Sin decoro ni vergüenza

Tierra adentro. Por Víctor Tonelli. Para LA NACION. ( OPINION ). Sin decoro ni vergüenza. El autor es consultor en ganados y carnes. >UNA OPORTUNIDAD.
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Campo

Sábado 14 de febrero de 2009

Correo de lectores

Para expresar sus sugerencias, quejas e inquietudes los lectores pueden enviar sus cartas a Bouchard 557, Código Postal 1106), Ciudad de Buenos Aires, o por Fax: (011) 4319-1990. E-mail: [email protected] Aquellas seleccionadas podrán ser editadas y/o cortadas.

>UNA OPORTUNIDAD

Blanca” dijo : “El tsunami económico mundial nos obliga a redoblar esfuerzos y sobre todo a aportar ideas y acciones concretas para seguir trabajando y poder mitigar los efectos de la crisis global”. Pidió “ideas” y aquí va una, que esperemos considere. Además implicaría generar nuevas posibilidades de trabajo en los lugares donde mucha gente hoy no tiene nada que hacer y los jóvenes están viendo a la migración como única solución.

En todos los medios podemos ver el desastre que la sequía está ocasionando, pero infelizmente no veo que alguien haga algo por aprovechar esa oportunidad que hoy nos ofrece la falta de lluvias. Tengo la sensación de que todo el mundo está llorando sobre la leche derramada. No tiene sentido bailar la danza de la lluvia y esperar que el cielo resuelva nuestros problemas. Sería una insensatez, ya que cuando el agua retorne, nos tapará hasta el cuello. En Chascomús la laguna se secó y dejó al descubierto el barro seco que está cubriendo la capacidad de almacenaje de agua. Con el cauce del río Salado pasa lo mismo, al igual que con muchos otros y nadie hace nada por limpiar los cauces para que cuando llegue la lluvia no tengamos que lamentarnos por las pérdidas que dejan las inundaciones ya que no habrá dónde colocar el agua puesto que nadie está previendo que la lluvia en algún momento retornará. Para dejar de depender de las lluvias accidentales es necesario un plan nacional de riego que focalice cada región y priorice sus necesidades (a esto se le llama inversión productiva), disminuya riesgos innecesarios y garantice resultados, en especial, si aspiramos a ser los proveedores de alimentos para las cadenas globales. Acudir al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sería una sabia decisión ya que ellos saben cómo, dónde y de qué modo hacerlo y así evitar los resultados negativos de las próximas inundaciones. Esta inversión es muy necesaria para construir ese país “en serio” que todos merecemos y al cual la señora Cristina hace referencia en cada uno de sus discursos. A decir verdad, nos gusta creer que eso es posible, aunque debemos reconocer que para que ello sea posible hacen falta más que buenos deseos. En su último discurso “Canje de Línea

Miguel Angel de la Vega [email protected] www.products-ar.com

> RELACION PARASITARIA La verdad está a la vista. Nuestra Presidenta, a pesar de haberse convertido en una experta en temas agropecuarios, se volvió a equivocar. La soja no es un “yuyo” y el negocio agropecuario no es de bajo riesgo. Nunca hubo una ganancia extraordinaria para los productores. La ganancia la malgastó el gobierno parasitario. El problema es que el parásito sigue alimentándose a costa de la vida del campo. Desde nuestro sector trataremos de extirparlo a través del voto. Esperemos que no sea tarde. La alternativa es que en lugar de ser un parásito necrófito (se alimenta de organismos muertos) se convierta en un simbionte. Entonces, como las bacterias a la soja, nos veremos todos favorecidos y sacaremos el país adelante. Necesitamos que se eliminen las retenciones, que haya transparencia en el comercio, se liberen las exportaciones y retomemos la senda de la planificación con mercados a largo plazo. Las dádivas para los que realmente necesitan, niños y ancianos. Nosotros sabemos y podemos trabajar, esperamos lo mismo de los funcionarios públicos. Francisco Z. Santillán Delegado de la SRA [email protected]

LA NACION/Sección 5/Página 3

Tierra adentro

( OPINION )

Sin decoro ni vergüenza Por Víctor Tonelli Para LA NACION En esta semana se conoció que Rusia sacó momentáneamente del mercado de carnes vacunas a Uruguay, EE.UU., Canadá y otros países por problemas vinculados a la seguridad alimentaria. Con motivo de este evento la Oncca emitió un comunicado en el que exalta el hecho como “una excelente oportunidad para incrementar las exportaciones a Rusia”, como si la Argentina tuviera necesidad de aprovechar las desgracias ajenas para volver a ser uno de los países líderes en la exportación de carnes vacunas al mundo. En ese comunicado menciona datos de las exportaciones argentinas a Rusia en 2008; incrementa artificialmente los mismos sumándoles las menudencias (no integran la carne res con hueso) y pretende transmitir que fueron los frigoríficos los que disminuyeron sus exportaciones a apenas 1/3 de las autorizaciones que ellos otorgaron. Nada más alejado de la realidad, por lo que intentaré clarificar la realidad con algunos números. En 2005, último año en que la Argentina pudo exportar sin restricciones del Gobierno, el volumen vendido a Rusia resultó de 285.000 toneladas res con hueso, que representó el 34% del total de importaciones de ese país. En 2008, las exportaciones a Rusia resultaron casi 3 veces menos. Usted podrá pensar que esa caída obedeció a que Rusia bajó sus importaciones. Le confirmo que las subió y que la caída de la Argentina fue capitalizada por Brasil, Uruguay y Paraguay, todos con exportaciones superiores a las de la Argentina. Quizá se pregunte que si la Argentina no vendió más, fue debido a que los precios

