Año 1
Semana 38
Día 1
A la manera de Acán Lee Una triste historia. Una lección para nosotros. Josué 7.1-26
Medita Todo iba bien en la conquista de la tierra de la promesa. En realidad iba a las mil maravillas. Pero estamos en este mundo, y, como siempre, no faltan tropiezos. Es triste lo sucedido en este capítulo. No hay que echar culpa ni tirar piedras sobre Acán. Cualquiera de nosotros pudo ser Acán o Ananías y Safira. Pensemos también en los diezmos que nos corresponde dar (Mal. 3.6-9). Triste es la manera como empieza Josué 7 y triste lo que sigue. Hubo antes una milagrosa victoria con la toma de Jericó. Ahora correspondía conquistar a la débil Hai. Humillante derrota sufrió el poderoso ejército del pueblo de Dios. ¿Cómo explicarlo? Una sola es la respuesta: Hay anatema en medio del pueblo. Josué ora (79). Dios habla (10-15). Hay inquisición y se descubre al culpable (16-21). Dios había prohibido que se tocase algo del enemigo para uso personal (6.17-18). El cuerpo del delito es encontrado (22-23) y sucedió lo irremediable (24-25). ¡Qué triste señal (26) en contraste con lo de Gilgal (4.20-24)! ¡Que no se repita más lo del valle de Acor! ¡Que no se repita más lo de Ananías y Safira (Hch. 5.1-11)! ¡Que no se repita más y que permanezca la señal del milagro en Gilgal (Jos. 4.20-24)!
Aplica ¿Hay algo en tu vida que puede provocarte un triste final como el de Acán? Dile al Señor: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu recto dentro de mí" (Sal. 51.10). ¿Qué más harás al respecto?
Ora Gracias Señor, porque no has hecho conmigo conforme a la multitud de mis pecados, sino que has tenido misericordia de mí. 1
1Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 38
Día 2
Una ciudad abierta Lee El señorío de Dios. Josué 8.1-17
Medita Una puerta abierta, normalmente es una señal de bienvenida y de acceso a otro ambiente; aunque también puede expresar una invitación diplomática a retirarse de un lugar. Cuando no es ninguna de las dos, entonces es simplemente una señal de descuido, y el peligro es inminente. Y esto es precisamente lo que ocurrió a los habitantes de Hai, pues dejaron la ciudad abierta, lo cual facilitó su destrucción. En el relato bíblico de hoy veremos el señorío de Dios evidenciado en tres decisiones a favor de su pueblo: 1. Su señorío sobre los bienes materiales. Jehová había prometido a Josué entregar todo lugar que pisara la planta de su pie; y, en virtud a su promesa, él decidió entregar en su mano al rey de Hai, a su pueblo, a su ciudad y a su tierra. (1) 2. Su señorío sobre la vida. Él decidió ponerle fin a la vida del rey de Hai, y a la de todo su pueblo. (2) 3. Su señorío sobre las circunstancias. Él decidió la estrategia a seguir para destruir a Hai (2). Aun al dejar la ciudad abierta, estaba bajo el control de Dios. Josué hizo conforme a la palabra de Jehová (8), y el primer paso en el plan de Dios, se cumplió: Todos los hombres de Hai salieron de la ciudad y ésta quedó desprotegida.
Aplica ¿La puerta de tu corazón está siempre abierta para Dios? ¿Qué áreas de tu vida, aún no están bajo el control de Dios? Jesús, tu Salvador, ¿es también tu Señor? ¿Qué evidencias puedes presentar al respecto?
Ora Dios mío, toma el control de mi vida, y haz en ella tu voluntad. 2
2Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 38
Día 3
Una ciudad asolada Lee La sabiduría de Dios. Josué 8.18-35
Medita Asolar significa: destruir, arrasar, devastar, etc. La Biblia registra varias ciudades asoladas por Dios: Sodoma y Gomorra (Gn. 19.2425), Jericó (Jos. 6.21). Dios asoló ciudades cuando el pecado de sus habitantes se agravaba en extremo (Gn. 18.20). Los habitantes de Hai habían dejado la ciudad abierta y sin ningún hombre, totalmente desprotegida, en un intento de seguir a Israel y matarlos. Dios había dispuesto que un primer contingente de Israel provocara a los de Hai, y los hiciera dejar la ciudad (8.5-6); y que un segundo contingente se escondiera detrás de la ciudad (8.4). Cuando los de Hai se alejaron de la ciudad, el segundo contingente, a la orden de Josué (18), tomó la ciudad de Hai y le prendió fuego (19). El resultado final fue una ciudad reducida a un montón de escombros y asolada para siempre (28), y doce mil, todos los de Hai, muertos. (25) El perfecto y sabio plan de Dios había funcionado. El pueblo había triunfado sobre su enemigo, y Josué, lejos de "embriagarse" de éxito, recordó todo lo que su anciano maestro le había enseñado; El siervo de Dios edificó un altar a Jehová para adorarle (31); entonces, en presencia de toda la congregación de Israel, leyó todas las palabras de la ley. (34-35) Cuando nos encontremos en el mejor momento de nuestra vida, en el "pico más elevado", lo mejor que podemos hacer es recordar; recordar que todo lo que hemos llegado a ser, tener y hacer, se lo debemos absolutamente a Dios. Entonces únicamente nos gloriaremos en la cruz de Cristo, porque el gloriarse en sí mismo no es gloria.
