22 LA VANGUARDIA
MIÉRCOLES, 28 ENERO 2015
Tendencias La buena salud del mundo asociativo
Una asociación por cada 107 habitantes
Las inscripciones de estas entidades sin ánimo de lucro se dispararon el año pasado JAVIER RICOU
Las hay de drogadictos anónimos, de puntaires, de extranjeros, de alcohólicos, de jubilados, de enfermedades raras, de danza, de teatro, de diferentes modalidades deportivas, gastronómicas, solidarias, de lectores de relatos en catalán, de guías turísticos, de religiones, de discapacitados, de actividades para la infancia y también de constructores de iglús o seguidores de la saga de Star Wars. Todo cabe y cualquier ciudadano puede montar, salvando unos sencillos pasos, una asociación. Sólo en Catalunya hay inscritas a día de hoy cerca de 70.000 asociaciones. Más del doble de las que había hace quince años. Pero ha sido desde 2009 cuando las inscripciones de nuevas asociaciones (los trámites se cumplimentan en el DepartaVARIOPINTAS
Las hay de todo tipo de temática y a veces lo más difícil es clasificarlas REDES SOCIALES
El primer paso se da ahora en internet y si hay un seguimiento se crea el colectivo ment de Justícia) se han disparado. Y el 2014 fue el más prolífico en inscripciones. Ese año nacieron en Catalunya 3.227 asociaciones, o lo que es lo mismo 268 nuevas entidades inscritas cada mes, con objetivos e intereses muy dispares. O si se prefiere: Catalunya tiene una asociación por cada 107 habitantes. El éxito de las redes sociales y la facilidad para crear páginas de temática muy concretas se apuntan como una de las causas de ese salto, los últimos cuatro años, en la estadística de inscripciones. Star Wars Catalunya es un reciente ejemplo. Acaba de entrar hace
poco más de un mes en esa lista de 69.932 asociaciones que hay en Catalunya. Nacieron en 2011. Eran un reducido grupo de amigos unidos por una desmesurada afición y devoción con todo lo relacionado con esta saga de ciencia ficción y sus personajes. Internet fue la ventana perfecta para presentarse al resto del mundo y tras constatar, en esas redes sociales, que había otras personas como ellos se animaron a dar el paso para constituirse como asociación sin ánimo de lucro. “Nuestro objetivo no es otro que pasarlo bien”, afirma el presidente de Star Wars, Alfonso Fernández. “Y transmitir nuestro conocimiento de los personajes de la saga –continúa– a todos los amantes de este mundo que quieran sumarse a nuestra asociación”. Es el objetivo perseguido por la mayoría de pequeñas asociaciones centradas en mundos o temáticas muy concretas, que sin las redes sociales lo tendrían muy difícil para darse a conocer. En este caso son sólo 35 socios, pero están más que satisfechos con los 626 seguidores que ya tienen en Twitter o los 1.804 de Facebook. Son cifras discretas, pero que dan alas a estas pequeñas asociaciones para mantener viva su pasión. Y como ocurre también en la mayoría de estas particulares entidades sin ánimo de lucro los socios de Star Wars Catalunya compaginan la diversión con los actos solidarios o humanitarios. “Siempre que podemos visitamos, vestidos con nuestros trajes, hospitales infantiles”, añade Alfonso Fernández. Estar constituidos como asociación les permite poder emitir, por otro lado, facturas si son contratados en festivales, salones del cómic, exposiciones o desfiles. “Por eso dimos ese paso”, corrobora el presidente de Star Wars. La juventud de Star Wars en el mundo asociativo contrasta con la veteranía de L’Associació de Constructors d’Iglús de Catalunya. Son asociación desde el año 2000 y se mantienen con la docena de socios originarios que crearon la entidad. Su ex presidente,
