacialmente no solo las ciudades, sino poblaciones y otros pequeños centros poblados, que en la mayoría de los casos origina la destrucción de bosques y otros ecosistemas, donde se afectan e incluso desaparecen cuerpos de agua como quebradas, ríos, humedales, lagos y lagunas, los cuales se destruyen para utilizar estos espacios en la construcción de viviendas e industrias. Esta situación se vuelve particularmente importante cuando las grandes ciudades se asientan en zonas con un alto número de especies endémicas como el caso de Bogotá (capital de Colombia), que alberga a cerca de 9 millones de habitantes y siete especies de libélulas endémicas. El deterioro del hábitat hace que a la fecha tres de éstas especies se encuentren amenazadas y

Paisaje en el embalse de Guatapé, en el norte de la cordillera Central en Colombia, en el cual se observa claramente la fragmentación del ecosistema. Foto: © Juliana Cardona-Duque.

5.4.4 Especies invasoras y problemáticas La dispersión de algunas especies de plantas y peces foráneas puede afectar de forma directa a los odonatos. La lor de bora (Eichhornia crassipes, Pontederiaceae), planta acuática declarada invasora en Colombia (Gutiérrez 2006), se caracteriza por

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dos más con Datos Insuicientes. En el Ecuador, es la principal amenaza para la conservación de las libélulas, poniendo en peligro la supervivencia de tres especies, dos En Peligro Crítico y una En Peligro, en las provincias de Santo Domingo y Pastaza.

múltiples tipos de sustancias químicas orgánicas e inorgánicas, hasta el punto crítico de que suceda lo ocurrido, por ejemplo, en los cursos bajos del río Rimac, en Perú, en donde no puede ser encontrada ninguna especie de odonato.

5.4.6 Contaminación

La agricultura es una de las principales fuentes de contaminación de los ecosistemas acuáticos, debido principalmente al incremento en la cantidad de nutrientes que ingresan en las fuentes de agua como producto de la escorrentía de fertilizantes y al uso de sustancias altamente tóxicas para el control de plagas. Este problema es particularmente grave cuando no se respetan los bosques ribereños y se cultiva hasta la zona litoral.

Debido a la estrecha relación de los odonatos con el agua durante todo su ciclo de vida, particularmente durante sus estadios inmaduros, la contaminación de estos ecosistemas está inversamente relacionada con la diversidad de los odonatos en ellos. La contaminación del agua está ligada a cuatro factores principalmente: la minería, el desarrollo residencial, la agricultura y actividades recreativas o turísticas (estas últimas resultando particularmente preocupantes en sistemas lenticos). Hay un quinto factor que aunque no es constante, resulta nefasto y es el derrame de oleoductos.

5.4.7 Cambio climático y clima severo Las luctuaciones en las condiciones ambientales asociadas al cambio climático, ocasionan en muchas oportunidades cambios extremos en los pulsos de inundación de los cuerpos de agua. Sin embargo, son las sequías las que afectan de manera más apreciable a las poblaciones de odonatos ya que pueden hacer desaparecer temporalmente los hábitats adecuados para oviposición y desarrollo de las larvas, situación que se hace cada vez más común debido a los veranos más cálidos y extensos.

La minería contamina las fuentes de agua en múltiples formas. Entre estas están el drenaje ácido producido al exponer minerales sulfatados al aire, el drenaje de metales pesados que antes se encontraban almacenados bajo tierra, los desechos químicos cómo diversos ácidos, cianuro y mercurio usados en los procesos mineros y la erosión y remoción de las primeras capas orgánicas del suelo que en muchos casos terminan en los ríos y lagos. Un ejemplo de esta amenaza se puede observar en ríos como el Madre de Dios (Perú) y sus aluentes, donde sus aguas han sido envenenadas con mercurio proveniente principalmente de la extracción ilegal de oro, lo cual ha afectado sobre todo especies cuyas larvas se encuentran en los bancos de arena como Aphylla spp., Epigomphus spp. y Progomphus spp.

El incremento en la temperatura es preocupante para las especies endémicas de las cumbres de las montañas, pues se enfrentan a invasiones por especies de tierras bajas. En el caso de especies vegetales, la estructura y composición del hábitat cambiará por ejemplo en los páramos de pajonales a bosques de robles y en el caso de otros animales aparecerán nuevos competidores, diferentes interacciones depredador-presa, lo que probablemente tenga un efecto adverso en la supervivencia de estas especies, que no se pueden desplazar altitudinalmente a otro lugar con condiciones similares.

El desarrollo residencial e industrial es un gran problema pues las viviendas y fábricas regularmente vierten y contaminan los sistemas acuáticos con todos los desechos de sus actividades. Este tipo de situaciones genera que aluentes y eluentes de diferentes sistemas acuáticos presenten altos grados de contaminación por

A modo de ejemplo, en el complejo de páramos de Santa Inés (Colombia) se ha reportado un avance del borde del robledal

Quebrada en el Cañón del Cauca (Colombia). Al no existir servicio de recolección de basura esta se acumula en las quebradas. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Paisaje del páramo de Sabanas, en el complejo de Santa Inés, en el que se observa cómo se alterna la vegetación de páramo con la de bosque altoandino en la cumbre de la montaña. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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sobre el páramo. En Perú, libélulas de la especie altoandina Protallagma titicacae han sido recolectadas recientemente en regiones naturales en las que antes no habían sido reportadas, ampliando su rango de distribución altitudinal.

pero aún no descritas (y probablemente amenazadas), ausencia de listas de especies actualizadas, muchos grupos sin revisiones taxonómicas recientes y gran parte del territorio sin muestreos del grupo. Por esto, se proponen exploraciones con el objetivo de aclarar el estatus de las especies que se encuentran en la categoría DD y así mismo, completar el muestreo de las áreas en las que han sido reportadas.

5.4.8 Agricultura y acuicultura Esta es la principal amenaza para las libélulas de la región (Figura 5.8). La ampliación de la frontera agrícola puede afectar la supervivencia de los odonatos de dos maneras. La primera de ellas tiene que ver con la contaminación de fuentes de agua (tratado en la sección 4.6). La segunda se relaciona con la fragmentación y la desaparición de hábitats debido a deforestación de grandes extensiones de bosque (efecto analizado en la sección 4.1) que ahora se utilizan para el cultivo de alimentos y pasturas para ganado. Ejemplo de esta situación es el territorio dedicado al cultivo de palma de aceite en Colombia que en 2010 era de 696 976 ha y en 2014 se incrementó hasta 900 262 ha (Moreno y Mantilla 2015).

Aunque hay un amplio muestreo de macroinvertebrados acuáticos, debido principalmente a estudios de impacto ambiental, la resolución taxonómica de estos es muy baja llegando apenas al nivel de familia en la mayoría de los casos, esto debido al escaso tiempo y recursos invertidos en estos proyectos, pero también en gran parte porque la información sobre las larvas es escasa y difícil de usar. Por lo tanto, se recomienda enfatizar el estudio de los estados inmaduros y la producción de claves taxonómicas prácticas. También sería muy útil para incrementar la calidad de los estudios de impacto ambiental incluir a los adultos y desarrollar índices para la región, similares al propuesto por Simaika y Samways (2009) para Sudáfrica.

Uno de los grandes problemas de la cría masiva de peces reside en el desvío de cauces de ríos y quebradas para el abastecimiento de agua en las zonas de producción, lo que afecta directamente el hábitat de los odonatos. Por otra parte, algunos de los tratamientos utilizados para evitar enfermedades en los peces como el formol, sustancia que elimina parásitos y bacterias externas, son liberados en los cuerpos acuáticos. Además, las cargas orgánicas ricas en fósforo, carbono y nitrógeno, producto de la cría de estos animales, también llegan a estos ambientes lo que puede ocasionar su eutroización. Adicionalmente, ocurren liberaciones involuntarias de peces, por lo general de especies exóticas e invasoras, que afectan las poblaciones de especies presa, entre ellas los odonatos.

Se recomienda de manera enfática, la realización de talleres, reuniones, cursos, simposios y/o congresos regionales que motiven el estudio de este grupo de insectos y vinculen a la sociedad general con estos insectos y sus problemas para la conservación. Las publicaciones son una herramienta esencial para la toma de decisiones y planiicación de conservación. Sin embargo, captar recursos para ciencia básica resulta bastante complicado, por lo que la realización y publicación de estudios de ciencia básica y divulgación, necesarios para el desarrollo de la odonatología de la región son bastante difíciles de llevar a cabo. Se recomienda fomentar la literatura cientíica y divulgativa básica, listados, descripciones, reportes, revisiones taxonómicas que serán la base para cualquier estudio ecológico, evolutivo y/o para futuras evaluaciones del riesgo de extinción de las especies.

En Perú, la ganadería es uno de los problemas más serios, debido al gran crecimiento que en los últimos años ha mostrado esta actividad. Desde el 2000, se amplió el área dispuesta para esta actividad que ahora se desarrolla incluso en los altos Andes (5000 m s.n.m.), lo que genera problemas adyacentes como la lenta o nula descomposición del excremento de los animales, que se convierte en materia orgánica que contribuye a la eutroización de los sistemas acuáticos con los que entra en contacto. Esta situación al parecer ha contribuido a que se presenten altas infestaciones de ácaros en larvas de los géneros Rhionaeschna y Protallagma, que son los únicos grupos de odonatos en estas altitudes.

5.5.2 Monitoreo A la fecha no hay un monitoreo constante de ninguna comunidad, especie o población de Odonata en la región. Es de suma importancia empezar este tipo de trabajos, particularmente para las especies que en este informe se reportan bajo alguna categoría de amenaza. 5.5.3 Áreas protegidas

5.5 Conclusiones y recomendaciones para la conservación

Al evaluar las 216 especies endémicas de la zona, solo 88 (40.7%) fueron identiicadas como presentes en algún área protegida o reserva privada, lo cual puede ser el resultado de dos factores: el primero es la baja cantidad de estudios realizados en áreas protegidas, encontrando más de la mitad de estas sin un solo reporte del orden Odonata; el segundo la baja cantidad de áreas protegidas en el área de estudio, particularmente en zonas con altas presiones antrópicas.

5.5.1 Exploración y estudios taxonómicos Este es el punto de partida para la conservación y es claro que existe un déicit en el área, evidenciado por 78 especies sin datos suicientes para la evaluación, tres de los cuatro países del área sin investigadores residentes, alrededor de 80 especies recolectadas

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Es de vital importancia la regulación, manejo y creación de áreas protegidas en las zonas donde se reportan las cinco especies identiicadas cómo En Peligro Crítico de extinción, tres de ellas endémicas del Magdalena medio en Colombia y las otras dos endémicas del Ecuador, una de Pastaza y la otra de Santo Domingo. Al observar el mapa de densidad de especies amenazadas (Figura 5.6), resaltan tres núcleos ubicados en Colombia: uno en el Altiplano Cundiboyacense y dos en la Cordillera Central uno en el Magdalena medio y el otro en la cordillera de Santa Inés (incluyendo los ecosistemas ubicados bajo los páramos). Se recomienda la creación de áreas protegidas que incluyan todos los ecosistemas acuáticos presentes en estas zonas.

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Agradecimientos Agradecemos profundamente a todo el equipo de la UICN por el soporte logístico para realizar este trabajo. A Rosser Garrison, Dennis Paulson y Natalia von Ellenrieder por haber compartido sus datos, esenciales para realizar las evaluaciones y para la escritura de este capítulo. A Jamie Carr por la ayuda y guía durante las evaluaciones en Lima y Bogotá. A Natalia von Ellenrieder, Manuel Astudillo y Catalina Suarez Tovar por la lectura crítica y las sugerencias para mejorar el manuscrito. A Cintia Moreno, Juliana Cardona-Duque y Adolfo Cordero por compartir sus fotografías.

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Capítulo 6. Estado de conservación y distribución de las plantas acuáticas Anabel Rial B.1, Esteban Terneus2, Blanca León3 y Marcelo F. Tognelli4

6.1 6.2 6.3 6.4

6.5

6.6

6.7

Generalidades ........................................................................................................................................................................................87 6.1.1 Principales ambientes .................................................................................................................................................................88 Conocimiento de las plantas acuáticas en la región ..........................................................................................................................90 6.2.1 Limitaciones de esta evaluación y criterios para la selección de especies ..............................................................................91 Estado de conservación ........................................................................................................................................................................91 Patrones de riqueza de especies ...........................................................................................................................................................92 6.4.1 Especies endémicas......................................................................................................................................................................92 6.4.2 Especies amenazadas ...................................................................................................................................................................93 6.4.3 Especies con Datos Insuicientes ...............................................................................................................................................96 Principales amenazas ...........................................................................................................................................................................98 6.5.1 Agricultura y acuicultura ............................................................................................................................................................98 6.5.2 Modiicaciones de sistemas naturales ........................................................................................................................................99 6.5.3 Producción de energía y contaminación ...................................................................................................................................99 Acciones de conservación y recomendaciones ..................................................................................................................................99 6.6.1 Promover la investigación...........................................................................................................................................................99 6.6.2 Potenciar su cualidad bioindicadora para el estudio integral humedal-lora ......................................................................100 6.6.3 Identiicar hábitats clave - analizar la eicacia y cobertura de las áreas protegidas ..............................................................100 6.6.4 Atender los efectos del cambio climático ...............................................................................................................................100 6.6.5 Registrar periódicamente el estado de conservación de especies y hábitats en riesgo potencial .......................................101 6.6.6. Ampliar las alianzas para la conservación ..............................................................................................................................101 Referencias...........................................................................................................................................................................................101

especies de planta, 20  000 de las cuales son endémicas (Myers et al. 2000). En el gradiente altitudinal de este vasto paisaje, que supera los 6000 m s.n.m. en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, la topografía es el resultado de una compleja tectónica de subducción y de la interacción con factores climáticos (Orme 2007) que generaron ambientes y microclimas determinantes de la especiación en algunos grupos de plantas acuáticas.

6.1 Generalidades El área de interés de esta evaluación abarca la ecorregión de los Andes Tropicales, deinida por la cordillera andina y sus estribaciones a lo largo del lanco occidental de Suramérica. Se enmarca en el “hotspot” más diverso del planeta, deinido por su riqueza de especies, sus endemismos y por la amenaza que supone la densidad de población humana y actividades productivas en la mayor parte de esta región (Myers 1988, Mittermeier et al. 1999). Incluye también las regiones adyacentes del Chocó al oeste en la cuenca del Pacíico y el piedemonte amazónico al este, en la cuenca del Atlántico.

En los Andes septentrionales de Colombia, Ecuador y Venezuela, sobre la placa tectónica de los Andes del Norte, se encuentran las fallas que originaron varios ramales y grandes cuencas como el Magdalena, el Cauca y el Orinoco. Los Andes Centrales desde el sur de Ecuador, la cordillera occidental del Perú y el altiplano peruano y boliviano hasta Argentina, son singulares por sus altiplanicies y por el nacimiento del río Amazonas en los Andes del Perú. Este gran río y muchos de sus aluentes, tales como el

Los Andes Tropicales cubren unos 258 000 km2 desde Venezuela hasta Argentina y albergan la mayor diversidad vegetal del planeta, la sexta parte del total (CEPF 2015) es decir, unas 45 000

1 2 3 4

he World Institute for Natural Systems. WINS. N.J. Escuela de Biología Aplicada. Universidad Internacional del Ecuador. Plant Resources Center & Dept. Geography and the Environment University of Texas-Austin. IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA

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altoandinos ha sido conocida a partir del interés en dilucidar la paleoecología y las condiciones climáticas del pasado (van der Hammen 1974, Abbott et al. 1997, Rodbell et al. 2008, Bush et al. 2015), indicando su origen durante el Holoceno. Actualmente en Ecuador, el conocimiento sobre la dinámica de los humedales ha servido para el establecimiento de caudales ecológicos y para mitigar el impacto de las represas e hidroeléctricas en el marco de la normativa legal (Arias y Terneus 2012).

Pastaza y Napo en el Ecuador y Ucayali y Marañón en el Perú, irrigan las llanuras de la depresión del Amazonas. En ambos lados del piedemonte de la cordillera, se alternan llanuras y mesetas. Los vientos del Pacíico y del Atlántico, proveen a los Andes Tropicales humedad constante en ambos lancos. En el occidental, la cordillera aísla de la cuenca amazónica a la ecorregión del Chocó, una de las más húmedas del planeta; mientras que en el lanco oriental, la llanura amazónica recibe la inluencia Atlántica. En contraste, ciertas laderas de los valles interandinos presentan periodos secos y húmedos alternantes debido al ciclo diario de circulación atmosférica (Killeen et al. 2007) y al efecto de la sombra de lluvia (Kattan et al. 2004). En la parte meridional así como en las llanuras orientales de las tierras bajas, la temperatura puede descender varios grados en relación a los promedios estacionales (surazo, “friaje”), a causa del aire polar que circula de sur a norte, a lo largo de los Andes. 6.1.1 Principales ambientes Desde los páramos, jalcas y punas, ubicados en las mayores altitudes, pasando por los altiplanos, piedemontes y Yungas hasta las llanuras inundables del Beni, los humedales- cuerpos de agua temporales o permanentes, lénticos o lóticos de cualquier origen y extensión-, ocupan el gradiente altitudinal de la cordillera andina y sus valles en la cordillera Oriental, valle de Magdalena, cordillera Real Oriental, cordillera Central en las cuencas del Magdalena en Colombia, Marañón en Ecuador y Perú, Ucayali en Perú y Madre de Dios en Perú y Bolivia.

Laguna altoandina. Cordillera Oriental de Colombia. Foto © Anabel Rial.

Los humedales andinos y altoandinos a más de 2600 m s.n.m. han sido clasiicados en tres biorregiones, de acuerdo a la pluviosidad: a) páramo: más lluvioso, en Colombia, Ecuador y Perú (además de Venezuela y Costa Rica); b) jalca: zona transicional con clima estacional, entre el páramo y puna en la sierra norte de Perú y c) puna: menos lluvioso, en la altiplanicie de Perú y Bolivia (además de Chile y Argentina). Los altos Andes albergan entre otros humedales, lagos y lagunas de diverso origen, profundidad y dimensión, como el gran Lago Titicaca (8562 km²) entre Perú y Bolivia (Fritz et al. 2011); la mayoría formando sistemas lacustres que conectan ríos y riachuelos con las aguas provenientes de las partes más altas de la montaña (Terneus 2002a, b). El paisaje característico de las tierras altas incluye un mosaico de ríos, arroyos, quebradas de montaña, pantanos, esfangales, lagos, lagunas, charcos, turberas, etc.; en algunos casos en una matriz de pajonales, matorrales y bosques fragmentados (Young et al. 1997, Rangel et al. 2000). Las aguas suelen ser oligotróicas, pero sus características físico-químicas varían según la geología de la cuenca (Cooper et al. 2010, Lasso et al. 2014). En el caso de las turberas (Fernández et al. 2014), pantanos y bofedales, el balance hídrico depende principalmente de las aguas subterráneas; la composición orgánica, nivel de acidiicación y tasa de acumulación de sedimentos y materia orgánica es variable (Salvador et al. 2014). La dinámica de los humedales andinos y

Laguna de Guatavita. Sitio de la leyenda del Dorado en Colombia. Foto © Anabel Rial.

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(2%). En el altiplano de Perú y Bolivia se ubica este gran lago junto a un complejo de salares, como los de Coipasa y Uyuni en ambas vertientes (Beck et al. 2000). La topografía y geología de la cordillera de los Andes han coninado la presencia de casi todas las lagunas a las partes altas o a las llanuras bajas. Muchas menos se localizan en los valles interandinos entre los 400 y 2500 m s.n.m. (Terneus 2002a). El lago Junín (sitio Ramsar) en Perú y otros en el nororiente de Bolivia de posición interandina, demuestran la ausencia del impacto directo de glaciación en los últimos 200 mil años (Rodbell et al. 2008). En las tierras medias se sitúan los humedales de piedemonte y Yungas. En Colombia y Ecuador el piedemonte es la franja intermedia entre 800-2300 m s.n.m aproximadamente. Los humedales en esta zona del paisaje productivo andino, son principalmente ríos torrentosos de aguas blancas (Lasso 2014) ricos en nutrientes, con alta conductividad, pH básico y escasa transparencia; mientras que los sistemas lénticos son usualmente artiiciales, embalses y pequeñas lagunas artiiciales. A estas altitudes, se encuentran los habitats de algunos géneros de la familia Podostemaceae, como Rhyncholacis, de cuyas 22 especies registradas, siete son apenas conocidas y endémicas del respectivo río en el que habitan (Phillbrick et al. 2010); como en el caso de R. nobilis del río Vaupés de Colombia, aunque a menor altitud. Condiciones similares ocurren en Perú, donde las Podostemaceae incluyen especies muy restringidas, una en cada ladera andina. La escasamente conocida Marathrum striatifolium del noroccidente

Laguna glacial en el sureste del Perú, cuenca del San Gabán a 5000 m s.n.m. Foto © K.R. Young.

En Colombia se han identiicado 1629 humedales altoandinos (Franco et al. 2013). En el altiplano a 2600 m s.n.m, se ubica la Sabana de Bogotá y su complejo de humedales naturales y artiiciales, unos 40 en una extensión aproximada de 6600 hectáreas, incluyendo el lago de Tota, el segundo navegable más alto de Suramérica y el mayor de Colombia, y la laguna de Guatavita, sitio de una de las leyendas de El Dorado. En Ecuador, Terneus (2002a) ha contabilizado alrededor de 1100 lagunas distribuidas en varios sistemas lacustres la mayoría de origen glaciar (87%) y el resto (13%) de origen volcánico. En Perú, las lagunas asociadas a las cordilleras nevadas se calculan en más de 8300 (ANA 2014), la mayoría (64%) se encuentran en la cuenca Amazónica, seguida de la Pacíica (34%) y el resto en la cuenca endorreica del Titicaca

Totorales de plantas acuáticas rizomatosas emergentes creciendo a orillas de la laguna de Yahuarcocha. Provincia de Imbabura, Ecuador. Foto © Esteban Terneus.

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dominancia de bioformas lotantes en ambientes lóticos y de arraigadas emergentes y sumergidas en ambientes lénticos. En Bolivia, el trabajo de Ritter (2000) mostró que en los ambientes permanentemente inundados la riqueza de plantas acuáticas tiende a ser mayor, registrando además tres especies endémicas, dos especies arbóreas del género Diospyros, provenientes de la cuenca del Beni y una hierba enraizada de la familia Menyanthaceae que habita en lagunas someras del pantanal de Santa Cruz. Estos humedales amazónicos son importantes a nivel global por su función en la regulación de los ciclos biogeoquímicos y de gases de efecto invernadero (CO2, CH3, NO2, entre otros) (Mitsch et al. 2015).

6.2 Conocimiento de las plantas acuáticas en la región

Río de aguas blancas del piedemonte andino. Foto © Anabel Rial.

Los Andes es la zona del Neotrópico donde ocurre la mayor riqueza de plantas acuáticas y donde más de la mitad de sus especies (61-64%) son endémicas (Chambers et al. 2007). Rial (2014) compila 32 inventarios en Centro y Suramérica; sin embargo, la riqueza no siempre es comparable, debido a la disparidad de criterios en relación al concepto de planta acuática ( Jacobsen y Terneus 2001). La conocida clasiicación de hidróitos y helóitos resulta siempre útil, pero en algunos casos desestima las especies indicadoras del litoral móvil (Rial 2014). En tal sentido, el concepto que incluye las ecofases (Rial 2003, 2009) sirve entre otros, para deinir los límites de un determinado humedal sometido a algún grado de luctuación hídrica (Rial y Lasso 2014).

andino y Apinagia peruviana del sur de la vertiente oriental (León 2007a), ambas especies destacadas de estos ambientes, que a diferencia de otras en el continente, aún no han sido estudiadas. En Ecuador la región interandina se localiza entre los 2200 y 2600 m s.n.m. Se caracteriza por una topografía medianamente escarpada y con predominio de zonas de valles extensos con pocas pendientes pronunciadas, donde se asientan lagunas alimentadas por ríos caudalosos de dinámica intermedia, dominadas por vegetación acuática emergente en sus zonas litorales, llamadas comúnmente totorales y dominadas por los géneros Scirpus, Typha y Juncus (Terneus 2002a). En Perú y Bolivia, los humedales de las Yungas son complejos lénticos y lóticos que abarcan múltiples microcuencas que drenan a la Amazonia. Por debajo de los 2600 m s.n.m. ocurren humedales asociados a las lagunas como por ejemplo las de Pomacochas y Consuelo en el Perú (Urrego et al. 2010, Bush et al. 2015).

La lora vascular de los cuerpos de agua permanentes altoandinos es relativamente menos diversa (León y Young 1996) e incluye más especies de líquenes, musgos y hepáticas que en las tierras medias y bajas (Rial 2014). En general, las bioformas dominantes son las hierbas arraigadas sumergidas o emergentes, entre las cuales los isoetos comprenden la mayor parte de los endemismos. En los Andes de Colombia la riqueza estimada a partir de la información disponible (Cuatrecasas 1958, Cleef 1981, Rangel y Aguirre 1983, Franco et al. 1986, Wink y Wijninga 1987, Schmidt-Mumm 1988, 1998, Sánchez et al. 1989, Wijninga et al. 1989, Velásquez 1994, Cortés y Rangel- Ch. 1999, Rangel-Ch. et al. 2000, Veloza et al. 2000, Guzmán 2002, 2012, Romero 2002, Chaparro 2003, Granés 2004, Cuello y Cleef 2009, Vásquez y Serrano 2009, Durán-Suarez et al. 2011, Posada-García y López Muñoz 2011, Schmidt-Mumm y Vargas-Ríos 2012 y RamosMontaño et al. 2013, entre otros) es de al menos 140 especies en unos 80 géneros y 50 familias, con buena representación de brióitos a mayores elevaciones y en general de las familias Cyperaceae y Compositae junto a Polygonaceae, Poaceae, Juncaceae, Isoetaceae y Plantaginaceae (Rial 2014).

Las tierras bajas, desde los valles interandinos en Colombia, periferias amazónica y chocoana de la zona pre-andina, entre los 0 y los 800 m s.n.m y resto de llanuras inundables, están condicionadas en gran extensión, por el pulso de inundación anual que da origen a una amplia variedad de cuerpos de agua temporales y permanentes. El régimen de inundación y el tipo de agua: clara, blanca o negra (Sioli 1950, 1984), determinan la presencia de ciertas comunidades de plantas acuáticas como los bosques inundables, que representan 20-25% de las formaciones vegetales ( Junk 1993, Junk y Piedade 2010, 2011), principalmente de várzea (aguas blancas) e igapó -tahuampa(aguas negras). Los pulsos de inundación varían anualmente y pueden durar semanas, como en las restingas (Myster 2009) o casi todo el año como las referidas várzeas o igapós. Witmmann et al. (2011) señalaron que 30-35% de las especies de bosques de várzea son compartidas con bosques no inundables. Por otra parte, la mayor parte de la lora amazónica que habita en humedales permanentemente inundados es de distribución neotropical (Young y León 1993), con pocas especies endémicas. En la Amazonia baja del Ecuador Terneus (2007) observó la

La lora vascular acuática del Ecuador está representada por 147 especies identiicadas según el “Catálogo de Plantas Vasculares del Ecuador”, lo que representa el 1% de la lora vascular del país ( Jørgensen y León-Yánez 1999). En la región altoandina Terneus (2002a) registró la presencia de 62 especies de hidróitos o plantas

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de islas geológicas y consecuente aislamiento poblacional, determinando así, los patrones de distribución de las especies de plantas acuáticas en estos ambientes (Terneus 2002b). En los humedales altoandinos de Ecuador habitan 273 especies endémicas de las cuales solo dos han sido registradas como plantas acuáticas Baccharis hieronymi e Isoetes ecuadoriensis: (León-Yánez et al. 2011). En Colombia, las 16 especies endémicas analizadas pertenecen a 13 géneros y 10 familias, 10 de ellas son exclusivas de Colombia, tres se distribuyen también en Ecuador y otras tres llegan hasta Perú y Bolivia. Los endemismos de acuáticas en el Perú se hallan en los humedales altoandinos y son cuatro, estos representan menos del 1% de los endemismos del país. Una especie de Isoetaceae altoandina representa uno de los seis endemismos de la lora acuática de Bolivia (Tabla 6.1).

vasculares estrictamente acuáticas. De este último grupo, cinco especies son isoetos, e incluyen a Isoetes ecuadoriensis, endémica de los andes ecuatorianos (Navarrete et al. 2011, Romero 2011). Las especies de esta familia se consideran bioindicadoras por su sensibilidad a los cambios ambientales y distribución restringida (Terneus y Vásconez 2004). En los Andes del Perú se estima que 60 especies en 44 géneros y 29 familias conforman la lora estrictamente acuática sobre los 3500 m s.n.m. (León 1993, León y Young 1996) mientras que otras 150 especies helóitas, habitan los humedales andinos y alto andinos (Cooper et al. 2010, Ramírez 2011, Salvador et al. 2014). Las familias de plantas acuáticas mejor representadas son Potamogetonaceae, Cyperaceae, Ranunculaceae, Isoetaceae y Juncaceae. En los diversos humedales del Perú la lora acuática está dominada por tres familias: Asteraceae, Poaceae y Cyperaceae (Ramírez 2011), también comunes en la lora del resto del país. En la zona altoandina, al igual que en los otros países, las especies endémicas pertenecen a la familia Isoetaceae (León 2007b). Por debajo de los 3500 m s.n.m., así como en la cuenca amazónica, se han registrado 100 especies estrictamente acuáticas (León y Young 1996). En este rango altitudinal las familias más ricas en especies son Salviniaceae, Cyperaceae y Poaceae. En Perú, como en otros países de Suramérica, los endemismos son reducidos y a diferencia de los ambientes terrestres, no alcanza el 1%. La lora de humedales en las vertientes de los Andes del Perú ha sido poco estudiada, a pesar de ser el área de endemismos de las especies de Podostemaceae.

6.2.1 Limitaciones de esta evaluación y criterios para la selección de especies A pesar del creciente conocimiento sobre la lora Neotropical ( Jørgensen et al. 2011, Jørgensen et al. 2014, Bernal et al. 2016), las limitaciones para este análisis han sido la ausencia de referencias sobre la biología y distribución de las especies analizadas y la escasa integración de información sobre plantas acuáticas a nivel regional; lo que conirma por una parte, la necesidad de acceso a colecciones de referencia en buen estado, cuya información de herbario sea consistente con las bases de datos de sus registros, y por otra, la necesidad de estudios ecológicos y isiológicos destinados a recopilar datos sobre la historia natural de estas especies.

En Bolivia, las plantas acuáticas han sido estudiadas por Beck (1984), Haase (1989), Navarro (1993), Ruthsatz (1993, 1995), Ritter (2000) y De la Barra (2003), entre otros. Están bien representadas en la lora del Altiplano, tanto en lagunas como en depresiones con alto nivel de napa freática ( Jørgensen et al. 2014). Sin embargo, tal como ocurre en Colombia y Ecuador, la riqueza de especies (117 especies) altoandinas en Bolivia es menor que en las planicies amazónicas y la Chiquitanía. Esta última región dominada por bosques semicaducifolios y secos (Ritter 2000). La riqueza de plantas estrictamente acuáticas alcanza las 130 especies, de las cuales aproximadamente la mitad o un número similar al del Perú se halla en los Andes.

Los dos criterios usados para la selección de las especies fueron: endemismo y estado de conservación. Se analizaron solo las especies endémicas de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia coninadas a los cuerpos de agua de la región descrita. El criterio de estado de conservación se basó tanto en las condiciones ambientales de las localidades como en las presiones que afectan la presencia y distribución de éstas especies. Las 51 especies seleccionadas son endémicas de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia y habitan en humedales cuyas condiciones hídricas son más o menos luctuantes en todo el gradiente altitudinal, desde los páramos altoandinos, tierras medias de los valles interandinos hasta la depresión amazónica. Son plantas vasculares agrupadas en helechos, hierbas, arbustos y árboles que de acuerdo a su hábito de crecimiento en el agua, pueden agruparse en cuatro bioformas básicas: arraigadas emergentes, arraigadas lotantes, lotantes libres o sumergidas, según la clasiicación de Sculthorpe (1967). En el caso de los páramos, también se emplean las formas de vida cojín o tapete para describir a las comunidades de brioitos características de estos ambientes.

En el caso de los humedales amazónicos, han sido estudiados y exhaustivamente clasiicados por Prance (1979), Pires (1961), Sioli (1951), Junk et al. (2010, 2011), entre otros. En Colombia el Instituto Amazónico de Investigaciones Cientíicas (Sinchi) ha promovido su investigación (Ricaute et al. 2012, 2015). También han recibido especial atención en Colombia, los palmares de Mauritia lexuosa (cananguchales) (Endress et al. 2013, Lasso et al. 2013 y Urrego et al. 2013) y en Ecuador los mandiales (Montrichardia linifera) característicos de los sistemas lacustres de Cuyabeno e Imuya, lora acuática asociada a los bosques de Igapó (Terneus 2007).

6.3 Estado de conservación

Finalmente, los endemismos están asociados al levantamiento de la cordillera de los Andes durante el Pleistoceno, a la formación

De las 51 especies endémicas analizadas, 12 (33.3% de las especies para las cuales existe información suiciente) se

91

encuentran en alguna categoría de amenaza, es decir En Peligro Crítico, En Peligro o Vulnerable (CR, EN, VU); 2 (5.5%) están Casi Amenazadas (NT); 22 (61.1%) serían de Preocupación Menor (LC) y 15 especies (29.5% del total de especies evaluadas) no cuentan con datos suicientes para evaluar su estado de conservación (DD) (Figura 6.1). Las especies amenazadas pertenecen a seis géneros y cinco familias, la mayoría Isoetaceae (6) y Podostemaceae (3), más una especie de cada una de las familias: Guttiferae, Compositae y Menyanthaceae (Tabla 6.1).

Una lista de todas las especies por orden y familia, incluyendo la categoría asignada, se presenta en el Apéndice 2.

6.4 Patrones de riqueza de especies 6.4.1 Especies endémicas La mayor concentración de especies endémicas evaluadas habita en la región andina del centro-norte de Ecuador, en las cabeceras de los ríos Pastaza y Napo (Figura 6.2). Le sigue en Colombia, la región de la vertiente occidental de la cordillera Oriental, en las

Figura 6.1 Estado de conservación de las 51 especies de plantas acuáticas endémicas para la región Andes del Norte. CR= En Peligro Crítico; EN= En Peligro; VU= Vulnerable; NT= Casi Amenazada; LC= Preocupación Menor; DD = Datos Insuicientes.

Humedal a 4300 m de altitud en la Cordillera de Vilcanota, Perú, con el glaciar Quelccaya de fondo. Foto: © Blanca León.

Tabla 6.1 Especies de plantas acuáticas endémicas de los Andes Tropicales Amenazadas y Casi Amenazadas (NT). Familia

Nombre cientíico

Distribución

Cat. LR

Isoetaceae

Isoetes dispora

Perú

CR

Isoetaceae

Isoetes hewitsonii

Perú

CR

Podostemaceae

Apinagia peruviana

Perú, Bolivia

CR

Menyanthaceae

Nymphoides herzogii

Bolivia

EN

Podostemaceae

Apinagia boliviana

Bolivia

VU

Compositae

Baccharis hieronymi

Ecuador

VU

Guttiferae

Hypericum callacallanum

Perú

VU

Isoetaceae

Isoetes ecuadoriensis

Ecuador

VU

Isoetaceae

Isoetes herzogii

Bolivia

VU

Isoetaceae

Isoetes parvula

Perú

VU

Isoetaceae

Isoetes saracochensis

Perú

VU

Podostemaceae

Rhyncholacis nobilis

Colombia

VU

Ebenaceae

Diospyros nur

Bolivia

NT

Lemnaceae

Lemna yungensis

Bolivia

NT

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Figura 6.2 Patrón de riqueza de especies endémicas de plantas acuáticas (número de especies por sub-cuenca) en los Andes Tropicales.

de humedales altoandinos y tres pertenecen a la familia Podostemaceae exclusivas de raudales en ríos en tierras medias bajas del piedemonte amazónico (Figura 6.3).

cuencas del alto Magdalena, Sabana de Bogotá y río Sogamoso; en Perú en las cuencas del río Urubamba-Vilcanota, Marañón y Madre de Dios y en Bolivia en las cuencas altas de los ríos Beni y Mamoré (Figura 6.2).

La familia Isoetaceae habita en humedales por encima de los 3000 m s.n.m y se conoce muy poco de su biología y estado poblacional. Su sensibilidad a los cambios en la calidad y cantidad de agua, la convierten en especie indicadora: a) del buen estado del balance hídrico; b) los efectos del cambio climático; c) los efectos de las actividades antropogénicas sobre los humedales altoandinos.

6.4.2 Especies amenazadas La mayor cantidad de especies amenazadas ha sido registrada en Perú (4 VU y 3 CR) seguido de Bolivia con dos (1VU y 1 EN), Ecuador (2VU) y Colombia (1 VU) (Tabla 6.1 y Figura 6.3). El patrón de distribución de las especies amenazadas es similar al de las endémicas; mayor concentración siempre en las cuencas altas de los ríos Marañón y Madre de Dios en Perú, ríos Napo y Pastaza en Ecuador y río Beni en Bolivia (Figura 6.3).

Las tres especies de la familia Podostemaceae habitan en ríos torrentosos a menos de 2000 m s.n.m. Su presencia es indicadora: a) del buen balance hídrico de estos sistemas lóticos; b) del buen estado de sus cabeceras o nacientes; c) de la alta calidad del agua – sin contaminación y/o sedimentación- por efecto de actividades

De las 12 especies endémicas amenazadas en los Andes Tropicales, seis pertenecen a la familia Isoetaceae endémicas

93

Figura 6.3 Patrón de riqueza de especies amenazadas de plantas acuáticas (número de especies por sub-cuenca) en los Andes Tropicales.

antropogénicas. Las tres especies En Peligro Crítico pertenecen también a estas dos familias que se describen a continuación.

especies de los Andes tropicales pueden habitar sobre el sustrato de la vegetación graminoide o en cuerpos de agua someros hasta profundos. Son bioformas arraigada emergente y/o sumergida y su endemismo se relaciona con el aislamiento de sus poblaciones. Siete especies endémicas altoandinas están amenazadas en Perú, Bolivia y Ecuador.

ISOETACEAE: Familia monogenérica (Isoetes) perteneciente a los licóitos, que si bien no alcanza la riqueza de las zonas templadas (Hoot et al. 2006), en los trópicos se halla representada por 350 especies (Hickey et al. 2003). En Suramérica se han registrado 64 especies (Fuchs-Eckert 1982) sobre las cuales se tiene escaso conocimiento.

Isoetes dispora Hickey (CR). Endémica de Perú. Licóito arraigado emergente conocido de una sola localidad, laguna Incahuasi (3300 m s.n.m) en la cuenca del río La Leche (vertiente Pacíica) al noroccidente del país, en los páramos de Jalca. No ha sido registrada desde inicios de 1980. Las amenazas reconocidas para esta especie son la expansión agrícola y la actividad minera.

Las especies de Isoetes tienen metabolismo CAM (crasuláceas) (Keeley 1998) y cumplen su ciclo de vida en dos fases (esporofítica (2n) y gametofítica (n). Presentan tallo carnoso, alargado y discoidal, provisto de raíces ahorquilladas que se originan en una estructura central (cormo) y hojas arrosetadas sobre bases ensanchadas en donde se almacenan los esporangios. Las

Isoetes hewitsonii Hickey (CR). Endémica de Perú. Licóito arraigado emergente. Conocida solo de los ambientes de Jalca al

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Apinagia boliviana P. Royen (VU). Endémica de Bolivia. Hierba arraigada sumergida y emergente, conocida de pocos sitios en las cuencas del Apolobamba y Coroico. Habita entre 945-1330 m s.n.m Localmente abundante (Ritter 2000). La amenaza principal son las represas que afectan la luctuación natural del nivel de aguas.

norte del país (3700 m s.n.m). No ha sido registrada desde 1970. Sus poblaciones ocupan menos de un kilómetro cuadrado y su hábitat es alterado por el pastoreo intensivo y el drenaje de los humedales. Isoetes parvula Hickey (VU). Endémica de Perú. Licóito arraigado emergente. Conocida de una sola localidad en la divisoria de aguas entre la cuenca del Pacíico y la cuenca del río Ene, Ayacucho. Habita en suelos encharcados o anegados en laderas rocosas. La actividad minera es la principal amenaza potencial para esta especie.

Rhyncholacis nobilis van Royen (VU). Endémica de Colombia. Hierba arraigada sumergida y arraigada lotante (ecofases). Conocida solo de los raudales Yuruparí del río Vaupés (250400 m s.n.m). Un solo registro –repatriado- en Colombia (SiB-IAvH). Ha pasado de la categoría DD a VU debido a su distribución restringida, a la ausencia de datos desde su colección en 1943 y a la amenaza que supone la explotación ilegal de oro y coltán en su área de distribución.

Isoetes saracochensis Hickey (VU). Endémica de Perú. Licóito sumergido. Poblaciones dispersas en lagunas sobre los 3950 m s.n.m. al sur del Perú. Sus poblaciones son afectadas por el drenaje de los humedales y la contaminación por la minería.

Otras tres especies amenazadas pertenecen a las familias, Menyanthaceae, Compositae y Guttiferae (Tabla 6.1). Una se distribuye en las tierras bajas de la vertiente amazónica de Bolivia, una en ambientes palustres de Perú y una en los páramos de Ecuador.

Isoetes herzogii Weber (VU). Endémica de Bolivia. Licóito arraigado emergente. Habita entre los 2600-4700 m s.n.m. En lagunas y riachuelos someros en el Altiplano, en bosques de la vertiente oriental o sumergido más de 50 cm de profundidad, generalmente en poblaciones densas (Ritter 2000). Las amenazas a sus poblaciones provienen de actividades agrícolas, acuicultura y pastoreo de humedales.

Nymphoides herzogii A. Galán y G. Navarro (EN). Endémica de Bolivia. Hierba arraigada lotante conocida de unas pocas localidades en Santa Cruz de la Sierra. Habita en lagunas someras de tierras bajas (De la Barra 2003) menos de 500 m s.n.m. ( Jørgensen et al. 2014). Las amenazas a sus poblaciones provienen de la contaminación de aguas por eluvios de aguas servidas y de actividades agrícolas y forestales.

Isoetes ecuadoriensis Aspl. (VU). Endémica de Ecuador. Licóito arraigado emergente. Colectado por primera vez en la laguna de Mojanda en 1920. Distribuida en áreas lacustres de los páramos entre 3000-4000 m s.n.m. Registrada en las reservas ecológicas Cayambe-Coca; Cotacachi-Cayapas y en el Parque Nacional Podocarpus, lagunas Arreviatadas, al sur del país en Zamora Chinchipe. Habita en zonas pantanosas, bordes de lagunas y riachuelos andinos (Navarrete et al. 2011). Las principales amenazas para la especie son la desecación de los humedales y el sobrepastoreo del ganado. Podría también estar afectada por la construcción de represas en la región, que alteran el lujo de agua y el micro-hábitat de la especie (Terneus y Vásconez 2004).