Aplica ¿Qué cosas en mi vida, que deshonran a Dios, deben ser destruidas por completo? ¿Realmente estoy dispuesto a permitir que Dios haga su perfecta voluntad en mi vida? ¿Cuánto tiempo le doy a la lectura de la Palabra de Dios?
Ora Dios, concédeme sabiduría para conocer tu voluntad y ponerla por obra. 3
3Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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Año 1
Semana 38
Día 4
Una ciudad confiada Lee La justicia de Dios. Josué 9.1-27
Medita La vida cristiana eficaz demanda de la permanente dirección de Dios mediante su Palabra y por su Espíritu. De manera tal que, el principal origen de toda desgracia, es el ignorar a Dios, el no atender a su Palabra, es decir, el no consultar a Jehová. El mandato de Dios. Josué, por mandato de Dios, debía destruir a todas las ciudades cananeas y no hacer alianza con ellas. (Dt. 7.1-2) La astucia de los Gabaonitas. Gabaón estaba a 10 Km. de Hai, y sus habitantes temían ser destruidos por los Israelitas (24); así que fingieron venir de tierras lejanas (9) intentando salvar sus vidas, con la intención de comprometer, mediante una alianza, a Israel. El pecado de Israel. Prefirieron atender al testimonio de los Gabaonitas (9-13) antes que al testimonio de Jehová; decidieron por lo que vieron sus ojos (12-13) antes que buscar la dirección de Dios (14); se emocionaron con las provisiones antes que consultar a Jehová (14); fueron guiados por sus sentimientos antes que por la palabra revelada de Dios. Al descubrirse el engaño, no pudieron matar a los gabaonitas a causa del juramento (18-19) y por un evidente sentido de justicia; pero los hicieron leñadores y aguadores para la congregación y para el altar de Jehová. (27) Dios nos ha dado su Palabra para que ésta ilumine nuestro entendimiento y nos haga capaces de discernir las artimañas del enemigo para no caer en su engaño.
Aplica ¿Has fracasado por no consultar a Jehová? ¿Qué haces cuando tus sentimientos son contrarios al consejo de Dios? ¿Qué tanto puedes confiar en lo que te dicta tu corazón? ¿Hasta qué punto el consejo de Dios es determinante?
Ora Dios, gracias por darme tu Santo Espíritu para guiar mi vida. 4
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Año 1
Semana 38
Día 5
Una ciudad fuerte Lee La omnipotencia de Dios. Josué 10.1-15
Medita Los recursos de Dios son ilimitados; sus pensamientos y sus caminos son más altos que los nuestros (Is. 55.8-9). Él actúa de diversas maneras, incluso más allá de lo que podemos imaginar. Ante la alianza de Gabaón con Israel, cinco reyes del sur se juntaron para pelear contra Gabaón (5), a causa del temor que se apoderó de ellos. (2) Los gabaonitas pidieron ayuda a Israel (6) y éstos consultaron a Jehová, quien les dijo: "Yo los he entregado en tu mano" (8). Teniendo a Dios de su lado, hirieron con gran mortandad a los cinco ejércitos amorreos. Y Dios, mostrando la grandeza de su poder, ante el clamor de Josué (14), detuvo el sol y la luna en Gabaón (12-13) hasta que Israel hubo destruido a sus enemigos. Israel se convirtió en una ciudad fuerte toda vez que el poder de Dios se manifestaba en sus vidas, a causa de su confianza en el Señor. Así también, cuando como creyentes hacemos alianza con Dios para andar en sus caminos, los enemigos del mundo tratarán de destruirnos; pero si confiamos en Dios (Jn. 16.33) Jehová peleará por nosotros y estaremos tranquilos (Ex.14.14). Nuestra fe se fortalecerá cada vez que rindamos nuestras vidas a Cristo; entonces seremos capaces de asumir los retos que el Señor nos ponga.
