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Primer Ministro, Sr. Fukuda. Deseo reiterar aquí firme- mente nuestra determinación de aplicar este plan. Como. 171. La reanudación del trigésimo primer ...
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Naciones UnitUu

A8AMBI... EA GENERAL TRlGESIMO PRIMER PERIODO DE SESIONES

Documento.Oficiak.

SESION PlENARIA



Martes 13 de septiembre de 1977, a las 15.20 horas NUEVA YORK

que, sin crear un precedente y sin apartarnos de la fuerza legal del Artículo 19 de la Carta, la Asambiea General decida que se suspenda la aplicación de dicho Artículo hasta tanto ia Asamblea haya tenido ocasión de examinar el asunto en su trigésimo segundo período de sesiones. Considero que la Asamblea General está de acuerdo con esta propuesta.

SUMARIO Tema 100 del programa: Escala de cuotas para el prorrateo de los gastos de las Naciones Unidas: informe de la Comisión de Cuotas (continuació¡,) •••••••••••••••••••••••••••• 1701

Tema 66 del programa: Desarrollo y cooperación económica internacional: apli· cación de las decisiones adoptadas por la Asamblea General en su séptimo período extraordinario de sesiones

As í queda acordado.

4. El PRESIDENTE (interpretación del inglés): Con res· pecto a Sudáfrica, el Secretario General me informa que dicho Estado Miembro no ha acreditado delegación alguna ante este período de sesiones de la Asamblea General. Por consiguiente, no hay necesidad de adoptar una decisión en este momento en relación con 1& aplicación del Artículo 19 de la Carta a ditros, es decir, el tema 66, quisiera señalal' a la atención de la Asamblea General el documento A/31/481 en el que figura una carta que me ha dirigido el Secretario General por la que se informa a la Asamblea que cuatro Estados Miembros están en mora en el pago de sus cuotas financieras a las Naciones Unidas según las disposicior.es del Artículo 19 de la Carta.

5. El PRESIDENTE (interpretación del inglés): En su 107a. sesión, celebrada el miércoles 22 de diciembre de 1976, la Asamblea General decidió suspender el trigésimo primer período de sesiones, en lugar de clausurarlo como lo habría hecho en circunst~ncias normales. Dije en esa sesión que quienes tomaron la iniciativa de pedir la suspensión del período de sesiones consideraban que no podía clausurarse hasta que hubiera tenido ocasión de examinar el tema 66 del programa.

2. Con respecto al :mperio Centroafricano y al Congo, se me ha informado que los Representantes Permanentes de los países de que se trata han dado seguridades al Secretario General de que está por llegar un giro por la cantidad necesaria. También deseo informar a la Asamblea que se ha llegado a un entendimiento con las delegaciones de dichos Estados Miembros para solucionar esta cuestión de con· formidad con el Artículo 19. Por supuesto, se mantendrá informada a la Asamblea General de todo nuevo aconteci· miento que ocurra a este respecto. 3. Con respecto a Kampuchea Democrática, la Asamblea General observará en el párrafo 88 del informe de la Comisión de Cuotas a la Asamblea General en su trigésimo segundo período de sesiones I Al321111 que el Gobierno ha indicado que no puede considerar pertinentes los pedid'Js de que pague algunas de las cuotas adeudadas. Quiero sugerir • Reanudación de lo:: trabajos de la 98a. scsi6n.

6. Mediante su resolución 3515 (XXX), la Asamblea General había reconocido la necesidad de establecer una relación entre el sistema de las Naciones Unidas y la Conferencia sobre Cooperación Económica Intern~cional, que se había convocado por iniciativa del Presidente de Francia. Consecuentemente, en el párrafo 2 de la resolución 3515 (XXX) la Asamblea invitó a la Conferetlcia sobre Cooperación Económica Internacional a que informara de sus conclusiones a la Asamblea General en su trigésimo primer período de sesiones. 7. Los resultados de la Conferencia de París sobre Coope· ración Económica Internacional debían ser examinados en virtud del tema 66 del programa del trigésimo primer período de sesiones de la Asamblea General. Se esperaba que la reunión ministerial final de la Conferencia de París

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Asamblea General - Tripsimo primer período de sesiones - Sesiones Plenarias

tuviera lugar del 15 al 17 de diciembre de 1976, con lo cual la Asamblea habría tenido tiempo para examinar los resultados de la reunión ministerial antes de clausurar el período de sesiom 8, como estaba previsto, "ll 21 de diciembre de 1976. La posterRación de la reunión minis· terial fmal de la Conferencia de París llev6 a la decisi6n que se tomó e;l la 107a~ sesión plenaria del trigésimo primer período de sesiones en el sentido de que el período de sesiom~: se reanudara en la oportunidad y con la duración que el Presidente, después de celebrar consultas con los Estados Miembros y con el Secretario General, considerara más convenientes {véase decisión 31/429 Al. La decisión se adoptó en la inteligencia de que la Asamblea se reanudaría ..nica y exclusivamente para examinar el tema 66 del programa y de que ese tema, asignado a la Segunda Comisión, sería tratado en dicha Comisión. La reunión ministerial final de la Conferencia sobre Cooperación Económica Internacional se celebró en París del 30 de mayo al 2 de junio de 1977. 8. Los Miembros tienen en su poder los documentos A/31/478, de 22 de junio de 1977, A/31/478/Corr.l, y A/31/478/Add.1 Y Corr.l, donde figura el informe de la Conferencia sobre Cooperación Económica Internacional que la Segunda Comisión examinará con arreglo al tema 66 del programa del trigésimo primer período de sesiones.

