Sin rumbo por Marrakech

La Paz, el lago Titicaca, Potosí, Oruro. Estuve en las ruinas de Tiwanaku y pasé por Uyuni en una fría madrugada a bordo del tren que sale de Villazón.
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Turismo

Domingo 29 de noviembre de 2009

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LA NACION/Página 13

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Por Mario Moavero

Marruecos

Después de vivir un año y medio en ese pueblito, ¡me puedo dar el lujo de volver para la próxima temporada de invierno! Mauilina

Sin rumbo por Marrakech El salar de Uyuni Este es uno de los lugares que me restan conocer de Bolivia. Conozco La Paz, el lago Titicaca, Potosí, Oruro. Estuve en las ruinas de Tiwanaku y pasé por Uyuni en una fría madrugada a bordo del tren que sale de Villazón. Tengo planeado ir en abril y ver esa inmensidad blanca que lastima los ojos. Viajar a Bolivia es adentrarse en la historia de nuestro continente y apreciar las costumbres que perduran a través de los siglos. miroab ¡Belleza pura! El salar de Uyuni es una experiencia única, inolvidable,

incomparable. Excelentes la nota y las fotos, felicitaciones. Geocampo IEstuve en el Salar de Uyuni en 2002. Es un lugar bizarro, increíble. No se puede explicar. soyagustina Esquí en Aspen El 3/12 espero estar bajando las laderas de las cuatro montañas con mi amigo Richard Ordoñez. ¡¡¡Nos vemos en la montaña!! pajarex

¡NO SE P I E R DA N ! Un soleado martes del verano italiano emprendí mi travesía desde Pisa rumbo al sur de Marruecos, y luego de casi cuatro horas aterricé en la ciudad de Marrakech con mi alma de viajero independiente. Mi primera sensación al salir del aeropuerto de Menara fue la de un fuego proveniente del intenso calor sobre mi rostro, nada comparable con los veranos a los que estaba acostumbrado. Luego me enteré de que estaba conviviendo con ¡48°C! Por 20 dirham, moneda marroquí, tomé un bus que me dejó frente a la Koutoubia, principal mezquita de la ciudad, con su imponente minarete, desde el cual el imán llama al pueblo islámico a la oración, rito que se repite cinco veces al día. Luego de alojarme en un albergue donde servían un exquisito pan con manteca, miel y té a la menta, la típica bebida nacional, salí a atrapar la ciudad. A cada paso descubrí los coloridos zocos de la Medina, la parte más antigua de la Perla del Sur, con sus callejuelas, palacios, mezquitas y un tránsito interminable de personas con prendas a la

Compañeros de ruta Pienso recorrer la Región de los Lagos en enero y busco gente que le interese para abaratar costos. [email protected] Buscamos gente de 55 a 75 años que quiera viajar en crucero por el Mediterráneo partiendo indistintamente de Génova o Barcelona, aprovechando que mayo o septiembre son meses de promoción. Nélida [email protected] ¿De Las Vegas al Gran Cañón habrá alguien que me cumpla un sueño para hacer una parte de esta mítica ruta? Lógico, alquilar algún cochecito clásico y parar en los moteles es parte de la atracción. Momento del año y duración del viaje a convenir con quien me acompañe. Escucho propuestas. Su. berazateguisusana@hotmail. com

usanza musulmana, destacándose el chador en las mujeres, que apenas dejaban entrever sus ojos. Se sumaban al paisaje desvencijados carruajes, bicicletas y carritos tirados por mulas que transportaban todo tipo de mercancías, conformando una escenografía especial, casi medieval, tan diferente a nuestra cultura occidental –salvo por las ruidosas y destartaladas motocicletas–, con todas sus edificaciones de una misma tonalidad ocre, característica de Marrakech. Era una película filmada en el pasado y yo era protagonista, ahí estaba, acompañado por el calor agobiante que nunca me abandonaría durante mi estancia en Marruecos. Al llegar a la plaza Djemma El-Fná, patrimonio cultural de la humanidad, todos mis sentidos se amplificaron; estaba viviendo escenas que había visto en documentales. Allí estaba, mimetizándome con lugareños y todo tipo de personajes de las tribus bereberes como malabaristas, ilusionistas, instrumentistas –que tocaban su canción con gallinas en la cabeza–, tatuadoras, peluqueros aficiona-

