Santa tecnología

madre primeriza, ex chica grunge, ex aventurera, que de un año para el otro tiene sobrepeso, dolores de espalda, agotamiento crónico, ropa manchada por ...
4MB Größe 3 Downloads 65 vistas
10

ULTIMA PAGINA

I

UN LIBRO

Miércoles 23 de noviembre de 2011

ACTUALIDAD RELIGIOSA

MAÑANA

Poesía en vivo

Santa tecnología

Casi un refugio de jueves, El Ateneo Grand Splendid. Por lo menos por estos días en que se desarrolla el ciclo Poesía 3 x 3, donde poetas argentinos de tres generaciones se reúnen a leer sus propios trabajos y a debatir la actualidad del género. Mañana será el turno de Julia Sarachu (nacida en 1976), Daniel Samoilovich (clase 1949), Santiago Sylvester (de 1942) y Laura Wittner (1967). El jueves 1º, en tanto, seguirán con lo suyo Eduardo Ainbinder (1968), Jorge Fondebrider (1956), Miguel Angel Petrecca (1979) y Mirta Rosenberg (1951). A las 19, en Santa Fe 1860, 2º piso, con entrada gratis, aunque sujeta a la capacidad de la sala. Lo mejor, entonces, será llegar temprano.

Para mantener viva la fe en estos tiempos, una aplicación católica para iPhone

D

Alta postura

C

onviene empezar con las clases de yoga, o retomarlas, o seguirlas, leyendo en paralelo La rueda, Mi vida en 23 posturas de yoga. Tal vez el punto de partida del autor no sea el mismo que el del lector, pero no importa. “Esta es una historia real, narrada de memoria”, previene Claire Dederer, la autora, y empieza el relato causando desazón: es una treintañera de Seattle, Estados Unidos, madre primeriza, ex chica grunge, ex aventurera, que de un año para el otro tiene sobrepeso, dolores de espalda, agotamiento crónico, ropa manchada por vómitos de bebe, pelo desgreñado y un gran miedo a no ser la madre perfecta, la compañera perfecta para su marido, la dueña de casa perfecta y la hija perfecta. “Eramos una generación de mujeres de ojos hundidos que perseguían la virtud”, dice. Muy preocupada por la alimentación orgánica (lactancia natural incluida) y la ecología, apenas le alcanza el tiempo para escribir sus artículos como periodista free lance. Su marido está un poco deprimido, además. Insoportable, sí. Y por eso escucha cuando, por acá y por allá, le recomiendan probar con clases de yoga. De a poco, de profesor en profesor, de postura en postura, va ablandándose y va encontrando, primero, un horario que le pertenece sólo a ella; después, un espacio dentro de sí para ser ella misma.

El triángulo, el águila, el loto, el cuervo, la balanza, el niño, el salto, la rueda, la vertical, el perro que mira hacia abajo, el león... Mientras trabaja el equilibrio, también va equilibrándose en sus cosas. A medida que gana flexibilidad, eso también se extiende a su vida en general. Y cuando logra pararse de cabeza consigue ver todo desde otra perspectiva, incluso cada vez que vuelve a estar de pie. Editado por Mondadori, y con una recomendación acalorada de Elizabeth Gilbert, la escritora de Comer, rezar, amar, en el libro abundan momentos pro yoga, como cuando Claire se arrodilla en la colchoneta de cara a la pared, junta las manos, apoya los antebrazos, levanta la cola, trata de alzar las piernas, no puede, la profesora la alienta, insiste y, finalmente, se eleva. “Quizá mi primo tuviera razón. Quizás el yoga sólo fuera un refugio seguro, como el vientre materno, para que los torpes volvieran a aprender las lecciones de clase de gimnasia. Y sin embargo... Sin embargo allí estaba yo, una persona completamente diferente, una persona capaz de hacer el pino. Me pareció un cambio significativo. No tan radical como casarse o tener un hijo, pero quizá tan importante como la primera vez que vi publicado lo que yo había escrito. En un instante, en lo que tardas en impulsarte con las piernas. Diferente.” Todos a yoga.

Silvana Moreno

ALLAS.– Ahora los católicos tienen una forma infalible de saber si necesitan reavivar su fervor religioso. Un programa para el iPhone que está popularizándose en todo Estados Unidos da seguimiento a la actividad religiosa de los usuarios (desde la lectura de la Biblia hasta la oración) y lo refleja en la llama de una vela virtual que aumenta de tamaño e iluminación con cada tarea completada. Si el feligrés se aparta de esa ruta, la llama se apaga. Y sólo puede ser reencendida si otro usuario choca físicamente un dispositivo móvil con el que tiene la llama extinguida. La aplicación es gratuita y se llama Ignio (encender, en latín). “Estamos encendiendo una vela de esperanza’’, dice Andrés Ruzo, empresario católico de Dallas que ayudó a crear Ignio. Ruzo, de 50 años, es director general de Link America Inc. Entusiasmado por un viaje al Vaticano con un grupo de empresarios el año último, se puso en contacto con algunos diseñadores jóvenes en Dallas para crear la aplicación. Eso sí, Ignio no es la primera aplicación religiosa para dispositivos móviles: ya existen desde brújulas digitales para musulmanes que apuntan hacia la Meca hasta mensajes de texto inspiradores transmitidos a diario para diversas creencias.

Encender una luz Apenas el usuario baja el programa al teléfono celular, Ignio

Gaturro Por Nik

Humor petiso Por Diego Parés

ECOLOGIA

La aplicación permite tener sólo 12 amigos. Como los apóstoles aparece en la pantalla como una vela apagada. Hay velas con imágenes de Jesús, la Virgen María, San Francisco de Asís y otros personajes católicos. Para encenderla, el usuario debe juntar repetidas veces su iPhone con el de otro que use Ignio. La llama permanece encendida siempre y cuando uno participe en diversas actividades espirituales, como colocar oraciones en el programa, comentar las solicitudes de amigos para orar por ellos, buscar una iglesia cercana o sólo registrarse, para que los amigos se enteren de que está en un templo o estuvo en uno esa semana. Ignio también registra la frecuencia con que uno lee la recomendación diaria de los versículos de la Sagrada Escritura que vienen en la aplicación. Aunque algunos usuarios de Facebook suelen tener cientos de amigos virtuales, Ignio no

permite tener más de 12, límite inspirado en el número de apóstoles de Jesús, dice Ruzo. Porque es más probable que haya transparencia y rendición de cuentas en esos grupos pequeños. Se calcula que la aplicación tiene entre 6000 y 8000 usuarios, y se pronostica que la cifra irá en aumento. El obispo Kevin J. Farrell, que encabeza la diócesis de Dallas, bendijo formalmente el lanzamiento de Ignio en su versión beta durante una ceremonia especial a mediados de año en la catedral santuario de la Virgen de Guadalupe en esa ciudad. El prelado dijo sentirse complacido de que la gente esté “utilizando la tecnología para evangelizar’’, un concepto que el papa Benedicto XVI respaldó recientemente como forma de extender la fe.

Fuente: AP

De botella a zapatilla En lugar de aros metálicos, ojales bordados. En lugar de la tradicional etiqueta sintética, otra de algodón orgánico. El 15%de la suela es de plástico reciclado de botellas. Y la capellada es de algodón sustentable, sin colorantes ni procesos químicos. Se trata de Profesional Bio, la última línea de zapatillas ecológicas que lanzó Topper.

Batu Por Tute

Jim, Jam y el otro Por Max Aguirre

Macanudo Por Liniers

La foto que habla Por Nik