20090823_”socialismo puede convivir con ideologías compatibles”
“Socialismo puede convivir con ideologías compatibles” 23 de agosto 2009 El politólogo Carlos Domínguez analizó los fundamentos teóricos de la versión venezolana del socialismo. Manifestó estar sorprendido con la capacidad pedagógica del Presidente para hacer “digerible” la propuesta.
César Noriega Ramos Foto Pablo Ruiz El politólogo y doctor en sociología Carlos Domínguez sostiene que el socialismo no es el único sistema que propugna la formación del “Hombre Nuevo”. Señala que la contraparte capitalista es el “Yuppie”, acrónimo en inglés que significa joven profesional citadino. Blanco vs negro, o quizá más adecuado para el caso venezolano: rojos vs azules. Revolucionarios versus “Yuppies”. En estos términos Domínguez asume la realidad venezolana. “Es preferible polarizar la sociedad en blanco y negro, que solamente negro”, afirmó. Domínguez se define como marxista, entre este universo de pensadores y doctrinas su pensamiento es más afín a la vertiente de la sociología crítica alemana, y particularmente comparte los planteamientos de Teodoro Adorno y Jürgen Habermas. Explica que su afinidad ideológica se debe a que estos autores estudiaron el contexto del capitalismo post-industrial, “cuando la explotación del hombre empezaba a justificarse, y era menos aparente”. Sus hitos históricos lo representa la Comuna de París: la toma del poder por movimientos anarquistas y socialistas en la primavera de 1871. El profesor de la cátedra de Sociología Política de la UCAB Guayana reivindica este episodio de la historia francesa como la primera vez, en que la clase trabajadora asume posiciones directivas. En segundo orden de importancia menciona a la Revolución cubana, destaca que este hecho tiene un “proyecto socializante”. Lo que define como el objetivo de “dignificar” o
crear una sociedad de “seres felices” como el Libertador lo expuso en el discurso de instalación del Congreso de Angostura. En la “casa que vence las sombras” -como es conocida la Universidad Central de Venezuela- estudió Ciencias Políticas. Su paso por la UCV también le dejó la experiencia de luchas estudiantiles en la históricamente combativa Federación de Centros Universitarios de la principal casa de estudios del país. El doctorado en sociología lo obtuvo en la Universidad Complutense de Madrid. Aunque es original de Puerto Cabello, se siente guayanés luego de 30 años de residencia en la zona del hierro y el acero. Ha acumulado una vasta experiencia en la docencia a nivel universitario. Y desde hace 5 años trabaja en la Corporación Venezolana de Guayana, en donde ha estado adscrito a la gerencia de Desarrollo Comunitario, “llevando formación política a las comunidades, para imbuirlos en la democracia directa”. Domínguez comparte el proyecto liderado por el presidente Hugo Chávez, se muestra en sintonía con una visión de país que tenga como máxima “la libertad de los desiguales es una ficción”. El socialismo “en” el siglo XXI ¿Hay congruencia entre su visión de proyecto de país y lo que Venezuela está viviendo? - Creo que hay pasos importantes, inconclusos pero importantes. Los indicadores sociales han mejorado innegablemente, ya la oposición ni siquiera los niega. Nadie se hubiese imaginado que en los años 80 estudiaran tantas personas en las universidades. Además se ha despertado una conciencia crítica en el venezolano, incluso en los que no comparten el proceso revolucionario. Siento que en Venezuela se ha sembrado el espíritu de la democracia participativa, y ese árbol no se secará nunca más. ¿Cómo definiría las bases ideológicas del Socialismo del Siglo XXI? - Yo prefiero hablar en vez de Socialismo del siglo XXI, hablar de Socialismo en el siglo XXI. Porque sería desconocer el pensamiento y luchas reivindicativas de personas en el pasado, que incluso perdieron su vida. Es un pensamiento humanista, reivindicador de las condiciones más profundamente humanas. Tiene en su bolsillo un conjunto de experiencias de socialismos reales, que tuvieron algunos logros y fracasos. Cuáles son las fuentes ideológicas, en América Latina hay un aporte sustancial al pensamiento socialista, que involucra a otros sectores subalternos del capitalismo, como las minorías oprimidas. Específicamente las minorías étnicas, los campesinos y los marginados. Además de los trabajadores, que son esenciales para el socialismo, porque son los que sufren la explotación directa. Los trabajadores producen lo necesario para que la sociedad subsista y son expropiados del producto de su trabajo. ¿Cree que el Presidente tenga la preparación ideológica, filosófica para conducir al país a un modelo socialista?