Hypericum callacallanum N. Robson (VU). Endémica de Perú. Hierba o frútice arraigado emergente, conocido de ambientes palustres en la cuenca del río Marañón-Utcubamba y en ecotonos de pajonal a bosque montano entre 3000 y 3700 m s.n.m. Amenazas probables incluyen modiicación de su hábitat por actividades mineras. Baccharis hieronymi Heering (VU). Endémica de Ecuador. Arbusto arraigado emergente, habita en suelos anegados de bosque andino alto hasta páramo arbustivo entre 3000-3500 m s.n.m. Solo cinco colecciones; los tres últimos ejemplares colectados en el año 2000 en las carreteras Chiquintad-Labrado; Gualaceo-Limón y Baños-Nero. También ha sido registrada en la presa Chanlud (Barriga et al. 2011), en la provincia del Azuay al sur del Ecuador. Probablemente presente en el Parque Nacional Cajas. Dos especímenes preservados en el Herbario Nacional (QCNE) en Quito (Barriga et al. 2011). Las amenazas a sus poblaciones provienen de su uso para leña.

PODOSTEMACEAE: Plantas dicotiledóneas con rizoides en la supericie radicular y hapterios que secretan polisacáridos para la adherencia al sustrato rocoso, en cursos de agua torrentosos. Generalmente con dos ecofases: acuática (vegetativa) como arraigada sumergida y terrestre (reproductiva), como arraigada emergente al descender el nivel del agua, quedando expuestas al aire lores y frutos para la polinización y dispersión respectivamente (Rial 2014). Tres especies endémicas están amenazadas en ríos de tierras medias en las vertientes amazónica y pacíica de Perú, Bolivia y en un río de tierras bajas de Colombia. Apinagia peruviana Wedd. ex Engl. (CR). Hierba arraigada sumergida y emergente, conocida originalmente de la cuenca del río San Gabán al sur oriente del Perú y registrada también en Bolivia en el Parque Nacional Madidi (945-1330 m s.n.m). Su único registro en el Perú proviene del siglo XIX. Amenazada por la presencia de hidroeléctricas en las dos cuencas conocidas: Beni y San Gabán.

Dos especies endémicas de Bolivia y pertenecientes a dos familias (Ebenaceae y Lemnaceae) se encuentran en la categoría de Casi Amenazadas (NT). Una se encuentra en el bosque inundable amazónico (Diospyros nur) y una es endémica de yungas (Lemna yungensis).

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3600 y 4400 m s.n.m. en los departamentos del Magdalena, Tolima y Boyacá; fuera de áreas protegidas.

Diospyros nur B. Walln. (NT). Endémica de Bolivia. Árbol de las llanuras inundables del Beni (160-220 m s.n.m) en bosques amazónicos de ríos de aguas claras (sensu Sioli 1984). Si bien se desconocen las amenazas a su población, esta estaría compuesta de un poco más de 1000 individuos.

Dicranopygium goudotii Harling (DD). Endémica de Colombia. Ha sido registrada en quebradas y ríos entre 170 y 330 m s.n.m. en los departamentos de Antioquia y Nariño.

Lemna yungensis Landolt (NT). Endémica de Bolivia. Hierba lotante libre que habita en las yungas. Se considera una especie rara que solo ha sido registrada en una localidad de La Paz a 2400 m s.n.m Amenazada por el avance de la agricultura y la actividad forestal.

Eleocharis columbiensis L.E. Mora. (DD). Endémica de Colombia. Especie arraigada emergente. Cuatro registros de hace tres décadas en una sola localidad del lago Tota (3040 m s.n.m.) en Boyacá, actualmente amenazada por el avance agrícola.

6.4.3 Especies con Datos Insuicientes (DD)

Eclipta leiocarpa Cuatrec. (DD). Endémica de Colombia. Un solo ejemplar colectado en 1940 en el río Bogotá, aunque se desconoce exactamente en cuál tramo del río.

De las 51 especies evaluadas, 15 carecen de datos sobre su abundancia y distribución (DD) y su patrón de riqueza es similar al de las especies endémicas. Seis son endémicas de Colombia y habitan entre los 170 y más de 4000 m s.n.m. incluyendo una especie de la cuenca endorreica del lago de Tota. Se distribuyen principalmente en la cuenca alta del río Magdalena en Colombia, los ríos Pastaza y Napo en Ecuador, Marañón en Perú y Beni en Bolivia (Figura 6.4). La mayoría habita en lagunas y humedales andinos por encima de los 2000 m s.n.m., las ocho especies restantes se distribuyen en los humedales medios y bajos de la vertiente amazónica o Pacíica de los Andes.

Callitriche quindiensis Fassett (DD). Endémica de Colombia. Un solo ejemplar colectado en 1951 en el páramo del Quindío en el departamento homónimo. Montia biapiculata Lourteig (DD). Endémica de Colombia. Ha sido registrada en humedales de los departamentos de Cundinamarca (Sumapaz, Chisaca, Alto Caicedo, Paramo Palacio, Paramo Sumapaz) y Meta (Sumapaz, Hoya Sitiales). Isoetes eshbaughii Hickey (DD). Endémica de Bolivia. Un solo ejemplar colectado en una laguna de la localidad de Ayopaya en Cochabamba.

Isoetes colombiana (T.C. Palmer) H.P. Fuchs. (DD). Endémica de Colombia. Ha sido registrada en quebradas y lagunas entre

Dicranopygium goudotii, especie endémica de Colombia, registrada en el medio Magdalena. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

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Figura 6.4 Patrón de riqueza de especies de plantas acuáticas con Datos Insuicientes (número de especies por sub-cuenca) en los Andes Tropicales.

Apinagia luitans P. Royen (DD). Endémica de Bolivia. Conocida de pocos especímenes en la cuenca del Beni, departamento de Pando.

provincia de Santa Cruz y, posiblemente, en cuencas vecinas en Rondonia o Mato Grosso, Brasil. Polygonum peruvianum Meissn. (DD). Hierba conocida de Ecuador y Perú. Descrita originalmente de un ejemplar recolectado en el nororiente del Perú en la cuenca del Marañón.

Ranunculus bangii Lourteig (DD). Endémica de Bolivia. Dos colecciones provenientes de humedales altoandinos en el departamento de La Paz, provincia Murillo.

Juncus subulitepalus Balslev (DD). Conocida de Ecuador, Perú y Bolivia. Ha sido registrada en humedales naturales y perturbados en unas pocas localidades de estos tres países entre 3500 y 3600 m s.n.m

Puya laccata Mez. (DD). Endémica de Perú. Un solo ejemplar colectado en humedales altoandinos (“turbera”) de las partes altas del valle del río Monzón a inicios del siglo XX. Sus poblaciones probablemente estén amenazadas por la expansión de agricultura.

Callitriche heteropoda Engelm. ex Hegelm. (DD). Distribuida en Ecuador, Perú y Bolivia. Ha sido registrada en humedales estacionales entre 1200 y 4600 m s.n.m.

Byrsonima riparia W. R. Anderson (DD). Arbusto o árbol bajo de los bosques de várzea en las cuencas del Chaco boliviano en la

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departamentos de Nariño, Cauca, Cundinamarca y Boyacá, es poco conocida y algunos de sus frágiles hábitats altoandinos en los páramos de Pisba y La Sarna son áreas mineras activas, especialmente de carbón. Isoetes lechleri Mett. (LC). Distribuida en los humedales altoandinos de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Si bien está distribuida en lagos y lagunas permanentes de la cordillera andina y ha sido registrada en áreas protegidas de Perú y Colombia, en Bolivia ha sido incluida en el Libro Rojo de especies amenazadas.

6.5 Principales amenazas Siguiendo el esquema de clasiicación de amenazas acordado por el Consorcio para Medidas de Conservación basado en Salafsky et al. (2008), las principales amenazas directas para las plantas acuáticas Amenazadas y Casi Amenazadas de los Andes Tropicales son la agricultura y la acuicultura (40%), la modiicación de los sistemas naturales (34%), la producción de energía y la minería (27%) y el uso de los recursos biológicos (13%). Otras amenazas importantes presentes son la contaminación, el cambio climático y las intrusiones humanas (Figura 6.5). 6.5.1 Agricultura y acuicultura

Isoetes lechleri en Parque Nacional Río Abiseo, Perú. Foto © Blanca León.

Los impactos del pastoreo y/o las quemas que preceden a la siembra en los diferentes ecosistemas andinos, incluyendo rosetales, pajonales y humedales altoandinos, han sido documentados entre otros por Hofstede (1995), Verweij (1995), Molinillo y Monasterio (1997) y Suárez y Medina (2001). En Ecuador, la introducción de llamas y alpacas en remplazo del ganado vacuno, no ha disminuido la presión sobre estos ecosistemas. Si bien el deterioro del suelo ha sido menor con la introducción de estos camélidos, no deja de ser una amenaza permanente la expansión de su cría. Postigo et al. (2008) mostraron que la asociación actual entre el pastoreo de camélidos sudamericanos y los pantanos altoandinos en el Perú, releja la

Desmodium subsecundum Vogel (DD). Endémica de Bolivia. Ha sido registrada en humedales de tierras bajas en el departamento de Santa Cruz (500 m s.n.m). Las quemas recurrentes pueden afectar sus poblaciones. Se destacan también dos especies de Isoetes en la categoría LC que merecen atención. Isoetes bischlerae H. P. Fuchs (LC) Endémica de Colombia. A pesar de su distribución a lo largo de la cordillera en los

Figura 6.5 Principales factores de amenazas que afectan a las especies de plantas acuáticas de los Andes Tropicales amenazadas y Casi Amenazadas (NT).

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presión sobre estos ecosistemas y su dependencia con el origen y disponibilidad de las aguas que los mantienen. Los humedales altoandinos en Perú y Bolivia incluyen cuerpos de agua artiiciales, creados y manejados por el ser humano y de cuyas decisiones de manejo depende el paisaje (Verzijl y GuerreroQuispe 2013, Villarroel et al. 2014). La complejidad de estas interacciones debe considerarse por tanto, en el diseño de las estrategias de conservación de las especies acuáticas amenazadas. Por otra parte, la deforestación y los incendios forestales con diversos propósitos amenazan a Baccharis hieronymi (VU) y a Distichia acicularis (NT) cuyas poblaciones son relativamente pequeñas. 6.5.2

La causa mayor es la presión antropogénica sobre humedales cercanos a centros poblados. La alteración de la calidad y cantidad de agua y la desaparición de microhábitats, son impactos adicionales si tenemos en cuenta que estas especies han sido registradas solo en una localidad. La minería y los proyectos energéticos en hábitats altoandinos del Perú ponen en peligro la supervivencia de Isoetes dispora (CR), I. hewitsonii (CR) e I. parvula (VU) especies exclusivas de estos humedales a más de 3500 m.s.n.m. Para otras especies endémicas de Isoetes que habitan en Colombia y Ecuador estas actividades pueden signiicar la completa desaparición de su hábitat, pues ya hay registros de la degradación de su estructura y función.

Modiicación de sistemas naturales

6.6 Acciones de conservación y recomendaciones

La transformación de los humedales causada por la construcción de represas, la captación de agua para agricultura y la desecación para la ganadería, elimina el hábitat de las plantas acuáticas en los Andes Tropicales. La interrupción del caudal de los ríos en zonas altas de la cordillera, así como la minería en el piedemonte amazónico, amenazan la supervivencia de Apinagia peruviana (CR), A. boliviana (VU) y Rhyncholacis nobilis (VU). El estudio realizado por Terneus y Vásconez (2004) pone en evidencia que la construcción de represas y carreteras, el ganado y los asentamientos humanos cercanos a las fuentes de agua primaria, han puesto en riesgo a las poblaciones de plantas acuáticas endémicas de los Andes, debido a la sedimentación y a la disminución de los caudales originales.

6.6.1 Promover la investigación Fomentar estudios especíicos y facilitar el acceso a la información. Esta evaluación ha resaltado los vacíos de información y los retos de investigación. El conocimiento de la lora acuática es dispar en las diversas ecorregiones y humedales y sabemos muy poco sobre las interacciones y la biología de las especies. Esta falta de información sobre la historia natural, características de sus poblaciones y ecología son limitantes para la planiicación de su conservación y en este caso, para su precisa categorización.

Otras especies de Isoetaceae como I. colombiana e I. bischlerae en Colombia, e I. andina, I. ecuadoriensis e I. lechleri en Ecuador ( Jacobsen y Terneus 2001, Terneus 2001, 2002a, b), están en peligro por la construcción de diques, presas y carreteras. Este impacto es uno de los más agudos en la última década.

Promover la investigación y la divulgación de resultados. En comparación con los ecosistemas terrestres, los acuáticos han sido menos estudiados. Esto es especialmente notable en los países andinos, en donde además y en general, siguen siendo desestimados, desecados y contaminados por actividades agropecuarias y urbanísticas planiicadas.

6.5.3 Producción de energía y contaminación

Promover el acceso a los hábitats con ines de investigación. La imposibilidad de llegar a ciertos humedales, ha impedido su estudio en localidades con limitaciones de orden público o amenazados por actividades ilegales de minería, como en el

La contaminación de los cuerpos de agua es la mayor amenaza sobre Nymphoides herzogii (EN) y Eleocharis columbiensis (DD).

Impactos de la construcción de represas y diques sobre las fuentes de agua primarias en la laguna de Mogotes, páramo de Papallacta en Ecuador. Foto © Esteban Terneus.

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caso de las Podostemaceae en Colombia. Tal deiciencia de datos puede subestimar el grado de amenaza y el riesgo que supone la alteración permanente de estos hábitats. Las alianzas interinstitucionales pueden promover expediciones conjuntas a regiones de difícil acceso que requieren logísticas complejas y/o costosas. En Ecuador se propone la zona sur del país, las vertientes altoandinas occidentales y la zona de los Llanganates. Colombia y Perú pueden contribuir al estudio de las plantas acuáticas de la familia Podostemaceae que se adelanta en la región (Phillbrick et al. 2010).

6.6.2. Potenciar su cualidad bioindicadora para el estudio integral humedal-lora Emplear la capacidad bioindicadora de las plantas acuáticas para promover investigación y conservación. Además de su importancia como organismo y recurso hidrobiológico, las plantas acuáticas señalan la presencia, límites y estado de conservación de los humedales. Por tanto, su evaluación también caliicaría el hábitat. De acuerdo con esto, se debe asumir integralmente el estudio de ambos, humedal-lora, especialmente si se extrapola a toda la región la estimación del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales en Colombia en cuanto a la desaparición de las zonas cubiertas de nieve en 2030 y de los páramos en 2050.

Ampliar la investigación y monitoreo en áreas urbanas. En los humedales cercanos a centros poblados y con intenso desarrollo agropecuario, como Bogotá y sus cercanías, la información sobre las poblaciones y la ecología de especies catalogadas (DD) es escasa. La mayoría ha sido registrada en una sola localidad como en el caso de Eleocharis columbiensis y Eclipta leiocarpa en el lago Tota y el río Bogotá, respectivamente. Más grave aún es el caso de Nymphoides herzogii (EN) en las cercanías de la poblada Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, donde se han registrado solo dos subpoblaciones de esta especie poco común. La proximidad de estos hábitats a los centros de investigación y la facilidad logística que suponen las áreas urbanas, debería ser aliciente para el estudio y monitoreo de estos humedales y sus comunidades de plantas acuáticas.

6.6.3. Identiicar hábitats clave - analizar la eicacia y cobertura de las áreas protegidas Identiicar hábitats clave. Ubicar y veriicar el estado de conservación de humedales, hábitats y potenciales especies amenazadas. Esto puede vincularse a las Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB), a los sitios de la Alianza para la Extinción Cero (AZE), a las especies de importancia para las aves (IBAs) y en general a series de datos e información espacio-temporal recopilados por especialistas de la región. Ampliar y mejorar el desempeño de las Áreas Protegidas. Solo una parte de la biodiversidad de plantas acuáticas de alta montaña habita en estas áreas. En Colombia menos del 39% de los páramos son Parques Nacionales Naturales y el 8% tiene usos agrícolas, incluso pecuarios. Los monocultivos de papa se extienden a lo largo de la cordillera andina y los cambios en el microclima y la composición de especies ya son notables. Reconocer que el cambio del uso de estos suelos modiica el balance hídrico y contamina con agroquímicos y pesticidas no solo in situ sino aguas abajo, es el primer paso para proteger estos ambientes. León y Young (1996) resaltaron la escasa relación entre la presencia de humedales protegidos y la falta de garantías para mantener la contaminación de aguas por debajo de los límites permitidos. Las Áreas Protegidas no siempre aseguran la supervivencia de las especies. En Ecuador, el 87% de las lagunas –hábitat de especies de esta evaluación- forman parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, sin embargo muchas han sido represadas o transformadas por el paso de carreteras, lo que ya ha restringido la distribución de algunas especies (Terneus 2001). En Perú y Bolivia las condiciones son similares respecto al escaso desempeño de estas áreas en la protección de humedales y su lora. En los Andes del Perú, los bosques inundados están protegidos en el 23% del territorio (Rodríguez y Young 2000), no así la puna cuya representación es del 2% en el Sistema de Áreas Protegidas, por lo que es necesario aumentar esta cobertura.

Río Bogotá en su paso por incas ganaderas en las cercanías de la ciudad. Foto© Anabel Rial.

6.6.4.

Atender los efectos del cambio climático

Los cambios en los patrones de lluvia y el aumento de la temperatura que implica el calentamiento de la tierra (WRI,

100

protegidas (50) privadas y estatales. Para esta y otras tareas relacionadas con el conocimiento y conservación de las plantas acuáticas y sus hábitats en la región, se propone emprender y ampliar actividades regionales concretas (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), convenios e intercambios especíicos de cooperación, investigación y formación de talento. Un objetivo de amplio alcance consiste en determinar los efectos del cambio climático en los patrones de distribución de las especies endémicas, desde las zonas de línea ecuatorial hacia los extremos latitudinales, como indicador de la mayor incidencia del calentamiento global sobre las zonas tropicales.

1998), implicará sin duda alteraciones del balance hídrico en la región. La reducción de la precipitación, de la humedad relativa y de la cantidad de días con niebla (Ruiz et al. 2008), determinará nuevas condiciones en los ecosistemas altoandinos. En consecuencia, estas especies tendrán que adaptarse o si es posible, migrar hacia zonas más altas que mantengan las condiciones de hábitat para su desarrollo, de lo contrario desaparecerán. Por otra parte, la disminución de las fuentes proveedoras de agua (deshielos, riachuelos, vertientes) y la continua lixiviación y deposición de sedimentos en los cuerpos de agua, conduce a su colmatación y al cambio en el patrón de circulación. En el caso de las lagunas, pueden convertirse en pequeños riachuelos. En otros casos menos lluvia y más evaporación signiicará reducción de su volumen a lo largo de las cuencas hidrográicas.

De forma similar, las especies de plantas acuáticas altoandinas podrían incorporarse a la metodología de la Red GLORIAAndes (Red Andina de Monitoreo de la Biodiversidad en Alta Montaña), como elemento de monitoreo regional y de evaluación del cambio climático. También el alcance de acción de la convención Ramsar puede contribuir a la conservación de las comunidades de plantas acuáticas, a la selección de criterios y al establecimiento de nuevos sitios para la protección de la lora acuática de esta región. Se espera que la Estrategia Regional para los Humedales Altoandinos, las Organizaciones no Gubernamentales y los gobiernos de cada país puedan emplear estas ideas para fomentar alianzas y proyectos de investigación y monitoreo de los humedales y sus plantas acuáticas en esta región, la más biodiversa del planeta.

6.6.5. Registrar periódicamente el estado de conservación de especies y hábitats en riesgo potencial Si bien las especies acuáticas excluidas de este análisis son de más amplia distribución, en muchos casos se trata de poblaciones reducidas y dispersas dentro de su rango regional. Estas especies también son susceptibles a las amenazas cada vez mayores y más extendidas. Por ejemplo, Lachemilla diplophylla, una especie presente en poblaciones pequeñas en sitios inundados de más de diez localidades tanto en Perú como en Bolivia y Ecuador. Otras especies no incluidas en esta evaluación, se consideran en riesgo de desaparición en Ecuador, lo que supone un indicativo del patrón de extinción latitudinal desde el ecuatorial hacia las zonas templadas, inluenciado principalmente por el cambio climático. Es el caso de Lachemila diplophylla y una especie no identiicada del género Utricularia sp., cuyos últimos registros -de poblaciones reducidas- datan del año 2000. La primera fue colectada en la laguna Micacocha antes de su represamiento y en una de las lagunas de El Cajas, en la provincia del Azuay. La segunda ha sido reportada solo una vez en las lagunas de El Voladero, al norte del Ecuador (Terneus 2002a). Por lo tanto, se recomienda monitorear el estado de las poblaciones de estas especies a niveles nacionales y regionales para evitar así extinciones locales.

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6.6.6. Ampliar las alianzas para la conservación Los países con plantas acuáticas endémicas o exclusivas, son especialmente responsables de su protección. Evitar su extinción es una de las metas de Aichi del Convenio sobre la Diversidad Biológica para el 2020 (https://www.cbd.int/sp/targets/). Por consiguiente, se debe aportar lo necesario para el buen manejo y conservación de los humedales y sus tierras aledañas, así como para la implementación de leyes que preserven la diversidad de ambientes y su lora. En Ecuador, desde hace quince años, el estatus de conservación de las especies endémicas es igual de alarmante (Valencia et al. 2000); esto ocurre a pesar de los esfuerzos del estado ecuatoriano por incrementar la supericie (20%) y el número de áreas

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104

Capítulo 7. Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales Marcelo F. Tognelli1, Laura Máiz-Tomé2 y Kevin G. Smith2

7.1 7.2

7.3

7.4 7.5

Introducción .......................................................................................................................................................................................105 7.1.1 Áreas Clave para la Biodiversidad ..........................................................................................................................................106 Metodología ........................................................................................................................................................................................107 7.2.1 Un cambio de enfoque en la delimitación de ACB de agua dulce. ...................................................................................107 7.2.2 Aplicación del nuevo proceso de delimitación de ACB de agua dulce a los Andes Tropicales.....................................109 Resultados del taller de consulta y delimitación de ZMC y ACB de agua dulce .....................................................................110 7.3.1 Especies determinantes de ACB de agua dulce ....................................................................................................................110 7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos definidas como Zonas de Manejo de Cuenca ......................................................................111 7.3.3 Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce delimitadas y adoptadas. .....................................................................111 7.3.4 Área cubierta por Áreas Clave para la Biodiversidad y niveles actuales de protección. .................................................123 7.3.5 Principales amenazas. ..............................................................................................................................................................124 7.3.6 Actores potencialmente interesados .....................................................................................................................................125 Conclusiones y recomendaciones ....................................................................................................................................................125 Referencias ..........................................................................................................................................................................................126

7.1 Introducción

en riesgo de extinción, es crucial identiicar los sitios que son importantes para proteger esa biodiversidad. En general, hasta hace menos de diez años, las evaluaciones globales de especies realizadas utilizando la Lista Roja se habían enfocado en especies mayormente terrestres (ej. mamíferos, aves y anibios), por lo que la identiicación y delimitación de ACB de agua dulce había quedado relegada. Solo recientemente se han publicado algunos trabajos que han comenzado a llenar este vacío de información en los ecosistemas dulceacuícolas (Holland et al. 2012, Darwall et al. 2014, IUCN 2014). Además, es de suma urgencia identiicar los sitios de la Alianza para la Extinción Cero (Alliance for Zero Extinction, AZE; Ricketts et al. 2005) de agua dulce. Estos sitios son componentes importantes de las ACB que contienen la última o única población remanente de una especie en las categorías En Peligro (EN) o En Peligro Crítico (CR) de la Lista Roja de la UICN. La ausencia de esta información no permite que la biodiversidad de agua dulce sea tenida en cuenta por los manejadores y tomadores de decisiones a la hora de desarrollar planes de conservación (Darwall et al. 2011).

Las Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) son sitios de importancia para la persistencia global de la biodiversidad, que pueden ser protegidos bajo distintas categorías de manejo y diferentes mecanismos de gobernanza. Sin embargo, la identiicación de ACB no implica acciones de conservación especíicas, tales como la designación de áreas protegidas. Estas decisiones deben basarse en ejercicios que establezcan las prioridades de conservación, combinando datos sobre la importancia y la vulnerabilidad de las especies teniendo en cuenta otros factores como el coste de conservación, las oportunidades para la acción, la historia evolutiva y la conectividad (IUCN 2016). La identiicación y delimitación de Áreas Clave para la Biodiversidad es el paso lógico que sigue a la evaluación del riesgo de extinción de las especies utilizando la Lista Roja de la UICN. Así, una vez que se ha evaluado cuales son las especies que están

1 2

IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011Crystal Dr. Suite 500. Arlington, VA 22202, USA. Email: [email protected] IUCN Global Species Programme. he David Attenborough Building. Pembroke Street, Cambridge, CB2 3QZ, UK.

105

En este capítulo, se recopilaron y utilizaron datos sobre la distribución, abundancia, ecología, amenazas y utilización por los seres humanos de las especies de agua dulce de los Andes Tropicales, además de los mapas de distribución geográica y las categorías de la Lista Roja asignadas, para identiicar aquellas sub-cuencas que cumplen con los criterios para ACB. El objetivo principal es proporcionar recursos e información esenciales para orientar la toma de decisiones sobre la conservación y el manejo sostenible de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales de Bolivia, Perú, Ecuador y Colombia. 7.1.1 Áreas Clave para la Biodiversidad: antecedentes y nuevo estándar Durante las últimas cuatro décadas, se han desarrollado una gran variedad de métodos para la identiicación de Áreas Clave para la Biodiversidad (UICN 2014). Por lo general, la mayoría de estos métodos se centran en grupos de especies o biomas, o se aplican a gran escala, como las eco-regiones y los “hotspots” de biodiversidad. En consecuencia, se han empleado criterios de evaluación diferentes que han producido resultados dispares. Estos resultados además, se han almacenado en múltiples bases de datos desconectadas entre sí, lo que ha provocado cierta confusión entre los tomadores de decisiones y, en ocasiones, una duplicación de los esfuerzos realizados.

Macho de Teinopodagrion temporale, especie endémica de la Cordillera Central de Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

Para hacer frente a este problema y proporcionar un enfoque coherente y global, durante el Congreso Mundial para la Conservación, celebrado en Bangkok (Tailandia 2004), los miembros de la UICN pidieron a ésta que “convocara un proceso consultivo a nivel mundial para acordar una metodología que permitiera a los países identiicar las Áreas Clave para la Biodiversidad.” En respuesta a esta resolución (WCC 3.013), la Comisión de Supervivencia de Especies y la Comisión de Áreas Protegidas de la UICN, establecieron un Grupo de Trabajo Conjunto sobre Biodiversidad y Áreas Protegidas. El grupo de

El nuevo estándar fue aprobado en la 88ª Reunión del Consejo de la UICN en Abril de 2016 (IUCN 2016) y será presentado oicialmente durante el Congreso Mundial de la Naturaleza en Hawaii en septiembre de este mismo año. Las ACB se constituyen así como sitios que contribuyen signiicativamente a la persistencia de la biodiversidad terrestre, acuática y marina a nivel mundial, identiicados bajo umbrales y criterios estandarizados. Las ACB proporcionan información fundamental para ayudar en procesos tales como la planiicación de la conservación y la aplicación de salvaguardias ambientales, y asisten a los países en la

trabajo alentó y reunió aportes de las Comisiones, los miembros y el personal de la Secretaría de la UICN, así como de otras organizaciones conservacionistas, expertos, responsables en políticas públicas nacionales, donantes y el sector privado, a in de consolidar los criterios cientíicos acordados globalmente y una metodología estandarizada para identiicar las Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB).

Tabla 7.1 Metas de Aichi para las cuales las ACB proporcionan información esencial. Metas Aichi

Aplicaciones de las ACB

Meta 2

Facilitan decisiones respecto a desarrollo y planiicación.

Meta 4

Ayudan al sector privado y inanciero a gestionar riesgos medioambientales.

Meta 9

Apoyan la selección de acciones para controlar especies invasoras en áreas de importancia biológica.

Meta 11

Informan la selección de lugares potenciales para la protección y facilitan monitoreo de metas globales y nacionales.

Meta 12

Pueden prevenir la extinción de especies amenazadas y la mejora de su estado de conservación.

Meta 13

Facilitan la identiicación de lugares de importancia para la conservación in situ de especies parentales silvestres de plantas cultivadas y ancestros silvestres de ganado doméstico.

Meta 14

Contribuyen a recuperar y salvaguardar servicios esenciales de los ecosistemas.

Meta 17

Apoyan Estrategias y Planes de Acción Nacionales en materia de Diversidad Biológica (EPANDBs).

Meta 18

Proporcionan un reconocimiento adicional para áreas de importancia cultural o espiritual.

106

implementación y el seguimiento de los compromisos adquiridos a través de acuerdos intergubernamentales, como las Metas Aichi del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CBD) (Tabla 7.1).

Documento de consulta sobre un estándar de la UICN para la identiicación de áreas clave para la biodiversidad (Borrador 1 de octubre de 2014).

7.2 Metodología

Enfoque previo Empleando como referencia los umbrales publicados por Holland et al. (2012), las Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce (ACB) eran delimitadas sobre cuencas y sub-cuencas hidrográicas, consideradas como unidades de manejo apropiadas para las especies de agua dulce. De esta forma, se tenía en cuenta la conectividad hidrológica y las interacciones de los ecosistemas acuático-terrestres.

7.2.1 Un cambio de enfoque en la delimitación de ACB de agua dulce El taller para la identiicación de ACB de agua dulce en los Andes Tropicales (inanciado por la Fundación MacArthur) tuvo lugar en la Pontiicia Universidad Javeriana en Bogotá en mayo de 2015, antes de la aprobación del nuevo estándar, por lo que los criterios y los umbrales establecidos en el documento de consulta del nuevo estándar no fueron adoptados. En su lugar, se utilizó la única metodología publicada hasta el momento para la identiicación y delimitación de ACB de agua dulce (Holland et al. 2012). Los criterios y los umbrales de esta metodología son directamente transferibles a la “nueva” versión (ver Tabla 7.2), por lo que las ACB identiicadas en éste taller siguen siendo válidas bajo el nuevo estándar.

Siguiendo éste enfoque, las sub-cuencas en las que se encontraban las especies determinantes, es decir, las especies que cumplen con los umbrales y los criterios establecidos por Holland et al. (2012) (Tabla 7.2), eran delineadas como ACB de agua dulce (referidas como “trigger species” en esa publicación). Resultando así, en extensas unidades a escala de paisaje, integradas en cuencas hidrográicas que suelen contar con diferentes autoridades de manejo.

Dada la alta conectividad de los ecosistemas acuáticos y su dependencia de una gestión integrada de las cuencas hidrográicas para una conservación eicaz, el proceso de delimitación llevado a cabo en el taller adoptó un nuevo enfoque, en línea con el

Para algunas especies, dentro de las sub-cuencas delineadas como ACB, era posible identiicar áreas focales. Es decir, áreas de especial importancia para su supervivencia, como por ejemplo, zonas de reproducción o de alimentación (Abell et al. 2007).

Participantes del taller de identiicación y delimitación de ACB en los Andes Tropicales llevado a cabo en Bogotá, Colombia en mayo de 2015. Foto: © José Iván Mojica.

107

Tabla 7.2 Criterios antiguos de Holland et al. (2012) que coinciden con los criterios del Borrador 1 de octubre de 2014 para la identiicación de ACB, utilizado como documento de referencia en el taller. Las unidades reproductivas funcionales se reiere al número mínimo y/o combinación de individuos necesarios para activar un evento reproductivo exitoso en un sitio. Criterios ACB (Holland et al. 2012)

Criterios ACB (Borrador 1 oct. 2014)

Un sitio alberga o se cree que alberga regularmente…

Un sitio alberga o se cree que alberga regularmente…

1. Un número signiicativo de una o más especies globalmente amenazadas u otras especies de interés para la conservación.

A1: Taxones Amenazados. (b) El sitio alberga regularmente ≥ 0.5% de la población total Y ≥ 5 unidades reproductivas funcionales de un taxón En Peligro Crítico (CR) o En Peligro (EN) a nivel mundial; o

Umbral – Uno o más taxones En Peligro Crítico (CR), En Peligro (EN) o Vulnerable (VU) a nivel mundial.

2. Números no triviales de uno más taxones de distribución geográica restringida. Umbral- 20,000 km2 para crustáceos, peces y moluscos; y 50,000 km2 para Libélulas (basándose en el área de la sub-cuenca).

(c) El sitio alberga regularmente ≥1% de la población total Y ≥10 unidades reproductivas funcionales de un taxón Vulnerable (VU) a nivel mundial. B1: Especies de distribución geográica restringida. El sitio alberga regularmente ≥20% o de la población total y ≥10 unidades reproductivas funcionales de una especie.

De esta manera, se establecía una diferencia entre los sitios importantes para las especies (áreas focales) y el área necesaria para el manejo efectivo de la biodiversidad de agua dulce (subcuencas delimitadas como ACB) (Figura 7.1a).

Nuevo enfoque Teniendo en cuenta lo anterior y el borrador del nuevo estándar, la UICN cambió su enfoque en el taller de expertos organizado para la identiicación de ACB de agua dulce en los Andes Tropicales. En vez de delinear las ACB a nivel del paisaje, considerando el área total de las sub-cuencas como la ACB, se decidió adoptar las áreas focales de las especies (del enfoque previo) como ACB. De esta forma, las ACB tienen una menor extensión y las especies pueden beneiciarse de medidas de conservación a escala de sitio (Figura 7.1b).

Sin embargo, este enfoque no coincidía con el enfoque adoptado para otras ACB ‘terrestres’ como las Áreas Importantes para las Aves (IBAs) o las Áreas Importantes para las Plantas (IPAs), que identiican unidades de manejo a escala de sitio. Además, al haber un gran número de especies de agua dulce amenazadas o globalmente restringidas a sub-cuencas individuales (particularmente en los hotspots de biodiversidad), muchas subcuencas cualiicaban como ACB de agua dulce, resultando en áreas demasiado extensas para un manejo efectivo.

Las cuencas y sub-cuencas a escala del paisaje no se pierden con este nuevo enfoque, ya que se mantienen como un conjunto de datos separado, deinido como Zona de Manejo de Cuenca

Figura 7.1 Ejemplo hipotético sobre las diferencias en la delimitación de Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB) de agua dulce en el enfoque previo (a) y el enfoque nuevo (b). El área en rojo oscuro representa el sitio (p. ej. río tributario) donde se ha conirmado la presencia de una especie determinante (i. e. amenazada o de distribución restringida) o el hábitat esencial para una especie (p. ej. área de reproducción, alimentación). La cuenca en morado es una de las sub-cuencas del nivel 8 de HydroBASINS. ZMC = Zona de Manejo de Cuencas.

108

(ZMC). Las ZMC proporcionan información importante sobre el contexto geográico más amplio y las necesidades de manejo de la cuenca hidrográica en el que se encuentran las ACB de agua dulce. La idea detrás de este nuevo enfoque es que las ACB sean identiicadas como unidades de manejo a escala de sitio dentro de las ZMC, y las ZMC se utilicen como marco para asegurar el manejo integrado de las cuencas hidrográicas, en las que existe una alta conectividad que puede permitir que amenazas como la contaminación o especies invasoras existentes fuera de las ACB se puedan propagar rápidamente.

→ Superponiendo los mapas de distribución de las especies compilados en el paso anterior sobre la capa de HydroBASINS (Nivel 8) en un Sistema de Información Geográico (SIG), se identiicaron las sub-cuencas de ríos y lagos que contienen especies determinantes, es decir, especies que cumplen con los umbrales y los criterios para delimitar ACB. El proceso es automatizado utilizando un código del programa “R” para realizar un análisis de todas las sub-cuencas, comparándolas con los mapas de distribución de especies disponibles, e identiicando la lista de especies determinantes presentes y los criterios que cumplen. Para el caso particular de los Andes Tropicales, solo se evaluaron los criterios 1 y 2 para la identiicación de especies determinantes. El criterio 3 no pudo ser empleado dado que solo se tenía información de las especies endémicas del área de estudio (i. e. no se contaba con evaluaciones y mapas de distribución de especies presentes en otras áreas, además de los Andes Tropicales).

7.2.2 Aplicación del nuevo proceso de delimitación de ACB de agua dulce a los Andes Tropicales Para el proceso de identiicación y delimitación de ACB de los Andes Tropicales se seleccionaron los peces de agua dulce y las libélulas, dado que son los dos grupos con mayor número de especies endémicas evaluadas en la región (656 peces y 214 libélulas) y con mejor información disponible. Una especie de bivalvo (Acostaea rivolii) también fue incluida en el análisis debido a su alto grado de amenaza (CR) y a que su única población remanente está restringida a una sola cuenca, correspondiendo así a un sitio AZE.

Paso 2. Taller de validación, identiicación y delimitación de ACB Para conirmar la presencia de las especies determinantes (i. e. que cumplen con los umbrales para los criterios de delimitación de ACB) identiicadas dentro de las sub-cuencas en el Paso 1 y deinir los límites de las ACB de agua dulce dentro de las Zonas de Manejo de Cuenca, se organizó un taller con la participación de expertos regionales en especies de agua dulce, personas responsables del manejo de las áreas protegidas, organizaciones no gubernamentales y representantes gubernamentales.

Para delimitar las Zonas de Manejo de Cuenca en las que se identiicaron las ACB de agua dulce, se utilizó la capa digital HydroBASINS (Lehner y Grill 2013), una capa digital estandarizada a nivel global que delimita las cuencas hidrográicas de ríos y lagos en 12 niveles (anidados) de resolución. Este nuevo proceso, diiere de otros procesos de delimitación de ACB teniendo en cuenta la conectividad de los ecosistemas acuático-terrestres.

Validación de especies y delimitación de ZMC y ACB A partir de las sub-cuencas que contienen especies determinantes identiicadas en el Paso 1, los expertos siguieron los siguientes pasos: 1. Se delimitaron Zonas de Manejo de Cuenca tomando como referencia las sub-cuencas con mayor número de especies determinantes. 2. Se adoptaron ACB existentes en las que se conirmó la presencia de especies determinantes, incluyendo ACB terrestres como Áreas Importantes para las Aves (IBAs) y sitios de la Alianza para la Extinción Cero (AZE). Estos sitios y las especies determinantes validadas dentro de ellos fueron incluidas en las ichas de cada ZMC. 3. Al igual que en el paso anterior, se adoptaron Áreas Protegidas y/o sitios Ramsar existentes en los que se conirmó la presencia de especies determinantes. Estos sitios y las especies determinantes validadas dentro de ellos fueron incluidas en las ichas de cada ZMC. 4. Cuando no fue posible adoptar ninguna de las iguras anteriores, se delimitaron nuevas ACB de agua dulce (o se propusieron extensiones de sitios existentes), para incluir la/s especie/s determinante/s conirmada/s: → Se adoptaron las áreas de distribución de las especies determinantes con la mayor resolución posible (sub-cuencas de HydroBASINS a Nivel 12 –con una supericie media de 119 km2). Cuando las sub-cuencas de HydroBASINS eran

El proceso involucra dos pasos que se detallan a continuación. El primer paso es un análisis espacial de escritorio para la identiicación preliminar de las sub-cuencas con alta riqueza de especies determinantes potenciales, mientras que el segundo incluye la realización de un taller con expertos, donde se valida la presencia de las especies determinantes en las sub-cuencas y se procede a identiicar y delimitar las ACB. Paso 1. Actividades preliminares para la preparación del taller de validación de las ACB a. Recopilación de conjuntos de datos espaciales: → Mapas de distribución de biodiversidad de agua dulce evaluada según los Criterios y Categorías de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN (ver detalles en Capítulo 2). → ACB, Sitios Ramsar y áreas protegidas existentes. Se utilizó la Base de Datos Mundial de Áreas Protegidas (http://www.protectedplanet.net/), y las capas de ACB y sitios Ramsar existentes para identiicar si las especies determinantes contaban con algún tipo de protección formal. b. Identiicación preliminar de límites de sitios basados en datos biológicos:

109

5.

→ → → → → → →

demasiado grandes en relación a los sitios donde se conirmó la presencia de especies determinantes, se generaron nuevos polígonos para delimitar las ACB. Finalmente, se recopiló información para documentar cada Zona de Manejo de Cuenca (ZMC) dentro de las que se identiicaron las ACB de agua dulce, incluyendo: El nombre de la ZMC Una descripción general de las ACB delimitadas dentro de la ZMC La lista de especies determinantes validadas para cada ACB Principales hábitats presentes Nombres de individuos/organizaciones potencialmente interesados en la ZMC Amenazas (pasadas, presentes o potenciales) para las especies determinantes Medidas de conservación actuales y recomendadas



Referencias bibliográicas

7.3 Resultados del taller de consulta y delimitación de ZMC y ACB de agua dulce 7.3.1 Especies determinantes de ACB de agua dulce Para el área de los Andes Tropicales se consideraron 3348 subcuencas (nivel 8 de la capa HydroBASINS), cubriendo una supericie de 2 754 775 km2. El análisis preliminar identiicó 533 especies determinantes potenciales distribuidas en 1028 subcuencas, algunas conteniendo hasta 35 especies determinantes (Figura 7.2). Las sub-cuencas identiicadas contienen especies de agua dulce amenazadas o de distribución geográica restringida, o grupos representativos de especies endémicas, conirmando

Figura 7.2 Sub-cuencas identiicadas durante el estudio preliminar del proceso de delimitación que contienen especies determinantes (de acuerdo con Holland et al. 2012).

110

así la importancia y la urgencia de desarrollar e implementar acciones efectivas de conservación para la biodiversidad de agua dulce a través de los Andes Tropicales. La conirmación o validación de la presencia de estas especies en las sub-cuencas se realizó posteriormente en el taller con los actores interesados en la región.

entre las cuales 27 correspondieron a especies que determinan sitios AZE (Tabla 7.3). Algunas ZMC albergan hasta 23 especies determinantes (Figura 7.3).

