Espectáculos
Página 12/Sección 4/LA NACION
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Domingo 4 de enero de 2009
TEATRO (En el mundo)
(En escena)
Por Pablo Gorlero
Ogro cantante. A una quincena de haberse estrenado, Shrek, el musical ya ingresó en los top ten de las obras más solicitadas en Broadway, según el sitio de Internet Todobroadway.com. En estos días, arrasó Navidad blanca, seguido por la inamovible Wicked, Billy Elliot, El rey león, Jersey Boys, South Pacific y Mamma Mia! En octavo lugar, se encuentra el musical del ogro verde y el burro parlanchín. Lo siguen La Sirenita e In The Heights. De todos modos, no todo son rosas. El temible Ben Brantley, crítico de The New York Times, la hizo trizas. “El amor, nos dicen los cuentos de hadas, convierte a la escoria en oro y a la chatarra en bienes. Entonces, parece apropiado que a mitad de camino de esta fiesta de disfraces llamada Shrek, el musical se inicie con una radiante escena de amor que nos da la sensación de un instante de verdadera felicidad”, comienza la reseña. “En la canción «I Think I Got You Beat», los actores Brian d’Arcy James (Shrek) y Sutton Foster (Fiona) logran una química más que gaseosa. Dentro de la tradición de la mejor comedia de gags, ellos transformaron esta brillante ficción en una puesta romántica y sin gracia”, continúa. Y la remata con ácido fulminante: “Esta metamorfosis que dirigió Jason Moore, con libro y letras de David Lindsay-Abaire, ganador del premio Pulitzer, a pesar de algunas secuencias en las que se luce la hipertalentosa Foster, da la misma sensación que se siente al caminar 40 cuadras durante las ofertas del Día de Acción de Gracias, acompañados por comentarios jocosos que lo dejan a uno exhausto”.
Dos reestrenos, en La Feliz
que preguntarles a los estudiantes de una conocida universidad de arte de los Estados Unidos que, con mucho ingenio, hicieron La guerra de las galaxias, el musical, una parodia que tiene miles de fans que reparten sus escenas a través de YouTube. Fue realizada en 1996 y utilizaron canciones de comedias musicales famosas, a las que se les cambiaron las letras, adaptadas a la saga de George Lucas. El cuadro final, con una adaptación de “Un día más” (de Los miserables), con todos los jedi y los soldados blancos cantando es una genialidad.
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Mar del Plata renovará su cartelera con el reestreno de mañana de El diario privado de Adán y Eva, con China Zorilla y Carlos Perciavalle. Inspirado en el famoso texto de Mark Twain, el musical cuenta con la actuación de Matías Piegari, en el piano. Las funciones serán los lunes de enero y febrero, a las 22, en el Atlas (Luro y Corrientes, 0223494-3240) y realizará una gira por la
* * * Problemas con la salsa de soja. Una de las obras más requeridas en Broadway es Speed-the-Plow, de David Mamet, según la dirección de Neil Pepe. Hace dos semanas, Jeremy Piven (estrella de la televisión gracias a la serie Entourage) se enfermó –aunque cause gracia– por exceso de sushi, y enseguida, los productores convocaron a Norbert Leo Butz. De todas formas, se asustaron un poco porque, a las pocas horas de sumergirse en el texto, se descompuso. Pero Butz ya está en escena representando esta sátira sobre los productores de Hollywood y el negocio del cine, junto con Raúl Esparza y Elisabeth Moss. N
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Brian d’Arcy James, como Shrek, y Daniel Breaker, como el Burro, en la versión musical de la película, que ya integra los top ten de Broadway, pero que fue masacrada por el crítico de The New York Times
Zorrilla y Perciavalle, como Eva y Adán
costa, con presentaciones en Pinamar, Villa Gesell y Miramar.
