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Estaciones: En ambos ríos se ubicarán al menos 5 estaciones de muestreo distribuidas al azar. .... Las inundaciones y la erosión hídrica en Tafí Viejo, Tucumán.
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ESCABA. GRUPO VEGETACIÓN. TRABAJO PRACTICO ESTUDIO DE CALIDAD ECOLÓGICA DE LOS BOSQUES DE RIBERA EN DIFERENTES SITIOS DE LOS RÍOS SINGUIL Y CHAVARRIA. ESCABA, DEPARTAMENTO ALBERDI, TUCUMÁN. ________________________________________________________________________________________________ ANTECEDENTES PREVIOS DE LA LITERATURA. Las riberas son una parte esencial de los ecosistemas fluviales. Representan una zona de ecotono entre el medio acuático, de caudales circulantes y el medio terrestre de las inmediaciones de un río, recibiendo la influencia hidrológica de ambos, al constituir un espacio compartido en el ciclo del agua, de los sedimentos y de los nutrientes (González del Tánago, 2002). Actualmente, las riberas constituyen uno de los aspectos más importantes para cuantificar y calificar la “calidad ecológica” de los ecosistemas acuáticos. Esta expresión hace referencia a la calidad de la estructura y del funcionamiento de dichos ecosistemas (Suarez et al, 2002). Las razones, algunas obvias, obedecen por una parte a sus valores naturales como su elevada riqueza y diversidad florística - faunística (Ward, 1998); a su capacidad para incidir sobre la calidad ambiental del ecosistema acuático que rodea, a través del control de la temperatura del agua (Beschta, et al., 1997), de la entrada de materiales orgánicos externos y de los nutrientes (Schade et al.,2002) e incluso por su capacidad para diseñar microambientes terrestres (Brosofske et al., 1997) y acuáticos utilizados para diversas funciones por los organismos (Gregory et al., 1991). Además, la vegetación ribereña juega un papel esencial en la retención y atenuación de las grandes crecientes de agua (Decamps,1996). La dimensión lateral de ríos y arroyos, como así también la dimensión vertical, están contenidas en este hábitat (Ward, 1989). Como zona de transición o interfase (Mitsch et al., 1994) ha sido estudiada su función de filtro, aunque queda mucho por conocer de su función como corredor en sentido longitudinal (Naiman et al., 1997). Los controles de la calidad del agua son a menudo utilizados como indicadores biológicos primarios, sin embargo proveen poca información acerca de las dimensiones lateral y vertical de un ecosistema fluvial (Bunn et al, 1999). La disponibilidad del agua dulce se evidencia como uno de los problemas ambientales más significativos de los próximos años, por lo tanto la conservación de los humedales es de importancia vital para la humanidad (Canevari et al, 1999). La conservación y el manejo de humedales implican el uso sostenible de sus recursos a través de un enfoque integrado. Esta idea, implica un uso que produzca mayor beneficio continuo para las generaciones presentes, manteniendo al mismo tiempo su potencial para satisfacer las necesidades y aspiraciones de las generaciones futuras. Para el logro de estos fines resulta de utilidad el desarrollo de planes de manejo, que según las características - funciones del humedal y los aspectos socio económicos del área, examine los usos posibles de dicho ambiente (Canevari et al,1999). El manejo apropiado de las zonas riparias mejora la calidad del agua, disminuye los daños río abajo debido a inundaciones, ayuda a mantener la vida silvestre y provee valiosos recursos forestales (Indiana Division of Forestry, 2004). Por lo tanto, los valores y funciones de los bosques de ribera, los hacen excelentes indicadores de la gestión del territorio y este es el sentido de su inclusión como elementos clave para la calificación del estado ecológico de cursos de agua (Suarez et al, 2002). OBJETIVO GENERAL.  Aplicar el Indice Q.B.R. (Munné et al, 1998) modificado por Sirombra (2009) para determinar la calidad ecológica de los bosques de ribera, como metodología sencilla, rápida y efectiva, que permite cuantificar y estimar cualitativamente atributos del hábitat ripario en cursos de agua. OBJETIVOS PARTICULARES.

 Analizar diferentes atributos de la vegetación de ribera (composición florística, importancia de cada especie, existencia de plantaciones forestales, tipo de conexión entre el ecosistema de ribera y el ecosistema forestal adyacente) y su relación con alteraciones físicas de origen natural (erosión etc) o antrópicas (defensas, contaminación, etc), observadas en el cauce y en las riberas.