7.3.2 Sub-cuencas de ríos y lagos deinidas como zonas de manejo de cuenca

Una vez delimitadas las ZMC, se procedió a identiicar cuáles de las especies determinantes tenían mayores requerimientos de conservación a la escala de sitio para asegurar su persistencia (p. ej. especies que deinen sitios AZE o que, además de cumplir con los criterios y umbrales para ser especies determinantes, presentan amenazas inminentes para su persistencia). Según estas especies se encontraran dentro de los límites de áreas protegidas o ACB existentes o no, se procedió a adoptar los sitios existentes o a delimitar nuevas ACB, respectivamente. Así,

7.3.3 Áreas Clave para la Biodiversidad de agua dulce delimitadas y adoptadas

Durante el proceso de delimitación, un total de 31 Zonas de Manejo de Cuenca fueron identiicadas (HydroBASINS, Nivel 8), cubriendo un área total de 235 035 km2: seis en Bolivia, trece en Colombia, seis en Ecuador y seis en Perú (Tabla 7.3 y Figura 7.3). En estas 31 ZMC se conirmó la presencia de 255 especies determinantes (de las 533 identiicadas en el análisis preliminar),

Figura 7.3 Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC) delimitadas dentro del área de estudio, incluyendo el número de especies validadas dentro de cada una.

111

Tabla 7.3 Zonas de Manejo de Cuenca delimitadas por país y número de especies determinantes únicas (algunas especies caliican para ambos criterios) validadas en cada ZMC. C1 = Criterio 1 (especies amenazadas); C2 = Criterio 2 (especies de distribución geográica restringida); Especies AZE = especies que determinan sitios de la Alianza para la Extinción Cero. Cuenca: nombre de las cuencas donde se encuentran las ZMC de acuerdo con la igura 2.2 (Capítulo 2).

C1

C2

Especies determinantes únicas

Especies AZE

Cuenca

País

Alto Beni

2

15

15

0

Beni

Bolivia

Alto Río San Pablo

1

1

1

0

Iténez

Bolivia

Bajo Paraguá

1

4

4

1

Iténez

Bolivia

Chapare-Secure

3

8

9

1

Mamoré

Bolivia

Ríos de Cochabamba

1

1

1

0

Mamoré

Bolivia

Río San Pablo

1

1

1

1

Mamoré, Iténez

Bolivia

Arroyos Costeros Planicie Caribe

2

4

4

0

Bajo Magdalena, Sinú-Caribe

Colombia

Páramo Belmira

3

5

5

1

Nechí

Colombia

Río Bogotá

3

8

8

1

Sabana de Bogotá

Colombia

Río Calenturitas

5

2

6

1

César

Colombia

Río Coello

7

3

7

1

Alto Magdalena

Colombia

Río La Miel

11

14

20

0

Medio Magdalena

Colombia

Río La Vieja

6

8

11

0

Alto, Medio Cauca

Colombia

Río Lebrija

2

5

6

1

Medio Magdalena

Colombia

Río Nare

14

15

21

0

Medio Magdalena

Colombia

Río Prado

7

2

7

1

Alto Magdalena

Colombia

Río San Juan

9

20

20

3

Río San Juan

Colombia

Río Telembí

1

2

2

1

Bajo Patía

Colombia

Ríos Dagua-Anchicayá

7

10

10

0

Coyanero-Dagua

Colombia

Alto Guayllabamba

0

9

9

0

Esmeraldas

Ecuador

Alto Río Blanco

2

4

4

0

Esmeraldas

Ecuador

Alto Río Napo

1

3

3

1

Napo

Ecuador

Río Cachaví

1

3

3

1

Cayapas

Ecuador

Río Pastaza-Bobonaza

1

5

5

1

Pastaza

Ecuador

Sistema Hídrico Imbakucha

1

1

1

1

Mira

Ecuador

Alto Madre de Dios

5

9

10

1

Madre de Dios

Perú

Alto Perené

5

10

10

1

Ucayali

Perú

Alto Río Huallaga

5

16

16

3

Huallaga

Perú

Río Aguaytía

2

9

9

2

Ucayali

Perú

Río Alto Marañón

1

4

4

0

Marañón

Perú

Río Nanay

3

23

23

3

Amazonas

Perú

Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC)

112

dentro de las 31 ZMC se adoptaron y delimitaron 59 ACB para 119 especies determinantes que podrían beneiciarse de medidas de conservación a escala de sitio (Figura 7.4).

determinantes que no habían sido cubiertas por las ACB de agua dulce delimitadas. Este paso adicional resultó en la delimitación de 27 ACB para 35 especies determinantes, de las cuales 3 son nuevas ACB, 15 son ACB existentes y 9 son AP adoptadas. La Tabla 7.4 enumera todas las ACB de agua dulce delineadas y adoptadas fuera de las ZMC y las especies determinantes en cada ACB. Para este proceso, no fue posible delinear ni documentar las ZMC debido a limitaciones de tiempo.

Con toda la información recopilada durante el taller, se elaboraron 31 ichas técnicas para cada ZMC, para que sirvan de base para el monitoreo, a in de detectar futuros cambios en las ACB de agua dulce (ver Apéndice 3 para ejemplo de una icha). Estas ichas estarán disponibles pronto para su descarga y consulta en la página web de la World Biodiversity Database (WBDB), manejada por BirdLife International: http://www. birdlife.org/datazone/freshwater.

En resumen, para un total de 151 especies determinantes, se adoptaron 39 ACB y 22 AP existentes, y se delinearon 25 nuevas ACB de agua dulce en los Andes Tropicales (Tabla 7.5 y Apéndice 3). Las iguras 7.5, 7.6, 7.7 y 7.8 muestran las ACB identiicadas por país: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

Durante el último día del taller, se revisaron ACB y Áreas Protegidas (AP) existentes fuera de las ZMC, para incluir especies

Figura 7.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas dentro de las ZMC en los Andes Tropicales.

113

Tabla 7.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas (*) y adoptadas fuera de ZMC, incluyendo las especies determinantes y grupo taxonómico. C1 = Criterio 1 (especies amenazadas); C2 = Criterio 2 (especies de distribución geográica restringida); AZE = sitio de la Alianza para la Extinción Cero. País

ACB

Especies Determinantes

Bolivia

Río Achira*

Argia rosseri

Colombia

Cenagoso Del Bajo Sinú

Colombia

Cuenca Alta del Río Quindío, Salento

Colombia

Haciendas Ganaderas del Norte del Cauca

Grupo

C1

C2

AZE

Libélulas

-



No

Cynopotamus atratoensis

Peces

VU

No

No

Hypostomus wilsoni

Peces

VU

No

No

Hemibrycon quindos

Peces

-



No

Brycon labiatus

Peces

EN



No

Callichthys fabricioi

Peces

VU



No

Libélulas

-



No

Colombia

La Forzosa-Santa Gertrudis

Epigomphus pechumani

Colombia

Laguna de Tota

Rhizosomichthys totae

Peces

CR





Cynopotamus atratoensis

Peces

VU

No

No

Colombia

Los Katíos Hypostomus wilsoni

Peces

VU

No

No

Libélulas

EN





Colombia

Mana Dulce (extensión de bosques de Tolemaida, Piscilago y alrededores)

Acanthagrion williamsoni

Colombia

Parque Nacional Natural Chingaza

Astroblepus latidens

Peces

VU



No

Colombia

Parque Nacional Natural Paramillo

Brycon fowleri

Peces

VU



No

Colombia

Quebrada Las Lajitas*

Telebasis farcimentum

Libélulas

VU



No

Colombia

Río Oibita*

Callichthys oibaensis

Peces

-



No

Colombia

Serranía de Los Yariguíes

Astroblepus latidens

Peces

VU



No

Astroblepus supramollis

Peces

VU



No

Ecuador

Cordillera del Cóndor (Ecuador) Chaetostoma branickii

Peces

VU

No

No

Ecuador

P. Nacional Sumaco Napo-Galeras y Baeza Lumbaqui

Mesamphiagrion ecuatoriale

Libélulas

-



No

Ecuador

Parque Nacional Podocarpus

Archaeopodagrion armatum

Libélulas

-



No

Peruviogomphus pearsoni

Libélulas

-



No

Ecuador

Reserva Biológica Limoncocha Aphylla silvatica

Perú

Perú

Ampiyacu-Apayacu Zona de Amortiguamiento

Libélulas

-



No

Moenkhausia atahualpiana

Peces

-



No

Pimelodella cyanostigma

Peces

-



No

Hypoptopoma bilobatum

Peces

-



No

Hyphessobrycon robustulus

Peces

-



No

Bryconamericus phoenicopterus

Peces

-



No

Astroblepus supramollis

Peces

VU



No

Chaetostoma branickii

Peces

VU

No

No

Libélulas

-



No

Peces

VU



No

Cordillera del Cóndor (Perú)

Perú

Cordillera Yanachaga extensión

Polythore victoria

Perú

El Sira Zona de Amortiguamiento

Tahuantinsuyoa chipi

114

País

Perú

Perú

Perú

Perú

Perú Perú

ACB

Especies Determinantes

Junín Zona de Amortiguamiento

Grupo

C1

C2

AZE

Orestias polonorum

Peces

EN



No

Orestias empyraeus

Peces

-



No

Orestias gymnota

Peces

EN



No

Orestias polonorum

Peces

EN



No

Orestias empyraeus

Peces

-



No

Apistogramma cinilabra

Peces

VU



No

Otocinclus cocama

Peces

EN





Lago de Junín

Pacaya Samiria

Pacaya Samiria Zona de Amortiguamiento

Apistogramma rositae

Peces

-



No

Apistogramma cinilabra

Peces

VU



No

Otocinclus cocama

Peces

EN





Polythore koepckei

Libélulas

-



No

Polythore spaeteri

Libélulas

-



No

Philogenia peruviana

Libélulas

-



No

Reserva Comunal El Sira Tarapoto

Tabla 7.5 Número de Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC), Áreas Clave para la Biodiversidad Adoptadas (ACB), Áreas Protegidas Adoptadas (AP), Nuevas ACB, Número de Áreas Clave para la Biodiversidad (adoptadas + delineadas) y especies determinantes por país. El total tiene en cuenta duplicaciones de especies dentro de los países y por tanto no representa la suma de las ilas. ZMC

ACB Adoptadas

AP Adoptadas

Nuevas ACB

No. total ACB

No. especies Determinantes

Bolivia

6

1

1

6

8

17

Colombia

13

12

9

11

32

50

Ecuador

6

11

1

2

14

18

Perú

6

15

11

6

32

68

TOTAL

31

39

22

25

86

151

País

de ellas, se pueden ver las ichas en líneas en el enlace al WBDB que se mencionó arriba.

Bolivia En Bolivia se identiicaron seis ZMC y se delimitaron ocho ACB, de las cuales una es una ACB adoptada, una es una AP adoptada y seis son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.5). Las ACB adoptadas y delimitadas en Bolivia incluyen 17 especies determinantes (diez peces y siete libélulas), de las cuales todas tienen distribución restringida, seis están en alguna categoría de amenaza y tres son especies que determinan sitios AZE (Tablas 7.6 y 7.7). Las principales amenazas para las ACB identiicadas en Bolivia son la desecación de humedales y el uso de agua para agricultura y ganadería y la contaminación por minería, residuos urbanos y agroquímicos usados en agricultura. A continuación se describen algunas de las ACB seleccionadas. Para mayor información sobre todas las ZMC y las ACB delimitadas dentro

Dos ACB fueron delimitadas en la cuenca del río San Pablo, dentro de la cuenca del Iténez y parte en la cuenca del río Mamoré (Tabla 7.3). Una (Poza del Río San Pablo) en la parte alta de la cuenca, donde hay humedales temporales formados por el río San Pablo dentro del bosque Seco Chiquitano. Allí se encuentra la especie de pez killi, Spectrolebias pilleti (VU), endémico de una poza temporal, donde la expansión de la frontera agropecuaria (principalmente plantaciones de soja) sería la principal amenaza para el hábitat de esta especie. Se recomienda la protección de los humedales temporales y la educación y generación de conciencia en la comunidad y los productores agrícolas, además

115

Río tributario de la cuenca alta del río Chapare en la ZMC Chapare-Secure. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

de asegurar el cumplimiento y la ejecución de las regulaciones vigentes. La segunda ACB (Río San Pablo) es en la parte baja de la cuenca y corresponde a un sitio AZE para la especie de pez killi Aphyolebias claudiae, categorizado como CR. El hábitat donde ocurre esta especie corresponde a humedales temporales que estarían afectados por drenaje para agricultura y ganadería. Se recomiendan acciones de manejo y conservación para esta especie y la educación y concientización de la comunidad para mitigar los efectos de las principales amenazas.

Cotapata identiicado en el Peril de Ecosistema del Hotspot de los Andes Tropicales, realizado por el Critical Ecosystem Parternship Fund (CEPF 2015) (Figura 7.5). Tampoco se encuentran dentro de los otros corredores identiicados en el peril (p. ej. Isiboro-Amboró). Esto se debe a que, por un lado, en el peril de ecosistema no se incluyeron especies de agua dulce y, por el otro, que el presente proyecto incluyó la vertiente amazónica de los Andes Tropicales, donde se encuentran cuatro de las ACB delimitadas. Sin embargo, la única ACB existente adoptada en Bolivia (Cotapata), sí se encuentra dentro del corredor prioritario de CEPF y albergaría cuatro especies determinantes de agua dulce.

Otra ACB importante de destacar es Río Chapare (incluida en la ZMC Chapare-Secure) en la cuenca del río Mamoré (Tabla 7.3), que corresponde a un sitio AZE para el pez de agua dulce Knodus shinahota (CR) y que también incluye al pez Oligosarcus schindleri (EN) y posiblemente otras especies que necesitan conirmación. El sitio está en el piedemonte del río Chapare y el hábitat corresponde a ríos de aguas blancas, con periodos de inundación irregulares y grandes áreas de inundación y cochas. Las principales amenazas son la contaminación por actividades agrícolas y por residuos urbanos y explotación de petróleo. Se recomienda la protección y restauración del hábitat para estas especies y la educación y concientización de la sociedad sobre los problemas de contaminación.

Colombia Para Colombia, se identiicaron 13 ZMC y se delimitaron 32 ACB, de las cuales 12 son ACB adoptadas, nueve son AP adoptadas y 11 son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.6). Las ACB adoptadas y delimitadas en Colombia incluyen 50 especies determinantes (35 peces, 14 libélulas y un molusco), de las cuales 42 tienen distribución restringida, 41 están en alguna categoría de amenaza y 12 son especies que determinan sitios AZE (Tablas 7.6 y 7.7). Las principales amenazas para las ACB identiicadas en Colombia son la conversión de tierras para agricultura y ganadería y la contaminación por minería y agroquímicos usados en agricultura. A continuación se describen algunas de las ACB delimitadas en Colombia.

Las nuevas ACB identiicadas y delimitadas en Bolivia no se encuentran dentro del corredor prioritario Madidi-Pilón Lajas-

116

Figura 7.5 Áreas Protegidas, ACB existentes adoptadas y nuevas ACB de agua dulce delimitadas en Bolivia. En rojo se indican los corredores prioritarios identiicados por CEPF.

Dos ACB fueron delimitadas en la cuenca del río Coello (ZMC Río Coello) en la cuenca del alto Magdalena (Tabla 7.3). Una (Quebrada Cay) es una extensión de la ACB existente Cañón del Río Combeima. La Quebrada Cay es de aguas transparentes, con pendiente alta y suelos rocosos y arenosos que se encuentra en el bosque montano. Allí se encuentran los peces de agua dulce Bryconamericus tolimae (VU) y Trichomycterus transandianus (VU), las especies que determinan esta ACB. Las principales amenazas son la contaminación por agroquímicos usados en las plantaciones de café y la erosión y sedimentación producto de la deforestación para agricultura. En las partes más bajas de la quebrada, hay también contaminación por desechos urbanos. La segunda ACB (Río Opia) está ubicada en la parte baja de la cuenca del río Opia y corresponde a un sitio AZE para la única especie de molusco de agua dulce incluida en este análisis, la ostra Acostaea rivolii, categorizada como CR. Esta especie se distribuía

más ampliamente en otras cuencas de Colombia, pero debido a la extracción para consumo, sustracción de agua, urbanización y contaminación del hábitat, ahora solo se encuentra en un trecho de 28 km en la parte baja de la cuenca (Hoyos 2011). El río Opia es un río torrencial moderado, con rápidos y remansos y sustrato de arena y rocas. Actualmente, el río está afectado por contaminación, principalmente por agroquímicos de los cultivos de arroz y desechos urbanos e industriales. Existe un plan de manejo para A. rivolii, que recomienda la protección del hábitat crítico para la especie, monitoreo de la población, evaluar el nivel de extracción para subsistencia, investigación para mejorar el entendimiento de su distribución, ecología y las amenazas que la afectan e implementación de programas de educación (López-Delgado et al. 2009). Se recomienda el cumplimiento y la ejecución del plan de manejo y de las regulaciones vigentes para la protección de la ostra, así como

117

El río Opia, donde se encuentra la ostra Acostaea rivolii (CR), es un sitio AZE que deine el Área Clave para la Biodiversidad río Opia. Foto: © Gladys Reinoso.

también la restauración de su hábitat y la conservación ex-situ y re-introducción de la especie.

deinen sitios AZE: Chaetostoma palmeri (EN), Trichomycterus unicolor (EN), e Imparinis spurrellii (EN). La cuenca del río San Juan se caracteriza por arroyos de aguas blancas, torrenciales rodeados de bosques lluviosos tropicales. Las principales amenazas son la minería de oro y platino, tala ilegal y conversión de bosques a agricultura, particularmente plantaciones de coca. Se recomienda el cumplimiento y la ejecución de las regulaciones vigentes sobre las actividades mineras y la creación de un corredor ecológico entre el Parque Nacional Tatamá y la ACB.

La ACB Páramo Belmira (dentro de la ZMC Páramo Belmira), es otra de las identiicadas y delimitadas en Colombia, en la cuenca del río Nechí (Tabla 7.3). Corresponde a una extensión del Distrito de Manejo Integrado Sistema de Páramos y Bosques Altoandinos del Noroccidente Medio Antioqueño, considerado como un área protegida (que también fue adoptada como ACB para incluir dos especies de libélulas). La ACB Páramo Belmira incluye a dos especies determinantes de libélulas, Mesamphiagrion gaudiimontanum (EN) y Rhionaeschna caligo (EN), esta última correspondiente a un sitio AZE. El hábitat corresponde a bosque montano de altura (2400 a 3350 m s.n.m.) y pastizales de páramo con pozas y pequeñas lagunas y arroyos. Las principales amenazas son la minería, la expansión de la agricultura y ganadería y la introducción de la trucha (probablemente una de las amenazas más severas para las libélulas). Se recomienda la expansión del área protegida para incluir a las especies en la ACB y el control de la trucha.

Las nuevas ACB identiicadas y delimitadas en Colombia no se encuentran dentro de los corredores prioritarios (ParaguasMunchique y Cotacachi-Awá) identiicados en el Peril de Ecosistema del Hotspot de los Andes Tropicales (CEPF 2015) (Figura 7.6). Sin embargo, cuando se consideran otros corredores identiicados en el peril, el corredor Norte de la Cordillera Oriental alberga dos ACB (Río Lebrija y Río Oibita) y el corredor Sur de la Cordillera Central alberga parte de la ACB Quebrada Las Lajitas. Ecuador En Ecuador, se identiicaron seis ZMC y se delimitaron 14 ACB, de las cuales 11 son ACB adoptadas, una es una AP adoptada y dos son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.7). Las ACB adoptadas

Otra de las ACB para destacar en Colombia es Río San Juan (dentro de la ZMC Río San Juan), en la cuenca del mismo nombre (Tabla 7.3). La ACB incluye tres especies de peces que

118

El Páramo Belmira en Antioquia, Colombia, fue identiicado como ACB para dos especies de libélulas amenazadas. Foto: © Cornelio Bota-Sierra. Tabla 7.6 Número de especies amenazadas, especies de distribución geográica restringida, especies determinantes y especies que determinan sitios AZE. El total tiene en cuenta la duplicación de especies y por lo tanto, en algunos casos, no equivale a la suma de las ilas. Bolivia

Colombia

Ecuador

Perú

Total

Especies determinantes

17

50

18

68

151

Especies amenazadas

6

41

8

22

75

Especies de distribución geográica restringida

17

45

17

66

144

Especies que determinan sitios AZE

3

12

4

11

30

y delimitadas en Ecuador incluyen 18 especies determinantes (ocho peces y diez libélulas), de las cuales 17 tienen distribución restringida, ocho están en alguna categoría de amenaza y cuatro son especies que determinan sitios AZE (Tablas 7.6 y 7.7). Las principales amenazas para las ACB identiicadas en Ecuador son la deforestación para agricultura, ganadería y urbanización y la contaminación por minería y residuos urbanos. A continuación se describen algunas de las ACB seleccionadas.

determinado por la especie de libélula Telebasis lammeola (EN), que ocurre en las charcas y pantanos a los lados del río. El hábitat corresponde a arroyos de piedemonte amazónico. Las principales amenazas son la deforestación debido a la expansión de la agricultura y las áreas urbanas y la extracción de áridos. Se recomienda la protección de las charcas y pantanos donde se encuentra la especie, además de educación y concientización de la comunidad para preservar el hábitat.

La ACB Río Sinde (dentro de la ZMC Alto Río Napo), en la cuenca del río Napo (Tabla 7.3), incluye un sitio AZE

Otra de las nuevas ACB delimitadas en Ecuador es la Laguna San Pablo y Zona de Captación (dentro de la ZMC Sistema Hídrico

119

Figura 7.6 Áreas Protegidas, ACB existentes adoptadas y nuevas ACB de agua dulce delimitadas en Colombia. En rojo se indican los corredores prioritarios identiicados por CEPF.

Imbakucha), en la cuenca del río Mira (Tabla 7.3), que incluye el sitio AZE determinado por el pez de agua dulce Atroblepus ubidiai (CR). El hábitat corresponde a lagunas permanentes y temporales y manantiales rodeadas de humedales y arroyos temporarios y con vegetación de poáceas y bosque secundario. Las principales amenazas para la ACB son las actividades agrícolas y ganaderas en la región, incluyendo la extracción de agua para agricultura y cultivo de pasturas, la contaminación por desechos urbanos y la introducción de especies como la tilapia. Se recomienda el manejo de los residuos urbanos y el control de especies introducidas.

Sin embargo, dos ACB, ambas conteniendo sitios AZE fueron adoptadas por ACB existentes que se encuentran dentro de corredores identiicados por el peril de ecosistema. La primera es la adopción del ACB Corredor Ecológico Llanganates-Sangay que contiene el sitio AZE para la libélula Metaleptobasis gibbosa (CR), además de otras dos especies de libélulas determinantes Archaeopodagrion bicorne y Teinopodagrion angulatum. Esta ACB se encuentra dentro del corredor Cotopaxi-Amaluza, identiicado por el peril de ecosistema de CEPF. La otra ACB adoptada es Río Cachaví, incluida en la ACB existente Territorio Étnico Awá y alrededores que a su vez está dentro del corredor Cotacachi-Awá. Esta alberga el sitio AZE para el pez de agua dulce Sturisomatichthys renatus (CR), además de otras dos especies de peces determinantes Hypostomus annectens y Sicydium rosenbergii.

Las nuevas ACB delimitadas en Ecuador no se encuentran dentro de los corredores prioritarios Noroeste de Pichincha y Cotacachi-Awá identiicados en el Peril de Ecosistema del Hotspot de los Andes Tropicales (CEPF 2015) (Figura 7.7).

120

Figura 7.7 Áreas Protegidas, ACB existentes adoptadas y nuevas ACB de agua dulce delimitadas en Ecuador. En rojo se indican los corredores prioritarios identiicados por CEPF.

Río Cachaví, en la cuenca del río Cayapas, es una ACB adoptada dentro de la ACB existente Territorio Étnico Awá. Foto: © Pedro Jiménez Prado.

121

Tabla 7.7 Número de especies determinantes por grupo y por país. Grupo

Bolivia

Colombia

Ecuador

Perú

Total

Peces

10

Libélulas

7

35

8

51

104

14

10

17

46

Moluscos

0

1

0

0

1

Figura 7.8 Áreas Protegidas y ACB existentes adoptadas y nuevas ACB de agua dulce delimitadas en Perú. En rojo se indican los corredores prioritarios identiicados por CEPF.

(51 peces y 17 libélulas), de las cuales 65 tienen distribución restringida, 22 están en alguna categoría de amenaza y 11 son especies que determinan sitios AZE (Tablas 7.6 y 7.7). Las principales amenazas para las ACB identiicadas en Perú son la conversión de tierras para plantaciones de coca y palmas aceiteras,

Perú Para Perú, se identiicaron seis ZMC y se delimitaron 32 ACB, de las cuales 15 son ACB adoptadas, 11 son AP adoptadas y seis son nuevas ACB (Tabla 7.5 y Figura 7.8). Las ACB adoptadas y delimitadas en Perú incluyen 68 especies determinantes

122

contaminación por minería, desechos urbanos y agroquímicos usados en agricultura y silvicultura y represamientos de agua. A continuación se describen algunas de las ACB delimitadas en Perú.

Parque Nacional Cordillera Azul y su zona de amortiguamiento. La ACB Río Aguaytía alberga el sitio AZE para el pez de agua dulce Aposturisoma myriodon (CR) y además incluye las especies de peces de distribución restringida Corydoras coriatae, Hemibrycon mikrostiktos y Tahuantinsuyoa macantzatza. La ACB Río San Alejandro alberga el sitio AZE para el pez de agua dulce Panaqolus albivermis (EN) y además incluye las especies de peces de distribución restringida Anablepsoides elongatus y Moenkhausia margitae. El hábitat corresponde a ríos y arroyos permanentes, de aguas claras que luyen hacia los bosques lluviosos en las zonas más bajas. Las principales amenazas para esta ZMC son la contaminación y deforestación por la expansión urbana y las plantaciones de coca. También, la especie Panaqolus albivermis es colectada para el mercado ornamental. Se recomienda la erradicación de los cultivos de coca, el manejo de la recolección de Panaqolus albivermis y la educación y concientización de la comunidad.

Dos ACB fueron delimitadas o adoptadas en cada uno de cuatro ZMC (Alto Perené, Alto Río Huallaga, Río Nanay y Río Aguaytía), en las cuencas de los ríos Ucayali, Huallaga y Amazonas (Tabla 7.3). En Alto Perené, las ACB delimitadas fueron Río Alto Perené en Acobamba y Cabeceras del Río Perené. La primera se encuentra cerca del pueblo de Tarma y alberga el sitio AZE para el pez de agua dulce Astroblepus formosus (CR). La ACB Cabeceras del Río Perené fue delimitada para incluir las especies de peces Orestias gymnota (EN) y O. empyraeus (de distribución restringida). El hábitat corresponde a arroyos de montaña que discurren a través de matorrales fragmentados por áreas urbanas y agrícolas hacia el bosque de lluvias tropical degradado en el Valle de Chanchamayo. Las principales amenazas para los ecosistemas de agua dulce en esta región son la contaminación y deforestación para agricultura (incluyendo cultivos de coca) y expansión urbana. Se recomienda el control y manejo de las actividades que producen contaminación y sedimentación en la cuenca.

A excepción de tres ACB parcialmente cubiertas, los corredores prioritarios identiicados en el Peril de Ecosistema del Hotspot de los Andes Tropicales (CEPF 2015) (Figura 7.8) no incluyen las nuevas ACB delimitadas en Perú. Así, las ACB extensión Cordillera Yanachaga y Cuenca Media Huallaga se encuentran incluidas en el corredor Carpish-Yanachaga y la ACB río Marcapata dentro del corredor Cordillera de Vilcanota (Figura 7.8). El corredor Cordillera de Vilcanota incluye además parte de las ACB adoptadas Valle de Cosñipata, Quincemil, Kosnipata Carabaya y Manu y la AP adoptada Reserva Comunal Amarakaeri. Por su parte, el corredor prioritario CondorKutuku-Palanda incluye parte de la ACB adoptada Cordillera del Cóndor (Perú). 7.3.4 Área cubierta por Áreas Clave para la Biodiversidad y niveles actuales de protección

Orestias empyraeus, especie de distribución restringida determinante de la ACB Cabeceras del Río Perené, en la parte alta de la cuenca del río Ucayali, Perú. Foto: © Mikael Lundberg.

El área de las nuevas ACB de agua dulce delimitadas, es decir, excluyendo las ACB y las AP existentes que fueron adoptadas como ACB de agua dulce, es de sólo 12 071 km2, en comparación

En la ZMC Río Aguaytía se delimitaron las ACB Río Aguaytía y Río San Alejandro, además de adoptarse la ACB existente

Tabla 7.8 Área cubierta por ACB, áreas protegidas y sub-cuencas determinantes en los Andes Tropicales. Área (km2) Andes Tropicales

% del Área Total

2 754 775

Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC)

235 035

8.53

ACB terrestres existentes

279 949

10.16

Áreas protegidas (WDPA todas las categorías)

857 339

31.12

Nuevas ACB de agua dulce delimitadas

12 071

0.44

ACB terrestres existentes adoptadas

84 703

3.07

Áreas protegidas adoptadas

121 482

4.40

Total de ACB + PA + ACB existentes

218 256

7.92

123

con los 84 703 km2 cubiertos por las ACB existentes adoptadas y los 121 482 km2 representados por las AP existentes adoptadas (Tabla 7.8). Si bien las nuevas ACB de agua dulce cubren menos del 0.5 % de la supericie total de la región de los Andes Tropicales, albergan 52 especies determinantes, incluyendo 17 especies que determinan sitios AZE.

de Cuencas y Áreas Clave para la Biodiversidad identiicadas y delimitadas. En general, estos factores son muy similares a los ya descritos. Las principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce en las ZMC y ACB identiicadas durante el taller, son causadas principalmente por la expansión de la agricultura y la ganadería, que han producido altas tasas de deforestación para diversos cultivos y para la expansión de los pastizales. La construcción de presas y embalses ha producido alteraciones en la hidrología y la conectividad de los ríos y lagunas y ha fragmentado el territorio con nuevas carreteras e infraestructuras. La minería ha causado la contaminación y destrucción de hábitats acuáticos y un importante desplazamiento humano para trabajar en las minas de oro como las de Madre de Dios en Perú (ACA 2013).

El área de las ACB de agua dulce validadas dentro de los límites de áreas protegidas y otras ACB existentes es de 218 256 km2, lo que representa un 7.92 % del área total del área de estudio. A pesar de que la mayoría de las ACB de agua dulce se encuentren dentro de ACB y áreas protegidas existentes, esto no es suiciente para garantizar su conservación, ya que a menudo, las especies determinantes de agua dulce, no se incluyen en los planes de manejo de estos sitios, designados principalmente para la protección de especies terrestres. Es necesario por tanto, informar a las autoridades administrativas responsables sobre la presencia de las especies determinantes de ACB de agua dulce dentro de las ACB y áreas protegidas existentes, para asegurar así que se tengan en cuenta en la planiicación e implementación de acciones de conservación y manejo.

La contaminación por pesticidas, herbicidas y residuos domésticos se extiende rápidamente a través del curso de los ríos. A esta contaminación hay que añadir el cultivo ilegal de coca, que no solo está asociado con la deforestación, la sobrepesca y la caza ilegal, sino también a la contaminación de suelos, ríos y torrentes con queroseno, ácido sulfúrico y otros insumos químicos que se usan para procesar la coca como en el Chapare Secure (ACB de agua dulce) en Bolivia (CEPF 2015).

7.3.5 Principales amenazas Las amenazas generales para cada grupo taxonómico ya fueron identiicadas y detalladas en los respectivos capítulos. Aquí se incluye una breve descripción de los principales factores de amenaza identiicados especíicamente para las Zonas de Manejo

Especies exóticas introducidas a través de la acuicultura como la trucha arcoíris o la tilapia, pueden provocar graves daños al

Macho de Mesamphiagrion gaudiimontanum (EN), especie determinante de la ACB Páramo de Belmira, Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

124

convertirse en competidoras y depredadoras de las especies autóctonas e introducir enfermedades. Además, estas especies invasoras colonizan nuevos lugares con facilidad al desplazarse a través de los cursos de agua. Algunas de estas especies son consideradas como transformadoras directas de los ecosistemas, ya que aumentan los niveles de eutroización y deterioran la calidad de las aguas.

derivados de los recursos hídricos de manera equitativa, manteniendo y, de ser necesario, restaurando los ecosistemas de agua dulce (http://wwf.panda.org/about_our_earth/about_ freshwater/rivers/irbm/). De esta manera, conociendo sobre la existencia de una o más especies determinantes dentro de la ZMC, para las cuales se han delimitado ACB, permitirá entonces integrarla en la toma de decisiones y promover actividades que aseguren su conservación.

7.3.6 Actores potencialmente interesados Este proyecto ha conirmado la presencia de números excepcionales de especies endémicas y amenazadas, principalmente de peces y libélulas, que han determinado ACB y conirmado la importancia de la región para el mantenimiento de la biodiversidad de agua dulce a nivel global. La identiicación y delimitación de estas ACB pone de manera efectiva a las especies de agua dulce en el mapa, proporcionando datos fundamentales que servirán como base para el desarrollo e implementación de acciones necesarias de conservación a escala de sitio. Es muy importante que las estrategias de conservación incorporen un inventario y monitoreo de las especies acuáticas de agua dulce. Las ichas informativas sobre las Zonas de Manejo de Cuenca pueden ser utilizadas para comparar información y hacer un seguimiento de las especies a mediano y largo plazo.

Ahora que las ACB de agua dulce han sido identiicadas y delineadas en los Andes Tropicales, y que la información sobre cada ZMC estará disponible públicamente en el World Biodiversity Database (WBDB) y el Integrated Biodiversity Assessment Tool (IBAT), es necesario que diferentes organizaciones e individuos lideren el proceso que transforme las recomendaciones dispuestas en este reporte, en acciones que aseguren la persistencia de las especies determinantes identiicadas. Las ACB están diseñadas para ser utilizadas a nivel local y regional, en un proceso participativo que cuente con los actores locales interesados para maximizar la implementación de las prioridades para la conservación a escala de sitio. Durante el taller, fueron identiicadas un total de 94 organizaciones e instituciones potencialmente interesadas en las Zonas de Manejo de Cuenca (Apéndice 3).

La identiicación de 30 especies que determinan sitios AZE es indicativa de la importancia de la biodiversidad de agua dulce en la región, ya que éstos representan sitios irreemplazables en un posible portafolio de conservación. Esta información es vital para ser tenida en cuenta a la hora de planiicar actividades de desarrollo e infraestructura en la región. Efectivamente, es en las áreas tropicales de países en desarrollo donde la conservación de la enorme biodiversidad existente y el incremento de la población y la creciente demanda de recursos, enfrenta los mayores desafíos. Sin embargo, ambas actividades tienen el potencial de beneiciarse mutuamente a partir de la coordinación de objetivos que tiendan a favorecer o al menos, no perjudicar a la otra actividad (Gorenlo y Warner 2016).

7.4 Conclusiones y recomendaciones Los Andes Tropicales han sido reconocidos como una de las regiones de mayor biodiversidad del planeta, incluyendo una enorme diversidad y alto grado de endemismo de especies de agua dulce. Sin embargo, hasta el momento, los ejercicios de priorización de conservación en la región han estado enfocados en especies principalmente terrestres (CEPF 2015). La falta de información de base sobre el estado de conservación y la distribución de especies de agua dulce, ha impedido su incorporación en la identiicación de sitios prioritarios de conservación, tales como las Áreas Clave para la Biodiversidad y los Corredores Prioritarios identiicados por CEPF (2015). Este reporte pretende cubrir algunos de los vacíos de información de la biodiversidad de agua dulce en la región, utilizando criterios globales estandarizados y un enfoque que tiene en cuenta la conectividad hidrográica de las cuencas de captación.

Las ACB han sido adoptadas dentro de las metas y objetivos de convenciones internacionales, como el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica (especíicamente en relación a la Meta 11 de Aichi, sobre la expansión de la red de áreas protegidas). De esta forma, las ACB pueden informar procesos de designación y expansión estratégica de nuevas áreas protegidas, que tengan en cuenta la biodiversidad de agua dulce, históricamente poco representada en los planes de manejo y en los sistemas nacionales de áreas protegidas.

En el nuevo enfoque para la delimitación de ACB de agua dulce, puesto en práctica en este proyecto, resalta la adopción de Zonas de Manejo de Cuenca como un marco hidrográico a escala de paisaje, que facilita el Manejo Integrado de Cuencas (Integrated River Basin Management), teniendo en cuenta la ACB contenida adentro. Así, el proceso promueve la gestión, conservación y el desarrollo coordinado del agua, la tierra y los recursos relacionados, incluyendo a todos los sectores involucrados en la ZMC (p. ej. industrial, agropecuario, ambiental, comunidad), con el in de maximizar los beneicios económicos y sociales

En relación a la Convención de Ramsar, las ACB de agua dulce proporcionan información clave para la identiicación y designación de humedales de importancia internacional. Varios criterios de las ACB se corresponden con los criterios para la designación de Sitios Ramsar, como por ejemplo el Criterio 2 “Un humedal deberá ser considerado de importancia internacional si sustenta especies Vulnerables, En Peligro o En Peligro Crítico, o comunidades ecológicas amenazadas”. Dados

125

los esfuerzos de la Convención de Ramsar para aumentar las designaciones de sitios para incluir especies diferentes a las aves (Criterios 7, 8 y 9), las ACB de agua dulce identiicadas en este proyecto para peces y libélulas, pueden servir para expandir la red de sitios Ramsar a través de la región. En particular, las ACB aquí identiicadas pueden contribuir a la Iniciativa Regional de Ramsar para la Conservación y el Uso Racional de los Humedales Alto Andinos. Esta iniciativa, contribuye a la implementación del nuevo Plan Estratégico de Ramsar (2016-2024) y promueve la cooperación regional y bilateral para el inventariado y el manejo integrado de humedales y sus cuencas hidrográicas, así como la movilización de recursos inancieros para la aplicación de acciones de conservación sobre el terreno.

Darwall, W.R.T., Holland, R.A., Smith, K.G., Allen, D., Brooks, E.G.E., Katarya, V., Pollock, C.M., Shi, Y., Clausnitzer, V., Cumberlidge, N., Cuttelod, A., Dijkstra, K.-D.B., Diop, M.D., Garcia, N., Seddon, M.B., Skelton, P.H., Snoeks, J., Tweddle, D. y Vié, J.-C. 2011. Implications of bias in conservation research and investment for freshwater species. Conservation Letters, 4(6): 474–482. Darwall, W., Carrizo, S., Numa, C., Barrios, V., Freyhof, J. y Smith, K. 2014. Freshwater Key Biodiversity Areas in the Mediterranean Basin Hotspot: Informing species conservation and development planning in reshwater ecosystems. IUCN, Cambridge, UK and Malaga, Spain. Gorenlo, L.J. y Warner, D.B. 2016. Integrating biodiversity conservation and water development: in search of long‐term solutions. WIREs: Water, 3: 301–311. Holland, R.A., Darwall, W.R.T. y Smith, K.G. 2012. Conservation priorities for freshwater biodiversity: the Key Biodiversity Area approach reined and tested for continental Africa. Biological Conservation, 148(1): 167-179. Hoyos, N.E.G. 2011. Aspectos bioecológicos de la ostra de agua dulce (Acostaea rivolii) en la cuenca del Río Opia, Departamento del Tolima. Tesis de pregrado Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia. IUCN. 2014. Consultation Document on an IUCN Standard for the Identiication of Key Biodiversity Areas. http://www.kbaconsultation. org/#!executive-summary/c109f IUCN. 2014. Using reshwater KBAs for informing conservation and development policy and action in Kerala and Tamil Nadu. Results rom the ‘Reining and validating reshwater Key Biodiversity Areas (KBAs) for Kerala and Tamil Nadu’ workshops, May 2014. IUCN, Cambridge, UK. IUCN. 2016. A Global Standard for the Identiication of Key Biodiversity Areas, Version 1.0. First edition. IUCN, Gland, Switzerland. Lehner, B. y Grill G. 2013. Global river hydrography and network routing: baseline data and new approaches to study the world’s large river systems. Hydrological Processes, 27(15): 2171–2186. Datos disponibles en: www.hydrosheds.org. López-Delgado, E.O., Vásquez-Ramos, J.M.Y., Reinoso-Flórez, G., Vejarano-Delgado, M.A. y García-Melo, J.E. 2009. Plan de Manejo de la Ostra de agua dulce Acostaea rivoli (Deshayes, 1827) del río Opia, Departamento del Tolima. CORTOLIMA - Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia. Ricketts, T.H., Dinerstein, E., Boucher, T., Brooks, T.M., Butchart, S.H., Hofmann, M., Lamoreux, J.F., Morrison, J., Parr, M., Pilgrim, J.D. y Rodrigues, A.S. 2005. Pinpointing and preventing imminent extinctions. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 102(51): 18497-18501. Roux, D.J., Nel, J.L., Ashton, P.J., Deacon, A.R., de Moor, F.C., Hardwick, D., Hill, L., Kleynhans, C.J., Maree, G.A., Moolman, J. y Scholes, R.J. 2008. Designing protected areas to conserve riverine biodiversity: lessons from a hypothetical redesign of the Kruger National Park. Biological Conservation, 141: 100-117.

Las ACB son también utilizadas por los principales donantes como el Critical Ecosystem Partnership Fund (CEPF) y la Fundación MacArthur, para asignar sus recursos inancieros de forma estratégica para la conservación. Además, las ACB han sido adoptadas como directrices de Salvaguardas Medioambientales por el sector privado e importantes donantes como el grupo del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo. Una vez que las ACB han sido identiicadas y delimitadas, es responsabilidad de estos actores asegurarse de que se llevan a cabo los esfuerzos necesarios para evitar cualquier impacto negativo que puedan causar sus inversiones u operaciones dentro de las ACB. Finalmente, la biodiversidad de agua dulce es poco valorada por el público en general, lo cual reduce el apoyo necesario para el manejo efectivo de las ACB. Es necesario por tanto, una comunicación eicaz y estratégica para concientizar al público sobre el valor de estas especies y los pasos necesarios para su conservación y uso sostenible.

7.5 Referencias Abell, R., Allan, J.D. y Lehner, B. 2007. Unlocking the potential of protected areas for freshwaters. Biological Conservation, 134: 48-63. Amazon Conservation Association (ACA) .2013. Illegal Gold Mining in Madre de Dios, Peru. ACA, Washington, DC. CEPF. 2015. Peril de Ecosistema: Hotspot de Biodiversidad de los Andes Tropicales.

