Solución de problemas y reparación de rodamientos de rueda Todo empieza con un ruido. Con la radio encendida y el viento de las ventanas, es fácil ignorarlo al principio. Pero al ir avanzando millas, ese sutil ruido se convierte en un chirrido metálico imposible de ignorar.
También es posible observar otras señales, como una dirección tambaleante o un desgaste desigual en los neumáticos. Todas éstas son señales que indican que el rodamiento de una rueda está en mal estado, y deberían tomarse en serio. De lo contrario, puede acabar perdiendo la rueda mientras conduce, lo cual podría ser catastrófico. ¿Nuestro consejo? Conocer los síntomas y las causas de avería del cubo de rueda y arreglarlo lo antes posible.
Síntomas de un rodamiento de rueda en mal estado Los síntomas de un rodamiento de rueda en mal estado son relativamente simples: escuchará un chirrido hasta que conduzca lo bastante rápido como para que el ruido de la carretera lo enmascare (50 mph o más rápido). El ruido indica que hay fricción de metal contra metal a una velocidad rápida y proviene de los rodamientos defectuosos que arañan el armazón que los rodea y, lo que es peor, el cubo de rueda que hay alrededor. Si el problema son los rodamientos de cubo delanteros, girar el volante puede hacer que el ruido empeore o que cambie de tono.
Causas comunes de avería La causa más habitual de avería de los rodamientos de cubo de rueda son los impactos. Cuando el neumático y la rueda golpean con fuerza un objeto o un defecto de la carretera, los rodamientos se pueden dañar. De igual modo, unos sellos rotos o gastados pueden permitir que la humedad y la suciedad entren en el cubo, haciendo que los rodamientos se deterioren. Otras cosas que pueden causar un fallo prematuro de los rodamientos son:
Ruedas/neumáticos desequilibrados Componentes de la suspensión gastados o rotos Ruedas de bajo perfil y alto rendimiento
Normalmente, esta clase de síntomas de desgaste a largo plazo también provocan daños en las rótulas, los tirantes, los puntales y otros componentes de la suspensión/chasis. Dos problemas más que suelen dejarse sin diagnosticar cuando los rodamientos de las ruedas fallan repetidamente son un eje de rodamiento desgastado y un flujo de corriente transitorio a través de la articulación. Si los rodamientos han estado chirriando o indicando su fallo de otra manera durante cierto periodo de tiempo, lo más probable es que el cubo de rodamiento se haya dañado. Si es así, al sacarlo mostrará signos de arañazos o abolladuras. También puede estar fuera de redondez. En cualquiera de estos casos, hay que sustituir el cubo. El desgaste prematuro también puede estar causado por un flujo de corriente transitorio, que es la fricción creada por conexiones a tierra defectuosas que permiten que la corriente se acumule en las partes móviles del chasis. Los vehículos acumulan electricidad estática durante su funcionamiento que suele ser disipada por los puntos de tierra del vehículo. Puntos de tierra en mal estado = malas noticias.
Solucionar el problema
En un taller, hay varios métodos para encontrar unos rodamientos de cubo de rueda en mal estado, incluyendo micrófonos direccionales y ultrasonidos. Sin embargo, en los garajes mecánicos caseros, los métodos más simples, aunque lleven más tiempo, son igual de eficaces. Simplemente escuchar los cubos de rueda mientras alguien conduce el vehículo puede indicar cuál está en mal estado. Con alguien conduciendo a 10-20 millas por hora, hay que escuchar atentamente el chirrido para poder precisar de qué rueda proviene el ruido. Si el cubo de rueda problemático puede ser delimitado por lo menos a un eje, se ahorrará tiempo. Si no, la próxima prueba debería hacerse en cada rueda. Eleve de forma segura el automóvil y quite el neumático y la rueda. Después, sacuda el cubo (a través del propio cubo) con las manos en la parte superior e inferior (las 12 y las 6 en el reloj). Si se mueve de un lado a otro (acercándose o alejándose del automóvil), lo más probable es que el rodamiento esté mal.
Sustituir el rodamiento Por suerte, los rodamientos no son difíciles de sustituir, y la mayoría de vehículos modernos usan rodamientos atornillados o a presión. Con las herramientas adecuadas, puede realizar la sustitución usted mismo: 1. 1. Aparque su automóvil en una superifice plana y segura, e inmovilice las ruedas sobre las que no esté trabajando con cuñas para bloquear ruedas. 2. 2. Afloje las tuercas de seguridad y utilice el gato del vehículo para levantar la rueda. 3. 3. Quite las tuercas de seguridad y extraiga la rueda. 4. 4. Retire la pinza de freno usando una llave de tubo.
5. 5. Quite el guardapolvo, la chaveta y la tuerca almenada. El guardapolvo es una pequeña tapa de metal o plástico que protege los componentes del rotor y que normalmente se puede quitar con pinzas. Debajo del guardapolvo están la chaveta y la tuerca almenada, que se pueden quitar con alicates. 6. R6. Retire el rotor. Primero quite el rodamiento exterior y luego el propio rotor. Si se atasca, use un mazo de goma para soltarlo. 7. 7. Afloje los tornillos del cubo y saque el cubo viejo. El rodamiento de rueda está detrás del cubo. 8. 8. Desmonte el conjunto del cubo. Necesitará desmontar el cubo para acceder a los rodamientos. 9. 9. Quite las pistas y limpie la articulación. Esto suele implicar romper las pistas con un martillo y un cincel o una amoladora. Una vez que las pistas estén fuera, limpie la articulación dentro del conjunto de rodamientos. Tenga trapos a mano, ¡probablemente habrá mucha grasa! 10. 10. Instale las nuevas pistas y rodamientos de rueda. Tenga un martillo a mano para colocar las pistas en su sitio con algunos golpecitos, luego engrase el nuevo conjunto interior e instálelo. Use grasa en abundancia y asegúrese de que los rodamientos estén correctamente alineados y metidos hacia adentro todo lo que se pueda. 11. 11. Por último, reinstálelo todo en orden inverso, y baje el vehículo del gato. Preste especial atención al tipo de grasa empleada, al propio embalaje y a la alineación de los rodamientos en el cubo.
Rodamientos metidos a presión Con los rodamientos metidos a presión, que son más comunes hoy en día, el procedimiento es un poco más complejo. Los rodamientos de rueda residen entre la articulación de la dirección y el propio cubo, metidos entre el sello de rodamiento exterior y la junta homocinética. Extraer y sustituir estos rodamientos requiere una prensa fabricada específicamente para la tarea, y cada vehículo será ligeramente diferente. Intentar sacar a golpes los rodamientos con un destornillador u otra herramienta dará lugar a serios daños en el cubo del vehículo y/o la articulación. El lado positivo es que, cuando los rodamientos a presión requieren ser cambiados, se quitan y se ponen en unidades de una pieza que vienen preselladas y lubricadas. En general, las averías en el cubo de rueda de un vehículo suelen estar causadas por alguna otra cosa y no por el propio cubo. Arreglar la avería del cubo es relativamente sencillo (especialmente con los rodamientos y conjuntos de cubo de calidad de GMB), pero diagnosticar la causa de la avería puede no ser tan fácil.