Sinaloa, tierra de narcos y devociones

El triple crimen y el negocio de los estupefacientes: LA NACION, en México ... producto de los enfrentamientos en- tre los .... Los Tigres del Norte son la banda.
275KB Größe 6 Downloads 72 vistas
Información general

Página 18/LA NACION

2

3

Domingo 7 de septiembre de 2008

El triple crimen y el negocio de los estupefacientes: LA NACION, en México

Sinaloa, tierra de narcos y devociones Continuación de la Pág. 1, Col. 5

se registraron 94. Los muertos son producto de los enfrentamientos entre los carteles que combaten por el dominio del territorio, pero también por venganzas. El estado de Sinaloa, cuya capital es esta ciudad, está situado junto al Pacífico, tiene poco más de un millón de habitantes y está rodeado de sierras verdes, donde se cultiva la mayor producción de tomates y hortalizas del país. Pero también amapolas, para procesar heroína, y miles de hectáreas de marihuana. Por aquí pasa la cocaína peruana y colombiana rumbo a Estados Unidos y se producen metanfetaminas que terminan en ese mercado. La capilla de San Jesús Malverde (su nombre real es Jesús Juárez Mazo) se alza a cien metros del Palacio de Gobierno de Sinaloa. Malverde, un bandido rural que robaba a los ricos para darles a los pobres, se convirtió en santo milagroso, luego de que fue ahorcado el 3 de mayo de 1909, junto al río. Cuando la gente empezó a adorarlo, dejándole ofrendas, se robaron su cuerpo. “Estuvo enterrado ahicito, donde está el McDonald’s”, señala Efraín, un humilde vecino. En la capilla, con un busto del santo de pelo renegrido y bigotes finitos, hay cientos de placas de agradecimiento a Malverde, pero ninguna lleva la firma de un narco. La única evidencia es una gran foto de 50 cm por lado de un plantío de marihuana en la sierra, que su dueño le dejó al santo en agradecimiento por darle una buena cosecha. Vienen aquí a pedirle prosperidad en sus negocios y que los ayude a conservar la vida. Un viejito campesino de sombrero de paja de ala ancha toca de fondo un acordeón. “De cien que vienen acá uno o dos son narcos, pero al Chapo no lo conozco. Vienen, pero no sabemos quiénes son”, murmura. Hace 40 grados este mediodía en Sinaloa, demasiados para el ventilador de plástico de Efraín. Barba de pocos pelos y ojos inyectados en sangre, apoya uno de sus pies descalzos en el mostrador donde vende velas a Medina Mora 14 pesos. Se alza la remera transpirada y dispara: “Estaba pacífico, pero llegó el Ejército y se puso la guerra”. En mayo último, el gobierno federal lanzó el operativo conjunto Culiacán-Navolato, y envió 4000 soldados, policías para retomar la posesión de la zona. El Chapo Guzmán y su mano derecha Ismael “el Mayo” Zambado, se enfrentan con quien fuera su viejo socio y amigo, Arturo Beltrán Leyva. Su hermano Alberto Beltrán Leyva fue detenido y Arturo cree que Guzmán lo denunció al Ejército.

Combates y muertes Desde entonces la lucha provocó la ejecución de un jefe policial que había detenido a 14 pistoleros y matado a tres sicarios de los Beltrán Leyva el 30 de abril, y después, la muerte de Edgar Guzmán, uno de los hijos de “el Chapo”. Las esquinas de Culiacán, una ciudad extendida junto a un río, sin edifi-

