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¿Quién es este? El Señorío de Jesucristo Por Eliseo Hernández Echegoyén Usado con permiso
“Y despidiendo a la multitud, le tomaron como estaba, en la barca...pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le obedecen?” (Marcos 4:35-41) “...se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:1-11). Introducción: A. “¿Quién es este que aún la mar y los vientos le obedecen?” B. ¿Quién eres Señor? ¿Qué quieres que haga?” Preguntó el antes altivo y soberbio Saulo de Tarso, y después fue el gran apóstol Pablo, fiel seguidor de Jesús (Hechos 9:5, 6). C. “Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). Jesucristo es Dios bendito por los siglos—Emmanuel—Dios con nosotros (Romanos 9:5; 1ª. Timoteo 3:16; Tito 2:13) “Dios fuerte” (Isaías 1:24; 9:6). D. La pregunta de Jesús: ¿Quién dicen las gentes que es el Hijo del Hombre? (Mateo 16:13-16). E. Jesucristo es hombre y Dios, perfecto hombre; perfecto Dios. 1. Cuando nace, un Dios adorado y un niño perseguido. 2. Junto al pozo de Jacob, un hombre que tiene sed, y un Dios que sacia la sed del alma de todos los que le aceptan. 3. Junto al sepulcro de Lázaro, un hombre que llora, y un Dios que levanta a los muertos: ¡Lázaro, ven fuera!” 4. En la tempestad, en el mar, un hombre que duerme, y un Dios que calma la tempestad. 5. En la cruz, “Dios mío”, un hombre que clama, y un Dios que oscurece el sol y hace temblar la tierra. 6. En la resurrección, “Palpad y---“ “Fue declarado Hijo de Dios con potencia por...” Tomas: “Señor mío, y Dios mío”. F. “Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). G. Es el Señor de la gloria; Jesucristo no ha renunciado, ni renunciará al solio de su señorío! Es supremo: en el cielo, la tierra, la historia, la literatura y en la experiencia de millones.
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El es el gran Dios y salvador, a pesar de los pigmeos que lo niegan (Tito 2:13; Mateo 28: 18-20) Jesucristo es Dios, bendito por los siglos eternos (Romanos 9:5). “Y toda lengua confesará que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre (Filipenses 2:11). Jesucristo como Dios, se enseñorea de la naturaleza “Todas las cosas por él fueron hechas” (Juan 1:1-3; Colosenses 2; Hebreos 1:1-3). Jesús cambia el agua en vino, y en Egipto, la mar en sangre. Caminó sobre las aguas, en el espacio, y su carroza es la tempestad, en los caminos del viento (Salmo 104:3). “El viento de tempestad ejecuta su palabra” (Salmo 148:8). El mar encrespado, el volcán que revienta, el estampido del rayo, el terremoto y el cataclismo—todo le obedece. “Toca los montes y humean, ve a la tierra y se estremece” (Salmo 104:32). Todo manifiesta su poder, y lo revela: 1. La bellísima aurora boreal. 2. El arco iris. 3. Los cometas y los bólidos (Júpiter, etc.) 4. El firmamento con sus galaxias y millones de millones de estrellas. 5. Los amaneceres y atardeceres tan bellos. El salmista canta: “Los cielos cuentan la gloria de Dios...” (Salmo 19:1-7). San Pablo, por divina inspiración dice: “Porque las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles...” (Romanos 1:20). “Señor, tú antes...tú después” (Amado Nervo)
II. “Jesucristo, como Señor y maestro, es nuestra autoridad suprema”. A. “Maestro” le dijeron con admiración al Señor resucitado. B. “Uno es vuestro maestro” (Mateo 23:8). El Cristo, El Mesías, El Ungido de Dios. C. Jesucristo es el Maestro de maestros por excelencia, mayor que todos los maestros del pasado, del presente y del futuro. 1. ¡Maestro divino, maestro de Galilea, maestro omnipotente, maestro maravilloso! 2. Sus verdades, sus principios y enseñanzas son superiores, eficaces y eternos. 3. Nos ha legado un gran libro de texto: la Biblia, para que la leamos. 4. El maestro, nos manda a leer las Sagradas Escrituras (Juan 5:39). Leámoslas con devoción. 5. Testimonios de personalidades en cuanto a la Biblia: Víctor Hugo, Jefferson, Garibaldi, Domingo, Sarmiento, César Cantú, y muchos más. D. Nadie ha enseñado como Jesús, el gran maestro-- Simplificando lo profundo y difícil, y ejemplificando todo con gran sabiduría y humildad. E. Es en su escuela donde podemos crecer a su semejanza. (Testimonio de Gabriela Mistral). “Creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo” (2ª. Pedro 3:18).
