PROYECTOS: información para los grupos. VAIS A DISEÑAR UN PROYECTO QUE LUEGO VAIS A PONER EN PRÁCTICA TRAS EL EABE ● ● ● ● ●
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Tenéis ciento ochenta minutos para hacerlo. Escuchad las charlas previas pensando en aplicar las ideas en vuestro centro. Pensad en los docentes de vuestro centro que podrían involucrarse en el proyecto; es esencial contar con un equipo mínimo. Elegid un producto final viable, no demasiado complejo de desarrollar, y con impacto en el entorno si es posible. Pensad cómo evaluar el producto final y el proceso de desarrollo del proyecto; la evaluación es muy útil para orientar el trabajo del alumnado y el diseño del proyecto. Vais a decidir qué criterios de evaluación necesitais. Decidid las tareas concretas que el alumnado tendrá que realizar para realizar el producto final. Pensad qué herramientas y apps pueden ayudar al alumnado en la realización de las tareas. Probablemente surgirán ideas sobre el lanzamiento del proyecto en el aula: anotadlas. Los proyectos deben tener la capacidad de movilizar al alumnado; buscad elementos emocionales. Opcional: un subgrupo de vuestro equipo podría ocuparse de elaborar una rúbrica completa trabajando por separado. Para optar por esta posibilidad es muy conveniente que en el grupo haya alguien que tenga alguna experiencia haciendo rúbricas. No vamos a explicar cómo se desarrolla un proyecto A.B.P. en el aula. Para esto no hay tiempo. Por si sirve en esta presentación hay bastantes pautas y un ejemplo concreto. Sería muy interesante que quisierais seguir trabajando en el proyecto como grupo después del EABE; ello permitiría resultados mucho más ricos. Este puede ser el principio de una gran amistad.
ROLES A DEFINIR DENTRO DEL GRUPO La capitana: guía y coordina la actividad; garantiza que se siguen las pautas de trabajo y se cumplen los tiempos establecidos en el apartado la gestión del tiempo. Si no se alcanza un punto de acuerdo sobre algún aspecto tendrá que tomar una decisión para evitar el bloqueo del trabajo. Una decisión puede ser pedirle al Sr. Lobo que busque a un experto o pedirle a Ada Lovelace que sopese qué herramienta TIC es mejor después de la sesión para no invertir demasiado tiempo en la discusión. Sin una mínima especialización y reparto de funciones será imposible alcanzar el objetivo. También anotará en un documento compartido entre todos los capitanes qué producto final va a realizar su grupo. De esta forma se puede detectar si hay demasiados productos iguales o parecidos y en este caso hay que proponer alternativas. Marina y yo estaremos atentos a este documento, que debería empezar a completarse a partir de las 12:45 12:50 h. Nosotros mismos enviaremos un correo a todos los capitanes avisando de que ese producto/proyecto ya ha sido elegido por varios grupos.
Sr. Lobo: resuelve problemas, busca expertos, contacta con otros grupos, consigue recursos, … con limpieza. Nelson: da la palabra y garantiza que nadie utiliza más de dos minutos por intervención, y que nadie toma la palabra más de siete veces durante las dos horas. Derrocha empatía. Galeano: tomará notas de los acuerdos que se van tomando: el producto final, los criterios de evaluación, las tareas que se realizarán, … Con un toque emotivo. Ada: cuando se habla de TIC todos l@ oyen. Ada buscará un recurso motivador para estimular la participación en este proyecto. Se enlazará en la hoja de cálculo de Google Drive en el apartado correspondiente. Dolors1: un miembro del grupo va guardando en su cuenta de Scoop it enlaces interesantes para el proyecto que van surgiendo en la conversación. Utilizará las etiquetas #proyectosEABE15 y producto y cada vez que guarde uno lo tuiteará con la opción que ofrece Scoop it. Sr. Cuerda: alguien tuiteará con ingenio lo que va acordando el grupo con los hashtag #EABE15 #productoelegido Es decir, los tuits han de reflejar lo que ocurre durante el proceso de diseño del proyecto. Podrá ser un poco gamberro si lo desea. Y no olvidará mencionar al invitado online de su grupo para acogerlo. Ouka: se encargará de dejar huella gráfica del proceso haciendo fotos incluso vídeos. Buscará el mejor perfil de cada miembro.