126

Capítulo 8. Evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático de las especies de agua dulce de los Andes Tropicales Jamie A. Carr1 y Marcelo F. Tognelli2

8.1 8.2

8.3

8.4 8.5

Introducción........................................................................................................................................................................................127 Métodos ...............................................................................................................................................................................................128 8.2.1 Antecedentes sobre la evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático .......................................................................128 8.2.2 Aplicación a las especies de los Andes Tropicales ..................................................................................................................128 8.2.3 Compilación de datos ...............................................................................................................................................................130 8.2.4 Modelado de exposición ...........................................................................................................................................................130 8.2.5 Cálculo de vulnerabilidad al cambio climático .....................................................................................................................131 Resultados............................................................................................................................................................................................131 8.3.1 Peces de agua dulce ...................................................................................................................................................................131 8.3.2 Moluscos de agua dulce ............................................................................................................................................................136 8.3.3 Libélulas .....................................................................................................................................................................................141 8.3.4 Plantas ........................................................................................................................................................................................146 Conclusiones y recomendaciones.....................................................................................................................................................151 Referencias...........................................................................................................................................................................................154 alimentos y agua. En particular, la demanda de agua en la región será crucial en el futuro cercano. Efectivamente, un estudio reciente muestra que los efectos inmediatos del crecimiento de la población pueden ser mayores que los efectos del cambio climático (Buytaert y De Bièvre 2012).

8.1 Introducción En las últimas décadas, la creciente amenaza del cambio climático ha sido reconocida como un factor cada vez más importante que afecta el estado de muchas poblaciones de especies silvestres y es muy probable que también potencie otras amenazas ya existentes. Además, se espera que el efecto del cambio climático sea particularmente grave en las regiones montañosas, tal como los Andes Tropicales (Herzog et al. 2012). La región de los Andes Tropicales contiene el 99% de los glaciares tropicales del mundo (Kaser 1999); sin embargo, en los últimos 30 años han experimentado el mayor retroceso en área desde el inal de la Pequeña Edad del Hielo durante el siglo XVII y comienzos del siglo XVIII (Rabatel et al. 2013). Esto genera lujos de agua menos previsibles, una mayor escasez de agua en regiones de gran altitud e impactos negativos directos sobre la biodiversidad y las personas (Maldonado et al. 2012). Un aumento de la temperatura tendrá también un impacto importante en las especies endémicas aisladas a grandes altitudes, ya que las temperaturas crecientes tenderán a reducir o eliminar el hábitat disponible (Anderson et al. 2012). Estas amenazas se verán agravadas por el crecimiento de la población humana, y la mayor demanda de recursos, energía, 1 2

Para poder desarrollar estrategias de conservación efectivas, es importante tener en cuenta los impactos que el cambio climático pueda tener sobre las especies, para así poder integrarlos en las acciones de conservación en el terreno. Las evaluaciones de vulnerabilidad de las especies al cambio climático pueden ayudar en la priorización de sitios y especies que necesitan recibir atención para su conservación y, también, pueden ayudar a proporcionar una visión de las acciones especíicas que se deben tomar. Este capítulo presenta los resultados de las evaluaciones de vulnerabilidad al cambio climático de las especies de peces de agua dulce, moluscos de agua dulce, libélulas y plantas acuáticas incluidas en este reporte. La serie de tablas que se incluyen en este capítulo presentan los resultados de los análisis de las 967 especies evaluadas como parte de este proyecto. En el Apéndice 2 de este reporte se indica

IUCN Global Species Programme. he David Attenborough Building. Pembroke Street, Cambridge, CB2 3QZ, UK. Email: [email protected] IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA.

127

las especies que son vulnerables al cambio climático en función de una sola combinación de modelos, escenario y período futuro. Para información más detallada sobre la vulnerabilidad al cambio climático de cada especie, ver el apéndice en línea en la página web de la Unidad de Biodiversidad de Agua Dulce de la UICN (http://www.iucn.org/theme/species/our-work-ssc/our-work/ freshwater-biodiversity). Se espera que este documento pueda ser utilizado para priorizar, tanto las especies como las áreas geográicas que requieran de atención, para desarrollar acciones de conservación que apunten especíicamente a atenuar los impactos que el cambio climático tendrá sobre las especies y evitar así su extinción.

BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA: la incapacidad de una especie para evitar los impactos negativos del cambio climático a través de la dispersión y/o cambios micro-evolutivos. De esta manera, las especies que están más expuestas, son más sensibles y tienen menor capacidad de adaptarse, se las consideran más vulnerables al cambio climático. Estas especies, representadas por el área de color naranja en el centro de la igura 8.1, se destacan por ser de mayor interés para la conservación. También, se puede obtener información adicional importante a partir de especies con valores altos en otras combinaciones de las dimensiones de vulnerabilidad al cambio climático. Esto se discute con más detalle más adelante en este capítulo.

8.2 Métodos

Los rasgos utilizados para evaluar la Sensibilidad de una especie han sido clasiicados en cinco grupos (Recuadro 8.1), mientras que los que se utilizan para evaluar Baja Capacidad Adaptativa se han clasiicado en dos (Recuadro 8.2).

8.2.1 Antecedentes sobre la evaluación de la vulnerabilidad al cambio climático La UICN ha desarrollado un enfoque basado en la relación entre el cambio en las condiciones del clima y los rasgos biológicos y ecológicos de las especies que podrían potenciar o atenuar el impacto del cambio climático sobre las especies. Este método, conocido como el Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático, provee una seria de “reglas” que son empleadas para clasiicar a las especies de acuerdo con las tres dimensiones de la vulnerabilidad al cambio climático (Foden et al. 2013) (Figura 8.1). Estas dimensiones son:

Guiados por estos grupos de rasgos, se seleccionaron los rasgos biológicos, ecológicos, isiológicos y ambientales para cada grupo taxonómico. El desafío en la selección de rasgos está en encontrar un equilibrio entre la selección de los rasgos con bases teóricas fundadas y los aspectos prácticos de la disponibilidad y compilación de los datos. Otro reto fue deinir los rasgos de manera objetiva y reproducible y, en la medida de lo posible, el desarrollo de medidas cuantitativas para cada uno de ellos. Para cada especie se asignaron categorías de “alto”, “bajo” o “desconocido”, para cada rasgo, basado en una amplia gama de fuentes de información (se discuten con más detalle a continuación). Mientras que en algunos casos los umbrales de riesgo eran claros (p. ej. “la especie solo se distribuye en la cima de la montaña”), en muchos otros no había una base a priori para establecer un umbral de amenaza de extinción de la especie en particular. Para tales rasgos (p. ej. tolerancia a la exposición de cambios de temperatura proyectados), se utilizó un umbral arbitrario, categorizando como “alto” al 25% de las especies más gravemente afectadas dentro del grupo.

EXPOSICION: la medida en que el entorno físico de una especie cambiará debido al cambio climático. SENSIBILIDAD: la falta de potencial de una especie para persistir in-situ.

Figura 8.1 La mayor vulnerabilidad ocurre cuando las especies se enfrentan a una mayor exposición al cambio climático y cuando además poseen rasgos biológicos o características que conieren sensibilidad y baja capacidad adaptativa a dichos cambios.

Las evaluaciones de la Exposición se realizaron superponiendo los cambios proyectados en las variables climáticas sobre mapas reinados de distribución de las especies para obtener medidas simples de los cambios climáticos a los que estará expuesta cada especie. Nuevamente, las especies se categorizaron como “alto”, “bajo” o “desconocido” para esta dimensión del Marco. Dado que rara vez se han establecido umbrales a la exposición a los cambios climáticos, los valores son derivados a través del ranking de las especies y la selección de las especies más afectadas (se explica con más detalle en la sección 8.2.4). 8.2.2 Aplicación a las especies de los Andes Tropicales En este estudio se aplicó el Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático a cuatro grupos taxonómicos de agua dulce (peces, moluscos, libélulas y plantas acuáticas) de los Andes Tropicales (tal como está deinida

128

Recuadro 8.1 Los cinco grupos de rasgos utilizados para evaluar Sensibilidad de acuerdo con el Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático. 1.

Requerimiento de hábitat/micro-hábitat especializado: Numerosos estudios de animales y plantas muestran que las especies amenazadas incluyen un número desproporcionado de especialistas, en comparación con especies generalistas y con rangos geográicos amplios (Cardillo et al. 2009). En virtud del cambio climático, la mayoría de las especies tendrá que hacer frente a modiicaciones en sus hábitats y micro-hábitats y, se esperaría que las que sean menos dependientes de condiciones y requisitos especíicos, sean probablemente más resilientes. La sensibilidad de una especie aumenta a medida que tiene más etapas de vida, cada una con diferentes requerimientos de hábitat o micro-hábitat (p. ej. las larvas de anibios que dependen del agua), o bien cuando el hábitat o micro-hábitat al que la especie está especializada es particularmente vulnerable a los impactos del cambio climático (p. ej. manglares, bosques de niebla o hábitats polares). Sin embargo, en algunos casos (p. ej. peces abisales), la especialización extrema puede permitir que las especies escapen de los impactos de la competencia de especies nativas o invasoras, por lo que la interacción de estos rasgos con el cambio climático deben ser considerados cuidadosamente para cada grupo de especies en particular. Este grupo de rasgos no es independiente de la baja capacidad de adaptación de las especies, ya que la especialización de hábitat y/o micro-hábitat también disminuye las posibilidades de colonización exitosa si las especies son capaces de dispersarse a nuevas áreas climáticamente adecuadas (p. ej. plantas coninadas a aloramientos de piedra caliza, murciélagos que habitan en cuevas).

2.

Tolerancias ambientales reducidas o umbrales que pueden ser sobrepasados debido al cambio climático en cualquier etapa del ciclo de vida: La isiología y ecología de muchas especies está extremadamente ligada a rangos muy especíicos de las variables climáticas, tales como temperatura, precipitación, pH y niveles de dióxido de carbono; aquellas especies con márgenes de tolerancia estrechos son particularmente susceptibles a cambios en el clima (Deutsch et al. 2008). Aún aquellas especies con amplias tolerancias ambientales y requerimientos de hábitat no especializados, podrían ya estar cerca de los umbrales por encima de los cuales la función ecológica o isiológica se altera rápidamente (p. ej. fotosíntesis en plantas, función de proteínas y enzimas en los animales).

3.

Dependencia de un factor ambiental desencadenante especíico que podría ser alterado por el cambio climático: Muchas especies dependen de desencadenantes o disparadores ambientales para la migración, reproducción, puesta de huevos, germinación de semillas, hibernación, eclosión de huevos, y una serie de otros procesos. Mientras que algunas señales (p. ej. la duración del día y los ciclos lunares) no se verán afectadas por el cambio climático, otras, tales como la precipitación y la temperatura (incluyendo su interacción y los efectos acumulativos), pueden verse gravemente afectadas. Las especies tienden a ser susceptibles a los cambios en la magnitud y momento de ocurrencia de las señales cuando esto lleva a un desacoplamiento con los recursos o procesos ecológicos esenciales. Por ejemplo, el calentamiento temprano a principios de la primavera podría provocar la emergencia o aparición de una especie antes que sus fuentes de alimentos estén disponibles. La vulnerabilidad de una especie se ve agravada cuando las diferentes etapas de la historia de vida, o los diferentes sexos dependen de distintos disparadores ambientales.

4.

Dependencia de interacciones interespecíicas que podrían ser alteradas por el cambio climático: Las interacciones de muchas especies con presas, huéspedes, simbiontes, agentes patógenos y competidores se verán afectadas por el cambio climático, ya sea debido a la disminución o pérdida de estas especies dentro del rango de la especie dependiente, o bien por pérdida de la sincronización en la fenología. Las especies que dependen de interacciones que son susceptibles a ser alteradas por cambios en el clima están en riesgo de extinción, sobre todo cuando tienen un alto grado de especialización con otra especie en particular y es poco probable que puedan cambiar o sustituir por otras especies.

5.

Rareza: La vulnerabilidad inherente de pequeñas poblaciones al efecto Allee (i. e. fenómeno que relaciona el tamaño y/o la densidad poblacional y la tasa reproductiva de una población o especie) y a eventos catastróicos, así como su reducida capacidad general para recuperarse rápidamente después de eventos de extinción local, sugieren que muchas especies raras se enfrentarán a mayores impactos por el cambio climático respecto de las especies más comunes y/o más ampliamente distribuidas. Se consideran entonces especies raras aquellas con pequeños tamaños poblacionales y las que, aun pudiendo ser localmente abundantes, están muy restringidas geográicamente. En casos en los que sólo una pequeña proporción de los individuos de una población se reproducen (p. ej. especies con sistemas de apareamiento poligínico o poliándrico o con proporción asimétrica de sexos), se utiliza una estimación del tamaño efectivo de la población para evaluar la rareza de las especies y, donde se sabe que las especies están disminuyendo o están sujetas a luctuaciones extremas en el tamaño de la población (i. e. mayor que un orden de magnitud), se establecen umbrales de tamaño poblacional menos conservadores.

129

Recuadro 8.2 Los dos grupos de rasgos utilizados para evaluar Baja Capacidad Adaptativa de acuerdo con el Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático. 1.

Baja capacidad de dispersión: En general, el conjunto particular de condiciones ambientales a las que están adaptadas cada especie se desplazará hacia mayores latitudes y/o altitudes en respuesta al cambio climático. Las especies con tasas bajas o distancias cortas de dispersión (p. ej. caracoles de tierra, hormigas y plantas con esporas dispersadas por la salpicadura de gotas de lluvia), es poco probable que migren suicientemente rápido para mantenerse dentro de estos sobres climáticos cambiantes, y se enfrentarán a un aumento en el riesgo de extinción en la medida que sus hábitats estén expuestos a cambios climáticos progresivamente mayores. Aun cuando las especies tuvieran la capacidad para dispersarse a nuevas áreas adecuadas, barreras extrínsecas podrían disminuir el éxito de dispersión. Las barreras a la dispersión pueden ser características geográicas, tales como elevaciones no adecuadas (p. ej. especies coninadas a cadenas de montaña), los océanos (p. ej. especies en islas pequeñas o en los extremos polares), ríos y, para especies marinas, corrientes marinas y gradientes de temperatura; hábitats inadecuados y/o transformación antropogénica pueden también actuar como barreras de dispersión para las especies con especialización de hábitat. En este contexto, se describen como especies que tienen barreras a la dispersión, tanto cuando existen zonas adecuadas pero los factores extrínsecos hacen poco probable llegar a ellos, como cuando es poco probable que existan nuevas áreas con hábitat adecuado (p. ej. especies polares).

2.

Baja capacidad evolutiva El potencial de las especies para modiicaciones genéticas rápidas determinará si serán capaces de experimentar adaptaciones evolutivas a una velocidad suiciente como para sobrellevar los cambios provocados por el clima en su entorno. Las especies con baja diversidad genética, generalmente evidenciadas por cuellos de botella en sus tamaños poblacionales, pueden potencialmente padecer endogamia y, generalmente, exhiben escasa variabilidad genotípica y fenotípica. Como resultado, estas especies tienden a tener menos características novedosas que podrían facilitar la adaptación a las condiciones climáticas nuevas. En caso que estén disponibles, las medidas directas de la variabilidad genética pueden ser complementadas con información sobre la naturalización de las especies fuera de sus rangos nativos y sobre el éxito de cualquier esfuerzo pasado de translocación de poblaciones. Las medidas indirectas de la capacidad evolutiva de las especies se relacionan con la velocidad y el rendimiento de la reproducción y, por consiguiente, con la velocidad a la que nuevos genotipos ventajosos podrían acumularse en las poblaciones y especies (Chevin et al. 2010). La evidencia sugiere que la adaptación evolutiva es posible en períodos de tiempo relativamente cortos (p. ej. 5 a 30 años; Bradshaw y Holzapfel 2006), pero para la mayoría de las especies con ciclos de vida de larga duración (p. ej. animales grandes y muchas plantas perennes), es poco probable que dicha adaptación se mantenga al ritmo de los cambios provocados por el clima en sus ambientes.

la región en el capítulo 2). Debido a limitantes en la información de especies que se distribuyen fuera del área de estudio de este proyecto, solo se incluyeron las especies endémicas de la región (excepto para las plantas acuáticas que solo se incluyó un grupo seleccionado por los expertos).

las principales desviaciones de este protocolo. Para mayor detalle, pueden referirse a los artículos mencionados. El modelado de Exposición fue desarrollado utilizando ArcGIS 10 (Esri 2011) y el paquete estadístico R (R Development Core Team 2010). El número total de especies evaluadas para este componente fue de 952, dado que para 15 especies no se pudieron realizar mapas de distribución. Los datos utilizados para este proceso incluyen:  Polígonos de distribución de especies generados como parte del proceso de evaluación de la Lista Roja.  Datos climáticos (temperatura media y precipitación total), promediados para el período considerado como presente (1950 a 2000, en adelante referido como 1975).  Proyecciones climáticas futuras del Coupled Model Intercomparison Project Phase 5 (CMIP5; http://cmippcmdi.llnl.gov/cmip5/) basadas en tres modelos de circulación general (CCSM4: producido por National Center for Atmospheric Research (NCAR) e indicado como NC en los análisis; HadGEM2-AO: producido por National Institute for Meteorological Research (NIMR) e indicado como NI en los análisis; MIROC5: producido por Model for Interdisciplinary Research on Climate (MIROC) e indicado como MI en los análisis),

8.2.3 Compilación de datos Tanto los datos de distribución de las especies como los rasgos utilizados en este capítulo fueron colectados en los talleres de evaluación con los expertos, detallados en el capítulo 2 de este reporte. 8.2.4 Modelado de Exposición El modelado de Exposición, cuyo objetivo es cuantiicar cambios en los factores climáticos biológicamente relevantes en todo el rango geográico de cada especie, utiliza una combinación de polígonos (que representan la distribución geográica de las especies) y proyecciones de temperatura y precipitación hacia el futuro en toda el área de estudio del trabajo. Para este proyecto, y para este componente del estudio, se siguió el proceso de Foden et al. (2013) y Carr et al. (2013). Por razones de brevedad, en el presente informe sólo se destacan las etapas clave del proceso y

130

considerada susceptible por tener baja capacidad de dispersión). Segundo, al momento de determinar la vulnerabilidad general de las especies, solo se consideraron como vulnerables aquellas que fueron categorizadas como “alto” en cada una de las tres dimensiones de Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición. Para el caso de especies que no tenían datos para algún rasgo, cada uno de los pasos anteriores fueron realizados dos veces; la primera vez se asumió que el rasgo faltante tenía una caliicación “bajo”, mientras que la segunda se lo consideró como “alto”. Estos representan el escenario más favorable (optimista) y el menos favorable (pesimista), respectivamente.

dos escenarios representados por Rutas de Concentración Representativas (en inglés, Representative Concentration Pathways; RCP 4.5 y RCP 8.5), y dos períodos de tiempo representando intervalos de 30 años: 2040 a 2069 (en adelante referido como 2055) y 2070 a 2099 (en adelante referido como 2085). Los datos provienen de CGIAR Research Program on Climate Change Agriculture and Food Security (CCAFS) (Ramirez y Jarvis 2008; http:// ccafs-climate.org/). Los polígonos de distribución de especies, junto con las capas de proyecciones climáticas futuras, fueron procesados (rasterizados/ re-muestreados) para convertirlos a formato de raster a una resolución de 10 minutos de arco, con el in de que coincidan con las capas climáticas 1975. Se considera que la elección de los Modelos de Circulación Global (MCG) utilizados en este estudio relejan bien los niveles generales de incertidumbre en todos los modelos disponibles en el ensamble de modelos CMIP5 a escala global. Esto implicaría que (a) los modelos de exposición generados no están sesgados por un modelo en particular, y (b) los resultados pueden ser utilizados luego para comparar con otras evaluaciones de este tipo en otras regiones del mundo.

Es muy importante destacar que, puesto que muchos de los umbrales de los rasgos son simplemente puntos de corte relativos de variables continuas (p. ej. 25% de las especies de mayor exposición a los cambios en las temperaturas medias) en vez de umbrales de vulnerabilidad empíricamente determinados, este enfoque ofrece una medida relativa, no absoluta, de la vulnerabilidad al cambio climático. Los números reales y los porcentajes de las especies identiicadas como vulnerables a través de este enfoque sólo representan el grado de solapamiento entre las tres dimensiones de la vulnerabilidad, en vez de una medida de la vulnerabilidad general. Por lo tanto, no es apropiado utilizar los resultados para comparar grados de vulnerabilidad entre los distintos grupos taxonómicos. Las especies identiicadas como vulnerables al cambio climático deben ser consideradas como estimaciones de las especies más vulnerables, señalando que en algunos grupos taxonómicos, todas las especies pueden estar en riesgo por los efectos del cambio climático, mientras que en otros, las especies que pueden verse afectadas negativamente son mucho menos que las que en realidad identiicamos como más vulnerables.

Una vez convertidas todas las capas a formato raster, se procedió a calcular promedios de base generales (PBG) para todas las especies, para cada período (1 presente y 2 futuros) y para ambas variables (temperatura y precipitación). Los PBGs se calculan como el promedio de los valores de todas las celdas (i. e. pixeles) a lo largo de todo el rango de distribución de una especie. Luego se utilizaron las diferencias entre los valores de PBG del presente y las de los dos períodos de tiempo futuro como medidas de cambio proyectadas en los valores medios de temperatura en todo el rango actual de cada especie para el período futuro respectivo. Para los cambios proyectados en la precipitación media, se utilizó la razón absoluta entre los valores de PBG del presente y futuros. Además, para todas las especies y para ambas variables climáticas, se calculó la desviación absoluta media (DAM), un estadístico que resume la dispersión de los datos. Las diferencias en los valores de la DAM entre los datos del presente y las dos proyecciones futuras y las razones absolutas de los datos del presente y los DAM proyectados se utilizaron como medidas de cambio proyectado en la temperatura y precipitación en los rangos de distribución de las especies. Los resultados fueron ordenados en un ranking y se asignaron a las categorías “alto”, “bajo” o “desconocido”, tal como se describe en la sección 8.2.1.

8.3 Resultados 8.3.1 Peces de agua dulce Como se ha mencionado anteriormente en esta publicación, solamente se incluyeron en el análisis las especies endémicas del área de estudio, representando un total de 666 especies de peces de agua dulce. Como parte de la evaluación de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron 14 rasgos biológicos, de los cuales 10 estuvieron relacionados con Sensibilidad y cuatro con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se muestran en las tablas 8.1 y 8.2, respectivamente. Los rasgos de Sensibilidad más comunes en peces son la especialización de hábitats y micro-hábitats, con 58.4% and 45.2% de las especies sensibles a cada uno de estos rasgos, respectivamente (Tabla 8.1). La mayor incertidumbre asociada a la sensibilidad de las especies de peces está relacionada con las señales ambientales y factores desencadenantes que pueden ser perturbados por el cambio climático (10.4% de las especies en la categoría “desconocida”). En general, los resultados muestran que un alto porcentaje (89%) de los peces endémicos del área de estudio serían sensibles al cambio climático (Tabla 8.1). Estos representan 33 de las 34 familias incluidas en el análisis.

8.2.5 Cálculo de vulnerabilidad al cambio climático Los valores de cada una de las dimensiones de vulnerabilidad al cambio climático (i. e. Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición) de cada especie fueron combinados para obtener valores generales de vulnerabilidad, calculados en dos pasos lógicos. Primero, a cada especie se le asignó un valor “alto” en cada dimensión de vulnerabilidad si tenían algún rasgo que caliicara para esa categoría (p. ej. la especie es considerada susceptible porque es especialista de hábitat, la especie es

131

Tabla 8.1 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar los peces de agua dulce de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

SENSIBILIDAD

A. Requerimientos de hábitat y/o microhábitat

B. Tolerancias ambientales reducidas o umbrales que son probables de ser sobrepasados debido al cambio climático en alguna etapa del ciclo de vida

Peces de Agua Dulce Total de especies = 666

Umbrales Alto

Bajo

Desconocido

Especialización de hábitat

S1: Número de tipos de hábitats de UICN ocupados por la especie

B = >1; A = 1

389

264

13

Especialización de micro-hábitat

S2: La especie es dependiente de uno o más micro-hábitats identiicados

B = Falso; A = Verdadero

301

351

14

Tolerancia a cambios en los regímenes de precipitación

S3: Tolerancia de amplio rango de precipitación (precipitación anual máxima y mínima usadas para calcular el rango tolerado)

Desviación Absoluta Media de precipitación a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

164

492

10

Tolerancia a cambios de temperatura

S4: Rango de temperatura (temp max – temp min)

Desviación Absoluta Media de temperatura a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

164

492

10

Tolerancia a cambios en oxígeno disuelto

S5: Tolerancia a niveles reducidos o extremos de oxígeno disuelto (la especie ocurre exclusivamente en aguas hipóxicas (12 mg/L) )

B = Falso; A = Verdadero

10

649

7

Migración limitada por cambios en niveles de agua

S6: La especie migra aguas arriba para reproducirse y/o desovar y/o los juveniles migran de vuelta a cuerpos de agua mayores (p. ej. de hábitats temporarios) durante la bajada estacional de agua

B = Falso; A = Verdadero

11

646

9

Tolerancia a incrementos en turbidez y/o sedimentación

S7: La especie usa sistemas de reconocimiento visual intra-especiico, que podría ser afectado por cambios en la turbidez o sedimentación y/o deposita huevos en sustratos/hábitats que son especialmente vulnerables a incrementos en sedimentación

B = Falso; A = Verdadero

112

527

27

132

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

Peces de Agua Dulce Total de especies = 666

Umbrales

SENSIBILIDAD

Alto

Bajo

Desconocido

Dependencia de disparadores o desencadenantes ambientales

S8: La especie depende de desencadenantes ambientales para migración, apareamiento, desarrollo de huevos, deposición de huevos y/o comienzo/emergencia de hibernación o estivación

B = No dependencia; A = Dependencia de uno o más desencadenantes climáticos

53

548

65

Disminución de interacciones positivas con otras especies

S9: La especie depende de una o varias otras especies para alimento, modiicación de y/o creación de nido o abrigo

B = No dependencia; A = Dependencia de uno o más interacciones especiicas

0

639

27

Incremento de interacciones negativas con otras especies

S10: La especie podría experimentar incrementos en uno o más de lo siguiente como resultado del cambio climático: depredación, competencia, parasitismo, enfermedades, caza por humanos

B = Falso; A = Verdadero

4

622

40

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

594

61

11

Porcentaje

89%

9%

2%

C. Dependencia de desencadenantes ambientales especíicos que podrían ser perturbados por el cambio climático

D. Interacciones interespecíicas que podrían ser perturbadas/aparecer como resultado de cambio climático

El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente es el que corresponde al tipo de estrategias de vida de las especies (15%), que no serían conducentes a una adaptación genética rápida in situ (Tabla 8.2). La mayor incertidumbre en torno a la capacidad

de adaptación de las especies corresponde al rasgo de variabilidad genética (30% desconocida) que, en caso de ser baja, podría reducir la capacidad de las especies para responder rápidamente a los cambios en el clima. En general, los resultados muestran que

Tabla 8.2 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar los peces de agua dulce de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA

A. Baja capacidad de dispersión

Peces de Agua Dulce Total de especies = 666

Umbrales

Barreras extrínsecas a la dispersión

A1: Barreras extrínsecas a la dispersión

B = Sin barreras conocidas; A = Ocurre exclusivamente en cimas de montañas, pequeñas islas y/o en áreas donde la dispersión está bloqueada por hábitat inadecuado (natural o por actividades antrópicas) o represas;

Baja capacidad intrínseca de dispersión

A2: Distancia de dispersión mediana por año

B = >1 km/ año; A = ≤ 1 km/ año

133

Alto

Bajo

Desconocido

6

652

8

36

614

16

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

Peces de Agua Dulce Total de especies = 666

Umbrales

BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA

Alto

Bajo

Desconocido

Estrategia de vida

A3: La especie tiene una estrategia de vida (deinida por Winemiller and Rose 1992) que no es conducente a adaptaciones microevolutivas in-situ

B = Estrategia oportunista o periódica; A = La especie tiene: crecimiento rápido, larga vida con baja fecundidad; o crecimiento lento, corta vida con baja fecundidad; o crecimiento lento, larga vida con baja fecundidad

100

512

54

Baja diversidad genética

A4: Evidencia de baja diversidad genética o cuello de botella genético

B = La variabilidad genética de la especie no se considera como baja; A = La especie muestra evidencia de tener baja variabilidad genética (p. ej. cuello de botella genético) en todos sus individuos

4

459

203

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

143

325

198

Porcentaje

21%

49%

30%

B. Baja capacidad evolutiva

un total de 143 especies de peces (21%) tendrían baja capacidad para adaptarse al cambio climático, y estarían representados por 12 de las 34 familias evaluadas.

datos faltantes) presentan una categoría “alta” para cada una de las dimensiones (ver apéndice en línea). La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP 4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes, resulta en 70 (11%) especies de peces vulnerables al cambio climático, 322 (48%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición, 54 (8%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa y 16 (2%) presentan categoría “alta” para Exposición y Baja Capacidad Adaptativa (Figura 8.2). Cabe resaltar que 17 especies presentaron categoría “baja” para las tres dimensiones y, por lo tanto, no están representadas en la igura 8.2.

La evaluación de la Exposición de los peces de agua dulce al cambio climático muestra que un gran número son considerados como altamente expuestos. En efecto, cuando se tienen en cuenta las distintas combinaciones de modelos, escenarios de emisiones y períodos, entre 452 (69%) y 656 (100%) de las 656 especies que fueron analizadas para este componente se prevé que estén altamente expuestas al cambio climático (Tabla 8.3). Cuando se combinan los valores de Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición para calcular el valor relativo de vulnerabilidad de las especies de peces de agua dulce de los Andes Tropicales, se tiene que entre 70 (usando el modelo MI, RCP 4.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes) y 123 especies (usando alguno de los modelos MI o NC, RCP 8.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de

La distribución geográica de peces de agua dulce vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación de valores que en la Figura 8.2) muestra una concentración de especies en las partes media y baja de la cuencas de los ríos Mamoré, y Beni y en las partes alta y media de la cuenca del río Orthon en Bolivia; en la parte baja de los ríos Ucayali y Madre de Dios y en el río

Tabla 8.3 Número de especies de peces de agua dulce de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_ hadgem2_ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5). Período 2055 Escenario Modelo

MI NC NI

RCP 4.5 456 452 457

2085 RCP 8.5 656 656 465

134

RCP 4.5 525 491 656

RCP 8.5 509 516 547

En términos del porcentaje de peces vulnerables al cambio climático respecto del total de especies incluidas en esta evaluación, se observa que el patrón de distribución es similar al de riqueza de especies en algunas cuencas (p. ej. Bolivia, Perú y Ecuador), pero en Colombia destacan otras cuencas (Figura 8.3b). Altos porcentajes del total de especies son vulnerables al cambio climático en sub-cuencas de las partes bajas de las cuencas de los ríos Mamoré, Beni, Madre de Dios y Orthon en Bolivia; en la parte baja de la cuenca del Ucayali y en el río Amazonas en Perú, y en la parte alta de las cuencas de los ríos Caquetá, Sogamoso y San Juan en Colombia (Figure 8.3b). En general, para la mayoría de las cuencas en Ecuador la relación entre el número de especies vulnerables y el total de peces endémicos no es mayor del 50% (Figure 8.3b).

Figura 8.2 Números y porcentajes de los peces de agua dulce de los Andes Tropicales que fueron categorizados como “alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones del marco (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

Solamente 8 de las 34 familias de peces de agua dulce evaluados presentan especies que son vulnerables al cambio climático. Las familias Rivulidae, Astroblepidae y Callicthydae son las que tienen más especies vulnerables, con 14, 13 y 12, respectivamente (Figura 8.4). De las 70 especies vulnerables, solo nueve (12.8%) están además en alguna categoría de amenaza (VU, EN, CR) y 7 (10%) Casi Amenazadas (Figura 8.4). Es de destacar que la mayoría de los peces de agua dulce que serían vulnerables al cambio climático están en las categorías de Preocupación Menor

Amazonas en Perú; en la parte baja de las cuencas de los ríos Napo y Cunambo en Ecuador, y en las partes alta y media de las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia (Figura 8.3a).

Figura 8.3 a) Riqueza de especies de peces de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por sub-cuenca; b) porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región por sub-cuenca (en ambas iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

135

El río Orthon en Bolivia alberga varias especies de peces vulnerables al cambio climático. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

Figura 8.4 Distribución de las 70 especies de peces de agua dulce de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por familia y por categoría de amenaza (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

(LC) con 34 especies (48.6%) y Datos Insuicientes con 20 especies (28.6%).

15 rasgos biológicos, de los cuales 11 estuvieron relacionados con Sensibilidad y cuatro con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se muestran en las tablas 8.4 y 8.5, respectivamente.

8.3.2 Moluscos de agua dulce Los rasgos de Sensibilidad más comunes en moluscos son la especialización de hábitat (47%) y el incremento de la competencia de la especie invasora Pomacea canaliculata, especialmente afectando otras especies de Pomacea (38%) (Tabla

En este proyecto se incluyeron 34 especies de moluscos de agua dulce endémicos de los Andes Tropicales. Como parte de la evaluación de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron

136

Tabla 8.4 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar los moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

Umbrales

SENSIBILIDAD

A. Requerimientos de hábitat y/o micro-hábitat

B. Tolerancias ambientales reducidas o umbrales que son probables de ser sobrepasados debido al cambio climático en alguna etapa del ciclo de vida

C. Dependencia de desencadenantes ambientales especíicos que podrían ser perturbados por el cambio climático

Moluscos de Agua Dulce Total de especies = 34 Alto

Bajo

Desconocido

Dependencia temporaria de agua dulce

S1: la especie depende exclusivamente de hábitats de agua dulce temporarios

B = Falso; A = Verdadero

0

28

6

Especialización de hábitat

S2: Número de tipos de hábitats de UICN ocupados por la especie

B = >1; A = 1

16

3

15

Especialización de micro-hábitat

S3: La especie es dependiente de uno o más micro-hábitats identiicados

B = Falso; A = Verdadero

0

26

8

Tolerancia a los cambios de regímenes de precipitación

S4: Tolerancia de amplio rango de precipitación (precipitación anual máxima y mínima usadas para calcular el rango tolerado)

Desviación Absoluta Media de precipitación a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

8

23

3

Tolerancia a cambios de temperatura

S5: Rango de temperatura (temp max – temp min)

Desviación Absoluta Media de temperatura a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

8

23

3

Tolerancia a cambios en oxígeno disuelto

S6: Tolerancia a niveles reducidos o extremos de oxígeno disuelto (la especie ocurre exclusivamente en aguas hipóxicas (12 mg/L) )

B = Falso; A = Verdadero

0

28

6

Dependencia de un régimen hidrológico especiico

S7: La especie depende de un solo tipo de régimen hidrológico (de las 10 opciones provistas), que no es perenne por naturaleza

B = Falso; A = Verdadero

0

14

20

Dependencia de desencadenantes ambientales

S8: Se sabe que la especie libera glochidia (lasidia) luego de un cambio en la temperatura y/o química del agua

B = Falso; A = Verdadero

1

28

5

137

Rasgos (nivel 1)

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 2)

Umbrales

SENSIBILIDAD

Moluscos de Agua Dulce Total de especies = 34 Alto

Bajo

Desconocido

S9: La especie depende de una o varias otras especies para creación o modiicación de su hábitat

B = Falso; A = Verdadero

0

28

6

S10: La especie depende de una o varias otras especies para que actúe como huésped intermediario en alguna etapa de su ciclo de vida

B = Falso; A = Verdadero

6

26

0

S11: La especie podría experimentar incrementos en uno o más de lo siguiente como resultado del cambio climático: depredación, competencia, parasitismo, enfermedades, o la especie tiene un depredador conocido que solo se alimenta de ella

B = Falso; A = Verdadero

13

11

10

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

29

5

0

Porcentaje

85%

15%

0%

Disminución de interacciones positivas con otras especies

D. Interacciones interespecíicas que podrían ser perturbadas/ aparecer como resultado de cambio climático

Incremento de interacciones negativas con otras especies

se considera que un total de nueve especies (26.5%) tendrían baja capacidad de adaptación al cambio climático (Tabla 8.5).

8.4). La mayor incertidumbre asociada a la Sensibilidad de las especies de moluscos está relacionada con si la especie depende o no de un solo tipo de régimen hidrológico para persistir (58.8% de las especies en la categoría “desconocida”). En general, los resultados muestran que un alto porcentaje (85%) de los moluscos de agua dulce endémicos del área de estudio serían sensibles al cambio climático (Tabla 8.4), representando el total de las nueve familias incluidas en la evaluación.

En cuanto a la Exposición al cambio climático, se encontró que un gran número de las especies de moluscos de agua dulce considerados en esta evaluación estarían altamente expuestas al cambio climático. En todos los modelos, escenarios de emisiones y períodos entre 19 (61%) y 31 (100%) de las 31 especies (tres especies para las cuales no se pudieron generar mapas de distribución no fueron incluidas en el análisis) que fueron evaluadas para este componente se prevé que estén muy expuestas (Tabla 8.6).

El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente en los moluscos de agua dulce es el que corresponde a las barreras de tipo físico, extrínsecas, particularmente los diques o represas que impedirían la dispersión de las especies (Tabla 8.5). La mayor incertidumbre en cuanto a la capacidad de adaptación de las especies evaluadas se reiere a sus capacidades intrínsecas para dispersarse, ya sea en términos del mecanismo/s utilizado o la distancia típica de las que son capaces de dispersarse. En general

Las evaluaciones inales de vulnerabilidad al cambio climático en las que se combinaron los tres modelos utilizados para Exposición, sugieren que entre cuatro (usando RCP 4.5, para los dos períodos 2055 y 2085) y nueve especies (usando RCP 8.5 para el período

138

Tabla 8.5 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar los moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

Moluscos de Agua Dulce Total de especies = 34

Umbrales

BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA

Alto

Bajo

Desconocido

A1: Barreras extrínsecas a la dispersión

B = Sin barreras conocidas; A = Ocurre exclusivamente en cimas de montañas, pequeñas islas y/o en áreas donde la dispersión está bloqueada por hábitat inadecuado (natural o por actividades antrópicas) o represas;

7

21

6

Baja capacidad intrínseca de dispersión

A2: Distancia de dispersión mediana por año

B = >1 km/ año; A = ≤ 1 km/ año o la especie depende exclusivamente de un vector animal accidental, eventos de inundación o no posee mecanismo de dispersión

3

17

14

Baja tasa reproductiva

A3: La especie tiene una estrategia reproductiva que no es propicia para la adaptación micro-evolutiva in-situ

A = La especie se reproduce < una vez por año y/o lleva >5 años para alcanzar la madurez sexual; B = lo anterior es falso

0

25

9

A4: Evidencia de baja diversidad genética o cuello de botella genético

B = La variabilidad genética de la especie no se considera como baja; A = La especie muestra evidencia de tener baja variabilidad genética (p. ej. cuello de botella genético) en todos sus individuos

0

34

0

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

9

11

14

Porcentaje

26.5%

32.5%

41%

Barreras extrínsecas a la dispersión

A. Baja capacidad de dispersión

B. Baja capacidad evolutiva Baja diversidad genética

Tabla 8.6 Número de especies de moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_hadgem2_ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5). Período 2055 RCP 4.5

RCP 8.5

RCP 4.5

RCP 8.5

MI

20

31

23

24

NC

21

31

19

21

NI

21

19

31

21

Escenario

Modelo

2085

139

Figura 8.5 Números y porcentajes de los moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales que fueron categorizados como “alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones del marco (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

2055) serían vulnerables al cambio climático, asumiendo una posición optimista para los valores de datos faltantes (i. e. considerados como bajos). Al igual que con las evaluaciones de las especies de peces, vale la pena señalar que estas cifras no relejan los altos grados de Sensibilidad y Exposición evidentes en las evaluaciones, debido a una alta capacidad de adaptación percibida entre las especies evaluadas. La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP 4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes, resulta en cuatro (12%) especies de moluscos vulnerables al cambio climático, 11 (32%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición y cinco (15%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa (Figura 8.5). Las cuatro especies de moluscos de agua dulce que fueron considerados como vulnerables al cambio climático son tres bivalvos, distribuidos en tres familias (Etheriidae, Mycetopodidae y Sphaeriidae) y un gasterópodo perteneciente a la familia Planorbidae. Dos de las especies están categorizadas como Datos Insuicientes (DD), una como Preocupación Menor (LC) y una como En Peligro Crítico (CR). La distribución geográica de los moluscos de agua dulce vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación de valores que en la Figura 8.5), nos muestra una concentración de especies en la cuencas del Magdalena medio y del río Cesar en Colombia, en las cuencas de los ríos Esmeraldas y Morona en

Ecuador y en la cuenca del río Marañón en Perú (Figura 8.6a). El porcentaje de moluscos vulnerables al cambio climático respecto del total de especies incluidas en esta evaluación muestra un patrón de distribución similar al de riqueza de especies (Figura 8.3b).

El bivalvo de agua dulce Acostaea rivolii (CR) es una de las especies de moluscos vulnerables al cambio climático. Foto: © Jorge García.

140

Figura 8.6 a) Riqueza de especies de moluscos de agua dulce de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por sub-cuenca; b) porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región por sub-cuenca (en ambas iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

161 especies (74.5%) de libélulas de los Andes Tropicales serían sensibles al cambio climático (Tabla 8.7).

8.3.3 Libélulas En este proyecto consideramos 216 especies de libélulas endémicas de los Andes Tropicales. Como parte de la evaluación de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron 14 rasgos biológicos, de los cuales 11 estuvieron relacionados con Sensibilidad y tres con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se muestran en las tablas 8.7 y 8.8, respectivamente.

El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente está relacionado con la pobre capacidad intrínseca de dispersión de las especies, que sería menor que 1 km por año en 25 especies (Tabla 8.8). Este mismo rasgo es también el que tiene mayor nivel de incertidumbre asociado (49 especies sin información). En general se considera que un total de 42 especies (19%) tendrían una baja capacidad para adaptarse al cambio climático (Tabla 8.8).

El rasgo de Sensibilidad más común es especialización de hábitat, en particular la dependencia de cauces de agua pequeños (arroyos, caños o quebraditas) de corrientes lentas, lo que es evidente en un gran número de las especies evaluadas (Tabla 8.7). Los rasgos que presentan mayor incertidumbre en torno a la sensibilidad de las especies son los desencadenantes ambientales que podrían ser perturbados por el cambio climático (en particular si las especies dependen de un período de diapausa en la etapa de huevo durante el invierno para regular su ciclo de vida) y en las interacciones interespecíicas negativas potenciales que puedan surgir o que empeoren como resultado del cambio climático. En general, se considera que un total de

En cuanto a la Exposición al cambio climático, se encontró que un gran número de las especies de libélulas incluidas en esta evaluación estarían altamente expuestas al cambio climático. En todos los modelos, escenarios de emisiones y períodos, entre 150 (71%) y 214 (100%) de las 214 especies (dos especies para las cuales no se pudieron generar mapas de distribución no fueron incluidas en el análisis) que fueron evaluadas para este componente se prevé que estén muy expuestas al cambio climático (Tabla 8.9).

