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SEGURIDAD
I
Domingo 15 de enero de 2012
LA CAUSA DEL NARCOJET s DESDE BARCELONA, MATIAS MIRET DICE QUE ES INOCENTE ➷ El jet de Juliá llegó a la Argentina
6 de noviembre 2010
➷ La aeronave vuela hacia España
1° de enero de 2011
➷ Se descubre la carga de cocaína
2 de enero de 2011
10 de julio de 2011
Después de las negociaciones por el leasing, el Bombardier Challenger 604 arribó a la Argentina, donde quedó estacionado en el aeródromo de Morón, donde se presume que fueron cargados los 944,5 kilos de cocaína.
El piloto del vuelo fue Eduardo Juliá Noceti (foto izq.) y el copiloto Matías Miret. El único pasajero, Gustavo Juliá (foto der.). Antes de aterrizar en Barcelona, el 2 de enero, la aeronave hizo una escala en Cabo Verde, donde se cargó combustible.
La Guardia Civil española encuentra escondidos los 944,5 kilos de cocaína en el interior de falsos sofás cama del avión. El piloto y copiloto afirmaron que desconocían la carga que llevaba el lujoso jet de Gustavo Juliá.
➷ Confirmaron los procesamientos
La Justicia española confirmó en los tribunales de Barcelona (foto) el procesamiento por tráfico de drogas de Matías Miret y de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá, los tres argentinos implicados en el “caso del narcojet”.
“Sentí ganas de agarrar del cuello a Juliá” Continuación de la Pág. 1, Col. 5 mo espera la llegada del juicio oral? –A un año de mi detención me siento con mucho dolor e impotencia por toda esta injusticia, por sólo ir a hacer mi trabajo terminé envuelto en esta pesadilla. Espero el juicio con tranquilidad de saber que todo me resultará favorable. –¿Los últimos peritajes que se conocieron pueden ser un punto de inflexión para su situación? (Se trata de la desgrabación de las conversaciones de cabina y de los datos técnicos del instrumental del Bombardier Challenger 604. De las conversaciones surge que ni Miret [que durante el vuelo ofició de copiloto] ni Eduardo Juliá dicen nada que pueda dar
“Acepté el trabajo sin dudar, porque como cualquier piloto sabía que Juliá era un empresario reconocido” a entender que sabían que llevaban cualquier carga, ya no sólo cocaína. – Aunque la jueza haya requerido esa prueba como fundamental hoy creo que es una prueba más, ya que todas las pruebas pedidas resultaron favorables para mí e igualmente sigo en la misma situación. Ya que según la justicia española no tengo arraigo, con lo que se puede afirmar que para la justicia española todo extranjero no puede gozar del beneficio de la libertad a espera de juicio. Ya que obviamente al ser extranjero no se tiene arraigo en el país, sobre todo no teniendo pruebas en mi contra y cuando la persona responsable, Gustavo Juliá, decla-
ró hacerse cargo del hecho, tanto durante el procedimiento policial como ante el juzgado. Si estuviera en la Argentina podría estar en mi casa esperando el juicio. –¿Usted no advirtió nada extraño durante el viaje desde Buenos Aires hacia Barcelona, previa escala en Cabo Verde? –Fue un vuelo totalmente normal, sin nada que pudiera llamar la atención. – ¿Qué fue lo primero que pensó cuando personal de la Guardia Civil descubrió la cocaína? –No entendía absolutamente nada. No podía creer lo que estaba viviendo. Sentí ganas de agarrarlo del cuello [a Juliá]. Después, cuando Gustavo Juliá se hizo cargo en el mismo momento que la droga fue encontrada pensé todo quedaría aclarado y volvería a mi casa. No imaginé nunca el calvario que me esperaba. – ¿Antes de aceptar la propuesta laboral que le hizo Juliá no dudó de que podía haber algo turbio? –Acepté ese vuelo sin dudar, porque como cualquier piloto argentino sabía que Juliá era un empresario conocido en el medio aeronáutico y jamás imaginé que podría estar metido en esta locura. No había ningún rumor ni comentario entre pilotos que Juliá podría estar en algo como el narcotráfico. –¿Era imposible que usted advirtiera la carga oculta? –Era totalmente imposible, la droga estaba escondida en el relleno de los asientos y en un doble fondo de los armarios. – ¿Con qué peso despegó el jet desde Ezeiza? – Aproximadamente, 20.000 libras. Es decir, 10.000 litros, la carga completa de combustible. – ¿La computadora del avión no le marcaba que tenía más peso? –La computadora del avión no tiene ningún sistema de “autopesaje”.