LA GESTIÓN DEL TIEMPO El gran reto es terminar la sesión con un resultado concreto que podamos llevarnos a nuestro centro para ponerlo en práctica. Para conseguirlo la gestión del tiempo es crítica. Cada intervención de un miembro del equipo va a durar dos minutos como máximo, por tanto, podéis tomar la palabra unas sesenta veces entre todos. Es decir, podéis hablar unas seis veces cada uno aproximadamente. Administrad bien vuestras intervenciones y centraos al máximo en conseguir el objetivo con cada aportación.
TEMPORIZAMOS EL DISEÑO DEL PROYECTO
Pequeño homenaje a la primera ponente del primer EABE en Almería.
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10:00 Buscamos a los compañeros de grupo comprobando su emoticono de Whatsapp; si no encontramos nuestro grupo nos iremos al punto de referencia. Los grupos se reúnen durante veinte minutos, se presenta cada miembro, se reparten los roles entre ellos, sincronizan sus relojes y se recuerdan que el objetivo es aplicarlo tras el EABE. Antes de separarse gritan en grupo alguna consigna que estimule el espíritu de equipo (el capitán se encargará de pensar la consigna); también valdrá alguna danza maorí sencillita. Durante las charlas se tomarán notas para agilizar la exposición de las ideas más relevantes cuando se reúnan los grupos (a las 12:30h.) Y antes de decir hasta luego se hacen una foto de grupo y la tuitean. 10:45 Quienes exponen una experiencia se van a la sala correspondiente; y los que quedan se tienen que repartir los ingredientes de la cesta, es decir, elegir las charlas a las que vamos a asistir. Nadie debe dos charlas del mismo tramo horario, ya que, serían incompatibles. 12:30 Todos el grupo está sentado en la mesa/espacio de trabajo listo para empezar. La capitana recuerda a todos los roles. Cada miembro expone en dos minutos las ideas más relevantes de la charla en la que ha participado; estas ideas las habrá sintetizado por escrito previamente antes de sentarse a la mesa para optimizar el tiempo de su intervención. 12:50 Elección del producto final del proyecto que se desarrollará en nuestro centro, que anotaremos en un documento compartido para garantizar un equilibrio en el reparto de proyectos. A partir de este momento, podéis consultar el directorio de expertos para solicitar su asesoramiento (vía twitter). 13:10 Se acuerdan los criterios de evaluación (lo que tienen que haber aprendido con el proyecto) con los que se va a evaluar el proyecto, tanto el producto como el proceso de desarrollo del proyecto. 13:10 Y a la vez se establecen las tareas que tendrá que realizar el alumnado para realizar el producto final, así como las áreas que podrían involucrarse en el proyecto. Y se plantean posibles herramientas TIC y apps que pueden ayudar. Se contemplará la participación de las familias en la realización de las tareas. 14:00 Una vez avanzada la definición de las tareas, el grupo de planteará si un subgrupo se ocupa de elaborar una rúbrica con los criterios establecidos. Tendrían treinta minutos. Un requisito clave es que haya alguien en el grupo con alguna experiencia haciendo rúbricas. El resto del grupo seguirá pensando posibles tareas para el proyecto. 14:15 El capitán con la ayuda de Galeano repasan la hoja de cálculo para comprobar que todas las decisiones del grupo están recogidas.
LA SELECCIÓN DE LAS TAREAS: los proyectos no son el postre
Los proyectos tienen que servir para desarrollar el curriculum de las distintas áreas y por tanto tienen que estar conectados a él. Es importante dominar el curriculum de nuestra materia y por desgracia no siempre ocurre; solemos conocer mejor lo que propone el libro de texto de alguna editorial. Las tareas permiten que el alumnado aprenda aplicando el conocimiento. Y también tienen que servir para desarrollar las competencias básicas, por tanto, os sugerimos la inclusión de tareas que permita al alumnado: ●
manejar distintas fuentes de información y desarrollar el pensamiento crítico, p.e., aprendiendo a seleccionar fuentes de información fiables, a contrastar fuentes y a buscar información con criterio.