Independientes de veraneo
* * * La guerra de las galaxias quiere ser un musical. La Royal Philarmonic Orchestra, de Londres, interpretará fragmentos de las bandas sonoras que John Williams compuso para La guerra de las galaxias. Esta especie de musical semimontado se estrenará el 10 de abril en el teatro 02 y será el comienzo de una gira que abarcará las principales ciudades europeas. La propuesta se llamará: La guerra de las galaxias. Un viaje musical. Es difícil imaginar a Yoda y a Darth Vader bailando, pero todo es posible. Sino habría
Miriam Lanzoni y Marcelo Melingo interpretarán en Mar del Plata Locos de contento, de Jacobo Langsner, los miércoles y jueves en el Arenales (Arenales 2270). Otro dúo que llega a la costa es el de Crudo, la obra que concibió Mariela Asensio, basado en la vida de José María Muscari, con funciones los domingos, a las 22.30, en el Auditorium (Bvard. Marítimo 2280). En aquella sala se ofrecerá los jueves, a las 23.30, Llanto de perro, de Andrés Binetti, una pieza interpretada por artistas locales. Además, Porque soy psicóloga, de Mariano Moro, con Merceditas Elordi, se sube a escena los miércoles y viernes, a las 21, y los domingos, a las 23, en La Bancaria. La Brecha (Rivadavia 4651) ofrece una variada programación: Pasión y muerte de Gauchito Gil, los jueves, viernes y domingos, a las 22, y los sábados, a las 22 y 23; Situación bajo control, los miércoles, a las 22.30, y Anita Garibaldi, los jueves y viernes, a las 23.30. Además, Victoria Carreras regresa con el unipersonal ¿Quién dijo que era buena?, los lunes, a las 22, en el Auditorium. Por este trabajo obtuvo el ACE y el Estrella de Mar.
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CREDITO
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La Filarmónica prepara su gran musical, pero estudiantes de teatro causaron furor con su Vader cantante
Raúl Esparza ahora comparte escenario con Norbert Leo Butz, quien reemplaza a Jeremy Piven, luego de su indigestión con salsa de soja, en la obra Speed-the-Plow, de David Mamet, en Broadway
Un homenaje a la revista porteña Carmen Barbieri y Santiago Bal supieron armar en Vedettísima un buen equipo para que el público disfrute Buena
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Vedettísima. Libro y dirección: Santiago Bal. Con: Carmen Barbieri, Los Nocheros, María Eugenia Ritó, Silvina Luna, Tristán, Santiago Bal, Matías Alé, Juan Durán, Cacho Canosa, Silvina Escudero, Paola Miranda, Andrea Ghidone, Alicia Barceló, Gabriela Figueroa, Verónica Luciani y elenco. Vestuario: Gaby Girl’s. Escenografía: Daniel Feijóo. Coreografía: Alicia Barceló. Música: Daniel Vila. Iluminación: Alejandro Velázquez. Producción general: Javier Faroni. En el Atlas. Duración: 135 minutos.
Por Verónica Pagés Enviada especial Un presentador, una estrella, una vedette principal, otra que no le deja mucho tranco libre, un copocómico, más cómicos que se hacen cargo de los sketches, un cuerpo de baile, un grupo musical de alto impacto, alusiones a la realidad (no política, sí personal), chistes de todo tipo, desnudos, sensualidad, humor, emoción, escaleras, plumas, pieles y concheros… A la hora de hacer su primera revista la dupla Carmen Barbieri-Santiago Bal no deja de lado prácticamente ninguna de las características propias del género que elige homenajear. Y si bien se extraña cierto toque político tan afín a este tipo de espectáculos, logra llevar adelante un show de más de dos horas de duración con muy buen ritmo, y no es poca cosa. Con el ojo puesto sobre todo en poder ofrecer un vestuario que impacte, todo comienza con un paseo por los grandes nombres de la revista de antaño. Bellas mujeres semidesnudas coronadas de plumas anuncian hacia dónde va a bucear Vedettísima. Ese juego le permite a Barbieri poner sobre el escenario varios aspectos que sabe manejar con ductilidad: la vedette, la cómica, la cantante, la bailarina, la actriz. Y allí se instala ella con comodidad, para recordar a su abuelo guitarrista de Carlos Gardel, a su padre Alfredo en un emotivo cuadro en el que se mimetiza con su imagen proyectada mientras cantan al estilo de Al Jolson. Mucha alusión a la vida pasada y presente, a su entorno artístico, a las peleas mediáticas, a su cuerpo. Carmen Barbieri es el gran atractivo de
Silvina Luna aporta sensualidad y simpatía
Apostillas Vedettísima se impone, y La cena de los tontos se perfila muy bien. Ya comenzaron los primeros atisbos de peleas entre vedettes ganadora. Parece mentira que a cuatro días de haber comenzado el año ya se esté hablando de ganadores o perdedores de la temporada teatral en Mar del Plata, pero hay que saber que es parte del folklore de esta época y en estas tierras. Así las cosas, por estos días, la que luce la sonrisa más amplia y luminosa es Carmen Barbieri ya que su Vedettísima supera con comodidad, en venta de entradas, a las propuestas de sus competidores Nito Artaza (Danza con Cobos) y Miguel Angel Cherutti (Deslumbrante). Pero nada está dicho en forma definitiva ya que los números pueden cambiar de un momento a otro.