141

Tabla 8.7 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar las libélulas de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

SENSIBILIDAD

A. Requerimientos de hábitat y/o micro-hábitat

B. Tolerancias ambientales reducidas o umbrales que son probables de ser sobrepasados debido al cambio climático en alguna etapa del ciclo de vida

C. Dependencia de desencadenantes ambientales especíicos que podrían ser perturbados por el cambio climático

Libélulas Total de especies = 216

Umbrales

Alto

Bajo

Desconocido

Especialización de hábitat

S1: Número de tipos de hábitats de UICN ocupados por la especie

B = >1; A = 1

94

64

58

Especialización de micro-hábitat

S2: La especie es dependiente de uno o más micro-hábitats identiicados

B = Falso; A = Verdadero

15

185

16

Especiicidad en la puesta de huevos

S3: La especie es endofítica, con tipos de sustrato limitado o pone los huevos en zonas secas que luego se inundan

B = Falso; A = Verdadero

9

173

34

Tolerancia a los cambios de regímenes de precipitación

S4: Tolerancia de amplio rango de precipitación (precipitación anual máxima y mínima usadas para calcular el rango tolerado)

Desviación Absoluta Media de precipitación a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

53

161

2

Tolerancia a cambios de temperatura

S5: Rango de temperatura (temp max – temp min)

Desviación Absoluta Media de temperatura a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

53

161

2

Tolerancia a cambios en oxígeno disuelto

S6: Tolerancia a niveles reducidos o extremos de oxígeno disuelto (la especie ocurre exclusivamente en aguas hipóxicas (12 mg/L) )

B = Falso; A = Verdadero

28

180

8

Dependencia de un régimen hidrológico especíico

S7: La especie depende de un solo tipo de régimen hidrológico (de las 10 opciones provistas), que no es perenne por naturaleza

B = Falso; A = Verdadero

4

180

32

Depende de diapausa durante el estadio de huevo, seguido de temperaturas más altas

S8: La especie depende de un período de diapausa en la fase de huevo durante el invierno que regula la sincronización del ciclo de vida (que se rompe cuando aparecen temperaturas más altas)

B = Falso; A = Verdadero

0

103

113

142

Rasgos (nivel 1)

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 2)

SENSIBILIDAD C. Dependencia de desencadenantes ambientales especíicos que podrían ser perturbados por el cambio climático

Libélulas Total de especies = 216

Umbrales

Alto

Bajo

Desconocido

Otros disparadores o desencadenantes ambientales

S9: La especie depende de desencadenantes ambientales para migración, apareamiento y/o metamorfosis

B = Falso; A = Verdadero

0

137

79

Disminución de interacciones positivas con otras especies

S10: La especie depende de una o varias otras especies para creación o modiicación de su hábitat

B = Falso; A = Verdadero

0

182

34

Incremento de interacciones negativas con otras especies

S11: La especie podría experimentar incrementos en uno o más de lo siguiente como resultado del cambio climático: depredación, competencia, parasitismo, enfermedades, o se sabe que la especie experimenta algún tipo de depredación/ competencia/ perturbación debido a una nueva especie (tanto nativa como introducida) dentro de su rango

B = Falso; A = Verdadero

9

101

106

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

161

15

40

Porcentaje

74.5%

7%

18.5%

D. Interacciones interespecíicas que podrían ser perturbadas/ aparecer como resultado de cambio climático

143

Tabla 8.8 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar las libélulas de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

Libélulas Total de especies = 34

Umbrales

BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA

Alto

Bajo

Desconocido

A1: Barreras extrínsecas a la dispersión

B = Sin barreras conocidas; A = Ocurre exclusivamente en cimas de montañas, pequeñas islas y/o en áreas donde la dispersión está bloqueada por hábitat inadecuado (natural o por actividades antrópicas) o represas;

17

196

3

Baja capacidad intrínseca de dispersión

A2: Distancia de dispersión mediana por año

B = >1 km/ año; A = ≤ 1 km/ año o la especie depende exclusivamente de un vector animal accidental, eventos de inundación o no posee mecanismo de dispersión

25

142

49

Baja tasa reproductiva

A3: La especie tiene una estrategia reproductiva que no es propicia para la adaptación microevolutiva in-situ

A = La especie se desarrolla en => 2 años, pone =< 1 camada de huevos por año y no produce > 1 generación al año; B = lo anterior es falso

0

184

32

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

42

105

69

Porcentaje

19%

49%

32%

Barreras extrínsecas a la dispersión A. Baja capacidad de dispersión

B. Baja capacidad evolutiva

Tabla 8.9 Número de especies de libélulas de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_hadgem2_ ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5). Período 2055 RCP 4.5

RCP 8.5

RCP 4.5

RCP 8.5

MI

150

214

167

175

NC

150

214

160

173

NI

151

155

214

174

Escenario

Modelo

2085

Cuando combinamos los valores de Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición para calcular el valor relativo de vulnerabilidad de las especies de libélulas de los Andes Tropicales, encontramos que entre 23 (usando el escenario RCP 8.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes) y 25 especies (usando el escenario RCP 4.5, proyecciones para ambos períodos 2055 y 2085, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes)

presentan una categoría “alta” para cada una de las dimensiones (ver apéndice en línea). La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP 4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes, resulta en 25 (12%) especies de libélulas vulnerables al cambio climático, 86 (40%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición, 7 (3%) presentan

144

presentaron categoría “baja” para las tres dimensiones y, por lo tanto, no están representadas en la igura 8.7. Una vez más, es importante destacar que estas cifras no relejan los altos grados de Sensibilidad y Exposición evidente en las evaluaciones, debido a una alta capacidad de adaptación percibida entre las especies evaluadas. La distribución geográica de las 25 especies de libélulas vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación de valores que en la Figura 8.7), nos muestra una concentración de especies en la cuenca del río Nechí y las partes medias de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia; en la cuenca del río Napo en Ecuador; en las cuencas de los ríos Ucayali, Amazonas y Madre de Dios en Perú, y en las cuencas de los ríos Mamoré y Beni en Bolivia (Figura 8.8a).

Figura 8.7 Números y porcentajes de las libélulas de los Andes Tropicales que fueron categorizados como “alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones del marco (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

En términos del porcentaje de libélulas vulnerables al cambio climático respecto del total de especies incluidas en esta evaluación, vemos que el patrón de distribución es similar al de riqueza de especies (Figura 8.8b). Altos porcentajes del total de especies son vulnerables al cambio climático en sub-cuencas de las partes bajas de la cuenca del río Mamoré en Bolivia, en subcuencas de los ríos Madre de Dios y Ucayali en Perú y en subcuencas del río Cauca en Colombia (Figura 8.8b).

categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa y 8 (4%) presentan categoría “alta” para Exposición y Baja Capacidad Adaptativa (Figura 8.7). Cabe resaltar que 14 especies

Figura 8.8 a) Riqueza de especies de libélulas de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático; b) porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región (en ambas iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

145

Hábitat de Protallagma hofmanni (NT), en la Laguna Querococha, Cordillera Blanca de Perú a 3,980 m s.n.m. Esta especie es conocida solo de este sitio y es vulnerable al cambio climático. Foto: © Joachim Hofmann (paisaje), © Franz-Josef Schiel (libélula).

Solamente seis de las 10 familias de libélulas evaluadas presentan especies que son vulnerables al cambio climático. La familia Coenagrionidae es la que tiene más especies vulnerables, con 18 (Figura 8.9). De las 25 especies vulnerables, solo 6 (24%) están además en alguna categoría de amenaza (EN, CR) y 1 (4%) Casi Amenazada (Figura 8.9). Es de destacar que la mayoría de las libélulas que serían vulnerables al cambio climático están en las categorías de Preocupación Menor (LC) con 11 especies (44%) y Datos Insuicientes con 7 especies (28%).

de vulnerabilidad al cambio climático se consideraron 18 rasgos biológicos, de los cuales 14 estuvieron relacionados con Sensibilidad y cuatro con Baja Capacidad Adaptativa. Estos se muestran en las tablas 8.10 y 8.11, respectivamente. Los rasgos de Sensibilidad más comunes son la especialización de hábitat (31%) y las tolerancias a los cambios de precipitación y temperatura (ambos con 25%) (Tabla 8.10). El rasgo que presenta mayor incertidumbre en torno a la sensibilidad de las especies es el requerimiento de un banco de semillas de largo plazo como parte esencial del ciclo de vida de la especie (63%). En general, se considera que un total de 35 especies (68.2%) de las plantas acuáticas de los Andes Tropicales serían sensibles al cambio climático (Tabla 8.10).

8.3.4 Plantas acuáticas En el presente proyecto se seleccionaron 51 especies de plantas endémicas de los Andes Tropicales. Como parte de la evaluación

Figura 8.9 Distribución de las 25 especies de libélulas de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por familia y por categoría de amenaza (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

146

Tabla 8.10 Rasgos de sensibilidad al cambio climático utilizados para evaluar las plantas acuáticas de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

SENSIBILIDAD

A. Requerimientos de hábitat y/o micro-hábitat

B. Tolerancias ambientales reducidas o umbrales que son probables de ser sobrepasados debido al cambio climático en alguna etapa del ciclo de vida

C. Dependencia de desencadenantes ambientales especíicos que podrían ser perturbados por el cambio climático

Plantas Acuáticas Total de especies = 51

Umbrales

Alto

Bajo

Desconocido

Dependencia temporaria de agua dulce

S1: la especie depende exclusivamente de hábitats de agua dulce temporarios

B = Falso; A = Verdadero

3

46

2

Especialización de hábitat

S2: Número de tipos de hábitats de UICN ocupados por la especie

B = >1; A = 1

16

21

14

Especialización de micro-hábitat

S3: La especie es dependiente de uno o más micro-hábitats identiicados

B = Falso; A = Verdadero

0

51

0

Banco de semillas de largo plazo

S4: Un banco de semillas de largo plazo es una parte esencial del ciclo de vida de la especie

B = Falso; A = Verdadero

2

17

32

Tolerancia a los cambios de regímenes de precipitación

S5: Tolerancia de amplio rango de precipitación (precipitación anual máxima y mínima usadas para calcular el rango tolerado)

Desviación Absoluta Media de precipitación a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

13

38

0

Tolerancia a cambios de temperatura

S6: Rango de temperatura (temp max – temp min)

Desviación Absoluta Media de temperatura a lo largo de la distribución histórica de la especie: B = 75% más alto; A = 25% más bajo

13

38

0

Tolerancia a inundaciones

S7: La especie es altamente intolerante a la inundación (sólo puede tolerar < 1 mes)

B = Falso; A = Verdadero

1

35

15

Tolerancia a la ausencia de agua

S8: La especie es altamente intolerante a la ausencia de agua (sólo puede tolerar < 1 mes)

B = Falso; A = Verdadero

2

32

17

Requerimiento de sequía seguido por lluvias

S9: La especie requiere de un período de sequía, seguido por lluvias para poder germinar

B = Falso; A = Verdadero

0

31

20

147

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

SENSIBILIDAD

C. Dependencia de desencadenantes ambientales especíicos que podrían ser perturbados por el cambio climático

D. Interacciones interespecíicas que podrían ser perturbadas/ aparecer como resultado de cambio climático

Plantas Acuáticas Total de especies = 51

Umbrales

Alto

Bajo

Desconocido

Requerimiento de disminución en el nivel de agua

S10: La especie requiere de una disminución en el nivel de agua para poder lorecer

B = Falso; A = Verdadero

5

35

11

Otros requerimientos de germinación

S11: La especie tiene un requerimiento de germinación peculiar (indicado por el evaluador) que podría ser perturbado por el cambio climático

B = Falso; A = Verdadero

0

33

18

S12: La especie requiere que su hábitat sea pisoteado por grandes animales (generalmente ungulados) con el in de hacerlo apto para el crecimiento

B = Falso; A = Verdadero

0

42

9

S13: La especie es un carnívoro especialista que se alimenta de 5 o menos especies de presa, o es un especialista en alimentarse de nematodos

B = Falso; A = Verdadero

0

51

0

S14: La especie podría experimentar incrementos en uno o más de lo siguiente como resultado del cambio climático: depredación, competencia, parasitismo, enfermedades

B = Falso; A = Verdadero

2

24

25

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

35

5

11

Porcentaje

68.5%

10%

21.5%

Disminución de interacciones positivas con otras especies

Incremento de interacciones negativas con otras especies

En cuanto a la Exposición al cambio climático, se encontró que un gran número de las especies de plantas incluidas en esta evaluación estarían altamente expuestas al cambio climático. En todos los modelos, escenarios de emisiones y períodos, entre 37 (73%) y 51 (100%) de las 51 especies que fueron evaluadas para este componente se prevé que estén muy expuestas al cambio climático (Tabla 8.12).

El rasgo de Baja Capacidad Adaptativa más frecuente en las plantas acuáticas de los Andes Tropicales está relacionado con las barreras físicas, extrínsecas, a la dispersión (Tabla 8.11). Por otro lado, las barreras intrínsecas a la dispersión es el rasgo que tiene mayor nivel de incertidumbre asociado (20 especies sin información). En general se considera que un total de 35 especies de plantas (68.2%) tendrían una baja capacidad para adaptarse al cambio climático (Tabla 8.11).

148

Tabla 8.11 Rasgos de capacidad adaptativa al cambio climático utilizados para evaluar las plantas acuáticas de los Andes Tropicales, incluyendo los umbrales utilizados para clasiicar las especies y el número total de especies que caliican en cada categoría para cada rasgo (A = Alto, B = Bajo).

Grupo de rasgos

Rasgos (nivel 1)

Rasgos (nivel 2)

Plantas acuáticas Total de especies = 51

Umbrales

BAJA CAPACIDAD ADAPTATIVA

Alto

Bajo

Desconocido

30

19

2

Barreras extrínsecas a la dispersión

A1: Barreras extrínsecas a la dispersión

B = Sin barreras conocidas; A = Ocurre exclusivamente en cimas de montañas, pequeñas islas y/o en áreas donde la dispersión está bloqueada por hábitat inadecuado (natural o por actividades antrópicas) o represas;

Baja capacidad intrínseca de dispersión

A2: La especie se dispersa exclusivamente por barocoria o zoocoria

B = Falso; A = Verdadero

4

27

20

Baja tasa de desarrollo de nuevos rasgos

A3: La especie solo se reproduce asexualmente

B = Falso; A = Verdadero

2

49

0

Baja diversidad genética

A4: Evidencia de baja diversidad genética o cuello de botella genético

B = La variabilidad genética de la especie no se considera como baja; A = La especie muestra evidencia de tener baja variabilidad genética (p. ej. cuello de botella genético) en todos sus individuos

0

49

2

Total (suma de especies con valor Alto en al menos un rasgo)

35

11

5

Porcentaje

68.5%

21.5%

10%

A. Baja capacidad de dispersión

B. Baja capacidad evolutiva

Tabla 8.12 Número de especies de plantas acuáticas de los Andes Tropicales considerados como altamente expuestos en cada una de las combinaciones de parámetros del modelo: tres modelos (MI= miroc_miroc5; NC = ncar_ccsm4; NI= nimr_ hadgem2_ao), dos períodos de tiempo (centrados alrededor de 2055 o 2085) y dos escenarios (RCP y RCP 4.5 a 8.5). Período 2055 Escenario

Modelo

2085

RCP 4.5

RCP 8.5

RCP 4.5

RCP 8.5

MI

37

51

40

44

NC

37

51

51

44

NI

37

37

51

43

2085 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes) presentan una categoría “alta” para cada una de las dimensiones (ver apéndice en línea).

Cuando combinamos los valores de Sensibilidad, Baja Capacidad Adaptativa y Exposición para calcular el valor relativo de vulnerabilidad de las especies de libélulas de los Andes Tropicales, encontramos que entre 20 (usando los escenarios RCP 4.5 y RCP 4.5, la proyección para el período 2055 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes) y 22 especies (usando los escenarios RCP 4.5 y RCP 4.5, la proyección para el período

La combinación de los tres modelos, usando el escenario RCP 4.5, proyecciones para el período 2055 y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes, resulta en 20 (39%) especies

149

Capacidad Adaptativa (Figura 8.10). Cabe resaltar que cuatro especies presentaron categoría “baja” para las tres dimensiones y, por lo tanto, no están representadas en la igura 8.7. La distribución geográica de las 20 especies de plantas vulnerables al cambio climático (usando la misma combinación de valores que en la Figura 8.10), nos muestra una concentración de especies en la región andina de Ecuador, particularmente en la parte alta de la cuenca de los ríos Santiago, Napo y Mira; en la región andina de Perú, principalmente en las cuencas de los ríos Marañón, Mantaro y Urubamaba y en las partes altas de las cuencas de los ríos Beni, Iténez y Mamoré en Bolivia (Figura 8.11a). Figura 8.10 Números y porcentajes de las plantas acuáticas de los Andes Tropicales que fueron categorizados como “alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones del marco (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

En términos del porcentaje de plantas acuáticas vulnerables al cambio climático respecto del total de especies incluidas en esta evaluación, vemos que el patrón de distribución es similar al de riqueza de especies (Figura 8.11b). Altos porcentajes del total de especies son vulnerables al cambio climático en toda la región andina de Perú y Ecuador, y en sub-cuencas de los ríos Mamoré e Iténez en Bolivia (Figura 8.11b).

de plantas vulnerables al cambio climático, 7 (14%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Exposición, 6 (12%) presentan categoría “alta” para Sensibilidad y Baja Capacidad Adaptativa y 6 (12%) presentan categoría “alta” para Exposición y Baja

De las 25 familias de plantas acuáticas evaluadas, solamente 14 tienen especies que son vulnerables al cambio climático. La familia Isoetaceae es la que tiene más especies vulnerables, con

Figura 8.11 a) Riqueza de especies de plantas acuáticas de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático; b) porcentaje de especies vulnerables al cambio climático respecto del total de especies endémicas en la región (en ambas iguras se usó una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

150

Figura 8.12 Distribución de las 20 especies de plantas acuáticas de los Andes Tropicales vulnerables al cambio climático por familia y por categoría de amenaza (usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyección para el período 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes).

seis especies (Figura 8.12). De las 20 especies vulnerables, 8 (40%) están además en alguna categoría de amenaza (VU, EN, CR) y 1 (5%) Casi Amenazada (Figura 8.12). Seis especies de las especies vulnerables al cambio climático (30%) están en la categoría de Preocupación Menor (LC) y cinco especies (25%) con Datos Insuicientes.

De los cuatro grupos taxonómicos evaluados en este capítulo, las plantas acuáticas aparecen con el mayor porcentaje de especies vulnerables al cambio climático (40%), seguido por los otros tres grupos con casi el mismo porcentaje de especies vulnerables cada uno (11-12%). Sin embargo, esto no debería tomarse como indicativo de la situación general de las plantas acuáticas de la región, dado que solo se evaluaron un grupo selecto de especies que estuvo sesgado a taxones principalmente de áreas por encima de los 2000 m s.n.m. Las proyecciones climáticas de los modelos regionales muestran que el incremento de la temperatura en los Andes tropicales aumenta con la altitud (Anderson et al. 2012), lo que en cierta forma explicaría el alto porcentaje de plantas vulnerables al cambio climático reportadas en este estudio.

ocurren en pequeños arroyos o charcas temporarias, cuya estacionalidad podría verse afectada por los cambios en el clima. Además, son especies anuales, que depositan los huevos en el sedimento de las charcas, para luego eclosionar durante el comienzo de la nueva temporada de lluvias (Costa 2003). La dependencia de este disparador o desencadenante ambiental, sumado a la especiicidad de hábitat, hace que estas especies sean particularmente vulnerables al cambio climático. La familia Callichthydae es también principalmente de tierras bajas, con numerosas especies en las llanuras inundables de la Amazonia boliviana y peruana, algunas con distribuciones muy restringidas y que podrían verse afectadas por los efectos del cambio climático. La familia Astroblepidae ocurre principalmente en elevaciones medias y altas (800 a 3000 m s.n.m.), lo que podría estar relejando el patrón de especies en áreas más altas en Colombia. Las especies en esta familia habitan generalmente arroyos o quebradas en bosque húmedo y tienen alto requerimiento de oxígeno, por lo que son muy sensibles a cambios en la temperatura del agua y la concentración de oxígeno disuelto. Por lo tanto, un aumento en la temperatura del agua producido por el cambio climático, causaría una reducción en la concentración de oxígeno, afectando así a las especies de este grupo.

La distribución de peces de agua dulce que serían susceptibles a cambios en el clima no muestra un claro patrón de incremento con la altitud, como se esperaría. Estas especies se concentran mayormente en las cuencas bajas de Bolivia, Perú y Ecuador y en los valles inter-cordilleranos en Colombia; aunque en este último país, también hay concentración de peces vulnerables a mayores altitudes (Figura 8.3a). Este patrón de distribución estaría relacionado con la cantidad de especies vulnerables en algunas familias con características particulares. Por ejemplo, las especies de la familia Rivulidae (con el mayor número de especies vulnerables al cambio climático) tienen distribuciones muy restringidas (algunas solo conocidas de la localidad tipo o unas pocas localidades) y son típicas de zonas más bien bajas (generalmente por debajo de los 400 m de altitud), con requerimientos de hábitats especíicos, ya que generalmente

Si bien esta especie (Astroblepus guentheri) tiene una distribución relativamente amplia en Colombia y fue categorizado como Preocupación Menor (LC), es especialista de hábitat y tiene alto requerimiento de oxígeno, por lo que sería sensible a cambios en la temperatura del agua. Foto: © Ictiología Universidad Católica de Oriente (imagen en línea, Flickr bajo licencia Creative Commons 2.0).

8.4 Conclusiones y recomendaciones

151

se encontró que la mayor parte (75-80%) de los ecosistemas de la región del hotspot de los Andes Tropicales se mantendrían estables para el año 2050; sin embargo, el páramo sería uno de los que se vería más afectado, con una pérdida del 31% de su área.

Los moluscos vulnerables al cambio climático se encuentran distribuidos tanto en áreas altas como bajas de Colombia, Ecuador y Perú. Un caso particular es la ostra Acostaea rivolii, que además está En Peligro Crítico ya que su distribución ha sido reducida drásticamente, de 18 ríos en donde se conocía en 1973 (Granados 1973), a solo una pequeña porción del río Opia, aluente de la parte media del río Magdalena (López-Delgado et al. 2009). Esta sección del río Opia está entre los 230 y 540 m de elevación y cambios en la temperatura y/o reducción del caudal de agua por efecto del cambio climático podrían reducir aún más la población de esta especie, o inclusive provocar su desaparición.

Aunque no es estrictamente correcto comparar los resultados de los rasgos más importantes desde el punto de vista de vulnerabilidad al cambio climático de los distintos grupos taxonómicos (dado que los umbrales que se usaron son relativos a las otras especies dentro de cada grupo y que algunos rasgos fueron especíicos para algunos grupos), se mencionan aquí las principales coincidencias encontradas. La especiicidad del hábitat (y en algunos casos, de micro-hábitat), por ejemplo, aparece como el principal rasgo de Sensibilidad de las especies al cambio climático en los cuatro grupos taxonómicos. Este resultado no es sorprendente, dado que un gran número de especies de agua dulce en los Andes Tropicales tienen distribuciones restringidas y muchas de ellas están asociadas a hábitats especíicos, como pueden ser pequeños ríos, arroyos, quebradas, charcas temporarias, ciénagas y hasta especies que habitan aguas subterráneas. En el caso de las libélulas, las especies que son especiicas a hábitats de altura (p. ej. páramos) estarían sufriendo modiicaciones en la estructura de la vegetación (p. ej. bosques avanzando sobre los pastizales de altura), que limitaría la disponibilidad de hábitat adecuado para las especies. Por lo tanto, es necesario resaltar la importancia de mantener la integridad y el funcionamiento saludable de los ecosistemas

Las especies de libélulas vulnerables al cambio climático tienen un patrón similar al de los peces, con mayoría de especies en áreas bajas de Bolivia, Perú y Ecuador, aunque con mayor concentración de especies en áreas medias y altas en Colombia (Figura 8.8a). Esto último puede deberse a que varias de las especies de libélulas susceptibles al cambio climático son endémicas de páramos. Este ecosistema ocurre en parches entre 3000 m y aproximadamente 5000 m de altitud en los Andes, desde Colombia hasta el norte de Perú y se caracteriza por albergar numerosas especies endémicas (Cuesta et al. 2012, CEPF 2015). Estudios recientes, utilizando modelos de variaciones en la distribución de los biomas en función del cambio climático, indicarían que el páramo es el bioma que sufriría mayor pérdida de su área actual de distribución debido al cambio climático, con un promedio de 46% para el período 2050 (Cuesta et al. 2012). En otro estudio (Tovar et al. 2013),

Laguna en páramo colombiano, uno de los biomas más vulnerables al cambio climático en los Andes Tropicales. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

152

dulceacuícolas para así poder conservar la biodiversidad que albergan. Cabe aclarar, sin embargo, la necesidad de realizar estudios más detallados y enfocados en las distintas especies y sus requerimientos particulares para poder determinar efectivamente su especiicidad de hábitat y los cambios que estos podrían estar experimentando debido al cambio climático.

para estas especies no solo deben tener en cuenta mitigar las amenazas identiicadas a través de la evaluación de la Lista Roja, sino también considerar las medidas que se deberían tomar para atenuar el impacto del cambio climático. Así, cuando se identiiquen áreas geográicas para priorizar acciones de conservación, sería recomendable enfocarse en sitios que tengan alta riqueza de especies amenazadas y vulnerables al cambio climático; de esta manera, se lograría un mayor impacto de conservación en función del esfuerzo y costo.

En cuanto a los rasgos que deinen la Baja Capacidad de Adaptación de las especies, encontramos que las barreras extrínsecas a la dispersión fue el rasgo más relevante para las plantas y los moluscos, mientras que las barreras intrínsecas lo fueron para las libélulas y la estrategia de vida (no conducente a una adaptación micro-evolutiva in-situ rápida) para los peces. Como se mencionó anteriormente, la mayoría de las plantas evaluadas en este proyecto son principalmente de zonas altas, por lo que su capacidad de dispersión estaría limitada por las áreas bajas entre las montañas. Este resultado destaca la importancia de mantener o incrementar la conectividad del hábitat para que las especies puedan dispersarse naturalmente. En el caso de los odonatos, la mayoría de las especies identiicadas como vulnerables al cambio climático son de distribución restringida (i. e. ocurriendo en una o dos sub-cuencas), lo que estaría indicando que son especies con baja capacidad de dispersión. Por otro lado, la baja capacidad adaptativa en los peces se da principalmente en las especies que tienen estrategia de vida denominada de equilibrio, caracterizada por una alta supervivencia de juveniles, baja fecundidad y larga vida, o bien tienen crecimiento lento, baja fecundidad y corta vida.

Foden et al. (2013) presentan las distintas combinaciones en que las tres dimensiones de la vulnerabilidad al cambio climático interactúan y sus implicaciones para la conservación de las especies (Figura 8.3). Como ya se ha visto, las especies en el centro del diagrama (representado por el número 1) son las que presentan más riesgo y las que requieren mayor y más pronta atención. Las especies que sean susceptibles a solamente dos de las tres dimensiones, estarían en distintos niveles de riesgo y requerirían de menor atención, por el momento (números 2-4 de la igura). Dado el amplio alcance taxonómico y geográico de este trabajo y la gran variabilidad de los impactos previstos por el cambio climático, es difícil proporcionar recomendaciones concretas que se puedan aplicar para todas las especies o para toda la región. Más bien, la intención es que la información presentada aquí (así como la información por especies individuales en el apéndice en línea), se pueda usar para informar y guiar las acciones y decisiones de conservación, teniendo en cuenta además otros factores especíicos del contexto que no se cubren aquí. Sin embargo, los resultados presentados en este trabajo sí pueden ser utilizados para priorizar los sitios en los que se desarrollan las acciones de conservación, así como la especie o grupos de especies sobre las que se deberían centrar.

Es importante destacar que la mayoría de las especies que fueron identiicadas como vulnerables al cambio climático están en las categorías de Preocupación Menor (LC) o Datos Insuicientes (DD). Para el caso de las especies en la categoría LC, esto estaría indicando que, si bien algunas especies no tendrían amenazas evidentes que estén afectando sus poblaciones actualmente, serían susceptibles a una amenaza no tan aparente tal como es el cambio climático. Esto se debe principalmente a que el impacto del cambio climático es un proceso lento que afectaría a las especies en el mediano a largo plazo. Por otro lado, en el caso de las especies en la categoría DD, si bien no se cuenta con información suiciente para evaluar su riesgo de extinción usando la Lista Roja, la poca información que se tiene, en conjunción con las proyecciones de cambios en las condiciones climáticas, estaría revelando que serían vulnerables al cambio climático. En consecuencia, se recomienda priorizar la recopilación de información para las especies DD y monitorear las poblaciones de las especies LC que serían vulnerables al cambio climático, para asegurar que cualquier impacto sobre ellas por cambios en el clima pueda ser tenido en cuenta y atenuado.

Al momento de identiicar medidas de conservación para atenuar los efectos del cambio climático, los rasgos biológicos identiicados en este estudio, en conjunción con sus mecanismos de impacto, pueden proveer lineamientos importantes para la conservación efectiva de las especies. Como se menciona anteriormente, no es posible proporcionar una orientación especíica sobre las medidas que serían más eicaces, debido a las diferencias de contexto que existen en casi todos los casos. Sin embargo, con el in de ilustrar cómo los rasgos de vulnerabilidad podrían informar las acciones de conservación, se proporcionan aquí unos ejemplos sencillos:  Para las especies que tienen limitaciones para dispersarse como una respuesta al cambio climático, sería recomendable facilitar su dispersión, ya sea a través de asegurar la conectividad del paisaje (es decir, la eliminación barreras) o manualmente mediante la reubicación de poblaciones a zonas con un clima más adecuado.  Para las especies que tienen un rango de tolerancia estrecha para alguna variable ambiental (p. ej. incendios, inundaciones, temperatura, etc.), se recomienda utilizar distintas técnicas de manejo del hábitat (p. ej. gestión del régimen de fuego, hidrología) para asegurar que persistan

Particular importancia se debe prestar a aquellas especies que han sido identiicadas como amenazadas y que, además, serían vulnerables al cambio climático. Por ejemplo, de los grupos taxonómicos evaluados, el 40% de las plantas estarían en esta situación, al igual que el 25% de las libélulas y los moluscos y 12% de los peces. En estos casos, las medidas de conservación

153

Figura 8.13 Combinaciones de las tres dimensiones del Marco para la Evaluación de la Vulnerabilidad de las Especies al Cambio Climático y las implicaciones para la conservación de las especies en cada caso (adaptado de Foden et al. 2013).



las condiciones adecuadas dentro del rango de distribución actual de las especies. Para las especies con dependencias interespecíicas conocidas (p. ej. especies que tienen presas especíicas), se recomienda monitorear la especie sobre la cual la especie focal depende y, de ser necesario, manejar la población de esta especie para garantizar que el cambio climático no repercuta negativamente sobre las poblaciones de la especie focal.

Carr, J.A., Outhwaite, W.E., Goodman, G.L., Oldield, T.E.E. y Foden, W.B. 2013. Vital but vulnerable: Climate change vulnerability and human use of wildlife in Arica’s Albertine Rit. Occasional Paper of the IUCN Species Survival Commission No. 48. IUCN, Gland, Switzerland and Cambridge, UK. CEPF. 2015. Peril de Ecosistema: Hotspot de Biodiversidad de los Andes Tropicales. Chevin, L-M., Lande, R. y Mace, G.M. 2010. Adaptation, plasticity, and extinction in a changing environment: towards a predictive theory. PLoS Biol, 8(4): e1000357. Costa, W.J.E.M. 2003. Family Rivulidae (South American annual ishes). En: R.E. Reis, S.O. Kullander y C.J. Ferraris (eds.) Check list of the reshwater ishes of South and Central America, pp. 526-548. Edipucrs, Porto Alegre, Brasil. Cuesta, F., Báez, S., Ramírez, J., Tovar, C., Devenish, C., Buytaert, W. y Jarvis, A. 2012. Síntesis de los impactos y estado del conocimiento de los efectos del cambio climático en la biodiversidad de los Andes Tropicales. En: F. Cuesta, M. Bustamante, M.T. Becerra, J. Postigo y J. Peralvo (eds.) 2012. Panorama andino de cambio climático: Vulnerabilidad y adaptación en los Andes Tropicales, pp. 103-139. CONDESAN, SGCAN, Lima, Perú. Deutsch, C.A., Tewksbury, J.J., Huey, R.B., Sheldon, K.S., Ghalambor, C.K., Haak, D.C. y Martin, P.R. 2008. Impacts of climate warming on terrestrial ectotherms across latitude. Proceedings of the National Academy of Sciences, 105(18): 6668-6672. Foden, W.B., Butchart, S.H., Stuart, S.N., Vié, J.C., Akçakaya, H.R., Angulo, A., DeVantier, L.M., Gutsche, A., Turak, E., Cao, L. y Donner, S.D. 2013. Identifying the world’s most climate change vulnerable species: a systematic trait-based assessment of all birds, amphibians and corals. PLoS One, 8(6): p.e65427. Granados, H. 1973. Distribución hidrográica y ecología de Acostaea rivoli (Deshayes) de la cuenca del río Magdalena, Colombia (Bivalvia, Etheriidae). Ciencia, 28: 1-16. Herzog, S.K., Martínez, R., Jørgensen, P.M. y Tiessen, H. 2012. Cambio Climático y Biodiversidad en los Andes Tropicales. Inter-American Institute for Global Change Research (IAI) and Scientiic Committee on Problems of the Environment (SCOPE). Kaser, G. 1999. A review of the modern luctuations of tropical glaciers. Global and Planetary Change, 22: 93-103. López-Delgado, E.O., Vásquez-Ramos, J.M., Reinoso-Flórez, G., VejaranoDelgado, M.A. y Melo, J.E. 2009. Plan de manejo de la ostra de agua dulce Acostea rivoli (Deshayes, 1827) del río Opia, departamento del Tolima. CORTOLIMA-Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia. Maldonado, M., Maldonado-Ocampo, J.A., Ortega, H., Encalada, A.C., Carvajal-Vallejos, F.M., Rivadeneira, J.F., Acosta, F., Jacobsen, D.,

Esta serie de ejemplos no son exhaustivos ni inclusivos para todas las especies, pero sirven para dar una idea de cómo se podrían usar algunos de los rasgos biológicos identiicados aquí (y los mecanismos subyacentes que estarían actuando) para implementar acciones de conservación. Se espera que esta información, en conjunto con otra información relevante, sea tomada en cuenta por los tomadores de decisión y encargados de manejar las especies para diseñar e implementar estrategias de conservación.

8.5 Referencias Anderson, E., Marengo, J., Villalba, R., Halloy, S., Young, B., Cordero, D., Gast, F., Jaimes, E. y Ruiz, D. 2012. Consecuencias del Cambio Climático en los Ecosistemas y Servicios Ecosistémicos de los Andes Tropicales. En: S.K. Herzog, R. Martínez, P.M. Jørgensen y H. Tiessen, (eds.), Cambio Climático y Biodiversidad en los Andes Tropicales, pp. 1-18. Inter-American Institute for Global Change Research (IAI) and Scientiic Committee on Problems of the Environment (SCOPE), Paris. Bradshaw, W.E. y Holzapfel, C.M. 2006. Evolutionary response to rapid climate change. Science, 312(5779): 1477-1478. Buytaert, W. y De Bièvre, B. 2012. Water for cities: he impact of climate change and demographic growth in the tropical Andes. Water Resources Research, 48: W08503. Cardillo, M., Mace, G.M., Jones, K.E., Bielby, J., Bininda-Emonds, O.R., Sechrest, W., Orme, C.D.L. y Purvis, A. 2005. Multiple causes of high extinction risk in large mammal species. Science, 309(5738): 12391241.

154

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155

Río Suarez, Colombia. Foto: © Carlos A. Lasso.

Capítulo 9. Síntesis para todos los grupos taxonómicos Marcelo F. Tognelli1, Lina M. Mesa S.2 y Carlos A. Lasso2

9.1 9.2

9.3 9.4 9.5 9.6 9.7

9.8

Estado de conservación ......................................................................................................................................................................157 Patrones de riqueza de especies .........................................................................................................................................................158 9.2.1 Riqueza de especies por país.....................................................................................................................................................158 9.2.2 Centros de riqueza de especies endémicas ..............................................................................................................................158 9.2.3 Distribución de especies amenazadas ......................................................................................................................................160 9.2.4 Distribución de especies con Datos Insuicientes ..................................................................................................................161 Principales hábitats para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales .......................................................................162 Principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales ....................................................................163 9.4.1 Distribución de las principales amenazas ...............................................................................................................................165 Provisión de servicios ecosistémicos por la biodiversidad de agua dulce ......................................................................................168 Acciones de conservación y recomendaciones ................................................................................................................................168 Prioridades de conservación de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales............................................................170 9.7.1 Riesgo de extinción, vulnerabilidad al cambio climático, utilización y grado de protección de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales ............................................................................................................................................................170 9.7.2 Cobertura de las ACB ..............................................................................................................................................................172 Referencias...........................................................................................................................................................................................173

En este capítulo se combinan los datos de los Capítulos 3 a 8 para sintetizar la información de los cuatro grupos taxonómicos evaluados (peces de agua dulce, moluscos, libélulas y plantas acuáticas) en los Andes Tropicales. Se incluye información cuantitativa sobre los patrones de distribución de riqueza de especies endémicas, especies amenazadas, el estado de conservación y los principales factores que amenazan a la biodiversidad de agua dulce en la región, además de las acciones de conservación recomendadas. Se incluye también una síntesis de los distintos análisis realizados en función del riesgo de extinción, la vulnerabilidad al cambio climático, la utilización por las personas y el grado de protección de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales, y de cómo las Áreas Claves para la Biodiversidad identiicadas y delimitadas vendrían a cubrir algunos de los vacíos de conservación encontrados.

9.1 Estado de conservación Cuando se combina la información sobre el estado de conservación de los cuatro grupos taxonómicos evaluados, se encuentra que el 17.5% del total de especies para las cuales existe información suiciente para evaluar su estado de conservación (i. e. excluyendo las especies en la categoría DD), están amenazadas (VU, EN o CR) (Tabla 9.1). Los moluscos de agua dulce y las plantas acuáticas son los grupos que, en proporción a la cantidad de especies evaluadas, poseen los mayores porcentajes de especies amenazadas, seguidos por los peces y las libélulas (Tabla 9.1). En general, la proporción de especies por categoría es similar en los distintos grupos taxonómicos, excepto por los moluscos que presenta un gran porcentaje en la categoría de Datos Insuicientes (Tabla 9.1 y igura 9.1), resaltando la falta de información para este grupo en la región. Sin embargo, cabe recordar que solo se incluyeron las especies endémicas de la región de estudio en el análisis y que, de agregar las especies no endémicas, esta proporción muy probablemente cambiaría, ya que muchas de las especies con distribuciones amplias generalmente son de Preocupación Menor (LC).

El objetivo de este análisis (y los datos que se incluyen) es proporcionar resultados que puedan ser utilizados por organizaciones gubernamentales y no gubernamentales para orientar los procesos de planiicación de la conservación y el desarrollo en los ecosistemas de agua dulce de los Andes Tropicales a nivel nacional, regional, de cuencas y de sitio.

1 2

IUCN-CI Biodiversity Assessment Unit. Global Species Programme. he Betty and Gordon Moore Center for Science. Conservation International. 2011 Crystal Dr., Suite 500. Arlington, VA 22202, USA. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt. Calle 28A # 15-09, Bogotá D.C., Colombia.

157

Tabla 9.1 Número de especies de agua dulce en los Andes Tropicales en cada categoría de la Lista Roja de la UICN y por grupo taxonómico. * El porcentaje está calculado sobre el total de especies para las cuales existe suiciente información para evaluar su estado de conservación (i. e. excluyendo las especies en las categorías DD). Grupo

DD

LC

NT

VU

EN

CR

Total

% Amenazadas*

% DD

Libélulas

78

112

5

6

10

5

216

15.2

36.1

Moluscos

21

7

1

3

0

2

34

38.5

61.8

Peces

215

341

36

33

28

13

666

16.4

32.3

Plantas

15

22

2

8

1

3

51

30.0

29.4

Total

329

479

47

50

39

23

967

17.5

34.0

Figura 9.1 Proporción de especies de agua dulce de los Andes Tropicales en cada categoría de la Lista Roja de la UICN y por grupo taxonómico.

Perú (430), Ecuador (311) y Bolivia (163). Cabe recordar que solo se incluyeron especies endémicas del área de estudio y que ésta no incluye la supericie total de cada país. Peces es el grupo más numeroso en cada país, seguido por las libélulas, las plantas y los moluscos (Figura 9.2). Un patrón similar ocurre con las especies amenazadas, con Colombia encabezando la lista (64 especies en total), seguida por Perú (33), Ecuador (15) y Bolivia (11). Notablemente, Bolivia y Perú no presentaron especies de moluscos y libélulas en categorías de amenaza (Figura 9.2). Notar que, aunque aquí se incluyeron a las especies categorizadas como DD en el grupo de “No Amenazadas”, es posible que luego de que exista suiciente información para determinar su estado de conservación, puedan estar efectivamente amenazadas.

9.2 Patrones de riqueza de especies Los patrones de distribución de riqueza de especies se presentan como el número de especies por sub-cuenca (usando el Nivel 8 de la capa HydroBASINS; Lehner y Grill, 2013). Como ocurre con los mapas de riqueza de especies que se han presentado en los capítulos previos, estos podrían estar relejando un sesgo debido a la intensidad de muestreo y a la metodología de mapeo. Por un lado, esta es una región híper diversa que no ha sido exhaustivamente muestreada y en la que continuamente se describen nuevas especies. Por el otro, es sabido que hay regiones de los distintos países que son menos accesibles que otras, ya sea por la diicultad del terreno y ausencia de caminos o bien por problemas de inseguridad y, por lo tanto, su biodiversidad está menos explorada. También, es importante destacar que los patrones de distribución están fuertemente inluenciados por los grupos con mayor número de especies; para el caso de esta evaluación, los peces y las libélulas.

9.2.2 Centros de riqueza de especies endémicas Las cuencas con mayor concentración de especies endémicas son la de los ríos Cauca y Magdalena en Colombia; Napo y Pastaza en Ecuador; Ucayali, Madre de Dios y Urubamba en Perú y Beni y Mamoré en Bolivia (Figura 9.3). En general, este patrón es más marcado en las cabeceras de las cuencas mencionadas, disminuyendo hacia las partes bajas. Las áreas correspondientes a la Amazonia de cada uno de los países se muestran con menor

9.2.1 Riqueza de especies por país De las especies incluidas en esta evaluación, el país con mayor riqueza de especies combinadas es Colombia (467), seguido por

158

Figura 9.2 Número de especies amenazadas (VU, EN, CR) y no amenazadas (DD, LC, NT) de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas) por país en los Andes Tropicales. Notar que algunas especies pueden estar presentes en dos o más países.

