sobre ruedas

Pero el atractivo también pasa por los moteles y sus ... limitada al segmento este del país, fue la primera en recorrer todo .... sándwiches. 10. Ir con buena onda ...
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Página 6/LA NACION

Turis smo

Domingo 20 de junio de 2010

Domingo 20 de junio de 2010 LA NACION/Página 7

[ Por la ruta ]

Roadtrips.com

EE.UU.

SOBRE RUEDAS

Por Teresa Bausili De la Redacción de LA NACION

D

e Este a Oeste, la legendaria ruta 66 tiene un total de 3840 km. Pero para quienes disponen de poco tiempo y muchas ganas de recorrerla existen opciones exprés. Una de ellas es la que eligió Claudio Weissfeld en septiembre de 2007 cuando, junto a su mujer, atravesó uno de los tramos más jugosos y panorámicos de la ruta. Manejar desde Las Vegas hasta el Gran Cañón del Colorado, de hecho, puede hacerse en apenas un par de horas (son 144 km), entre montañas inalcanzables y campos sembrados de girasoles. Pero el atractivo también pasa por los moteles y sus gigantescas luces de neón, las publicidades de los años 50 que se suceden a lo largo del camino (como las de la crema de afeitar Burma Shave), o las estaciones de servicio ambientadas con Ford T y viejos surtidores. La 66 se convierte así en una suerte de ruta-museo en la que muchos tramos conservan el aspecto que tuvo el acceso en sus años dorados. Vale la pena detenerse, aconseja Claudio, en algunos lugares que se intercalan en el camino. Seligman, por ejemplo, es un típico pueblo rutero con bares como The Black Cat o Snow Cap, viejos salones con sus mesas de pool, tablero de dardos, rockolas y tipos con sombrero de cowboy. Este viajero exprés dice que todo el viaje –alquiler de auto, pasajes de avión, reserva de hoteles– lo hizo a través de Expedia, agencia que opera en Internet y maneja precios interesantes. Claro que, a veces, parte del gusto del viaje es llegar sin reserva, ver el cartel de vacancy en algún motel y entrar a averiguar. De todos modos, también conviene tener en cuenta alternativas como el Canyon Country Inn (www.thecanyon-

Desde un clásico como la 66 hasta una ruta poco conocida como la US 80, argentinos que recorrieron tramos de este país detrás del volante comparten anécdotas y brindan algunos consejos: dónde alquilar autos, qué ver en el camino, cómo calcular el precio de la nafta o qué páginas consultar

countryinn.com), en Williams, una casita familiar con 14 habitaciones. Williams es un pueblo que está a sólo una hora del Cañón del Colorado y ofrece opciones de alojamiento infinitamente más baratas que las que se encuentran en el Parque Nacional (que además requiere de una reserva con muchísima anticipación). ¡Ah!, otro consejo con respecto al Gran Cañón: conviene no ir al lado oeste del parque, donde está el famoso Skywalk (una herradura de vidrio que se interna en el cañón), ya que la entrada es mucho más cara que en el

lado sur y está a cuatro horas de manejo desde el Parque Nacional, también en el extremo sur. *

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En el Cañón del Colorado, mejor visitar el lado sur

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Roni Bandini es un verdadero especialista en Miami. De hecho, es el autor de Miami gratis o barato, libro en el que vierte consejos y recomendaciones de ahorro en la ciudad más visitada por argentinos en Estados Unidos. Pero la verdadera sorpresa para Roni no se dio precisamente en las rutas de Florida, sino en la llamada US 80, ruta que surge en Dallas, Texas, y atraviesa varios estados. “Es una ruta muy interesante y poco turística, y si bien hoy se encuentra limitada al segmento este del país, fue la primera en recorrer todo Estados Unidos de costa a costa. Por eso lleva el prestigioso cero en su numeración”, cuenta el autor, de 35 años. La ruta serpentea por líneas de árboles, pastizales, puentes de acero y paisajes increíbles. En el trayecto es posible encontrar estaciones de servicio, moteles, tiendas de antigüedades, casas de té y puestos de Donuts suspendidos en el tiempo. “De Ridder Antiques Shop es el negocio de antigüedades más impresionante que vi alguna vez”, dice Roni, y enumera tan sólo algunos de los objetos que se amontonan en el viejo galpón: rockolas de todo tipo y tamaño, cabinas telefónicas, un gorila de tres metros, autos chocadores, carteles de rutas o chapas de auto. Las rutas de Florida son otra historia. Roni las conoce de memoria y dice, por ejemplo, que la que une Miami con Orlando (son cuatro horas de manejo), Florida Turnpike, está en perfecto estado, aunque es absolutamente monótona, sin nada para ver durante el trayecto. Entre los consejos básicos comenta que a la hora de alquilar autos con-