dos, adivinadores, encantadores de serpientes (que vibraban al son de las flautas; por unas monedas se las colocaban alrededor del cuello a los transeúntes). En fin, un mundo vibrante de seres y objetos escurriéndose entre los infaltables puestos de jugo de naranjas recién exprimidas, que resultaban un bálsamo para el sofocante calor. Con la caída del sol se sumaban al paisaje decenas de concurridos puestos de típicas comidas marroquíes que degusté con placer, como la sopa de garbanzos y los deliciosos dulces hechos a base de miel. Todo resultó ser una verdadera fiesta de la cual también formé parte, con protagonistas que vociferaban bajo la atenta mirada de la luna y las estrellas. ¡Hasta la próxima, Marrakech y su gente!, ya que estoy convencido de que nos volveremos a cruzar. ¿Descubrimientos para compartir? ¿Un viaje memorable? Esperamos su foto (en 300 dpi) y relato (alrededor de 3000 caracteres con espacios).

Campeonato nacional de orientación y aventura ¡Qué bueno! ¿Alguien sabe el costo de inscripción y si ese costo cubre todo el año? ¿O si uno se puede anotar por etapa sin la necesidad de participar en todas? Gracias, ¡y felicitaciones a los organizadores! florichi2004 Filosofía de café, a 10.000 m del suelo. Siempre me ha impresionado el silencio que se produce cuando el avión hace algún sonido de cambio de marcha o está a punto de aterrizar... El miedo y la conciencia de fragilidad realmente nos es común. Esto va para sumar a la reflexión del plomo de la derecha y el de la izquierda. Lo curioso que uno cae en la cuenta cuando la situación nos obliga... est t tamos en tie e erra..., aunque no siempre aterrizados. lauramardp

Por Gloria Cristina González

Las sierras milenarias de Tandil Los conquistadores suponían que en la zona de Tandil estaba la ciudad de los Césares…, y no estaban del todo equivocados. Bonita Tandil, ciudad tan serena, cuya limpieza y prolijidad llaman la atención del visitante. Campos cultivados la rodean, trepándose en sus sierras y cubriéndolas de un manto verde que brilla con el sol y adornada con piedras tan estratégicamente ubicadas, que parecen puestas por expertos paisajistas. Al recorrer sus sierras sentí la impresión de deslizarme dentro de una hermosa pintura. Estas sierras que hoy tienen una altura de 500 m, aproximadamente, fueron hace 2500 millones de años el resultado de una colisión entre dos continentes. Se cree que su altura sería como el Himalaya. Debido a esto es uno de los plegamientos más antiguos de América. Tiene un núcleo de ocho cerros. Los

más altos son el cerro de las Animas y la Blanca, este último llamado así por los líquenes que cubren sus rocas, que en cierta época del año se ven blancas. Su nombre es anterior a los conquistadores. Tandil es nombre de su propiedad, no se lo debe a ningún apellido ni lugar. Se cree que el vocablo Tandil estaría formado por dil: deformación del araucano lil que significa roca o peñasco, y tan derivaría de vo-

ces indígenas: latir, caer. Otras opiniones dicen que Tandil fue un cacique que habitó ese lugar y de él tomó su nombre la región, y el arroyo Tandileofú que riega sus tierras significa agua o arroyo de Tandil. Paseos como el cerro de la Movediza o el cerro Centinela que allí está, todavía esperando a Amaiké, su amada. La indiecita estaba enamorada del centinela del ejército y al no permitirse ese amor se llevaron a Amaiké y el centinela se convirtió en piedra esperándola. El Vía Crucis tan visitado en Semana Santa. Sus almacenes con salamines, longanizas y quesos, y las picadas en las noches cálidas. Son paseos llenos de sol, de canto de pájaros y cielo limpio que llenan de paz el alma. Así es Tandil, esta ciudad moderna que descansa en un valle tan apacible, rodeada de sierras con un encanto inigualable, en el centro de la provincia de Buenos Aires.