SÁBADO | 9
| Sábado 18 de enero de 2014
H
EXPERIENCIAs
salta
ay personas que necesitan sufrir para sentir que están vivas. Es una realidad que he visto y constatado en compañeros de trabajo, esposas malqueridas, estudiantes de arquitectura, escritores, bailarinas, abuelas y críticos de cine. se trata de gente adicta al desastre inminente, al amor no correspondido, a la amenaza de la fatalidad. Por si resulta necesario aclararlo, no es mi caso. la inclinación al masoquismo no se encuentra entre mis defectos. En este tema, mi flaqueza consiste en la dificultad para comprender al masoquista. Huyo del que sufre con ganas como si el dolor fuera contagioso. No le veo ninguna gracia a pasarlo pésimo. No entiendo las razones de quien se sube al ring de la catástrofe convencido de que va a perder por KO. En eso pensaba yo cuando llegué al campamento salteño del rally Dakar, la competencia automovilística más dura y extrema jamás imaginada. los números que dibujan su retrato son escalofriantes: 15 días de carrera bajo más de 45 grados en caminos de monte o desierto nunca transitados, 62 muertes en 35 años de historia y etapas de hasta 600 kilómetros de recorrido. ¿De qué están hechos esos pilotos, hombres y mujeres, dispuestos a llegar al final de una travesía demoledora que pone sus vidas en riesgo? supuse que el masoquismo tenía mucho que decir en la respuesta a esa pregunta. sin embargo, la patología no alcanzaba para explicar la dimensión del fenómeno. ¿Qué otras causas habría? ¿El enloquecido afán de alcanzar la gloria deportiva? ¿O dejar testimonio de la importancia de sobrevivir contra viento y arena? De camino al campamento, me enteré de que el “camión escoba” de la organización había encontrado el cuerpo sin vida del motociclista belga Eric Palante, quien se accidentó en la cuarta etapa de la competencia. Palante intentaba terminar su undécimo Dakar, y era uno de los pilotos más experimentados que se mantenían en carrera. su nombre se sumaba así a una funesta lista que incluía el de thierry sabine, ni más ni menos que el creador y organizador del rally, muerto en 1986 tras chocar en un helicóptero contra una duna de Mali. El Dakar no es para cualquiera, y la absoluta falta de piedad que lo define vale tanto para novatos como para grandes profesionales, entre
Leonardo Tarifeño
Un infiltrado en el Dakar o cómo la pasión no necesita explicaciones Un cronista, ajeno al universo automovilístico, se “cuela” en un campamento del rally
Shakedown Team
ellos el piloto que lo inventó. ¿Hay algún otro evento deportivo que rivalice en crueldad? ¿Y es posible que algo de todo eso sea parte de su encanto? El primer contacto con el campamento fue la música house que sonaba en una de sus entradas, un shock de adrenalina capaz de hacer bailar hasta al japonés Yoshimasa sugawara, quien con 72 años se ha convertido en el decano de los pilotos del Dakar presentes en salta. sugawara participa en el rally desde 1999, y en más de una ocasión ha dicho que el Dakar constituye “una
escuela de vida”. Mientras pensaba en qué habría aprendido el patriarca japonés y, sobre todo, en qué le faltaba aprender para que año tras año se sumara a la carrera más rigurosa del mundo, vi que unas horribles nubes portadoras de tormenta se posaban sobre el vivac. sin hacerles ningún caso a los presagios del cielo, los equipos de apoyo trabajaban sobre los coches subidos a las auténticas mesas de operaciones de las carpas rojas. a los pies de otra carpa, un piloto francés lavaba ropa dentro de una heladerita de las que se llevan de picnic. Y detrás de la re-
CREAtIvIdAd Sebastián Campanario
Adiós a los mitos. Falsas creencias en el mundo de las ideas Ni hemisferio derecho, ni dotes innatas, ni tests: en el campo de la innovación abundan conceptos erróneos que es tiempo de erradicar
Eduardo Kastika dice que en creatividad los mitos se acumulan de a decenas
ignacio coló
ja que separaba al campamento de los curiosos, un grupo de familias desafiaba la lluvia inminente para pedirme un autógrafo. ¿Me confundían con Orly terranova? tal vez no sabían que yo no corría ni entendía mucho de lo que ocurría a mi alrededor. tal vez no les importaba, y estaban allí por razones no muy distintas de las que impulsan a sugawara, entre tantos otros, a vivir para correr y correr para vivir. según la Real academia de Wikipedia, un vivac es “un campamento militar hecho como refugio improvisado”. Ninguna definición le cabía
L