Un ritmo propio que elogia a los delincuentes La música aturde desde los autos

EFE

Una imagen que se repite diariamente en Sinaloa: camionetas Hummer blindadas y artilladas del Ejército patrullan distintas ciudades

cios altos y con una iglesia de 100 años, se recuerdan por “las balaceras” que tuvieron lugar allí. Hoy se ven en la calle caravanas de tres camionetas Hummer militares, con una docena de soldados cada una, que apuntan con una ametralladora pesada apoyada en el techo. Meten miedo. Hacen operativos sorpresivos de control y paran vehículos en el centro y en los municipios de alrededor, como Navolato, donde tienen su residencia los Carrillo Fuentes o Bandiraguato, donde nació Guzmán. Eligen las camionetas de lujo, gigantescas Dodge Ram, preferidas por “los gatilleros” de los narcos. En mayo, cuando empezó el operativo, era tal la psicosis de recibir una bala sólo por estar en el lugar equivocado, que la gente no salía a la calle. “El Día de la Madre, estaban los restaurantes vacíos”, recordó Rosa Medina, una joven camarera que ese día no recibió propinas. Ahora el miedo cedió o los sinaloenses ya se acostumbraron y regresaron a sus mariscos frescos, ya que en las últimas horas se levantó la veda anual y los pesqueros volvieron al mar. No obstante, cada noche se repiten las muertes. Todos saben los nombres de los jefes y de sus “gatilleros”. Héctor Palmaza Salazar, “el Güero”, o Juan José Esparragoza Moreno, llamado “el Azul” de tan osucura que es su piel-, Ignacio Coronel Villareal, “el Nacho Coronel” y Sandra Avila Beltrán, “la reina del Pacífico”, ahora presa, quien inspiró al escritor Arturo Pérez-Reverte para hacer su novela La reina del Sur. Está nublado, pero la humedad empapa de transpiración la camisa. Una camioneta Chevrolet, blindada, con vidrios polarizados, me conduce hacia uno de los cuarteles del operativo militar en busca de información oficial. Los dos fusiles semiautomáticos en el asiento trasero, a mi lado,

GENTILEZA EL UNIVERSAL

La capilla de San Jesús Malverde, en Culiacán

parecen obvios en este contexto. Pregunté a los policías de civil si todo estaba tranquilo, pues el diario muestra en primera plana una foto sangrienta de un camionero asesinado a tiros en la cabeza. Se registraron otros cuatro homicidios ese día. “Hoy venimos limpios”, me respondieron y tomé conciencia que la guerra se libra en ese momento. La información oficial dice que desde el comienzo del operativo Culiacán-Navolato se decomisaron cinco toneladas de marihuana, se desmantelaron dos laboratorios, se secuestraron 11 millones de dólares, 24 autos blindados y un avión. El procurador general de la República,

Guzmán Loera, entre los más buscados por la DEA

Eduardo Medina Mora, llegó anteayer a esta ciudad caliente para presentar los resultados de la gestión del presidente Felipe Calderón, en sus dos primeros años de gobierno. Dio una conferencia en un hotel, rodeado de francotiradores. Afirmó que redujeron la capacidad económica de los narcos al decomisar, desde diciembre de 2006 hasta hoy, sólo en este estado, 14,6 millones de dólares, 1000 autos y 250 aviones. “Va a haber más bajas, la curva de violencia no ha llegado a su fin”, dijo. Eludió responder sobre “el Chapo” Guzmán y “el Mayo” Zambada. Se fue como vino, custodiado por una caravana de camione-

tas blindadas con guardias armados. Efraín, en la capilla San Jesús Malverde, está escéptico. Como cuando no creía en un milagro del santo de los narcos. Un hombre que se iba “de mojado” a los Estados Unidos dejó a su mujer y a su hijo recién nacido en Culiacán. A la semana estaba en Tijuana y sin poder cruzar la frontera. Allí vio a un niño como el suyo en brazos de una señora, a quien la increpó y le dijo que era su hijo, pues se lo habían robado. El santo, al que se había encomendado, fue el que permitió al padre recuperar a su bebe. “Un milagro de ese pelo puede alejar la violencia de este estado, cuna de narcos”, sostuvo Efraín.