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desarrollar la competencia comunicativa, p.e., hablando en público con el apoyo de una presentación.
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una alfabetización múltiple, p.e., creando podcasts, vídeos, infografías, códigos en distintos formatos digitales, ...
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utilizar las TIC para afrontar algún reto científico, artístico, tecnológicos, humanístico …, p.e., desarrollar una app o programa sencillo para resolver un problema de nuestra comunidad, o utilizar alguna herramienta fotográfica para hacer una plantilla para un graffiti que queramos hacer.
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trabajar en grupo fomentando la interacción social y la interdepencia en el aula, esto es, sin dividir el trabajo entre los miembros del grupo para convertirlo en trabajo individual de hecho.
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utilizar alguna lengua extranjera, p.e., contribuyendo a la difusión del producto del proyecto en inglés o francés. Un tweet tiene ciento cuarenta caracteres solamente.
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utilizar las redes sociales para aprender; los productos de los proyectos hay que difundirlos para conseguir impacto en el entorno. Y de paso se pueden ir creando su PLE poco a poco, e ir definiendo su identidad digital.
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incorporar una dimensión social al proyecto; la innovación social nos ofrece la oportunidad de favorecer el emprendimiento, y fomentar muchos valores. Campañas de concienciación, Banco común de conocimiento, servicio de soluciones TIC para quienes no tienen recursos, acompañar e integrar a los mayores que viven solos en proyectos escolares aprovechando su memoria y su experiencia, rehabilitar o intervenir en espacios públicos, llevar la música a quienes no tienen acceso a ella, o incluso una radio escolar contemplan esta faceta social y tienen impacto en el entorno.
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tomar conciencia de las emociones y empatizar con otras personas; los proyectos que sirven para prestar un servicio a otras personas facilitan esta toma de conciencia. Los proyectos con carácter social son útiles para el desarrollo de la competencia emocional.
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desarrollar la creatividad, decorando espacios del centro escolar o de la ciudad, proponiendo ideas viables para mejorar tu barrio o tu pueblo, buscando inspiración en creaciones y creadores a nuestro alrededor ...
COLABORACIÓN/PARTICIPACIÓN DEL ENTORNO Los recursos externos al centro son importantes; la colaboración con una biblioteca, con un ayuntamiento, con una asociación, hace que el proyecto resulte más real. Y cuánto más real consigamos que sea más significativo será el aprendizaje. Buscar mentores en nuestro entorno presencial y virtual también es muy útil para el desarrollo de los proyectos. Al definir las tareas es conveniente ir anotando las posibles colaboraciones de las familias, de las instituciones, de organizaciones de nuestro entorno que podrán participar en el proyecto. Las incluiremos en el apartado TRIBU de la hoja de cálculo del proyecto.
ORIENTACIONES PARA LAS CAPITANAS Objetivo esencial Diseñar proyectos que se puedan desarrollar en los centros, que todos los participantes en el EABE terminen el fin de semana con un conjunto de posibles proyectos que podrán aplicar en su centro. Es decir, el resultado final de vuestro trabajo será el diseño de un proyecto que sea viable sin requisitos excepcionales.
No confundir diseño y puesta en marcha del proyecto No confundir el diseño del proyecto con su desarrollo real en el aula. No hay tiempo para explicar con detalle cómo hacer esto último. Para eso está la formación, y también los recursos que podemos poner a disposición de los miembros de nuestro grupo. Os recomiendo que echéis un vistazo a estos enlaces de Proyéctate: ● Cinco claves del ABP ● Queremos trabajar por proyectos en el centro pero no sabemos por dónde empezar. ● Ocho cosas que debes saber sobre las rúbricas El lanzamiento de los proyectos en el aula es clave; los proyectos deben tener la capacidad de movilizar al alumnado. Y para ello tenemos que incorporar las sugerencias que hagan durante el lanzamiento así como las de las familias; es interesante sumarlas a los proyectos. De hecho, lo que vamos a elaborar en el EABE es un prediseño que luego tomará la forma definitiva cuando lo lancemos en clase contextualizándolo en nuestra comunidad educativa y en nuestro entorno concreto. Y si un proyecto no consigue conectar con nuestro alumnado, a otra cosa mariposa.