a cuenta de twitter @Amazing_Maps tiene casi 90.000 seguidores que disfrutan a diario con los posteos de los mapas más estrambóticos. la semana pasada se difundió una cartografía de “avistajes del sasquatch”, un ser peludo a medio camino entre un humano y un mono, con miles de personas que juran haberlo observado en los Estados Unidos y Canadá. Hasta ahora, las fotos y pequeñas filmaciones que circulan sobre estos “pie grandes” se demostraron fraudulentas, entre ellas la más famosa, una toma breve captada en Bluff Creek, California, en 1967. al igual que sucede con el sasquatch, el monstruo del lago Ness o el yeti, el mundo de la creatividad y de la innovación tiene su propia “criptozoología” o colección de animales fantásticos: supuestas certezas que se perpetuaron en la cultura popular, pero que recientemente se demostraron falsas, en buena medida gracias a los avances de las neurociencias, la psicología cognitiva, la economía y otras disciplinas. “En el ámbito de la creatividad, los mitos se acumulan de a decenas”, explica Eduardo Kastika, titular de la cátedra de Creatividad e Innovación de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBa. “Hay varias falsedades que siguen siendo defendidas a nivel académico, algo imperdonable”, agrega a la nacion David Galenson, especialista en economía de la creatividad de la Universidad de Chicago. Entre los “neuromitos” en materia de creatividad, uno de los más instalados y recientemente cuestionados es el de la vinculación de la generación de ideas con el “hemisferio derecho del cerebro”. la supuesta certeza nació en la década del 60, a partir de estudios sobre pacientes epilépticos que, luego de intervenciones quirúrgicas, habían quedado con dos partes del cerebro incomunicadas. Durante años se pensó que la gente más creativa, los artistas, por ejemplo, eran personas con el hemisferio derecho más activo, y viceversa. los últimos estudios al respecto muestran que en la producción de ideas intervienen múltiples funciones en ambos hemisferios, que interactúan y se retroalimentan entre sí. “Otro mito difundido es el que dice que la creatividad es «innata» y esto es falso. lo «innato», en todo caso, puede ser algún tipo de talento que tengamos. Hay talentos matemáticos, lingüísticos, interpersonales, musicales, espaciales, corporales,
mejor al lugar donde me encontraba, un oasis para aventureros al que los corredores llegaban para descansar y comer, si el tiempo de sus respectivas performances se los permitía, y acondicionar el vehículo para volver a la competencia sin perder la fe. Cuando se desató la tormenta, las primeras gotas me empujaron de carpa en carpa, y en una de ellas tropecé con alejandro Yacopini, el piloto mendocino de toyota que hasta ese momento clasificaba en el puesto 42 de la general en la categoría t2 standard. Para quitarme las dudas, le pregunté:
intrapersonales, naturalistas o espirituales –dice Kastika–. Una persona puede aprender y entrenarse en herramientas que facilitan el proceso creativo. lo más importante de este entrenamiento radica en las experiencias de las que una persona participa, que pueden ser de inmersión, de exploración, de gestación, de elaboración o de exposición ante distintos estímulos.” Para Kastika, otro mito recurrente en este campo es que la creatividad se puede medir mediante tests. “Para saber si una persona es creativa, hay que verla aplicar sus talentos en un ámbito en particular, no sirven los tests o mediciones uniformes”, plantea. ¿Qué supuestas certezas, cuestionadas o no, dominan el ámbito de la publicidad argentina? Consultado al respecto, el filósofo y publicista Omar Bello se despachó con una lista provocativa: “Que si tenés mucha formación no podés ser creativo [¡me lo dijeron a mí!], que el cliente
Uno de los “neuromitos” más difundidos es el que vincula la generación de ideas con el hemisferio derecho del cerebro compra creativos para justificar su carrera, pero les pide avisos mediocres [suele ser cierto], que la creatividad argentina es la mejor del mundo [no es así desde los años 90], que los creativos ganan mucha plata [sólo unos pocos], que la gente quiere creatividad [la gente no sabe lo que quiere] o que la creatividad vende [el mercado más consumista del mundo, los Estados Unidos, hace siempre el mismo aviso y mal no les va]”. la lista de mitos de la publicidad argentina que confeccionó Bello para sábado tiene, también, otros ítems: “Que después de un año las campañas exitosas tienen por lo menos cinco dueños [cierto], que la investigación de mercado mata la creatividad [cierto], que la creatividad se estudia, que los creativos se quieren [la mayoría se odia], que las grandes agencias apuestan a la creatividad, que los creativos están explorando nuevos medios [aman la tele y no se pueden despegar de ese formato] o que los creativos son felices: nadie lo es en una actividad que se olvida en meses”. En una conversación por correo