Pau Valls, recuerda de sus inicios: “Nos miraban como si fuésemos unos iluminados cuando nos plantábamos en una diputación o un ayuntamiento y les hacíamos saber que necesitábamos ayuda para organizar un encuentro de constructores de iglús en el Pirineo”. El salto de persona física a persona jurídica –una vez constituida la asociación– “nos dio mucha fuerza”, revela Valls y hoy estos “iluminados” constructores de iglús reúnen cada año a decenas de personas en un encuentro anual (este año será el 1 de marzo) en las inmediaciones de las pistas de esquí de La Molina. Pau Valls añade que ser asociación pone las cosas más fáciles cuando hay que pedir ayuda a instituciones públicas o patrocinadores privados. En su caso se constituyeron como asociación cívica (costaba encajar en un grupo con-
Socios de Stars Wars Catalunya, en la piel de sus personajes
EVOLUCIÓN DE LAS ASOCIACIONES
Las asociaciones se duplican en Catalunya 1999
2002
AÑO
Inscripciones nuevas
Asociaciones inscritas 2005
2008
2011
2014
70.000
66.932
32.359
2014
15.454
30.125
Enseñanza, formación e investigación
4.801 6.815 Fomento y defensa de los derechos cívicos, sociales y de la persona
50.077
50.000 40.000
Cultura
58.574
60.000
1999
4.800 8.141
43.235 37.477
Intereses de sectores económicos, geográficos o profesionales
30.000
2.030 6.286
20.000
Ordenación del espacio, ecología y vivienda
2.114 3.231
10.000 0
Asistencia social
FUENTE: Departament de Justícia de la Generalitat
LA VANGUARDIA
creto a un constructor de iglú) para tener la máxima autonomía y no depender, por ejemplo, de federaciones deportivas, lo que habría ocurrido si hubiesen decidido inscribir su actividad como una construcción vinculada al deporte. Estos constructores de
iglús están en el mismo régimen que los castellers. En el caso de esta asociación de constructores de iglús, Valls recuerda que recibieron una ayuda automática (tras solicitarla) sólo crear la entidad para arrancar con sus actividades. Después han tenido que ir
1.718 2.854
Sin calificación
995 8.463 Salud
447 1.017
OBJETIVOS SINGULARES Y PARTICULARES
LA VANGUARDIA 23
T E N D E N C I A S
MIÉRCOLES, 28 ENERO 2015
Amics del Caganer Potencia actividades encaminadas a dar a conocer esta figura tan singular
Amics del Romesco
Funcionan como entidad y celebran sus actos centrales en Santa Coloma de Queralt
Liberadores de enanos
En Francia han conseguido ser un grupo con gran influencia. Su objetivo es sólo uno: liberar a todos los enanos de los jardines
Lectores en catalán
Centra su actividad en la lectura en catalán. Organiza encuentros
Los grupos de carácter más social desaparecen por la crisis
El cierre más doloroso
C J. RICOU
LLIBERT TEIXIDÓ
rear una asociación es fácil. Bastan tres personas para crear una figura jurídica privada en la que sólo se exige que esos tres fundadores se unan de forma libre, voluntaria y solidaria para conseguir, sin ánimo de lucro, una finalidad común de interés general o particular y que se comprometan a poner en común conocimientos, actividades o recursos económicos con carácter temporal o indefinido. Es lo que reza el primer punto de las normas de inscripción de una asociación, cometido que corresponde al Departament de Justícia. Una vez constituida hay que pasar cuentas y cumplir una serie de trámites burocráticos. Y cuando se tiene esa identidad jurídica, esa asociación puede ya solicitar ayudas institucionales para actividades concretas o facturar por eventos si son contratados. La mayoría de asociaciones nacen y operan en campos o espacios muy singulares y concretos. Pero en ese registro están también inscritas grandes entidades con objetivos más globales. Buena parte de ellas actúan bajo el paraguas del tercer sector social. El 75% por ciento de las 7.500 entidades inscritas en 2007 en este campo de la ayuda social (la que más necesita hoy esta sociedad) eran asociaciones. En 2013 ese número de entidades se redujo diez puntos. O lo que es lo mismo
desaparecieron alrededor de 700. Choca esta desaparición de entidades creadas para ayudas sociales, cuando el ranking de asociaciones de toda índole registró en Catalunya el mayor incremento en un sólo año (2013) de toda su historia. La explicación más lógica a esta desaparición de entidades del tercer sector social es la que apunta a la crisis económica. Estas asociaciones creadas para ayudar, con políticas sociales, a los más desfavorecidos han tenido que cerrar puertas al cortarse el
