Una tragedia aislada

de diciembre en Ilha Grande, la mayor de las 365 islas de Angra dos Reis, en Brasil, miles de turistas se acercaron a las playas del centro, en Vila do Abraão, ...
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Turismo

Domingo 10 de enero de 2010

[ BRASIL ] Estado de Río de Janeiro

Una tragedia aislada Tras el alud de Año Nuevo en Ilha Grande, afirman que la villa principal no se vio afectada y que no hay riesgo de otros derrumbes

El desmoronamiento fue en Bananal, a 50 minutos del centro de la isla

I

LHA GRANDE.– La noche del 31 de diciembre en Ilha Grande, la mayor de las 365 islas de Angra dos Reis, en Brasil, miles de turistas se acercaron a las playas del centro, en Vila do Abraão, para festejar y sumarse a la tradición de cada fin de año: vestirse de blanco; hacer las ofrendas florales a Iemanjá, la reina de los mares; traer copas y bebidas para brindar; saltar las doce olas –una por cada mes–; pedir deseos, y disfrutar de los fuegos artificiales para darle la bienvenida a 2010. Pero la isla amaneció con una trágica noticia que recorrió el mundo. Luego de dos días de intensas lluvias, un alud de grandes proporciones alcanzó una parte de la posada de lujo Sankay y varias casas en la bahía de Bananal, una de las 106 playas de Ilha Grande, y mató a 31 personas. La avalancha además afectó todos los servicios: durante varias horas no hubo luz, agua ni teléfono, y lo que estaba preparado para ser el auge de la temporada comenzó a transformarse en una tragedia económica. Por las calles de Vila do Abraão, donde cerca de 15.000 turistas habían llegado para despedir el año, ahora se ven bares, restaurantes y posadas semidesiertos.

Reservas que caen A pasos del muelle, donde los turistas embarcan para dar vuelta a la isla o hacer snorkel en las paradisíacas aguas de las bahías de Lagoa Azul o Lagoa Verde, entre otros puntos, Marcela tiene un puesto de alquiler de equipos para bucear. “En pleno verano, normalmente son 80 equipos por día; es decir, vacío el carrito entero. Hoy todavía no alquilé ninguno”, dice. Pero eso no es todo. Los 146 estable-

cimientos hoteleros que se encuentran sólo en Vila do Abraão también se vieron afectados. “La isla estaba con una ocupación del ciento por ciento hasta el 20 de este mes y a partir de la difusión confusa de lo que sucedió cayeron las reservas de hotelería en un 50 por ciento. Esto significa que se cancelaron reservas ya confirmadas y no se realizaron nuevas”, explica Pablo Forster, director de operaciones turísticas del Convention&Visitors Bureau de Ilha Grande, organismo no gubernamental que se ocupa del turismo local.

Llegan los cruceristas Por eso en los últimos días dueños de posadas, hoteleros, comerciantes, gastronómicos y representantes de las agencias de turismo salieron a aclarar la información en los medios nacionales y extranjeros. “Realmente me veo afectado porque se difundió una información equivocada y esto hizo que cayeran las reservas. La tragedia sucedió en un solo punto de la isla, no en toda Ilha Grande. Tuve una pérdida económica importante”, detalla Jorge Trevisan, dueño de la Posada Caúca, que se encuentra en Vila do Abraão. Cerca de 11.000 turistas visitan cada día Ilha Grande en alta temporada, quienes gastan un promedio de 150 dólares cada jornada. La recaudación durante esos meses es de más de 150 millones de dólares, según la Secretaria de Turismo de Angra dos Reis. El alud se produjo en la bahía de Bananal, que está a 50 minutos de navegación del centro de la isla. “Vila do Abraão no corre ningún riesgo de desmoronamiento, está totalmente segura, dado que después del accidente de Bananal se sobrevoló la isla en helicóptero con un grupo de especia-

AP

listas, entre ellos técnicos y geólogos, para analizar el estado de los morros y no hay riesgos. El turista puede venir tranquilo a Ilha Grande. Esto no afectó Vila do Abraão”, dice en comunicación telefónica desde Angra dos Reis el subprefeito (subintendente) de Ilha Grande, Paulo Vicalho. La noticia no afectó la llegada de los 109 cruceros que visitarán este año el lugar. “El navío Costa Victoria, de la compañía italiana Costa Cruceros –explica Pablo Forster–-, que partió de Buenos Aires a fin de año, arribó a la isla el 2 de este mes con 2200 pasajeros a bordo, el 90 por ciento argentinos, de los cuales 500 realizaron excursiones de trekking y snorkeling en varios puntos de la isla. Esto da la pauta de que se está operando con total normalidad y seguridad. De hecho, en estos días llega nuevamente el Costa Victoria en su tercera escala”, detalla el empresario que se ocupa del turismo receptivo de las compañías Costa Cruceros, Ibero Cruceros y Royal Caribbean, en Ilha Grande . Con la salida del sol llega la esperanza de que la situación pueda revertirse. Argentinos y chilenos bajan esta mañana del ferry que salió de Angra dos Reis para la isla. Angeles Fornieres (de 24 años) y Magdalena Pizzaro (de 22) son de Buenos Aires. “Ya teníamos hecho un depósito para el alquiler de una casa en la isla, por eso llamamos antes de salir. Teníamos muchas ganas de conocer Ilha Grande, entonces vinimos”, cuenta Magdalena. El mar y el sol están a pleno esta mañana. El color del agua es esmeralda y azul intenso en otras bahías. No hace falta más para disfrutar del Caribe brasileño.

Ana Da Costa

LA NACION/Página 9