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Romina Paula, a pura intuición

3 mar. 2010 - en musical: Karina K (Souvenir),. Laura Oliva (El joven Frankenstein) y Elena Roger (Piaf). Musical: Ca- ravan, Piaf y Umo, cabaret mágico.
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Espectáculos

Miércoles 3 de marzo de 2010

LA NACION/Página 3

TEATRO (Bambalinas)

Por Pablo Gorlero

Vamos a extrañar a Elena Roger. El domingo pasado terminó una de las obras que más conmovieron al público teatral argentino en los últimos años: Piaf, de Pam Gems. Tal vez el presente no permita detectar muy bien la importancia de esa producción en Buenos Aires, pero dejó una marca imborrable en el sendero del teatro comercial. Fueron intrépidos sus productores al haber asumido el riesgo de traer al país el mismo montaje de un epicentro teatral de excelencia como Londres, con su misma protagonista, que no era popular ni televisiva. A su vez, pocas veces ha sido tan complicado conseguir entradas para una obra. Para conseguir cualquier tipo de ubicación, había que sacar localidades con más de quince días de anticipación y, en cada jornada, el Liceo abría su boletería con una larga fila de espectadores ávidos de emoción a flor de piel. “El detalle inusual, contrario a la regla del teatro, es dejar un éxito de esta naturaleza (ciento por ciento de la capacidad del teatro en el ciento por ciento de las funciones, durante ocho meses). Piaf merecía como mínimo todo el año en Buenos Aires, para un verano 2011 en Mar del Plata, como opción para la gente de provincias. No pudo ser”, dijo por ejemplo Carlos Rottenberg, empresario del Liceo y productor teatral. Vamos a extrañar a Piaf. A ese personaje que fue persona y que sacudió a tantas almas que la escucharon cantar en vivo o en grabaciones. Vamos a extrañar esa vida repleta de golpes a temprana edad y de estocadas mortales en pleno esplendor. Elena Roger la volvió a la vida a través de una composición que la hizo transitar por todos sus estados y momentos. Ella la entendió como pocos (así como lo hizo Virginia Lago en los años 80, espléndida). Cómo olvidar

ese montaje sórdido y minimalista que hizo Jamie Lloyd, en un teatro como el Liceo –tan bello como arañado por la humedad–, en el patio trasero de la plaza del Congreso, ámbitos que parecen formar parte de la misma escenografía ideada por Soutra Gilmour. Cómo olvidar también esa última escena donde la comunión entre la protagonista y Julia Calvo –excepcional como Toine, su amiga del alma– provoca ese abrazo previo al espectador para arrancarle las primeras lágrimas, de la conmoción final con el “Non, je ne regrette rien”. Quienes presenciamos esa última función de Piaf difícilmente podamos olvidarlo. Una sala con muy pocos invitados y mucho público real que, como todas las noches, apenas finalizó la última escena saltó como un resorte de sus butacas y aplaudió durante 15 minutos, sin parar, con convicción, con conmoción, con pasión. A través de su trabajo, Elena Roger consigue acariciar al espectador, sacudirlo, conmoverlo y extraerle el alma hasta dejarla suelta, desnuda, sin posibilidad de escape ante ese encantamiento. No es exageración: Piaf fue sublime. Un elenco no menos emocionado, que tuvo que salir cuatro veces a saludar, agradecía ese fervor con lágrimas y sonrisas. Pero el agradecimiento venía desde toda la sala, colmada desde la platea, hasta la tertulia y en todos sus palcos. En la fila 5 se ubicó la familia de la protagonista, cuyos rostros sumaban amor y orgullo. Sus padres, en punta de banco, tuvieron que quedarse sentados un buen rato, debido a la emoción, mientras el público dejaba la sala. Dos filas atrás, en el medio, el hombre que comparte su corazón con Elena tenía la cara empapada por las lágrimas. Ella se irá por un tiempo, bastante tiem-

Una máscara impactante Elena Roger, sinónimo de artista integral, se despidió de Edith Piaf, el papel que la hizo popular en su país y que la consolidó como figura en Londres

Luis Brandoni FOTOS DE ARCHIVO

Diego Peretti

po, a conmocionar a sociedades distintas, en otro idioma y otras realidades. Bien por ella. Los miles que la vimos, y los miles que se quedaron con las ganas de verla, estaremos orgullosos. Pero vamos a extrañar mucho a Elena Roger.

