Risas desde el sótano

19 dic. 2009 - Inmigrantes de todas las olea- das practicaron similar negación de la ... 26 AGENDA. Ironía que vino del under. Pedro Saborido y Diego.
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SUMARIO | EDITORIAL "ÛPt/ñNFSP Sábado 19 de diciembre de 2009 Buenos Aires, Argentina

POR JORGE FERNÁNDEZ DÍAZ Director de adnCULTURA

FOTO: GUILLERMO MONTELEONE

[email protected]

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PERIODISMO Una dura crónica sobre la realidad de las favelas brasileñas

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POR JON LEE ANDERSON

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POR FERNANDO ROCCHI

PERFIL DE UN PIONERO Antonio López Lamadrid fue una figura clave en la consolidación y éxito de la editorial Tusquets

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POR HUGO BECCACECE

Ironía que vino del under Pedro Saborido y Diego Capusotto hablan del nuevo humor televisivo. Por Leonardo Tarifeño y Natalia Blanc. Página 4

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HISTORIA Ezequiel Gallo evoca la compleja personalidad de Leandro N. Alem y el país de su tiempo

CRÍTICA DE LIBROS Carlos Fuentes, Federico Jeanmaire, Cornelia Funke, Ariel Dilon, José Bielicki, Jacques Rancière, Panos Karnezis y Adrián Ventura

ARTE Una muestra que reúne en el Centro Recoleta la obra de más de ciento veinte artistas invita a reflexionar sobre la actualidad argentina POR CELINA CHATRUC

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AGENDA

STAFF Director: Bartolomé Mitre tSubdirector: Fernán Saguier t Secretario general de Redacción: Héctor D’Amico tProsecretarios generales de Redacción: Ana D’Onofrio y Carlos Reymundo Roberts t Director de adncultura: Jorge 'FSO¹OEF[%ÌB[tDirectora de Arte: "OB(VFMMFStJefe de Redacción: Hugo Beccacece tEditora: Verónica Chiaravalli tSubeditores: Pedro B. Rey, Héctor M. Guyot y Leonardo 5BSJGFÚPtEditora de Artes Visuales: "MJDJBEF"SUFBHBt Editora de arte: Silvana Segú t Editor fotográfico: Rafael $BMWJÚPtRedacción: Raquel Loiza, Pablo Gianera, Natalia Blanc, Celina Chatruc y Martín -PKPtCorresponsales: Luisa Corradini (Francia), Elisabetta Piqué (Italia) y Silvia Pisani &&66 tDiseño gráfico: Sebastián Menéndez y .BSÌB1BVMB1JMJKPTt Corrección: Susana G. Artal Z%BOJFM(JHFOBtGerente comercial: Gervasio Marques 1FÚBtPropietario: S.A. La Nación - Bouchard 557 $"#( $"#"tDerechos: Dirección Nacional del Derecho de Autor: ADNCULTURA registro N° 741.158, 20 de marzo de 2009.

2 | adn | Sábado 19 de diciembre de 2009

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Risas desde el sótano M

i tío abuelo era asturiano pero había descubierto que su condición de inmigrante lo hacía guarango, entonces se vestía como un refinado caballero argentino, ocultaba su acento español y obligaba a su hermano a tocar la gaita en el sótano de nuestra casa, para que los vecinos de Palermo no escucharan esa música plebeya. Inmigrantes de todas las oleadas practicaron similar negación de la cultura de origen, intentando ser aceptados en esta sociedad moderna y culta que los recibía pero también los miraba por encima del hombro. Tal vez de esa impostura, de los equívocos que ella produce y de las verdades inconvenientes que se cuelan a través de las costuras de ese discurso social que adoptaron los inmigrantes, provenga el rotundo éxito de algunos humoristas históricos de este país aluvional. Muchos de ellos fueron célebres por mostrar precisamente las diferencias entre la simulación y la verdad. Quiero decir, los argentinos nos la pasamos riendo de los hombres y las mujeres que simulaban ser lo que en realidad no eran. Eso pasaba con Fidel Pintos, que representaba a un falso influyente y disertante a quien se le notaba la nada, y con Pepe Biondi, quien componía, entre muchos otros, a Pepe Curdeles (“abogado, jurisconsulto y manyapapeles”), un personaje gracioso porque trataba de llevar adelante su seriedad en un juicio oral mientras se le filtraba la borrachera que llevaba adentro. Hasta Minguito Tinguitella se sentaba a las mesas “cultas” y trataba de seguir el hilo serio de las conversaciones del intelectual y del hombre de clase media, mientras dejaba escapar su pensamiento elemental del suburbano, de la “Argentina guaranga”, como la veían las aristocracias y la pequeña burguesía aspiracional. Un juego similar articulaba Alberto Olmedo cuando con Javier Portales actuaban como “Borges” y “Álvarez”, dos tipos que trataban de pasar por cultos y que eran desnudados a lo largo de un diálogo, muchas veces improvisado, donde se veía el carácter pedestre y farsesco de uno y otro. No eran lo que pretendían ser, eran lo que somos todos, parecía decir el subtexto. Diego Capusotto es un humorista de otra generación. Pero también vino a luchar contra la impostura. En este caso, ridiculizando las subculturas masivas biempensantes de la televisión y la música, y también otras microculturas, como la épica heroicosetentista. Ese quiebre comenzó con Cha Cha Cha. Recuerdo a su ex socio, Alfredo Casero, en una convención de Batmanes del Mercosur, donde se cantaba la marcha peronista. Y luego Todo por dos pesos, donde Capusotto interpretaba a Irma Jusid, una mujer que advertía a los jóvenes pecadores y pasaba un ranking musical con temas famosos e hilarantes letras cambiadas. Finalmente, llegó Peter Capusotto y sus videos, donde el protagonista se carga con sarcasmo dos religiones: el rock y el progresismo. Los tres programas quebraron la historia del humor argentino y se transformaron en extraños fenómenos de culto. Es por eso que nos ocupamos en esta edición de quien cambió la cultura humorística y de su gran socio, el guionista Pedro Saborido. A ambos se los entrevistó en el bar El Progreso, de Barracas. Un antiguo café de gallegos sin imposturas de modernidad. Un lugar plebeyo desde el que se piensa un humor que revela a la Argentina profunda. La incómoda. Acaso la verdadera.