Tres personas bastan para ser asociación y hoy cierran aquellas creadas para ayudar a los más necesitados grifo de las ayudas y subvenciones. Sin ese apoyo institucional les ha resultado imposible cumplir con los objetivos planteados en el momento de la creación. Hoy recibir una subvención o ayuda es mucho más complicado para cualquier asociación. Las pequeñas entidades lo tienen mucho más fácil, dada su escasa actividad, para sobrevivir. Las que nacieron con aspiraciones más ambiciosas lo tienen, por el contrario, mucho más difícil en estos momentos de precariedad económica. Tal y como se afirma desde
el tercer sector social este recorte de ayudas institucionales llega cuando esas entidades necesitan mucho más apoyo por la gravedad de las situaciones particulares a las que tienen que hacer frente. Y lo más preocupante, apuntan estas mismas fuentes, es que esa situación podría incluso agravarse en el futuro lo que acarrearía la desaparición de más entidades y asociaciones. La situación actual contrasta con el crecimiento que tuvo el tercer sector social entre los años 2001 y 2009. Pero desde hace cuatro año todo ha cambiado. Desaparecen entidades al mismo tiempo que aumenta el número de destinatarios de esas ayudas. Y por primera vez han cerrado más asociaciones en un año que las creadas e inscritas en ese mismo periodo. Aunque en los últimos meses parece que se está detectando, indican estas mismas fuentes, un despunte de pequeñas asociaciones nuevas, con poco medios pero mucha voluntad, nacidas para ayudar a los más necesitados. En el año 2007 había, por ejemplo, 7.500 entidades para ayudar a una población estimada de 1,7 millones de ciudadanos. En el 2011, según el anuario de 2013 del tercer sector social, el número de entidades había descendido hasta las 6.800 (el 65% son asociaciones) mientras que la población susceptible de recibir alguna ayuda se había incrementado hasta los 2.130.000 ciudadanos.c
FOTOS CEDIDAS POR LA ASSOCIACIÓ DE CONSTRUCCIÓ D’IGLÚS DE CATALUNYA
Un momento de la construcción de un iglú, en la que ayudan los niños, cómo se entra en el interior y cómo queda esta particular construcción
solicitando las ayudas para programas o encuentros concretos. Algo que era mucho más fácil de conseguir años atrás, indica Pau Valls, que en la actualidad. Reitera, sin embargo, “que ser una asociación sin ánimo de lucro, llevada por voluntarios, siempre te va a situar en una posición más favorable para solicitar ayudas institucionales o de empresas”. Sus iglús son “lúdicos”, siem-
pre desligados de situaciones extremas o de riesgo. Se construyen al lado de carreteras y pistas de esquí para que sean visibles y se multiplique el efecto llamada a nuevos constructores. Y esta asociación, con un alma similar a la de otras muchas entidades de esta índole, intenta alejarse también del negocio del ocio de la montaña. “Siempre que podemos trabajamos con entidades lleva-
das por voluntarios, como escoltes, esplais, centros cívicos, Cruz Roja... y con una especial atención a aquellas entidades que trabajan con personas aquejadas por dificultades especiales”, afirma Pau Valls. La clasificación de las asociaciones en el momento de la inscripción no resulta, por otro lado, siempre fácil debido a las variopintas temáticas de muchas
de estas entidades. No hay problema con aquellas centradas en políticas sociales, sanitarias, educativas o relacionadas con la ecología o la vivienda. El año pasado casi quinientas de las nuevas asociaciones inscritas en Catalunya acabaron en el apartado “sin clasificación”. Sorprende de la estadística pasada por Justícia, el gran incremento de asociaciones relacionadas con temas culturales,
que han sido las que más han aumentado el último año. Ha habido también un incremento significativo de aquellas asociaciones relacionadas con la ordenación del espacio, la ecología y la vivienda, mientras que las entidades enfocadas a la asistencia social crecieron en 2014 en una proporción menor a la del resto de temáticas, al igual que las relacionadas con la enseñanza.c