Confirman nexos entre Forza y los traficantes de droga

Detienen a una banda de narcos

Secuestraron pruebas clave del caso Al cumplirse un mes de la desaparición de Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, la fiscal de InstrucDe la Redacción de LA NACION ción porteña Ana Yacobucci sigue al frente de la causa en la que se trata En la madrugada de ayer, apenas fi- de determinar quién mató a los tres nalizó el allanamiento en un escribanía empresarios. Aunque las familias de porteña, el jefe del operativo, comisio- las tres víctimas, cuyos cuerpos fuenado Honorio Rodríguez, informó: “Se ron hallados con 16 balazos el 13 de secuestró documentación muy valiosa agosto en un zanjón de General Roque vincula ambos casos”. Se refería a dríguez, pidieron que decline la comlas causas en las que se investigan el petencia en favor del juez federal de Zárate-Campana Federico triple crimen de los empreFaggionatto Márquez. sarios, ocurrido en General Un investigador del caso, Rodríguez, y una red de narque solicitó mantener su cos mexicanos. En su poder, el jefe ponombre en reserva, explicó licial llevaba documentauna hipótesis sobre el posición que confirmaría que ble móvil del triple crimen Sebastián Forza, una de con una analogía: “Una de las víctimas, habría tenido las víctimas vendió, en un participación directa en la muy buen dinero, un maximillonaria venta de una droquiosco que supuestamente guería a los representantes H. Rodríguez está habilitado para vender argentinos de la organizabebidas alcohólicas. Cuando ción internacional, que permitió que los compradores quisieron comenzar los traficantes desembarcaran en la con su negocio, descubrieron que no Argentina. tenían la prometida habilitación. Se Así lo informaron a LA NACION fuen- sintieron engañados, se enojaron y tes de la investigación. Y agregaron prometieron venganza”. Hace dos semanas, LA NACION había que la droguería, que habría sido adquirida por los mexicanos, no tendría informado que los investigadores anala habilitación prometida y necesaria lizaban una serie de reuniones en las para que los narcos comercializaran que participó Forza con dos abogados, efedrina, sustancia química con la que un hombre y una mujer. Según inforse producen metanfetaminas. maron fuentes del caso, también ha-

CULIACAN, México (De un enviado especial).– Estas sierras conocen el narcotráfico desde hace más de medio siglo. Su presencia no sólo dejó un estigma que los sinaloenses tratan de quitarse de encima, sino una especie de cultura propia que se traduce en una música local con el nombre de “narcorridos”. Las letras describen las hazañas de los capos de los carteles, sus vestimentas, tipo de armas, además de un gusto especial por los autos y camionetas de lujo. Cuentan que familias orientales llegaron a esta parte de México a trabajar en el ferrocarril a comienzos del siglo pasado. Comenzaron a ser perseguidos y se refugiaron en la sierra, donde cambiaron sus nombres y comenzaron con la siembra de la amapola. Era un buen negocio, pues de los derivados de la planta se producía el opio y la morfina, muy demandada por los Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial. Pero el conflicto terminó y comenzó a convertirse en heroína. El negocio, ya controlado por los capos locales, generó una nueva clase que hoy, en esta zona, está al servicio del Cartel de Sinaloa. Los sicarios, gatilleros y pistoleros, que poseen distinta jerarquía dentro de la corporación del crimen, ya no gustan de la ostentación de otras épocas que, de todos modos, dejaron huella. Botas puntiagudas de piel exótica, como la de avestruz, acompañadas de un cinturón “piteado” (grabado con figuras), jean y camisas Versace, de seda blanca bordada, o de colores, son del gusto de esta clase de hombres. Ahora dicen que a veces llevan bolsos Louis Vuitton, como grandes carteras, pues allí entra el arma y el dinero en efectivo. Dos cosas necesarias para moverse aquí. En los choques con el ejército y la policía, los narcos, además de pistolas, prefieren el fusil semiautomático ruso AK-47, bautizado “cuernos de chivo”, por la forma curva de su cargador. Para moverse prefieren camionetas de doble tracción, blindadas, como la Hummer. En este estado hay registrados 108 de estos vehículos. Los mismos que usa el ejército para combatirlos. Lo que a diario los hace presentes entre la gente son los “narcocorridos”. Los Tigres del Norte son la banda más exitosa y sus temas no se pueden difundir en la radio, para no hacer apología del delito. De todos modos, atronan en CD desde los parlantes de los autos que circulan por el centro. Muchas de esas letras son escritas por encargo de los propios narcos, que de este modo ganan fama y admiración popular. Las historias son de la vida misma. Los incomparables de Tijuana y los Canelos de Durango son grupos de culto. Pero la música sinaloense, de banda con tambora, sobrevive a este popular género.

