QUÉ NOS HA DEJADO LA ACREDITACIÓN DE PROGRAMAS? Por : EJ. Olga Terreros Carrillo Jefe Sección Acreditación Una de las grandes preocupaciones de gobiernos anteriores estaba centrada en la cobertura del sistema educativo, ello condujo a la autonomía universitaria que de una u otra forma “facilitó” el nacimiento de muchas Instituciones de Educación Superior que transcurridos los años dejaron ver los resultados de su formación con egresados cuyos perfiles no correspondían a las necesidades de un mundo globalizado. Fue así como el gobierno Colombiano acudió a la utilización de la herramienta de la Acreditación para asegurar no solo la cobertura sino la calidad de la Educación Superior Considero que está decisión fue en principio una estrategia para retomar el direccionamiento y la posibilidad de evaluar o inspeccionar como anteriormente se llamaba, a la educación superior, contrarrestando los malos entendidos latentes, referentes a lo que pretende en su razón de ser la autonomía universitaria. Hablando coloquialmente; el Ministerio de Educación Nacional había entregado las llaves de la casa a su hijo mayor de edad (la autonomía), pero no se le había educado para ello. La solución…. Crear las reglas que le facilitarán demostrar su mayoría de edad por medio de la responsabilidad. Es por ello, que respetando la autonomía otorgada por la Ley 30 de 1992 , el Consejo Nacional de Acreditación C.N.A. – ofrece a las Instituciones la posibilidad de demostrar en forma voluntaria su responsabilidad social con la calidad de la educación en Colombia, otorgando los lineamientos para acreditación de programas e Institucional. Fue así como con la acreditación de programas, el país comenzó la consolidación de la cultura de autoevaluación de la calidad, como lo afirma el CNA en su documento No.2 sobre Lineamientos para la Acreditación Institucional 2001…….. “ En los cinco años de gestión del Consejo Nacional de Acreditación, CNA, el proceso de acreditación ha facilitado la autocrítica, ha permitido ordenar decisiones para mejorar la función social del quehacer institucional y ha contribuido a consolidar la autonomía responsable y el rendimiento de cuentas ante la Sociedad y el Estado sobre el servicio público de la educación superior que se ofrece.” Ahora bien, contextualizándonos en la Escuela de Suboficiales es cotidiano encontrar el interrogante por parte de los miembros de la comunidad sobre “y para qué nos sirvió la acreditación en alta calidad de los programas? Ante todo debemos recordar que somos una Institución “híbrida”. No solo nos debemos a los objetivos de la Educación Superior, sino a los planteamientos y direccionamiento del Ministerio de Defensa Nacional. Gracias a ello podríamos aseverar que con acreditación o sin ella seguiríamos recibiendo nuestro salario,
pero, emerge un conector de las dos misiones que es: LA RESPONSABILIDAD SOCIAL y gracias a la acreditación logramos demostrarla como Institución obligada a responder a una comunidad por sus acciones en pro de la transformación del país en un momento histórico tan convulsionado que exige por medio de la educación de nuestros hombres la paz tan anhelada. Soy conciente que por el momento organizacional que estamos atravesando, cuando hablamos de las plataformas estratégicas, de las normas ISO, del MECI, el BSC, de los indicadores de gestión y demás aspectos que se entrelazan en el diario vivir, pedimos resultados tangibles en cuanto a lo que nos ha dejado el proceso de acreditación de programas, para lograr conectarnos en el “para qué” de la Acreditación Institucional que estamos iniciando. Es por ello que a continuación me permitiré desglosar algunos aspectos a los que este proceso ha impactado y que afortunadamente ya son parte del trasegar de la escuela y que posiblemente gracias a que se convirtieron en parte del quehacer pasan desapercibidos por parte de la comunidad académica: El tener un Proyecto Educativo Institucional, es un mandato de la Ley. Sin embargo la Acreditación nos “obligó” a construirlo de acuerdo a nuestra cultura y a repensar el modelo educativo, valorando, rescatando y engranado la formación militar con la formación tecnológica. Hoy nuestro proyecto fue evaluado por entes externos con altas calificaciones que sin lugar a dudas afectan positivamente “ el creer en lo nuestro”. La construcción del PEI ha facilitado la participación de la comunidad académica en el direccionamiento de la Escuela, ya que refleja lo que cada uno de los grupos realiza en pro de la educación. El CNA determina como descripción del PEI : “ La universalidad del saber y la voluntad de ofrecer una formación integral capaz de mantener abierta la apropiación de conocimientos pertinentes, sin restricciones de tipo político, confesional o ideológico, fundamenta el principio de autonomía universitaria. Creación de la Cultura de la Autoevaluación y Autorregulación. Mediante la ejecución de cuatro autoevaluaciones Institucionales y una autoevaluación de programas con fines de acreditación de alta calidad. La escuela puede ahora afirmar que posee la cultura de autoevaluación y autorregulación permanente. Esto se observa no solo en los resultados numéricos o cualitativos sino en la actitud de permanentemente evaluativa de todos y cada uno de los miembros de la comunidad, la discusión diaria, el seguimiento de los procesos, la elaboración de proyectos que responden a resultados de evaluación. La comparación con pares académicos y demás aspectos que enmarcan la autorregulación de ESUFA.
