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SUPLEMENTACION FORRAJERA: ¿Cuándo usamos la semilla de ...

Cátedra de Forrajes y Cereales - FAZ - UNT. En la actualidad, el uso de semilla de algodón como suplemento en la dieta de vacas lecheras, es una práctica ...
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SUPLEMENTACION FORRAJERA: ¿Cuándo usamos la semilla de algodón? Ing. Zoot. Guillermo O. MARTIN (h) Ing. Agr. Marta G. NICOSIA Cátedra de Forrajes y Cereales - FAZ - UNT

En la actualidad, el uso de semilla de algodón como suplemento en la dieta de vacas lecheras, es una práctica común. Sin embargo, su empleo como semilla entera puede presentar algunos problemas que es conveniente conocer. Comentaremos aquí, algunos de los resultados obtenidos en varios estudios realizados al respecto en el INTA Rafaela, Prov. de Santa Fe.

Aspectos a considerar El primero es conocer la "procedencia y calidad de la semilla" que adquirimos. La semilla de algodón es altamente higroscópica, reteniendo fácilmente la humedad. Esto la convierte en presa fácil de fermentación por efecto de hongos. En el 80 % de los casos, la contaminación se da antes de la cosecha; durante el almacenamiento, se produce el desarrollo de sustancias tóxicas del tipo de las "aflatoxinas". Esto determina que las condiciones de almacenamiento o las tareas de procesamiento de alimentos balanceados con este material, deban ser cuidadosas. Debemos tener en cuenta el tipo de semilla a conservar, su humedad inicial, la humedad relativa ambiente y la temperatura. En el caso de la semilla de algodón, el porcentaje de humedad no debería superar el 13 %, teniendo en cuenta que con humedades relativas de 85-90 % y temperaturas de 25-30 °C se dan las condiciones óptimas para la producción de aflatoxinas. Estas son sustancias tóxicas producidas por hongos de los géneros Aspergillus flavus y Aspergillus paraciticus y son las antes mencionadas aflatoxinas. En general todos los granos forrajeros y gran parte de los subproductos agroindustriales pueden ser fermentados por estos hongos. Durante la conservación de las semillas o granos, deberán usarse fungicidas o fungistáticos, siendo la amonificación uno de los métodos preventivos más recomendados a nivel mundial. Un segundo aspecto es el "límite de consumo" que pueden tener los animales. En general se indica que el consumo de grasas en un rumiante no debe superar el 6 % de la Materia Seca. La semilla de algodón contiene 22-23 % de grasa, lo que limita a 3-3,5 kgs. de Materia Seca su consumo diario. Consumos superiores pueden ocasionar problemas de toxicidad con "gosipol", sustancia fenólica que se encuentra en los

pigmentos amarillos de la semilla y es altamente tóxica para monogástricos y rumiantes jóvenes. La "composición química de la leche" es otro aspecto a contemplar, puesto que el empleo de esta semilla provoca cambios en ella. Obviamente, la magnitud de estos cambios estarán en función de la ración consumida y de los otros ingredientes de la dieta y en general se manifiestan como: 1) menor concentración de proteína verdadera, fundamentalmente caseína. 2) mayor concentración de N no proteico. 3) mayor concentración de grasa en la leche. 4) cambio en la composición química de la grasa butirosa, con aumento de ácidos grasos de cadena larga y disminución de los cadena corta.

Conclusiones El empleo de semilla de algodón en raciones animales, deberá contemplar la compra de semilla certificada libre de aflatoxinas; no utilizar semilla caliente o húmeda; ajustar bien las cantidades de Materia Seca en la ración y conservar el material en lugares secos y templados. En el caso de rumiantes adultos, suministrar dietas bien balanceadas y fortificadas con minerales y vitaminas, para minimizar los efectos de estas toxinas y facilitar su eliminación.