Espectáculos
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Miércoles 21 de noviembre de 2007
Para 2008
Riesgosa improvisación Bueno
✩✩✩ Concierto VII de la XI edición del Ciclo de Conciertos de Música Contemporánea organizado por el Complejo Teatral de Buenos Aires. Programa: Música improvisada. Intérpretes: Lucio Capece (clarinete bajo y saxofón preparados), Keith Rowe (guitarra sobre mesa) y Toshimaru Nakamura (tablero de mezcla). En el Centro de Experimentación del Teatro Colón (CETC).
El Quinteto Filarmónico de Buenos Aires se presentará en mayo
Festivales Musicales ya tiene temporada Bach y el siglo XX, el eje del programa La asociación musical Festivales Musicales presentó su programación para la temporada 2008 en la que celebrarán los 32 años de vida de la institución. Como ya es costumbre, Festivales vuelve a poner un eje temático y temporal a su propuesta. Así, del mismo modo que este año se dedicaron a Ciclos e Integrales, para el próximo pensaron en Bach y el Siglo XX. Todo comenzará en el mes de abril, en la que ya es casi una sede permanente de sus propuestas, el Auditorio Belgrano. Allí actuará el Estudio Coral de Buenos Aires, que dirige Carlos López Puccio, oportunidad en la que interpretarán obras de Bach, Ligeti, Penderecki, Schönberg y Ginastera, entre otros. En mayo, en el teatro Avenida, se presentará el Quinteto Filarmónico de Buenos Aires, que integran Claudio Barile, flauta; Néstor Garrote, oboe; Mariano Rey, clarinete; Fernando Chiappero, corno, y Gabriel La Rocca, fagot. Interpretarán obras de Bach, Hindemith, Ravel, Schifrin y Lorenzo Fernández, entre otros. En junio, otra vez en el Avenida, actuará el Trío Verdehr, de Estados
Unidos, que eligieron un programa dedicado a obras de Menotti, Bartók, Arutunián y Gershwin. También en junio, el Auditorio de Belgrano recibirá al pianista Horacio Lavandera, quien armó un repertorio con obras de Bach, Honegger, Roussel, Shostakovich, Poulenc y Ginastera, entre otros.
Michel Corboz, en julio
Algunas dudas Festivales Musicales organizó varias fechas con cuerpos musicales que dependen del Teatro Colón, por lo que su real concreción dependerá de las decisiones que tome la nueva dirección a cargo de Horacio Sanguinetti. Así, entonces se puede anunciar a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, con la dirección de Juan Pablo Izquierdo, de Pittsburgh, que actuará en el mes de julio junto con el pianista Horacio Lavandera, para interpretar obras de Bach-Elgar, Gershwin y Stravinski. El mismo mes, la Orquesta Estable del Teatro Colón y el Coro Estable del Teatro Colón se presentarán con la dirección de Michel Corboz, de Lausanne. Interpretarán obras de Poulenc y Puccini.
Marcela Roggeri y Laure Favre-Kahn, en un dúo de pianos, actuarán en agosto en el escenario del Avenida, donde interpretarán obras de Bach, Stravinski, Debussy, Satie y Milhaud. En septiembre, se presentará el Ensamble Academia Bach junto con el Orfeón de Buenos Aires para interpretar la Pasión según San Juan, de Bach, en el Auditorio de Belgrano. En octubre, el convento de Santo Domingo recibirá al Estudio Coral de Buenos Aires. Y, en noviembre, cerrará la temporada, la Orquesta Estable del Teatro Colón junto con el Coro Estable y el Coro de Niños, con dirección general de Carlos Vieu, con obras de Bach-Mahler, Villa-Lobos y Orff. Venta de abonos, 4382-4870.