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9. Como cabía esperar, las opiniones acerca de los logros de la Conferencia de París están divididas. Por una parte, los representantes de los países en desarrollo, aunque recono· ciendo que se hicieron progresos hacia la satisfacción de ciertas propuestas de los paí2es en desarrollo, lamentaron que la mayoría de las iniciativas a favor de cambios estructurales en el .;istema ~conómico internacional y algunas propuestas de acción urgente con relación a problemas apremiantes no hayan !lido objeto de acuerdo. Por lo tanto, el grupo de 19 representantes de países en desarrollo consideró que las conclusiones de la Conferencia no llegaron a la altura de los objetivos previstos en pro de un programa de actividades global y equitativo tendiente al establecimiento de un nuevo orden económico inter· nacional. Por otra parte, los participantes de los países desarrollados celebraron el espíritu de cooperación que en general imperó en la Conferencia y expresaron su decisión de mantener ese espíritu mientras prosigue el diálogo entre países en desarrollo y desarrollados en otros foros. Los países desarrollados lamentaron la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre ciertos aspectos importantes del diálogo, como algunos sectores de la cooperación en materia de energía. El ejemplo que "scogieron indica claramente sus prioridades; pero es lamentable que no refleje la principal inquietud de los países en desarrollo, especialm~nte porque el tipo de cooperación en materia de energía que propu· sieron los países desarrollados difícilmente sirva de socorro a las ine'tables economías de los países en desarrollo que no exportan petróleo. 10. Los participantes en la Conferencia se pusieron de acuerdo en un punto: la Conferencia había contribuido a una mejor comprensión de la situación económica internacional y sus intensos debates habían resultado prove· chosos para todos los participantes. Los eufemismos de la diplomacia no pueden ocultar la dura realidad. La cortesía y la franquc/.a son con frecuencia mutuamente incompa·

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tibIes. Careceríamos de honestidad intelectual si disfrazá· ramos el fracaso con los términos que3e utilizan en el informe. 11. Quienes crean que la Conferencia logró cierto progreso deben preguntarse qué es el progreso y recordar la famosa expresión de un bien conocido autor: .. ¿QUI~ es la vcrdad'l Preguntó de chanza Pilatos y no esperó respuesta". 12. En los próximos días no debemos perder tiempo esperando una resp'uesta a la pregunta: ¿qué es el progreso? Deben preguntarse ustedes si los acuerdos logrados sobre varias medidas y asuntos pueden, por su índole y calidad, ofrecer esperanzas de avance hacia el establecimiento de un nuevo orden económico internacional o, en caso contrario, de socorrer oportunamente a las economías gravemente perturbadas. 13. Si examinan las cuestiones sobre las que la Conferencia no pudo ponerse de acuerdo, verán que entre ellas figuran varias de las más importantes. 14. Con respecto a las materias primas y el comercio hubo por lo menos cuatro cuestiones de importancia crítica que no fueron objeto de acuerdo: poder adquisitivo de los países en desarrollo; medidas relacionadas con la finan· ciación compensatoria; medios para proteger los intereses de los países e~ desarrollo que pudieran verse perjudicados por la aplicación del programa integrado de producto~ básicos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD)I; y relación del pro· grama integrado con el nuevo orden económico internacional. 15. En materia de desarrollo no hubo acuerdo sobre las medidas relacionadas con la deuda de los países en desarrollo. Con respecto a energía, no se llegó a un acuerdo sobre la cuestión de la asistencia financiera para superar los problemas de pagos externos d~ los países en desarrollo que importan peí.róleo y los países desarrollados que importan petróleo. Si bien los problemas de los primeros son diferentes de los que enfrentan los segundos como diverso es el día de la noche, la Conferencia optó por tratarlos del mismo modo. 16. La charanga final de la Conferencia de París fue una recomendación para que continúe intensamente el estudio de los problemas pendientes dentro del sistema de las Naciones Unidas y de otros órganos competentes existentes {véase A/31/478, pá". IlI, y los participantes se como prometieron a llevar a cabo de un modo oportuno y eficaz las medidas de cooperación internacional convenidas en la Conferencia {ibid., párr. 12/. La suerte de las medidas de cooperación int~rnacional sobre las que no hubo acuerdo sigue siendo incierta, a no ser que sean motivos de lo que se ha descrito como el diálogo continuo. 17. Espero fervientemente que en la rean'Jdación de este período de sesiones comprendamos que los hechos y las estadísticas de la situación actual con respecto a la 1 Véase Actal de la Conferencia de las Naclontl Unidas ,obre Comercio )1 Dela"ollo, cuarto periodo de Itllone" vol. 1, Informe )1 Anexo' (publicaciólI de las Naciones Unid", No. de venta: S.76. JI.D.IO), primera parte, scee. Al resoJuci6n 93 (IV).