Dos acusados pedirán ser excarcelados
FOTOS FAMILIAR Y ARCHIVO
Foto familiar de Matías Miret, quien sigue detenido en la cárcel de L’Eixample, en Barcelona Sólo era el peso de los pasajeros, más el combustible y más las valijas, además de la carga que se ingresa manualmente. No había ningún indicador de que el avión tenía más peso que el que teníamos a la vista. El peso [de la droga] estaba bien distribuido sin afectar el centro de gravedad del avión, y ese peso para esa aeronave es prácticamente imposible de percibir, y aún si hubiese notado el avión “pesado” jamás hubiese imaginado que era porque estaba cargado con cocaína. Hay muchos otros motivos por los cuales un avión puede sentirse “pesado”. – ¿Algunos de los hermanos Juliá le pidió disculpas? –Los dos pidieron disculpas. Gustavo por haberme engañado, y Eduardo por convocarme a este
vuelo sin saber que terminaría de esta forma. –¿Cómo pasa sus días en la prisión? – Paso mis días preguntándome cómo terminé acá sin tener absolutamente nada que ver, sin haber hecho nada, y aferrado a mi familia y a mis amigos, quienes me apoyan en todo momento y son mi gran sostén. * * * A diferencia de los hermanos Juliá, que trabajan en la fábrica de ropa de la cárcel L’Eixample, Miret, de 38 años, no hace ninguna actividad laboral. La última vez que declaró ante la jueza de la causa, Luisa Balagueró Barrios, el copiloto del narcojet dijo: “No tenía conocimiento de la carga
que estaba escondida”. – ¿Si en el juicio es declarado inocente, qué piensa hacer de su vida laboral? ¿Seguirá siendo piloto? – Cuando me replanteo cómo seguirá mi vida después de todo esto, sólo me imagino volando para quien trabajé hasta que esto pasó o fuera del país, ya que mi miedo más grande es la desconfianza hacia los controles en la Argentina, ya que ni en Morón ni en Ezeiza tuvieron control sobre lo que sucedía. Se cargó [con cocaína] un avión a la vista de todos y despegó cargado sin control ni de la Aduana, ni de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), ni de la Fuerza Aérea. Si esos controles hubieran funcionado como corresponde yo hoy no estaría aquí.
En los próximos días, Gustavo y Eduardo Juliá pedirán ser excarcelados con la esperanza de llegar al juicio oral y público fuera de la cárcel de L’Eixample. Así lo adelantó a LA NACION el abogado Carlos Broitman, que defiende a los hermanos Juliá. El letrado agregó que Gustavo Juliá solicitará declarar nuevamente en la causa para dar el nombre del ciudadano español que lo contrató. Cuando sea indagado nuevamente, el menor de los hermanos Juliá insistirá en la inocencia de los pilotos del Bombardier Challenger 604. En su última declaración indagatoria ante la jueza española Luisa Balagueró Barrios, el dueño del jet negó conocer la carga que tenía el avión. El empresario sostuvo que fue contratado para trasladar en su lujoso jet obras de arte, documentación bancaria y personas desde España hacia la Argentina. Cuando la magistrada le preguntó cómo se explicaba entonces que estuvieran las “sustancias estupefacientes” ocultas en el avión, Gustavo Juliá respondió: “Alguien las subió”, y les apuntó a tres personas que hicieron modificaciones en los sofás camas que llevaba el lujoso jet. En su relato, el empresario afirmó que las modificaciones en los sofás del jet se hicieron en el aeródromo de Morón, dando a entender que la droga tuvo que haber sido cargada en esa aeroestación, como sospecha el juez argentino en lo penal económico Alejandro Catania, a cargo de un expediente judicial que intenta determinar cuál era la conexión local.
