Yocastay su constante renovación

12 mar. 2013 - y su historia. Es una mujer eterna, puede ser de cualquier época, Julie por ejemplo, es una mujer contem- poránea, un fantasma contempo-.
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espectáculos

| Martes 12 de Marzo de 2013

Julie Vincent en la puesta que realizó en Canadá

françois fournier

Yocasta y su constante renovación en eL extranjero. La actriz y directora canadiense Julie Vincent estrena hoy un texto de la

uruguaya Mariana Percovich que propone una lectura contemporánea del mito griego Carlos Pacheco PARA LA NACION

Hace un par de años, la directora y actriz canadiense Julie Vincent llegó a Buenos Aires para montar, con actores argentinos, El portero de la estación Winsor. Un drama singular, construido a partir de la historia de un uruguayo exiliado en Montreal. Esa experiencia la contactó muy fuerte con la sociedad montevideana, ya que parte de aquella investigación dramatúrgica la realizó en la capital uruguaya. Vincent regresa a nuestra ciudad y lo hace interpretando Yocasta, un monólogo de la dramaturga

y directora montevideana Mariana Percovich, sólo en tres funciones, en El Extranjero. Ellas se conocieron hace algunos años en el teatro Victoria, de Montevideo. Mariana ensayaba Bodas de sangre y Julie ponía en escena El vestido de novia, de Gisele Schmidt. Un breve diálogo las conectó. Percovich le envió su texto y la canadiense decidió montarlo. El proceso en Montreal fue complejo. Pero finalmente lo logró. Ahora está de gira por Montevideo, Buenos Aires, Asunción, San Pablo y Campinas. “El texto tiene diez años –cuenta Mariana Percovich–. Yo estaba muy conectada con el tipo de abor-

daje de las tragedias según el estilo de Heiner Müller. Había montado su poema Ayax. En un taller con José Sanchis Sinisterra, en Córdoba, que volvió sobre el Edipo rey, me hizo trabajar en Yocasta. Él nos dijo a las mujeres que nadie le había dado una voz como se merecía, y eso me estimuló a volver a ella, a su génesis y su historia. Es una mujer eterna, puede ser de cualquier época, Julie por ejemplo, es una mujer contemporánea, un fantasma contemporáneo, y me encanta.” “Es que Yocasta crea bajo los ojos del espectador, a lo largo del cuento, las condiciones de su pérdida –explica Vincent–. Su muerte

por ahorcamiento parece ser imputable a su propia ceguera. Pero Percovich nos deja con cuestiones contemporáneas: ¿por qué hablamos tan poco de Yocasta cuando se cuenta la historia de Edipo? ¿Qué amenaza queremos eliminar impidiéndole hablar? ¿Qué representan de amenazadores los años de placer que Yocasta conoció junto a Edipo? ¿Para Yocasta el suicidio es un acto escogido o provocado? Estas cuestiones alimentaron una lectura contemporánea de nuestro trabajo. La presencia del cuerpo cariñoso de Yocasta es el aspecto inquietante del texto de Mariana, y eso es algo nuevo.”

–¿Cómo se expresa esa novedad? –El cuerpo está puesto por delante del texto, y se trata del cuerpo de una mujer. La autora oscila, sin cesar, entre los atributos de la maternidad (pechos nutricios, vientre de la fecundación, el grito del nacimiento) y los de la amante (pechos perfumados y ofrecidos; vientre tenso, ojo del deseo, el grito de placer). Es ahí donde reside toda la ambigüedad y es la ambigüedad lo que caracteriza esta tragedia contemporánea y la fuerza del personaje. Esta pieza corta evoluciona en diez segmentos. Cada uno es un trozo de la historia. El orden no es cronológico, el desarrollo procede de otro modo: por fragmentos de memoria. Así, el fantasma de Yocasta mueve su vida. El tratamiento sonoro, la voz ampliada, el canto, los movimientos inesperados, las posturas descabelladas crean los diferentes niveles de narración. Ingresar en los mitos griegos es emprender una investigación policial. La compañía Singulier Pluriel, que integra Vincent, invitó a Percovich al estreno canadiense. La autora narra así aquella aventura: “Me invitaron la compañía y el Centro de Autores Dramáticos de Canadá, y llegué con 20 grados bajo cero y una nieve pesada que lo cubría todo en 20 segundos. Pero Julie, volcánica en la escena, derritió esa nieve. Fue intenso y heladamente blanco; pero muy impactante fue para mí reencontrarme con ese texto que yo había montado hacía una década encarnado en esa mujer canadiense, con la sonoridad tan especial de su francés, y funcionando con un público tan distinto. Me gustó mucho la puesta, la banda, el uso de las proyecciones. Me sentí muy bien tratada como dramaturga.” La creadora canadiense Julie Vincent parece estar interesada en crear continuos intercambios con el sur latinoamericano. Tiene previsto volver a montar un nuevo espectáculo en la Argentina y, también, compartir tareas con la compañía Complot, de Uruguay. A la vez ha diseñado un proyecto para que autores argentinos comiencen a divulgarse en Montreal. ß

Yocasta de Mariana Percovich Dirección y actuación, Julie Vincent. El Extranjero, Valentín Gómez 3378. Funciones, hoy, mañana y pasado, a las 20.30.

