POLÍTICA | 19
| Sábado 6 de julio de 2013
propaganda política | la estrategia oficial La autora de El inventor del peronismo, sobre Raúl Apold, uno de los éxitos de la temporada, opina de las tensiones actuales con la prensa
Silvia Mercado. “La publicidad oficial funciona como gran domesticadora” Texto Pablo Sirvén | Foto Hernán Zenteno
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u libro trata sobre cuestiones que sucedieron hace más de medio siglo. Sin embargo, cada vez hay más gente que quiere leerlo y, por eso, este mes saldrá su quinta edición. El inventor del peronismo, que lleva por subtítulo “Raúl Apold, el cerebro oculto que cambió la política argentina”, y que editó Planeta, es una investigación minuciosa que le demandó dos años de trabajo a la periodista Silvia Mercado. Trata sobre esa figura tan paradigmática, y paradójicamente tan poco conocida, que diseñó la imagen y las estrategias iniciales de comunicación del movimiento político más popular de la Argentina. Silvia Mercado es columnista de política y medios en el programa Vuelo de Regreso, que conduce Román Lejtman, por FM Milenium. Se desempeña como docente de grado y maestría en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora y es experta en comunicación institucional pública y privada. Por medio de lo que Mercado define como “la percepción aumentada”, Apold magnificó la “gesta” del 17 de octubre y llevó a grados de exaltación y mito la enfermedad y muerte de Eva Perón. Esa huella sobrevivió hasta nuestros días. Pero la avidez actual por El inventor del peronismo no obedecería tanto a un afán de la gente por conocer hechos remotos sino por descubrir en esa trama una inspiración directa en los precisos movimientos de pinzas que el kirchnerismo viene desplegando sobre los medios y los periodistas, en particular desde el conflicto con el campo, en 2008. Mercado lo sabe. “Yo también –reconoce– veo cosas parecidas. Me impacta cómo en ambas épocas se tomó la decisión de utilizar recursos del Estado para cooptar artistas, intelectuales y periodistas respaldándolos económicamente, pero a cambio de condicionar sus contenidos y a manera de contraprestación.” La autora de uno de los libros más vendidos de este año señala que ahora “el objetivo es que haya un discurso único. Por eso cuando aparecen voces distintas, como las de Ricardo Darín, Eliseo Subiela o Juan José Campanella, se encienden las luces y todo ese aparato se vuelve en contra”. El inventor del peronismo comienza con una anécdota muy poco conocida: la visita que le hizo a Néstor Kirchner, a fines de marzo de 2008, un viejo dirigente bonaerense, cuya identidad Mercado mantiene en estricta reserva. Si bien el ex presidente había implementado en sus tiempos de gobernador en Santa Cruz una po-
lítica de total sojuzgamiento a los medios de su provincia, hasta entonces no había tratado de implementar una operación similar sobre la prensa nacional. Es como si aquella visita, que le recordó en detalle los servicios prestados por Raúl Apold a la difusión de la causa peronista magnificándola, lo hubiese terminado de decidir para lanzar su propia ofensiva contra los medios que su esposa, la actual Presidenta, potenció al máximo. “Sin embargo –advierte Mercado–, el relato kirchnerista tiene menos sustentabilidad que el del peronismo original porque hoy al estar tan democratizada la tecnología hay posibilidades de producir contenidos por fuera del aparato del Estado, algo que era imposible en aquella época, en la que durante nueve años, y hasta después del bombardeo de 1955, no fue posible escuchar la voz de ningún opositor”. – Aquel peronismo nos legó una iconografía entrañable que hoy en día sigue fascinando. ¿Qué va a dejar el kirchnerismo? –Hay jóvenes generaciones que nacieron a la política emotivamente con la muerte de Néstor Kirchner. Es una huella en la historia de sus vidas. Pero la gran diferencia está en que aunque a pesar de que hoy los diarios son relativamente menos importantes que entonces en relación con el mundo de los medios, siguen sirviendo para contrastar ese discurso único que pretende imponer el Gobierno. En cambio, en aquella época, como el papel lo manejaba y lo distribuía el Gobierno, los periódicos debían autocensurarse. Por eso me parece muy importante que la fábrica de papel permanezca en manos privadas para que tengan más independencia y sustentabilidad empresaria. –Hoy no existe un Apold que concentre todas esas estrategias en una sola persona, pero ¿en qué figuras se reconocen partes de él? –Hoy la comunicación es más compleja: el control del papel lo ejerce Guillermo Moreno; el de las ondas de radio y TV, Martín Sabbatella, pero el control del relato lo lleva Juan Manuel Abal Medina. Cómo será la importancia que le da el Gobierno al relato que dispone que sea el jefe de Gabinete el encargado muchas veces de orientar la redacción de cables de la agencia Télam y hasta de ciertos zócalos de la TV oficial. Pero hay varios más: Tristán Bauer [titular de Radio y Televisión Argentina], Liliana Mazure [presidenta del Incaa], Jorge Coscia [secretario de Cultura], hasta Julio De Vido [ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios], que dijo hace unos días que iban a seguir contratando ar-
