SEMBRANDO IGLESIAS SALUDABLES Por Eliel Bermúdez Pérez Vivimos un momento histórico donde la apostasía está permeando, cada vez más, la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo. Se oye hablar de mega iglesias, término que con la posmodernidad y el humanismo se ha hecho muy atractivo. Se califica el buen trabajo del pastor por la cantidad de cristianos que tiene la iglesia que pastorea. En vista de lo antes mencionado, podemos decir con toda seguridad que muchos pastores han caído en la numerolatría. Hay que aprender a discernir entre numerolatría y numerología. Dios no está en contra de la numerología. Leamos en 2 Pedro 3:9 lo siguiente: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”. Y esa deberá ser, por tanto, la principal preocupación de cada cristiano, líder, pastor o plantador de iglesias. Sin embargo, cuando el énfasis se pone en lo cuantitativo se cae en la numerolatría. Esto hace que la iglesia sea enfermiza en todas sus áreas. Tengo, por la gracia del Señor, pasión por las misiones, en especial la plantación de iglesias; he conocido, sin embargo, numerosos pastores cuya filosofía de ministerio pastorcéntrica, les hace desdeñar la capacitación y el trabajo en equipo, por lo que terminan haciendo de su pastorado un imperio. En vez de obedecer el mandato de la gran comisión, que nos dice “id”, ellos lo cambiaron por el “venid”, antiguo y obsoleto, centrado en el templo, del sistema de adoración judío. Con este estilo misionero engordamos, pero no nos reproducimos. No es lo mismo tener una iglesia llena de personas que, tener una comunidad llena de iglesias. En estudios recientes que se han hecho en Cuba, se revela que existen en este país alrededor de 5,000 iglesias evangélicas necesitándose unas 16,000 para alcanzar a todo el país; por lo que se necesitan plantar más de 10,000 iglesias en los próximos años. Para lograr este propósito se requiere que nos mantengamos: “entrenando y capacitando a todo cristiano para la obra del ministerio y el cumplimiento de la gran comisión”, según el mandato dado en Mateo 28:19-20 y Efesios 4:11-12; creando iglesias saludables, misioneras y que sepan trabajar por ministerios. Sólo así lograremos por fin “levantar al cristiano del banco”, enseñándole que debe servir al Señor Jesucristo en un ministerio que trascienda para la edificación de la iglesia. Es, por tanto, de vital importancia que cada pastor tenga muy claro cómo debe ser la iglesia de nuestro Señor Jesucristo y sus principales objetivos, sin perder de vista que como organismo vivo, debe crecer y reproducirse en otras iglesias. Oremos a nuestro Padre celestial pidiéndole que nos dé la pasión de nuestro Señor Jesucristo, de tal manera que podamos alzar nuestros ojos y mirar los campos, porque ya están blancos para la siega (Juan 4:35b). Este escrito es una contribución del grupo de autores evangélicos cubanos denominado “Pluma Evangélica”. Tiene su sede en Jatibonico, Sancti Spíritus, Cuba. Usado con permiso ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.