espectáculos | 7
| Domingo 2 De febrero De 2014
televisión
Tiros, lío y cosa golda
Toby Stephens, Tom Hopper y Mark Ryan black sails. ★★ creadores:
regular .
Robert Levine, Jona-
than E Steinberg.
elenco :
Toby
Stephens, Luke Arnold, Sean Cameron Michael, Hannah New, Mark Ryan.
emisiones :
Los do-
mingos, a las 22, por Moviecity Premieres.
E
l más reciente subproducto del entusiasmo unánime por esta era dorada de la TV norteamericana es que no pocos productores hollywoodenses han decidido desembarcar en este fértil territorio (otrora considerado patrimonio de artistas demasiado limitados en imaginación y recursos para triunfar en cine) para plantar su bandera y reclamar su porción del botín. Y Black Sails, la avanzada televisiva de la armada invencible que es Michael Bay llega a la pantalla chica sin plantear la menor concesión al cambio de medio. Uno no puede menos que admirarse ante la confianza ciega que le tiene a su fórmula, dado que las ocho horas que durará esta primera temporada –ya está confirmada la segunda– necesariamente requerirán de un andamiaje bastante más sólido (o un casco mejor construido, para seguir con la metáfora náutica) que las que exhibió en su debut si quiere llegar a un destino medianamente atractivo. El concepto es interesante: Black Sails encuentra a los personajes de La isla del tesoro de Robert L. Stevenson en el comienzo de la búsqueda del fabuloso botín. El capitán Flint (Toby Stephens, de lo mejor del elenco) está al borde de perder el control de su tripulación debido a los magros retornos de sus pillajes, orquestados para dar con un mapa que, sin que él lo sepa, ya está en poder del flamante y pragmático cocinero, John Silver (Luke Arnold). Como ocurre con todo el elenco –esto es Starz, después de todo, el canal que inventó Spartacus– Silver está muy lejos de ser el anciano de pata de palo y loro en el hombro de la colección Robin Hood: aquí es un musculoso jovencito lampiño con dentadura nívea y la tendencia a confundir a todas las mujeres que encuentra en su camino con prostitutas. Siendo esta serie lo que es, no está tan equivocado: a diferencia de los hombres, las mujeres de la isla de Nueva Providencia, el bastión pirata, son prostitutas. Y también ladronas, como todos allí, pero, a diferencia de los hombres, no tienen ningún código. Quizá es la falta de tiempo: parecen demasiado atareadas protagonizando escenas de sexposition a la Game of Thrones (largos párrafos informativos acerca de la trama “aligerados” para el espectador con generosas dosis de sexo) . La única mujer con algún tipo de poder allí parece ser Eleanor Guthrie (Hannah New), quien maneja el dinero de su padre, que ha hecho una fortuna vendiendo a respetables comerciantes del Nuevo Mundo las mercaderías que roban piratas como Flint. Queda muy claro que la capacidad de decisión de Eleanor es relativa: sus amantes le devuelven los golpes propinados en raptos de indignación moral y le refriegan en la cara que su padre “puesto a elegir entre ganancias e hijas, siempre elegirá las ganancias”. Es uno de los muchos diálogos aparatosos –algunos risibles, otros ofensivos en su tosquedad dado el calibre de la producción–que ofrece un guión muy limitado. Tanto que termina estropeando el verosímil que construyen rigurosamente los atractivos rubros técnicos de la serie.ß Dolores Graña
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