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METODOLOGÍA. JUSTIFICACIÓN. Particularidades del Indice Q.B.R. Su nombre proviene del catalán "Qualitat del Bosc de Ribera". Puede ser rápidamente calculado en el campo utilizando características fácilmente mensurables del hábitat ripario. El índice es simple y puede ser usado en conjunto con otros índices de calidad de agua para determinar la salud ecológica de cursos de agua (Munné et al, 1998). Fue ideado por Munné et al (1998) y aplicado con éxito en ríos de la península Ibérica. No existen muchas propuestas para cuantificar la calidad ambiental de las riberas utilizando índices de fácil manejo y de aplicación sencilla. Munné et al., (1998; 2003) propusieron el Indice Q.B.R, que en cuatro bloques cualicuantifica distintos componentes y atributos de las riberas: cubierta vegetal, estructura de la vegetación, naturalidad y complejidad del bosque ribereño, y grado de alteración del canal fluvial. Los valores se distribuyen en cinco rangos de calidad (> 95: estado natural; 90-75: calidad buena; 70-55: calidad aceptable; 30-50: calidad mala; < 25 calidad pésima) Referencias: Munné et al, 1998 - 2003. Sirombra (2009)  Estaciones: En ambos ríos se ubicarán al menos 5 estaciones de muestreo distribuidas al azar. En cada una, se utilizará un lineante de 50 metros, paralelo al curso de agua, a lo largo de la zona donde se desarrolla la vegetación ribereña. En ambos márgenes se registrarán los siguientes datos: altitud sobre el nivel del mar, composición florística de árboles y arbustos, abundancia relativa por especie arbórea y arbustiva, especies exóticas de árboles y arbustos, actividades humanas, descripción e impacto: alteraciones físicas observadas en el cauce y en la ribera, extracción de áridos, erosión, obras de defensa, tipo de contaminantes (residuos sólidos urbanos, vertido de efluentes), plantaciones forestales de especies exóticas, tipo de conexión entre el ecosistema de ribera y el ecosistema arbóreo adyacente. Descripción geomorfológica de las riberas. Para completar las observaciones, en cada estación, se realizará otro lineante de 15 m de largo, perpendicular al curso de agua. Para esquematizar la geomorfología de las terrazas pueden tomarse mediciones. Medir extensión (m) del ancho del cauce y de la llanura de inundación. Referencias: Munné et al (1998); Suarez Alonso et al (2000); Suarez et al (2002); Munné et al (2003); Sirombra (2003); Prat (en prensa). MUESTREO (tomado de Sirombra & Mesa, 2009) Para ubicar cada sitio de muestreo se marcó, al azar, un punto de referencia inicial en el centro del lecho del río. La unidad de muestreo consistió en una línea recta de 50 m de longitud, dispuesta sobre la primera franja de vegetación leñosa, en ambos márgenes, siguiendo el canal fluvial en sentido contrario a la corriente y considerando como referencia el punto central marcado previamente. Debido a las características geomorfológicas de las riberas de los tramos montañosos de estos ríos, el ancho del bosque ribereño y consecuentemente el de la unidad de muestreo, fue variable. En la mayoría de los sitios de muestreo, el corredor ribereño fue angosto, por lo que el propio borde del bosque se consideró como el límite de la llanura de inundación. Referencias auxiliares como la presencia de pilas de detritos dejadas por flujos de inundación previos, la posición de las terrazas fluviales, presencia de plantas indicadoras y/o la topografía de las orillas, facilitaron la identificación y delimitación de la zona de influencia del agua del río en las riberas adyacentes, cuando los límites fueron difusos. Dentro del área ribereña, se incluyeron individuos arbóreos a partir de 30 cm de perímetro a la altura del pecho (PAP). Se registraron datos de presencia-ausencia de especies ribereñas de árboles, arbustos y lianas. Para la determinación taxonómica de las especies vegetales, se siguió la propuesta de Zuloaga y Morrone (2009). Además, se midió la altura del talud (bankfull), ancho del lecho seco, ancho del lecho húmedo respectivo a cada sitio.  Composición florística: se identificarán las especies de árboles y de arbustos presentes en cada estación de muestreo con su nombre científico, nombre vulgar y familia. Referencias: Sirombra (1993); Halloy et al (1994); Morales et al (1995); Aragón & Morales (2003); Rueda (inédito).

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 Especies exóticas: Son aquellas que ocurren en áreas fuera de su rango de distribución natural, como resultado del transporte a larga distancia intencional o accidental por el hombre. Se las identificará, definirá su área de origen, clasificará en árboles y arbustos y considerará su impacto actual y potencial en la estructura de la vegetación del sitio muestreado. Referencias: Lodge (1993); Richardson (1998); Estades (1998); Grau & Aragón (2000); De Viana & Colombo Speroni (2000), Ojasti (2001). Alteraciones observadas y contaminación: se relevarán actividades como extracción de áridos, estructuras construidas en el cauce (defensas, puentes), fuentes de contaminación (desechos sólidos, efluentes líquidos industriales y/o cloacales). Referencias: Toscano et al (inédito). Toledo (1992); Toledo & Neder (2001). Secretaría de Medio Ambiente (2003).  Explicar los ajustes realizados al índice original.