que pagaba Rusia no resultaban suficientemente buenos para los exportadores argentinos. Le comento que los precios pagados por Rusia durante 2008 fueron tan buenos que los uruguayos, que tienen acceso a vender en los EE.UU., derivaron sus exportaciones a ese país porque les pagaban más por productos similares. Seguramente estará pensando que la Argentina vendió menos porque sus precios eran más caros. Lamento contradecirlo, porque Uruguay y Paraguay vendieron

En 2008 los envíos a Rusia fueron 3 veces menos que en 2005, último año sin intervención estatal 10% más caro que la Argentina y Brasil un 23% más. Dudando de mis números usted estará pensando que la Argentina no pudo exportar más porque no tenía carne suficiente para atender al mercado interno y, como habrá escuchado en la propaganda oficial, primero hay que atender “la mesa de los argentinos”. Lamento una vez más contradecirlo, porque en 2008 tuvimos la segunda faena en importancia de los últimos 20 años y los argentinos comimos 70 kg por habitante/año de carne vacuna, 31 kg de pollo, 8 kg de cerdo y alguno que otro corderito (o chivito); tenemos así la friolera de 110 kg de carne por habitante/ año, de modo que si descuenta a los vegetarianos (que los hay, los hay), los infantes y los mayores, no se haga el distraído: en su casa usted, su señora y los dos chicos se comieron más de 1 kg de carne por día. ¿Será eso suficiente para la mesa de los argentinos? Finalmente, agobiado por mis

afirmaciones, usted se estará preguntando, ¿pero entonces qué pasó, por qué no les exportamos más a los rusos si el precio era uno de los mejores del mundo, y nuestros vecinos, que no son ningunos quedados, crecieron para quedarse con el 65% de nuestra participación de mercado?, ¿será que los frigoríficos (y seguramente algunos productores “contreras”) estuvieron boicoteando al Gobierno para que le ingrese menos divisas? Es más, estará dudando de mi ecuanimidad y debe pensar que lo que le cuento está orientado por mi ideología. Le confieso que ganas no me faltan, pero créame que estoy siendo objetivo. Lamento contarle, y ésta es la última, que si hubiéramos podido exportar dentro de la porción de mercado que teníamos en 2005, a los precios que pagó Rusia en 2008, el monto total exportado a ese país, hubiera crecido unos 400 millones de dólares más. En mi opinión lo que pasó ha sido producto de la ignorancia, negligencia y soberbia de algunos funcionarios, cercanos a la “fuente del poder” que, con recetas que no resisten un mínimo análisis racional, limitaron fuertemente las exportaciones a través de mecanismos que obligaban a los exportadores a esperar aprobaciones para exportaciones, cuya demora e incertidumbre resultaron letales. Como si fuera poco además los obligaban a enviar al mercado interno el 75% de la carne faenada con destino a exportación. A estas alturas de la nota, se preguntará por qué la Oncca sale con ese comunicado, alentando el crecimiento de las exportaciones y alegrándose de las desgracias ajenas. Ah!, eso lo tendrá que imaginar usted. El autor es consultor en ganados y carnes

N

Emilio Monzó

Como Juan Bautista A Emilio Monzó, el ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, su buena relación con su jefe, Daniel Scioli, le salvó varias veces el puesto. Al parecer, la Salomé que había pedido la cabeza del funcionario habría sido la mismísima presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La razón del pedido habrían sido las críticas del ministro a la entrega de maíz a productores del sudoeste organizada por el secretario de Comercio interior, Guillermo Moreno. Al parecer, ni la insistencia ni los modos seductores de la Primera Mandataria fueron suficientes para convencer a Scioli de remover a su funcionario. Otra cuestión de Monzó que crispa a Cristina es su buena relación con los productores bonaerenses; llega a tal punto de confraternidad que el jueves Monzó habría recibido a la Mesa Agropecuaria Provincial (integrada por varios miembros de las entidades enfrentadas con el gobierno nacional) con un opíparo asado en el Parque Pereyra Iraola. N

Autoconvocados

Con agenda propia Haciendo gala de total independencia, los productores autoconvocados hicieron su primer asamblea nacional el pasado 3 de este mes, en Santa Fe. Luego de pedir la eliminación total de las retenciones, la apertura total de las exportaciones agropecuarias y medidas urgentes para paliar los efectos de la tremenda sequía, los autoconvocados lanzaron su propio plan de movilizaciones y asambleas. Esos actos se extenderán hasta el 11 de marzo, cuando se cumple el primer aniversario del anuncio de las retenciones móviles que generaron el conflicto agropecuario de 2008. Ese día los autoconvocados tomarán su decisión final sobre la conveniencia de volver a las rutas para hacer sentir su reclamo.

El Pampa