N Cómoda
Una dúctil Carmen Barbieri al frente de la propuesta, con un vestuario impactante y protagonista FOTOS DE MAURO V. RIZZI
este espectáculo, ella no necesita mucho más para seducir a su público que compra esa ironía burlona que dirige, sobre todo, hacia ella misma. Y pone toda la revista que hay a su alrededor, y allí surgen algunos altibajos, que se saben compensar, equilibrar, cubrir. Entre los puntos altos sin duda está la presencia de su propio marido en escena, la química que existe entre ellos es palpable lo que convierte a su pareja en un encanto. En este sentido el número final es un hallazgo de humor, sensibilidad y lindas canciones que recorren su historia de amor. También aciertan en poner en escena a Los Nocheros, que con un puñado de sus temas logra que el público salte de sus butacas. Ahí se entra en duda de si gran parte de esas señoras que gritan sin disimulo vinieron por ellos o por ella. Pero, ¿qué más da? Deben estar allí por todo ese conjunto que
conforma esta revista ya que también ríen y aplauden el humor efectivo de Tristán, pero sobre todo el que pone sobre la mesa Matías Alé con su contador de chistes naïf; son momentos de gracia y simpáticos guiños de complicidad.
Vedettes y cómicos El paseo al que invita la obra lleva al espectador por los números que encabezan Silvina Luna y María Eugenia Ritó, respectivamente. O habría que mencionarlas al revés, ya que la primera vedette es Ritó, pero salvo por el saludo final en el que a ella la acompañan Tristán y Bal por la escalinata, no hay mucha diferencia entre ambas. Una más simpática, la otra más sensual, se alternan en las preferencias del público. El mago Juan Durán tiene tantas caras que es difícil de terminar de
entrarle; aunque, sin dudas, la que mejor le sienta es la de su mágico rol, ahí sí está bien puesto su humor. Y en relación a esto del humor se vuelve a caer en el chiste básico y rudimentario en torno a la mujer. Es claro que es parte del género, pero pareciera que nunca evolucionó, que no se puede salir del toque gratuitamente guarango; no hay aquí un poco de originalidad. De todos modos, sí, la gente se ríe, y mucho. Y entonces vuelve a salir a escena el juego de las compensaciones: buenos bailarines, bellísimas mujeres, coreografías bien resueltas; una iluminación bien pensada que ayuda a la escenografía y vuelve protagónico al vestuario. Carmen Barbieri supo pertrecharse de un buen equipo para que su revista luzca y para que la gente lo disfrute a lo grande.
locos. Los que se están preparando para ocupar el primer puesto –aunque en sentido estricto no compiten ya que lo suyo es la comedia– son Adrián Suar y Guillermo Francella que están como locos con lo bien que le está yendo con la venta anticipada de entradas. Sienten tan promisorio los números de la taquilla que ya están duplicando funciones los días no previstos. “Es impresionante
N Como
lo que está pasando con La cena de los tontos, sólo las compañías encabezadas por Alberto Olmedo tuvieron un comportamiento similar”, comenta entusiasmado Carlos Rottemberg frente a la venta de mil entradas anticipadas sólo el primer día del año.
riñas, un clásico. La vida real suele colarse en el devenir de un show. Las picas entre las vedette son ya un clásico que a veces es difícil de creer, pero había que ver la manera en que Silvina Luna miraba bajar la escalinata del número final a su compañera María Eugenia Ritó. No fue difícil escuchar a más de un par comentarlo a la salida de la revista que encabezan.
N Las
N Murmullos. En La cena de los tontos, quien se llevó los murmullos chismosos de la platea fue Carla Conte. Apenas apareció en escena, además de los aplausos, se escucharon comentarios como: “¡Ya se le nota! Y sí, está embarazada y no se lo oculta a nadie, salvo al personaje que interpreta Adrián Suar, su marido en la ficción.