Parte alta de la cuenca del río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

159

La alta concentración de especies endémicas en Colombia se debería principalmente a la heterogeneidad ambiental generada por las tres cordilleras que la recorren de norte a sur, separadas por importantes valles interandinos, que dan lugar a una gran diversidad de ambientes de agua dulce (Anderson y MaldonadoOcampo 2011). Geográicamente es importante hacer notar el aporte en endemismos de las cuencas pacíicas como el río Dagua en Colombia y el Esmeraldas en Ecuador, los cuales a pesar de ser más recientes que su contrapartida oriental trasandina y cisandina, tienen un recorrido signiicativo para albergar una riqueza de endemismos a ser considerada.

riqueza de especies. Dado que los peces es el grupo con mayor número de especies, este patrón relejaría el gradiente altitudinal en este grupo, con mayor número de especies entre los 500 y 2200 m s.n.m. y disminuyendo por encima de los 2500 m s.n.m. (Anderson y Maldonado-Ocampo 2011). Sin embargo, esto también podría deberse a que en este análisis no se incluyeron las especies no endémicas (i. e. especies que se distribuyen también en Brasil). Es posible también que algunas de estas áreas que muestran baja diversidad de especies (p. ej. región de la Amazonía colombiana) podrían estar relacionadas con los escasos inventarios realizados en esas zonas. El sesgo de muestreo en áreas cercanas a ciudades o centros poblados se puede observar en la alta concentración de especies en la cuenca del río Nanay, en la Amazonía peruana, cerca de la ciudad de Iquitos, donde se encuentra el Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana.

9.2.3 Distribución de especies amenazadas En general, el patrón de distribución de especies amenazadas es similar al del total de las especies endémicas, aunque las sub-

Figura 9.3 Distribución de las especies endémicas de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas) por sub-cuencas en los Andes Tropicales.

160

En algunos casos, el bajo número de especies amenazadas en algunas áreas no relejaría el patrón real del riesgo de extinción de la biodiversidad de agua dulce en la región. Esto se debe a que para muchas especies no hubo suiciente información para evaluar su estado de conservación (especies DD; ver igura 9.5) y podrían estar efectivamente amenazadas.

cuencas de Colombia presentan mayores números (Figura 9.4). Las cuencas con mayor concentración de especies amenazadas corresponden a los ríos Magdalena y Cauca en Colombia, seguido por las cuencas de los ríos Ucayali, Madre de Dios y Marañón en Perú; Napo, Pastaza y Cayapas en Ecuador, y Beni y Mamoré en Bolivia (Figura 9.4). En cierta medida, este patrón releja que donde la biodiversidad de agua dulce coexiste con poblaciones humanas, la presión sobre los ecosistemas acuáticos suelen ser muy grandes, generando así concentraciones de especies amenazadas. Por ejemplo, las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia albergan casi el 80% de la población de ese país, generan el 75% de la energía, el 70% de la producción agrícola, 90% de la de café y, además, sus aguas son usadas para el consumo humano, cultivos y producción industrial, y proveen el 50% de la pesca continental (Téllez et al. 2012).

9.2.3 Distribución de especies con Datos Insuicientes El patrón de especies con Datos Insuicientes (DD) es también similar al del total de especies endémicas, aunque con algunas cuencas no mencionadas anteriormente apareciendo con alta concentración de especies DD (Figura 9.5). Por ejemplo, en Colombia la mayor concentración de especies DD tiene lugar en las cabeceras de la cuenca del río Atrato, además de la parte

Figura 9.4 Distribución de las especies amenazadas de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas) por sub-cuencas en los Andes Tropicales.

161

Figura 9.5 Distribución de las especies con Datos Insuicientes (DD) de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas) por subcuencas en los Andes Tropicales.

media de la cuenca del río Magdalena y la parte alta de la cuenca del río Cauca. También aparece con alto número de especies DD una sub-cuenca de la parte alta de la cuenca del río Caquetá en la Amazonía colombiana. En Ecuador, las especies DD se concentran en las cabeceras de los ríos Napo y Pastaza y en algunas cuencas de los ríos Esmeraldas y Cayapas en el noroeste del país. En Perú, el mayor número de especies DD se encuentra en la parte alta del río Ucayali, en la sub-cuenca del río Nanay en la Amazonía peruana, y en las partes altas de las cuencas de los ríos Huallaga y Marañón. Finalmente, en Bolivia, las partes altas de las cuencas Beni y Mamoré concentran el mayor número de especies con Datos Insuicientes.

mayor investigación para poder evaluar el estado de conservación de las especies presentes. Esto se ve relejado aún más en el hecho de que para muchas especies (15 en total) ni siquiera hay suiciente información precisa sobre sus localidades de colección para que se pudieran generar mapas de distribución. Por lo tanto, el mapa de riqueza de especies DD no está del todo completo.

9.3 Principales hábitats para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales Cuando se realizan las evaluaciones de las especies utilizando la Lista Roja de la UICN, se utiliza un esquema de clasiicación de hábitats y se codiican los hábitats adecuados para cada una de las especies (ver Capítulo 2 para más detalle). De esta

El patrón de riqueza de especies con Datos Insuicientes resalta aquellas áreas con vacíos de información y donde se necesita

162

Figura 9.6 Principales hábitats para las especies de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales. Nótese que algunas especies pueden encontrarse en más de un tipo de hábitat.

manera, la igura 9.6 muestra que más de dos tercios (69%) de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales tiene a los ríos, arroyos y quebradas con aguas permanentes como el hábitat principal donde ocurren (793 especies en total). Le siguen las charcas y lagunas permanentes (< 8 ha) y el bosque húmedo tropical/subtropical de tierras bajas, ambos con 6%, y los lagos de agua dulce permanentes (> 8 ha) con 5% del total de las especies de agua dulce evaluadas. Sin embargo, cabe resaltar que en la igura 9.6 solo se presentan los hábitats identiicados para => 1% de las especies, pero hay especies en otros 21 tipos de hábitats de agua dulce que no están representados en el gráico; algunas de ellas con alta especialización (p. ej. manantiales, sistemas hidrológicos subterráneos). Un ejemplo es el pez sanguijuela (Phreatobious sanguijuela), una especie de aguas subterráneas que se conoce solamente de un pozo de agua (o noria) de la Comunidad de Porvenir, a 2 km del río Paraguá, en la cuenca del río Iténez en el este de Bolivia (Fernández et al. 2007). Solo se conoce de cuatro especímenes que fueron colectados accidentalmente en el pozo de agua y se considera que está En Peligro Critico (CR) debido a que los pobladores los eliminan cuando los encuentran porque los confunden con sanguijuelas. Se sospecha que esta especie también puede estar afectada por la cloración del agua por parte de la comunidad local.

de conservación apropiadas para cada una. De acuerdo con el primer nivel, las principales amenazas directas para las especies de agua dulce amenazadas (VU, EN, y CR) y Casi Amenazadas (NT) de los Andes Tropicales son la agricultura y la acuicultura, la contaminación, la modiicación de los sistemas naturales, la producción de energía y minería y el uso de los recursos biológicos (Tabla 9.2).

Plantaciones de arroz en la cuenca del río Sinú, Caribe colombiano. Foto: © Carlos A. Lasso.

9.4 Principales amenazas para la biodiversidad de agua dulce de los Andes Tropicales

En la igura 9.7 se presentan las sub-categorías de amenaza (nivel 2) de los cinco factores de amenaza (nivel 1) más importantes identiicados para las especies amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de los cuatro grupos evaluados. Se puede observar, por ejemplo, que los principales factores de amenaza para las especies de libélulas son la minería y extracción de áridos, la deforestación por tala y extracción de madera y los cultivos anuales y perennes. Para los moluscos son la contaminación por aguas residuales domésticas y urbanas, las represas y el uso y manejo de agua y los cultivos anuales y perennes. Los peces están principalmente afectados por contaminación por eluentes agrícolas y forestales,

Para cada especie evaluada utilizando la Lista Roja de la UICN, los factores de amenazas se codiican utilizando el esquema de clasiicación de amenazas basado en Salafsky et al. (2008) (ver Capítulo 2 para más detalle). Este esquema presenta los factores de amenaza en tres niveles, desde más general a más especíico. De esta manera, los procesos que están afectando, o podrían afectar a las especies se pueden analizar y cuantiicar. Esto no solo permite evaluar a las especies, sino también orientar las acciones

163

Tabla 9.2 Porcentaje de las especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) en cada grupo taxonómico según categoría de amenaza del primer nivel (actuales y futuras).

Figura 9.7 Principales factores de amenaza (nivel 1 y nivel 2) para las especies amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de agua dulce (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales. Nótese que algunas especies pueden presentar más de una amenaza.

acuáticas están afectadas principalmente por la ganadería y cría en granjas, las represas y el uso y manejo de agua así como la minería y extracción de áridos.

el represamiento y el uso y manejo de agua, la minería y extracción de áridos y la contaminación por eluentes industriales y militares y por aguas residuales domésticas y urbanas. A su vez, las plantas

164

Impacto por agricultura en la cuenca alta del río Cauca, en la región de Buga, Colombia. Los factores principales de amenazas allí son la alteración del bosque ribereño, la contaminación por agroquímicos y los cultivos de caña de azúcar. Foto: © José Iván Mojica.

En función de la distribución de las especies amenazadas y Casi Amenazadas afectadas por agricultura y acuicultura, se observa que la mayor concentración está en las sub-cuencas de las cuencas alta y media de los ríos Magdalena y Cauca (y en menor medida, en las partes bajas de ambos ríos), y en los ríos Atrato y Nechí en Colombia (Figura 9.8a). Le sigue Bolivia con números relativamente altos de especies amenazadas por agricultura y acuicultura en las partes altas de las cuencas del río Beni y Mamoré, luego las cuencas de los ríos Cayapas, Napo y Pastaza en Ecuador y, inalmente, algunas pocas especies afectadas en las cuencas de los ríos Marañón y Madre de Dios en Perú.

9.4.1 Distribución de las principales amenazas Las principales amenazas fueron detalladas y discutidas en los capítulos correspondientes a cada grupo taxonómico, por lo tanto no se incluye esa información aquí. Si bien la información sobre la distribución espacial de las amenazas no fue compilada durante el proceso de evaluación de la Lista Roja, se intenta identiicar aquí las áreas más afectadas por los principales factores de amenaza. Para ello, se generaron mapas de riqueza de especies amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos combinados para cada una de las categorías de amenaza principal identiicadas en la sección anterior como más importantes (i. e. agricultura y acuicultura, uso de recursos biológicos, producción de energía y minería, modiicaciones de sistemas naturales, y contaminación). Mediante el examen de la distribución de especies que están amenazadas y Casi Amenazadas y los factores que estarían afectando a esas especies se pretende identiicar áreas prioritarias para futuras investigaciones y acciones de conservación. Es importante advertir, sin embargo, que los patrones de distribución de las amenazas están seguramente inluenciados por los dos grupos con mayor cantidad de especies, los peces y las libélulas. También es importante aclarar que muchas de las amenazas no afectan de manera homogénea toda la distribución de la especie (particularmente en especies con distribuciones amplias), por lo que en muchos casos la extrapolación a todo el rango de distribución de la especie sería una sobreestimación de la distribución de la amenaza.

La agricultura representa una de las amenazas más signiicativas para los sistemas acuáticos a nivel mundial, siendo uno de los factores principales detrás de la pérdida y degradación del hábitat. Esto presenta un desafío importante para el manejo de las cuencas; por un lado la creciente demanda de tierras para la producción de alimentos y, por el otro, las consecuencias que esta actividad trae aparejada para los ecosistemas, particularmente de agua dulce. Así, aproximadamente el 38% del total de especies amenazadas y Casi Amenazadas de agua dulce de los Andes Tropicales están afectadas por las actividades agrícolas (Tabla 9.2). Las actividades agrícolas están asociadas, por ejemplo, con la desecación de ciénagas y humedales en la cuenca del río Magdalena en Colombia, extracción de agua para riego de arrozales en la Amazonia boliviana, y contaminación con

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las cuencas de los ríos Cayapas y Esmeraldas en la vertiente del Pacíico y en las partes altas de las cuencas de los ríos Napo y Pastaza en la vertiente amazónica de ese país.

agroquímicos a lo largo de varias de las cuencas evaluadas de los distintos países incluidos en este estudio. Las especies afectadas por el uso de los recursos biológicos están concentradas principalmente a lo largo de las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, y en las cuencas de los ríos Nechí, César, Sinú y Atrato en Colombia (Figura 9.8b). En Ecuador se encuentran en las cuencas de los ríos Cayapas y Esmeraldas, alto Pastaza y Santiago. En Perú, la mayor concentración de especies afectadas por el uso de los recursos biológicos está en las cabeceras de las cuencas de los ríos Ucayali y Huallaga, y en sub-cuencas del río Marañón y Amazonas. Unas pocas sub-cuencas con bajo número de especies se encuentran en las cuencas de los ríos Beni, Mamoré e Iténez en Bolivia.

En cuanto a las modiicaciones de los sistemas naturales (principalmente represas y manejo y uso de agua), la mayor cantidad de especies afectadas por este factor de amenaza se encuentra a lo largo de las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, Atrato, Nechi, Sinú y César en Colombia (Figura 9.9b). Le sigue Perú con relativamente alto número de especies en las cabeceras de los ríos Ucayali y Huallaga y en las cuencas de los ríos Marañón y Madre de Dios. En Bolivia, las especies más afectadas por este factor de amenaza se encuentran en las cabeceras de las cuencas de los ríos Mamoré y Beni, mientras que en Ecuador las pocas especies afectadas se concentran en las cuencas de los ríos Cayapas, Esmeraldas y cabeceras de las cuencas de los ríos Napo y Pastaza.

La mayor concentración de especies afectadas por la producción de energía y minería se encuentra en las cuencas de los ríos Dagua, Anchicayá, San Juan, Baudó-Directos y Atrato en la costa del Pacíico en Colombia y en la parte alta del río Cauca y media del río Magdalena en ese país (Figura 9.9a). En Perú, la cuenca del río Madre de Dios es la que concentra la mayor cantidad de especies afectadas por la producción de energía y minería, mientras que en Bolivia es la parte alta de las cuencas Mamoré y Beni. En Ecuador hay menor cantidad de especies afectadas por este factor de amenaza, y se encuentran principalmente en

Finalmente, las especies afectadas por la contaminación están concentradas principalmente a lo largo de las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca, y en las cuencas de los ríos Nechi, César, Sinú y Atrato en Colombia (Figura 9.10). Le sigue Perú, con un alto número de especies afectadas en las cabeceras de las cuencas de los ríos Ucayali y Huallaga, y en sub-cuencas del río Marañón y Madre de Dios. En Ecuador, se encuentran en las cuencas de los ríos Cayapas y Esmeraldas en la vertiente del Pacíico, y en las

Figura 9.8 Riqueza de especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos combinados (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales afectadas por: a) agricultura y acuicultura; b) uso de los recursos biológicos.

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Actividades mineras en el río Beni, Bolivia. Foto: © Fernando M. Carvajal-Vallejos.

Figura 9.9 Riqueza de especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos combinados (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales afectadas por: a) producción de energía y minería; b) modiicaciones de sistemas naturales.

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9.5 Provisión de servicios ecosistémicos por la biodiversidad de agua dulce Cuando se realizan las evaluaciones de la Lista Roja, se registra el uso y comercialización de las especies por parte de las personas. Esta información permite identiicar aquellas especies de agua dulce que proveen servicios ecosistémicos para los humanos (p. ej. alimento, forraje, medicina) en los Andes Tropicales. Sin embargo, es importante aclarar que la utilización de las especies no implica necesariamente una amenaza, sobre todo si es un uso sostenible. En caso que la explotación de una especie (p. ej. por pesquerías) esté afectando negativamente su población, esto se registra en la sección de amenazas correspondiente a “uso de los recursos biológicos”. Si bien se registran aquí los principales servicios directos provistos por las especies de agua dulce (alimento, mascotas, forraje, ibras, etc.), se sabe que estas especies proveen otros servicios ecosistémicos indirectos, como por ejemplo la iltración de agua por moluscos o el control de inundaciones por plantas. Los resultados muestran que de las 967 especies de agua dulce evaluadas, 206 (21.3%) son utilizadas como alimento humano o para comercialización como ornamental. De estas, la mayoría son peces (194) y el resto son moluscos (12). Se registraron además, otras 46 especies (44 peces y 2 plantas) que podrían estar siendo utilizadas (su uso no pudo ser conirmado, pero por sus características se presume que podrían ser potencialmente usadas) como alimento, para comercialización como ornamental o para forraje, en el caso de las plantas. Ninguna de las especies de libélulas fue registrada con algún uso directo, pero se sabe que algunas pueden actuar como controladores de insectos, particularmente mosquitos (Simaika y Samways 2008).

Figura 9.10 Riqueza de especies de agua dulce amenazadas y Casi Amenazadas (NT) de todos los grupos taxonómicos combinados (libélulas, moluscos, peces y plantas) de los Andes Tropicales afectadas por contaminación.

cabeceras de los ríos Pastaza y Napo. Unas pocas sub-cuencas con bajo número de especies se encuentran en las cuencas de los ríos Beni y Mamoré en Bolivia.

Dado que los peces de agua dulce es el grupo con mayor número de especies utilizadas, se presentan a continuación los resultados encontrados para este grupo. El uso principal de los peces de agua dulce en los Andes Tropicales es para consumo humano, principalmente para subsistencia por las comunidades locales. Los datos indican que 16.2% (108 especies) del total de especies de peces evaluados tienen un consumo conirmado (Figura 9.11). De estas, 22 especies están en alguna categoría de amenaza (VU, EN o CR), por lo que se recomienda un seguimiento de sus poblaciones. Además, se muestra que un 4.0% de las especies (27 especies) podrían estar siendo utilizadas para consumo humano. En cuanto a la pesca para el comercio ornamental, el 14.1% (94 especies) de los peces tiene un uso conirmado para este in, de los cuales 9 están en alguna categoría de amenaza. Otro 3.6% de las especies serían potencialmente utilizadas para el mercado ornamental.

En general y como era de esperar, se puede observar que la distribución de los distintos factores de amenaza sigue el patrón de riqueza de especies endémicas y el patrón de especies amenazadas. Así, las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca en Colombia, son las que albergan la mayor cantidad de especies endémicas y amenazadas por sub-cuenca, y también concentra todos los factores de amenazas principales registrados. Este resultado es bastante predecible dado que, tal como se ha mencionado más arriba y en los capítulos anteriores, estas cuencas concentran el 80% de la población humana de Colombia y todas las actividades socio-económicas que esto trae aparejado. Las regiones impactadas por los distintos factores de amenazas en los otros países también están relacionadas con los patrones de riqueza de especies (tanto endémicas como amenazadas), pero a diferencia de lo que ocurre en Colombia, el grado de afectación varía en función de la amenaza. Por ejemplo, las cuencas de los ríos Ucayali y Madre de Dios en Perú no están prácticamente afectadas por la agricultura y acuicultura, pero si, en mayor o menor medida, por los otros factores de amenazas.

9.6 Acciones de conservación y recomendaciones En los capítulos precedentes se discutieron los resultados de cada grupo taxonómico por separado y se realizaron recomendaciones tendientes al mejor manejo y conservación de las especies de agua

168

El bagre rayado (Pseudoplatystoma magdaleniatum) ha sido categorizada como En Peligro (EN) debido principalmente a la sobrepesca. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

dulce. En esta sección se resume la información de los cuatro grupos, compilada durante el proceso de evaluación de la Lista Roja, donde se codiicaron las distintas acciones de conservación y manejo recomendadas para cada especie que lo necesitare. Las principales medidas identiicadas por los expertos incluyen la protección de áreas o sitios, el manejo de áreas o sitios y la protección de recursos y hábitats (Figura 9.12).

los peces y 25% de las plantas estarían presentes en alguna área protegida existente. Ninguna de las especies de moluscos amenazados se encontraría en áreas protegidas. Para aquellas especies que se encuentran dentro de áreas protegidas existentes, se recomienda acciones de manejo y conservación enfocadas a la biodiversidad de agua dulce, dado que, en la mayoría de los casos, las áreas protegidas han sido creadas para resguardar ecosistemas terrestres. Para aquellas especies amenazadas o de distribución muy restringida que no están representadas en áreas protegidas existentes, se han identiicado Áreas Clave para la Biodiversidad (ver Capítulo 7), para orientar el establecimiento de nuevas áreas protegidas que tengan en cuenta la biodiversidad de agua dulce. Otras recomendaciones importantes incluyen el establecimiento de políticas y legislación que tiendan a la conservación o uso sostenible de la biodiversidad de agua dulce. En muchos casos, estas regulaciones ya existen y lo que en realidad se necesita es que se veriique la aplicación y el cumplimiento de las mismas. Todo esto puede apoyarse con base a investigaciones nacionales sobre ecorregionalización, con criterios hidrográicos y biológicos, que en conjunto puedan mostrar la funcionalidad de los ecosistemas particulares de agua dulce y de esta forma orientar

La protección de áreas o sitios implica el establecimiento de nuevas áreas protegidas, sean públicas o privadas, o la ampliación de áreas protegidas existentes. Un número considerable de especies de agua dulce requerirían de esta protección para su persistencia (Figura 9.12). Muchos de estos sitios representan hábitats esenciales para la supervivencia de las especies, áreas de reproducción o desove, o simplemente son hábitats únicos y con áreas muy restringidas, como por ejemplo, cavernas, manantiales, charcas temporarias, etc., que podrían ser susceptibles a amenazas localizadas. Del total de especies en categorías de amenaza (VU, EN y CR) en cada grupo taxonómico, el 14.3% de las libélulas, 1.3% de

169

Figura 9.11 Número de especies de peces de agua dulce utilizados o potencialmente utilizados para consumo humano o para el comercio ornamental en los Andes Tropicales.

la planiicación territorial sobre bases más sólidas y concretas (ver por ejemplo el caso de Colombia, Mesa et al. 2016). Finalmente, la comunicación y concientización y educación de las comunidades locales es vital para que cualquier actividad de conservación sea exitosa.

9.7 Prioridades de conservación de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales 9.7.1 Riesgo de extinción, vulnerabilidad al cambio climático, utilización y grado de protección de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales En esta sección se sintetizan los distintos análisis realizados en función del riesgo de extinción, la vulnerabilidad al cambio climático, la utilización por las personas y el grado de protección de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales. El riesgo de extinción está basado en la evaluación de la Lista Roja de las especies (Capítulos 3-6), la vulnerabilidad al cambio climático está basada en los resultados presentados en el Capítulo 8 y la utilización de las especies por las personas y su presencia en áreas protegidas está basada en la información recopilada durante los talleres de evaluación y presentada anteriormente en este capítulo. La información sobre utilización de las especies incluye solamente el uso conirmado (no potencial), tanto para consumo como para ornamental. Es importante aclarar que, si bien el cambio climático puede ser empleado para la evaluación del riesgo de extinción de las especies (evaluaciones de la Lista Roja), los horizontes de tiempo que se usan en la Lista Roja no serían en muchos casos adecuados (i. e. especies con tiempos de generación medianos y largos) para un factor de amenaza que actúa de manera muy lenta, como lo es el cambio climático. Además, la complejidad en la que el cambio climático actúa sobre las especies (p. ej. muchas veces en sinergia con otras amenazas), hace que sea más difícil para los

Pescador en Ciénaga El Llanito, cuenca del río Magdalena, Colombia. La pesca de subsistencia es muy importante para las comunidades locales. Foto: © Elkin Briceño.

170

Figura 9.12 Número de especies de agua dulce en cada grupo taxonómico (libélulas, moluscos, peces y plantas) en cada una de las actividades de conservación y manejo identiicadas como necesarias.

evaluadores estimar su impacto. Es por ello que en este trabajo, la vulnerabilidad de las especies al cambio climático se realizó como un componente separado, utilizando una metodología especíica. El objetivo de la evaluación de la vulnerabilidad de las especies al cambio climático es, entonces, identiicar aquellas especies cuya persistencia podría estar en riesgo por efectos de cambios en el clima en el futuro, pudiendo este tiempo en el futuro estar o no dentro de los horizontes de tiempo empleados en la evaluación de la Lista Roja. Esto también es importante dado que algunas especies que han sido evaluadas como no amenazadas en las evaluaciones de la Lista Roja, podrían sin embargo ser vulnerables al cambio climático y, consecuentemente, deberían ser consideradas a la hora de planiicar esfuerzos de conservación. Se presenta a continuación una tabla (Tabla 9.3) que resume de manera general el efecto combinado del riesgo de extinción, la vulnerabilidad al cambio climático, el uso y el grado de protección de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales. Aquí, se asume que las especies en alguna de las categorías de amenaza de la Lista Roja (VU, EN o CR), que además son vulnerables al cambio climático, y que son utilizadas por las personas y que no están presentes en ninguna área protegida, serían de mayor preocupación para la conservación (en rojo oscuro en la tabla). Por otro lado, las especies no amenazadas (DD, LC o NT), y que no son vulnerables al cambio climático, y no son utilizadas y que además están presentes en áreas protegidas, serían de menor preocupación para la conservación (en verde oscuro en la tabla). Sin embargo, se advierte que esta es una clasiicación muy general y no tiene en cuenta información especíica. Por ejemplo, entre las “No Amenazadas” se incluyeron las especies en la categoría DD (329 especies), muchas de las cuales podrían efectivamente estar amenazadas una vez que haya información suiciente para aplicar

los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN. Por lo tanto, el número de especies en ese grupo estaría sobreestimado. Por otro lado, en las “Amenazadas” se agrupan las especies en las tres categorías de amenaza (VU, EN y CR), sin discriminar el grado de riesgo de extinción. Es posible entonces que una especie En Peligro Crítico, pero que no es vulnerable al cambio climático esté más hacia la izquierda en la última ila de la tabla que una especie En Peligro que además sea vulnerable al cambio climático. También, aquí se ha considerado a la utilización de las especies como un impacto negativo sobre sus poblaciones; mientras que en muchos casos esto es así, se debe tener en cuenta que hay especies que pueden ser utilizadas de manera sostenible y, por lo tanto, sus poblaciones mantenerse estables. Finalmente, tal como se mencionó en el capítulo anterior, la vulnerabilidad al cambio climático es una medida relativa (respecto de las otras especies en el grupo), no absoluta, entonces las especies identiicadas como susceptibles deben ser consideradas como estimaciones de las especies más vulnerables en el grupo. Por todo esto, es importante resaltar que esta clasiicación es orientativa y que, como ya se ha mencionado en los capítulos precedentes, se recomienda evaluar cada caso en particular para tener en cuenta los diferentes contextos en los cuales las especies ocurren. Tal como ya se había remarcado en el capítulo de evaluación de la vulnerabilidad de las especies al cambio climático, se destaca la proporción de especies no amenazadas que serían susceptibles a cambios en el clima (11.1% de las especies no amenazadas). Estas son especies que podrían pasar desapercibidas en los esfuerzos de conservación, ya que actualmente no presentarían riesgos inminentes para su persistencia. Así, aunque no se recomiendan medidas de conservación especíicas para estas especies, es

171

importante saber que serían vulnerables al cambio climático, para que puedan ser incorporadas en planes de manejo y conservación locales o regionales para otras especies. Para el caso de las especies amenazadas, la proporción de especies que además serían vulnerables al cambio climático es aún mayor (21.4%). Esto es importante porque los factores de amenaza identiicados para la evaluación de la Lista Roja podrían potenciarse por el efecto del cambio climático y, por lo tanto, se debería considerar al momento de desarrollar planes de manejo.

capturadas para el mercado ornamental, mientras que Astroblepus latidens (VU) es utilizada localmente como pesca de subsistencia. La ostra del río Opia (Acostaea rivolii) está En Peligro Crítico (CR) dado que sus poblaciones se han reducido en más del 90%, en gran parte por su uso para consumo. Actualmente, existe un plan de manejo para la ostra (López-Delgado et al. 2009), pero las tres especies de peces no tienen ningún grado de protección ni tampoco plan de manejo. Se mencionan aquí estas cuatro especies porque son las que tendrían mayores problemas de conservación, pero la información generada en este reporte y presentada en los distintos capítulos y apéndices permitiría hacer un análisis similar para todas las especies.

Respecto de la utilización de las especies, el 20.3% de las no amenazadas tiene un uso conirmado. Si bien, como se mencionó anteriormente, su uso no necesariamente representa una amenaza, la sinergia con la vulnerabilidad al cambio climático, podría representar un problema en el futuro de algunas especies. En cuanto a las especies amenazadas, el 28.6% tiene algún uso por las personas. En este caso, el efecto combinado con el cambio climático representaría una situación más grave que las especies en el caso anterior y requieren de mayor atención para asegurar su persistencia.

9.7.2 Cobertura de las ACB La evaluación del riesgo de extinción de las especies utilizando los Criterios y Categorías de la Lista Roja de la UICN permite identiicar aquellas que necesitarían medidas de conservación a la escala de sitio, por ejemplo especies que determinan sitios AZE (ver capítulo 7 para mayor información). Este paso fue realizado en este proyecto a través de la identiicación y delimitación de las Áreas Clave para la Biodiversidad (ACB). Durante ese proceso se identiicaron especies determinantes (i. e. que cumplen con los criterios para identiicar ACB), es decir, especies amenazadas y/o de distribución restringida. Así, del total de especies Amenazadas en la tabla 9.3, 85% son especies determinantes, para las cuales se han adoptado ACB existentes (identiicadas para otros grupos taxonómicos), áreas protegidas existentes, o se han delimitado nuevas ACB de agua dulce o se encuentran dentro de las Zonas de Manejo de Cuenca (ZMC) (para más detalle ver capítulo 7). El porcentaje de especies amenazadas no cubierto corresponden principalmente a algunos moluscos y plantas que no se incluyeron en el taller de ACB por falta de recursos e información detallada. Se prevé en el futuro cercano incluir también esas especies en ACB.

La representación de las especies en áreas protegidas es considerablemente mayor entre las no amenazadas (36.1%) que entre las amenazadas (13.4%). En cierto modo, este resultado es esperado dado que, en general, las especies no amenazadas tienen distribuciones más amplias y, por lo tanto, mayor probabilidad de ocurrir en alguna área protegida. En el caso particular de las especies amenazadas, la preocupación mayor es la sinergia entre los distintos factores que afectarían negativamente sus poblaciones. En particular, las cuatro especies que aparecen en el extremo derecho de la última ila de la tabla 9.3 que, además de estar amenazadas, serían vulnerables al cambio climático, son utilizadas por las personas y no están presentes en ninguna área protegida. Estas corresponden a tres especies de peces (Anablepsoides speciosus, Apistogramma cinilabra, Astroblepus latidens) y el bivalvo Acostaea rivolii. Anablepsoides speciosus (CR), y Apistogramma cinilabra (VU), además de estar amenazadas son

Aunque los análisis de vulnerabilidad al cambio climático todavía no estaban completos cuando se realizó el taller de ACB,

Tabla 9.3 Interacciones entre el riesgo de extinción (evaluado usando la Lista Roja), la vulnerabilidad al cambio climático, la utilización de las especies y el grado de protección. La información está basada en las 967 especies de los cuatro grupos taxonómicos evaluados y los números corresponden a la cantidad de especies en cada condición. CC = cambio climático; P = protegida (presencia conirmada en área protegida); NP = no protegida (presencia en área protegida no conirmada).

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Río San Juan en la cuenca media del río Magdalena, Colombia. Foto: © Cornelio Bota-Sierra.

un porcentaje importante de especies que serían susceptibles al cambio climático fueron identiicadas como especies determinantes. Así, el 29% de estas especies estarían presentes en ACB o áreas protegidas existentes o en las nuevas ACB de agua dulce o ZMC delimitadas en este proyecto. Esta cobertura alcanzaría a 16 de las especies que están en las cuatro celdas inferior derecha de la tabla 9.3. Se espera que los datos que se incluyen en este reporte, además de la información detallada sobre la vulnerabilidad de las especies al cambio climático (Apéndice en línea), sirvan para que estas especies sean consideradas en los planes de manejo y conservación existentes o por desarrollar.

la biodiversidad de agua dulce no ha sido considerada al momento de delimitar estas áreas. Por otro lado, las nuevas ACB de agua dulce delimitadas podrían servir para orientar el establecimiento, delimitación y manejo de áreas protegidas y para informar los proyectos de desarrollo en la región. Se espera así que la información provista en este reporte contribuya a la conservación y manejo sostenible de los ecosistemas y la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales.

9.8 Referencias Anderson, E.P. and Maldonado‐Ocampo, J.A. 2011. A regional perspective on the diversity and conservation of tropical Andean ishes. Conservation Biology, 25(1): 30-39. Fernández, L., Saucedo, L.J., Carvajal-Vallejos, F.M. y Schaefer, S.A. 2007. A new phreatic catish of the genus Phreatobius Goeldi, 1905 from groundwaters of the Iténez River, Bolivia (Siluriformes: Heptapteridae). Zootaxa, 1626: 51-58. Lehner, B. y Grill G. 2013. Global river hydrography and network routing: baseline data and new approaches to study the world’s large river systems. Hydrological Processes, 27(15): 2171–2186. Dato disponibles en: www.hydrosheds.org. López-Delgado, E.O., Vásquez-Ramos, J.M., Reinoso-Flórez, G., VejaranoDelgado, M.A. y Melo, J.E. 2009. Plan de manejo de la ostra de agua dulce Acostaea rivoli (Deshayes, 1827) del río Opia, departamento del Tolima. CORTOLIMA-Universidad del Tolima, Ibagué, Colombia. Mesa S., L.M., Corzo, G., Hernández-Manrique, O. L. y Lasso, C. A. 2016. Ecorregiones dulceacuícolas de Colombia: una propuesta para la planiicación territorial. Biota Colombiana (en prensa).

La evaluación del estado de conservación y la distribución de la biodiversidad de agua dulce en los Andes Tropicales, además de la identiicación de los principales factores de amenaza, incluido la vulnerabilidad al cambio climático, representan el primer paso hacia la conservación de estas especies. De este modo, la identiicación de especies determinantes y la adopción de ACB y/o áreas protegidas existentes y la delimitación de nuevas ACB y ZMC realizada en este proyecto no implica que estas especies estén resguardadas. Es importante que las personas u organizaciones encargadas de la toma de decisiones de ACB o áreas protegidas existentes conozcan de la existencia de estas especies en sus respectivas áreas para que puedan integrarlas en la toma de decisiones y promover actividades que aseguren su persistencia; principalmente porque generalmente

173

Téllez, P., Petry, P., Walschburguer, T., Higgins, J. y Apse, C. 2012. Portafolio de conservación de agua dulce para la Cuenca del Magdalena-Cauca. Cormagdalena, Fundación Mario Santo Domingo, he Nature Conservancy, Colombia.

Salafsky, N., Salzer, D., Stattersield, A.J., Hilton-Taylor, C., Neugarten, R., Butchart, S.H., Collen, B., Cox, N., Master, L.L., O’Connor, S. y Wilkie, D. 2008. A standard lexicon for biodiversity conservation: uniied classiications of threats and actions. Conservation Biology, 22(4): 897-911. Simaika, J.P. y Samways, M.J., 2008. Valuing dragonlies as service providers. En: A. Córdoba-Aguilar (ed.) Dragonlies: Model organisms for ecological and evolutionary research, pp.109-123. Oxford University Press, Oxford, UK.

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Apéndice 1. Ejemplo de icha de evaluación de una especie y mapa de distribución Parodon alfonsoi Londoño-Burbano, Román-Valencia & Taphorn, 2011

ANIMALIA - CHORDATA - ACTINOPTERYGII - CHARACIFORMES - PARODONTIDAE- Parodon alfonsoi Common Name/s: Synonym/s:Red List Category & Criteria: Endangered B1ab(iii)

Red List Assessment Assessment Information Date of Assessment: 2014-10-10 Reviewed

Date of review

Status

Reasons for rejection

Improvements needed

True

2015-03-26

Passed

-

-

Assessor(s): Villa-Navarro, F. Reviewer(s): Cox, N.A., Tognelli, M. & Pavanelli, C. Regions: Global Assessment Rationale Parodon alfonsoi has a very restricted range; its extent of occurrence (EOO) is less than 2,860 km². here is deforestation at its single location that leads to increased sedimentation and turbidity; resulting in a continuing decline in the species habitat quality. On the basis of this information it is therefore listed as Endangered.

Distribution Geographic range his species is only known from the Tucuy River in the Lower Magdalena River drainage, a tributary to the Río Calenturitas (9°37’N, 73°17’W), in the Municipality of La Jagua de Ibirico, Cesar, Colombia, at an elevation of 117 meters (Londoño-Burbano et al. 2011). Its EOO is estimated at 2,860 km² (calculated as the minimum convex polygon around the sub-catchments where the species occurs) and it occurs in only one location, based on the main threat to the species (sedimentation and turbidity from deforestation). Biogeographic realms Biogeographic realm: Neotropical Occurrence Country

Presence

Origin

Seasonality

Colombia

Extant

Native

Resident

175

Population here are no data on population size and trends for this species. Population information Current Population Trend: Unknown Continuing decline in mature individuals?

Qualiier

Justiication

-

-

No

Habitats and Ecology he species occurs in the rapids of a small river with rocky bottoms. he habitat quality of this species appears to be declining due to erosion and sedimentation from agricultural activities. he species is sexually dimorphic, and adult males can reach up to 107 mm in length. IUCN Habitat Classiication Scheme Habitat

Season

Suitability

Major Importance?

5.1. Wetlands (inland) -> Wetlands (inland) - Permanent Rivers/Streams/Creeks (includes waterfalls)

Resident

Suitable

Yes

Continuing Decline in Habitat Continuing decline in and/or quality of habitat??

area,

extent

Qualiier

Justiication

Inferred

Decline in habitat quality due to erosion and sedimentation from agricultural activities.

Yes

Movement Patterns Movement Patterns: Not a migrant

Systems System: Freshwater (= Inland waters)

Use and Trade General Use and Trade Information: his species is not utilized.

Threats here is intense deforestation in the area for subsistence agriculture, which increases sedimentation and turbidity in the river.   2.1.2. Agriculture & aquaculture -> Annual & perennial nontimber crops -> Small-holder farming 9.3.2. Pollution -> Agricultural & forestry eluents -> Soil erosion, sedimentation

Impact Score

No. of Stresses

Unknown

Unknown

2

Unknown

Unknown

1

Timing

Scope

Severity

Ongoing

Unknown

Ongoing

Unknown

Conservation Actions here are no direct conservation measures in place for this species. It is not known if populations of this species are found in protected areas. Research is needed to better determine its population size, trends and the impact of the current threats on its population.

176

Bibliography IUCN. 2016. he IUCN Red List of hreatened Species. Version 2016-1. Available at: . (Accessed: 30 June 2016). Londoño-Burbano, A., Román-Valencia C. and Taphorn, D.C. 2011. Taxonomic review of Colombian Parodon (Characiformes: Parodontidae), with description of three new species. Neotropical Ichthyology 9(4): 709-730.

177

Apéndice 2. Lista de especies 2.1 Peces de agua dulce......................................................................................................................................................................... xx 2.2 Moluscos de agua dulce.................................................................................................................................................................. xx 2.3 Libélulas .......................................................................................................................................................................................... xx 2.4 Plantas acuáticas ............................................................................................................................................................................. xx

Se incluye abajo la lista de especies endémicas de los Andes Tropicales en cada grupo taxonómico evaluado y en el orden de los capítulos de este reporte. Para mayor información sobre las especies, ir a la página web de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICNTM (www.iucnredlist.org). Además de la categoría asignada, se incluye información sobre la vulnerabilidad de las especies al cambio climático. Las especies vulnerables al cambio climático son las que fueron categorizadas como “alto” en todas las combinaciones de las tres dimensiones del marco, usando una combinación de los tres modelos, RCP 4.5, proyecciones para el período de 2055, y un supuesto optimista para los valores de datos faltantes (para mayor información, ver captíulo 8). Para la estandarización con estudios internacionales, las abreviaturas de las categorías de la Lista Roja siguen el formato en inglés. CR = En Peligro Crítico; EN = En Peligro; VU = Vulnerable; NT = Casi Amenazada; LC = Preocupación Menor; DD = Datos Insuicientes. Cat = Categoría de la Lista Roja de la UICN; CC = vulnerable al cambio climático.