Mario Pergolini, experto en Tinelli tV. El conductor visitó

Intrusos y habló del futuro de ShowMatch

Para que la historia de “el pase del año” estuviera completa hacía falta que apareciera otra opinión. La palabra de Mario Pergolini, cuando se trata de noticias relacionadas con Marcelo Tinelli, es lo más parecida al análisis de un experto, alguien que pensó largo y tendido en las razones detrás del personaje con el que batalló cuando ambos formaban parte de la pantalla chica. En medio de la controversia generada por la salida del dueño de Ideas del Sur de El Trece y su búsqueda de ese nuevo canal que no termina de encontrar, Pergolini visitó Intrusos y, entre otras cosas, se refirió a su enemigo íntimo. “Tinelli tiene menos poder del que se piensa”, dijo el dueño de Vorterix en la larga charla que sostuvo con Jorge Rial en el ciclo de América, un posible nuevo hogar para ShowMatch. “Creo que ha coqueteado con el poder siempre y el poder lo ha aceptado a él porque le era útil. No sé cuánto puede joder Marcelo políticamente, le adjudicamos un poder más grande del que termina teniendo. Ahora tiene un costo grande con la productora, no es tan sencillo que se quede sin dar la cara porque su programa sostenía semejante estructura. Hay que verlo por ese lado, si a él le cagan el momento en que tiene que vender su producto –cuando tiene que sostener esa estructura, un estudio nuevo, una buena inversión edilicia– él tendría que seguir trabajando por eso”, opinó Pergolini antes de concluir que, desde su punto de vista a América no le conviene tenerlo porque “se va a fagocitar a los que están intentado crear; si él sigue con la productora va a tener que colocar sus productos”. ß

Peto Menahem, protagonista de la nueva ficción de suspenso de Canal 7

tv pública

televiSión

El Código Mariano Moreno Las hueLLas deL secretario. ★★★ buena. autores: Joaquín Bonet y Matías Bertilotti, sobre una idea original de Hugo Castro Fau. elenco: Peto Menahem, Malena Solda, Luis Machín, Osmar Núñez, Manuela Pal. dirección de arte:

Cristina Nigro. dirección de fotografía: Pablo Ibarra.

producción ejecutiva :

Carolina Álvarez.

producción general :

Carolina

Álvarez y Hugo Castro Fau. dirección: Matías Bertilotti. horario de emisión: martes a jueves, a las 22.30 por la TV Pública

“¡E

sto tiene que ser un nuevo comienzo!” es el ruego que un viejo historiador le hace al hombre que está a punto de matarlo al comienzo de este relato de suspenso e intriga con base histórica y referencias bien visibles al presente. La víctima guarda un documento que, según esos indicios, puede abrir desde el fondo de nuestro pasado histórico todo un proceso fundacional. El victimario pertenece a una misteriosa congregación dispuesta a utilizar todos los medios para mantener todo como está, guardado bajo siete llaves. El escrito en cuestión es nada menos que el famoso Plan Revolucionario de Operaciones rubricado por Mariano Moreno. Texto del que se desprende “una revolución para toda América del Sur, algo que recién estamos empezando a hacer ahora”, según confiesa al final del segundo capítulo la restauradora (Malena Solda), que junto a un profesor de historia del Nacional de Buenos Aires (Peto Menahem) trata de develar

de a poco el misterio que guardan esas páginas manuscritas. Detrás, agazapada y activa, está la logia que trata de impedirlo. Integrada, emblemáticamente, por personas de espíritu conservador que integran distintos estamentos de poder: gubernamental, educativo, eclesiástico. Entre alusiones simbólicas a la actualidad, citas históricas y menciones conspirativas que seguramente caerán simpáticas al Gobierno (coproductor de esta serie), lo que se nos muestra es un raro acercamiento televisivo a los relatos seriados de intriga y suspenso que están lejos aún de ocupar un espacio de peso en el universo ficcional televisivo, dominado por el melodrama y el costumbrismo. Anclado en el pasado histórico de nuestro país y referenciado en una idea original de su productor, el relato abreva todo el tiempo en dos fuentes cinematográficas muy visibles, provenientes de Hollywood: El Código Da Vinci (del que se extrajeron el retrato del dúo de

investigadores y las permanentes menciones religiosas) y La leyenda del tesoro perdido (con sus alusiones al valor y la custodia de ciertos documentos fundacionales y a la necesidad de preservarlos por su valor histórico esencial). Hay aquí una intriga bien planteada que podría funcionar aun mejor si se trabajara con menos languidez y mayor brío la resolución de algunas escenas. Hay momentos muy logrados, como el del comienzo, cuando con palabras justas y planos exactos queda expuesto el eje del conflicto, y otros exageradamente morosos, casi al borde del tiempo muerto, como si no se confiara del todo en el dinamismo que nace del poder narrativo de las imágenes. Paradójicamente, esto ocurre cada vez que el relato busca alivianar los temas más densos con alguna salida irónica o humorística totalmente fallida, como la descripción del trastorno obsesivo-compulsivo que afecta al personaje de Menahem. Con una pareja protagónica que de a poco empieza a entregar convicción y buena química, más el respaldo de sólidos actores de reparto (especialmente Machín y Núñez) y la eficacia de los rubros técnicos, Las huellas del secretario es una digna incursión en un terreno que las ficciones televisivas locales deberían frecuentar más seguido.ß Marcelo Stiletano