Acaso existan, al menos, dos maneras de concebir la improvisación musical. Una sigue una estrategia, un plan que no conspira contra la indeterminación de aquello que los ejecutantes tocan. Otra es una continua huida hacia adelante, una improvisación sobre nada que se parece bastante a un salto al vacío. La segunda es sin duda la más riesgosa (sobre todo cuando se prescinde de la melodía y del ritmo) y es la que eligió el trío integrado por el saxofonista argentino Lucio Capece, el guitarrista inglés Keith Rowe y el japonés Toshimaru Nakamura que se presentó en el CETC como parte del Ciclo de Música Contemporánea del Complejo Teatral de Buenos Aires. En el itinerario musical de Rowe hay una explicación posible de los procedimientos que se escucharon en el concierto. Tras una temprana tentativa por imitar a Charlie Christian y Jim Hall, emblemas de la guitarra en el jazz, Rowe advirtió sus propias limitaciones respecto de esa tradición y empezó a trabajar con una guitarra preparada –dispuesta además sobre una mesa–, un poco a la manera en que John Cage lo había hecho con el piano. Deudor de cierta vertiente del free jazz de la década del sesenta, como la del saxofonista Albert Ayler, que violentaba su instrumento y privilegiaba la especulación tímbrica en lugar de la escala temperada, Rowe se dedicó a indagar la materialidad del sonido (incluso el ruido) ante el ordenamiento melódico de las notas y, luego de su contacto con el compositor Cornelius Cardew, se internó en las técnicas aleatorias. Nakamura, por su parte, es uno de los representantes más eminentes del onkyo (reverberación de sonido), una técnica electroacústica de improvisación libre surgida en Japón hacia los años noventa. Trabaja con una consola cuyos cables de salida están conectados a los de entrada, lo que produce una retroalimentación incesante.
VICTORIA CONCI
El trío formado por Capece, Rowe y Toshimaru, en acción
Música improvisada es, en verdad, una performance en la que, como ocurre, por ejemplo, con la pieza Pression, de Helmut Lachenmann, resulta decisiva la observación de los músicos en acción. Atiborradas de cables y pantallas de computadora, tres mesas iluminadas con la luz tenue de unos veladores arman la escena y deparan una imagen a mitad de camino entre el laboratorio y el taller. Allí trabajaban los intérpretes.
El enigma de los sonidos Todo empieza con un susurro remoto del saxo, asordinado por una tapa plástica. Los ruidos de la sala –toses, movimientos– se integran también en la improvisación. No hay jerarquías en el trío y la improvisación queda librada a la conexión imprevisible entre los músicos. Con una notebook adelante, Rowe procesa los sonidos y opera sobre la guitarra con delicadeza quirúrgica. Usa un resorte que, adosado a las cuerdas, produce ruidos azarosos en su contacto rotatorio y pendular con las cuerdas, mientras Nakamura trama desde las perillas de la consola un fondo infinito con la textura rugosa de las interferencias radiales. Se trata de una meseta sonora sin silencios a la que, sin embargo, el silencio acecha implacable. En cierto momento, al promediar el concierto, se produce un crescendo que, apenas
Pericles Cavalcanti, figura de la modernidad de San Pablo
El rey irónico del tropicalismo Sus temas fueron grabados por Caetano Veloso y Calcanhotto
La nave central del edificio albergará dos grandes salas RICARDO PRISTUPLUK
Buenos Aires tendrá su propio auditorio Se presentó la Usina de la Música A 20 días de dejar sus cargos, el jefe de Gobierno, Jorge Telerman, y la ministra de Cultura, Silvia Fajre, pusieron ayer la piedra fundamental de lo que, algún día, será la Usina de la Música, un megaauditorio que aspira a albergar a los organismos musicales dependientes del gobierno de la ciudad y a la propia Dirección de Música. En la que, hasta los noventa, fue la Compañía Italo-Argentina de Electricidad, que funcionó durante casi todo el siglo XX en un edificio de importantísimo valor patrimonial ubicado en la esquina de Caffarena y Pedro de Mendoza, en el barrio de La Boca, ya están en ejecución las obras tendientes a reconvertir las enormes instalaciones de esta usina de electricidad en otra que genere música. El proyecto incluye una gran nave en la que funcionarán dos salas o auditorios (uno para 1700 espectadores y otro para 500), salas de ensayo y depósito para instrumentos y partituras. Y una segunda nave, bastante más pequeña, que estará destinada a las oficinas administrativas de la Dirección de Música, a talleres de luthiers y a salas de apoyo para el desenvolvimiento de las actividades del lugar. De estos dos cuerpos, el más pequeño está casi listo, pero el mayor está recién en una etapa de demolición y limpieza, de ahí que se haya organizado el acto de descubrimiento de la piedra fun-
damental que, en este caso, se trata de una placa alusiva al inicio de los trabajos en julio de este año.