Por Gustavo Carabajal y Gabriel Di Nicola

ARCHIVO

El depósito allanado de General Pacheco, en Tigre, donde la policía buscaba un cargamento de efedrina

bría participado de esos encuentros otro empresario que es dueño de, por lo menos, una droguería. Esas reuniones se habrían concretado en la escribanía allanada anteanoche, que, desde hacía varios días, estaba en la mira de los pesquisas.

Secreto del sumario “El jueves vence el secreto del sumario impuesto por la fiscal Ana Yacobucci. Ese día, la fiscal deberá demostrarles a las familias de Forza, Ferrón y Bina cuánto avanzó en la investigación. Con respecto a la escribanía que se allanó ayer por orden del juez federal Faggionatto Márquez, ese procedimiento se lo había pedido a Yacobucci el 20 de agosto y no hizo nada”, afirmó el abogado

Miguel Angel Pierri, quien representa a las familias de las víctimas. Con la documentación secuestrada anteanoche en la escribanía, situada en el octavo piso de Hipólito Yrigoyen 434, los investigadores confirmaron que Forza, de 34 años, habría participado como intermediario en la venta de la empresa Meg Farm a Luis Tarzia, de 61, procesado con prisión preventiva y sospechado de ser el “gerente local” de la red de narcos mexicanos. “Las venta de la empresa fue la pantalla legal que posibilitaría el desembarco de los traficantes mexicanos en la Argentina”, afirmó a LA NACION una fuente de la investigación. Esa escribanía, agregaron los investigadores, se especializaba en la cons-

titución de sociedades anónimas para que funcionen como droguerías o laboratorios. Allí, la policía secuestró el libro en el que el personal de vigilancia anotaba los datos de las personas que ingresaron en el edificio, que posee varias oficinas comerciales. Los nombres de Forza y de Tarzia fueron registrados el mismo día en que se concretó la operación con los mexicanos. “Estas muertes tienen olor a narcotráfico. Por tal motivo, la pista más firme la tiene el juez federal de ZárateCampana, quien debería hacerse cargo de la investigación. Nadie asesina porque fracasó una operación con una sociedad anónima. Los mexicanos mataron porque se sintieron traicionados”, concluyó el abogado Pierri.

Una banda de narcotraficantes que comercializaba marihuana en la villa 1-11-14, situada en el barrio porteño de Flores, fue desbaratada ayer durante seis allanamientos que la División Metropolitana de Drogas Peligrosas de la Policía Federal realizó en ese asentamiento, informaron fuentes de la fuerza de seguridad. Los procedimientos se hicieron a las 6.30 en la villa de emergencia de la zona del Bajo Flores, donde fueron desplegados tanto efectivos de la División Drogas Peligrosas y del Grupo Especial de la Policía Federal. La banda estaba liderada por un ciudadano paraguayo y sus cómplices eran tres mujeres y un hombre argentinos que fueron detenidos en diferentes viviendas de la villa. Los detenidos son todos mayores de edad, de entre 35 y 48 años, tienen antecedentes penales y viven en la villa con sus familias. La investigación, a cargo del Juzgado Federal N°6, secretaría N° 11, comenzó hace unos tres meses y fuentes de la misma dijeron a LA NACION que las personas vendían al menudeo en la misma villa. Como resultado de los allanamientos fueron encontrados 400 envoltorios de marihuana, balanzas de precisión, elementos de fraccionamiento y dinero efectivo de baja denominación. Según fuentes policiales, cuando se iniciaron los allanamientos había jóvenes de la zona comprando droga. En la villa 1-11-14 se realizan habitualmente procedimientos en búsqueda de bandas que trafican estupefacientes.