2.1 Peces de agua dulce Clase: Chondrichthyes

Orden: Characiformes Familia Especies

Cat

CC

CC

Bryconidae

Brycon meeki

LC

No

LC

No

Bryconidae

Brycon moorei

VU

No

EN

No

Bryconidae

Brycon oligolepis

LC

No

Bryconidae

Brycon posadae

NT

No

Clase: Actinopterygii

Bryconidae

Brycon rubricauda

LC

No

Orden: Batrachoidiformes Familia Especies

Bryconidae

Brycon sinuensis

LC

No

Cat

CC

Bryconidae

Brycon stolzmanni

LC

No

Batrachoididae

Daector gerringi

DD

No

Characidae

Acestrocephalus anomalus

DD

No

Batrachoididae

Daector quadrizonatus

DD

No

Characidae

Acestrocephalus boehlkei

LC

No

Characidae

Argopleura chocoensis

LC

No

Characidae

Argopleura conventus

DD

No

Characidae

Argopleura diquensis

LC

No

Characidae

Argopleura magdalenensis

LC

No

Characidae

Astyanacinus multidens

LC

No

No

Characidae

Astyanacinus yariguies

DD

No

No

Characidae

Astyanax atratoensis

LC

No

Astyanax caucanus

LC

No

Orden: Rajiformes Familia

Especies

Cat

Potamotrygonidae

Potamotrygon magdalenae

Potamotrygonidae

Potamotrygon tigrina

Orden: Characiformes Familia Especies

Cat

CC

Anostomidae

Abramites eques

LC

No

Anostomidae

Anostomus longus

DD

No

Anostomidae Anostomidae

Laemolyta fasciata Leporinus holostictus

LC DD

Anostomidae

Leporinus muyscorum

VU

No

Characidae

Anostomidae

Leporinus niceforoi

LC

No

Characidae

Astyanax chaparae

DD

No

Anostomidae

Leporinus pearsoni

LC

No

Characidae

Astyanax daguae

EN

No

Anostomidae

Leporinus wolfei

LC

No

Characidae

Astyanax fasslii

DD

No

Astyanax iliferus

LC

No

Anostomidae

Leporinus y-ophorus

LC

No

Characidae

Anostomidae

Rhytiodus lauzannei

LC

No

Characidae

Astyanax gisleni

DD

No

Bryconidae

Brycon alburnus

NT

No

Characidae

Astyanax kennedyi

DD

No

Bryconidae

Brycon coxeyi

DD

No

Characidae

Astyanax longior

DD

No

Bryconidae

Brycon dentex

LC

No

Characidae

Astyanax megaspilura

DD

No

Bryconidae

Brycon fowleri

VU

No

Characidae

Astyanax microlepis

LC

No

Bryconidae

Brycon henni

LC

No

Characidae

Astyanax orthodus

LC

No

Bryconidae

Brycon labiatus

EN

No

Characidae

Astyanax villwocki

DD

No

Bryconidae

Brycon medemi

DD

No

Characidae

Attonitus bounites

VU

No

179

Orden: Characiformes Familia Especies

Cat

CC

Orden: Characiformes Familia Especies

Cat

CC

Characidae

Attonitus ephimeros

LC

No

Characidae

Cynopotamus magdalenae

NT

No

Characidae

Attonitus irisae

LC

No

Characidae

Genycharax tarpon

VU

No

Characidae

Brachychalcinus nummus

LC

No

Characidae

Gephyrocharax caucanus

DD

No

Characidae

Bryconacidnus ellisi

LC

No

Characidae

Gephyrocharax chaparae

NT

No

Characidae

Bryconacidnus hemigrammus

DD

No

Characidae

Gephyrocharax chocoensis

LC

No

Characidae

Bryconacidnus paipayensis

LC

No

Characidae

Gephyrocharax major

LC

No

Characidae

Bryconamericus alredae

LC

No

Characidae

Gephyrocharax martae

DD

No

Characidae

Bryconamericus andresoi

LC

No

Characidae

Gephyrocharax melanocheir

LC

No

Characidae

Bryconamericus arilepis

DD

No

Characidae

Gephyrocharax sinuensis

DD

No

Characidae

Bryconamericus bolivianus

LC

No

Characidae

Gephyrocharax torresi

DD

No

Characidae

Bryconamericus caucanus

LC

No

Characidae

Grundulus bogotensis

LC

No

Characidae

Bryconamericus dahli

LC

No

Characidae

Grundulus cochae

NT

No

Characidae

Bryconamericus diaphanus

LC

No

Characidae

Hemibrycon beni

LC

No

Characidae

Bryconamericus foncensis

DD

No

Characidae

Hemibrycon boquiae

LC

No

Characidae

Bryconamericus galvisi

LC

No

Characidae

Hemibrycon brevispini

DD

No

Characidae

Bryconamericus grosvenori

LC

No

Characidae

Hemibrycon cairoense

DD

No

Characidae

Bryconamericus guaytarae

LC

No

Characidae

Hemibrycon carrilloi

DD

No

Characidae

Bryconamericus guizae

DD

No

Characidae

Hemibrycon colombianus

LC

No

Characidae

Bryconamericus huilae

LC

No

Characidae

Hemibrycon decurrens

DD

No

Characidae

Bryconamericus icelus

DD

No

Characidae

Hemibrycon dentatus

LC

No

Characidae

Bryconamericus ichoensis

DD

No

Characidae

Hemibrycon divisorensis

DD

No

Characidae

Bryconamericus miraensis

DD

No

Characidae

Hemibrycon helleri

LC

No

Characidae

Bryconamericus multiradiatus

DD

No

Characidae

Hemibrycon huambonicus

LC

No

Characidae

Bryconamericus osgoodi

LC

No

Characidae

Hemibrycon inambari

NT

No

Characidae

Bryconamericus pachacuti

LC

No

Characidae

Hemibrycon microformaa

DD

No

Characidae

Bryconamericus pectinatus

LC

No

Characidae

Hemibrycon mikrostiktos

LC

No

Characidae

Bryconamericus phoenicopterus

LC

No

Characidae

Hemibrycon orcesi

LC

No

Characidae

Bryconamericus plutarcoi

LC

No

Characidae

Hemibrycon paez

DD

No

Characidae

Bryconamericus simus

DD

No

Characidae

Hemibrycon palomae

LC

No

Characidae

Bryconamericus tolimae

VU

No

Characidae

Hemibrycon polyodon

LC

No

Characidae

Bryconamericus zamorensis

LC

No

Characidae

Hemibrycon quindos

DD

No

Characidae

Carlastyanax aurocaudatus

NT

No

Characidae

Hemibrycon rafaelense

LC

No

Characidae

Ceratobranchia binghami

LC

No

Characidae

Hemibrycon raqueliae

DD

No

Characidae

Ceratobranchia delotaenia

LC

No

Characidae

Hemibrycon santamartae

DD

No

Characidae

Ceratobranchia elatior

DD

No

Characidae

Hemibrycon tridens

LC

No

Characidae

Ceratobranchia obtusirostris

LC

No

Characidae

Hemibrycon velox

DD

No

Characidae

Charax tectifer

LC

No

Characidae

Hemibrycon virolinica

DD

No

Characidae

Cheirodon luelingi

DD

No

Characidae

Hemibrycon yacopiae

DD

No

Characidae

Cheirodon ortegai

LC

No

Characidae

Hemigrammus luelingi

LC

No

Characidae

Chrysobrycon eliasi

DD

No

Characidae

Hemigrammus megaceps

DD

No

Characidae

Chrysobrycon hesperus

LC

No

Characidae

Hemigrammus pulcher

LC

No

Characidae

Chrysobrycon myersi

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon amaronensis

DD

No

Characidae

Creagrutus amoenus

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon chocoensis

DD

No

Characidae

Creagrutus brevipinnis

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon columbianus

DD

No

Characidae

Creagrutus caucanus

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon condotensis

DD

No

Characidae

Creagrutus changae

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon rankei

LC

No

Characidae

Creagrutus lavescens

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon gracilior

LC

No

Characidae

Creagrutus gephyrus

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon loretoensis

LC

No

Characidae

Creagrutus gracilis

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon nigricinctus

VU

No

Characidae

Creagrutus guanes

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon ocasoensis

LC

Si

Characidae

Creagrutus holmi

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon oritoensis

LC

No

Characidae

Creagrutus kunturus

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon pando

LC

No

Characidae

Creagrutus magdalenae

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon peruvianus

LC

No

Characidae

Creagrutus manu

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon poecilioides

NT

Si

Characidae

Creagrutus muelleri

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon proteus

LC

No

Characidae

Creagrutus nigrostigmatus

EN

No

Characidae

Hyphessobrycon robustulus

LC

No

Characidae

Creagrutus ortegai

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon sebastiani

DD

No

Characidae

Creagrutus ouranonastes

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon taguae

LC

No

Characidae

Creagrutus pearsoni

LC

No

Characidae

Hyphessobrycon tenuis

LC

No

Characidae

Creagrutus peruanus

LC

No

Characidae

Knodus delta

DD

No

Characidae

Creagrutus pila

LC

No

Characidae

Knodus gamma

LC

No

Characidae

Creagrutus ungulus

LC

No

Characidae

Knodus hypopterus

LC

No

Characidae

Creagrutus yanatili

DD

No

Characidae

Knodus longus

VU

No

Characidae

Cynopotamus atratoensis

VU

No

Characidae

Knodus megalops

LC

No

180

Orden: Characiformes Familia Especies

Cat

CC

Orden: Characiformes Familia Especies

Cat

CC

Characidae

Knodus pasco

LC

No

Lebiasinidae

Lebiasina colombia

LC

No

Characidae

Knodus shinahota

CR

No

Lebiasinidae

Lebiasina elongata

LC

No

Characidae

Microgenys lativirgata

DD

No

Lebiasinidae

Lebiasina loridablancaensis

LC

No

Characidae

Microgenys minuta

LC

No

Lebiasinidae

Lebiasina multimaculata

LC

No

Characidae

Microgenys weyrauchi

DD

No

Lebiasinidae

Lebiasina narinensis

DD

No

Characidae

Moenkhausia atahualpiana

LC

No

Lebiasinidae

Lebiasina ortegai

LC

No

Characidae

Moenkhausia crisnejas

DD

No

Lebiasinidae

Nannostomus mortenthaleri

CR

No

Characidae

Moenkhausia dorsinuda

DD

No

Lebiasinidae

Pyrrhulina eleanorae

LC

No

Characidae

Moenkhausia margitae

NT

No

Lebiasinidae

Pyrrhulina obermulleri

DD

No

Characidae

Moenkhausia orteguasae

DD

No

Lebiasinidae

Pyrrhulina spilota

LC

No

Characidae

Moenkhausia ovalis

LC

No

Parodontidae

Parodon alfonsoi

EN

No

Characidae

Moenkhausia simulata

LC

No

Parodontidae

Parodon atratoensis

DD

No

Characidae

Monotocheirodon pearsoni

LC

No

Parodontidae

Parodon caliensis

LC

No

Characidae

Nematobrycon lacortei

DD

No

Parodontidae

Parodon magdalenensis

LC

No

Characidae

Nematobrycon palmeri

DD

No

Prochilodontidae

Ichthyoelephas longirostris

VU

No

Characidae

Odontostilbe dierythrura

LC

No

Serrasalmidae

Serrasalmus odyssei

LC

No

Characidae

Odontostilbe ecuadorensis

LC

No

Serrasalmidae

Serrasalmus sanchezi

LC

No

Characidae

Oligosarcus schindleri

EN

No

Triportheidae

Triportheus magdalenae

LC

No

Characidae

Othonocheirodus eigenmanni

LC

No

Characidae

Parastremma album

DD

No

Characidae

Parastremma pulchrum

DD

No

Characidae

Parastremma sadina

DD

No

Characidae

Priocharax pygmaeus

LC

Si

Characidae

Prodontocharax howesi

DD

No

Characidae

Pseudochalceus bohlkei

DD

No

Characidae

Pseudochalceus kyburzi

DD

No

Characidae

Pseudochalceus lineatus

LC

No

Characidae

Pseudochalceus longianalis

VU

No

Characidae

Pterobrycon landoni

DD

No

Characidae

Rhoadsia minor

LC

No

Characidae

Saccoderma hastata

LC

No

Characidae

Saccoderma robusta

LC

No

Characidae

Scopaeocharax atopodus

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides christinae

LC

Si

Characidae

Scopaeocharax rhinodus

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides derhami

NT

Si

Characidae

Trochilocharax ornatus

DD

No

Rivulidae

Anablepsoides elongatus

NT

Si

Characidae

Tyttobrycon dorsimaculatus

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides intermittens

NT

Si

Characidae

Tyttobrycon hamatus

DD

No

Rivulidae

Anablepsoides iridescens

LC

Si

Characidae

Tyttobrycon spinosus

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides lineasoppilatae

VU

Si

Characidae

Tyttocharax tambopatensis

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides monticola

DD

No

Characidae

Xenurobrycon heterodon

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides ophiomimus

LC

Si

Characidae

Xenurobrycon polyancistrus

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides parlettei

VU

Si

Crenuchidae

Characidium bolivianum

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides peruanus

DD

No

Crenuchidae

Characidium caucanum

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides rubrolineatus

LC

Si

Crenuchidae

Characidium heinianum

DD

No

Rivulidae

Anablepsoides speciosus

CR

Si

Crenuchidae

Characidium phoxocephalum

LC

No

Rivulidae

Anablepsoides taeniatus

DD

No

Crenuchidae

Characidium sanctjohanni

DD

No

Rivulidae

Aphyolebias claudiae

CR

No

Crenuchidae

Characidium schindleri

DD

No

Rivulidae

Aphyolebias obliquus

VU

No

Crenuchidae

Geryichthys sterbai

LC

No

Rivulidae

Aphyolebias peruensis

DD

No

Crenuchidae

Melanocharacidium rex

LC

No

Rivulidae

Aphyolebias rubrocaudatus

LC

Si

Crenuchidae

Microcharacidium geryi

LC

No

Rivulidae

Aphyolebias wischmanni

DD

No

Curimatidae

Curimata mivartii

NT

No

Rivulidae

Austrofundulus myersi

EN

No

Curimatidae

Cyphocharax derhami

LC

No

Rivulidae

Cynodonichthys boehlkei

DD

No

Curimatidae

Cyphocharax pantostictos

LC

No

Rivulidae

Cynodonichthys elegans

DD

No

Curimatidae

Pseudocurimata boehlkei

DD

No

Rivulidae

Cynodonichthys leucurus

DD

No

Curimatidae

Pseudocurimata lineopunctata

LC

No

Rivulidae

Cynodonichthys magdalenae

LC

No

Curimatidae

Pseudocurimata patiae

EN

No

Rivulidae

Cynodonichthys paciicus

DD

Si

Curimatidae

Steindachnerina atratoensis

NT

No

Rivulidae

Laimosemion rectocaudatus

DD

Si

Curimatidae

Steindachnerina binotata

LC

No

Rivulidae

Moema ortegai

LC

Si

Cynodontidae

Gilbertolus alatus

LC

No

Rivulidae

Neofundulus splendidus

DD

No

Cynodontidae

Gilbertolus atratoensis

LC

No

Rivulidae

Spectrolebias brousseaui

DD

No

Iguanodectidae

Piabucus caudomaculatus

LC

No

Rivulidae

Spectrolebias ilamentosus

DD

No

Lebiasinidae

Lebiasina astrigata

LC

No

Rivulidae

Spectrolebias pilleti

VU

No

Lebiasinidae

Lebiasina chucuriensis

LC

No

Rivulidae

Trigonectes rogoaguae

LC

No

181

Orden: Cyprinodontiformes Familia Especies

Cat

CC

Cyprinodontidae

NT

No

Orestias empyraeus

Cyprinodontidae

Orestias gymnota

EN

No

Cyprinodontidae

Orestias polonorum

EN

No

Poeciliidae

Gambusia lemaitrei

DD

Si

Poeciliidae

Neoheterandria elegans

DD

No

Poeciliidae

Poecilia mechthildae

DD

No

Poeciliidae

Priapichthys caliensis

DD

Si

Poeciliidae

Priapichthys chocoensis

LC

Si

Poeciliidae

Priapichthys nigroventralis

DD

No

Poeciliidae

Pseudopoecilia austrocolumbiana

DD

No

Poeciliidae

Pseudopoecilia ria

LC

No

Orden: Gymnotiformes Familia Especies

Cat

CC

Orden: Perciformes Familia

Especies

Cat

CC

Apteronotidae

Apteronotus eschmeyeri

LC

No

Cichlidae

Cichlasoma ornatum

LC

No

Apteronotidae

Apteronotus jurubidae

DD

No

Cichlidae

Crenicichla anthurus

LC

No

Apteronotidae

Apteronotus magdalenensis

LC

No

Cichlidae

Crenicichla sedentaria

LC

No

Apteronotidae

Apteronotus mariae

LC

No

Cichlidae

Geophagus pellegrini

DD

No

Apteronotidae

Apteronotus milesi

DD

No

Cichlidae

Heroina isonycterina

LC

No

Apteronotidae

Apteronotus spurrellii

VU

No

Cichlidae

Mesonauta miriicus

LC

Si

Apteronotidae

Sternarchorhynchus curvirostris

DD

No

Cichlidae

Tahuantinsuyoa chipi

VU

No

Apteronotidae

Sternarchorhynchus hagedornae

LC

No

Cichlidae

Tahuantinsuyoa macantzatza

DD

No

Apteronotidae

Sternarchorhynchus montanus

LC

No

Gobiidae

Sicydium rosenbergii

NT

No

Apteronotidae

Sternarchorhynchus stewarti

LC

No

Apteronotidae

Sternarchorhynchus taphorni

LC

No

Gymnotidae

Gymnotus ardilai

EN

No

Gymnotidae

Gymnotus chaviro

LC

No

Gymnotidae

Gymnotus choco

NT

No

Gymnotidae

Gymnotus esmeraldas

LC

No

Gymnotidae

Gymnotus henni

VU

No

Hypopomidae

Hypopygus ortegai

LC

No

Orden: Pleuronectiformes Familia Especies

Cat

CC

Achiridae

DD

No

Trinectes hubbsbollinger

Orden: Siluriformes Familia Especies

Cat

CC

Aspredinidae

DD

No

Bunocephalus colombianus

Orden: Perciformes Familia

Especies

Cat

CC

Cichlidae

Aequidens patricki

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus boulengeri

DD

No

Cichlidae

Andinoacara biseriatus

VU

No

Astroblepidae

Astroblepus cacharas

DD

Si

Cichlidae

Andinoacara blombergi

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus caquetae

DD

No

Cichlidae

Andinoacara latirons

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus chapmani

LC

No

Cichlidae

Andinoacara sapayensis

DD

Si

Astroblepidae

Astroblepus cirratus

LC

No

Cichlidae

Apistogramma allpahuayo

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus cyclopus

LC

No

Cichlidae

Apistogramma atahualpa

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus issidens

NT

No

Cichlidae

Apistogramma baenschi

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus formosus

CR

Si

Cichlidae

Apistogramma barlowi

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus renatus

DD

No

Cichlidae

Apistogramma cinilabra

VU

Si

Astroblepidae

Astroblepus grixalvii

LC

No

Cichlidae

Apistogramma cruzi

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus guentheri

LC

Si

Cichlidae

Apistogramma eremnopyge

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus heterodon

VU

No

Cichlidae

Apistogramma huascar

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus homodon

LC

Si

Cichlidae

Apistogramma linkei

LC

Si

Astroblepidae

Astroblepus jimenezae

DD

No

Cichlidae

Apistogramma luelingi

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus jurubidae

LC

No

Cichlidae

Apistogramma martini

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus labialis

DD

No

Cichlidae

Apistogramma nijsseni

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus latidens

VU

Si

Cichlidae

Apistogramma norberti

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus longiceps

DD

Si

Cichlidae

Apistogramma panduro

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus longiilis

LC

No

Cichlidae

Apistogramma pantalone

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus mancoi

DD

No

Cichlidae

Apistogramma paulmuelleri

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus marmoratus

DD

Si

Cichlidae

Apistogramma payaminonis

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus martinezi

DD

No

Cichlidae

Apistogramma rositae

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus micrescens

LC

Si

Cichlidae

Apistogramma rubrolineata

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus mindoensis

NT

No

Cichlidae

Apistogramma similis

LC

Si

Astroblepidae

Astroblepus nicefori

DD

Si

Cichlidae

Apistogramma urteagai

LC

Si

Astroblepidae

Astroblepus peruanus

DD

No

Cichlidae

Bujurquina apoparuana

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus pholeter

NT

No

Cichlidae

Bujurquina cordemadi

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus praeliorum

DD

No

Cichlidae

Bujurquina eurhinus

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus prenadillus

NT

No

Cichlidae

Bujurquina hophrys

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus regani

DD

No

Cichlidae

Bujurquina huallagae

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus rengifoi

DD

Si

Cichlidae

Bujurquina labiosa

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus retropinnus

LC

No

Cichlidae

Bujurquina megalospilus

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus riberae

DD

No

Cichlidae

Bujurquina moriorum

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus rosei

DD

No

Cichlidae

Bujurquina ortegai

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus sabalo

DD

No

Cichlidae

Bujurquina pardus

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus santanderensis

DD

Si

Cichlidae

Bujurquina robusta

DD

No

Astroblepidae

Astroblepus stuebeli

DD

No

Cichlidae

Bujurquina syspilus

LC

Si

Astroblepidae

Astroblepus supramollis

VU

No

Cichlidae

Bujurquina tambopatae

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus taczanowskii

DD

No

Cichlidae

Bujurquina zamorensis

LC

Si

Astroblepidae

Astroblepus theresiae

NT

No

Cichlidae

Caquetaia myersi

LC

Si

Astroblepidae

Astroblepus trifasciatus

LC

Si

Cichlidae

Cichlasoma atromaculatum

LC

No

Astroblepidae

Astroblepus ubidiai

CR

No

Cichlidae

Cichlasoma gephyrum

EN

No

Astroblepidae

Astroblepus unifasciatus

LC

Si

Cichlidae

Cichlasoma microlepis

NT

No

Astroblepidae

Astroblepus vaillanti

DD

No

182

Aspredinidae

Pseudobunocephalus quadriradiatus

DD

No

Aspredinidae

Xyliphius magdalenae

LC

No

Orden: Siluriformes Familia Especies

Cat

CC

Orden: Siluriformes Familia Especies

Cat

CC

Astroblepidae

Astroblepus vanceae

DD

No

Heptapteridae

NT

No

Astroblepidae

Astroblepus ventralis

VU

No

Heptapteridae

Imparinis spurrellii

EN

No

Astroblepidae

Astroblepus whymperi

DD

No

Heptapteridae

Imparinis timana

DD

No

Auchenipteridae

Auchenipterichthys coracoideus

LC

No

Heptapteridae

Imparinis usmai

LC

No

Auchenipteridae

Centromochlus altae

DD

No

Heptapteridae

Phenacorhamdia nigrolineata

DD

No

Auchenipteridae

Gelanoglanis travieso

DD

No

Heptapteridae

Phreatobius sanguijuela

CR

No

Auchenipteridae

Liosomadoras morrowi

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella buckleyi

DD

No

Auchenipteridae

Trachelyichthys exilis

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella chaparae

DD

No

Auchenipteridae

Trachelyopterus isheri

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella conquetaensis

LC

No

Auchenipteridae

Trachelyopterus insignis

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella cyanostigma

DD

No

Callichthyidae

Brochis multiradiatus

LC

Si

Heptapteridae

Pimelodella elongata

LC

No

Callichthyidae

Callichthys fabricioi

VU

No

Heptapteridae

Pimelodella eutaenia

LC

No

Callichthyidae

Callichthys oibaensis

NT

No

Heptapteridae

Pimelodella grisea

LC

No

Callichthyidae

Corydoras acutus

LC

Si

Heptapteridae

Pimelodella hartwelli

DD

No

Callichthyidae

Corydoras albolineatus

DD

Si

Heptapteridae

Pimelodella macrocephala

VU

No

Callichthyidae

Corydoras amphibelus

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella modestus

LC

No

Callichthyidae

Corydoras atropersonatus

DD

No

Heptapteridae

Pimelodella montana

DD

No

Callichthyidae

Corydoras bilineatus

DD

No

Heptapteridae

Pimelodella ophthalmica

DD

No

Callichthyidae

Corydoras copei

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella peruana

DD

No

Callichthyidae

Corydoras coriatae

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella peruensis

DD

No

Callichthyidae

Corydoras cruziensis

DD

Si

Heptapteridae

Pimelodella reyesi

LC

No

Callichthyidae

Corydoras fowleri

LC

No

Heptapteridae

Pimelodella roccae

DD

No

Callichthyidae

Corydoras geryi

LC

No

Heptapteridae

Rhamdella montana

CR

No

Callichthyidae

Corydoras isbrueckeri

DD

Si

Heptapteridae

Rhamdella rusbyi

DD

No

Callichthyidae

Corydoras lamberti

LC

No

Heptapteridae

Rhamdia xetequepeque

CR

No

Callichthyidae

Corydoras leucomelas

LC

No

Loricariidae

Ancistrus bolivianus

VU

No

Callichthyidae

Corydoras loretoensis

LC

Si

Loricariidae

Ancistrus bufonius

LC

No

Callichthyidae

Corydoras mamore

DD

Si

Loricariidae

Ancistrus caucanus

LC

No

Callichthyidae

Corydoras napoensis

LC

No

Loricariidae

Ancistrus greeni

DD

No

Callichthyidae

Corydoras negro

DD

Si

Loricariidae

Ancistrus heterorhynchus

DD

No

Callichthyidae

Corydoras noelkempi

DD

No

Loricariidae

Ancistrus jelskii

DD

No

Callichthyidae

Corydoras ortegai

LC

No

Loricariidae

Ancistrus lineolatus

DD

No

Callichthyidae

Corydoras panda

NT

No

Loricariidae

Ancistrus malacops

LC

No

Callichthyidae

Corydoras pantanalensis

DD

Si

Loricariidae

Ancistrus marcapatae

EN

No

Callichthyidae

Corydoras paragua

DD

No

Loricariidae

Ancistrus megalostomus

LC

No

Callichthyidae

Corydoras pastazensis

LC

No

Loricariidae

Ancistrus montanus

LC

No

Callichthyidae

Corydoras paucerna

DD

Si

Loricariidae

Ancistrus occloi

LC

No

Callichthyidae

Corydoras reynoldsi

DD

Si

Loricariidae

Ancistrus sericeus

LC

No

Callichthyidae

Corydoras stenocephalus

LC

No

Loricariidae

Ancistrus tamboensis

LC

No

Callichthyidae

Corydoras sychri

LC

No

Loricariidae

Ancistrus tolima

EN

No

Callichthyidae

Corydoras virginiae

LC

No

Loricariidae

Ancistrus variolus

DD

No

Callichthyidae

Corydoras weitzmani

LC

No

Loricariidae

Ancistrus vericaucanus

EN

No

Callichthyidae

Corydoras zygatus

LC

No

Loricariidae

Apistoloricaria condei

LC

No

Callichthyidae

Hoplosternum magdalenae

LC

No

Loricariidae

Aposturisoma myriodon

CR

Si

Callichthyidae

Lepthoplosternum altamazonicum

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma aburrensis

DD

No

Callichthyidae

Lepthoplosternum beni

LC

Si

Loricariidae

Chaetostoma aequinoctiale

LC

No

Cetopsidae

Cetopsis amphiloxa

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma alternifasciatum

DD

No

Cetopsidae

Cetopsis baudoensis

NT

No

Loricariidae

Chaetostoma anale

DD

No

Cetopsidae

Cetopsis imbriata

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma branickii

VU

No

Cetopsidae

Cetopsis jurubidae

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma breve

DD

No

Cetopsidae

Cetopsis montana

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma brevilabiatum

LC

No

Cetopsidae

Cetopsis othonops

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma changae

EN

No

Cetopsidae

Cetopsis pearsoni

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma daidalmatos

EN

No

Cetopsidae

Paracetopsis esmeraldas

NT

No

Loricariidae

Chaetostoma dermorhynchum

DD

No

Doradidae

Amblydoras nauticus

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma lepturum

EN

No

Doradidae

Anadoras grypus

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma leucomelas

LC

No

Doradidae

Centrochir crocodili

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma lineopunctatum

LC

No

Doradidae

Hypodoras foriculatus

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma loborhynchos

EN

No

Doradidae

Rhinodoras boehlkei

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma marginatum

LC

No

Heptapteridae

Cetopsorhamdia boquillae

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma marmorescens

VU

No

Heptapteridae

Cetopsorhamdia ilamentosa

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma mollinasum

NT

No

Heptapteridae

Cetopsorhamdia nasus

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma niveum

LC

No

Heptapteridae

Chasmocranus peruanus

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma palmeri

EN

Si

Heptapteridae

Chasmocranus quadrizonatus

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma patiae

LC

No

183

Imparinis cochabambae

Orden: Siluriformes Familia Especies

Cat

CC

Orden: Siluriformes Familia Especies

Cat

CC

Loricariidae

Chaetostoma paucispinis

DD

No

Loricariidae

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma stroumpoulos

EN

No

Loricariidae

Spatuloricaria curvispina

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma taczanowskii

LC

No

Loricariidae

Spatuloricaria euacanthagenys

DD

No

Loricariidae

Chaetostoma thomsoni

LC

No

Loricariidae

Spatuloricaria gymnogaster

LC

No

Loricariidae

Chaetostoma vagum

DD

No

Loricariidae

Spatuloricaria puganensis

LC

No

Loricariidae

Cordylancistrus daguae

LC

Si

Loricariidae

Squaliforma tenuicauda

LC

No

Loricariidae

Cordylancistrus platycephalus

DD

No

Loricariidae

Squaliforma virescens

DD

No

Loricariidae

Cordylancistrus platyrhynchus

DD

No

Loricariidae

Sturisoma caquetae

DD

No

Loricariidae

Crossoloricaria bahuaja

LC

Si

Loricariidae

Sturisoma guentheri

LC

No

Loricariidae

Crossoloricaria rhami

LC

No

Loricariidae

Sturisoma nigrirostrum

LC

Si

Loricariidae

Dasyloricaria seminuda

NT

Si

Loricariidae

Sturisomatichthys aureus

DD

No

Loricariidae

Dolichancistrus atratoensis

DD

No

Loricariidae

Sturisomatichthys renatus

CR

No

Loricariidae

Dolichancistrus carnegiei

LC

No

Loricariidae

Sturisomatichthys leightoni

LC

Si

Loricariidae

Etsaputu relictum

LC

No

Loricariidae

Sturisomatichthys tamanae

DD

No

Loricariidae

Farlowella altocorpus

DD

No

Pimelodidae

Megalonema xanthum

LC

No

Loricariidae

Farlowella gracilis

DD

No

Pimelodidae

Pimelodus grosskopii

CR

No

Loricariidae

Farlowella knerii

LC

No

Pimelodidae

Pseudoplatystoma magdaleniatum

EN

No

Loricariidae

Farlowella yarigui

DD

No

Pseudopimelodidae

Batrochoglanis transmontanus

LC

No

Loricariidae

Hypoptopoma bilobatum

DD

No

Pseudopimelodidae

Cruciglanis paciici

LC

No

Loricariidae

Hypostomus annectens

VU

No

Pseudopimelodidae

Microglanis zonatus

LC

No

Loricariidae

Hypostomus bolivianus

NT

No

Pseudopimelodidae

Pseudopimelodus schultzi

LC

No

Loricariidae

Hypostomus ericius

LC

No

Trichomycteridae

Eremophilus mutisii

LC

No

Loricariidae

Hypostomus fonchii

LC

No

Trichomycteridae

Malacoglanis gelatinosus

LC

No

Loricariidae

Hypostomus holostictus

LC

No

Trichomycteridae

Paravandellia phaneronema

LC

Si

Loricariidae

Hypostomus levis

DD

No

Trichomycteridae

Plectrochilus wieneri

LC

No

Loricariidae

Hypostomus niceforoi

DD

No

Trichomycteridae

Rhizosomichthys totae

CR

No

Loricariidae

Hypostomus oculeus

DD

No

Trichomycteridae

Stenolicmus sarmientoi

DD

No

Loricariidae

Hypostomus wilsoni

VU

No

Trichomycteridae

Trichomycterus aguarague

LC

No

Loricariidae

Lamontichthys stibaros

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus ballesterosi

NT

No

Loricariidae

Lasiancistrus heteracanthus

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus banneaui

LC

No

Loricariidae

Leptoancistrus cordobensis

DD

No

Trichomycteridae

Trichomycterus bomboizanus

DD

No

Loricariidae

Lipopterichthys carrioni

DD

No

Trichomycteridae

Trichomycterus cachiraensis

NT

Si

Loricariidae

Loricariichthys cashibo

DD

No

Trichomycteridae

Trichomycterus caliensis

LC

No

Loricariidae

Loricariichthys chanjoo

DD

No

Trichomycteridae

Trichomycterus chaberti

LC

No

Loricariidae

Loricariichthys hauxwelli

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus chapmani

LC

No

Loricariidae

Loricariichthys ucayalensis

LC

Si

Trichomycteridae

Trichomycterus fassli

LC

No

Loricariidae

Otocinclus cocama

EN

No

Trichomycteridae

Trichomycterus gorgona

LC

No

Loricariidae

Otocinclus huaorani

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus latidens

DD

No

Loricariidae

Otocinclus macrospilus

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus latistriatus

LC

No

Loricariidae

Panaqolus albivermis

EN

No

Trichomycteridae

Trichomycterus maldonadoi

NT

No

Loricariidae

Panaqolus albomaculatus

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus megantoni

LC

No

Loricariidae

Panaqolus changae

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus nigromaculatus

LC

No

Loricariidae

Panaqolus dentex

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus regani

VU

No

Loricariidae

Panaqolus gnomus

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus retropinnis

LC

No

Loricariidae

Panaqolus nocturnus

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus romeroi

DD

No

Loricariidae

Panaque cochliodon

NT

No

Trichomycteridae

Trichomycterus ruitoquensis

NT

Si

Loricariidae

Peckoltia furcata

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus sandovali

LC

Si

Loricariidae

Peckoltia pankimpuju

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus santanderensis

LC

No

Loricariidae

Pseudohemiodon apithanos

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus sketi

LC

Si

Loricariidae

Pseudohemiodon lamina

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus spilosoma

LC

No

Loricariidae

Pseudohemiodon thorectes

DD

Si

Trichomycteridae

Trichomycterus stellatus

LC

No

Loricariidae

Pterygoplichthys scrophus

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus straminius

DD

No

Loricariidae

Pterygoplichthys undecimalis

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus taczanowskii

DD

No

Loricariidae

Rhadinoloricaria macromystax

DD

No

Trichomycteridae

Trichomycterus taenia

LC

No

Loricariidae

Rineloricaria beni

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus taeniops

EN

No

Loricariidae

Rineloricaria jubata

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus transandianus

VU

Si

Loricariidae

Rineloricaria morrowi

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus uisae

LC

Si

Loricariidae

Rineloricaria sneiderni

DD

No

Trichomycteridae

Trichomycterus unicolor

EN

No

Loricariidae

Rineloricaria wolfei

LC

No

Trichomycteridae

Trichomycterus weyrauchi

EN

No

Loricariidae

Spatuloricaria atratoensis

DD

No

184

Spatuloricaria caquetae

2.2 Moluscos de agua dulce Clase: Bivalvia

Clase: Gastropoda

Orden: Unionoida Familia

Especies

Cat

CC

Orden: Architaenioglossa Familia Especies

Cat

CC

Etheriidae

Acostaea rivolii

CR

Si

Ampullariidae

Pomacea puntaplaya

DD

No No

Hyriidae

Castalia ecarinata

LC

No

Ampullariidae

Pomacea quinindensis

VU

Mycetopodidae

Anodontites colombiensis

LC

No

Ampullariidae

Pomacea reyrei

DD

No

Mycetopodidae

Diplodontites cookei

LC

Si

Ampullariidae

Pomacea tenuissima

DD

No

Ampullariidae

Pomacea zischkai

DD

No

Mycetopodidae

Diplodontites olssoni

VU

No

Mycetopodidae

Diplodontites pilsbryana

LC

No

Orden: Veneroida Familia

Especies

Cat

CC

Orden: Hygrophila Familia

Especies

Cat

CC

Planorbidae

Biomphalaria edisoni

DD

No

Sphaeriidae

Pisidium iquito

LC

No

Planorbidae

Biomphalaria raimondi

DD

No

Sphaeriidae

Sphaerium aequatoriale

DD

Si

Planorbidae

Biomphalaria trygira

DD

Si

Clase: Gastropoda

Orden: Littorinimorpha

Orden: Architaenioglossa Familia Especies

Cat

Familia

Especies

Cat

CC

CC

Cochliopidae

Aroapyrgus colombiensis

DD

No

Ampullariidae

Pomacea aldersoni

LC

No

Cochliopidae

Heleobia chavezi

DD

No

Ampullariidae

Pomacea baeri

DD

No

Cochliopidae

Heleobia lorezii

DD

No

Ampullariidae

Pomacea catamarcensis

DD

No

Cochliopidae

Heleobia hernandezae

DD

No

Ampullariidae

Pomacea cornucopia

DD

No

Cochliopidae

Tryonia tricarinata

DD

No

Ampullariidae

Pomacea cousini

DD

No

Lithococcus multicarinatus

Ampullariidae

No

LC

No

Pomacea expansa

NT

Hydrobiidae

Cat DD

CC No

Ampullariidae

Pomacea hollingsworthi

DD

No

Ampullariidae

Pomacea martinezi

DD

No

Ampullariidae

Pomacea modesta

DD

No

Ampullariidae

Pomacea ocanensis

CR

No

Ampullariidae

Pomacea palmeri

VU

No

Orden: Sorbeoconcha Familia Especies hiaridae Hemisinus guayaquilensis

2.3 Libélulas Clase: Insecta Orden: Odonata Suborden: Anisoptera Familia Especies

Cat

CC

Aeshnidae

DD

No

Castoraeschna coronata

Suborden: Anisoptera Familia Especies

Cat

CC

Gomphidae

Phyllogomphoides singularis

DD

No

Gomphidae

Progomphus boliviensis

LC

No

Gomphidae

Progomphus delicatus

DD

No

Gomphidae

Progomphus montanus

LC

No

Aeshnidae

Coryphaeschna huaorania

LC

No

Aeshnidae

Gynacantha bartai

DD

No

Gomphidae

Progomphus nervis

DD

No

Aeshnidae

Gynacantha remartinia

DD

No

Gomphidae

Progomphus tantillus

DD

No

Aeshnidae

Neuraeschna mayoruna

DD

No

Libellulidae

Erythrodiplax ines

LC

No

Aeshnidae

Rhionaeschna caligo

EN

Si

Libellulidae

Micrathyria sympriona

LC

No

Aeshnidae

Rhionaeschna intricata

LC

No

Libellulidae

Oligoclada teretidentis

LC

No No

Aeshnidae

Rhionaeschna peralta

LC

No

Libellulidae

Orthemis sulphurata

LC

Aeshnidae

Triacanthagyna williamsoni

LC

No

Libellulidae

Orthemis tambopatae

LC

No

Gomphidae

Aphylla boliviana

LC

No

Libellulidae

Orthemis teres

DD

No

Libellulidae

Uracis reducta

DD

No

Gomphidae

Aphylla robusta

DD

No

Gomphidae

Aphylla silvatica

DD

No

Gomphidae

Aphylla spinula

DD

No

Gomphidae

Epigomphus gibberosus

DD

No

Gomphidae

Epigomphus llama

DD

No

Gomphidae

Epigomphus occipitalis

DD

No

Gomphidae

Epigomphus pechumani

DD

No

Suborden: Zygoptera Familia Especies

Cat

CC

Calopterygidae

LC

No

Hetaerina aurora

Calopterygidae

Hetaerina duplex

LC

No

Calopterygidae

Hetaerina lavipennis

LC

No

Gomphidae

Perigomphus angularis

DD

No

Gomphidae

Peruviogomphus moyobambus

LC

No

Gomphidae

Peruviogomphus pearsoni

LC

No

Gomphidae

Phyllocycla hespera

LC

No

Calopterygidae

Mnesarete ephippium

LC

No

Calopterygidae

Mnesarete marginata

DD

No

Calopterygidae

Mnesarete devillei

LC

No

Calopterygidae

Mnesarete drepane

LC

No

Gomphidae

Phyllocycla titschacki

LC

No

Gomphidae

Phyllogomphoides aculeus

DD

No

Calopterygidae

Ormenophlebia imperatrix

LC

No

Gomphidae

Phyllogomphoides camposi

DD

No

Calopterygidae

Ormenophlebia regina

LC

Si

Gomphidae

Phyllogomphoides lietincki

LC

No

Calopterygidae

Ormenophlebia rollinati

DD

No

185

Suborden: Zygoptera Familia Especies

Cat

CC

Suborden: Zygoptera Familia Especies

Cat

CC

Calopterygidae

LC

No

Coenagrionidae

DD

Si

Ormenophlebia saltuum

Proneura prolongata

Coenagrionidae

Acanthagrion hartei

DD

No

Coenagrionidae

Protallagma hofmanni

NT

Si

Coenagrionidae

Acanthagrion obsoletum

LC

Si

Coenagrionidae

Protoneura klugi

DD

No

Coenagrionidae

Acanthagrion peruanum

LC

No

Coenagrionidae

Protoneura macintyrei

NT

No

Coenagrionidae

Acanthagrion williamsoni

EN

No

Coenagrionidae

Schistolobos boliviensis

LC

No

Coenagrionidae

Acanthagrion yungarum

LC

No

Coenagrionidae

Telebasis brevis

LC

No

Coenagrionidae

Aeolagrion axine

LC

No

Coenagrionidae

Telebasis farcimentum

VU

No

Coenagrionidae

Amazoneura westfalli

LC

Si

Coenagrionidae

Telebasis lammeola

EN

No

Coenagrionidae

Argia dives

LC

No

Coenagrionidae

Telebasis milleri

LC

No

Coenagrionidae

Argia raudatricula

DD

No

Coenagrionidae

Telebasis versicolor

LC

No

Coenagrionidae

Argia gerhardi

LC

No

Coenagrionidae

Telebasis watsoni

DD

No

Coenagrionidae

Argia hamulata

LC

No

Coenagrionidae

Tuberculobasis cardinalis

LC

No

Coenagrionidae

Argia inrequentula

LC

No

Lestidae

Archilestes chocoanus

DD

No

Coenagrionidae

Argia kokama

LC

No

Megapodagrionidae

Archaeopodagrion armatum

LC

No

Coenagrionidae

Argia limitata

LC

No

Megapodagrionidae

Archaeopodagrion bicorne

LC

No

Coenagrionidae

Argia mishuyaca

DD

No

Megapodagrionidae

Archaeopodagrion bilobatum

DD

No

Coenagrionidae

Argia rosseri

NT

No

Megapodagrionidae

Heteragrion aequatoriale

LC

No

Coenagrionidae

Argia variata

LC

No

Megapodagrionidae

Heteragrion bickorum

LC

No

Megapodagrionidae

Heteragrion calendulum

EN

No

Coenagrionidae

Denticulobasis dunklei

LC

Si

Coenagrionidae

Drepanoneura donnellyi

EN

No

Megapodagrionidae

Heteragrion cooki

LC

No

Coenagrionidae

Drepanoneura linti

LC

No

Megapodagrionidae

Heteragrion lavidorsum

DD

Si

Coenagrionidae

Drepanoneura loutoni

LC

Si

Megapodagrionidae

Heteragrion peregrinum

CR

Si

Coenagrionidae

Drepanoneura muzoni

LC

Si

Megapodagrionidae

Heteropodagrion croizati

LC

No

Coenagrionidae

Drepanoneura peruviensis

LC

Si

Megapodagrionidae

Heteropodagrion sanguinipes

LC

No

Coenagrionidae

Drepanoneura tennesseni

LC

No

Megapodagrionidae

Mesagrion leucorrhinum

LC

No

Coenagrionidae

Epipleoneura protostictoides

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia berenice

DD

No

Coenagrionidae

Homeoura sobrina

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia boliviana

LC

No

Coenagrionidae

Inpabasis hubelli

DD

Si

Megapodagrionidae