Buena voluntad “Las autoridades electas del gobierno de la ciudad ya nos expresaron su deseo y voluntad de continuar con las obras por lo que nos vamos tranquilos”, resumió la ministra de Cultura. De todas maneras, aclaró que ya está todo el proyecto concursado, adjudicado y en ejecución, por lo que sería realmente difícil frenarlo. La Usina de la Música, que intentará instalar la idea de polo musical y que aspira también a ser un apoyo certero que apunte al crecimiento de la zona, demandará una inversión total de 55 millones de pesos. Está previsto que la Filarmónica de Buenos Aires, la Banda Sinfónica de la Ciudad y la Orquesta de Tango de la Ciudad, entre otros organismos musicales, que no tenían sede fija, sean recibidos por esta usina. De hecho, hasta está en estudio que también sea el lugar de trabajo de la Orquesta Sinfónica Nacional si se cierra un convenio de uso entre el gobierno de la ciudad y la Nación. Los responsables de la obra aseguran que los estudios acústicos, que se hacen proyectando lo que será la construcción terminada, dan parámetros de excelencia.
Verónica Pagés
como Caetano, Calcanhotto y Antunes. Pero creo que éste es el mejor momento para ir porque entiendo que este disco que acabo de sacar, O rei da cultura, es mi mejor disco y coincide con un momento bueno para mí, porque ha tenido muy buena repercusión de prensa y público”. –¿Cuál es la diferencia con tus trabajos anteriores? –Que muchas personas más jóvenes, que no conocían mi trabajo, gustaron mucho de este disco porque es más pop. PARA AGENDAR
■ Pericles Cavalcanti, presenta su elogiado CD O rei da cultura. Notorius, Callao 966. Mañana, a las 21. Entrada: $ 50.
Pablo Gianera
Variedades
En La Boca
A sus 60 años, el músico paolista Pericles Cavalcanti, compositor, intérprete y arreglador, editó un disco fascinante, experimental y moderno llamado O rei da cultura, que se transformó en un suceso de ventas en su carrera y en un álbum ícono para la nueva generación de músicos como Moreno Veloso, que escribió en el arte de tapa del álbum: “Cuando escuchó O rei da cultura yo pienso en los legendarios discos jamaiquinos, en las perlas discográficas del mundo árabe, en lo que se hace de bueno en Estados Unidos, Inglaterra, Portugal y Brasil. Pienso en todo lo que me gusta y le gusta a mis amigos. Es eso lo que se produce en mí, escuchando una y otra vez el disco de Pericles”. ¿Pero quién este músico metafísico, que estudió filosofía, compartió el exilio londinense con Caetano y con Gil, y sin proponérselo se estableció como compositor requerido de varias generaciones de músicos destacados del Brasil? Su primera composición “Quem Nasceu?”, la grabó Gal Costa en 1973 y, a partir de entonces, sus canciones fueron interpretadas por Caetano Veloso (sobre todo en los setenta y ochenta), Adriana Calcanhotto, Arnaldo Antunes, Cassia Eller y el grupo Los Hermanos. Pero sólo a principios de los noventa desarrolló una labor solista como intérprete, compositor, arreglador y productor de sus discos en Canções (1991); Sobre as Ondas (1995); Baião Metafísico (2000); Blues 55 (2004); y O Rei da Cultura (2007), que le permitió convertirse en un gurú irónico y vanguardista del neotropicalismo. “Trabajé mucho como compositor en los años setenta y ochenta, pero recién hice mi primer disco en 1991. Es que cuando comencé no tenía interés en grabar sino simplemente en escribir mis temas. Con el tiempo y muchos años de trabajar como compositor surgió la posibilidad de grabar y eso me motivó, porque tenía que hacer todos los arreglos, tenía que cantar y poner manos en la masa como un panadero. Con el tiempo eso me ligó a la generación más joven del Brasil”, cuenta este músico, que aportó a la escena del modernismo en San Pablo letras irónicas y sonidos experimentales pop. El músico viene a presentarse por primera vez en Buenos Aires, en un formato de guitarra y voz. “Esta es la primera oportunidad real que sale para ir a tocar, si bien conozco lo que pasa allá por comentarios de colegas y amigos que grabaron mis músicas
insinuado, se hunde nuevamente en el mínimo ruido de fondo (cuyas fuentes suelen ser imprecisas) que domina la improvisación. Por momentos, Nakamura y Rowe forman algunas figuras rítmicas insistentes contra las que Capece interviene con el clarinete bajo. A lo largo de todo el espectáculo, Capece recorre todos los efectos imaginables, desde la manipulación de las boquillas hasta la emisión de aire sin nota, pasando por el frotamiento de un arco de violín sobre la campana del saxo. Hasta que Nakamura da por terminada la presentación cuando apaga el velador de su mesita, los eventos sonoros parecen sucederse de manera inmotivada, aunque sin duda les deben todo al refinamiento y a la altísima concentración de los intérpretes. El resultado deja, sin embargo, un resto de lúcida insatisfacción. Desde ya, no es lícito pretender que una improvisación precipite en la organización definitiva de una composición escrita. Pero en este caso la interacción del trío logró sólo ocasionalmente construir una forma. Es cierto que la defección es una experiencia enigmática y aun apasionante; tan cierto como que las ideas estéticas que justifican una obra son a veces más interesantes que sus avatares sonoros.