Tened en cuenta que ... Cada proyecto tendrá como resultado un producto final; este podrá ser un objeto material o digital, o también puede ser un servicio, o una actividad artística o deportiva (función teatral, musical, olimpíada …) Es decir, entendemos el producto en un sentido amplio para facilitar el trabajo de los grupos. Para elegir el producto final es importante plantearse en qué contexto se va a desarrollar el proyecto porque debe estar conectado al entorno del alumnado. Ello contribuye a dotar de sentido lo que hacen y a movilizarlos en pos del producto final. Los proyectos tienen que servir para movilizar al alumnado, para que aprendan a tomar la iniciativa. Y la parte más importante del entorno son las familias.
El producto debe ser evaluable, con los criterios de evaluación que se determinen en la rúbrica del proyecto. No debemos dejar la evaluación para el final; la rúbrica se irá definiendo a medida que se van planeando las tareas. La evaluación del alumnado debe guiar el proceso. Además de criterios para evaluar el producto final es interesante incluir criterios de evaluación relacionados con el proceso, y por supuesto con las competencias básicas. Uno de los principales obstáculos para la puesta en práctica del A.B.P. es la inevitable pregunta: y esto, ¿cómo se evalúa? Si un proyecto incluye una rúbrica habremos ganado mucho. La rúbrica debe ser sencilla para que dé tiempo a terminarla. Lo ideal es elaborar la rúbrica colectivamente pero probablemente no dará tiempo. El grupo decidirá si quiere delegar en dos o tres
miembros su elaboración más completa. Ayudará mucho que alguno de los miembros del grupo tenga alguna experiencia trabajando con este instrumento de evaluación. La rúbrica se podría escribir en un documento de Drive independiente y enlazarlo después con la hoja de cálculo del proyecto. Si una materia se ocupa de muchas tareas del proyecto podrá tener su propia rúbrica, además de la del proyecto, para evitar que la rúbrica resultante sea demasiado compleja. Es muy importante, que el alumnado entienda la rúbrica y tenga claro cómo se le va a evaluar. Todas las tareas del proyecto deben ser evaluables y se evaluarán en las materias que participen en su realización. En lugar de acumular conocimiento descontextualizado, aprender mediante proyectos supone aplicar el conocimiento a la realización de las tareas de un proyecto que tiene sentido para el alumnado, por ello, en cada materia para cada tarea se elaborará un material que le servirá como guía de trabajo al alumnado. En este se encontrarán los contenidos y procedimientos necesarios para la realización de la tarea, o bien enlaces a los mismos en Internet (Flipped learning). Los contenidos y los procedimientos de estos documentos estarán conectados al curriculum de cada una de las materias que participan en el proyecto. Trabajar mediante A.B.P. no nos exime de desarrollar el curriculum en el aula; simplemente cambia la secuencia y el contexto en el que este se desarrolla. Hemos de tener en cuenta la zona de desarrollo próximo del alumnado a la hora de elaborar estos documentos. También hay que pensar cómo vamos a hacer el lanzamiento del proyecto. Un proyecto A.B.P. no es una lista de tareas que un docente lleva a clase y le pide al alumnado que las haga. Para conseguir un aprendizaje significativo es necesario que el alumnado sienta el proyecto como suyo. Y para ello, hemos de incorporar sus propuestas, sus sugerencias, hemos de hacer una o más sesiones de sensibilización respecto de la temática que vamos a abordar. Esta fase inicial de lanzamiento suele proporcionar una excelente oportunidad para desarrollar el pensamiento crítico. En los proyectos en general, y durante el lanzamiento en particular, es muy útil incluir la competencia emocional. Es clave para conseguir una implicación efectiva, para conseguir que el alumnado crea en lo que hace. A la hora de pensar qué asignaturas podrían involucrarse en el proyecto es esencial pensar en qué docentes de nuestro centro podrían estar dispuestos a poner en práctica A.B.P. Contar con el apoyo del equipo directivo suele ser una excelente estrategia para que se vayan resolviendo todas las posibles dificultades que suele llevar aparejado un cambio de metodología, así que, proponed a los miembros del grupo que piensen en alguien del equipo directivo para involucrarlo.