Un sector demasiado apegado a las monedas

11 jul. 2010 - Tan incómodas para los usuarios, las monedas argentinas parecen caerles en el sector, como decía el bolero, demasiado bien a todos.
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ECONOMIA & NEGOCIOS

Domingo 11 de julio de 2010

I

EMPRESARIOS & CIA. | POR FRANCISCO OLIVERA

LA SEMANA QUE PASO

Un sector demasiado apegado a las monedas n escribano público visitó hace 45 días la terminal que la línea de colectivos 129, del Grupo Plaza, tiene en La Plata. Lo enviaba el Banco Nación para acreditar una queja de la proveedora alemana Siemens, que acusaba a la compañía de los hermanos Cirigliano de impedir la instalación de cables para máquinas de boletos electrónicos. Hombres de muy buena relación con el Gobierno, los Cirigliano se oponían a la colocación con el argumento de que los técnicos no llevaban los certificados de ART y de Nación Seguros. El trabajo se hizo días después y alcanzó a las líneas 129, 133 y 124. Pero sólo con cables: no hay instalada, en todo el sector del transporte terrestre argentino, una sola de las 18.000 máquinas oficiales prometidas hace un año y medio por Cristina Kirchner. Apenas las viejas del Grupo Plaza en colectivos propios y las Monedero, de Roggio, en subterráneos de su concesión y ómnibus de la firma DOTA. Algo no funciona del todo bien en el sector. El Sistema Unico de Boleto Electrónico (SUBE) fue anunciado por la Presidenta el 3 de febrero del año pasado. Lo hizo, dijo ese día, para terminar con “el mercado negro de las monedas” y lograr “una mejora sustancial en los sectores más vulnerables socialmente”. Escoltada por Ricardo Jaime, entonces secretario de Transporte, la Presidenta le dio a la medida 90 días de ejecución: “He fijado plazos para que todos los usuarios puedan disponer de tarjeta electrónica en el ámbito metropolitano”. Los plazos fallaron. El SUBE es hasta ahora, con el tren bala, el Gasoducto del Nordeste, la refinería Gral. Mosconi II, el celular nacional “Argenmóvil”, el satélite Pueblo Peronista, los 20.000 millones de dólares chinos, el Gran Gasoducto del Sur y la privatización de Lafsa, una de las tantas aventuras imaginarias del gobierno de los Kirchner.

U

Angel sin alas Pocos proyectos han quedado, por otra parte, tan expuestos a lo que entonces era una silenciosa controversia entre Jaime y el ministro de Planificación, Julio De Vido. Tal vez allí puedan dilucidarse algunas razones de la inmortalidad de las monedas en el transporte público argentino.

ECONOMIA

Suiza alerta que espían a sus bancos BERNA, Suiza (DPA).– Algunos países extranjeros obtienen de forma ilegal datos sensibles de cuentas bancarias suizas para perseguir delitos fiscales, denuncia en su informe anual el servicio de inteligencia del país (NDB). Felix Endrich, vocero del NDB, dice que no se acusa a ningún servicio secreto en concreto, porque podría tratarse de personas privadas, como detectives. “Lo que se quiere es mostrar que Suiza no ignora lo que está pasando”, añadió. Con la denuncia, el NDB se refiere también a CD con datos de clientes extranjeros obtenidos de forma ilegal, que han sido comprados por países como Alemania o llegado indirectamente a otros, como España. El informe del NDB suizo subraya que la crisis, con la consecuente pérdida de ingresos fiscales, ha “impulsado a algunos Estados a conseguir información de forma activa (...) para buscar en Suiza fondos de sus ciudadanos que posiblemente no hayan tributado”.