–¿Quién es el mejor piloto? ¿El más audaz o el que cuida el coche? –Hay que ser equilibrado, es una carrera muy larga y exige mucha estrategia. tenés que encontrar un ritmo de carrera, y una vez que llegaste a ese ritmo no hay que parar nunca. Pero el mayor mérito no es de los pilotos de punta, sino de los que están clasificados del puesto 30 para abajo. –¿Por qué? –Porque es la gente que hizo el mayor sacrificio para correr. No tiene el dinero de los grandes equipos, no participa con todo el equipamiento de los pilotos de punta. son los que corren solamente por la pasión. Por el amor a las cosas esenciales de la vida, como la comida, el agua o lo que tenés al alcance todos los días y por eso mismo no te das cuenta de lo importante que es. –¿Qué es lo peor que te pasó en estos días de carrera? –todo el tiempo pasan cosas. Estás a solas con la naturaleza, nadie te puede sacar. El otro día llegamos a un pueblito tucumano, amaicha del Valle, a las 21, después de catorce horas de carrera. No podíamos más, nos moríamos de hambre. En un costado de la ruta, vimos un puestito y paramos a comer lo que hubiera. En la mesa de al lado había una señora con cuatro empanadas en el plato, y yo me acerqué y le dije: “señora, le cambio esas cuatro empanadas de su plato por las seis que acabo de encargar. Discúlpeme, pero no puedo más del hambre”. Y me las dio, gracias a Dios. a la mañana siguiente, en las afueras del pueblito Campo Quijano, personas de todas las edades rodeaban la largada de una nueva etapa del Dakar. los Buggys, Minis y toyotas pasaban a toda velocidad, irreconocibles en los menos de diez segundos por los que se perdían en una recta a los pies de un monte. “Pero ¿dónde está el coche? Ni una banderita le ponen” dijo, irónica, una mujer del pueblo que había llegado al show polvoriento equipadísima con una silla plegable, dos frazadas, termo para el mate y un perro caniche a tono. Para cualquiera que no fuera un masoquista, la fugacidad del paso de los coches no justificaba el estoicismo ante el frío de la mañana. Pero hasta los masoquistas saben que la pasión se alimenta de hambre, frío, lluvia y peligro, y que no hay nada más hermoso que verla sobreponerse a todo y comprobar que, en el ring de la catástrofe, se puede ganar por KO.ß
electrónico desde una helada Chicago, Galenson cuenta que el mayor equívoco en torno a la creatividad –en su opinión– surgió de trabajos de psicólogos desde la década de 1950, que continúan hoy en la misma línea. “Un grupo muy prestigioso de psicólogos, de universidades de primera línea, argumentan y siguen insistiendo en que la creatividad es un campo dominado por los jóvenes, y que la sabiduría es una enemiga de la generación de ideas. Hay un tipo de creatividad, que yo llamo conceptual, a la cual en efecto aportan más los jóvenes, con innovaciones radicales y disruptivas. Pero hay otro tipo de creatividad, experimental, en la que tienen éxito artistas y académicos adultos, porque depende de la acumulación de conocimientos y del perfeccionamiento de métodos y de técnicas.” Para Galenson, los economistas fallaron rotundamente a la hora de estudiar la creatividad. “los economistas que analizan el crecimiento económico unánimemente coinciden en que, por lejos, la principal fuente de aumento del PBI en las sociedades es el avance tecnológico. En vista de este lugar protagónico para la innovación, deberíamos suponer que existen miles y miles de estudios de economistas dedicados al tema, a prestarles atención a los descubrimientos de científicos, artistas, académicos. Pero, increíblemente, esto no sucede. El estudio de la creatividad es simplemente demasiado importante para dejárselo a los psicólogos, que ya hicieron un trabajo bastante malo al respecto”, sostiene el profesor de Chicago, para quien, además, “esto no se trata de un debate meramente académico: involucra cuestiones que servirían para redefinir nuestro sistema educativo, o la forma en la que se asignan recursos para la investigación”. El 28 de diciembre de 1998, la cadena de tV Fox batió récords de audiencia con un documental en el cual se revelaba el fraude de la supuesta filmación del sasquatch de 1968, en Bluff Creek. Entre otros involucrados, Bob Hieronimus, la persona que usó el traje de humanoide gigante, confesó el engaño. a pesar de todo, en la actualidad más de un cuarto de la población de los Estados Unidos está seguro de que “pie grande” existe. los mitos, en la criptozoología y en el campo de la creatividad, tienen una capacidad de supervivencia que asombra. Como diría Jack Palance: “aunque usted… no lo crea”.ß
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