EL HOMICIDIO DE LA DOCENTE SILVIA PRIGENT
El viudo de la maestra apuntó a sus “enemigos” Sfeir acusó a sus competidores en la recolección de residuos GABRIEL DI NICOLA LA NACION Estuvo ante el fiscal Cosme Iribarren casi cuatro horas. Intentó desvincularse del homicidio de su esposa, la docente Silvia Prigent, de 50 años. En su declaración indagatoria, Daniel Sfeir insinuó que el crimen pudo haber sido cometido a los que llamó sus “enemigos” en el negocio de la recolección de residuos. Así lo informaron a LA NACION fuentes con acceso al expediente. Ahora, el fiscal Iribarren tienen un plazo de 15 días, con una prórroga de dos semanas, para definir si pide o no la prisión preventiva del esposo de la víctima. Fuentes con acceso al expediente explicaron que la versión que dio Sfeir, de 51 años, no varió de sus declaraciones testimoniales, cuando todavía no era acusado por el homicidio. El empresario es dueño de Transportes Daniel, una firma que se dedica a la recolección de residuos en countries de la zona norte del conurbano. Según pudo saber LA NACION, el viudo recordó un episodio que vivió años atrás cuando sufrió una persecución mientras manejaba. “Nuestra hipótesis [del homicidio de Prigent] es que a mi cliente lo quisieron sacar del negocio de la basura”, había dicho a LA NACION el abogado Marcelo Adámoli, que representó a Sfeir hasta que fue detenido y acusado del crimen. Para la Justicia hay pruebas que vinculan al empresario con el homicidio de la docente. En primer lugar, su teléfono celular se activó en el Dique Luján, en Tigre, a las 21.08 del 29 de diciembre pasado. Se presume que a esa hora, en la misma zona, su esposa fue asesinada de dos balazos con un revólver calibre 38. Según los investigadores hay otras pruebas contra Sfeir. La Municipalidad de Tigre aportó filmaciones de las cámaras de seguridad que ubican un automóvil Ford Ka bordó, similar al del acusado, que circulaba desde
ARCHIVO
El empresario Daniel Sfeir cuando anteayer fue detenido por la policía
Indagatoria desleal Daniel ➽ Competencia Sfeir intentó vincular el homicidio de su esposa, Silvia Prigent, con el negocio de la basura. Dio a entender que el crimen lo cometió gente que lo quiere sacar del medio. ahora el fiscal Cosme Iri➽ Plazo: barren tiene 15 días para definir si pide la prisión preventiva.
el Dique Luján hacia San Fernando la noche del crimen. El viudo había declarado que se había quedado en su casa de San Fernando con su hijo, Nahuel, de 14 años. Además, por lo menos dos testigos habrían dicho que el acusado le habría prometido a una amante que “antes de fin de año se iba a sacar de encima a su mujer”. Sfeir fue detenido anteayer por personal de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) San Isidro. Pasó su primera noche
detenido en una celda de máxima seguridad e incomunicado. Ayer, antes de las 8, fue trasladado a Benavídez, en Tigre, donde fue indagado por Iribarren. Después de declarar fue llevado nuevamente a la DDI de San Isidro. Sfeir está acusado de homicidio agravado por el vínculo, que prevé una pena de prisión perpetua.
Pistas falsas Hasta que apareció el cadáver de la docente, la desaparición de la docente fue investigada por la Fiscalía Especializada en Investigaciones de Delitos Conexos a la Trata de Personas de San Isidro, a cargo del fiscal Marcelo Fuenzalida y su secretaria, Marina Rueda. Según informaron a LA NACION fuentes de la investigación, se sospecha que en sus seis declaraciones testimoniales Sfeir intentó sembrar pistas falsas, al decir que su esposa ya se había ido de su casa ocho veces. “Quiso dar a entender que se había ido con un amante. Se pudo determinar que Prigent no tenía una doble vida”, afirmó un detective del caso a este diario.