Futuros difuntos, la nueva propuesta de La Zaranda

Sacheri, en cine y en teatro. Ya tiene fecha de estreno la obra Aráoz y la verdad, basada en la novela de Eduardo Sacheri, autor de El secreto de sus ojos. Será el 15 de abril, en la sala Pablo Neruda del Paseo La Plaza. Gabriela Izcovich dirigirá a Diego Peretti y Luis Brandoni. El primero encarnará a un periodista de una revista deporti-

va que llega a un pueblo de provincia en busca de un talentoso jugador de fútbol con probabilidades de convertirse en crack. Entretanto, Brandoni encarna al encargado de una estación de servicio que se convierte en su informante y su antagonista. Vidas muy distintas, mundos opuestos y la búsqueda de la verdad. Por su parte, David Di Nápoli también encarnará un rol menor. Entretanto, el 15 de octubre, Izcovich reestrenará su obra Cosas que pasan, en el Teatro del Abasto. El regreso de La Zaranda. Ya está confirmado el estreno de Futuros difuntos en la Argentina. Es

la nueva obra de la compañía La Zaranda, que subirá a escena el 7 de abril en el Metropolitan II. “La Zaranda se sumerge en la muerte y la locura. Uno de los pocos grupos de culto que quedan en el panorama escénico internacional. El suyo es un universo rico en matices, en simbologías, en guiños de alta cultura. Huyen de todo lo que huela a superficialidad”, dijo de esta obra Rosana Torres, en El País. La propuesta de La Zaranda habla de recluidos que juegan a ser los dueños de sus vidas y a ser los propios médicos de su locura. A su vez, la definen como una “fantasmagoría de reyes, héroes, sabios y profetas”.

Una chica intuitiva

Romina Paula, a pura intuición Luego de Algo de ruido hace, la directora y dramaturga estrena El tiempo todo entero La vida de Romina Paula tuvo que dar un giro casi completo –hasta morderse la cola– para convertirse en la que es. Cuando se anotó en la Facultad de Letras, a los 19 años, supuso que era la decisión acertada que respondía a su natural e intuitivo gusto por escribir (“el típico malentendido”, dice, y se ríe). No mucho tiempo después reconoció que ése no era el camino y que no estaba en sus planes ser académica y –pequeña depresión mediante– dejó de ir. Romina se aferró a su otra activi-

Multifacética N Actriz. Estudió actuación con Alejandro

Catalán, Ricardo Bartís y Pompeyo Audivert. Sus trabajos: El padre, Darío tiene momentos de soledad y Los demonios, entre otros, y en cine La punta del diablo, Resfriada, El hombre robado y Todos mienten. N Directora y dramaturga. Con el estreno de hoy de El tiempo todo entero son tres los trabajos que la tienen como dramaturga y escritora. Las anteriores fueron Algo de ruido hace y Si te sigo muero. N Dramaturga. Acaba de editar su segunda novela, Agosto, en la editorial Entropía, la misma que aceptó su primer manuscrito (luego, su primera novela) ¿Vos me querés a mí?, por recomendación del escritor Juan Martini.

dad –hasta el momento secundaria–, la actuación. Allí empezó a poner toda la energía hasta que se dio cuenta de que disfrutaba más de mirar las escenas desde afuera, pensarlas, que estar involucrada en ellas. Lo que al principio fue una sensación, en un momento se convirtió en pánico. “Es parecido a la claustrofobia; para mí, actuar en teatro es como un vértigo que no se puede detener y eso me empezó a matar”, explica esta actriz/directora/dramaturga que, sin embargo, pudo seguir trabajando en cine, ya que el “¡corten!” del director le aparece como una tabla de salvación. Así, con la actuación teatral fuera de juego y la escritura cada vez más latente, la cosa empezó a cuajar con eso de unificar placeres y surgieron la escritura dramática y el ingreso a la carrera de dramaturgia de la EMAD. De ese impulso creador nació el primer espectáculo en el que Romina se animó a ejercer de escritora y directora (ahí puso eso del gusto por pensar las escenas), Si te sigo me muero. Tiempo después, tres amigos y compañeros del taller de teatro de Alejandro Catalán –Esteban Bigliardi, Pilar Gamboa y Esteban Lamothe–, que se habían encontrado con ganas de hacer algo, le pidieron “que los mirara”.