PARA EL CALCULO FINAL DEL VALOR Q.B.R UTILICE LA PLANILLA DE CAMPO ADJUNTA.

 Análisis, caracterización y comparación del estado de calidad de las riberas. Se realizará el análisis estadístico de los datos obtenidos en el relevamiento de campo siguiendo la propuesta metodológica descripta en el trabajo de Munné et al (1998). La clasificación de las estaciones de muestreo y de la vegetación de ribera se realizará siguiendo la propuesta de Suarez Alonso et al (2000). Nota: bankfull indica el fin de la orilla y el comienzo de la vegetación ribereña. Se percibe por cambios de sustrato (pedregoso a arcilloso o limoso), presencia de raíces de plantas; en general asociado a un cambio de pendiente entre el cauce y la interfase orilla-ribera. BIBLIOGRAFÍA. Aragón R. & Morales J.M. 2003. Species composition and invasion in NW Argentinian secondary forests: effects of land use history, environment and landscape. Journal of Vegetation Science, 14:195-204. Upsala. Beschta R., R.Bilby, G. Brown, L.Holbty & D. Hofstra. 1987. Stream temperature and aquatic habitat: fisheries and forestry interactions. In Streamside Management: forestry and Fishery interactions. E.O. Salo & T. Cundy Eds. 191-232. USA. Brosofske,K., J. Chen.,R. Naiman & J . Franklin. 1997. Harvesting effects on microclimate gradients from samll streams to uplands in western Washington. Ecol. Appl. 7: 118-1200. Bunn S.E, Davies P.M & T.D Mosisch. 1999. Ecosystem measures of river health and their response to riparian and catchment degradation. Freshwater Biology 41: 333 –345. Canevari,P.,Blanco,D., Bucher, E. 1999. Los beneficios de los humedales de la Argentina. Amenazas, propuestas y soluciones. Buenos Aires, Wetlands International. Cowardin, L.M. 1979. Classification of Wetlands & deepwater habitats. US Fish and Wildlife Service. FWS/OBS –79-31. Ciutti F. 2003. Vegetazione riparia e funcionalitá dell´ecosistema fluviale. Instituto Agrario di S. Michele all´Adige, Dip. Risorse naturali e ambiente. Trento. Italia. Decamps, H. 1996. The renewal of floodplain forests along rivers: a landscape perspective. Verh.Internat. Verein. Limnol. 26:35-59. De Viana M. & F. Colombo Speroni. 2000. Invasión de Gleditsia triacanthos en el bosque de San Lorenzo, Salta, Argentina. Ecología de árboles exóticos en las Yungas argentinas. LIEY. Tucumán, Argentina. 71-84. Diaz Pineda, F. 1998. Gestión Ambiental. Revista Ecosistemas Nº 23:73-79. Madrid. España. Estades, C. 1998 Especie non grata: efectos ecológicos de las especies exóticas. Ciencia al Día. Vol. 1, Nº2. Http://www.ciencia.cl/CienciaAlDia/ volumen1 /numero2/ articulos/ articulo6. html 12.01 Fernández, R.I. 2001. Bases para la Gestión Ambiental de un tramo del Río Salí, entre La Aguadita y Municipio de Las Talitas, provincia de Tucumán. República Argentina. Tesis de Maestría. Universidad Internacional de Andalucía. (Inédito) 200 pp. Huelva. España. Ghetti P.F & O.Ravera (1994). European perspective on biological monitoring. In Biological Monitoring of Aquatic Systems, Loeb SLS (ed.). Lewis Publishers: London;31 – 46. González del Tánago, M. 2002. Las Riberas, elementos clave del paisaje y en la gestión del agua. Documento PDF. Departamento de Ingeniería Forestal. U. Politécnica de Madrid. Grau, H. & Aragón, R. 2000. (Eds). Ecología de árboles exóticos en las Yungas argentinas. LIEY. Tucumán, Argentina. 84 pp. Gregory,S., F. Swanson, W. Mckee & W. Cummins. 1991. An ecosystem perspective of riparian zone. Bioscience 41:540-551. Halloy, S.;González, J.A. & Grau, A. 1994. Importancia de la vegetación en la estabilidad de los suelos y rutas en la Sierra de San Javier. Miscelánea 99. Fundación Miguel Lillo. U.N.T. Holmes N.T.H.; Boon P.J. & Rowell T.A. (1998) .A revised classification system for British rivers based on their aquatic plant communities. Aquatic Conservation: Marine and Freshwater Ecosys. 8:555 –578. Indiana Division of Forestry. 2004. Riparian Zone Management. Stewardship notes. WWW.state.in.us/dnr/forestry. Lodge, D. 1993. Biological Invasions: Lessons for Ecology. Tree, 8 (4):133-137. Elsevier Science Publishers. Lovett S. & P. Price (Eds). 1999. Riparian Land Management Technical Guidelines. Vol 1. Land And Water Resources. Research and Development Corporation. Canberra. Australia. 198 pp. WWW.rivers.gov.au Malanson, G. 1995. Riparian landscapes. Cambridge University Press. 287 pp. G.B. Metcalfe J.L.(1989) Biological water quality assessment of running waters based on macroinvertebrate communities: history and present status in Europe.Environmental Pollution 60 :101 –139.

