Viernes 10 de octubre de 2014 | adn cultura | 13
Libros reeditados Clásico y brillante
Literatura argentina
Cuando en los años veinte del siglo pasado Aldous Huxley (1894-1963) publicó Contrapunto, el medio intelectual inglés cotilleó en primer lugar sobre sus personajes cifrados, inspirados en modelos tan reales como D.H. Lawrence, Katherine Mansfield y John Middleton Murray o, incluso, Charles Baudelaire. Pero Huxley, como revela esta obra, la más extensa de las que escribió, no sólo fungía como el mejor escritor satírico de su generación: también era capaz de desarrollar una novela estructuralmente brillante, valiéndose de procedimientos infrecuentes como, en este caso, la técnica musical a la que alude el título.
Absurdo extrañamiento En su nueva ficción, Fuera de la jaula, la mendocina Fernanda García Lao explora, con ayuda del humor negro, la realidad opresiva de unos personajes al borde del ridículo
Fuera de la jaula fErnAndA GArcíA lAo
Contrapunto Por Aldous Huxley Edhasa. 588 páginas
Emecé 291 página $ 149
Poética de perdedores
Por primera vez, en su colección Compendium, Anagrama reúne tres libros de Charles Bukowski (1920-1994) difíciles de conseguir: Escritos de un viejo indecente, y los relatos de La máquina de follar y Erecciones, eyaculaciones, exhibiciones. Con su inclinación por el submundo de los perdedores, de los buscavidas, de los alcohólicos y las prostitutas, con su estilo llano y la delectación en lo soez, el narrador estadounidense creó una especie de antiestilo poético que eclosionó en los años ochenta, cuando encontró lectores fanáticos en las nuevas generaciones, incluido el mundo del rock.
José María Brindisi Para La nacion
N
arrar desde el absurdo implica siempre un desplazamiento de sentido. Ese desplazamiento establece cada vez sus propios códigos, por lo que se da en distintos grados, más cerca o más lejos de lo real. La novela de la mendocina Fernanda García Lao, una de las voces más singulares de la literatura argentina de los últimos años, debe leerse entonces como una apuesta destemplada, aunque progresiva, respecto de ese extrañamiento. Los elementos concretos o reconocibles sobre los que se estructura la historia son pocos pero rotundos: un coronel retirado, de nombre Domingo; su mujer Aurora, una ex actriz a la que aquél intenta metamorfosear en su obsesión, Lana Turner; un hijo deforme, bicéfalo, primero dos conciencias en una –Man y Fredo– para decantar en la síntesis “normalizadora” o simplemente previsible; un experimento articulado, creación del coronel, que intenta duplicar a la Turner –ícono sexual, pero también sentimental, de las décadas de 1940 y 1950– sin éxito hasta que es desplazado por una muñeca de carne y hueso. Y por último, al margen de cuatro o cinco personajes más o menos secundarios, tres fechas emblemáticas, o al menos imposibles de descontextualizar: los años 1956, 1975 y 1989. Pero más que hurgar en las claves históricas o dialogar con la carga alegórica que propicia, a partir de algunas de estas precisiones, la novela (de un modo tal vez algo vago), habría que hacer pie en su trasfondo social, de múltiples e incómodas resonancias. Porque si hay un hilo conductor que une a los personajes
García Lao publicó, entre otros libros, los relatos de Cómo usar un cuchillo
de Fuera de la jaula es su despersonalización, sus mil y una maneras de perderse en la insignificancia o en la bruma de su existencia. Cada uno de ellos corporiza un vacío, una ausencia; cada uno es un sucedáneo de otro, un doble, un reemplazo, alguien que está incompleto, como una falla o un negativo de lo que pudo ser. Quizá por ello el núcleo dramático esté concentrado en Aurora, la mujer que muere en la primera escena –un disco se le clava en el cuello– y que luego observa y narra cómo la vida sigue sin que su falta modifique demasiado las cosas; y en su hijo, el monstruo de dos cabezas con personalidades antagónicas hasta que un hecho fortuito, más la colaboración benefactora de la ciencia, lo “salva” insertándolo en la normalidad. Aunque esta moraleja final resulte algo remanida, ambas perspectivas potencian los efectos opresores de una realidad que, aquí de la mano del humor negro, con frecuencia sólo puede ser explicada desde el ridículo.
Gentileza
En cuanto a lo formal, dos aspectos se tornan insoslayables en la novela. Por un lado, la fragmentación extrema, un modo categórico de transmitir la incomunicación entre los actores de la historia. Por otro, y aunque de vez en cuando se deje tentar por el chiste, el registro en el que trabaja García Lao es único, al menos entre sus contemporáneos, lejos del realismo delirante de Alberto Laiseca o la realidad trastornada de Sergio Bizzio. Si recuerda a alguien, en todo caso, quizá sea a Osvaldo Lamborghini, desde una prosa que recupera su carácter y, en consecuencia, por momentos también su brutalidad, si bien desde otra plataforma poética. Con todo, y aun desde su coherencia interna, llega un momento en que el desmadre argumental se torna peligroso: cuando todo es posible, se sabe, el lector ya no espera nada y sólo le queda cruzarse de brazos, listo para que lo lleven de las narices. En ese riesgo, tal vez, Fuera de la jaula resigne parte de su contundencia.C
Escritos de un viejo indecente Por Charles Bukowski Anagrama. 550 páginas
otras impresiones El gran fugaz EzEquiEl Sirlin
Paradiso. 156 páginas
La palabra ínfima JoSé TchErkASki
UNR. 100 páginas
Antecedentes y causas de la guerra con el Paraguay AlfrEdo frAnciSco SEré
Tejuelo Editores. 540 páginas