Aplica ¿Crees que Dios tiene poder para transformar tu vida? ¿Qué impide que tu vida cristiana sea fuerte y sólida? ¿Qué maravillas ha hecho Dios en tu vida y a través de tu vida? ¿Crees que el Señor todavía puede seguir obrando así?
Ora Señor, toma mi vida, y cúmplase en mí todos tus propósitos. 5
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Año 1
Semana 38
Día 6
Una ciudad victoriosa Lee La grandeza de Dios. Josué 10.16-43
Medita La vida cristiana eficaz, a pesar de sus dificultades y aflicciones, es una vida victoriosa en Dios, el cual nos lleva siempre de triunfo en triunfo en Cristo Jesús (2 Co. 2.14). En Cristo somos más que vencedores (Ro. 8.37). Es Dios quien pelea por nosotros (Ex.14.14) y nos da la victoria; de modo que si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? (Ro. 8.31) En el relato bíblico de hoy observamos esta bendita verdad: Jehová, el Dios de Israel, peleaba por su pueblo (43). Dios le había prometido a Josué que nadie le podría hacer frente en todos los días de su vida, que estaría con él y que no lo dejaría ni lo desampararía (1.5). Dios honró su palabra y mostró su grandeza dándole a Josué y a su ejército victoria tras victoria, pues mataron a los cinco reyes de los amorreos (26) y destruyeron por completo todo lo que tenía vida en las ciudades de Maceda (28), Libna (2930), Laquis (31-32), Gezer (33), Eglón (34-35), Hebrón (36-37) y Debir. (38-39) El éxito de Josué no radicaba en su valentía ni en su poder sino en la grandeza de Dios, manifestada cuando Josué hacía todo como Jehová se lo mandaba (40). ¿Será siempre fácil hacer lo que Dios nos manda? Por supuesto que no; esto requiere decisión y determinación. Decisión para vivir y hacer las cosas según nos lo indique el Señor, y determinación de pagar el precio que tengamos que pagar. Cuesta obedecer al Señor, pero "cuesta mucho más" no obedecerle.
Aplica ¿Qué testimonio puedes dar de tu vida victoriosa en Cristo? Cuando estás afligido, ¿confías en la victoria que te dará el Señor y eres capaz de conservar tu contentamiento en él? ¿Cómo se ha manifestado la grandeza de Dios en tu vida?
Ora Te alabo Dios, por tus muchas misericordias para conmigo. 6
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Año 1
Semana 38
Día 7
Una ciudad obediente Lee La bondad de Dios. Josué 11.1-23
Medita Existe un común denominador en todos los personajes bíblicos que fueron grandemente usados por Dios: todos ellos hicieron las cosas tal como Jehová Dios lo había mandado. Asimismo, en todo lugar y en todos los tiempos, Dios había usado, sigue y seguirá usando poderosamente a todo creyente obediente a su palabra. Josué y su ejército habían destruido ya a las naciones del Sur de Canaán y ahora se disponen a conquistar a las del Norte. Todos los reyes del Norte, del Occidente (2) y del Oriente (3), se pusieron de acuerdo para pelear contra Israel (5). Eran muchísima gente con caballos y carros de guerra (4), pero Jehová había prometido a Josué que a todos ellos los entregaría muertos delante de Israel. (6) No cabe duda que las huestes enemigas, debido a su espectacular despliegue militar, podían haber hecho temblar a más de uno; sin embargo, cuando las cosas parecen complicarse, debemos más que nunca estar conscientes del enemigo pero sumamente impresionados por Dios, su majestad y poder incomparables. Josué había aprendido a ser obediente y a hacer las cosas "tal como Jehová se lo había mandado" (esta expresión se repite 6 veces en este capítulo: 9, 12, 15a, 15b, 20 y 23), y por ello conquistó las tierras del Norte de Canaán y las repartió a Israel según sus tribus (23). El mismo Dios de Israel es nuestro Dios, y él puede y quiere mostrar cada día sus bondades en nuestras vidas; por lo tanto, aprendamos a ser obedientes a su palabra.
Aplica ¿En qué áreas de tu vida aún te es difícil obedecerle a Dios? ¿Qué testimonio puedes compartir acerca de la bondad de Dios para contigo? ¿Eres bondadoso con otras personas, especialmente con aquellas que te causan problemas?
Ora Gracias Dios, porque a pesar de mis debilidades y pecados, tú permaneces fiel. 7
7Se permite reproducir este material citando a Unión Bíblica como tenedores de los derechos, y siempre y cuando no se venda. Para contactar a Unión Bíblica por correo electrónico:
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