Por motivos que se desconocen, los Kirchner decidieron en su momento quitar el proyecto del alcance de Jaime y dejarlo en manos de Angel de Dios, que no es un ser puramente espiritual sino el presidente de Nación Servicios –dependencia del Banco Nación– y funcionario de confianza de De Vido. De Dios es el padre de Mariana, ex novia de Facundo, el hijo mayor del ministro. “No puede fracasar”, se entusiasmó el directivo aquel 3 de febrero, apenas le transmitieron inquietudes acerca del programa. Pero esa decisión complicó las cosas en un sector acostumbrado operativamente a hacer y deshacer a los antojos de Jaime. La primera

Pese a la incomodidad para los pasajeros de transporte público, el boleto electrónico lleva un año de retraso adjudicación del proyecto fue para tres compañías de trato frecuente con De Vido: Siemens, Indra y el grupo Roggio. Jaime fue reemplazado por Juan Pablo Schiavi meses después. Desde entonces, la contienda sigue siendo por la caja: ¿quién controlará esos fondos, pagados por los usuarios en cada tarjeta antes de ser empleados como boletos? Los transportistas argentinos se han malacostumbrado a un sistema de subsidios millonario, discrecional y poco transparente. Es difícil, por ejemplo, saber fehacientemente cuál es el nivel real de pasajeros que llevan y los montos que reciben. Más aún, que se resignen a ceder la administración de lo que desde 2003 cuentan y trasladan en efectivo. Las demoras se extendieron. En diciembre, las cámaras de autotransportistas de pasajeros y concesionarios de trenes dejaron entrever qué era lo que realmente pretendían: se unieron y conformaron la Asociación Civil del

Modificaciones en Ganancias

Transporte (Acitra), creada para la “coadministración y control” de los recursos del SUBE. Ese primer paso de los privados fue homologado el jueves pasado por el Gobierno a través del decreto 988: aunque no le sacó el control del SUBE a Nación Servicios, instruyó a la Secretaría de Transporte, por primera vez, a “instrumentar la participación de las empresas prestatarias de servicios de transporte público automotor y ferroviario, de superficie y subterráneo de pasajeros” para “favorecer la participación coordinada del sector en la administración” del programa. Hay un hombre clave en la iniciativa: Eduardo Sícaro, interventor en la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).

Monedita de oro Desde el inicio, las licitaciones fueron cinco. Los trabajos con las 10.000 primeras máquinas quedaron para Siemens, Indra y Roggio. Aunque todavía no funciona ninguna, se asignarán otras 8000 esta semana. Las preadjudicatarias de esta segunda etapa son Siemens y dos pymes nacionales: Laser Argentina, conformada por los ingenieros electrónicos Leonardo y Mario Vidarelli, y Tallion, grupo encabezado por Daniel Castillo, egresado del Instituto Balseiro y de buena relación con Cristóbal López, el zar de los casinos. Tallion es proveedora de una de las firmas de transporte de López, circunstancia que le vale en el sector una inevitable identificación con el emprendedor de Comodoro Rivadavia. “No tenemos nada que ver, son solamente una empresa amiga”, negaron a LA NACION colaboradores de López. Entre los transportistas, todos hablan de “la empresa de Cristóbal”. Los Cirigliano adelantaron que impugnarían la adjudicación. Consideran injusto que se haya excluido a Ticketrans, su empresa de tarjetas electrónicas, a la que el Gobierno no le convalidó el soporte técnico. Es probable que, si tiene éxito, el boleto electrónico se vuelva a postergar. Tan incómodas para los usuarios, las monedas argentinas parecen caerles en el sector, como decía el bolero, demasiado bien a todos.

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Santa Fe quiere limitar el glifosato

Miércoles. La Cámara de Diputados de Santa Fe aprobó y giró al Senado un proyecto que limita la fumigación con productos fitosanitarios. Se busca prohibir el uso de glifosato, un insumo básico para la producción de soja, en las zonas cercanas a centros urbanos.

Jueves. El Gobierno dispuso un incremento del 20%, en el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias de la cuarta categoría, a partir del 1° de este mes. Lo informó el ministro de Economía, Amado Boudou, al término una reunión con la Presidenta y la cúpula de la CGT.

El FMI mejoró su pronóstico mundial Jueves. El Fondo Monetario Internacional mejoró su pronóstico de crecimiento económico para 2010. De 4,1%, que estimó en abril pasó a 4,6%. No obstante, alertó que la crisis de la deuda en Europa aumentó los riesgos financieros.

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