- Siento que él lo ha cultivado. Cuando él dio el golpe de Estado o llegó al gobierno no lo tenía. Pero ha tenido una formación ejemplar. Él lo ha traducido y lo ha hecho entendible para la población incluso para quienes se le oponen. Hacer más dirigible la propuesta socialista, ha articulado una reacción más feroz y un apoyo más reflexivo de quienes lo apoyan. La capacidad pedagógica del pensamiento contestatario del Presidente no tiene comparación en América Latina, sólo podría compararse con Fidel Castro. ¿Esas suspicacias que levanta el socialismo no estarían justificadas? - Yo comprendo la incertidumbre pero no la comparto. De que si te van a quitar tu casa, tu carro, tus hijos. Es como si estuvieses acostumbrado a que el cielo es azul y un día te digan que es verde. El Capitalismo tampoco surgió de la certidumbre. Muchas personas fueron guillotinadas para implementar el Capitalismo. También hay miedos que se alimentan por experiencias de socialismo en otros países, que son sesgadas. No se dice que Rusia sigue siendo hoy en día la primera potencia de Europa. Viabilidad de la oferta política ¿En el actual marco constitucional se puede desarrollar un modelo socialista? - Sí es posible avanzar aunque hay sus limitaciones. La reforma constitucional hubiese sido una posibilidad de avanzar más rápido, pero bueno se perdió la reforma constitucional. Pero hay un hecho importante que rescatar, con una propuesta abiertamente socialista, con una consigna de Patria, Socialismo o Muerte. Con esa propuesta sacamos 49% de los votos. Hace 10 años tu le hubieses dicho al venezolano viene un socialismo se genera un pánico masivo. ¿El socialismo venezolano puede convivir con otras corrientes ideológicas? - Sí, puede convivir con otras corrientes de pensamiento compatibles. Eso le pasa al Capitalismo también, puede vivir con otras corrientes de pensamiento compatibles. El socialismo no puede convivir con ideologías que promueven la explotación del hombre por el hombre, que conviertan al humano en mercancía. ¿Considera que hay sectarismo o persecución del pensamiento diferente en Venezuela? - Siento que sí hay tentativa de eso, creo que hay algunas reacciones torpes de quienes ejercen gobierno, casi siempre por inexperiencia. Hay sectores que no han adaptado el calibre de la propuesta revolucionaria, y por eso caen en provocaciones, violencia. Y le hacen un flaco favor a la revolución. Aunque hay que dejar claro, ni comparado con lo que pasaba antes del chavismo. La IV República dejó 10.000 desaparecidos, sólo en el Caracazo mataron a 3.000 personas. Temas de la semana
¿Qué rol avizora para la CVG? - Lo importante, el mensaje que le quiero dar a mis compañeros de trabajo, es que el rol lo construyamos nosotros. No esperemos que venga de Caracas. Los cevegistas, progresistas y comprometidos con la región, construyamos una alternativa. Lo que está descartado es que con este gobierno vayamos a quedar en la calle. Mi recomendación es la construcción de una CVG realmente socialista, que impulse un modo de producción guiado por las paridades e igualdades. Yo estoy seguro que en Guayana hay potencial intelectual y hay trabajo honesto para impulsarlo. Estoy seguro además que si salimos de la crispación política y mediática, hay sintonía con sectores de la oposición, que comparten que un modo de producción capitalista, explotador, desigual, ambientalmente depredatorio no es posible, es críticamente reprochable. ¿Cuál es su parecer sobre la Ley Orgánica de Educación? - Creo que el reforzamiento de la educación laica, es un paso importante para Venezuela. Sabía yo que no iba a ser un paso fácil, como ha generado resistencias en otras partes del mundo. La educación laica es un requisito fundamental para una nueva visión de la ciudadanía. También la ley rescata nuestras identidades ocultas, para construir nuestra propia identidad. Se específica y se aumenta la autonomía universitaria. Lo que si no puede ser tocado es la libertad de pensamiento. Me llama la atención que en las universidades privadas no hay libertad de pensamiento o al menos restringida. Hay una filosofía unísona, por ejemplo los profesores comunistas en la universidad privada estaremos siempre apartados. Acentuar formación La interpretación que da Carlos Domínguez a la frase presidencial: “Vamos a pisar acelerador de la revolución” tiene que ver con la formación de la población. Aseguró que debe superarse la percepción de que el socialismo es populismo. “Desde mi perspectiva es la formación. Hace falta más educación y de mayor calidad. Significa hacer más esfuerzo en los niños, en los jóvenes para generar una sociedad de trabajo. Socialismo no es populismo. Una sociedad socialista necesita un trabajador consciente, comprometido”. URL: http://www.correodelcaroni.com/archivo/archivo.php?view=wrapper&id_articulo=134433 &catid=54