Los tranvías de San Francisco, con 135 años de servicio, son un ícono de la ciudad

Uno forma distinta de internarse en el paisaje norteamericano viene siempre hacerlo por Internet, porque así se consiguen los mejores precios, y con agencias internacionales (que no sólo tienen mayor flota de autos, sino que también ofrecen mayor protección al cliente). Hay páginas como Hotwire o Priceline que centralizan todas las agencias y en las que se puede obtener buenas ofertas (también de alojamiento, a la que habría que sumar EasyclickTravel). Pero ojo, conviene chequear antes que la fecha en que uno quiera viajar (y alquilar auto) no coincida con algún feriado o evento particular en Miami, cuando los autos se agotan y los precios para alquilarlos se dispa-

ran a las nubes. Por ejemplo, existe la Semana del Boat Show, que en la Argentina prácticamente desconocemos, pero que en Miami convoca multitudes, por lo cual conviene evitar esos días (mediados de febrero). También el último fin de semana de agosto (Labor Day), o el segundo de octubre (Festival del Caribe) son otras fechas rojas para tener en cuenta, entre muchísimas otras. Por último, otro factor importante a la hora de ahorrar es el precio de la nafta, que varía según las estaciones de servicio (el viaje de Miami a Orlando, por ejemplo, va a consumir más de un tanque). El sitio Web www.

FOTOS DE CORBIS, PAULA PILIJOS Y RONI BANDINI

miamigasprices.com tiene una lista con actualización permanente de las estaciones con mejores y peores precios para cargar nafta. Para más tips, visitar la página de Roni: www.miamigratis.com *

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Las reglas estaban claras entre ellas desde el vamos: Marina manejaría y Paula iría indicando el camino. Así, estas dos amigas treintañeras se lanzaron en marzo de este año a recorrer la costa oeste de Estados Unidos, un viaje con el venían fantaseando desde hace tiempo.

A lo Thelma y Louise, pero con final feliz, las chicas estuvieron tres semanas en la ruta, en un recorrido que las llevó desde San Francisco hasta San Diego. Aquí, algunos de los consejos que fueron aprendiendo en el camino. 1. Alquilar auto con GPS. Dice Marina que absolutamente todas las autopistas y rutas estadounidenses están preparadas para moverse con el bendito navegador, que en definitiva resulta de gran ayuda. 2. Nuevamente, para conseguir los mejores precios, alquilar siempre el auto por Internet, en agencias reconocidas y desde Buenos Aires. Y en

lo posible sacar seguro contra todo riesgo, por tan sólo US$ 5 diarios. Cubre desde un mínimo rayón hasta un choque importante (que no lo tuvieron, aclaran las chicas). 3. Llevar notebook. Es casi misión imposible encontrar cibercafés en la ruta (por las dudas, conviene saber que las oficinas de Fedex cuentan con Internet disponible) y siempre conviene hacer las reservas de hotel (o motel) por Internet, al menos el día previo, porque las tarifas serán siempre mejores que si se va directamente al mostrador. 4. La ruta 1, especialmente el tramo que va de Carmel a Big Sur, es

Sobre la US 80, en esta casa de antigüedades se venden desde gorilas de tres metros hasta autos chocadores