Philogenia buenavista

LC

No

Coenagrionidae

Ischnura chingaza

LC

Si

Megapodagrionidae

Philogenia compressa

DD

No

Coenagrionidae

Ischnura cruzi

LC

No

Megapodagrionidae

Philogenia cristalina

VU

No

Coenagrionidae

Ischnura cyane

LC

No

Megapodagrionidae

Philogenia ebona

DD

No

Coenagrionidae

Ischnura indivisa

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia elisabeta

LC

No

Coenagrionidae

Ischnura mahechai

DD

Si

Megapodagrionidae

Philogenia helena

NT

No

Coenagrionidae

Ischnura rufovittata

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia iquita

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia macuma

LC

No

Coenagrionidae

Leptobasis maufrayi

LC

No

Coenagrionidae

Mecistogaster martinezi

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia mangosisa

LC

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion demarmelsi

EN

No

Megapodagrionidae

Philogenia minteri

LC

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion dunklei

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia monotis

EN

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion ecuatoriale

DD

No

Megapodagrionidae

Philogenia peruviana

DD

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion gaudiimontanum

EN

Si

Megapodagrionidae

Philogenia raphaella

DD

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion nataliae

EN

No

Megapodagrionidae

Philogenia redunca

LC

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion occultum

LC

Si

Megapodagrionidae

Philogenia schmidti

DD

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion ovigerum

VU

No

Megapodagrionidae

Philogenia silvarum

LC

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion risi

LC

No

Megapodagrionidae

Philogenia sucra

DD

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion rosseri

VU

No

Megapodagrionidae

Philogenia umbrosa

DD

No

Coenagrionidae

Mesamphiagrion santainense

EN

Si

Megapodagrionidae

Teinopodagrion angulatum

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis brevicauda

DD

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion caquetanum

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis furcifera

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion chinchaysuyum

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis gabrielae

DD

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion croizati

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis gibbosa

CR

Si

Megapodagrionidae

Teinopodagrion curtum

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion decipiens

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis guillermoi

DD

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis knopi

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion depressum

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis maufrayi

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion eretes

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis panguanae

DD

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion mercenarium

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis peltata

DD

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion muzanum

DD

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis prostrata

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion nebulosum

LC

No

Coenagrionidae

Metaleptobasis turbinata

DD

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion schiessi

LC

No

Coenagrionidae

Oreiallagma acutum

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion setigerum

LC

No

Coenagrionidae

Oreiallagma oreas

LC

Si

Megapodagrionidae

Teinopodagrion temporale

VU

No

Coenagrionidae

Oreiallagma prothoracicum

DD

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion vallenatum

NT

No

Coenagrionidae

Oreiallagma quadricolor

LC

No

Megapodagrionidae

Teinopodagrion waynu

DD

No

Coenagrionidae

Oxyagrion hermosae

DD

Si

Megapodagrionidae

Teinopodagrion yunka

LC

No

Coenagrionidae

Oxyagrion tennesseni

LC

No

Perilestidae

Perissolestes castor

DD

No

Coenagrionidae

Oxyallagma colombianum

LC

Si

Perilestidae

Perissolestes remus

CR

No

Coenagrionidae

Phoenicagrion paulsoni

LC

No

Platystictidae

Palaemnema abbreviata

LC

No

186

Suborden: Zygoptera Familia Especies

Cat

CC

Suborden: Zygoptera Familia Especies

Cat

CC

Platystictidae

DD

No

Polythoridae

DD

No

Palaemnema apicalis

Cora munda

Platystictidae

Palaemnema azupizui

DD

No

Polythoridae

Cora parda

DD

No

Platystictidae

Palaemnema brucelli

LC

No

Polythoridae

Cora terminalis

LC

No

Platystictidae

Palaemnema carmelita

DD

No

Polythoridae

Euthore fassli

LC

No

Platystictidae

Palaemnema croceicauda

CR

No

Polythoridae

Euthore inlactea

DD

No

Platystictidae

Palaemnema edmondi

CR

Si

Polythoridae

Euthore leroii

DD

No

Platystictidae

Palaemnema martini

DD

Si

Polythoridae

Euthore mirabilis

DD

No

Platystictidae

Palaemnema peruviana

DD

No

Polythoridae

Miocora pellucida

DD

Si

Platystictidae

Palaemnema picicaudata

LC

No

Polythoridae

Polythore boliviana

LC

No

Polythoridae

Cora aurea

LC

No

Polythoridae

Polythore concinna

LC

No

Polythoridae

Cora chiribiquete

DD

No

Polythoridae

Polythore derivata

LC

No

Polythoridae

Cora confusa

DD

No

Polythoridae

Polythore koepckei

DD

No

Polythoridae

Cora dorada

DD

No

Polythoridae

Polythore lamerceda

LC

No

Polythoridae

Cora dualis

DD

No

Polythoridae

Polythore manua

LC

No

Polythoridae

Cora irene

LC

No

Polythoridae

Polythore mutata

LC

No

Polythoridae

Cora jocosa

LC

No

Polythoridae

Polythore ornata

LC

No

Polythoridae

Cora klenei

LC

No

Polythoridae

Polythore spaeteri

LC

No

Polythoridae

Cora lugubris

VU

No

Polythoridae

Polythore victoria

LC

No

Polythoridae

Cora modesta

DD

No

Polythoridae

Polythore williamsoni

DD

No

2.1 Plantas acuáticas Clase: Isoetopsida Orden: Isoetales Familia

Especies

Cat

CC

Isoetaceae

Isoetes bischlerae

LC

No

Isoetaceae

Isoetes boliviensis

LC

Si

Isoetaceae

Isoetes cleeii

LC

No

Isoetaceae

Isoetes colombiana

DD

No

Isoetaceae

Isoetes dispora

CR

Si

Isoetaceae

Isoetes ecuadoriensis

VU

No

Isoetaceae

Isoetes eshbaughii

DD

Si

Isoetaceae

Isoetes herzogii

VU

No

Isoetaceae

Isoetes hewitsonii

CR

Si

Isoetaceae

Isoetes lechleri

LC

No

Isoetaceae

Isoetes palmeri

LC

No

Isoetaceae

Isoetes parvula

VU

Si

Isoetaceae

Isoetes saracochensis

VU

Si

Clase: Liliopsida Orden: Alismatales Familia

Especies

Cat

CC

Alismataceae

Echinodorus emersus

LC

Si

Orden: Arales Familia

Especies

Cat

CC

Lemnaceae

Lemna yungensis

NT

Si

Orden: Bromeliales Familia

Especies

Cat

CC

Bromeliaceae

Puya laccata

DD

Si

Orden: Cyclanthales Familia Especies

Cat

CC

Cyclanthaceae

DD

No

Dicranopygium goudotii

Orden: Cyperales Familia

Especies

Cat

CC

Cyperaceae

Carex luridiformis

LC

No

Cyperaceae

Eleocharis columbiensis

DD

No

Cyperaceae

Oreobolus cleeii

LC

No

Orden: Eriocaulales Familia

Especies

Cat

CC

Eriocaulaceae

Paepalanthus stuebelianus

LC

No

Eriocaulaceae

Syngonanthus peruvianus

LC

Si

Orden: Juncales Familia

Especies

Cat

CC

Juncaceae

Distichia acicularis

LC

Si

Juncaceae

Juncus subulitepalus

DD

No

Orden: Orchidales Familia

Especies

Cat

CC

Orchidaceae

Palmorchis imuyaensis

LC

No

Clase: Magnoliopsida

187

Orden: Asterales Familia

Especies

Cat

CC

Compositae

Baccharis hieronymi

VU

Si

Compositae

Eclipta leiocarpa

DD

No

Compositae

Plagiocheilus solivaeformis

LC

No

Orden: Callitrichales Familia Especies

Cat

CC

Callitrichaceae

Callitriche heteropoda

DD

No

Callitrichaceae

Callitriche quindiensis

DD

Si

Orden: Caryophyllales Familia Especies

Cat

CC

Portulacaceae

DD

No

Montia biapiculata

Orden: Ebenales Familia

Especies

Cat

CC

Orden: Polygonales Familia

Especies

Cat

CC

Ebenaceae

Diospyros nur

NT

No

Polygonaceae

Polygonum peruvianum

DD

No

Ebenaceae

Diospyros yomomo

NT

No

Polygonaceae

Rumex tolimensis

LC

No

Orden: Euphorbiales Familia Especies

Cat

CC

Orden: Ranunculales Familia Especies

Cat

CC

Euphorbiaceae

LC

No

Ranunculaceae

Ranunculus bangii

DD

No

Ranunculaceae

Ranunculus breviscapus

LC

Si

Ranunculaceae

Ranunculus gusmannii

LC

No

Caperonia zaponzeta

Orden: Fabales Familia

Especies

Cat

CC

Leguminosae

Desmodium subsecundum

DD

Si

Orden: Gentianales Familia

Especies

Cat

CC

Asclepiadaceae

Matelea rivularis

LC

No

Orden: Rubiales Familia

Especies

Cat

CC

Rubiaceae

Galium ascendens

LC

No

Orden: Scrophulariales Familia Especies

Cat

CC

Scrophulariaceae

LC

No

Calceolaria aquatica

Orden: Podostemales Familia Especies

Cat

CC

Podostemaceae

Apinagia boliviana

VU

Si

Podostemaceae

Apinagia luitans

DD

No

Orden: Solanales Familia

Especies

Cat

CC

Podostemaceae

Apinagia peruviana

CR

Si

Menyanthaceae

Nymphoides herzogii

EN

Si

Podostemaceae

Rhyncholacis nobilis

VU

No

Orden: Polygalales Familia

Especies

Cat

Malpighiaceae

Byrsonima riparia

DD

Orden: heales Familia

Especies

Cat

CC

CC

Elatinaceae

Elatine ecuadoriensis

LC

Si

Si

Guttiferae

Hypericum callacallanum

VU

No

188

Apéndice 3. Áreas Clave para la Biodiversidad 3.1 Lista de especies determinantes .................................................................................................................................................... xx 3.2 ACB existentes adoptadas .....................................................................................................................................................................................xx 3.3 Áreas protegidas y sitios Ramsar existentes adoptados.......................................................................................................................................xx 3.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas...............................................................................................................................................................xx 3.5 Actores potencialmente interesados .....................................................................................................................................................................xx 3.6 Ejemplo de una icha de Zona de Manejo de Cuenca .........................................................................................................................................xx

3.1 Lista de todas las especies determinantes validadas en ACB de agua dulce. C1 = Criterio 1. Especies amenazadas; C2 = Criterio 2. Especies de distribución geográica restringida; * = especies que determinan sitios AZE. País Perú Perú Perú Perú Perú Perú

ZMC Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay

Perú

Río Nanay

Perú

Río Nanay

Perú

Río Nanay

Perú Bolivia

Alto Perené Alto Río San Pablo

Perú

N/A

Perú

N/A

Perú

N/A

Perú

N/A

Perú

N/A

Perú Perú

Alto Madre de Dios Alto Madre de Dios

Perú

Alto Madre de Dios

Perú

Alto Madre de Dios

Bolivia

Bajo Paraguá

Colombia

Río La Miel

Colombia

Río La Miel

Colombia

Río La Miel

Perú Perú

Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga

ACB Allpahuayo Mishana Allpahuayo Mishana Allpahuayo Mishana Allpahuayo Mishana Allpahuayo Mishana Allpahuayo Mishana Alto Nanay- Pintuyacu Chambira Alto Nanay- Pintuyacu Chambira Alto Nanay- Pintuyacu Chambira Alto Perené en Acobamba Alto Río San Pablo Poza Ampiyacu Apayacu Zona Amortiguamiento Ampiyacu Apayacu Zona Amortiguamiento Ampiyacu Apayacu Zona Amortiguamiento Ampiyacu Apayacu Zona Amortiguamiento Ampiyacu Apayacu Zona Amortiguamiento Bahuaja Sonene Bahuaja Sonene Bahuaja Tambopata Zona Amortiguamiento Bahuaja Tambopata Zona Amortiguamiento Bajo Paraguá Sistema Hídrico Subterráneo Bajo Río La Miel- Río Samaná Sur Bajo Río La Miel- Río Samaná Sur Bajo Río La Miel- Río Samaná Sur Cabecera Huallaga Cabecera Huallaga

189

Especie determinante Trachelyichthys exilis Apistogramma allpahuayo Corydoras atropersonatus Hypopygus ortegai Leporinus holostictus Potamotrygon tigrina*

Grupo Peces Peces Peces Peces Peces Peces

C1 EN

C2 Sí Sí Sí Sí Sí Sí

Apistogramma martini

Peces

-



Apistogramma pantalone

Peces

-



Nannostomus mortenthaleri*

Peces

CR



Astroblepus formosus* Spectrolebias pilleti

Peces Peces

CR VU

Sí Sí

Moenkhausia atahualpiana

Peces

-



Pimelodella cyanostigma

Peces

-



Hypoptopoma bilobatum

Peces

-



Hyphessobrycon robustulus

Peces

-



Bryconamericus phoenicopterus

Peces

-



Attonitus bounites Cora parda

Peces Libélulas

VU -



Attonitus bounites

Peces

VU

-

Polythore manua

Libélulas

-



Phreatobius sanguijuela*

Peces

CR



Brycon moorei

Peces

VU

-

Ichthyoelephas longirostris

Peces

VU

-

Libélulas

EN



Peces Peces

EN

Sí Sí

Drepanoneura donnellyi Orestias empyraeus Orestias gymnota

País

ZMC

ACB

Especie determinante

Grupo

C1

C2

Perú Perú Colombia Colombia Colombia Colombia

Alto Perené Alto Perené Río Coello Río Coello N/A N/A

Orestias gymnota Orestias empyraeus Bryconamericus tolimae Trichomycterus transandianus Cynopotamus atratoensis Hypostomus wilsoni

Peces Peces Peces Peces Peces Peces

EN VU VU VU VU

Sí Sí Sí Sí -

Perú

Río Aguaytía

Tahuantinsuyoa macantzatza

Peces

-



Perú

Río Aguaytía

Metaleptobasis brevicauda

Libélulas

-



Perú

Río Aguaytía

Teinopodagrion eretes

Libélulas

-



Ecuador Ecuador Perú Perú

N/A N/A N/A N/A

Peces Peces Peces Peces

VU VU VU VU

Sí Sí -

Perú

N/A

Polythore victoria

Libélulas

-



Ecuador

Río Pastaza - Bobonaza

Metaleptobasis gibbosa*

Libélulas

CR



Ecuador

Río Pastaza - Bobonaza

Teinopodagrion angulatum

Libélulas

-



Ecuador

Río Pastaza - Bobonaza

Archaeopodagrion bicorne

Libélulas

-



Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia Bolivia

Alto Beni Alto Beni Alto Beni Alto Beni Alto Beni Alto Beni Alto Beni Alto Beni Alto Beni

Astroblepus longiceps Hemibrycon beni Knodus longus Oreiallagma acutum Ormenophlebia regina Ormenophlebia rollinati Philogenia schmidti Teinopodagrion schiessi Teinopodagrion yunka

Peces Peces Peces Libélulas Libélulas Libélulas Libélulas Libélulas Libélulas

VU -

Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí

Colombia

N/A

Peces

-



Perú Perú Perú Perú Perú Perú Perú Perú Perú

Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga Alto Río Huallaga

Peces Peces Peces Peces Libélulas Libélulas Peces Peces Libélulas

EN EN EN VU -

Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí

Colombia

Arroyos costeros Planicie Caribe

Austrofundulus myersi

Peces

EN



Colombia

Arroyos costeros Planicie Caribe

Creagrutus nigrostigmatus

Peces

EN



Colombia

Arroyos costeros Planicie Caribe

Austrofundulus myersi

Peces

EN



Perú

N/A

Tahuantinsuyoa chipi

Peces

VU



Colombia

N/A

Brycon labiatus

Peces

EN



Colombia

N/A

Cabecera Río Perené Cabecera Río Perené Cañón del Río Combeima Cañón del Río Combeima Cenagoso Del Bajo Sinú Cenagoso Del Bajo Sinú Cordillera Azul Zona Amortiguamiento Cordillera Azul Zona Amortiguamiento Cordillera Azul Zona Amortiguamiento Cordillera del Cóndor Cordillera del Cóndor Cordillera del Cóndor Cordillera del Cóndor Cordillera Yanachaga extensión Corredor Ecológico Llanganates-Sangay Corredor Ecológico Llanganates-Sangay Corredor Ecológico Llanganates-Sangay Cotapata Cotapata Cotapata Cotapata Cotapata Cotapata Cotapata Cotapata Cotapata Cuenca Alta Del Río Quindío Salento Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Cuenca Media Huallaga Del Sistema Manglárico Del Sector De La Boca De Guacamaya Del Sistema Manglárico Del Sector De La Boca De Guacamaya El Corchal el Mono Hernández El Sira Zona Amortiguamiento Haciendas Ganaderas del Norte del Cauca Haciendas Ganaderas del Norte del Cauca

Callichthys fabricioi

Peces

VU



190

Astroblepus supramollis Chaetostoma branickii Astroblepus supramollis Chaetostoma branickii

Hemibrycon quindos Anablepsoides derhami Chaetostoma changae* Chaetostoma daidalmatos* Chaetostoma stroumpoulos* Phyllocycla titschacki Telebasis watsoni Chaetostoma marmorescens Othonocheirodus eigenmanni Philogenia elisabeta

País

ZMC

Perú

N/A

Perú

N/A

Perú

N/A

Perú Colombia Perú Perú

Alto Madre de Dios N/A N/A N/A

Bolivia

Cochabamba Ríos

Colombia

Colombia Colombia Colombia Perú Perú

N/A Sistema Hídrico Imbakucha N/A N/A N/A Alto Madre de Dios Alto Madre de Dios

Ecuador

Alto Guayllabamba

Ecuador

Alto Río Blanco y Alto Guayllabamba

Ecuador

Alto Río Blanco y Alto Guayllabamba

Bolivia Bolivia

Bajo Paraguá Bajo Paraguá

Ecuador

N/A

Perú Perú Perú

N/A N/A N/A

Perú

N/A

Perú

N/A

Colombia

Río La Miel

Perú

Río Aguaytía

Colombia

N/A

Colombia

N/A

Ecuador

N/A

Perú

Alto Río Huallaga

Perú

Alto Río Huallaga

Perú

Alto Río Huallaga

Perú

Alto Río Huallaga

Colombia

Río Coello

Ecuador

ACB Junín Zona Amortiguamiento Junín Zona Amortiguamiento Junín Zona Amortiguamiento Kosnipata Carabaya La Forzosa-Santa Gertrudis Lago de Junín Lago de Junín Lagos Vacas Angostura Alalay Laguna de Tota Laguna San Pablo y Zona de Captación Los Katios Los Katios Mana Dulce Manu Manu Maquipucuna-Río Guayllabamba Mindo y Estribaciones Occidentales del volcán Pichincha Mindo y Estribaciones Occidentales del volcán Pichincha Noel Kempf Mercado Noel Kempf Mercado P. Nacional Sumaco NapoGaleras y Baeza Lumbaqui Pacaya Samiria Pacaya Samiria Pacaya Samiria Pacaya Samiria Zona Amortiguamiento Pacaya Samiria Zona Amortiguamiento Páramos del Sur de Antioquia Parque Nacional Cordillera Azul Parque Nacional Natural Chingaza Parque Nacional Natural Paramillo Parque Nacional Podocarpus Parque Nacional Tingo María Parque Nacional Tingo María Parque Nacional Tingo María Parque Nacional Tingo María Quebrada Cay (extensión del Cañón del Río Combeima KBA)

191

Especie determinante

Grupo

C1

C2

Orestias polonorum

Peces

EN



Orestias empyraeus

Peces

-



Orestias gymnota

Peces

EN



Libélulas Libélulas Peces Peces

EN -

Sí Sí Sí Sí

Oligosarcus schindleri

Peces

EN



Rhizosomichthys totae

Peces

CR



Astroblepus ubidiai*

Peces

CR



Peces Peces Libélulas Libélulas Libélulas

VU VU EN -

Sí Sí Sí

Astroblepus issidens

Peces

-



Astroblepus mindoensis

Peces

-



Libélulas

-



Peces Peces

-

Sí Sí

Libélulas

-



Apistogramma cinilabra Otocinclus cocama* Apistogramma rositae

Peces Peces Peces

VU EN -

Sí Sí Sí

Apistogramma cinilabra

Peces

VU



Otocinclus cocama*

Peces

EN



Libélulas

VU



Tahuantinsuyoa macantzatza

Peces

-



Astroblepus latidens

Peces

VU



Brycon fowleri

Peces

VU



Archaeopodagrion armatum

Libélulas

-



Metaleptobasis brevicauda

Libélulas

-



Peces

-



Philogenia umbrosa

Libélulas

-



Aphylla robusta

Libélulas

-



Peces

VU



Oreiallagma quadricolor Epigomphus pechumani Orestias polonorum Orestias empyraeus

Cynopotamus atratoensis Hypostomus wilsoni Acanthagrion williamsoni* Polythore manua Oreiallagma quadricolor

Heteropodagrion sanguinipes Corydoras albolineatus Corydoras isbrueckeri Mesamphiagrion ecuatoriale

Mesamphiagrion rosseri

Pimelodella montana

Bryconamericus tolimae

País

ZMC

Colombia

Río Coello

Colombia Perú Perú Perú Perú Perú Perú Perú Perú

N/A Alto Madre de Dios Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay Río Nanay

Ecuador

N/A

Ecuador

N/A

Perú

Alto Madre de Dios

Perú Perú

N/A N/A

Ecuador

Alto Guayllabamba

Ecuador

Alto Río Blanco

Bolivia Perú Perú Perú Perú Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Colombia Bolivia Bolivia Perú Colombia Colombia Colombia Perú Perú Perú Perú Perú Perú Perú Colombia Colombia Colombia Colombia

N/A Río Aguaytía Río Aguaytía Río Aguaytía Río Aguaytía Río Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Ríos Dagua-Anchicayá Río Bogota Río Bogota Chapare Secure Chapare Secure Alto Madre de Dios Río Lebrija Río Lebrija Río Lebrija Río Alto Marañón Río Alto Marañón Río Alto Marañón Río Alto Marañón Alto Madre de Dios Alto Madre de Dios Alto Madre de Dios N/A Río Coello Río Prado Río La Vieja

ACB Quebrada Cay (extensión del Cañón del Río Combeima KBA) Quebrada Las Lajitas Quincemíl Quisto Cocha Quisto Cocha Quisto Cocha Quisto Cocha Quisto Cocha Quisto Cocha Quisto Cocha Reserva Biológica Limoncocha Reserva Biológica Limoncocha Reserva Comunal Amarakaeri Reserva Comunal El Sira Reserva Comunal El Sira Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas Reserva Ecológica los Illinizas y alrededores Río Achira Río Aguaytía Río Aguaytía Río Aguaytía Río Aguaytía Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Anchicayá Río Bogotá Río Bogotá Río Chapare Río Chapare Río Inambari y Araza Río Lebrija Río Lebrija Río Lebrija Río Marañón Río Marañón Río Marañón Río Marañón Rio Marcapata Río Marcapata Río Marcapata Río Oibita Río Opia Río Prado Río Roble

192

Especie determinante

Grupo

C1

C2

Peces

VU



Telebasis farcimentum Anablepsoides parlettei Anablepsoides speciosus* Cheirodon ortegai Philogenia compressa Laimosemion rectocaudatus Apistogramma eremnopyge Epipleoneura protostictoides Neuraeschna mayoruna

Libélulas Peces Peces Peces Libélulas Peces Peces Libélulas Libélulas

VU VU CR -

Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí

Peruviogomphus pearsoni

Libélulas

-



Aphylla silvatica

Libélulas

-



Attonitus bounites

Peces

VU

-

Polythore koepckei Polythore spaeteri

Libélulas Libélulas

-

Sí Sí

Peces

-



Heteropodagrion sanguinipes

Libélulas

-



Argia rosseri Corydoras coriatae Aposturisoma myriodon* Hemibrycon mikrostiktos Tahuantinsuyoa macantzatza Parastremma sadina Astroblepus heterodon Andinoacara biseriatus Astyanax daguae Cichlasoma gephyrum Gymnotus henni Apteronotus spurrellii Astroblepus ventralis Pseudochalceus kyburzi Cora aurea Mesamphiagrion nataliae* Mesamphiagrion demarmelsi Oligosarcus schindleri Knodus shinahota* Hyphessobrycon nigricinctus Gymnotus ardilai* Lebiasina loridablancaensis Trichomycterus ruitoquensis Astroblepus labialis Astroblepus supramollis Chaetostoma mollinasum Microgenys lativirgata Ancistrus marcapatae* Hemibrycon inambari Anablepsoides lineasoppilatae Callichthys oibaensis Acostaea rivolii* Ancistrus tolima* Ancistrus vericaucanus

Libélulas Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Libélulas Libélulas Libélulas Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Moluscos Peces Peces

CR VU VU EN EN VU VU VU EN EN EN CR VU EN VU EN VU CR EN EN

Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí

Trichomycterus transandianus

Astroblepus issidens

País Colombia Colombia Colombia Colombia Perú Perú Perú Colombia Colombia Colombia Bolivia Ecuador Ecuador Ecuador Colombia Perú Perú Colombia Colombia Colombia Colombia

ZMC Río Nare Río Nare Río Nare Río Nare Río Aguaytía Río Aguaytía Río Aguaytía Río San Juan Río San Juan Río San Juan Río San Pablo Alto Río Napo Alto Río Blanco Alto Río Blanco Río Calenturitas Alto Madre de Dios Alto Madre de Dios Río La Miel Arroyos costeros Planicie Caribe Arroyos costeros Planicie Caribe N/A

Colombia

Arroyos costeros Planicie Caribe

Colombia

Arroyos costeros Planicie Caribe

Colombia

Páramo Belmira

Colombia

Páramo Belmira

Colombia Perú

Páramo Belmira N/A

Ecuador

Río Cachaví

Ecuador

Río Cachaví

Ecuador

Río Cachaví

Perú Ecuador

Alto Madre de Dios Alto Guayllabamba

ACB Río Samaná Norte Río Samaná Norte Río Samaná Norte Río Samaná Norte Río San Alejandro Río San Alejandro Río San Alejandro Río San Juan Río San Juan Río San Juan Río San Pablo Río Sinde Río Toachi-Chiriboga Río Toachi-Chiriboga Río Tucuy Ríos Inambari y Araza Ríos Inambari y Araza Selva de Florencia Serranía de Coraza y Montes de María Serranía de Coraza y Montes de María Serranía de los Yariguíes Sistema De Manglar Y Lagunar Ciénaga De La Caimanera Sistema De Manglar Y Lagunar Ciénaga De La Caimanera Páramo Belmira Sistema De Páramos Y Bosques Altoandinos Del Noroccidente Medio Antioqueño + extensión Páramo Belmira Tarapoto Territorio Étnico Awá y alrededores Territorio Étnico Awá y alrededores Territorio Étnico Awá y alrededores Valle de Cosñipata Valle de Guayllabamba

Especie determinante Palaemnema croceicauda* Philogenia cristalina Teinopodagrion temporale Astroblepus homodon Anablepsoides elongatus Moenkhausia margitae Panaqolus albivermis* Trichomycterus unicolor* Imparinis spurrellii* Chaetostoma palmeri* Aphyolebias claudiae* Telebasis lammeola* Heteropodagrion sanguinipes Philogenia monotis Parodon alfonsoi* Anablepsoides lineasoppilatae Hemibrycon inambari Astroblepus cyclopus

193

Grupo Libélulas Libélulas Libélulas Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Peces Libélulas Libélulas Libélulas Peces Peces Peces Peces

C1 CR VU VU NA EN EN EN EN CR EN EN EN VU VU

C2 Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí -

Austrofundulus myersi

Peces

EN



Creagrutus nigrostigmatus

Peces

EN



Astroblepus latidens

Peces

VU



Austrofundulus myersi

Peces

EN



Creagrutus nigrostigmatus

Peces

EN



Mesamphiagrion gaudiimontanum

Libélulas

EN



Mesamphiagrion santainense

Libélulas

EN



Rhionaeschna caligo* Philogenia peruviana

Libélulas Libélulas

EN -

Sí Sí

Sicydium rosenbergii

Peces

-



Sturisomatichthys renatus*

Peces

CR



Hypostomus annectens

Peces

VU



Attonitus bounites Astroblepus issidens

Peces Peces

VU -



3.2 ACB terrestres existentes adoptadas para especies determinantes de agua dulce. ACB Existentes Adoptadas Cotapata

País

ACB Existentes Adoptadas

Bolivia

País

Reserva Ecológica Cotacachi-Cayapas

Ecuador

Cañón del Río Combeima

Colombia

Reserva Ecológica los Illinizas y alrededores

Ecuador

Haciendas Ganaderas del Norte del Cauca

Colombia

Rio Toachi-Chiriboga

Ecuador

La Forzosa-Santa Gertrudis

Colombia

Territorio Étnico Awá y alrededores

Ecuador

Laguna de Tota

Colombia

Valle de Guayllabamba

Ecuador

Paramos del Sur de Antioquia

Colombia

Cordillera del Cóndor (Peru)

Perú

Parque Nacional Natural Chingaza

Colombia

Valle de Cosñipata

Perú

Parque Nacional Natural Paramillo

Colombia

Kosnipata Carabaya

Perú

Selva de Florencia

Colombia

Lago de Junín

Perú

Serranía de los Yariguíes

Colombia

Manu

Perú

Parque Nacional Cordillera Azul

Perú

Parque Nacional Tingo María

Perú

Quincemil

Perú

Reserva Comunal El Sira

Perú

Río Marañón

Perú

Río Marcapata

Perú

Tarapoto

Perú

Cordillera del Cóndor (Ecuador)

Ecuador

Corredor Ecologico Llanganates-Sangay

Ecuador

Maquipucuna-Río Guayllabamba

Ecuador

Mindo y Estribaciones Occidentales del volcán Pichincha P. Nacional Sumaco Napo-Galeras y Baeza Lumbaqui Parque Nacional Podocarpus

Ecuador Ecuador Ecuador

3.3 Áreas Protegidas y Sitios Ramsar adoptados para especies determinantes de agua dulce. Áreas Protegidas y Sitios Ramsar Adoptados Noel Kempf Mercado

País

Áreas Protegidas y Sitios Ramsar Adoptados

País

Bolivia

Sitio Ramsar Reserva Biológica Limoncocha

Ecuador

Cenagoso Del Bajo Sinú

Colombia

Allpahuayo Mishana

Perú

Cuenca Alta Del Río Quindío Salento Del Sistema Manglarico Del Sector De La Boca De Guacamaya El Corchal el Mono Hernández

Colombia

Alto Nanay- Pintuyacu Chambiraa

Perú

Colombia

Amarakaeri Communal Reserve

Perú

Ampiyacu-Apayacu Zona Amortiguamiento

Perú

Los Katios

Colombia

Bahuaja Sonene

Perú

Rio Anchicayá

Colombia

Bahuaja Tambopata Zona Amortiguamiento

Perú

Serranía de Coraza y Montes de María Sistema de Manglar y Lagunar Ciénaga de La Caimanera Sistema de Páramos y Bosques Altoandinos Del Noroccidente Medio Antioqueño

Colombia

Cordillera Azul Zona Amortiguamiento

Perú

El Sira Zona Amortiguamiento

Perú

Junín Zona Amortiguamiento

Perú

Sitio Ramsar Pacaya Samiria

Perú

Pacaya Samiria Zona Amortiguamiento

Perú

Colombia

Colombia Colombia

3.4 Nuevas ACB de agua dulce delimitadas. Nuevas ACB de agua dulce

País

Nuevas ACB de agua dulce

País

Alto Río San Pablo Poza

Bolivia

Río Bogotá

Colombia

Bajo Paraguá Sistema Hídrico Subterráneo

Bolivia

Río Lebrija

Colombia

Lagos Vacas Angostura Alalay

Bolivia

Río Oibita

Colombia

Río Achira

Bolivia

Río Opia

Colombia

Río Chapare

Bolivia

Río Prado

Colombia

Río San Pablo

Bolivia

Río Roble

Colombia

Bajo Río La Miel - Río Samaná Sur

Colombia

Río Samaná Norte

Colombia

Quebrada Las Lajitas

Colombia

Río San Juan

Colombia

194

Nuevas ACB de agua dulce

Nuevas ACB de agua dulce

País

Colombia

Quisto Cocha

Perú

Laguna San Pablo y Zona de Captación

Ecuador

Río Aguaytía

Perú

Río Sinde

Ecuador

Río San Alejandro

Perú

Alto Perené en Acobamba

Perú

Río Tucuy

País

Cabecera Huallaga

Perú

Cabecera Río Perené

Perú

3.5 Organizaciones/individuos identiicados como potencialmente interesados en el manejo/promoción de las ACB de agua dulce identiicadas. País

Zona de Manejo de Cuenca ZMC

Bolivia

Alto Beni

Bolivia

Alto Río San Pablo

Bolivia

Bajo Paraguá

Parque Nacional Noel Kempf Mercado

Bolivia

Chapare Secure

Gobierno Autónomo Municipal de Villa Tunari

Bolivia

Ríos de Cochabamba

Colombia

Arroyos Costeros Planicie Caribe

Colombia

Páramo Belmira

Colombia

Río Bogotá

Colombia

Río Calenturitas

Colombia

Río Coello

Colombia

Río La Miel

Colombia

Río La Vieja

Colombia

Río Lebrija

Colombia

Río Nare

Colombia

Río Prado

Actores Interesados Cotapata Parque Nacional Fundación Renace Serranía Bella Vista Cámara Agropecuaria del Oriente (Productores Industriales de Soja) Gobierno del Departamento de Santa Cruz

Gobierno Autónomo Municipal de Cochabamba Corporación Autónoma Regional del Canal del Dique (CARDIQUE) Reserva Natural de la Sociedad Civil Sanguare Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Mojana y el San Jorge (CORPOMOJANA) Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquía (Corantioquia) Universidad de Antioquía Universidad Nacional CAR Bogotá Universidad Nacional de Colombia Universidad Javeriana Universidad de los Andes Corporación Autónoma Regional del Cesar (CORPOCESAR) BRODECO MINING COMP. Universidad del Tolima Corporación Autónoma Regional del Tolima (CORTOLIMA) USOCOELLO Red de Reservas de Sociedad Civil ISAGEN Corporación Autónoma Regional De Caldas (CORPOCALDAS) Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) Corporación Autónoma Regional Del Quindío (CRQ) Parque Nacional Los Nevados Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) Universidad del Quindío (Reserva el Ocaso) CAS Universidad Industrial de Santander S.A.E.S.P (Electriicadora de Santander S.A.E.S.P.) Corporación Autónoma Regional de las Cuencas de los Ríos Negro-Nare (CORNARE) Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (CORANTIOQUIA) Universidad de Antioquia EPM CEMENTOS ARGOS CEMEX ISAGEN Universidad del Tolima CorTolima EMGESA

195

País

Zona de Manejo de Cuenca ZMC

Actores Interesados Corporación Autónoma Regional de Risaralda (CARDER) CODE CHOCO Parque Nacional Tatamá Universidad Tecnológica del Chocó CVC Reserva Forestal Protectora Nacional Río Anchicayá. Parque Nacional Natural Los Farallones De Cali. Reserva Forestal Protectora Nacional de los Ríos Escalerete y San Cipriano. EcoPetrol Universidad ICESI

Colombia

Río San Juan

Colombia

Río Dagua-Anchicayá

Colombia

Páramo Belmira

Universidad CES

Colombia

Río Bogotá

Empresa de Acueducto de Bogotá. Ministerio del Ambiente.

Colombia

Río Telembí

Fundación ProAves-El Pangan Reserva Natural de las Aves Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y Ambientales. Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales Municipalidad de Quito. ONGs (Maquicupuna, Pauma, among others) Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y Ambientales. Museo Ecuatoriano de Ciencias Naturales. ONGs (Maquicupuna, Pauma, among others). Municipalidad de Quito Universidad San Francisco de Quito. Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y Ambientales (Estación del Oglan) Fundación Arajuno Universidad Amazónica Centro Puka Rumi Universidad Kiam Universidad Católica de Esmeraldas Nacionalidad Awa Universidad Central del Ecuador - Carrera de Ciencias Biológicas y Ambientales. Parque Nacional Sangay Parque Nacional Llanganates Universidad Católica - Sede Imbabura. Universidad Técnica del Norte Panguana - Biological Research Station of the Zoological State Collection Munich Parque Nacional Cordillera Azul (REDD) Reserva Comunal y Área Protegida Privada El Sira Asociación Cocha Cashu Parque Nacional Manu Reserva Tambopata ACCA (Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica) - Río Los Amigos Iniciativas AMARACAERI Project USAID (Training Programmes Aquatic Biology) Santuario Nacional Pampa Hermosa Bosque de Protección Pui Pui

Ecuador

Alto Guayllabamba

Ecuador

Alto Río Blanco

Ecuador

Alto Río Napo

Ecuador

Río Cachaví

Ecuador

Río Pastaza-Bobonaza

Ecuador

Sistema Hídrico Imbakucha

Perú

Alto Río Huallaga

Perú

Alto Madre de Dios

Perú

Alto Perené

Perú

Alto Río Huallaga

Perú

Río Aguaytía

CIMA (Cordillera Azul Parque Nacional)

Río Nanay

Gobierno Regional Loreto. Gobierno Autónomo Municipal de Iquitos (Quisto Cocha)

Perú

CIMA (Cordillera Azul Parque Nacional)

196

3.6 Ejemplo de una icha de Zona de Manejo de Cuenca

KBA CATCHMENT MANAGEMENT ZONE FACT SHEET Countries

Peru /Bolivia

KBA Catchment Management zone (CMZ)

Alto Madre de Dios

Freshwater KBAs within CMZ

Focal Areas for freshwater trigger species within existing KBAs / PAs CMZ description Management recommended at catchment scale Management recommended within freshwater KBAs

Two new KBAs have been delineated: 1) ‘Río Marcapata KBA’ is an AZE site for Chaetostoma marcapatae and also supports the trigger species Hemibrycon inambari. his new KBA is a possible extension to the existing Quincemil IBA which uses the river as a boundary. 2) ‘Ríos Inambari y Araza KBA’ has been delineated for the following trigger species: Hyphessobrycon nigricinctus, Anablepsoides lineasoppilatae and Hemibrycon inambari. his KBA partially overlaps with Bahuaja Tambopata bufer zone which uses the river as a boundary. In addition, seven existing KBAs/PAs have been adopted as they support a number of freshwater trigger species: Cosñipata Valley (1 spp); Bahuaja Tambopata bufer zone (2 spp); Bahuaja Sonene (2 spp); and Amarakaeri Communal Reserve (1 spp); Quincemil (1 spp); Manu (2 spp); and Kosnipata Carabaya (1 spp). Five focal areas have been identiied; one for Chaetostoma marcapatae (endemic to the Río Marcapata - possibly in Quincemil IBA); one for Hyphessobrycon nigricinctus (endemic to the Inambari and Araza Focal Area but may also be found in the Bahuaja Tambopata bufer zone); one for Cora parda (within the Bahuaja Sonene National Park where it is endemic); one for Polythore manua (in the Manu National Park); and one for Oreiallagma quadricolor (which is found in Manu NP and the Kosnipata Carabaya KBA). Permanent rivers lowing through the Amazon rainforest (up to 1,000 m) Yes

Incorporating freshwater biodiversity into existing National Park management plans.

197

Freshwater trigger species in the KBA Catchment Management Zone See the species IUCN Red List accounts for more information www.iucnredlist.org KBA Criteria

Group

BINOMIAL

Fishes

Hyphessobrycon nigricinctus

Fishes

Anablepsoides christinae

Fishes

1,2

Attonitus bounites

Anablepsoides lineasoppilatae 1,2

Fishes

Anablepsoides parlettei

Fishes

Ancistrus marcapatae

Fishes

Hemibrycon inambari

Fishes

Ancistrus heterorhynchus

Odonata

Cora parda

Odonata

Polythore manua

Odonata

Oreiallagma quadricolor

Endemic to the trigger sub-catchment and possibly endemic to the Ríos Inambari y Araza KBA. It may also be found in the Bahuaja Tambopata bufer zone.

2

1

Fishes

Notes

1,2 1,2 2 2 2

2 2

he species exists in the existing Cosñipata Valley KBA; Bahuaja Tambopata bufer zone; Bahuaja Sonene; and Amarakaeri Communal Reserve. Possibly found in the Río Marcapata KBA and Ríos Inambari y Araza KBA. Endemic to the trigger sub-catchment and possibly endemic to the Río Marcapata KBA and Ríos Inambari y Araza KBA. his species is possibly found in the Bahuaja Tambopata bufer zone. Endemic to the Quincemil IBA. AZE species endemic to the Río Marcapata KBA but is possibly found in the Quincemil IBA. Endemic to the trigger sub-catchment. Found in the Río Marcapata and Ríos Inambari y Araza KBAs. Possibly present in the Bahuaja Tambopata bufer zone. Endemic to the trigger sub-catchment and possibly found in the Ríos Inambari y Araza KBA. Endemic to the trigger sub-catchment and endemic to the Bahuaja Sonene National Park. Endemic to the trigger sub-catchment and found in the Tambopata bufer zone and the Manu National Park/ IBA. his species is possibly endemic to the Kosnipata Carabaya IBA and Manu National Park.

Protected areas that overlap with KBA Catchment Management Zone COUNTRY

NAME

DESIG_ENG

DESIG_TYPE

STATUS

PER

Tambopata

National Reserve

National

Designated

PER

San Juan Bautista

Private Regional Administration

National

Designated

PER

Boa Wadack Dari

Private Regional Administration

National

Designated

PER

Bahuaja Sonene

National Park

National

Designated

PER

Amarakaeri

Communal Reserve

National

Designated

PER

Japu - Bosque Ukumari Llaqta

Private Regional Administration

National

Designated

PER

Manú National Park

World Heritage Site

International

Designated

PER

Manu

National Park

National

Designated

PER

Megantoni

National Sanctuary

National

Designated

PER

Bosque Nublado

Private Regional Administration

National

Designated

PER

Pillco Grande- Bosque de Pumataki

Private Regional Administration

National

Designated

BOL

Madidi

National Park

National

Designated

198

Freshwater habitats present HABITAT 5.1_Permanent_Rivers/Streams/Creeks (includes_waterfalls)

Threats to freshwater systems present THREATS

Notes

2.1_Annual_&_perennial_non-timber_crops

Yes

2.2_Wood_&_pulp_plantations

Yes

3.2_Mining_&_quarrying

Alluvial gold mining

9.1_Domestic_&_urban_waste_water

Yes

9.2_Industrial_&_military_eluents

Pollution (mercury) from gold mining

Conservation actions ACTIONS

Current

1.1_Site/area_protection

Yes

2.1_Site/area_management

Yes

4.1_Formal_education

Yes

4.3_Awareness_&_communications

Yes

5.3_Private_sector_standards_&_codes

Yes

Recommended

Notes Several Protected Areas

References Authors Ortega H. Hidalgo M. Hofman J. Citation IUCN Freshwater Biodiversity Unit (2015) KBA Catchment Management Zone Factsheet: Alto Madre de Dios, Peru/Bolivia. Glossary of terms KBA Catchment Management Zone (CMZ): Landscape (basin) scale management unit for the KBA, based on hydrological connectivity and shared species/habitats. Key Biodiversity Area (KBA): A potentially manageable unit at the site scale that contributes signiicantly to the global persistence of biodiversity. Focal Area: Speciic areas of particular importance for survival of the species. KBA Trigger Species: Species that meet KBA criteria & thresholds and would beneit from site scale conservation actions. To provide new information to update this factsheet or to correct any errors, please email IUCN at [email protected]

199

LA LISTA ROJA DE ESPECIES AMENAZADAS DE LA UICN™

UNIÓN INTERNACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA SEDE MUNDIAL Rue Mauverney 28 1196 Gland Switzerland Tel: + 41 22 999 0000 Fax: + 41 22 999 0020 www.iucn.org/species www.iucnredlist.org