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INDICE Q.B.R y Calidad del hábitat ribereño. Los cálculos se realizarán sobre el área que presenta potencialidad de soportar una masa vegetal en la ribera. No en sustrato duro. (Modificado por Sirombra, 2009)

Are a ribe re ña

Orilla

La puntuación para cada apartado no puede ser negativa ni exceder de 25 Estación: SECCION 1: Porcentaje total de cobertura vegetal en el tramo ribereño evaluado (sentido horizontal) Puntuación 25 > 80% de cubierta vegetal de la zona de ribera (no plantas anuales) 50 – 80% de cubierta vegetal de la zona de ribera 10 10 – 50% de cubierta vegetal de la zona de ribera 5 0 < 10% de cubierta vegetal de la zona de ribera + 10 Si la conectividad entre bosque de ribera y ecosistema forestal adyacente es total +5 Si la conectividad entre bosque de ribera y ecosistema forestal adyacente es superior al 50 % -5 Si la conectividad entre bosque de ribera y ecosistema forestal adyacente es entre 25 - 50 % -10 Si la conectividad entre bosque de ribera y ecosistema forestal adyacente es inferior al 25 %

Fecha: Puntuación

SECCION 2: Estructura de la cubierta vegetal de la ribera en el tramo evaluado (sentido vertical) Puntuación Puntuación Recubrimiento de árboles en la ribera superior al 75% 25 Cobertura de árboles entre 50-75% ó 25-50% de árboles + cobertura de arbustos superior al 25 % 10 Cobertura de árboles inferior a 50 %, pero con cobertura de arbustos al menos entre 10 y 24 % 5 Ambas coberturas (árboles y arbustos) con valor inferior a 10%. 0 + 10 Al menos el 50% del canal fluvial tiene en su orilla (borde) arbustos y/o lianas +5 Si el 25 al 49% del canal fluvial tiene en su orilla (borde) arbustos y/o lianas +5 Si los arbustos y los árboles se encuentran espacialmente entremezclados Ganadería intensa: presencia de animales, corrales, sendas, heces, pisoteo y ramoneo, muy evidentes - 10 Ganadería leve: presencia de animales, sendas, heces, pisoteo y ramoneo - 5 Árboles con distribución regular (linealidad), cobertura de arbustos, mayor a 50 % -5 Si los árboles y arbustos se distribuyen en manchas, sin continuidad -5 Árboles con distribución regular (linealidad), cobertura de arbustos, menor a 50 % - 10 SECCION 3: Calidad de la cubierta vegetal de la ribera en el tramo evaluado Puntuación Puntuación Todos los árboles de la zona de ribera son autóctonos (100% nativas) 25 Como máximo un 25% de la cobertura es de especies de árboles introducidas aisladas (75% nativas) 10 26 a 50% de los árboles de la ribera son especies introducidas aisladas (de 25% a 50% nativas) 5 Más del 51% de los árboles de la ribera son especies introducidas aisladas (- del 50% son nativas) 0 +10 >75% de la cobertura de los arbustos es de especies autóctonas +5 51 a 75% de la cobertura de los arbustos es de especies autóctonas (hasta 25% exóticas) -5 26 a 50% de la cobertura de los arbustos es de especies autóctonas (26 - 50% exóticas) -10 Menos del 25% de la cobertura de los arbustos es de especies autóctonas (75% exóticas) - 10 Presencia de especies introducidas formando comunidades puras SECCION 4: Grado de naturalidad del canal fluvial del tramo evaluado Puntuación Puntuación El canal del río no ha estado modificado 25 Modificaciones en una sola terraza, adyacente al lecho del río, con reducción del canal (no rígidas) 15 Modificaciones en ambas terrazas, adyacentes al lecho del río, con reducción del canal (no rígidas) 10 Canal modificado por estructuras rígidas en un solo margen 10 Canal modificado por estructuras rígidas en ambos márgenes 5 Río canalizado en la totalidad del tramo 0 5

- 10 - 10 - 10 - 10 -5

Si existe una estructura sólida dentro del lecho del río (toma de agua) Si existe alguna presa u otra infraestructura transversal al lecho del río (vertedero o cruces de río) Si existen vertidos de residuos sólidos urbanos o volcado de efluentes industriales Si se observa extracción intensa de áridos (ripieras) Si se observa extracción leve de áridos (uso doméstico)

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