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La única prueba de sinceridad en la profesión cristiana, es la vivencia de las enseñanzas de Cristo: “Si vosotros permaneciereis en mi palabra...” (Juan 8:31).
III. Jesucristo es Señor de la vida y de la muerte. Jesucristo, como el autor de la vida, se enseñorea de la muerte. A. “Yo seré tu muerte oh muerte, y seré tu destrucción oh sepulcro” (Oseas 13:14). B. La muerte es un poderoso enemigo vencido por Jesucristo. C. La muerte es un imperio poderoso, ante el cual se han doblegado todos los humanos. D. Para la mayoría, la muerte es el terror más grande—la pérdida inmensa. Muchos dan este paso con una incertidumbre fatal y cruel. “Ya” “Ya tener que...sin tener al final nada que lo detenga”. E. Cómo se define la muerte: Separación, distanciamiento, ostracismo. F. Cómo se define bíblicamente para el cristiano: “Morir”, “Partir”, “Ganancia”. G. Soneto Póstumo: Florinda B. González (Salvadoreña) Voy a la eternidad “Voy a la eternidad como la fuente, Que va hacia el mar sin detener el paso, Ó como el sol que se hunde en el ocaso, En calma, sin temor, plácidamente. Me voy en paz, cual la feliz viajera Que sabe a dónde va, sin duda alguna, La muerte es para mí la misma cuna Donde empieza la vida verdadera. Adiós a mis amados, os espero Allá donde lo santo y verdadero Es la norma de mi Dios justo y amante. Adiós, a quien me hizo mal, Dios le bendiga, Adiós, a quien me hizo bien con mano amiga, Adiós, a mi amada Iglesia militante”. H.
Jesucristo es vencedor de la muerte: 1. La muerte no lo pudo retener en sus garras: “Era imposible que fuese retenido por (la muerte)” (Hechos 2:24). 2. Suelto de sus ataduras dijo: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra...” (Mateo 28:18-20). 3. Por su resurrección “sacó a luz la vida y la inmortalidad por el poder del evangelio” (2ª. Timoteo 1:10). 4. “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no
vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida...Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también
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ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre” (Juan 5:24-27). “He aquí que vivo...” (Apocalipsis 1:18); “pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis” (Juan 14:19). “¿Dónde está oh muerte tu aguijón?...” (1ª Corintios 15:55). “Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11).
IV. Jesucristo, como salvador, se muestra Señor sobre el pecado, y puede salvar al más grande y vil pecador.
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“Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Hebreos 7:25). Su poder para salvar no tiene límites: “Todo poder...en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). Ejemplos: el gadareno, María Magdalena, Saulo de Tarso, San Agustín. Hay millones de testimonios, de hermanos y amigos, levantados por el poder del Señor Jesucristo resucitado a nueva vida: Juan Campos de Nicaragua, Raúl Mejía González de Guatemala, Alfredo Colón de Guatemala. El que acude a él con fe y sincero arrepentimiento, él le recibe, perdona, salva y transforma completamente.
Conclusión: A. ¿Quién es éste? Es Jesús, el Señor de tierra y cielos, quien vino a buscarnos y a salvarnos por amor: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10). B. Es Jesús, quién, como maestro, es nuestra autoridad suprema. C. Jesús, como Dios, se enseñorea de la naturaleza. D. Jesús, como el autor de la vida, se enseñorea de la muerte. E. Cristo, como salvador, se muestra Señor sobre el pecado: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28). F. “Jesús es el Señor para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). G. Recíbalo como su salvador y como su Dios, su maestro y Señor. H. “Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). Queridos Hermanos: Hace 10 días me sometieron al cuarto tratamiento con yodo radio-activo; y en el “scan” que tomaron ante ayer mostró que la radio actividad estaba trabajando satisfactoriamente. ¡Gloria a Dios! Las partículas de tiroides cancerosas han estado en los pulmones desde mi operación en el 2002, y cada vez que han usado este tratamiento ha servido para detener su avance. Me siento bien; y si no fuera por las pruebas de sangre ocasionales que me hacen, no se daría cuenta que hay algo en mis pulmones: Respiro naturalmente y aún cuando los doctores escuchan mis pulmones con estetoscopio no notan algo raro.
5 ¡Agradezco en alto grado las oraciones de tantos hermanos! ¡Dios les bendiga! Espero que El que comenzó la buena obra, la perfeccione para gloria de Su nombre. ¡Amén!
EHE 12/2/2011 Mi Oración—En Esto Pensad ¡Que tu sentir sea el mío, Oh Cristo y Señor Santo, Que tu mente me encienda Y obediente te comprenda, Y me libres del quebranto. Que el hacer tu voluntad Sea siempre mi querer Y vivir en tu verdad Sea siempre mi placer. EHE
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