La escena teatral premia a los suyos Se conocieron los ternados al Florencio Sánchez Ya se conocieron los nominados para los Premios Florencio Sánchez, que entregará La Casa del Teatro, a mediados de mayo, en el Regina. Los premios especiales por su trayectoria son para Hugo Midón y Alicia Berdaxagar. Las ternas son las siguientes Actor protagónico: Daniel Fanego (Medea), Carlos Portalupppi (La pipa de la paz) y Arturo Puig (La vuelta al hogar), Eugenio Soto (Los desórdenes de la carne). Actriz protagónica: Norma Aleandro (Agosto), Cristina Banegas (Medea), Mirta Busnelli (Hasta que la muerte nos separe) y Alejandra Darín (Informe sobre la banalidad del amor). Actor de reparto: Héctor Bidonde (Medea), Alejandro Catalán (Coquetos carnavales) y Horacio Roca (Agosto). Actriz de reparto: Lucrecia Capello (Agosto), Ana Garibaldi (El desarrollo de la civilización venidera) y Julieta Vallina (El reñidero). Director: Pompeyo Audivert (Medea), Adrián Blanco (Trans-Atlántico), Villanueva Cosse (Marat Sade) y Daniel Veronese (El desarrollo... y

todos los grandes gobiernos...). Autor: Ariel Barchilón (Paisaje después de la batalla), Mario Diament (Informe...), Griselda Gambaro (El misterio de dar) y Mauricio Kartún (Ala de criados). Actor en musical: Omar Calicchio (El joven Frankenstein), Pablo Sultani (El joven Frankenstein) y Nicolás Armengol (Caravan). Actriz en musical: Karina K (Souvenir), Laura Oliva (El joven Frankenstein) y Elena Roger (Piaf). Musical: Caravan, Piaf y Umo, cabaret mágico. Escenografía: Marta Albertinazzi, Gabriel Caputto y Graciela Galán. Vestuario: Marta Albertinazzi, Jorge Ferrari y Mini Zuccheri. Revelación masculina: Juan Pablo Geretto (Como quien oye llover), Javier van der Kouter (El día que Larry Kramer me besó) y Alejandro Zigman (Los niños del limbo). Revelación femenina: Amanda Busnelli (Rosa mística), Estela Garelli (Es inevitable), Laura López Moyano (Ala de criados). Música Original: Carmen Baliero, Tian Bras, Ulises Conti.

A esas miradas iniciales siguieron la dirección y la dramaturgia de lo que fuera saliendo, que no fue otra cosa que la exitosa y premiada propuesta Algo de ruido hace, que hacía foco en el encuentro entre tres primos después de mucho tiempo. La experiencia fue avasalladora: “Ahora somos casi familia”, dice Romina sobre estos tres actores que vuelven a repetir –junto a Susana Pampín– en El tiempo todo entero, la obra que estrena esta noche, a las 21, en el Espacio Callejón. Un lugar emblemático para ella (querible y contenedor también) desde que allí vio Máquina Hamlet. “Pensar que estoy ahí haciendo mi propia obra... ¡uh! me pone la piel de gallina”, sigue la directora de esta propuesta, que toma como punto de partida El zoo de cristal, de Tennessee Williams. Después de Algo de ruido hace, el hasta entonces Grupo Primos (así se llamaba entonces) decidió que había que volver a trabajar juntos y pusieron a Romina a pensar, a escribir. “Pensé ¿hasta dónde daba otra vez un triángulo?, y se me presentó El zoo..., una obra que me encanta y que trabajé profundamente para el ingreso a la EMAD”, sigue. Tremenda fue la desilusión cuando se enteró de que los derechos eran carísimos y por

ANDREA KNIGHT

Romina Paula, al frente de otro proyecto

lo tanto inalcanzables, pero pasado el primer remezón se dio cuenta de que podía hacer su propio Zoo. “Es y no es. No hay una sola palabra de Tennessee Williams, pero sin embargo su obra está de fondo.” Afecta a prestarles atención a las sensaciones, a las intuiciones y, quizás, a las cábalas, Romina y su grupo (ahora rebautizado El Silencio) no

PARA AGENDAR

El tiempo todo entero, con texto y dirección de Romina Paula. Con Esteban Bigliardi, Pilar Gamboa, Susana Pampín y Esteban Lamothe. Espacio Callejón, Humahuaca 3759. Miércoles, a las 21. Entradas: 30 pesos. Reservas por el 4862-1167.

sólo volvieron al Espacio Callejón, sino a los miércoles, el día de la obra anterior. “Hay un aura especial con eso del día, pero nos gustó aferrarnos a él”, quizá sea una manera de prologar o contagiar a este El tiempo todo entero de su entrañable Algo de ruido hace.

Verónica Pagés