–Soy cinco años menor que él, pero cuando se vinieron a vivir con Gilberto Gil a San Pablo nos hicimos buenos amigos. En esa época era estudiante de filosofía y tenía un primo que los conocía. Todavía no habían fundado el tropicalismo. Después compartimos el exilio en Londres. Vivíamos con otros brasileños en un mismo barrio y ahí fue que abandoné los estudios y mi relación con la música se hizo más fuerte. En Londres tomamos contacto con el pop inglés y vi shows de los Stones, Hendrix, T. Rex y otros grupos, que fueron importantes para la música que vendría después en Brasil. –En una nota reciente, Caetano citaba las mismas influencias. –Creo que eso fue una influencia para todos nosotros y por supuesto
GRUPO ALMA
Una compañía de danza integradora ■ Sin distancias y En ruedas del amor se llaman las obras que el Grupo Alma presentará hoy, a las 20.30, en el teatro Empire, Hipólito Yrigoyen 1934. Esta compañía, semilla del proyecto Todos podemos bailar, está dirigida por Susana González Gonz y apunta a derribar los prejuicios sobre la discapacidad y el uso de sillas de ruedas. PASADO MAÑANA
Gala lírica en el Coliseo ■ Con un programa con obras de Verdi, Puccini, Bellini y Bizet, pasado mañana, a las 21, se presentará una gala lírica en el teatro Coliseo, Marcelo T. de Alvear 1125. Con dirección musical de Carlos Vieu, la orquesta y el coro Opus Opera Pop, y los solistas María Cristina Viscido, soprano; Gloria Sopeña, mezzo soprano; Arnaldo Quiroga, tenor, y Mario Kamelman Levitin, barítono. EUGENE GREY
Experimento reggae ■ Tras una larga experiencia en trabajos de sesión y en la composición, en 2003 Eugene Grey publicó su primer trabajo en solitario. Ahora presentará su actual propuesta, nacida como un proyecto experimental de reggae instrumental. Hoy, a las 23.30, en La Trastienda, Balcarce 460, con Holy Piby como invitado. Entradas desde 20 pesos. GILLESPI
Ciclo en Notorious
Sin embargo, O rei da cultura es un acto irónico sobre estas y otras músicas. Fue grabado en mi propio estudio, toco varios instrumentos, uso mucho más la tecnología para samplear cosas o hacer efectos raros, y tengo un repertorio más amplio, donde hay sambas experimentales como “Pergutaram a Stravinsky”; sonidos más soul como “Porto Alegre”; un bolero extraño como “Sou sua”; temas pop y rockeros con la presencia de Pedro Sa (guitarrista de Caetano) y hasta un rap mitológico como “Posseidon”. –Ese tema me recuerda a esa especie de rap, “Lingua”, de Caetano. ¿Hay un paralelismo entre ustedes?
para Caetano. Me acuerdo de su disco Transa, que es uno de mejores trabajos y surgió de su vivencia en Londres. Yo todavía no era un músico profesional pero empecé a componer después de ese encuentro en Londres. Actualmente en mi disco O rei da cultura, se mantiene esa relación con el pop inglés. Me gusta mucho Arctic Monkeys porque es un pop exquisito. Hay una manera en los ingleses de tocar y cantar, sin adquirir ese profesionalismo del americano que suena mediocre. Los ingleses tienen un charme especial y los paolistas tenemos lo nuestro.
Gabriel Plaza
■ El trompetista y animador radial y televisivo Gillespi ofrece un ciclo de tres conciertos junto con su banda, en el local Notorious, Callao 966. Hoy, a las 21.30, interpretará temas de los CD Ultradeforme, Superchatarra Espeshal, Es y Bell Vill. SUSANA RINALDI
“Ellas suman su voz” ■ El ciclo “Ellas suman su voz” de la fundación Crear vale la pena, tendrá hoy a una nueva invitada: Susana Rinaldi, que cantará, a las 21.30, en el teatro IFT, Boulogne Sur Mer 547. También actuará el grupo Bajo Suburbio.