Absuelven a Patti en un caso de encubrimiento
DD.hh. Lo acusaban de prestar ayuda financiera
a un condenado por delitos de lesa humanidad El ex comisario Luis Patti fue absuelto en el juicio oral y público que se le siguió por el delito de “encubrimiento agravado” de un militar, Jorge Granada, cuando el ex miembro del Ejército era buscado para juzgarlo por delitos de lesa humanidad. La absolución la dictó el Tribunal Oral Federal N° 4, integrado por los jueces Leopoldo Bruglia, Pablo Bertuzzi y Néstor Costabel, que difundirá el fallo el próximo 29 de julio. La fiscalía había pedido que Patti fuera condenado a cinco años de prisión, y la defensa, en cambio, reclamó la “libre absolución” del acusado. Por razones de salud, Patti, hoy en silla de ruedas, siguió las alternativas de los alegatos y la lectura del veredicto por un sistema de video, desde el penal de Ezeiza, donde se encuentra detenido. Patti denunció ante la ONU que no le están dando tratamiento de rehabilitación, por lo que el organismo internacional indicó al Estado argentino que debe darle “atención, rehabilitación y cuidado” hasta tanto se expida sobre las quejas del ex policía condenado por violaciones a los derechos humanos. Así se lo hizo saber el director de la División Tratados sobre Derechos Humanos de la ONU, Ibrahim Salama, al Estado en febrero pasado. En el juicio de ayer, el fiscal Fer-
nando Arrigo había sostenido que Patti, cuando era intendente de Escobar, favoreció al prófugo Granada e inclusive le entregó dinero –“ayuda económica”, dijo– a la familia del represor. Además, agregó que Patti lo hizo “con plena conciencia de sus actos”. Pero la defensa argumentó que el ex comisario desconocía que Granada estaba prófugo y sostuvo que el dinero que entregó a la mujer del militar, por su monto, en nada podría haber contribuido a que el teniente coronel retirado siguiera eludiendo a la Justicia. El defensor, Rafael O’Gorman, manifestó que los intentos que realizó Patti para tomar contacto con el juez federal Claudio Bonadio (instructor de la causa contra Granada) fueron porque “conocía” al magistrado debido a un episodio registrado en el conurbano bonaerense, cuando el magistrado resistió un asalto y “fue más rápido que el caco”, que resultó muerto en ese episodio. Granada fue detenido en 2009, en Ingeniero Maschwitz, y condenado en 2012 a prisión perpetua en Bahía Blanca, por su desempeño en el Destacamento de Inteligencia 181 y en el centro clandestino de detención La Escuelita, ambos en el Quinto Cuerpo del Ejército. El ex militar también fue acusado de formar parte del Batallón 601 del Ejército.ß
tistas. Es muy importante también Javier Grosman, gran escenógrafo y reggiseur nacional y popular de los actos kirchneristas, con un estilo muy creativo que empatiza tanto con quien los mira por TV desde su casa como para quienes deciden concurrir. Tampoco hay que olvidar a Diego Gvirtz [productor de 6,7,8] y personajes menores que también hacen su aporte como Claudio Villarruel y Bernarda Llorente [responsables de Radio Del Plata y de 360 TV]. –¿Había en tiempos de Apold lo que hoy se denomina “periodistas militantes”? –La mayoría hacía su trabajo profesional, pero casi nadie era militante. Eso también sucede ahora. Hay mucha gente que trabaja para el kirchnerismo que no lo es necesariamente. Los que entonces expresaron mayor incondicionalidad fueron los primeros en traicionar al peronismo. –El primer peronismo compraba los medios de una manera bastante formal, pero no lo publicaba en el Boletín Oficial. El kirchnerismo apela más a empresarios amigos como moneda de cambio para otros negocios. –Alea [la corporación que reunía en los 50 gran cantidad de medios
absorbidos por el gobierno] no era una empresa formalmente del Estado. Estuvo primero a cargo del ex presidente del Banco Central Miguel Miranda y después del gobernador bonaerense Carlos Aloé, que funcionaron como testaferros de Perón, así como hoy C5N y Radio 10 son de Cristóbal López, o Radio Del Plata, de Electroingeniería, pero responden al Gobierno. La publicidad oficial, entonces y ahora, funcionan como gran domesticadora.
–¿Por qué tienen tan poco impacto los medios oficialistas? –Es que cuando intervienen en los contenidos terminan frustrando las mejores intenciones. Le pasó a Luis César Amadori, con El grito sagrado en esos tiempos, y a Paula De Luque, en éstos, con su película sobre Néstor Kirchner. Dos bodrios. En todas las sociedades democráticas los medios son la voz de los otros, no del poder. – Entonces y ahora el Gobierno
eligió como enemigo N° 1 al periodismo, que justamente no compite en las elecciones. – Es que los medios no son actores políticos, sino sociales. Para funcionar tienen que estar bien hechos y deben lograr empatía con los sectores que pretendan representar. No digo que no tengan intereses, pero deben contar con un capital simbólico que exceda largamente el interés económico. Debaten en otro registro, que no es el del poder real.ß