Así mismo, la evaluación realizada para acreditación facilitó la creación de un modelo evaluativo basado en los lineamientos de Acreditación Institucional, perneando a toda la institución y familiarizando a los miembros con las exigencias de la Educación Superior. Ha sido también una herramienta para la planeación y toma de decisiones de las directivas. Trabajo en equipo: A pesar de todas las dificultades vividas en el desarrollo del proyecto “Rotor”, se logró la participación del conjunto de integrantes de la escuela. Hoy todos queremos decir “yo lo hice”, pero sabemos que la medallas “Luis López de Mesa “, que adornan el pasillo de la escuela nos pertenecen a todos y cada uno, ya que son el resultado de cumplir a cabalidad la misión encomendada a cada puesto de trabajo. Lo anterior se verificó con la actitud de la totalidad del personal de ESUFA en el momento de la visita de pares, cuando hasta los más acérrimos opositores al proceso se unieron a la familia ESUFA para demostrar la calidad, trabajando al unísono en el plan previsto.
Realmente el espacio previsto para este artículo me obliga a cumplir con la característica de la síntesis (tan difícil para quienes gustamos hablar de academia), por lo tanto solo relacionaré algunos aspectos que como se expresó anteriormente impactaron la cultura de la escuela por medio de la herramienta de la acreditación y serán dejados como tema de reflexión para los lectores : Capacitación docente, pasando por los niveles de especialización en docencia universitaria, maestrías y doctorado. Ampliación de planta física, organización de laboratorios, ampliación biblioteca y sistematización de procesos, adquisición de programas para evaluación educativa, organización de la investigación, creación de la primera revista indexada de investigación tecnológica, adaptación de los indicadores de calidad al Bienestar, la Docencia, la Investigación y la Extensión, revisión curricular bajo parámetros reconocidos , creación de la dependencia de acreditación, jalonando el proceso en la Jefatura de Educación Aeronáutica, reajustes en reglamentos, integración con otros centros educativos. Apertura al lenguaje académico, trabajo por proyectos académicos etc.
Podemos aseverar de igual forma que tenemos el reconocimiento Nacional e Internacional de la Alta Calidad de los cinco programas tecnológicos y por ende la oportunidad de iniciar el camino a la excelencia por medio de la Acreditación Institucional, que fundamentará la universalidad de Saber. Así mismo la acreditación nos permitió obtener automáticamente el reconocimiento de las condiciones mínimas cuyo paso es exigido a todas las Instituciones de Educación superior.
Sin embargo, considero que uno los mayores logros del proceso están enmarcados en primer término en el lograr romper los paradigmas existentes en una comunidad educativa sobre “la forma de educar de los militares” , paradigma que ha cambiado al ser la Escuela la pionera de las Fuerzas Militares en iniciar el camino hacia la rendición de cuentas a la sociedad Colombiana, y ser la única con la totalidad de sus programas acreditados. Finalmente invito a la comunidad académica a no desfallecer ante el reto que la Dirección se ha impuesto con el desarrollo del proyecto “Visor”, el cual asegurará el cumplimiento de los objetivos de la educación superior. Y a no desfallecer igualmente, ante las críticas coherentes con la resistencia al cambio, defendiendo el proceso como una cultura de autoevaluación y autorregulación permanente que jalona el mejoramiento continuo ya que la educación nunca será un proceso terminado sino en continuo desarrollo. “La acreditación más que un reconocimiento, es un compromiso con la Calidad”