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lOSa. sesión - 13 de st>ptiembre de 1977

economía mundial son evidentes pa~a todos nosotros y que nada se ganará con la repetida Jetaníáde reproches y retórica inútil o formulando exigencias perentorias a las que habrá que enfrentarse con exhortaciones a {.3ner paciencia. Se espera que el tiempo cure todo, incluso el cáncer maligno de que sufren las economías de los países en desarrollo no exportadores de petróleo. 18. Hablando por conducto del Grupo de los 77,los países en desarrollo han puesto de relieve con toda razón el papel primordial de las Naciones Unidas, especialmente en mate· ria de cooperación económica internacional. El protagonista principal dentro de las Naciones Unidas es la UNCTAD, cuya contribución y esfuerzos deben ser apoyados y complementados por otras organizaciones internacionales como el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI). En realidad, no se necesitan nuevos organismos. Serían redun· dantes desde un punto de vista administrativo y un desperdicio de finanzas. Quienes predican economía deben ser los primeros en comprender que el mecanismo más eficaz es esa cosa tan nebulosa llamada la voluntad política. 19. Cuestiones de suma gravedad - como el empeora· miento de los términos de intercambio de los paí6es en desarrollo no productores de petróleo, la creciente neceo sidad de que recurran a préstamos a corto y mediano plazo con grandes tasas de interés para atender sus pagos y la abrumadora carga de ~a deuda impuesta en consecuencia, que los obliga a aplicar un porcentaje muy elevade de sus ganancias de exportación al servicio de la deuda a cnsta de importaciones esenciales para sost~:i1er un crecimiento correcto y constante - han sido subestimadas desde hace demasiado tiempo, mientras que los problemas energéticos de los ricos parecen tender a recibir un grrldo despropor· cionado de atención. La amenaza de la relcesión y de la inflación creciente jamás se eliminará [,i la inmensa mayoría de los países, que comprende unos dos tercio!! de toda la población del mundo, se ve obligada a vivir en un estado de cri~is económica continua y cada vez más profunda. Una ligera reducción del commmo ostentoso de los ricos puede reducir en grar. medida las ~!1ormes r..esigualdades que existen actualmente y producir efectos que pueden resultar de beneficio mutuo para los países desarrollados y en desarrollo. 20. En el deslinde de las responsabmdades financieras para equilibrar la situación de los desarrollados yen desarrollo y ayudar a reducir las desigualdades existentes mediantelí mejores condiciones comerciales, junto con un sistema correcto de financiación compensatoria, lt's países en desarrollo exportadores de petróleo, que recién en los últimos cuatro anos adquirieron superávit sustanciales, no pueden ser tratados de la misma manera que los países industrializados. Sería sumamente injusto esperar que los países en desarrollo exportadores de petróleo contribuyan del mismo modo que los países industrializados a la reestructuración del sistema comercial internacional antes de que hayan tenido tiempo de crear la infraestructura y el establecimiento industrial ql1" aseguren un crecimiento económico constante y autosostenido. Una infraestructura confiable y un establecimiento industrial sólido son ele· mentas permanentes y perdurables en tanto que la riqueza, sobre todo si se deriva de un recurso perecedero, puede ser efímera. Por otra parte, no es poco razonable esperar que

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quienes tienen grandes superávit nO sólo los inviertan atinadamente, sino que estén dispuestos a socorrer a quien más urgentemente lo necesite de manera que proporcione rendimiento y retribución. Asimismo, los pat'ses que se apartan del llamado diálogo entre el Norte y ~l Sur nobre la base de que el Norte debe rectificar los ~iglos de explo· tación del Sur asumiendo la plena responsabilidad de garantizar la justicia social del Sur deben comprender que !a mejor prueba de la amistad radica en los hechos y no en las palabras. 21. _;.brigo la esperanza de que este espíritu anime los debates de los próximos días y de que cualesquiera sean las decisiones que se adopten en la reanudación de este período de sesiones las mismas constituyan un preludio de acción clara y eficaz durante el trigésimo segundo período de sesiones, cuando se volverá a tratar este tema. 22. Como resultado de las consultas que he realizado se ha llegado al entendimiento de que hoy habrá un debate general en que participará un número limitado de oradores representantes de varios grupos.· De acuerdo con ese entendimiento se ha preparado una lista de oradores. Espero que se respete ese entendimiento y que los discursos sean de una duración tal que nos permitan conchJir hoy el debate y que la Segunda Comisión empiece a trabajar manana. 23. El SECRETARIO GENERAL (interpretación del inglés): La reanudación del trigésimo primer período de sesiones de la Asamblea General reafirma el sentido de compromiso constante para lograr el establecimiento de un nuevo orden económico internacional. 24. No hay la menor duda acerca del esclarecido espíritu de solidaridad internacional que ha prevalecido desde la celebración de los períodos extraordinarios el