La triple A no tiene ninguna connotación controvertida en Estados Unidos. Por el contrario, AAA es la Asociación Estadounidense de Automóviles, que además de brindar asistencia en la ruta o contar con todo tipo de mapas a disposición ha incorporado la posibilidad de hacer reservas de aviones y hoteles, alquilar autos, comprar paquetes de cruceros, conseguir direcciones, obtener descuentos y hablar con operadores especializados en viajes. http.travel.aaa.com Road Trip Usa (www.roadtripusa.com) es la página personal de Jamie Jensen, californiano que se dedicó a recorrer Estados Unidos por tierra –y a dedo– durante tres años, y más tarde plasmó sus experiencias y consejos gratuitos en este sitio. Desde historia de las rutas más famosas o también menos conocidas hasta cuándo es el mejor mes para tomar cada una, pasando por qué ver en el camino, links con otros sitios y blogs de viajeros, Jensen no ahorra en detalles ni recomendaciones. www.roadtripamerica.com es otra dirección con todo tipo –incluso lo impensado– de información para planear viajes por rutas norteamericanas. Más allá de ofrecer tips y consejos, incluye foros, artículos, herramientas para calcular el consumo de nafta, fotos de carteles insólitos o notas que van desde cómo viajar con adolescentes hasta cuáles son las peores rutas del país. También hay secciones para comprar online (guías y libros de viajes, equipos de radio, mantas térmicas, audio books, etcétera), reservar hoteles o publicar fotos. sinuosa y angosta. Conviene hacerla de día. 5. Otra prueba de manejo son las calles de San Francisco, empinadas como pocas. Si el auto se va a alquilar en esa ciudad, mejor dar unas vueltas previas con el empleado de la agencia, como para entrar en calor. 6. En Los Angeles, no contratar el tour de las estrellas porque sólo se verán paredones. El recorrido por las mansiones de las celebrities se puede hacer por cuenta propia, con la ayuda de un mapa que se vende a 7 dólares (comprarlo en la vereda de enfrente al Barrio Chino, que es más barato). La guía marca desde el lugar donde chocó Lindsay Lohan hasta la casa donde Polanski abusó de la adolescente Samantha Geimer. 7. Best Western es una cadena recomendable para parar en el camino, con buenos precios, computadoras disponibles en recepción, estacionamiento y recepcionistas calificados (un dato no menor, porque muchas veces no saben dar indicaciones ni para llegar a la esquina). 8. Una vez más, evitar el lado oeste del Gran Cañón, cuya entrada es mucho más cara que el lado sur, donde por otro lado hay más opciones de alojamiento y excursiones. Si se insiste con ir al lado oeste, mejor tener nafta de sobra en el tanque, ya que en último trecho no hay absolutamente nada en el camino. 9. Detenerse a almorzar en el Post Ranch Inn, en Big Sur, hotel de lujo con vista espectacular sobre los acantilados. Se puede comer una ensalada Caesar por US$ 12 o la sopa del día por 10, además de pizzas y sándwiches. 10. Ir con buena onda y ganas de pasarla bien. A Marina y a Paula les funcionó.

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¿Por qué alquilar un auto si se puede comprar uno? Esto es exactamente lo que pensaron, e hicieron, Ion Lartirigoyen junto con cuatro amigos, después de haber trabajado como instructores de esquí en un pequeño centro de Colorado, Silver Creek (en uno de los clásicos programas que organiza anualmente Work & Travel para jóvenes estudiantes). “Allá es todo increíblemente práctico. Comprar un auto, por ejemplo, es tan fácil que no se puede creer”, dice Ion. Así, los amigos, una vez que concluyeron los tres meses de trabajo, ojearon las páginas amarillas, se decidieron por un Buick de los años 80, desembolsaron US$ 800 en total, fueron al registro automotor del condado local, firmaron un formulario y salieron manejando. En el flamante vehículo –es una forma de decir, claro– recorrieron todo el estado de Colorado, parando principalmente en los centros de esquí donde contaban con reciprocidad –por ser empleados de otro resort– y todo tipo de descuentos para esquiar. Después vendría el viaje importante, aquel que se hace pocas veces en la vida con amigos, con tiempo, durmiendo en hostales (Banana Bungalows, en este caso, popular cadena de albergues norteamericanos) y comiendo lo que se puede (léase mucho fast-food). Fueron 8000 km en total atravesando Utah, Nevada, California y la misma frontera mexicana, cruzando a Tijuana. Claro que para semejante recorrido debieron decir adiós al Buick y alquilar un auto con más comodidades y menos problemas mecánicos. De todos modos lograron vender el viejo compañero de ruta por US$ 500. Nada mal para un primer viaje entre amigos.